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Promesa y secreto por SublimeNightmare88

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Notas del capitulo:

o.o Vaya veo que este fic esta gustando... que lastima que sera corto... aqui va el capitulo 2

Capitulo 02:


 


 


El secreto


 


Buscaba desesperadamente desde hacia varios minutos uno de mis lentes de contacto. Ya habían pasado varios días desde la ultima vez que había hablado con Melissa, y no sabia nada de ella, ya que había dicho que necesitaba aclararse, y si yo le marcaba o la buscaba no ayudaría a que ella pudiera escoger bien lo que quería.


 


Perdida en mis pensamientos, di un paso atrás y sentí como algo crujió bajo la planta de mi pie… no… no podía ser posible. Levante mi pie y con mi mano recogí lo que fue mi lente de contacto, suspire, lo puse en su estuche junto con el otro y los guarde. Ya me compraría otros después, abrí uno de los cajones de mi tocador, saque mis lentes de aumento y me los puse. Casi no los usaba pero tendría que hacerlo mientras me compraba otros de contacto.


 


Salí de mi habitación y me dirigí a la planta baja donde estaba Helen viendo televisión, me senté a su lado para acompañarla, veía una película japonesa donde una especie de edificio que se movía con la ayuda de unas patitas metálicas en la base.


 


–El castillo vagabundo… –dijo Helen volteando a verme.


–Ah… –supuse que ese era el nombre de la película.


–¿Aun nada sobre Melissa? –me pregunto.


–Nada. –conteste, me encontraba bastante deprimida.


–Tenía mucho que no te veía con lentes. –comento para luego reírse.


–Si, bastante. –suspire.


–¡Animo hermana!, todo saldrá bien. –intento darme animos pero no surtió efecto.


 


Terminamos de ver la película y luego cenamos. Era sábado así que no tenia prisa por irme a dormir, tome las llaves de mi auto y salí a dar una larga vuelta, pero lo único que logre fue ponerme a pensar más en lugar de despejar mi mente del problema. Volví a casa y me fui directo a la cama, no pude conciliar el sueño en seguida, de hecho creo que pase toda la noche intentándolo.


 


El domingo cuando me desperté ya era tarde, salí de mi cuarto y baje a la sala topándome con Helen que estaba haciendo tarea. Ella tenía esa mala costumbre de dejar todo para el domingo, yo me tire en el sofá y me puse a ver televisión. La programación de los domingos suelen ser puras películas, para mi desgracia ese preciso domingo en todos los canales pasaban películas románticas y según la guía eso seria durante todo el día, a veces sentía que tener televisión por cable era un gasto innecesario y esa era una de esas veces.


 


El lunes luego de dejar a mi hermana a la escuela me fui a trabajar, pero cada día era más pesado y gris para mí. Casi terminando mis horas de trabajo recibí un mensaje de Melissa diciendo que quería verme para platicar, así que saliendo de la oficina me fui directo al lugar que me había dicho en el mensaje. Cuando llegue al restaurant ella ya estaba ahí, en una de las mesas de fondo un poco apartada del resto, cuando me vio me sonrió y me saludo con su mano, yo me acerque y me senté a su lado.


 


–¿Que tal has estado Darian? –me pregunto sonriendo.


–Pues bien, en lo que cabe. –le respondí completamente sincera, me sentía muy nerviosa.


 


Un mesero nos interrumpió antes de poder seguir con nuestra conversación, ambas hicimos nuestro pedido y luego el se retiro. Entonces Melissa me empezó a contar cosas de los días que no la vi, entonces yo hice lo mismo, claro omitiendo el hecho de que sufría por ella.


 


–Yo… –se puso seria. –Estuve pensando mucho en lo que pasó el otro día y… –hizo una pausa, tomo mi mano y continúo. –La primera vez que nos conocimos hace 12 años el pequeño detalle que tuviste conmigo me ayudo mucho, ya que anímicamente no me encontraba bien, así que es un recuerdo muy importante para mi… –apretó mi mano. –Y el reencontrarme contigo y el que sigas a firmando lo que me dijiste la primera vez me hace sentir extrañamente feliz. Por eso he decidido que seria bueno intentarlo. –me sonrió y yo sentí muchas cosas, emoción, felicidad y por alguna razón ganas de llorar –Solo que es la primera vez que tengo una relación con otra mujer así que… –imagine lo que me iba a decir así que la interrumpí.


 


–Si, no te preocupes yo entiendo. –en ese momento si que me arrepentí de haber llevado mi auto.


–Por cierto… lindos lentes. –sonrió.


 


Comimos tranquilamente, hasta que su celular (del cual ya me había olvidado) empezó a sonar otra vez. Ella contesto y como siempre colgó y se despidió de mí al instante. Ya tendría que ver la manera de deshacerme de ese celular.


 


Nuestra relación empezó bien, durante la semana solíamos vernos para comer, a veces íbamos después al cine o a algún otro lugar a dar una vuelta. Yo al principio dejaba mi auto en casa, pero nuestras salidas siempre terminaban con una llamada a su celular, ella se disculpaba y me dejaba en el lugar.


 


Entonces empecé a llevarme mi auto, nos veíamos en donde íbamos a comer y si se podía a dar una vuelta cerca de ahí, comenzaba a irritarme la situación. Realmente la quería, y cuanto más tiempo pasaba con ella mas la quería y mas me irritaba ese celular.


 


–¿No puedes apagarlo? –le pregunte en una ocasión.


–Darian… no puedo hacer eso, es importante. –me dijo con reproche. –Siempre lo es.


 


Ese día discutimos, nuestra primera pelea por el celular, si definitivamente cada vez odiaba más ese horrible artefacto. Pasamos 3 días sin hablarnos hasta que Helen me regaño y dijo que tenía que disculparme por que yo tenia la culpa y eso tuve que hacer por que sabía que en parte ella tenía razón.


 


La relación siguió igual, pero llegamos al punto donde yo sentía que no avanzaba, digo es normal que a los 4 meses ya hubiéramos pasado a algo mas que solo tomarnos de la mano, abrazarnos y besarnos, ¡Parecía una relación de niños o pubertos lelos!


 


–Jajajajaja, ¡¡¡pubertos lelos!!! –reía Marla llamando la atención de la gente a nuestro alrededor. Estábamos en el lugar donde había quedado con Melissa, pero como Marla me había seguido me puse a platicar con ella matando el tiempo mientras Mel aparecía.


–Marla… no me causa gracia… –dije seria.


–¡A mi si! –dijo entre risas. –Lo siento es que solo a ti se te ocurren esas cosas.


–¿Que hago? –pregunte algo desesperada, poniendo mis manos en mi cara.


–Pues puedes decirle como te sientes. –me dijo sin pensarlo mucho.


–No puedo decirle a Mel como me siento. –le conteste.


–¿Como te sientes sobre que? –esa voz a mis espaldas y por la cara de Marla.


–Mel… –pronuncie su nombre dándome la vuelta para toparme con su cara seria.


–Bueno, yo tengo que irme. –dijo Marla huyendo del lugar, Melissa tomo asiento en el lugar que Marla había dejado libre y espero a que yo hablara.


–Y-yo siento que nuestra relación no avanza. –solté de golpe.


–¿Ósea que no funciona? –tras decir eso puso una cara de tristeza que me dolió.


–¡No! Yo no dije que no funciona, yo dije que no avanza. –tome su mano.


–Lo siento, tengo compromisos que no puedo ignorar… –¿escuche bien? ¿Ella dijo compromisos? –Pero sabes, este fin de semana podemos pasarla juntas, desde el viernes en la noche hasta el domingo en la tarde, sin interrupciones de mi celular. –me sonrió.


–¿En serio? –me sentí feliz por la propuesta.


–Claro. –se acerco y me deposito un beso en mis labios.


 


El fin de semana llego en un abrir y cerrar de ojos. Estaba yo en la sala esperando que llegara Melissa, mi hermanita había ido a visitar a mis abuelos a un pueblo cercano, o mas bien la había obligado a irse a casa de mis abuelos. En cuanto escuche el timbre corrí a abrirle la puerta a Melissa, se veía realmente hermosa, era la primera vez que la veía con ropa tan informal, no aparentaba para nada su edad, incluso se veía mas joven que yo.


 


–¿Me dejaras afuera? –me pregunto ya que no me movía de la puerta de entrada.


–No, pasa. –dije haciéndome un lado, traía con ella una bolsa bastante grande. –¿Tu ropa? –le pregunte.


–Sip, te prometí que estaría contigo todo el fin de semana. –puso sus manos alrededor de mi cuello y me beso, y yo le correspondí feliz mente, cerré la puerta y como pude logre que llegáramos al sofá, donde nos dejamos caer, desgraciadamente nos separamos.


–Vaya Darian hoy si que tienes muchas ganas de jugar. –me dijo Mel con una sonrisa coqueta.


–Lo siento… –sentí como me sonrojaba.


–No te preocupes. –volvió a besarme.


 


Esa noche por desgracia no pude dormir nada, el sábado nos la pasamos en cama prácticamente todo el día, solo nos levantamos para las necesidades básicas, y aun que no salimos a ningún lado me sentí muy feliz. Al igual que la noche anterior el sábado no dormí, creo que fue por eso que ese fin de semana se nos paso rápidamente. El domingo que nos despertamos ya era tarde, no quería que se fuera pero sabía que tenía que irse.


 


–¿Cuanto tiempo me queda contigo? –pregunte algo triste.


–No lo se, pero eso no debería importar, solo concentrarte en pasarla bien el tiempo que tenemos sin pensar en cuanto. –me dijo mientras me abrazaba, yo le correspondí.


 


Pero una vez mas su celular sonaba, ella contesto ese molesto aparato del mal que insistía en interrumpirnos, bueno al menos 2 días no lo escuche, Melissa colgó y me miro triste.


 


–Lo siento yo… –le di un beso para que se callara.


–Ya se, tienes que irte… –ella me sonrió y subió a mi habitación a tomar sus cosas. Bajo enseguida, volvió a besarme y la acompañe hasta su auto, dijo que iríamos a comer al día siguiente, le dije que estaba bien y se retiro. Una hora después mis abuelos fueron a dejar a Helen a la casa.


 


El lunes mi rutina volvió a ser la misma, me desperté, me fui a bañar, lleve a Helen a la escuela y luego me fui a trabajar. Marla me estuvo atacando con preguntas sobre lo que hice con Mel el fin de semana, a la hora de salir corrí a buscar mi auto pero para mi desgracia no encendió. Sin pensarlo mucho tome un taxi al trabajo de Mel, en el camino le hable a un amigo mío que era mecánico. Me dijo que iría a ver mi auto, llegue al trabajo de Mel y divise su auto. Pero pensé que seria mejor darle una sorpresa así que fui a la puerta de entrada y me senté en una banca que estaba a un lado de la puerta.


 


–¡No! –reconocí esa voz, Mel iba saliendo del edificio –Renee solo iré a comer con una amiga. –decía molesta hablando por el celular, pero ¿ella había dicho “una amiga”? –No te enojes amor, te veo en la casa. –siguió hablando mientras que yo sentía un fuerte dolor en mi pecho, y unas enormes ganas de llorar me invadieron, ella colgó y yo camine hacia ella.


–¿Q-quien es Renee? –pregunte casi por empezar a llorar.


–… –ella se paro en seco y volteo a verme. –Darian… –se puso pálida y su cara era de sorpresa.


–Ya entiendo lo que querías decir con compromisos… –me di la vuelta y comencé a alejarme.


–¡No! ¡Darían no es lo que piensas! –no la seguí escuchando simplemente salí corriendo dejándola con la palabra en la boca.

Notas finales:

xD no tardare mucho con el 4 espero


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