Cap. 12 – Finally it’s over.
Todo había pasado tan rápido, que ni siquiera estaba seguro de como es que paso.
En un momento estaba sorprendido por la condición en que mi tío, Sora y Cloud se encontraban. Mi tío traía vendas en la cintura y en uno de sus brazos, más aparte un curita en la mejilla, mi hermano tenía unos cuantos golpes y raspones e incluso su labio inferior estaba comenzando a hincharse, pero el que más me afecto ver de aquella manera fue a Sora. El castaño traía la ropa completamente sucia y algo rasgada, tenía varios golpes en la cara, la comisura de su labio sangraba y parecía que se le dificultaba mucho estar en pie.
Había avanzado hacía él sin ser consciente de ello, pero nunca llegué a su lado. A penas había dodo unos cuantos pasos cuando escuche como Axel me gritaba, yo solo pude atinar a girarme levemente en dirección al peli rojo antes de caer al suelo con él encima de mí.
Todo desorientado, solo pude escuchar tres cosas, el sonido de la ventana quebrándose, un disparo, o quizá dos, no estaba seguro, y el quejido de dolor de alguien, que esperaba no fuera de quien yo creía. Me quite a Axel de encima y me senté en el suelo observando a mi alrededor con los ojos abiertos de par en par.
Lo primero que vi fueron los múltiples pedazos de cristal que había alrededor de donde Axel y yo estábamos, pero eso no me importo para nada. Mire mejor al peli rojo y me altere al observar que en su espalda y en una parte de su brazo se habían enterrado algunos cristales.
- Estoy bien, lo captas? Deberías preocuparte más por…- Me dijo seriamente, mientras me hacía un gesto con la cabeza para que mirara hacía atrás, donde estaban Sora y los demás.
Al voltear, casi me da un colapso. Por suerte mi tío Terra estaba igual que antes, pero no era lo mismo para mi hermano y Sora. Nii-san estaba sentado en el suelo agarrándose el brazo, de donde salía un poco de sangre, mientras que Sora…él no estaba para nada bien.
- Sora?! Sora! – Inmediatamente me fui hasta donde él estaba. Parecía haberse desmayado y de su hombro derecho salía mucha sangre, mis ojos comenzaron a humedecerse y por mis mejillas resbalaban unas pequeñas lágrimas.- Sora! Nii-san Sora no despierta.
- Tranquilo, se desmayo solo por el dolor, pero debemos llamar rápido a una ambulancia antes de que sea tarde…ugh.- Me dijo, conservando la calma, mientras se amarraba un pedazo de su camisa en su brazo. Yo no podía estar tan calmado.
- Tú estas bien, Nii-san? – Él simplemente asintió con la cabeza y se levanto, yo seguía al lado de Sora, abrazándolo con fuerza, mientras las lágrimas seguían saliendo de mis ojos.
- Axel, vamos! – Gritó Cloud, a lo que el peli rojo rápidamente asintió, levantándose del suelo ya sin ningún cristal ni en su brazo ni en su espalda.- Terra-san le encargo a Roxas y a nuestro compañero, por favor llamen a la ambulancia y espérenos en el hospital.
- Esto se terminará ahora.- Dijo Axel. Ambos parecían demasiado enojados al momento en que salieron corriendo por la puerta.
Llamé a emergencias al instante y por suerte no tardaron mucho en llegar. Mi tío y yo nos subimos a la ambulancia junto con Sora y no dijimos ni una sola palabra en el camino, yo no tenía ganas de hablar, en realidad no tenía ganas de nada, solo podía quedarme en silencio, sin que las lágrimas se detuviesen, y sosteniendo una de las manos de Sora fuertemente. Temía perderlo.
Por otro lado, los detectives…
Iban corriendo rápidamente, siguiendo el rastro del atacante, eran profesionales, habían sido muy bien entrenados para seguir rastros sin ninguna dificultad, después de todo eso era lo que representaba su trabajo como detectives.
No tardaron mucho en descubrir por donde es que había terminado huyendo cualquiera de los subordinados de Xehanort, así que en cuanto supieron que camino seguir salieron corriendo. Realmente ambos estaban terriblemente enojados, querían saber quien fue el maldito bastardo que se había atrevido a atacarlos justo en aquel momento.
Estaban decididos a que lo golpearían hasta quedar satisfechos. Cloud, por lo que Sora le había dicho después de salir de la bodega abandonada, tenía una gran sospecha de quien podría ser el atacante de aquella noche y eso solo lograba enfurecerlo más.
El rubio, al recordar a su pequeño compañerito castaño, se distrajo un poco pensando en como se encontraría y en lo mal que debería de estarla pasando su hermanito, deseaba poder estar a su lado y apoyarlo en ese momento tan difícil, pero antes que eso debía asegurar su seguridad. Tan distraído estaba por andar divagando que termino chocando con la espalda de Axel, quien se había detenido inesperadamente.
-…- El peli rojo no dijo nada, ni siquiera se quejo, solo miro a Cloud mientras ponía uno de sus dedos sobre sus labios y después hacía la característica señal de cuando decía “lo captas?” pero todo sin decir ni una sola palabra, pues estaban cerca de su objetivo.
Al parecer, aquella persona a quien perseguían, no sabía que su “compañero” había sido ya capturado, pues en esos momentos los detectives se dieron cuenta de que claramente se dirigía a la bodega abandonada, donde seguramente planeaba reunirse con Xemnas (Pobre, que iluso v.v’) y posiblemente también con Xehanort. Perfecto, todo terminaría aquella noche.
Y en la sala de espera del hospital “Kingdom Hearts”…
Roxas se encontraba inquieto de un lado a otro, ya tenía al menos 15 minutos desde que habían estado esperando a que les dijeran algo sobre el castaño, pero nada, nadie se acercaba a decirles algo. Y aquello, no hace mucha falta decirlo pero, realmente, comenzaba a preocupar y cabrear al rubio.
Mientras, Terra miraba a su sobrino preocupado, confuso y culpable. Por un lado le preocupaba el estado del pequeño aprendiz de detective Sora y del terrible aspecto que parecía tener su familiar, también le daba algo de curiosidad saber porque Roxas había terminado llorando tanto hasta que los ojos se le hinchasen solo por un amigo, pero por otro lado se sentía muy culpable porque sus problemas tuvieran que involucrar a su lindo sobrio.
Y aunque no era momento para pensar en eso, era inevitable, más sin embargo había cosas más preocupantes. Quería saber como estaba el chico peli castaño y debía decirle toda la verdad a Roxas. Debía hacerlo esa misma noche, después de todo el rubio merecía una explicación, ya estaba involucrado en aquello.
Finalmente Roxas se había tranquilizado, o bueno, al menos se había quedado quieto, sentado en una de las sillas dentro de la sala de espera. Su tío Terra pensó que quizá fuera un buen momento para hablar, pero se vio interrumpido cuando alguien lo llamó.
- Terra-san, puede venir un momento por favor? – Le dijo, el doctor que había atendido al castaño, de manera suave y tranquilizadora, como acostumbran hacer los doctores para no alterar a nadie.
- Que sucede doctor? Como se encuentra el chico? – Preguntó, realmente preocupado, mientras caminaba hacía él. Y en cuanto Roxas lo escucho, dirigió toda su atención a lo que pudieran decir aquellos adultos.
- Su estado es estable, su vida no corre peligro…- Y aunque pudieran parecer buenas noticias, el doctor guardo un pequeño silencio antes de continuar, lo cual no presagiaba cosas buenas.- Pero aun no ha recobrado el conocimiento, es posible que se deba a la perdida de sangre.
- Se pondrá bien, verdad? Se recuperará.- Dijo Roxas, algo alterado por lo que anteriormente había escuchado y alejando esos malos pensamientos que habían invadido su mente. Él confiaba en que Sora se recuperaría, tenía una gran esperanza en ello.
- No a habido una gran pérdida de sangre, más sin embargo si lo dejamos así podría ser peligroso.- Volvió a hablar el doctor, tratando de calmar un poco al alterado rubio.- Es necesario hacer una transfusión de sangre, el problema es que se nos agotaron las reservas del tipo de sangre del paciente, debemos encontrar un donante en al menos una hora o podría ser demasiado tarde.
Nadie dijo una sola palabra. Roxas estaba lo suficientemente preocupado por Sora como para seguir hablando, comenzaba a dudar en si volvería a ver la hermosa sonrisa de su querido castaño, al pensar en eso, inevitablemente, las lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas.
- Que tipo de sangre es, doctor? – Preguntó Terra, demasiado angustiado por la terrible reacción que acababa de tener su pequeño y lindo sobrino rubio al escuchar aquello. No le gustaba verlo de esa manera.
- Su sangre es tipo B+.- Dijo el doctor.
- Mi sangre es B-. Se apresuró a responder Roxas, limpiándose las pocas lágrimas que aun quedaban en sus mejillas, el doctor miró a su tío, pero antes de que Terra pudiera decir algo, el rubio volvió a interrumpir.- Mi tío es AB+.
- Entiendo, tu sangre ciertamente es compatible con la del paciente…- Comenzó a decirle el doctor, pero nuevamente hiso esa terrible pausa.- Eres mayor de edad? – Roxas negó con la cabeza, aun faltaban al menos 4 meses para que lo fuera.- En ese caso necesitamos el permiso de tus padres.
- Yo soy su tutor legal, sus padres fallecieron hace tiempo y lo dejaron a mi cargo.- Respondió Terra, el doctor asintió y le entrego una hoja para que la llenara.
Cuando el permiso fue dado, el ayudante del doc., un chico de al menos unos 25, cabellos negros y ojos amarillo dorado, guío a Roxas a una de las muchas habitaciones para comenzar con el procedimiento, el cual empezaba con contestar un formulario formado por miles de preguntas e instrucciones.
Roxas leyó y contesto cada una con calma y sinceridad, pero hubo una en la que ciertamente dudo en que responder, pues la pregunta decía: “Has tenido relaciones sexuales con alguien de tu mismo sexo?” la respuesta, obviamente, era afirmativa, pero sabía que si escribía eso no lo dejarían donar, ya que las normas ponían que ni homosexuales ni bisexuales eran aptos. (entre otros)
Apretó el bolígrafo, suspiro y escribió su respuesta. Le entregó la hoja al asistente, quien al revisarlo completamente lo miró con aquellos ojos, de un color amarillo dorado, que lo ponían tan nervioso que no pudo evitar desear no haber escrito esa respuesta.
- Lo siento, pero no puedo considerarte apto para donar s has tenido relaciones con alguien de tu mismo sexo. – Le dijo de manera seria, ciertamente aquel asistente le daba algo de miedo, por alguna razón.
- Pero soy el único donante, no puede excluirme soló por eso! – Dijo Roxas, levantando un poco el tono de su voz, pues le parecía absurdo que solo por eso no lo dejaran donar, cumplía con todos los requisitos a excepción de ese, era simplemente estúpido.
- Lo siento, pero así es esto.- El asistente le dio la espalda y estaba a punto de salir de la habitación.- Tendrán que conseguir a otro donante.
- Pero no tenemos mucho tiempo...- Comenzó a decir el rubio, pero al ver que la otra persona simplemente seguía su camino, ignorándolo totalmente, se empezó a cabrear un poco y solo pudo pensar en decir algo que habría preferido contar de otra manera.- El paciente que necesita la donación es mi novio! Él a sido el único con el que he tenido relaciones, solo él, así que no debería haber problema alguno. Solo quiero que se recupere pronto!
Se sonrojo por lo que acababa de confesar, pero no se arrepintió de haberlo hecho. Mientras, el asistente parecía un poco aturdido e inesperadamente sonrió, su sonrisa era algo inquietante, pero también linda, se acercó a Roxas y alboroto un poco sus cabellos rubios con la mano.
- Muy bien, chiquillo, parece que hare una excepción por esta vez.- Dijo ese extraño asistente, mientras le hacía señas al rubio de que se sentara para poder comenzar con la extracción.
Después de todo el proceso, que al menos se llevo una hora, finalmente habían terminado exitosamente con la transfusión de sangre. Roxas se sentía algo cansado, quizá porque fue su primera vez donando, pero se sentía realmente feliz mientras bebía el zumo que su tío le había comprado.
- Roxas…- El rubio levanto la mirada y observo a quien lo llamaba algo extrañado. Porque el asistente del doc. lo había llamado a él y no a su tío? Roxas dudaba, pero se acercó a aquella persona.- Tu novio ha despertado.
Y por otro lado…
Aquello no estaba resultando tan bien como habían esperado.
Lograron seguir al agresor exitosamente, sin que se diera cuenta, y habían sido capaces de infiltrarse en la bodega sin ser descubiertos, hasta ahí todo había salido bien. Los problemas comenzaron cuando el rubio golpeó accidentalmente una lata que estaba por ahí justo en el momento menos inapropiado.
- Maldición.- Se dijo a si mismo. Mientras que Axel solo suspiraba.
- Vaya, vaya, parece que de nuevo tenemos invitados inesperados.- Ambos detectives se tensaron al escuchar una voz proveniente de delante de ellos, al principio no supieron a quien pertenecía dicha voz, pues todo estaba oscuro, pero cuando la persona se acercó un poco más todo se aclaró.
- Xehanort.- Dijeron ambos, completamente enojados y cargando su voz con un odio total.
En lo que Cloud y Axel se distrajeron mirando a quien tenían enfrente, otra persona se coloco detrás del rubio y lo inmovilizo de inmediato, el peli rojo se tenso más al ver como su compañero había sido capturado, aunque conociéndolo, no tenía que preocuparse tanto.
- Oh Diz, no seas tan rudo con nuestro huésped.- Dijo Xehanort, claramente feliz por como estaban saliendo sus planes, pero no se esperaba que la fuerza de Cloud incrementara por su rabia.
El rubio, de un tirón inesperado, se soltó fácilmente de su opresor, para después darle un fuerte golpe en la mejilla y hacer que terminara tirado en el suelo. Cloud, al escuchar el nombre de aquel sujeto, simplemente no pudo seguir reprimiendo todo su enojo.
- Maldito, porque persiguen a Roxas?! – Dijo mientras lo seguía golpeando.
- Vamos, no tenemos permitido matarlos, lo captas? – Dijo Axel, con su tono divertido de siempre, que inesperadamente cambio a uno totalmente serio. – Aunque de verdad que quisiera hacerlo.
Al ver que Cloud no tenía ningún problema, el peli rojo saco una pistola, la cual siempre cargaba en algún lugar entre su ropa, totalmente invisible a quien lo viera, y apunto a donde estaba Xehanort, quien no había perdido su tétrica sonrisa, pero que ciertamente estaba comenzando a dudar.
- Ríndete. Eres el único que queda, Xemnas también a sido arrestado.- Dijo Cloud, poniéndole unas esposas al sujeto llamado Diz, quien parecía que estaba a punto de desmayarse, definitivamente no era bueno tener a Cloud como enemigo.
- Ese estúpido hijo.- Dijo Xehanort en un susurro, antes de volver a encarar a los detectives, mostro una nueva sonrisa, una sonrisa que sin duda significaba que algo tramaba.
Y no se equivocaron, pues de la nada Xehanort arrojo una pequeña navaja en dirección al peli rojo. Axel la vio venir, pero su reacción fue algo lenta, por lo cual el filo de la navaja termino hiriéndole uno de sus brazos.
- Aun no puedo ser atrapado.- Dijo, antes de salir corriendo, mientras que Cloud se acercaba a revisar la herida de su compañero.
- Llama a la policía.- Le dijo Axel, frunciendo el ceño, justo para después salir corriendo por el mismo camino que había tomado Xehanort.- No permitiré que se escape.
- Axel, espera! Maldición! – Gritó Cloud, pues para cuando intento detenerlo, el peli rojo ya se había perdido entre la oscuridad de aquella bodega. Por pura frustración termino pateando a Diz, que era lo más cercano que tenía, haciendo que soltara un quejido.
Sabía que Axel siempre era así, actuaba imprudentemente o a veces se lo tomaba todo muy a la ligera, ya debía de haberse acostumbrado a ello, pero cada vez que actuaba de esa manera simplemente no podía evitar enojarse con su idiota compañero.
Llamo a la policía y espero fuera de la bodega hasta que llegaran, con Diz a un lado de él, aun esposado.
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Mientras que por otro lado, Axel perseguía a Xehanort. La herida había comenzado a darle punzadas de dolor, pero no permitiría que aquello lo detuviera, no podía dejar que Xehanort escapara, era su trabajo el atraparlo y terminar con eso de un vez por todas.
- Maldición, porque es tan escurridizo? - Se dijo a si mismo después de andar persiguiendo a Xehanort durante un buen rato en los cuales estuvo a pinto de atraparlo, pero este volvía a escapar.
Aquello lo estaba comenzando a desesperar, quería atrapar al tipo, golpearlo un poquito y después entregarlo a los policías, quienes lo meterían a la cárcel y ahí estaría durante un largo, largo tiempo. Cuando esa sencilla idea paso por su cabeza, le hiso sonreír.
Pero no era momento de pensar en eso, pues si quería que se llegara a cumplir, primero tendría que atraparlo. Y lo atraparía, aun si su brazo seguía doliéndole y sangrando.
Axel vio como Xehanort entraba en un callejón completamente oscuro. Era cierto que fue poco el tiempo que vivó en aquella ciudad, pero si bien recordaba, aquel callejón conducía a un camino sin salida, genial, lo atraparía ahí mismo, así que se apresuró.
- Aquí se termina todo, Xehanort. Ríndete ya! – Dijo Axel en cuanto dio vuelta para entrar en el callejón, volvió a sacar su pistola mientras apuntaba a quien tenía en frente y se acercó a él lentamente.
-…- No dijo nada, solo miró al peli rojo con una mirada llena de frustración, rabia, enojo, odio y mucho más.
Por algún motivo, Xehanort se negaba a rendirse, lo que causo que Axel comenzara a preguntarse cual era la razón que lo llevo a hacer todo aquello, porque simplemente no lo dejaba y ya? Que era tan importante para actuar de esa manera?
Distraerse en ese momento no fue una buena idea, para cuando regreso a sus cinco sentidos, observo como Xehanort echaba a correr directo hacía él, pero esta vez no se dejaría, esta vez el peli rojo si reacciono más rápido. Se hiso a un lado justo cuando el otro pasaba a su lado, lo tomo por el brazo y lo inmovilizo.
- Te lo dije, todo acabo, lo captas? – Dijo Axel, mientras lo esposaba y un pensamiento cruzaba por su cabeza. Sonrió malvadamente para después soltarle un repentino golpe en la cara a Xehanort.- Eso es por todos los problemas que nos has causado.
- Veo que no tienes problemas.- El peli rojo levanto la cabeza y observo a Cloud en la entrada del callejón, respirando agitadamente. Se sorprendió de verlo ahí, abrió la boca para preguntar algo, pero tanto lo sorprendió la repentina aparición del rubio que no pudo hacerlo.- Ya, antes de perseguirte espere a la policía, ya se han llevado a Diz, solo queda este.
Cloud, que ahora respiraba más tranquilamente, comenzó a acercarse a donde Axel estaba reteniendo a Xehanort, se paro frente a ambos y, igual de inesperadamente que el peli rojo, le soltó otro golpe en la cara.
- Y eso va por mi cuenta.- El rubio también tenía una mirada aterradora en esos momentos, pues estaba demasiado enojado.
Al final, ni Diz ni Xehanort habían querido contar lo que tramaban con haber hecho lo que hicieron, pero en realidad poco les importaba, el trabajo para el que los habían contratado solo consistía en atraparlos, ya después averiguarían la razón preguntándole a Terra.
- Muy bien, vámonos Axel.- Dijo Cloud una vez que la patrulla se hubo llevado a Xehanort, paró a un taxi y le indico que los llevara al Hospital General “Kingdom Hearts”