Cap. 7 – An Unexpected Encounter.
– ¿…hermano? – No podía creerlo; era imposible que yo tuviese un hermano.
– Si, lamento haber tardado tanto en venir pero… – Se le veía nervioso.
– ¡Espera! Que recuerde yo nunca tuve...un hermano. – Mis palabras lo sorprendieron, aunque poco se mostraba en su expresión; buscó algo entre su ropa y me entregó una carta.
– Veo que nunca te lo dijeron. Toma. – Agarré la carta con ambas manos, se veía demasiado vieja y mis manos temblaron al momento de comenzar a abrirla; tenía escrito lo siguiente:
“Cloud sé que esto te será incomprensible e inesperado pero necesito que lo sepas.
Amé profundamente a tu madre por lo que su muerte me dejó una gran herida imposible de sanar, creí que no volvería a amar a nadie como a ella sin embargo llegué a conocer a Aqua, una mujer maravillosa. Ahora estamos felizmente casados, no obstante eso tú ya lo sabes; de lo que quiero hablarte es de Roxas, tu lindo hermano.
Quizá ahora te estés preguntando el por qué no te lo conté antes; tenía miedo de que no se aceptaran y dejé pasar demasiado tiempo. Él ahora tiene 11 años y aún no se lo he dicho, pensé en hacerlo hoy mismo así que espero que ambos lo comprendan. Quisiera que vinieras a conocerlo, ustedes dos en realidad son bastante parecidos, igual de callados pero adorables; me gustaría que se llevaran tan bien sin importar nada pues a pesar de todo son hermanos.
Una última cosa, ¡Feliz cumpleaños 16! ¿Te encuentras bien viviendo ahí? ¿Te alimentas correctamente? Sigo sin comprender tu razón para vivir en un internado, en realidad me duele bastante no ser capaz de verte crecer pero está bien, acepté la decisión que tomaste y espero que estés feliz.
Recuerda que te quiero mucho, Cloud.
* Ventus * ”
Terminé de leerla con lágrimas desbordándose por mis mejillas, ¿por qué nunca me lo había dicho? Tenía la vista borrosa, apenas si era capaz de leer con claridad, pero busqué la fecha en que aquella carta de mi padre fue escrita; un gemido de dolor se ahogo en mi garganta al ver que era del día en que mis padres fallecieron.
Apretujé el viejo papel entre mis manos con una fuerza innecesaria mientras las lágrimas en mis mejillas aumentaban. Cloud intentó calmarme con una mano acariciando de manera dudosa mi cabello y la otra estrechándome en un medio abrazo; agradecí si gesto pues en verdad eso me tranquilizo algo.
– Esta carta la recibí el día del accidente cuando los médicos y la policía acudieron al lugar del accidente. – Su voz estaba llena de tristeza. – Es por eso que nunca tuve la oportunidad de conocerte. – Ahora sí que se le quebró la voz; dudaba un poco pero al final yo también lo abrace. – Te busqué durante todo este tiempo haciéndote esperar tú solo… –
– No estaba solo. – Dije en un vago intento de parar mis lágrimas; fue imposible. – Tenía al tío Terra. –
– Si, lo recuerdo. No sólo hermanos también eran mejores amigos. – Hiso una larga pausa en la que yo no pude evitar mirarlo confuso. – Dime, Roxas, ¿qué dirías de venir a vivir conmigo? –
– ¡¿EH?! – Su pregunta me había agarrado de bajada; no es como si no me gustara la idea, de hecho podría ser interesante convivir más con Cloud, pero no es como si pudiera dejar la escuela tan fácilmente o como si pudiera irme con él sin más de la noche a la mañana. Además, estaba Sora…
– No planeo que sea de inmediato, sé que sería difícil para ambos. – Lo miré; él sonreía un poco. Al parecer se había dado cuenta de mi debate interno. – Esperaré hasta que acabes tus estudio, pero por favor… No quiero tener que dejarte solo de nuevo. –
– Lo entiendo, pero… – No pude terminar de hablar ya que unos inesperados pasos hicieron eco a mí espalda.
– ¿Ha? –
== Narrado por Sora ==
– ¿Roxas? – Susurré llamándolo; había despertado con pereza y al no ser consciente del calor de Roxas a mí lado me levanté alarmado.
Al salir de la habitación escuche unas voces extrañamente familiares; la inolvidable voz de mi novio. Con curiosidad caminé sigilosamente por el pequeño pasillo que daba directamente a la sala, esperaba no interrumpir ninguna conversación importante que se estuviera desarrollando ahí; estuve a punto de volver a llamarlo pero escuche algo que me preocupó un poco.
–…pero por favor… No quiero tener que dejarte solo de nuevo. –
– ¿Ha? – Involuntariamente lo dije alto al reconocer la voz.
Claro que los tres chicos ahí presentes me escucharon y me miraron con curiosidad. ¿Qué hacían esos dos ahí? ¡Maldición! Seguro vienen por aquello y yo ni siquiera he comenzado, es más apenas hace unas horas lo había recordado de nuevo. ¿Me castigarán? Qué digo, ¡fijo me matan!
– ¿Sora, no estabas dormido? – Su voz se escuchó lejana y con un tono de preocupación impregnándola; no fue intencional el ignorarlo en ese instante pero no podía dejar de mirar a las dos personas que me miraban desafiantes y expectantes, quizá también preguntándose qué diantres hacía yo en casa de mi rubio.
– Axel, Cloud. – Dije serio haciendo una pausa. – ¡Qué sorpresa! ¿Qué los trae por aquí? – Intenté sonar casual y sobre todo calmado. (N.A: Claro, sólo quieres ir y esconderte lo más pronto posible xD).
– Ah, no mucho. Sólo estábamos de paso y… – Decía el peli rojo sonriente; me daba mala espina. – Déjalo, sabes perfectamente a que hemos venido y tal parece que no has cumplido con tú trabajo. – Sabía que me reñiría; escuche la sorpresa de Roxas a mí lado y lo miré de reojo.
– ¡Ni se te ocurra ser irresponsable ahora! Este trabajo es importante, si no lo realizas pondrás en peligro a… – Su mirada se perdió fija en alguien a mi lado, pero se interrumpió bruscamente al darse cuenta que estaba diciendo más de lo que debería. – Cumple con tú tarea. –
– ¿Podría alguno ya decirme lo que ocurre? – Preguntó el rubio menor ya algo exasperado; quizá había notado esa significativa mirada que Cloud le dedicó. Me miró al ver que los mayores no tenían intenciones de hablar. – Sora, ¿cómo es qué conoces a mi hermano y a Axel? –
– ¿Qué? ¿Hermano? ¿Quién? – Roxas miró fijo a Cloud y él en respuesta levanto la mano como diciendo “presente” en el pase de lista del colegio. No me lo podía creer; y entonces me di cuenta de algo más. – ¡Espera! ¿Conoces a Axel? ¡¿Y Cloud es tú hermano?! –
Roxas sólo asintió. Entiendo que era muy probable que ni siquiera el mismo supiera que tuviera un hermano en alguna parte de este basto mundo y esa fuese la razón de no habérmelo dicho antes, pero ¿por qué nunca me dijo sobre Axel? Se veía de lejos que se habían conocido de antes y que tenían, o tuvieron, una estrecha relación; se notaba porque mi rubio me desviaba la mirada, parecía avergonzado e irritado de encontrarse con el peli rojo.
– Rox, ¿será acaso que no le has dicho nada sobre mí? – Dijo sonriéndole a mí rubio; ¿por qué rayos lo llama Rox? – Hay que ver, Roxas y yo hace tiempo fuimos… –
– ¡Cállate, no lo digas! – Gritó un molesto Roxas con los puños crispados; eso sólo me daba que pensar.
– ¿Mejores amigos? – Terminó de decir Axel con tres miradas celestes observándolo con enojo. Ambos intentaban ocultar algo de un pasado que había compartido juntos y mi mente únicamente era capaz de pensar en lo que posiblemente había sido ese “pasado”.
– No me lo creo. – Susurré mientras posaba mi vista en los orbes de mi novio, pero estos sólo escaparon. Se veía a punto de romper en llanto si seguíamos por ese camino; sus mejillas sonrojadas y sus reacciones sin más confirmaban mis sospechas.
¡Tonterías! No soporté seguir siendo parte de aquello y salí corriendo como si mi vida se fuera en ello. Grite un “Te odio” que no tenía intenciones de haber dicho nunca, menos a él, y que ya me estaba dañando en lo más profundo; corrí, sentía frío, mis piernas estaban desnudas, no traía calzado pero no me detuve. Ni siquiera paré cuando una fina lluvia comenzó a caer sobre mí…
== Narrado por Roxas ==
– ¡Qué buena la has hecho! Siempre lo lías todo. – Le grité al idiota de cabellos rojizos como si eso pudiera resolverlo todo.
– ¿Cómo esperabas qué supiera que reaccionaría así? – Intentó excusarse con esas absurdas palabras.
– Era visible hasta para un ciego. – Dijo Cloud con el ceño fruncido y recargado sobre la pared con los brazos firmemente cruzados sobre su pecho.
– Pero qué dices, ¡Cloud! – Dijo en alto mientras poco a poco se acercaba a donde estaba mi hermano, lo sostuvo por los hombros y lo miró fijo con seriedad. – Era imposible, ¿lo captas? –
– ¿Te has fijado en cómo van vestidos? – Lo dijo en un susurro, pero los miraba tan expectante que fui capaz de escucharlo. ¿Se habría dado cuenta tan rápido de que Sora y yo…?
Por otra parte, el idiota pareció al fin comprender las palabras de Cloud y sus facciones se tornaron en una mueca de sorpresa, su mirada me repaso de arriba abajo; yo aún iba sólo con los pantalones del pijama y Sora traía simplemente la camisa negra del mismo pijama, me sonrojé ante su mirada. Ninguno decía nada.
Había llamado a mi castaño a su celular y a su casa pero nadie respondía. ¿No había regresado o solo no quería contestarme? ¿Dónde estás Sora? Esperaba que no se le hubiera ocurrido quedarse deambulando por las calles con la lluvia que se había soltado. Lo pensé unos segundos y me di cuenta de que, siendo Sora, eso era posible.
Axel pedía disculpas muy vagas, tenía unas enormes ganas de golpearlo en aquel momento, de hacer ver todo el enojo y el dolor que me venía guardando dentro desde hace mucho y del cual él era el maldito culpable. Pero a pesar de todo, Sora era más importante en ese momento así que salí veloz a buscarlo…
– Sé que hemos interrumpido algo aquí. – Empezó a decirme Cloud deteniéndome justo en la puerta; me ruboricé. – Necesito hablar contigo, no te detendré, sólo te aviso que seguiremos aquí cuando vuelvas. –
– Está bien, sin embargo al volver querré respuestas sobre cómo es que los tres se conocen. – Dije firme ya con un pie casi fuera de mi casa.
– Verás… –
CONTINUARA…