“I'm just a fool”
SasuNaru/MadaNaru/KakaNaru
I’m just a Holy Fool, oh baby he’s so cruel
But I’m still in love with Judas, baby
I’m just a Holy Fool, oh baby he’s so cruel
But I’m still in love with Judas, baby
“Lady GaGa – Judas”
Sus piernas temblaban por las emociones que estaba sintiendo; sus ojos azules miraban aun horrorizado todo aquel panorama de muerte y destrucción ante él, fue vencido por la desolación dejándose caer sobre sus rodillas.
-¿Es hermoso, no?-
Ni siquiera se giró, estaba más concentrado en aquellos cientos de cuerpos mutilados en el campo de batalla, aunque su cuerpo sintió algo de repulsión al sentir esa mano tocar su cuello descendiendo por su espalda, en un intento de caricia.
-Vamos Naruto…aun hay una oportunidad de detener esto-
Lentamente giró su cabeza para clavarse en esos ojos que eran la misma oscuridad; sus labios intentaron decir algo pero fue acallado por un par de dedos que los presionaron suavemente, ambos se miraron fijamente, como cuando eran unos niños, cuando se dieron su primer beso…como si ayer habían fundido sus cuerpos en uno solo…
-Nunca pude destruir nuestro lazo Naruto…no lo hagas tú-
Esa voz le hipnotizaba lo atrapaba en un remolino de confusión, y su corazón palpito emocionado, ¿acaso le estaba diciendo que un lo amaba? ¿Cómo antes? ¿Cómo cuando eran felices?
-Sasuke…yo…-
-¡Naruto!-
Se giro saliendo de aquel trance, por inercia salto hacia atrás separándose del pelinegro que no mostro emoción alguna al ver quien osaba interrumpir su conversación, pero mostro cierta molestia al ver como el rubio era abrazado mas allá de una simple preocupación.
-Kakashi…sensei…-
-Todo estará bien Naruto…-
Los tres sintieron presencias conocidas, por lo que el pelinegro solo se dio la media vuelta, no sin antes murmurar algo que dejo a los otros dos con emociones encontradas, marchándose rápidamente.
“Tú decides”
Kakashi simplemente aferró mas ese cuerpo a su pecho, deseando poder transmitirle sus sentimientos y confianza, pero al parecer era demasiado tarde.
Naruto ya sabía qué hacer.
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Caminaba lejos del campo de batalla, aún tenía presente todo lo ocurrido en esta tarde, se fingió inconsciente todo el tiempo, pero escuchando lo que sucedía a su alrededor, se sentía sucio.
-Traidor…soy un traidor-
¿Qué se podía hacer por amor?
Lo que él hacía en esos momentos. Se sentía tan poca cosa, traidor a sus creencias, a sus amigos, a su maestro…a sus padres. Miró el cielo, la luna aun lucia su luz iluminándolo todo, sus pasos era lo único que se escuchaba por ese bosque, y lo hizo ponerse en alerta, sin pensarlo tomo un Kunai lazándolo en su dirección escuchando el sonido sordo de estrellarse contra un árbol.
-No pensé en este recibimiento…Kyuubi-
-Ni yo verte de nuevo…”Tobi”-
El enmascarado apareció a unos pasos del Uzumaki, sin embargo no se movió ni un ápice, no le tenía miedo pero tampoco confianza, era una tensión que podía sentirse, aunque solo la risa del mayor le dio un poco de sorpresa.
-Al parecer, ya has elegido…no pensé que lo amaras tanto…-
-Pongo mi vida en sus manos-
Sus ojos azules miraron directamente a ese Sharingan que lo miraba de una manera que no le parecía algo normal; camino lentamente hasta pasar a un lado, solo que no espero que el otro lo tomase del brazo girándolo bruscamente.
-¿Por qué estas tan seguro de que no te matare?-
-No lo harías-
Naruto tenía confianza, Sasuke le había informado bien y al parecer estaba en lo correcto, se soltó de manera brusca siguiendo su camino, poco a poco la culpabilidad llenaba su mente, pero, ni siquiera le importo vender su alma, solo quería estar al lado del Uchiha, solo eso pedía.
-¿Has abandonado todo lo que una vez soñaste o quisiste por Sasuke? ¿O simplemente es una trampa bien elaborada por ti?-
-Hace años perdí lo que más quería, ahora, lo estoy recuperando-
Madara sonrió.
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-¡Kakashi sensei! ¡Ese…eso!-
Sakura entró rápidamente a la tienda de campaña para buscar a su primer maestro, pero lo único que encontró fue a ese hombre derrumbado en una silla, mirando a la nada, dejando libres lagrimas recorrer su rostro descubierto.
-Kakashi…-
-Todo está perdido, lo sabes…lo sabemos…-
La peli rosa apretó sus puños de manera desesperada, salió rápidamente yendo al campo de batalla, quería morir, ver lo que quedaba de un gran Jounnin en lo que se había convertido, le daba deseos de ser tomada por la muerte, ya no le quedaba nada ni nadie.
Ni Sasuke ni Naruto ni Kakashi.
Sola, sola estaba.
Fue directamente con sus amigos quienes la miraron con tristeza, todos sabían lo que pasaba, pero ninguno decía nada.
-¡Es grave! ¡Han capturado a Killer Bee!-
Hinata ahogó una exclamación llevando sus manos a su pecho; todos desviaron sus miradas esperando lo peor, unos gritos atrajeron su atención…
-La…luna…está…-
Todos estaban atónitos. ¿Cómo la guerra había dado ese cambio tan drástico?
-Naruto…-
Ella comenzó a llorar, apretando sus dientes, para que pronto un gran Jutsu cubrir la tierra.
-¿¡Por que lo hiciste!?-
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Abrió sus ojos sintiendo su respiración agitada, las lágrimas resbalaban por sus mejillas pero, una mano comenzó a limpiarlas, sus dedos temblorosos la tomaron para cubrir la mitad de su rostro, cerró sus ojos por que podía escuchar los gritos, la desesperación, la agonía de caer como en un profundo sueño, y que él había sido el culpable.
“Ellos mismos buscaron su perdición”
Le dijo Madara cuando extrajo su Bijuu y le dejo con vida. Inmediatamente se refugió en los brazos de Sasuke, quien en silencio le reconforto, habían pasado un par de horas, y aun el malestar estaba con él.
-Naruto…-
Esos labios apresaron los suyos, dándole una sensación de calor, rodeo ese cuello con fuerza, atrayéndolo, acariciándolo, dejándose llevar hasta una pequeña cama en esa habitación, queriendo olvidar todo, de todos, que solo estaban ellos dos, un mundo ajeno.
-Te amo Sasuke…-
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Miraba todo complacido, había salido todo a la perfección, se había deshecho de Kabuto, solo Zetsu estaba a su servicio, y el gobernando al mundo de ahora en adelante. Sonrió de manera confiada, quitándose la máscara dejando ver su rostro como hace ochenta años, recupero su verdadero cuerpo, ya nadie podría derrotarlo.
-Poco a poco serás mío Naruto…-
El rojo de la luna iluminaba absolutamente todo, no había ni un solo rincón que no estuviese bajo su dominio, solo el corazón del hijo del cuarto Hokage estaba lejos, muy lejos, pero de eso, se encargaba él.
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Naruto abrió sus ojos sintiendo que era sujetado de su cintura por un abrazo posesivo, se giró lentamente recordando a todos sus amigos… ¿Le odiaron? ¿Comprendieron? ¿Maldijeron?
-Lo siento…-
Murmuro, aun lamentando no haber podido corresponder los sentimientos de su maestro, aun podía ver esos ojos, sentir esos labios que le pedían un beso que él no podía darle, de la tristeza que le transmitía.
-Soy un tonto enamorado-
Apretó las sabanas con sus manos, ya no había vuelta atrás, les había fallado pero no se sentía mal por eso, solo, el solo quería ser feliz.
-A todos…perdónenme-
Se dio la vuelta para ser él quien ahora abrazaba a su amante, pues andarían los dos por la oscuridad, tomados de las manos, esperando su final, pero no le importaba, eran como reyes sin corona, cayendo más y más profundo.
Un par de traidores amándose, el traidor a lo que más quería, a su villa, a su gente, y no se arrepentía.
-Estoy aferrado a él…-
Desde siempre lo he estado.
FIN