El príncipe Resentido
Se encontraba recostado en su cama, mirando al techo de si habitación con el cuarto completamente a oscuras, cerro sus ojos in instante para poder sentirse calmo, por alguna razón estar en la oscuridad y rodeado de silencio le hacia mucho bien, se sentía calmo y tranquilo, momentos después sintió las olas del mar entrando a su alcoba.
-Aquí vamos otra vez- dijo resignado, dejándose envolver por aquel sonido.
Abrió los ojos nuevamente, encontrándose con un lugar que ya conocía perfectamente, desde hacia poco mas de tres años, una habitación lúgubre y gris, con muebles de un color negro, la habitación era muy amplia, solo contaba con una cama y unos pocos muebles. Se incorporo mirando sus manos, sintiéndose desolado, su atuendo había cambiado a un traje gris, era el único color que podía ver, miro al frente allí estaba su ángel guardia, inclinado mirando al suelo dándole una reverencia.
-Príncipe resentido- dijo seriamente.
-Dignity- dijo mirándolo fijamente- ¿estamos solos en el castillo?
-No, siento la presencia de tres príncipes, al juzgar el príncipe triste esta peleando con el inocente, el cálido intenta calmar las aguas.
-Veamos si podemos ayudar- dijo levantándose de la cama y camino con lentitud hasta una de las salas mas amplias, donde en efecto dos niños estaban discutiendo, uno de ellos sentado en una silla de ruedas, el mas pequeño miraba con ira al mas grande, mientras el mayor en la sala intentaba separarlos, pero le era casi imposible, porque al separar a aquel que se encontraba de pie, el que estaba en la silla se acercaba a continuar con la discusión, sin mas remedio se dirigió hasta donde estaban ambos y se interpuso entre los dos niños- ¿Qué ocurre aquí?
-Le dije que no me tocara, que me dejara en paz, no escucho- dijo el más pequeño, afinándose a la silla.
-Se quedo atascado en la habitación, solo queríamos ayudarle- dijo el mas grande de todos- no teníamos ninguna mala intención-
-Odio que la gente me toque, odio que me hablen, odio a todos ustedes- grito con enfado.
-Cálmate Charles- interrumpió el resentido.
-No me calmare solo porque tu me ordenes, no eres nadie, ni siquiera eres la sombra de lo que fue tu hermano Ozuma, no eres nadie Zuru- grito totalmente enfurecido- eres solo el hermano menor de un príncipe muerto, no tienes ni un poco de poder como el que tenia tu hermano, eres igual a Lance, el hermano menor de un príncipe muerto, nunca serán nada…en cuanto a ustedes dos déjenme en paz de una vez, no necesito de su ayuda, puedo valerme por mis propios medios- grito molesto, luego comenzó a mover la silla a toda prisa saliendo de la habitación dejando a el príncipe resentido en Shock mientras el resto le miraba.
-No le hagas caso, el siempre ha tenido un mal temperamento, desde que su padre comenzó a traerlo a este mundo para entrenarlo como príncipe- le dijo el mayor intentando hacer reaccionar- Zuro, no te pongas triste…
-No es nada, príncipe Cálido- dijo secamente y luego limpio con el puño de su saco un par de lágrimas rebeldes que comenzaron a brotar- estoy bien.
-Puedes llamarme por mi nombre, somos como hermanos, aquí nadie va a juzgarte- dijo mirándolo con ternura mientras se agachaba hasta su altura- solo tienes doce años, no debes comenzar con las formalidades.
-Es cierto, somos familia- dijo el príncipe Inocente- y como hermanos debemos tratarnos con familiaridad y cariño.
-Y se supone que soy mas grande que tu en edad- dijo Zuru sonriendo.
-Pero yo llevo casi ocho años viniendo al mar- acoto el príncipe inocente.
-Escucha, no importe lo que diga es malhumorado de Charles, tu eres fuerte Zuru, serás un gran señor el día de mañana, eso te lo puedo asegurar- dijo el cálido sonriéndole.
-Gracias- dijo sonriendo falsamente, miro hacia una esquina, allí había tres Ángeles hablando, dos que parecían muy entretenidos con su charla y el tercero, su ángel, que solo escuchaba, mientras un cuarto pedía disculpas -Dignity hora de irse- dijo interrumpiendo la charla de los ángeles.
-Si señor- dijo y salió volando hasta donde se encontraba.
El joven príncipe resentido regreso a su habitación siento mas calma en su caminar, paso al lado de alguno señores, de algunos príncipes, fue visto de reojo por uno de los señores, según su ángel el había sido el tutor de su hermano mayor por mucho tiempo hasta antes de su muerte. Paso sin dar menor importancia y llego a su habitación donde se quedo profundamente dormido.
Flash Back.
Era un día de verano, el día anterior una tormenta había azotado y se mantuvo durante toda la noche, por lo que a la mañana siguiente toda la cuidad se hallaba llena de charcos de agua, a su el se encontraba en una plaza frente a su casa junto a su hermano mayor, ambos saltando cada charco que encontraban. Los dos hermanos jugaban riendo sin cesar, nadie podía detener la felicidad que se veía en aquel entonces, el mayor tendría ocho años y el menor unos cinco, los dos jugaban y se divertían compartiendo cada momento.
El pequeño miraba con ilusión a su hermano mayor, el cual solo se divertía jugando, en un momento se detuvo a mirarlo fijamente como saltaba cada charco, quedando atrás en la carrera.
-Zuru, no te atrases- le dijo su hermano mayor sonriéndole.
-YA VOY- grito de emoción y continuo saltando, pero un momento perdió de vista a su hermano y la oscuridad lo rodeo- Ozuma, Ozuma.
Pero el hermano mayor no regresaría, no lo aria, no acudiría a su llamado, la oscuridad lo había tragado, desesperado comenzó a llorar, nuevas imágenes se pusieron delante de el, el, con tan solo cinco años estaba caminando junto a su madre cuando una vecina apareció a elogiar a su hermano.
-Sabe, me han dicho que Ozuma es muy buen deportista, como quisiera que mi hijo también lo fuera, Ozuma es un gran chico, debería de estar muy orgullosa.
Su madre le soltó la mano en aquel momento, miro con sorpresa la situación, segundos después se hallaba en su casa mirando como su hermano mayor era elogiado y charlaba amigablemente con sus padres mientras el quedaba en un rincón oscuro de la casa, solo.
Nuevas imágenes se apoderaron de el, ambos se encontraban en la habitación de Ozuma, el mayor haciendo un trabajo escolar de once años, mientras el menor, de unos nueve años jugaba con unos muñecos haciendo el menor ruido posible, todo estaba calmo hasta que Ozuma sin razón aparente se fue de la habitación a toda prisa dejando uno de los cajones de la mesa donde estudiaba abierto, se acerco a el por curiosidad y vio una especie de collar dentro del cajón, era lo único así que se quedo mirándolo, luego lo tomo con ambas manos, el collar comenzó a brillar intensamente, la luz lo cejo, abrió los ojos asombrado y se vio en un mundo completamente oscuro, asustado tomo con fuerza el collar y cerro los ojos.
-¿Qué haces?- escucho un grito, volvió a abrir sus ojos, había vuelto a la habitación y su hermano lo miro con enojo- ¿Qué crees que haces con mis cosas?
-Yo solo- dijo mirando asustado y luego corrió a abrazar.
El mayor bajo hasta su altura y lo miro- escucha, esto es mío, no quiero que lo toques, sabes que nunca te negare nada, pero no quiero que toques ese callar- dijo quitándose- esta mal tomar las cosas de otros sin permiso.
-Lo siento- dijo resentido por lo que había hecho.
-No es del todo tu culpa, yo deje el cajón abierto- dijo sonriéndole- sigue jugando Zuru, yo tengo que terminar de estudiar.
Las imágenes se volvieron oscuras, cada una comenzó a hacerse mas dolorosa, viendo a su hermano triunfando en todo lo que hacia mientras el estaba en una esquina oscura mirando cada cosa, al principio no le importaba, su hermano siempre le sacaba una sonrisa, hasta que de nuevo las imágenes se quedaron estáticas y vio a su hermano mayor con un niño mas pequeño que el, columpiándolo en la misma plaza donde siempre jugaba, pronto su hermano se distancio de el, sintió ira, odio y rabia.
-Ozuma, me ha cambiado por ese chico, ¿es que no he sido un buen hermano? ¿Acaso yo no he llorado mucho ya? ¿Hermano porque me abandonaste?- dijo tristemente, luego miro lleno de melancolía y soberbia- si ese chico se va todo volverá a ser como antes, mi hermano volverá conmigo, si ese chico no estuviera, si ese chico desapareciera.
La oscuridad lo rodeo en ese momento, se sintió invadido por mas y mas sentimientos negativos, no pudo controlarse.
-Desearía que se fuera, que ese chico desaparezca.
Sintió el sonido de una frenada de un auto, ante sus ojos su hermano mayor había caído en la calle, en la otra esquina un niño lloraba desconsoladamente, los médicos se acercaron a su familia, su hermano había muerto. Nuevas imágenes se formaron en ese instante, se encontraba frente al ataúd de su hermano y frene a el estaba ese chico llorando seguido de otro grupo de mas o menos su edad junto a otros mas grandes.
-Sucedió porque yo quise que ese chico se fuera- dijo entre sollozos- fue mi culpa, mi culpa.
Fin Flash Back.
Despertó en su habitación, en el mundo humano, su ángel se había ocultado tras un grupo de estantes en medio delas sombras, mientras su madre entraba con la charola que tenia su merienda.
-Aquí tienes hijo.
-Gracias- dijo mirando con nostalgia.
-¿pasa algo hijo?
-No te preocupes, no es nada- dijo sonriendo falsamente.
Su madre se fue de la habitación dejándolo desolado y solo, la oscuridad de pronto lo rodeo, se sintió triste, miro hacia una fotografía que estaba en la mesa de luz, en ella estaba su hermano mayor sonriendo, habría tenido ocho años cuando se saco aquello fotografía.
-Es mi culpa, si tan solo hubiera sabido que ese chico era príncipe, que ya sufría desde que había nacido junto a Ozuma, que estaba solo en medio de un mundo egoísta, quizás no hubiera deseado que muriera, quizás mi hermano estaría aquí, nada habría cambiado pero…
-Príncipe, no ha sido toda su culpa- le respondió su Ángel.
-Te equivocas, soy la causa de todo lo que ocurre y me rodea, la muerte de mi hermano mayor solo fue el principio de la punta de una gran pirámide que yo mismo he creado, Charles tiene razón, no soy nadie mas que el hermano menor de un príncipe muerto.
-El príncipe orgulloso y el príncipe arrogante han hablado con la verdad ante ustedes, estoy seguro que no le mintieron al decir que usted goza de un gran poder y que es una gran persona, no tiene porque sentir resentimiento de los hechos del pasado que usted no controlaba, es sabido que su deseo no tuvo ninguna clase de relación, Cupidity fue el que causo todo, el quiso matar al príncipe inocente, su hermano solo le salvo- dijo el ser alado seriamente.
- ¿tu crees? Quizás si yo no hubiera deseado que desapareciera el príncipe Inocente, Cupidity no me hubiera escuchado y mi hermano…el estaría vivo- dijo con una voz apagado- todo fue mi culpa.
-Príncipe Resentido- dijo el ángel mirando con impotencia, miro hacia un estante y saco unos pergaminos que había ocultos- ¿quiere terminar de traducirlos?
-Esta bien- dijo sonriendo- pásame el que estaba traduciendo con el titulo Semillas de la oscuridad.
-Aquí tiene príncipe- respondió el ángel con una sonrisa.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
En el mundo oscuro varias estrellas se encendieron una tras otras, el emperador miro preocupado la situación, mando a llamar a cada uno de sus pares, la emperatriz y los señores para mirar lo que acontecía, todos quedaron boquiabiertos con lo que vieron.
-Nuestro ciclo esta por llegar a su fin, pero es preocupante que los hijos de emperadores han sido los primeros en desarrollarse totalmente- dijo uno de los señores mirando con seriedad- otro príncipe se ha terminado de desarrollar, unos pocos mas y comenzar a la guerra de sucesión.
-¿Cómo supo que le cambie su nombre al nacer?- dijo la emperatriz preocupada- le he enseñado en este mundo oscuro a no demostrar y tener envidia de nada, pero la tiene y ha desarrollado totalmente ese sentimiento, mi pobre hijo…
-Si tu y tu esposo en el mundo humano no se hubieran separado de el otra seria la historia- grito otro de los señores- quizás si en nuestro mundo tu le hubieras criado otra seria la situación, no solo eso, el esta impulsando a los demás príncipes, el príncipe valiente siempre ha estado bajo su tutela al igual que el príncipe inocente y el humilde, en estos momentos ellos se han desarrollado totalmente.
-BLASE- grito el emperador- entiendo tu desesperación porque tu hijo no se ha desarrollado, pero no es motivo para reprochar las acciones que se han tomado, yo también me vi obligado a separarme de mi hijo hace ocho años, solo para que el no se desarrollara por inocencia, el ya esta totalmente desarrollado y yo solo he podido verlo en este mundo por algunos momentos al día.
-¡Valla! El emperador me ha llamado por mi apellido en el mundo humano- dijo el señor de la arrogancia- escucha Kousei, o perdón, querido emperador, yo he tenido que ocultar a mi hijo del mundo humano, mi hijo no conoce la gente que lo rodea mas que los mayordomos y a su hermano mellizo, yo lo negué al mundo y lo seguiré haciendo, con tal de que no se desarrollara, yo lo hice por mi propia decisión, en cambio, aquellos que se vieron separado de sus progenitores desde la mas tierna infancia o en el caso del príncipe cálido desde que nació ¿ o debería llamarle el príncipe dela envidia emperatriz? Aquí los que han obrado mal son los emperadores, nosotros no hemos hecho nada.
-Eso explica porque tu hijo esta lleno de ira- recalco la emperatriz- tu hijo odia a todo aquel que se le acerque, solo a su ángel le permite tocarle, ni siquiera nosotros o los demás príncipes de su edad pueden aproximársele sin recibir un grito o hasta una invitación a pelear.
-Al menos mi hijo no es un peligro- acoto-si los hijos de ustedes dos se trasforman en emperadores ¿adivinen que pasara?- dijo con soberbia- nuestro poder será una milésima comparado con lo que tendrán los futuros emperadores y no solo eso, además nada nos dice que el dios de la oscuridad no aproveche la situación para poder salir de su sello y absorber el poder de las estirpe emperadora.
-En ese caso podríamos recurrir a aquellos que nos deben favores- dijo uno de los señores.
-Señor de la Sabiduría ¿hay algún modo de poder hacer algo para remediarlo?- dijo el emperador.
-Solo deberemos esperar, mandare a algunos ángeles que le pasen información disimuladamente a los príncipes curiosos, Dignity podría pasarle al príncipe resentido, Zuru no tendrá problemas en descifrar los antiguos pergaminos, ya ha descifrado al menos treinta, sabe el funcionamiento del mundo oscuro en su totalidad, pero me llama la atención los príncipes Orgulloso y Arrogante, han estado muy pendientes al mundo oscuro pero se han mantenido en las sombras, algo se traen mi señor.
-Quiero que los vigilen, no quiero nada de sorpresas- dijo seriamente el de lentes- El orgulloso conoce en el mundo humano al príncipe valiente, se hablan y tienen una relación de compañerismos pero…este puede cambiarlo, lo he moldeado, por si la situación se presentaba, para poder detener a mi hijo o al príncipe cálido y estos pudieran convertirse en emperadores, pase lo que pase hay que evitar que se trasforme en una amenaza, el hecho que el resto de los príncipes no los conozcan y no sepan de su existencia, salvo el príncipe cálido, ya es alarmante, mas al saber que podrían corromper al joven valiente.
- Es verdaderamente una lastima que uno de los compañeros de armas de mi pequeño Valiente sean una amenaza para el- dijo severamente la emperatriz- eran niños tan felices.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
El mar azotaba intensamente dentro de una caverna donde dos príncipes se encontraban junto a sus ángeles mirando el horizonte, un ser extraño apareció de entre la oscuridad y se acerco a ellos, ambos miraron con confianza y lo saludaron como si se tratase de un viejo conocido.
-Príncipe Orgulloso, pensé que habías muerto en guerra junto a tu hermano gemelo- dijo aquel ser mirando con soberbia.
-Me vez aquí, Ozuma, mi compañero, el príncipe valiente, logro que los emperadores sintieran pena de nosotros, fuimos revividos junto a otros grupos de guerreros de dioses, solo que el príncipe valiente no sabe quien soy- respondió de manera petulante.
-Mejor que se te bajen los humos, sabes perfectamente la situación que atravesamos- dijo severamente Ozuma.
-Lo se, el príncipe cálido y el inocente han desarrollado mucho poder, sobresalen de entre los demás, posiblemente ellos serán los siguientes emperadores ha este paso, pero son la tercera generación de su estirpe lo que ocasionaría un caos.
-Ozuma, al mismo tiempo el dios de la oscuridad ha comenzado a moverse, los celtas no se han movido pero si las sombras, algunas fueron al mundo humano- intervino el príncipe Arrogante- podría haber problemas.
-Orgulloso, quiero que vigiles al príncipe valiente, conociendo al emperador no lo habrá alejado mucho de el, si las sombras llegaran a hacerles daño a alguno de tus compañeros, si implantaran en alguno las semillas de oscuridad por ejemplo correríamos grave peligro- dijo con seriedad.
-Entiendo Ozuma- dijo mirando sorprendido.
-Arrogante, como hasta ahora te lo he pedido y me has cumplido, sigue cuidando de mi hermanito y de los demás menores, el príncipe triste, el inocente y el humilde necesitan consejo, están a punto de encontrar mi escondite, no quiero desilusionarlos ni darles falsas esperanzas de volverme a ver con vida, soy solo un alma sin cuerpo, apenas tengo poder sobre las bestias y quimeras, puedo dominarlas pero…no quiero verles triste, ellos me extrañan de sobremanera.
-Confía en mi- dijo sonriéndole.
-Después de todo somos los únicos que saben que estas aquí, yo por mayor y el por curioso- dijo el príncipe orgulloso.
-Pobre del mundo oscuro si depende de ustedes- dijo Ozuma mirando a ambos.
Continuara