Capitulo 05:
Nueva vida
Mel y yo llevamos saliendo 5 meses, después del malentendido que tuvimos con lo de Renee, no hemos vuelto a tener ninguna discusión o problema parecido (solo los que tienen normalmente las parejas) ella y Marla mi única amiga se llevan bien, igual con Helen, las amigas y compañeras de trabajo de Mel al principio no asimilaban que ella y yo realmente fuéramos parejas, pero luego de asimilarlo lo tomaron mejor de lo que pensaba que lo tomarían.
–Marla. –tome un sorbo de la taza de café frente a mi.
–Dime Darian. –me sonreía inocentemente.
–¿Qué es lo que haces aquí? –le pregunte, estaba sentada frente a mi sin intenciones de irse pero tenia que irse, había citado a Mel en esa cafetería para pedirle algo muy importante.
–Estoy aquí de apoyo moral. –dijo sin borrar su sonrisa.
–No necesito tu apoyo moral, de hecho seria muy incomodo tenerte aquí mientras se lo pido.
–Pero yo quiero ser la primera en saber que te contesta.
–Marla… prometo llamarte en cuanto me responda, pero por favor…
–¡Esta bien! –se levanto de la silla –Pero me marcas ¡he!
–Si, si…
Observe a Marla caminar a la salida de la cafetería, en la entrada de encontró con Mel, se saludaron. Marla se retiro y Mel tomo la silla donde ella había estado, se inclino sobre la mesa para darme un beso el cual recibí gustosamente, se acomodo en su lugar y llego la mesera a pedir nuestra orden, yo solo había pedido un café para calmar mi estomago.
–¿Qué tal tu día Darian? –me pregunto sonriendo.
–Pues ha sido bueno, pero podría ser mejor.
–¿Y podrían ayudarte con eso? –acaricio mi mejilla.
–Si, si podrías… –tome su mano y la bese, Mel se sonrojo.
Iba a decirme algo pero llego nuestra orden y nos pusimos a comer, ella empezó a contarme de su día, al parecer había sido muy pesado, y estaba preocupada por que aunque había salido para verme tenia que volver a trabajar, y Renee se quedaría sola en casa hasta muy tarde, por que era cierre de mes y en cierre de mes siempre tenia mucho trabajo. Pero eso era algo bueno, por que era algo por lo que podría aceptar mi propuesta. Terminamos de comer y yo me sentía muy nerviosa, pero tenía que pedírselo…
–Darian, tengo que irme… –se levantó de su silla.
–Lo se, solo q-quisiera pedirte algo. –Mel me miro unos segundos y luego volvió a sentarse.
–Te escucho.
–Bueno yo… –ella me miraba esperando a que terminara de hablar. –¿Quieres… –aun me sentía muy nerviosa pero debía tranquilizarme. –vivir conmigo?
Mel me miraba bastante sorprendida, no decía nada solo estaba viéndome, yo esperaba su respuesta y estaba mas nerviosa de lo que estaba antes de pedirle eso. Y poco a poco comenzaba a sentir pánico así que opte por deshacer el silencio que yo misma había creado.
–Si quieres, puedes contestarme después- dije tratando de tranquilizarme.
–No, yo si quiero Darian… –cuando me contesto eso sentí un gran alivio y mucha felicidad
–¿¡En serio!? –pregunte.
–Por mi esta bien, pero no se que pensara Renee… –bajo la vista.
–Ah… Tienes razón- no me acordaba que Renee también tenia voto –Entonces habla con ella y luego me contestas…
–Yo ya te conteste Darian, si quiero. –se levanto de su silla y camino hacia mi. –Pero no se que tan pronto será, eso depende de Renee.
Me dio un beso y se fue, tenia que volver a su oficina. Yo pague la cuenta y me fui a casa, no sin antes marcarle a Marla para contarle (se que no me perdonaría si no lo hiciera). Al llegar a casa Helen ya estaba ahí, y ya había comido, lo supe por que estaba sentada frente a la mesa de centro de la sala viendo televisión, con un plato vacio frente a ella. Me pregunto como me fue y cuando le conté lo que me respondió Mel ella me dijo que no me preocupara, que todo saldría bien.
Al día siguiente fui a trabajar como normalmente hacia, me estuve mensajeando con Mel, al parecer aun tenia mucho trabajo que hacer, así que ese día no la vería. Fui a buscar a Helen a la escuela y de ahí nos fuimos directamente a casa. Me puse a hacer de comer en lo que ella me contaba como le había ido en la escuela, aun que no le estaba prestando mucha atención hasta que…
–Hable con Renee. –le serví del spaguetti que había hecho.
–¿Ah si?
–Si, su mama ya le conto de lo que le pediste.
–¿Y que piensa ella? –me serví y me senté a lado de Helen.
–Piensa que te estas precipitando.
–¿Tu crees?
–Yo creo que no es verdad.
–Mientras Renee no quiera, ellas seguirán en su casa.
–Lo se, pero también se otra cosa, por la que Renee no quiere mudarse con nosotras.
–¿Y cual es esa razón?
–No puedo decirte…
No volvimos a tocar el tema. Al día siguiente pude ver a Mel. Fuimos a cenar, ya había terminado con su trabajo y estaba contenta, aunque me conto que Renee no quería mudarse. No hablamos mucho del tema solo hablábamos de otras cosas y disfrutábamos de nuestra compañía. Cuando llegue a casa Helen ya estaba dormida. A la mañana siguiente Helen me conto que Renee ya estaba cambiando de opinión gracias a ella y cuando le pregunte por que no quiso decirme la razón, pero no le di importancia.
Pasaron 3 semanas para que Helen convenciera a Renee, pero pasaron 2 más para que Mel pudiera pedir sus vacaciones y se mudaran. Dos días antes de la mudanza Helen y yo pintamos el cuarto de Renee, era de color blanco. Nunca me había tomado la molestia de pintarlo ya que nunca se usaba, ni cuando vivían mis papas, lo pintamos de verde. La noche anterior a la mudanza yo estuve tan nerviosa que ni siquiera dormí, si acaso solo lo habia logrado 2 hrs. Me desperté temprano para hacer el desayuno, luego se despertó Helen y me hizo compañía. Hasta que llego el camión de mudanza, no eran muchas cosas, solo eran las cosas de las habitaciones de Mel y Renee el resto lo dejo allá, nunca esta demás tener otro lugar al que ir, o eso fue lo que me dijo Mel.
Tardaron 30 minutos en bajar y acomodar todas las cosas. Era la recamara de Renee nada mas, los demás eran cajas con cosas de Mel y maletas con ropa de ambas. Cuando ya estuvo todo acomodado Renee hizo su primera queja.
–No me gusta el color.
–¿Entonces? ¿Cual quieres? –pregunte tranquilamente.
–No se… ¿Lila?
–Ok, entonces vayamos a la tienda y escoges el color que tú quieras. –tome las llaves de mi auto –¿Vienes? –le pregunte a Mel mientras Renee se adelantaba.
–No, creo que es bueno que pases tiempo con tu hija… –empezó a reírse.
–¡No es mi padre! –grito Renee desde las escaleras.
–¡No puedo serlo! –le respondí. –Soy mujer… –dije casi en susurro Mel se rio y se acercó a mí para darme un rápido beso, luego camine hacia las escaleras.
Cuando llegue al auto Renee ya estaba arriba con una notable cara de fastidio, subí al auto y enseguida arranque, creo que Renee y yo teníamos una mejor relación antes de que Mel y yo decidiéramos vivir juntas. Luego de unos minutos llegamos a la tienda. Estacione el coche, Renee bajo corriendo y entro, yo me tome mi tiempo para asegurar bien el auto y entre. Cuando la alcance ya tenía dos cubetas de pintura en sus manos.
–¿Qué colores son? –le pregunte tranquilamente.
–El que te dije en casa, Lila. –respondió Renee.
–Ok…
Caminamos a la caja y pague por las cubetas de pintura y las brochas que había jalado llegando a la caja. En silencio volvimos al coche. El trayecto a la casa fue igualmente silencioso. No entendía por que Renee se estaba comportando así conmigo. Y tenia que saberlo no creía que a Mel le gustara que no pudiéramos llevarnos bien. Quizás ahorita le causaba gracia pero mas adelante podía no causársela. Detuve el coche frente a la casa.
–Oye Renee. –ella volteo a verme.
–Dime…
–¿Qué te hizo cambiar de opinión?
–Haces feliz a mi mama… –me miro unos segundos y continuo –Además Helen… –hizo una pausa algo larga, luego negó con la cabeza y dijo. –No, nada.
–Pero no te veo muy contenta con esto ¿Te caigo mal?
–No es eso, es que es incomodo verlas a ustedes dos de melosas. –dijo con tono de molestia.
–¿Es eso lo que te molesta?
–Si, en parte.
–¿En parte?
–Si… –nos miramos unos segundos esperando a que alguna de las dos hablara, pero sentí que si seguía preguntando obtendría una respuesta que no me agradaría.
–Bueno, entremos –abrí la puerta y salí del coche, Renee hizo lo mismo.
Entramos y nos encontramos con Helen y Mel en la sala, estaban viendo tele. Mel nos mando (por que no se le puede decir de otra manera) a Renee y a mi a pintar el cuarto, cubrimos el suelo con periódico y las cosas con sabanas viejas, nos cambiamos de ropa y comenzamos a pintar el cuarto en silencio. Ninguna de las dos quería hablar. Unos minutos después entraron Mel y Helen con la intención de ayudar.
Helen fue a donde estaba Renee a ayudarla y Mel fue conmigo para hacer lo contrario. Llego y me tomo posesivamente por la espalda limitando mis movimientos. Eso usualmente no me molestaba para nada pero quería terminar rápido con la habitación de Renee.
–Mel, no me estas ayudando. –dije intentando pintar con ella abrazándome.
–Lo se, ese es el propósito. –contesto riéndose.
–Quisiera poder hacer mas cosas que solo pintar la habitación de Renee.
–No hay prisa, o ¿no te autorizaron las vacaciones?
–Si me las autorizaron, pero quiero aprovechar mi tiempo bien.
–Ah ¿Si? ¿Y que tienes pensado? –me soltó por fin.
–Te diré cuando terminemos con este cuarto. –ella sonrió y tomo una brocha para ayudar.
Luego de pintar el cuarto pedí pizza para comer. Como el cuarto tenia un olor muy fuerte a pintura le dije a Renee que se tendría que quedar con Helen, lo cual aparentemente no le había agradado. Eso me pareció raro, ya que ellas parecían llevarse bien. Le reste importancia, hasta que terminando de comer Mel y Renee fueron a desempacar y me quede a solas con Helen.
–¿Me dirás algún día como le hiciste para que Renee accediera a mudarse? –le pregunte a mi hermanita.
–Yo le gusto a Renee. –dijo totalmente convencida de lo que decía.
–¿Cómo? –desgraciadamente para Renee, mi hermana era muy observadora, solía darse cuenta de las intenciones de la gente mucho antes de que hicieran lo que tenían en mente.
–Por eso me imagino que esta molesta, vivir con la persona que te gusta sin saber que siente por ti debe ser frustrante… –dijo seria Helen,
–A ti… ¿No te gusta Renee? –seria genial que Helen le correspondiera así nos dejaría a Mel y a mi.
–No… –respondió de inmediato.
–¿No? ¿Te gusta alguien mas? –le pregunte.
–No, sinceramente no hay nadie que me guste.
–Ya veo. –bueno eso no era ni bueno ni malo, aun que no pude evitar sentirme un poco molesta por que Renee estaba tras de mi hermanita.
En ese momento llegaron Mel y Renee, el resto del día fue tranquilo, nos encerramos en nuestras habitaciones temprano. Creí que el jugar un rato con Mel antes de dormir me ayudaría, pero no, no pude dejar de pensar que mi hermanita estaba en la habitación de enfrente durmiendo con alguien que quería con ella.
El resto de las vacaciones salimos a acampar, lo cual nos unió mas como familia… Bueno en realidad no, regresamos exactamente igual. Nos tomara tiempo adaptarnos, pero se que lo conseguiremos. Mientras tanto a seguir como hasta ahora…