Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mantengamoslo en secreto. por YukiKannoSu-zuki

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bien, aunque nadie quiso dejarme un comentario T_T de todos modos subire el siguiente y ultimo One-shot, aun así espero que les guste nwnU y que alguna hermosa lectora se apiade de mi y me deje un review

PREOCUPADO.

 

 

Las clases habían comenzado con la venida de un nuevo curso.

 

-Parece que algo malo le ha pasado a Sakura y… ¡¿Qué tal si fue atacada por algún espíritu maligno o algo peor?!- Dijo Tomoyo algo exaltada.

 

-No lo creo.

 

-Mejor le hablaré por teléfono. ¡Oh! Hola, joven Yukito-

 

-Hola Tomoyo, hola Lee- Los saludó amablemente- ¿Tampoco ha venido hoy la pequeña Sakura?

 

-¿Es que tampoco vino el joven Toya?- Preguntó ella.

 

-No, hoy no se presentó a clases. Me extraña que no me haya dicho que no venía.

 

-Pues en este momento iba a llamar a Sakura para preguntarle el motivo de su falta- Cuando se dieron cuenta aquella chica de cabellos negros hablaba por su celular a espaldas de ellos, soltando risitas de vez en cuando. Colgó su móvil y se dirigió nuevamente a donde estaban.

 

-¿Y bien?- Preguntó Shaoran un poco ansioso. Ella no era de la clase de personas que faltaba por cualquier cosa.

 

-Sakura me dijo que no vino a la escuela por que se quedó cuidando a su hermano Toya quien tiene mucha fiebre. Además ella también se encuentra un poco enferma, aunque no de gravedad.

 

-Iré a verla. – Dijo tomando mis cosas del suelo, para irse.

 

-Verás joven Lee, ella me dijo que no podemos ir por que su hermano está muy enfermo y no quiere contagiarnos, además dijo que mañana si vendría a la escuela.

 

-Mmm… está bien, entonces, le llamaré por teléfono más tarde

 

-Es hora de que me vaya ¡Nos vemos mañana, niños!- Gritó Yukito desde lejos; en verdad es veloz.

 

Yukito pedaleó lo más rápido que pudo, tal vez para Lee y Tomoyo no resultaba raro que Toya estuviera enfermo, pero para él resultaba demasiado extraño.

 

-Pobre Toya, debe ser por el exceso de trabajo- Se dijo al doblar la calle donde se encontraba la casa. Bajó de la bicicleta y caminó a pasos lentos, preguntándose si había sido buena idea comprar algunos bocadillos en el mini súper. Se quedó parado frente a la puerta, dudando tocar el timbre; cuando se encontraba a punto de hacerlo esta se abrió de repente, dejando ver al chico de cabello castaño oscuro.

 

-Hola, Toya. Tomoyo me dijo que estabas enfermo, así que vine a verte, pero… olvidé traerte algo.

 

-Pasa Yuki, no te preocupes por eso- Dijo cediéndole el paso al chico de cabellos plateados.

 

-¿Quieres un poco de té?

 

-Oh no, te lo agradezco. Sólo vine a ver como te encontrabas.

 

-Estoy bien, lo que pasa es que a mi padre y a mi hermana les gusta exagerar. No me dejaban ni levantarme de la cama. Pero en verdad estoy bien- Afirmó, sentándose a su lado. Se quedaron en silencio unos instantes uno al lado del otro.

 

-En verdad estaba preocupado por ti…- Dijo el chico de lentes mirando a la nada.

 

-Ya te dije que estoy bien- Reafirmó mientras tomaba de la mejilla del otro, levantándole la cara. Acercó lentamente a sus labios rozándolos suavemente.

 

-¿Dónde está Sakura? Será malo si nos ve haciendo esto…

 

-Está dormida en su habitación, parece que ella recayó más por el resfriado. Lo más seguro es que duerma hasta mañana.

-Ya veo.

 

-Oye Yukito, estaba pensando que ya falta poco para graduarnos, e inevitablemente no pasaremos mucho tiempo juntos. Así que quiero pedirte algo importante.

 

-¿Qué es lo que necesitas?

 

-La verdad es que tú y yo aun no hemos hecho nada…

 

-¿A que te refieres con nada?

 

-A que no hemos hecho “eso” aun- Su rostro que pocas veces se encontraba nervioso ahora estaba más que eso: había tomado un color rojizo, demasiado raro en él. El de cabellos grises sonrió tímidamente al escucharlo, mientras levantaba una de sus manos tomando aquel rostro que en ese momento tenía la mirada baja.

 

-A mi… también me gustaría hacerlo por que….- se acercó un poco más a su rostro y su nariz rozò con la del otro chico de cabellos color chocolate oscuro- Te amo, Toya- Y sus labios chocaron con los contrarios en un beso diferente a los anteriores. Se separaron  un instante, sonriéndose. Se levantaron tomados de la mano para dirigirse a la habitación.

 

-¿Realmente estás seguro? No quiero lastimarte Yuki…- El dedo índice del ojigrìs se posó suavemente sobre sus labios, callándolo.

 

-No te preocupes- Dijo alejándose un poco de él y sentándose sobre la cama. Toya se arrojó sobre el chico de lentes, tirándolo sobre el colchón. Comenzaron a besarse nuevamente, esta vez con mayor fiereza. Sus respiraciones chocaban una con la otra mientras los largos dedos de Toya desataban el nudo de la corbata de Yukito y la quitaba rápidamente.

 

-To…Toya e… espera, déjame hacerlo a mí- Dijo cuando el castaño comenzaba a desprenderse de su camisa. La quitó hábilmente, tirándola por algún lugar de la habitación, para seguir con los pantalones.

Toya comenzó a besar su cuello mientras pellizcaba los pequeños pezones de su amante, comenzando a descender lentamente, lamiendo aquel blanco pecho.

 

-¡Toya!- Gimió al sentir como sus manos se colaban por el bóxer para tocar las piernas de forma suave y cariñosa, si llegar a acercarse siquiera a su ya despierta hombría.

 

-Por favor, hazlo de una vez….- Y cogió la mano del otro para llegar así al tan esperado contacto. El de ojos cafés comenzó acariciando de arriba hacia abajo. Aquel delicado roce poco a poco se convertía en algo más desenfrenado, provocando aquel sonido ronco proveniente de la garganta del peligrìs. Sus labios se deslizaron sobre los de Yukito metiendo la lengua en un movimiento rápido y frenético, mientras la saliva escurría empapando sus cuellos. El ahora excitado miembro de Toya reclamaba por algo de atención. El de ojos grises acercó su cara a una distancia poco prudente, descubriendo el sexo del otro con ayuda de su boca.

 

-Espera Yuki, no… no tienes por qué hacerlo… ¡ah!- Demasiado tarde, aquella lengua rodeo la punta de su sexo y la degustó en un movimiento suave y húmedo. –No… no tienes por qué hacerlo…

 

-Realmente quiero, Toya. Me gustaría que lo disfrutaras al igual que yo lo hago- Y lo introdujo en su boca completamente, provocando que Toya arqueara la espalda: aquella sensación era la mejor que había experimentado. El sudor empapaba completamente su cuerpo, mientras el placer aumentaba con cada estimulo que le proporcionaba Yukito.

 

-¡Te quiero, Yuki!- Gritó al momento de derramar su esencia dentro de la boca del otro.

 

-Yo también te quiero- Respondió y se recostó sobre la cama boca arriba, mientras el otro se levantaba con la respiración un poco agitada.

 

Yukito abrió sus piernas, colocándose en una posición verdaderamente indecorosa, mientras colocaba los brazos a la altura de su cabeza, dándole un aspecto terriblemente sensual.

Toya se relamió los labios, acercándose furtivamente hacia él. Se posicionó entre sus piernas, acariciando levemente aquella entrada que le invitaba a hundir los dedos. El joven debajo de él intentaba callar aquel sonido proveniente de su garganta. Aquella era la mezcla del dolor y el placer, el sentir los dedos de Toya entrando uno a uno, moviéndose de forma circular para ensancharlo cada vez más. Se contrajo al sentir el cuarto dedo, una punzada de dolor hizo que gritara y pequeñas gotas de lágrimas comenzaran a salir.

 

-Lo siento, Yukito… espera- Abrió un de los cajones para sacar un frasco de crema corporal.

 

-Espero que esto sirva…- Y vació el contenido sobre toda su mano. Se acercó nuevamente a él, quien lo observaba con una sonrisa.

 

-Espero que esto disminuya un poco el dolor.

 

-No te preocupes, estaré bien- Y sintió como los fríos y pegajosos dedos se introducían en su interior con más facilidad, mientras se movían circularmente, dilatándolo cada vez más. Retiró los dedos y se posicionó entre sus piernas, apoyando sus propias rodillas en el colchón. Lo introdujo despacio, temiendo lastimarlo otra vez; mientras tanto, Yukito se aferraba a las sábanas, tirando de ellas.

La mezcla de sensaciones era sumamente especial, aunado a aquel sentimiento que compartían.

 

Toya tomó firmemente las piernas del otro y comenzó a embestirlo. Ninguno de los dos sabía cuanto tiempo habían estado de esa manera. Después de llegar al clímax cayeron rendidos sobre la cama, respirando cansinamente.

 

-Mañana esto dolerá- Mencionó Yukito para romper el silencio, mientras una pequeña carcajada salía de su boca.

 

-Tienes razón y…

 

-¿Qué pasa?

 

-No imaginaba que tuvieras poses tan sexys, ¿acaso haz practicado frente al espejo?

 

-Cállate, Toya- Su rostro se encontraba totalmente sonrojado.

 

-Es broma.

 

-Lo se… Te amo.

 

-Yo también.

 

Y sus labios se unieron por última vez en un pequeño roce, para después cerrar los ojos, rendidos por el cansancio, no sin antes  poner el despertador antes de la llegada del padre de Toya.

 

 

Notas finales:

Ahora si me merezco un review? T////T

 

kissus


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).