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“La ambición es una pasión tan fuerte en el corazón humano que, por muy alto que lleguemos, nunca estamos satisfechos"
- Nicolás Maquiavelo
Byakuran
“y cuanto me amas” alzo su mano cubierta de sangre para alcanzar su rostro
“Más que al cielo” respondió con lagrimas en los ojos tomando la mano de el menor
“también te amo” susurro con una sonrisa triste
“no te vayas” con voz desesperada decía el mayor
“……”
“me lo prometiste” tsuna respondió a lo dicho con una sonrisa débil
“estarás bien so-chan traerá a el equipo médico estarás bien”
“mentiroso” lo sabia no necesitaba su súper intuición para saber que moriría
“todo estará bien” decía más bien para auto convencerse
“sabes que eso no es cierto” decía tranquilamente tsuna
“yo solo quería que estuvieras con migo para siempre” sus intenciones eran unir a sus familia con su boda pero no podría ser tsuna se había negado ya que representaba la fusión de las familias
“baka” tsuna temblaba en sus brazos su cuerpo empezaba a enfriarse
“no te atrevas a dejarme” se quebraba su voz al hablar
“tengo miedo sujeta mi mano” empezaba a sentir frio pero el dolor aun no se desvanecía
“no tengas miedo todo va a estar bien” las lagrimas escurrían sin consideración rodaban por mi rostro y caían al precipicio en mi barbilla
“por favor cuida de ellos por mi”
“no quiero”
“no te preocupes serás un gran jefe”
“no quiero que te vayas” tsuna escupió un poco de sangre sentía el punzante dolor en su cuerpo las balas instaladas en su pecho
“so-chan apresúrate” grito con desesperación mientras tsuna moría en sus brazos
“arivederchi” dijo tsuna antes de que el resto de su cuerpo se relajara y cayera en un profundo sueño del que no despertara en ese momento entro soichi con el equipo médico con la respiración agitada
“lo siento byakuran sama tuvimos dificultades” los médicos se acercaron a el inerte cuerpo de tsuna que era sujetado celosamente por byakuran
“no importa ya es tarde” dijo con una voz sumamente calmada provocando temor en los presentes soltó el cuerpo suavemente sobre la alfombra y empezó a dar ordenes
“encárgate del idiota que disparo y también del cuerpo de tsunayoshi” dijo mientras se alejaba
“a si también tráeme los anillos vongola” dijo aun de espaldas mientras esperaba el elevador
“pero byakuran sama”trato de replicar pero no tubo tiempo ya que byakuran siguió hablando
“he escuchado que en el anillo avitan las almas de los jefes vongola “
“byakuran sama sabe que tsuna san los destruyo hace tiempo”
“no importa tráelos como sea y que nadie me moleste porque lo desintegrare” se serraron las puertas del elevador y todos lo miraban como ovejas ante un lobo rabioso lleno de la sangre de tsuna byakuran se sentó en el gran sofá comiendo malvaviscos con una sonrisa en el rostro pero las lagrimas inclemente escurrían por su rostro sin consideración
“no te preocupes tsuna todo saldrá bien te traeré de regreso tu no debes temer solo esperarme”
“y cuanto me amas” fue solo un efímero recuerdo de sus palabras eso es lo que le daría fuerza de hacer lo que fuera por tenerlo entre sus brazos de nuevo
“te amo más que al cielo”
“no me importaría ir al infierno por ti y espero me perdones por lo que estoy a punto de hacer”
“a tu amada familia”