Capitulo 04:
Lo que paso
Su auto se detuvo justo frente a una casa color azul cielo, de un solo piso, pero bastante amplia, al entrar lo primero que vi fue la sala y la cocina, 4 puertas al fondo, que supuse que serían el cuarto de Mel, el de Renee y el baño y la otra no se supongo que tendría una oficina o algo así, Mel tomo mi mano y me llevo al sofá, nos sentamos y ella me abrazo con fuerza, yo le correspondí.
–Discúlpame por no haberte dicho de Renee antes, si lo hubiera hecho no habría pasado ese mal entendido. –se separó de mí y acaricio mi mejilla.
–No te preocupes, lo importante es que el mal entendido ya se arregló, es más el que se prolongara tanto fue mi culpa, si yo te hubiera hecho caso y te hubiera escuchado… –guarde silencio y la mire ella me sonreía, me acerque a ella y le di un beso en los labios.
–De verdad te quiero Darian. –dijo separándose de mi.
–Y yo a ti Mel. –tome sus manos. –Por eso discúlpame por no haberte escuchado.
–No Darian… Yo debí decirte pero, con mis parejas anteriores, aunque se los dijera antes lo tomaban mal. –puso una cara de tristeza que me hizo sentir realmente mal.
–Voy a contarte por que Renee no conoce a su papa… –suspiro y me miro seria.
Acaba de cumplir mis 14 años cuando con permiso de mis padres tuve a mi primer novio. Noel era un chico listo, bueno en deportes, muy popular, aunque mayor que yo, él tenía 17 lo conocía gracias a mis clases de pintura. Mis padres al principio no les gustó la idea pero terminaron cediendo ya que decía que Noel era un buen chico. La relación comenzó bien, primero tomarnos de la mano y abrazarnos, luego empezamos a besarnos y más tarde Noel me pedía algo más para lo que yo no me sentía preparada y me negaba.
–Vamos Mel, es de lo más natural dar el siguiente paso. –me dijo tratando de convencerme.
–Lo se pero no me siento lista Noel. –le dije triste por su insistencia.
–Vamos Mel… –comenzó a manosearme lo cual hizo que me alarmara, ya que estábamos solos en su casa. –Mel, tienes que cooperar. -me decía molesto por mi resistencia.
–¡Pero no quiero Noel! –le grite él se molestó y me dio una bofetada.
–¡Mira lo que me hiciste hacerte! –dijo molesto se quitó el cinturón y con el ato mis manos. –Vas a cooperar. –yo comencé a llorar…
De lo siguiente que paso es algo que prefiero no recordar, luego de eso me fui a mi casa, amenazada por él. Pero aun que él me hubiera amenazado, yo le dije a mis padres, ellos se molestaron muchísimo, incluso mi padre casi golpea a Noel. Pero no le fue posible ya que los padres de el se lo impidieron. Ya era tarde así que ese día no se levantaron los cargos, se levantaron al día siguiente, pero Noel y su familia ya se habían ido, desde ese día no sé nada de él.
Fue hasta 3 meses después que me di cuenta que estaba embarazada, mis padres no se alegraron por la noticia, pero tampoco se molestaron conmigo porque no había sido algo que yo hubiera querido, sino algo de lo que fui víctima. Termine mi segundo año de secundaria y espere a que Renee naciera, para mí fue un gran alivio el que se pareciera tanto a mí. No quería recordar a Noel cada vez que viera a mi hija.
Mientras yo seguí estudiando mi madre era quien cuidaba a Renee. Hasta el día de hoy Renee es la adoración de mis padres, para mí el ser madre y estudiante era muy pesado, y ya no tenía tiempo para salir con mis amigas como antes, ni participar en eventos extraordinarios a la escuela. Además todos sabían de mi historia con Noel, lo cual me alejaba a los chicos, creí que quizás yo ya no volvería a gustarle a nadie. Fue entonces que una linda niña de lentes, se acercó a mí y me invito un helado confesándome que yo le gustaba mucho y que me buscaría cuando fuera grande, las palabras de esa linda niña me dieron ánimos y me decidió a cambiarme al otro lado de la ciudad, ahí no creía que alguien supiera de mi historia y podría volver a tener una vida casi normal.
Y así fue, al mudarme las cosas casi volvieron a la normalidad, después de la escuela tenía que volver rápido para cuidar de Renee, pero conocí nuevas amigos, que me trataban de manera normal, aunque no volví a tener novio hasta después de la universidad.
Al terminar la universidad y conseguir un trabajo fijo comencé a tener parejas otra vez, Renee ya estaba más grande así que mi madre no sufría tanto cuidándola, mis relaciones no pasaban de conocer a Renee y mi madre decía que difícilmente un hombre aceptaría al hijo de otro, y creo tenía razón, cuando Renee ya estuvo lo suficientemente grande como para cuidarse, nos mudamos a la casa donde actualmente vivimos.
Renee al principio no se molestaba que yo saliera a mis citas, pero cuando empecé a sufrir por culpa de ellos, ella comenzó a prohibirme salir con hombres, por eso es que me marca tanto al celular. Procura que todo mi tiempo libre sea suyo, para que no conozca a nadie y no pueda sufrir más pero, entonces me reencontré con la niña que dijo que me buscaría y yo, aunque al principio no quería, no era por ser del mismo sexo si no por la posibilidad de que me rechazaras por Renee…
–Al final, luego de meditarlo bien, decidí darte la oportunidad. –apretó mi mano.
–Je… sabes tu mama tiene razón, difícilmente un hombre aceptara al hijo de alguien más… –ella me miro seria. –Que bueno que yo soy mujer. –le sonreí.
–Darian… –me miro como pidiéndome algo y yo sabía que así que me acerque a ella y la bese, ella me correspondió al momento, la recosté en el sofá y seguimos con el beso hasta que tuvimos la enorme necesidad de respirar, entonces le deshice la corbata le mordí su cuello en cuanto pude ver su piel, haciendo que Mel soltara un leve gemido.
–¡Madre! –se escuchó la voz de Renee seguida de un portazo.
–Amor… –Mel me empujo y se acomodó la ropa.
–¿Tan rápido se arregló todo? –pregunto Renee con un leve sonrojo en sus mejillas.
–Ves, te dije que no viniéramos hasta después de un rato. –Helen venía con ella.
–¡Oye! ¡Un segundo! –me levante. –¿Como es que Helen y Renee se conocen?
–Ah eso… pues Renee y yo vamos en el mismo salón. –respondió mi hermana sonriendo. –Tu la hubieras conocido antes, pero faltaste a la junta a la que fue Mel.
–¿Eh?-me puse a recordar y entonces. –¡Ah ya! La junta donde dijiste que te habías encontrado a alguien y al final no me dijiste a quien.
–Yo le pedí que no te dijera. –dijo Mel.
–Debí sospechar algo entonces… –dijo Renee. –Pero yo no creí que mi mama… –Mel la interrumpió.
–¿Que tu mami tuviera las misma preferencias que tu? –dijo Mel sonriendo y dejándonos a Helen y a mí con cara de sorpresa, Renee se sonrojo al instante.
–¡MAMA! –se cubrió la cara con sus manos.
–No tiene nada de malo hija, no creo que a Darian o Helen les importe. –Mel nos volteo a ver.
–Pues realmente no creo poder decirle nada. –respondí.
–Yo tampoco. –dijo Helen.