Si la gente me preguntara que por qué hago esto, yo no podría responderles nunca. Supongo que yo elegí perseguirle como perro a su amo, bueno, en verdad yo siempre le había perseguido. Yo sabía perfectamente que eso me conduciría a la muerte, pero era imposible que me negase, cuando mordía de esa manera tan sensual el chocolate o cuando clavaba sus ojos azulados en mi, no me podía negar.
Aunque él nunca sabría todo lo que yo sentía por él, sentía que asi estaba mejor, creo que la única cosa que ahora le querría decir es: ''Te amo y siempre te amé'', aunque ya no puedo hacerlo. Y es que así pasó el tiempo y me encontré en esta jodida situación, aun me parece escuchar la voz de él gritánome: ''¡Idiota!'' . Aunque seguramente el no me verá morir, tampoco podrá oler el olor de la pólvora y menos de mi sangre, ni verá mi cuerpo atravesado por estas balas... Y, aunque estoy muriéndome aquí tirado en el asfalto de la calle rodeado de guardaespaldas, no puedo para de pensar en todo lo que quiero decirle, en lo que le hubiera dicho, como le hubiera besado, tocado, pero claro que soñar esta bien, porque es solo un sueño.
Siempre había tenido esa duda de como sería sentir un balazo, o morir por uno. Siempre quice saberlo, pero no de esta forma... Si el destino me quería muerto yo tendría que morir, no me importaba siempre que Mello supiese todo lo que pienso de él, asi que supongo que ahora me debería de importar...
Si me vieras en este estado me llamarías cobarde, débil, inútil... No quiero serte inútil... Por eso hice lo que me pedías, por eso te obedecí, pero no sirve de nada, ¿verdad Mello? Noto la sangre subiendo por la garganta e inundando mi boca, esto significa que no me queda mucho tiempo más de vida...
El sabor de la sangre es metálico al parecer, nunca lo había comprobado hasta ahora, al parecer tenían razón, seguirte fué mi mayor error, pero me gustó haberlo cometido, salvo por el hecho de tener que morir...
Mi único defecto fué amarte... Todas las palabras tuyas tenían sentido en realidad, y aunque yo no estuve de acuerdo contigo, cumplí mi misión, ¿verdad? Hubiera estado bien no haber muerto y que cuando yo hubiese llegado a casa me hubieras dicho algo como ''Bien hecho cachorro'' Y me hubieras acariciado la cabeza mientras esbozabas una sonrisa, la sonrisa que me prometiste si terminaba esto bien, ojalá pudiera verla, sin embargo eso no podrá ser, el dolor que siento es tan grande..., pero no es por las heridas, no... Si no por no haberme confesado nunca y morir sin hacerlo, intentaría mover mis labios y decir ''Te quiero'', pero ya nadie lo vería, porque nadie se va a fijar en mi, no resalto y no soy importante como tú.
Oye, prometeme que algun dia si me salvo de esta me sonreiras y me dirás cuanto me aprecias, quiero saber que fuí para ti. Aunque creo que estoy delirando, ¿soy algo para ti? Ya ni si quiera estoy seguro de ello, si lo soy, o no lo soy... o si... o no... Lo que cuenta es que pude permanecer a tu lado, soy feliz, y estoy triste...
Esto es estar muerto, estar sumido en un sueño del que no despertaré jamás, aunque si ahora me preguntan... ¿moririas por amor? Tendría una respuesta y ya os la podeís imaginar...
Te amo Mello... Pero ya nunca lo podrás saber... y algún día me olvidarás.
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A pesar de que esto fué lo último que Matt o Mail Jeevas vió y sintió, no pudo ver ni comprobar como Mello, mejor dicho Mihael Keehl, corría hacia su cuerpo, lamentándose por primera vez por alguien y era precisamente por él.