tienes miedo?-
La voz de semei es serena y tranquila. Desdeñosamente se despierta para encontrar al mayor mirándolo fijamente, con expresión “blanca” como él suele decir de esa cara en particular, que no es inexpresiva pero tampoco deja una idea de lo que el mayor pueda pensar.
El sofá es cálido y cómodo, apoyado contra el hombro de su hermano le parece un puesto en las nubes, la idea le hace sonreír.
Como siempre.
-porque habría de tener miedo seimei- el niño pronuncia el nombre con cuidado estudiado como si fuera algo muy importante que no se pudiera dar el lujo de errar. El adolescente puede sonreírle de vuelta, dicen que seimei no es su verdadero nombre pero cuando ritsuka lo dice es el único que desea tener.
No Beloved porque eso sería ser el enemigo de ritsuka, odia ese nombre pero entonces se recuerda que debe calmarse ante el pequeño, respira y sonríe y luego lo odia un poco más.
-bueno la película no era tan aterradora…- el niño observa la pantalla frente a ellos donde los títulos finales pasan con rapidez.- o puede que sea que ritsuka es un niño muy valiente…- el mayor sonríe pero la expresión no convence a ninguno, ritsuka se aprieta el pecho levemente casi inconscientemente.
“estas asustado…lo sé”
-soy valiente…lo soy.- le mira a los ojos violetas, los observa vacilar.
“tienes motivos para estarlo, ambos los sabemos”
Seimei le besa la mejilla pálida y se levanta para quitar la película, el chico en el sofá se recuesta con el corazón saltando quedamente en su pecho.
-esa película no daba nada de miedo hermano- es una afirmación forzada, como intentar borrar la leve sensación de peligro.
-no, ella no lo daba…- la voz es oscura y fría pero antes de tener tiempo para decir algo al respecto seimei se gira con una sonrisa tierna en los labios, con unos ojos que derraman cariño.-dormimos juntos hoy, ritsuka?- el nombrado olvida la sensación al oír su nombre.
Su madre dice que él no es ritsuka y la mayor parte del tiempo eso no le molesta, pero cuando seimei le llama por ese nombre siente que en verdad le pertenece, está dispuesto a todo porque sea solo suyo.
“nos estamos balanceando en una cuerda floja”
-claro, me encantaría!- el chico se contenta, el peligro paso.
“estamos jugando a algo peligroso, pero aun así soy incapaz de detenerme”
Cuando ritsuka se siente jalado por la inconsciencia no puede evitar temer, evitar ponerse a la defensiva, los ojos de seimei son grandes y hermosos, le miran fijamente mientras la vista se le empieza a nublar su mirada es intensa, ritsuka piensa en decir algo pero después olvida que. Su hermano sonríe levemente inclinándose todavía más sobre su cuerpo adormecido.
-lo notas verdad- el cabello hecho rizos le acaricia las mejillas mientras los labios suaves y ajenos se posan sobre un parpado caído, el roce le parece raro al igual que la voz aterciopelada que le hace temblar-pero estas a salvo, ambos lo estamos- los ojos se le opacan y todo se vuelve negro y denso como la sensación húmeda y cálida sobre los labios.
-tienes miedo ritsuka?-
La idea de estar sobre una nube cada vez que esta con su hermano logra mutar, en ese preciso momento se siente más como estar acostado bajo el mar, pesado y agotador, sin respirar ni salir.
“sí, tengo miedo hermano”
A la mañana siguiente todo sigue en su lugar, semei es cariñoso y atento, su voz es dulce y clara que burla el matiz terso y escalofriante que ritsuka recuerda vagamente de la peor pesadilla que tuviera en meses, caminar de la mano de seimei es como siempre con la seguridad y protección de su hermano.
Es feliz…lo es con todo el corazón.
El miedo es un instinto primario que usualmente logra callar en su mente infantil, la idea demente del sentirse acechado casi nunca es notada, aun que a veces se descubre a sí mismo con el corazón desesperado y los nervios despiertos.
-seimei puedo dormir contigo esta noche?-
-claro, prometo cuidarte….-
Ritsuka se acurruca lo mas pegado posible a él, le corresponde el abrazo exigentemente. Posesivo.
-no tienes de que temer ritsuka…-
“….no por ahora”