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Yotsudake por ladiacardiga

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Notas del fanfic:

 

 

Bueno, en primera, ¿Han leído el doujinshi "Yotsudake"? Si no es así, sugiero corras a leerlo, porque mi fic es la secuela (según mi perspectiva) y entonces necesitas el contexto previo XD

 

Puedes descargarlo de aqui:

http://www.mediafire.com/?wzkmccqhgiuyre9

 

Una vez hecha mi aclaración, disfruten~

Notas del capitulo:

 

 

X3 otro de mis proyectos por hacer!!! Me da gusto que por fin vaya a publicar este primer capítulo.

 

Advierto: Aunque normalmente apesto para este tipo de escritos, me quedó bastante mieloso para mi gusto, pero oigan que el doujinshi es así!! xDDD

 

 

 

 

El viaje había sido algo largo, pero bien había valido la pena. El chofer anunciaba que estaban a unos 5 minutos de su destino, más el rubio en su asiento estaba más atento a su reproductor de música que a las palabras que aquel hombre.

 

Miro de soslayo la gran maleta que tenía a su lado y todo lo que había dejado atrás. Pero una promesa era una promesa y él, Naruto Uzumaki, recién graduado de la academia de fotografía, arte y diseño, no acostumbraba romper promesas.

 

Minato, su padre, había consentido eso. Más bien, había aceptado después de innumerables ruegos por parte del menor. Confiaba en que Naruto podría adquirir algo de experiencia y afinaría su carácter, si es que eso era posible.

 

Un frenar ligeramente brusco fue el que le indico que estaban en Okinawa.

 

Y al igual que aquella ocasión, su corazón latía bruscamente.

 

La primera vez fue por la aventura de ser aprendiz de fotógrafo y la belleza del lugar. Esta vez era porque estaba ansioso de verle. De cumplir su palabra.

 

Fue como alma que lleva el diablo al Centro Turístico, buscando a un guía en particular. Ese que había sido su amor a primera vista de solamente 3 minutos, para después, volverse algo más que eso.

 

Se hospedó, pues, y dejó su equipaje, saliendo ansioso a buscar a Sasuke. 

 

Cámara en mano, salió a dónde creía, le encontraría. Y sí, no estaba errado, aquella pequeña cueva que era tan mágica en esas magníficas puestas de sol. Aquella donde su no planeado primer beso se dio. Sasuke seguramente que estaría ahí.

 

El azabache estaba desde hacía una media hora en el lugar, meditabundo como siempre. Tan ensimismado en sus pensamientos que no notó la presencia de alguien más, ni mucho menos previno aquel ligero empujón que lo lanzó directo al agua.

 

Tardó unos segundos en reaccionar quién diantres sabría de su lugar secreto, y aún antes de que se lo planteara, unos brazos le rodearon, cariñosos, tan urgentes por contacto.

 

Ese calor sólo podía provenir de una persona. ¿Él…? ¿Pero y cuándo…?

 

Contestó el abrazo quedamente, como quién sale poco a poco del aturdimiento provocado espontáneamente. Rubio tonto, hiperactivo, desbocado, impulsivo, Naruto, torpe, entrañable y añadiría un adjetivo más: el idiota estaba cumpliendo su palabra.

Sólo alcanzaba a escuchar muchos “te extrañé tanto” que, si no fuera porque estaban solos y por el eco de la cueva, serían inaudibles.

 

Sasuke, por su parte, palpaba cuánto podía de aquella espalda fornida. Sería una mentira decir que no pensó en el rubio todo este tiempo, que solía ir a aquella cueva que ahora tenía un significado aún más especial.

 

-          Usuratonkachi… - Naruto se estremeció al escuchar esa voz, la cuál tenía presente mientras tonteaba pensando en el azabache. Acarició suavemente los cabellos mojados del Uchiha. - ¿Has venido a ver mi yotsudake?

 

-          En parte, sí.- Contestó con esmero, se sentía ilusionado de saber que Sasuke aún recordaba aquella promesa. –Realmente estoy ansioso por verlo-

 

-          Tendrás que esperar… mira la hora que es, dobe.- Ambos estaban empapados de agua, aunque eso no le preocupaba mucho, ya se secarían. Camino al centro turístico comentaron poco de lo que habían hecho tras la última visita del rubio. Así como el rubio se había especializado en la fotografía, Sasuke había terminado su carrera como Administrador de Empresas, era un hecho que él se quedaría con el Centro Turístico una vez sus padres se hubiesen retirado.

 

 

De su hermano, Itachi, no había sabido mucho. De vez en cuando enviaba misivas diciendo que se encontraba bien. A pesar de todo, no guardaba rencor a su hermano por haber tomado sus decisiones. Ambos habían hecho sus elecciones conforme a lo que deseaban. A Sasuke, a final de cuentas, le gustaba su estilo de vida y no se sentía limitado o comprometido de modo alguno.

 

-          Minato-san debe estar preocupado por ti, Usuratonkachi…- Susurró Sasuke, saliendo de su ensimismamiento, observando como el sol empezaba a ocultarse. No tardaría en anochecer y lo mejor era volver al Centro de Turístico. 

 

-          No… yo… Vine solo – Dijo Naruto con un semblante que le costaba trabajo descifrar al azabache, este, con un mohín de curiosidad, quiso saber más y se lo hizo saber solamente con gestos, el rubio completó: - Me quedaré por unos días.

 

-          Hn, ya veo – no podía disimular ese esbozo de sonrisa que surcaba su rostro. No hacía falta que ninguno de los dos mencionase que estaba alegre por ver al otro, era algo muy  notorio

 

 

Llegaron, pues, a la estancia. Sasuke, que gastaba sus ratos libres en aquella enigmática cueva, tenía más responsabilidades ahora que los simples bailes, a decir verdad, para alguien de su edad, tenía demasiadas responsabilidades a cuestas, pero no se quejaba, le gustaba sentirse ocupado en algo.

 

De hecho, ahora que era más frecuente que el atendiera directamente, muchas de sus admiradoras, turistas y demás chicas atraídas por la belleza de aquel, pedían, no, demandaban que fueran atendidas por él. Era algo extenuante, pero a final de cuentas “alguien tenía que hacer aquello”

 

Estaba tan atareado que no fue sino hasta la noche que se dirigió a la habitación donde el rubio se había hospedado.

 

-          ¿Naruto? – Se animó a tocar ligeramente la puerta, no recibió respuesta alguna, seguramente el viaje había dejado muy cansado al Uzumaki y se había quedado dormido como una roca. Quitó suavemente la mano de la manija de la puerta, cuando escuchó que esta se abría desde adentro.

 

Con un ademán de no comprender nada, se introdujo ligeramente, unos brazos le cubrieron y, por segunda vez en el día, sintió que aquellos brazos eran lo más cálido que había sentido. Un abrazo firme y seguro.

 

-          Sasuke… - El rubio susurraba al oído de este cuánto había pensado en él todo el tiempo que estuvieron separados. Una sonrisa se esbozó en su rostro y correspondió el abrazo.

 

Ambos se sentaron en la cama de la habitación, todo permanecía en tranquilidad, puesto que era ya casi de madrugada. Al azabache le hacía feliz todo aquello, pero tenía que preguntarle algo al rubio.

 

-          Naruto… Y… ¿Y cuánto tiempo estarás aquí? – se alegraba de que las luces fueran tan tenues para que el rubio no se percatase de su sonrojo

 

-¿Ah? ¿Eso? Jeje, descuida… Me quedaré el tiempo suficiente – Sonreía por lo bajo, pero sintió que el azabache no estaba muy convencido por esa respuesta, así que agregó: - Me iré hasta que te fastidies de mí.

 

Eso no pasaría, de ningún modo, pensaba Sasuke. Notó como el rubio se quitaba la ropa y eso lo tensionó un poco, es decir, la primera vez que estuvieron en la cueva lo vio en paños menores, pero eso era distinto, muy distinto…

 

-          ¿Eh?- Naruto se quedó quieto al ver la gran cara de interrogante que tenía Sasuke – Es hora de dormir... pensé que podríamos dormir juntos.

 

En definitiva, el sonrojo de Sasuke era detectable ahora, estaba radiante, ofuscado… Confuso pero su corazón latía lo más que podía. Aquellas palabras… “dormir juntos” estaba haciendo un esfuerzo enorme para no flaquear, para contener el temblequeo que amenazaban sus piernas.

 

-          Ne, Sasuke… Ven. – El rubio se recostó en la cama, ya estaba sólo en bóxers y dejó el espacio suficiente para que Sasuke se recostase ahí. Como pudo, Sasuke se desvistió, quedando en bóxers también y se acercó lentamente. Le dio la espalda al rubio, tratando de calmarse. Naruto parecía muy tranquilo mientras él estaba hecho un mar de nervios, pero no tenía que demostrarlo. Se recostó junto al rubio y este lo rodeo con sus brazos, parecía encantarle eso de abrazar a Sasuke. Éste se animó a voltear y ver el rostro de Naruto, y se sorprendió de verlo somnoliento. Sonrió y besó al rubio.

 

-          Buenas Noches.

 

*****

Notas finales:

 

 

=3 pues hasta aquí el primer cap, que como dije, es pura miel derramada >_> y es raro que yo escriba así XD

 

Dejenme un review, es importante para mí saber su opinión, y se los agradeceré mucho ^-^

 

Saludos~


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