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Promesa y secreto por SublimeNightmare88

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Notas del capitulo:

Este fic se me ocurrio en un lapsus de aburrimiento extremo xD

 

Promesa y Secreto

 

 

Tenía aproximadamente 1 año que veía a esa chica caminar por la misma ruta que yo tomaba para volver a casa después de la escuela. Llevaba el uniforme de una escuela privada al igual que yo, pero éramos de distintas escuelas y escolaridades. Yo tenía 11 años, cursaba 5to grado de primaria y ella… no estoy segura de en qué grado iba, pero su uniforme era de una preparatoria cercana. Era una chica bastante bonita de piel pálida, ojos verdes y cabello rojo. Usualmente caminaba sola, con una mirada triste siempre fija en el pavimento y quizás eso era lo que más me atraía de ella.

 

Por aquel entonces mi rutina diaria consistía en salir corriendo de la escuela, me sentaba en una banca que había por el camino, esperaba a verla pasar  y la seguía con la mirada hasta que se me perdía de vista. Aunque yo era muy pequeña para comprender por completo mis sentimientos sabia que de alguna manera, esa chica me gustaba, así que tome mi decisión.

 

Un viernes salí corriendo de la escuela al igual que todos los días, pero en lugar de irme a sentar donde siempre fui a comprar helados. Uno de limón para mí y otro de chocolate. Fui a mi banca favorita y me senté, no tardo mucho en pasar ella, con el mismo semblante de siempre, yo me levante de golpe de la banca y fui hacia ella.

 

–¡Oye! ¡Disculpa! –la llame con mi voz infantil imposible de disimular a mi edad.

 

Ella siguió caminando sin prestarme atención, pero eso no iba a hacer que me rindiera, así que corrí adelantándome a ella, me detuve frente a ella y estire mi mano con el helado de chocolate. Cuando ella se topo de frente con el cono de helado se freno de golpe. Me miro varios segundos hasta que yo hable.

 

 –Para ti. –dije esperando que ella tomara el cono de helado, mis lentes de aumento se estaban resbalando por mi nariz y necesitaba acomodarlos, ella tardo pero reacciono tomando el cono y pronunciando un casi inaudible:

–Gracias. –su voz era tan bonita como la había imaginado.

Y como dicen por ahí “los niños siempre dicen la verdad” y “suelen ser directos”, yo no me quede atrás en aquella ocasión y le confesé que –Me gustas mucho. –a ella casi se la cae el cono de helado, pero reacciono a tiempo, me sonrió nerviosamente

–¿Que? – me pregunto.

–Que me gustas mucho y cuando sea grande yo… –me sonroje. –Yo… cuando sea grande te buscare, ¡que no se te olvide! –dije totalmente segura de mis palabras y bastante nerviosa. Ella se empezó a reír, y para mí fue la risa más hermosa que he escuchado en toda mi vida, se acerco a mí y acaricio mi cabeza y me dio las gracias por el helado, luego se retiro en la misma dirección de siempre.

 

Paso el fin de semana y el Lunes otra vez salí corriendo de la escuela y me senté en mi banca favorita y la espere, cuando ella paso estaba con la misma expresión de siempre, pero por alguna razón alzo su mirada topándose con la mía, entonces sonrió y yo le sonreí también, así fue durante aproximadamente 3 meses hasta que un día dejo de pasar por ahí. Al principio la extrañe y fue doloroso para mi no verla, hasta que me acostumbre, dicen que cuando un niño deja de ver a una persona por un largo periodo las olvidan y así me paso, aun que el sentimiento seguía presente.

 

En aquel entonces mi hermana iba al kínder, y mis padres estaban mucho en casa y convivían bastante con nosotras. Pero fue cuando cumplí 17 años que mis padres al volver de su luna de miel No.18 tuvieron un accidente y fallecieron. Como éramos de una familia adinerada terminar la carrera no me costó muchos sacrificios, en cuanto pude empecé a trabajar y mantener a mi hermana sin tocar el dinero que nos había dejado nuestros padres.

Ya tenía 23 años y un buen trabajo en un estudio de diseño grafico, ya tengo varios meses ahí y me va bien. El horario me deja las tardes libres para pasar el tiempo con mi hermanita. Mi vida sentimental es completamente nula y cuando me preguntan sobre eso un extraño sentimiento me invade, aun que no lograba recordar el por que.

 

–¡Ya volví Helen! –avise mientras entraba a la casa que estaba completamente a oscuras.

 

Deje mi portafolios en el suelo y subí la escaleras. Me detuve en la puerta de mi hermana y toque. Ella salió a los pocos minutos de su habitación, tenía cara de haber estado durmiendo .Su cabello castaño del mismo tonto que el mío aun que un poco más largo estaba revuelto, sus ojos color avellana también del mismo color que los míos estaban un poco rojos por el rato que ya tenia en cama y su piel clara tenia algunas marcas en su mejilla por la almohada. Helen se parecía mucho a mi cuando tenía su edad, salvo que mi tono de piel es un poco más morena que la de ella.

 

–¿Quieres que prepare algo de cenar? o ¿Pido algo?

–Darian… ¡tiene tiempo que no comemos fuera! –me dijo molesta y logrando despertarse por completo.

–¡Vaya! Tienes razón. –Dije sonriendo –Deja que me cambie de ropa y vamos a donde quieras.

–¡Si! –dijo volviendo a entrar a su cuarto.

 

Termine de arreglarme y cuando salí de mi habitación, Helen ya estaba lista. Entonces fuimos en mi auto a un restaurant chino al que solíamos ir con nuestros padres. Al llegar uno de los meseros nos guio hasta una mesa vacía que estaba pegada a la pared y solo tenía dos sillas perfecta para nosotras. Tomamos asiento y pedimos nuestra orden, el mesero se fue y mi hermana comenzó a platicarme acerca de su día en la escuela. Yo le estaba prestando atención, hasta que una pareja capto mi atención, un joven de unos 27 años cabello negro y ojos oscuros, su pareja era un chica de unos 23 o 24 años según mis cálculos, de cabello pelirrojo, piel pálida y ojos verdes. Al verla sentí como que algo dentro de mí se removía.

 

Llego nuestra orden y comenzamos a cenar. Mi hermana y yo platicábamos ahora de cómo me había ido a mí en el trabajo, yo por ratos miraba a la pareja que se había ubicado una mesa frente a nosotros. Hablaban demasiado bajo, por lo que su conversación era inaudible para mi, cosa que no me importo mucho, hasta que el sujeto golpeo con su puño la mesa captando la atención de la mayoría de la gente “¡Sera como tu digas entonces!” dijo molesto para luego retirarse. La chica se quedo sola, con un semblante triste que se me parecía sumamente familiar y me hacía sentir rara.

 

No supe ni en qué momento pero cuando me di cuenta estaba parada frente a su mesa. Ella solo me miro confundida y entonces todos mis recuerdos volvieron. La chica frente a mí se parecía a la que me gustaba cuando era niña, pero no podía ser, ya que la persona frente a mí se veía de mi edad y la chica de mis recuerdo era mucho más grande que yo.

 

–¿Quieres sentarte con nosotras? –esa pregunta no había salido de mi boca. Mire a Helen a mi lado –Dicen que comer sola no es bueno. –ella se quedo mirando a mi hermana varios segundos y luego nos acompaño a nuestra mesa. Le pedimos a un mesero otra silla y la llevo a los pocos segundos.

 

Aun que al principio fue algo incomodo pero no tardo en comenzar a charlar de manera natural con nosotras. Lo que me sorprendió bastante fue cuando Helen le pregunto su edad y ella dijo que tenía 31 años, con eso comencé a creer aun más que me había encontrado de nuevo con mi primer amor. Cuando terminamos de cenar ella se despidió diciendo que tenía algunas cosas que hacer y nos agradeció por nuestra compañía, además me dejo su número de celular o mas bien grabo su numero en mi celular con el nombre de…

 

–Melissa… –dije viendo la pantalla de mi celular.

–Vaya si que te gusto. –dijo mi hermana, para ella no eran un secreto mis preferencias.

–Me hizo recordar a alguien…–dije mirando en la dirección en la que se había ido.

–Eso mismo dijo ella. –mire a mi hermana esperando que siguiera hablando. –Cuando fuiste al baño ella me dijo que yo le recordaba a alguien.

 

Sonreí ante las palabras de mi hermana. Nos dirigimos al coche cuando nos topaos de nuevo con Melissa y el sujeto con el que había estado primero en el restaurant. Al parecer el había vuelto por que había olvidado algo en el coche de Melissa y ahora estaban discutiendo muy fuerte. El sujeto la empujo de manera muy violenta haciendo que chocara con su auto, yo me moleste, camine hacia ellos y me puse justo en medio.

 

–¡Hey! Sera mejor que te detengas. -dije muy molesta.

-¿¡O si no que!?-me contesto aun alterado.

 

Pero antes de que nos diéramos cuenta ya teníamos bastantes espectadores, así que él se retiro sin provocar más pleito, y yo me acerque a Melissa para ver como estaba.

 

–No es nada. –me dijo triste.

–Tu novio sí que es agresivo. –dije tratando de sonreír.

–Dejo de ser mi novio hace una hora. –eso si me había hecho sonreír de verdad. –Gracias. –esa palabra con su voz me era tan familiar que me atreví a decirle.

–Te invito un helado de chocolate. –ella me miro sorprendida varios segundos y luego se empezó a reír.

 

Notas finales:

xD Se agradece a los que acaban de leer!


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