Abrió sus ojos con lentitud, sintiendo sus manos ser mojadas por las aguas cálidas y a su vez tocando arena, se sentó y se agarro la cabeza desolado, para luego mirar al horizonte, todo a su alrededor era negro o gris, un faro había a su vista pero no iluminaba sino que oscurecía, miro al cielo, miles de aves sobrevolaban el lugar, algunas muy llamativas que otras, volvió a mirar al suelo, la arena era bastante gris y oscura en comparación con su piel, pero casi del mismo color que la ropa que ahora llevaba, un traje completamente gris, una camisa, un chaleco, una pantalón de vestir grisáceos y una corbata negra, volvió a agarrase la cabeza sintiéndose abatido y desconsolado.
-No es justo- dijo casi entre sollozos- no es justo.
-Príncipe- dijo una voz tras el.
El joven se paro en seco al escucharlo, miro con enojo a aquel que lo había salvado de su muerte, una muerte segura y honorable a su parecer- ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué me salvaste? Prefería morir Valiant.
-Porque es mi deber como ángel protegerlo, no puedo evitarlo, es mi razón de ser, tenía que hacerlo aunque usted me ordenara que no interfiriera lo aria, para eso existo, un ángel siempre debe proteger a su príncipe- dijo severamente luego se inclino y bajo su cabeza-mis disculpas si lo he defraudado, pero es mi misión, es la razón por la que existo, no puedo hacer mas.
-¿Y el príncipe resentido original? ¿El Humilde original? Ellos murieron y sus ángeles no hicieron nada.
-Se equivoca- dijo levantando la cabeza- sus ángeles hicieron hasta lo imposible por salvarlos, pero no lo lograron, por ello los ángeles fueron destruidos, aunque Cupidity escapo, el ángel del anterior príncipe humilde fue destruido por incompetente.
-Aun así…prefería morir- dijo secamente- todos mis amigos, mis compañeros murieron, tu me salvaste, por tanto ¿con que cara podre volver a mi mundo Val? Si me ven muchos me tacharan de traidor, de haber huido en batalla, seré solo un cobarde mas.
-Mi señor, usted no es cobarde, como su nombre dice usted es valiente y no solo porque su hermano fue iluminado al nacer por la estrella de la valentía y usted heredo el nombre al morir este, tenia que protegerle, no importaba el costo, usted no debía morir- dijo bajando la cabeza- disculpe si lo he defraudado.
-Solo cumpliste con tu razón de ser, Val- dijo pensante- el equivocado soy yo, sabiendo que es tu deber protegerme te estoy gritando, perdóname, es culpa mía, me olvide completamente de ti, eso solo que, me siento impotente con lo que ha ocurrido, mis amigos murieron delante mío y yo, tan solo pestañe y ahora estoy aquí, vivo…
-La vida es algo bueno mi señor- dijo el ángel mirándolo con serenidad- ahora usted tiene otra oportunidad para enmendar las cosas.
-No es eso, Val- dijo seriamente- no será lo mismo, ya no tengo a mis amigos…
-Pero tiene a su familia del mundo oscuro, tiene a los emperadores como sus padres, a los príncipes como sus hermanos y a los señores como sus tíos, no ha perdido nada y claro, me tiene a mí y a Lion.
En un segundo apareció lo que parecía un cachorro de león, el cual se acerco a el y comenzó a lamerlo, el muchacho no tardo en responder aquel afecto así que llevo al pequeño animal a sus brazos y comenzó a acariñarle la cabeza, teniendo como respuesta un ronroneo de aquel animal.
-Lion- dijo mirando al pequeño animal tiernamente.
-Tiene a su mascota, me tiene a mi como su guardián, tiene a sus hermanos, los otros príncipes, tiene a sus padres, los emperadores ¿Qué mas debería tener?
-No será lo mismo Val- dijo mirando al horizonte- ahora ya no tengo razón para volver a mi mundo, no están quienes siempre me han esperado, quienes siempre me han sonreído sin importar la situaciones, mis compañeros de armas han caído muertos y ya no volveré a verles.
-Príncipe Valiente- dijo el ángel y luego se levanto- la marea esta subiendo, será mejor que nos vallamos hasta el castillo.
-Si, las sombras saldrán en cualquier momento-dijo levantándose de la arena.
Camino lentamente por la playa adentrándose al bosque oscuro seguido por su ángel guardián muy de cerca, sintiendo a cada paso el gruñir de algún animal y las hojas delos arboles moverse por acción del viento, pero no les tomo importancia, siguió caminando por una senda oscura hasta donde había una densa neblina. Se adentro mas y mas hasta que esta comenzó a dispersarse, mirando con total calma el enorme castillo que tenia en frete, se adentro a el y luego salió a un pateo trasero donde dejo al pequeño cachorro que tenia en sus manos, el cual luego salió corriendo por los prados moviendo su cola.
-Príncipe Valiente- dijo una voz femenina tras de si, la dueña dela voz se acerco a el calmadamente y le tomo el hombre- ¿Cómo te encuentras?
-Abatido y derrotado emperatriz- dijo con serenidad- he perdido a mis amigos en batalla, no me queda nada.
-Te encuentras deprimido veo- dijo con amabilidad- pero no hay razón para estarlo, as sobrevivido, piensa en que pasaría con tu principado si morirías.
-Tiene razón pero…todos mis compañeros lucharon valientemente para poder vencer a un enemigo poderoso, pero…a pesar de que dieron todo de si para logarlo, sacrificaron sus vidas para lograr dicho cometido, yo he sobrevivido, lo que esta mal, todos ellos dieron sus vidas por algo en lo que creían, yo también lo hice pero Val me salvo de mi muerte, la balanza se ha desequilibrado y yo soy su causa.
-No existe tal desequilibrio, joven Valiente, aun te falta mucho por vivir para poder entenderme, pero cree en mis palabras, tu vida ahora es muy importante para este mundo de oscuridad.
-Lo se- dijo agachando la cabeza- con su permiso, emperatriz, me retiro.
-Ve a tu alcoba y piensa, necesitas pensar- le dijo amablemente- cuando estés listo y hallas entendido lo que te he dicho búscame.
-Si mi señora- dijo dándole una reverencia y luego se fue, seguido por su ángel y el pequeño animal.
Se adentro de vuelta en el castillo y camino por los pasillo, entrando a una escalera hasta un ala llena de habitaciones, entro en una de ellas, dejo entrar a su pequeña mascota y a su guardián, luego cerro la puerta con llave y se tiro en la cama que se encontraba en la habitación para dormir y pensar.
-Príncipe Valiente- dijo el Ángel, pero se dio cuenta que el joven ya había cerrado sus ojos y dio un largo suspiro, por lo que se quedo en la puerta de la habitación vigilando su sueño, mientras el pequeño animal se subió ágilmente a la cama y se recostó sobre sus pies.
Comenzó a divagar sus pensamientos, poniéndole énfasis a las palabras dichas por la emperatriz, aquel que desde hacia siete años se había convertido en su madre, debido a una relación algo complicada a su parecer sobre el parentesco, un relación que no tenia explicación en su mundo.
Flash Back
Desde pequeño nunca pensó que se convertiría en una persona de tal importancia, en el mundo humano un príncipe era alguien de la alta sociedad, con alto poder y muchas riquezas, siempre había deseado ser como los príncipes de los cuentos que solía relatarle sus padres y su hermano, pero de la noche a la mañana su vida se vio plaga de tristeza y melancolía. Primero cuando apenas tenia tres años de edad murió su madre, según su propio padre por una enfermedad con la que había luchado desde su hermano mayor nació, su muerte le dio un fuerte golpe al corazón y desde aquel día no paro de llorarla hasta que cumplió siete años, en ese momento su hermano y su padre murieron, nunca supo el como y muchos le dijeron cosas horribles acerca de ellos por lo que se vio obligado a creerlas, pero con el tiempo comenzó el rechazo, odiaba a aquellas personas muertas por dejarlo solo a los siete años, no tenia en quien acudir, ya no confiaba en las demás personas y cada día era un profundo sufrimiento por su soledad, tenia pocos amigos, pero ellos eran abiertos en comparación con lo que el era, pero un mal se gesto mientras el intentaba avanzar por su propio camino, quería ser alguien de bien como su padre y hermano, pero no pensó que seria odiado.
De la noche a la mañana un grupo de soldados comenzó apretarlo, diciendo que su hermano y su padre les debían dineros y favores, por lo que el estaba obligado a pagarlos muy a su pesar, comenzó entonces a ser sirviente y esclavo de aquellos hombres con un único objetivo en su mente, saldar la deuda que tuvo su padre con ellos. pero no eran personas normales aquellos hombre, al principio solo le hacían trabajar limpiado sus casas y hacer trabajos manuales, sacar agua de un pozo, alimentar animales, entre otras, pero comenzaron a cambiar, lo llamaban de noche a trabajar solo para verle desnudo y en un momento la situación comenzó a avanzar cuando ellos le pidieron que los masturbara con las manos, cuando se negaba el castigo que recibía eran varios latigazos que le dejaban la espalda marcada, cuando el accedía el supuesto premio era dormir en una recamara y no en el suelo como lo venia haciendo, luego comenzarlos las humillaciones, pidiéndole que trabajara desnudo durante todo el día para ellos, dejándose manosear. Una noche le pidieron que fuera a la alcoba de unos hombres completamente desnudo, el obedeció y fue, pero los encontró a ambos masturbándose con frenesí, en un momento uno de ellos le dijo que quería algo mas placentero, no solo un simple manoseo en sus genitales y lo obligo a bajar su cabeza hasta su entrepierna y le pidió que metiera a su boca aquel órgano erecto y se bebiera lo que saldría, le dio asco y estaba a punto de hacerlo cuando sintió un fuerte viento, miro a sus espaldas, allí un hombre alto entro con un báculo en sus manos y luego señalo a ambos hombres, momento después ambos fueron a parar a una de las paredes inconscientes.
-¿Estas bien?- le pregunto amablemente, el hombre vestía un traje gris con una corbata negra, y usaba unas gafas, el le asintió con la cabeza, aquel hombre le agarro con ambas manos su pequeño cabeza y lo miro con cierto temor- ¿No te lastimaron?- el negó con la cabeza- te llevare a un lugar seguro- le dijo amigablemente, se quito el saco del traje para colocárselo como una frazada, lo levanto entre sus brazos y salió de la casa.
Las estrellas brillaban en el cielo aquella noche, era invierno pero a pesar de hacer frio el sentía calor, estaba en brazos de un hombre amable y cariñoso, por su tono de voz, tan solo cerro sus ojos por unos segundos y para cuando los abrió estaba en un lugar completamente gris.
-¿Por qué todo es gris?- pregunto inocentemente.
-Este es un mundo donde todo lo malo se acumula- le dijo con amabilidad- pero tu aquí eres un príncipe, por tanto todas las cosas malas de la gente no te deben lastimar.
-¿yo soy un príncipe?- pregunto señalándose.
El hombre le revolvió el cabello y sonrió- claro que lo eres, ven, es hora de hacerte un príncipe de verdad- le dijo con una mirada juguetona.
Lo llevo hasta una habitación bastante amplia dentro de un castillo y lo vistió con un traje igual al suyo solo que mas chico y le agrego unos botones al final del saco, el pequeño se miro impresionado y sonriendo abrazo a aquel hombre, momentos después este lo llevo hasta una estancia donde había un gran numero de jóvenes dos mas grandes que el y el reto mas pequeños. Aquel que le había rescatado de aquel suplicio que vivía lo dejo en el centro de la habitación a la vista de un gran numero de hombres y el de anteojos se sentó en un sillón amplio junto a uno donde estaba una dama vestida con un tocado igual al de las reinas de sus cuentos pero de un color gris.
-Señores y príncipes- dijo el de anteojos sentándose en el trono- los acontecimientos de las ultimas semanas han sido tristes para muchos de nosotros, hemos perdido a un príncipe y a un señor, y por consiguiente un ángel ha sido eliminado, después de divagar mucho del asunto y haciendo, finalmente a mi pesar, que una orden milenaria sigua su curso, tenemos aquí al nuevo príncipe valiente, como tal de ahora en mas todos nosotros somos tu familia y tu nombre en este mundo de oscuridad será el príncipe valiente, ¿entiendes?
Miro absorto sin encontrarle una respuesta a una simple pregunta ¿Por qué el? Luego miro a los demás príncipes, algunos le sonreían y otros ni siquiera le miraban, volvió a ver frente a si a las dos personas que se encontraban sentadas en el trono- Si señor-dijo intentando entender todo lo que le dijeron.
-Vuelvan a sus actividades, menos el príncipe cálido, príncipe humilde y la emperatriz, yo como emperador ordeno- dijo seriamente, momentos después solo quedaron tres niños y los dos adultos en la sala, el emperador bajo del trono junto a la emperatriz y miro al pequeño-escucha, ellos dos son de ahora en mas tus hermanos mayores.
-¿mis hermanos mayores?- Pregunto señalándolos.
-Así es, se llaman en príncipe humilde y el príncipe cálido.
-Puedes decirme Michel- se señalo uno- soy el príncipe Humilde.
-Humilde- le dijo el emperador con enfado- en este lugar jamás deben llamarte por de nuestro mundo, aquí eres el príncipe Humilde, y tu pequeño, eres desde ahora el príncipe valiente.
-¿Por qué soy valiente?- pregunto señalándose.
-Así es- le dijo la emperatriz sonriendo- ahora debemos ayudarte a buscar un Ángel.
-¿Un ángel?- pregunto curioso, miro a al alrededor, cuatro grandes figuras con alas se aparecieron, tenían apariencia humana pero eran pálidos y vestían trajes negros, sus alas eran también negras pero parecían las de un ángel- ¿ellos son ángeles?- pregunto señalándolos.
-Así es, ellos son ángeles y su misión es proteger a los príncipes, señores y emperadores- explico la emperatriz- ahora mismo tu elegirás uno.
-Es lo único bueno de ser príncipe cuando ya eres grande, si fueras príncipe de nacimiento te lo auto asignan- dijo el Humilde llevándose las manos detrás dela cabeza.
-Vamos, príncipe valiente, tu ángel protector te espera- anuncio al emperador, y los cinco salieron caminando lentamente hasta salir del castillo, pasaron por una enorme playa que dejo al menor impresionado para finalmente entrar a una cueva.
-¿No quiero entrar?- dijo el pequeño- no me gusta la oscuridad.
La emperatriz lo abrazo y con lentitud le llevo a sus brazos para luego seguir caminando- No tengas miedo, mientras estés en mis brazos nada malo te pasara.
-Madre- dijo el príncipe cálido levantando su mano.
-Claro hijo, a ti tampoco te gusta la oscuridad-dijo tomándole la mano- Michel ¿quieres que te de la mano también? Así caminamos juntos
-No, a mi me gusta la oscuridad emperatriz- dijo tranquilamente el pequeño de nueve años.
-Deja de llamarlos por sus nombres reales, recuerda que aquí son El príncipe Cálido, el Príncipe Humilde y el príncipe Valiente- le reprocho el de anteojos
-Son niños, emperador- le dijo con enojo.
Pronto llegaron hasta un ala donde había cientos de seres iguales a los cuatro ángeles que le seguían, la emperatriz bajo al pequeño príncipe valiente y le señalo cada ángel, finalmente el emperador le tomo la mano y lo llevo cerca de ellos para que pudiera elegir.
-Elige uno, el te acompañara toda tu vida-le dijo seriamente.
-¿el que yo quiera?- pregunto mirando con intriga a cada uno de los ángeles que había.
-Así es- le respondió-
-Quiero a ese- dijo señalando a uno que se encontraba cerca de una laguna formada por agua que caía desde arriba de la cueva, se encontraba solo y mirando su reflejo en el agua.
El ángel al sentir aquella vocecita y viéndose señalado camino hasta donde se encontraban el emperador y el niño, para luego inclinarse en modo de respeto.
-Mi señor- dijo mirando al suelo- ¿en que puedo servirle? Soy Valiant.
-Valiant, de ahora en más serás el ángel guardián del príncipe valiente- ordeno el de lentes- deberás protegerle de todo peligro tanto en este mundo como en el mundo humano y por sobre todo jamás deberás ponerlo en riesgo.
-Sera un placer.
-En cuanto a ti pequeño príncipe valiente, Valiant será tu guardián desde ahora y para siempre, si te pones en peligro el te salvara, si el te advierte de algo deberás obedecer, tu le mandas pero si le das una orden de no protegerle o no actuar cuando tu vida este en riesgo el actuara en contra de esa orden y priorizara tu bienestar, es tu ángel guardián.
-¿El me va a proteger?
-Así es- le dijo el emperador.
Fin Flash Back.
Se sentó sobre la cama para poder aclarar un poco mas sus pensamientos, miro al frente, allí estaba su Ángel observándolo seriamente, firme y lleno de orgullo en su mirar, volvió a recostarse melancólico sobre la cama, miro por la ventana intentando hallar la respuesta de porque era importante en aquel mundo oscuro.
Flash Back.
A un año de ser príncipe su vida se había trasformando, ya no sufría por aquellos hombres que querían hacerle pagar las deudas de su familia, ya no tenia tanto miedo como antes, podía vivir en el su mundo sin importar lo que la gente pensaba, seguía siendo el mismo niño de siempre, daba gracias al principado por cambiar su vida para mejor, con su Ángel guardián cuidándole siempre ya no tenia que temer, se convirtió en un guerrero formidable a manos de una orden selecta, estaba contento por ello, pero siempre extrañando a su familia. En el mundo oscuro siempre tenía una sonrisa por delante, disfrutaba de una especie de familia, dos hermanos mayores y cinco hermanos menores, los emperadores lo trataban como a un hijo y muchos de los señores le trataban muy bien, para el la felicidad había regresado, pero duro poco.
Tres años después de declarase su principado un cálido día de verano fue al mar solo para ser informado de una terrible noticia, el príncipe humilde había muerto junto a su padre, el señor de la Humildad y su madre, según el ángel explico la situación se había salido de control, todo fue un plan maquiavélico de un grupo de personas en el mundo humano, asesinaron a toda la familia, dejando solo dos superviviente, un niño de seis años, que no estaba en casa la noche de la tragedia y un bebe recién nacido, el cual fue hurtado y llevado a una familia de maleantes, en el mundo humano un complot se alzo, autoridades importantes habían borrado los registros de nacimiento del bebe el mismo día de los asesinatos, el niño había sido reubicado con otro nombre y otro apellido, pero el hermano que quedaba, aquel niño sufriría de sobremanera, porque para el mundo entero todo había sido un accidente de casa y su hermano nunca nació, para el otra cosa paso. Ese mismo día el príncipe valiente, vio como un niño de tan solo seis años de edad se volvió el nuevo príncipe humilde, ni siquiera se le permitió hacer luto por su familia muerta, inmediatamente se le asigno un ángel cuando el Ser alado del anterior príncipe humilde huyo para evitar morir, los emperadores le dijeron que no podían actuar en el mundo humano para encontrar a su hermano, inmediatamente todo el mundo del ahora príncipe humilde se quedo devastado, también para el, porque Michel había sido un gran amigo desde que llego, no soportaría mucho sin verle.
Pasaron los años, su vida en el mundo humano se quedo estática, tenia un grupo de amigos, guerreros de su mismo tipo, de vez en cuando se juntaban a charlar y a pasar tiempo, vivir donde vivían era un lugar muy aburrido, casi nada pasaba, de vez en cuando lo mandaban a hacer alguna que otra misión sin mucha relevancia, pero eso no lo detenía para seguir adelante con su vida, a pesar de lo que pensaban el resto de el, en el mundo oscuro todo se mantuvo como cuando se dio el principado al hermano menor del príncipe humilde, Valiant le dijo que la situación era para estar de luto varios años, un joven príncipe como era Michel era para eso, debido a sus cortos doce años de edad y su forma de relacionarse con el resto, nacieron otros príncipes lo que por momentos le alegro pero la tragedia otra vez sacudió su vida. Casi diez años después de su principado murió otro príncipe, de tan solo once años de edad, en el mundo humano sufrió un accidente cuando un auto le choco, según uno de los príncipes, el Inocente, el joven príncipe resentido fue empujado por su propio ángel a la calle, lo que causo el accidente, quien desde el momento del accidente desapareció y tan solo algunos días después un niño de tan solo ocho años, el hermano menor del príncipe resentido, fue nombrado como el nuevo príncipe resentido.
Fin Flash Back.
Se levanto en seco recordando a cada uno de los actuales príncipes, la mayoría mas pequeños que el, su sufrimiento y el del cálido, el primero de los mas grandes que quedaban, se levanto de la cama y se encamino a la puerta.
-¿Dónde va príncipe Valiente?- le pregunto su ángel con calma.
-Debo hablar con los emperadores- dijo casi en susurro.
Fue hasta la sala principal donde están el emperador y la emperatriz hablando muy seriamente, entro haciendo una reverencia inclinando y mirando al suelo.
-Perdone si les interrumpo, emperadores.
-Hablamos de tu situación Príncipe Valiente- dijo el emperador.
-Yo- dijo mirando resignado al suelo- yo.
-Como sabrás nosotros tenemos un poder limitado, pero lo tenemos- le interrumpió el emperador- hemos decidido que debido a las circunstancias y a todo lo que ha acontecido, cobraremos unos favores-
-¿a que se refiere?- dijo mirando sorprendido.
-Algunos dioses nos deben favores a nosotros, los emperadores del mundo oscuro, los cobraremos y devolveremos a la vida a tus compañeros, a todos, no importe cuanto tiempo lleven de muertos en comparación contigo.
-Mis amigos volverán- dijo sonriendo- yo…no se como agradecerles.
-Pero habrá reglas- interrumpió el emperador- no quiero problemas con los dioses ni con ningún otro tipo de deidad o gente que tenga poder, a alguno de ellos se les asignara un ángel para su protección, pero sin que ellos sepan, cuando estemos seguros que estarán a salvo se les quitara su protección ¿has entendido príncipe valiente?
-Si emperador- dijo con alegría y mostrando un brillo de satisfacción en sus ojos- muchas gracias.
-En segunda, como has estado haciendo hasta ahora, nadie debe saber del mundo oscuro, ninguno de tus amigos deberá enterarse de su existencia, no importe la relación que tenga, ya sea muy unida o distante, este mundo solo existe pero para los que son sus elegidos, tu, los demás príncipes, los señores y nosotros, los emperadores, jamás deberán saber que por causa nuestra volverán a la vida.
-Si mi señor- dijo sonriendo.
-Y la Ultima condición, ellos están en deuda con nosotros desde ahora, hasta el momento nunca hemos necesitado de ayuda de otras gente, pero de todas maneras el favor esta hecho- dijo seriamente el de lentes- si en algún momento se necesita de una fuerza superior a la nuestra, por algún peligro que nosotros no podemos controlar se les llamara para auxiliarnos.
-Entonces, si en algún momento un peligro se avecina a este mundo y no podemos responder a ellos mis amigos tendrán que luchar para defenderlo- dijo preocupado.
-Así es, es algo que nunca ha pasado y esperamos que nunca suceda- dijo el emperador calmadamente- hasta el momento nunca hemos tenido una guerra en manos, solo las batallas por el reinado, por tanto esperamos nunca necesitar de su ayuda.
-Otra cosa- interrumpió la emperatriz- te enviaremos junto con ellos a un lugar que según nuestra propia convicción es seguro, vivirán cerca de uno de nosotros, no te diremos de quien pero a cuidado de alguien que sabemos que velara por su bien- dijo sonriendo- por lo que mas quieras, no te alejes de esa zona ¿has entendido?
-Si señora- dijo volviendo a sonreír.
-Ve a dormir, mañana será un día muy atareado, pero volverás a ver a tus amigos y compañeros- dijo el emperador sonriéndole.
-¿Puedo pedir algo?- dijo con cierto nerviosismo en su vos.
-Dinos- le dijo el emperador sorprendido por la pregunta.
-¿Puedo llevarme a Lion conmigo? Hace mucho tiempo que no lo veo y estoy seguro que me ha extrañado.
-Sabes perfectamente que Lion es una quimera, una bestia de este mundo a punto de evolucionar a una sombra- le dijo seriamente el emperador, el príncipe valiente lo miro desolado y acoto- puedes llevártelo, lo camuflaremos como un animal común y corriente, podrás alimentarlo con cualquier clase de comida pero evita que se acerque a donde allá gente con pensamientos o sentimientos negativos, el podría absorber la oscuridad de ellos y transformarse en una sombra, por ello podrías perder a tu mascota, joven príncipe.
-Muchas gracias emperadores- dijo haciendo una reverencia.
-Ve a descansar, mañana será un día muy ajetreado para ti- le recomendó dulcemente la emperatriz.
El joven sonrió emocionado, se sentía lleno de dicha en ese momento, no podía creer lo que los emperadores hicieron por el, finalmente salió a toda prisa a su alcoba donde se recostó a obedecer aquella orden de los emperadores.
Despertó cuando sintió una molestia en los ojos, un luz muy fuerte lo cubría, podía sentir el calor del sol, abrió los ojos con lentitud para acostumbrarse a la luz, toco con sus manos s alrededor, detectando una cubierta acolchada, sonrió de dicha, se sentó de inmediato y miro a su alrededor, allí se encontraban todos sus amigos y compañeros recostados sobre césped y flores de mucho colores. Miro hacia adelante, un cachorro estaba mirándolo con intriga y luego se lanzo contra el para comenzar a lamerle la cara, no pudo evitar comenzar a reír, se sentía feliz, abrazo con ternura al pequeño animal.
-Yo también te quiero Lion- dijo sonriendo, de pronto tuvo una pequeña idea, miro al cachorro con una mirada traviesa- ve y despierta a todos.
El cachorro lo miro fijamente y obedeció a su pedido a toda prisa, comenzó lamerle el rostro a cada uno de los que se encontraban tendidos en el pasto, los cuales uno a uno comenzaron a despertar, cuando termino corrió a donde se encontraba el príncipe valiente y continuo lamiéndole la cara.
-Ya basta amigo- dijo sonriendo.
-¿Dónde estamos?- pregunto uno de sus compañeros limpiándose la cara con una parte de la ropa que llevaba- ¿de donde salió la ropa que tengo puesta?- pregunto impresionado.
-¡que dolor de cabeza! Perece mas una resaca- dijo uno de los mayores- ¿Dónde estaremos?
-¡QUE BIEN DORMI! Pareciera que he dormido por todo un año- exclamo otro- creo que dormiré otro rato.
Continuara