Christian Cross bajó del auto deportivo rojo de su hermano mayor de un salto, tan ansioso y alegre como nervioso por su primer día de clases. Apenas bajó, admiró el enorme campus que tenía enfrente. Chris amplió aún más la sonrisa que tenía desde el principio: la academia North era en serio tan hermosa como siempre le habían dicho.
-bueno, ¿me vas a ayudar o que, Chris?- preguntó su hermano mayor, Jasón, desde el deportivo rojo mientras bajaba pesadas maletas del portaequipaje.
-ha, si, perdón…- se le aproximó Chris.
-¿Qué te parece?- preguntó Jasón en tanto bajaban la última maleta entre los dos.
-¡asombrosa!- le respondió el pelinegro con sinceridad- ¡no puedo creer que vaya a vivir aquí por los próximos tres años!
Jasón esbozó una pequeña sonrisa, “qué bueno que te guste” le podría haber dicho, pero su ego y actitud de hermano rudo que había mostrado frente a Chris desde que este cumplió tres años se lo impedían. Al terminar de bajar el equipaje, Jasón entrecruzó sus brazos y miró la academia de derecha a izquierda con cierto desdén.
-pues si…- dijo con menos de la mitad del entusiasmo de Chris- la escuela esta bien, supongo… aunque…
Chris lo volteo a ver.
-¿Qué?
-es que todavía no me termino de convencer…- Jasón se recargó en el deportivo rojo.
-¿Por qué?
-bueno, tu sabes…- el chico habló tratando de aparentar desinterés.- vas a vivir aquí, tu solo, alejado de mi, un enano rodeado de chicos más grandes y fuertes, con apenas quince años de vida… vas a parecer carne fresca o algo así…
Chris frunció el ceño extrañado.
-¿estas…- dijo sin creérselo- … preocupado por mí, Jasón?
Entonces su hermano lo tomó por el cuello y empezó a frotar fuertemente sus nudillos sobre la cabeza de Chris.
-¿¡pero qué dices, hermanito?!- bromeó bruscamente- ¿¡porque habría de estar preocupado por un cerebrito sábelo-todo como tú, he?!
-jajá, ya, Jasón.- aunque adolorido, Chris también sonreía de buena gana mientras Jasón le aplicaba esa llave de cabeza.- ¡no soy ningún cerebrito!
Era la primera vez que el pelinegro reía cuando Jasón hacia eso, porque sabía que iba a pasar mucho tiempo antes de que lo volviera a hacer.
-si claro…- Jasón le soltó.-… pero de todas maneras, cuídate ¿quieres?- le dijo adoptando un tono más serio.
-no te preocupes…- Chris le sonrió.
Ambos se miraron por un momento, un abrazo hubiera estado bien, pero Jasón no se iba a ablandar tanto en un solo día, así que entró a su auto antes de que no se pudiera controlar.
-bueno, entonces ya me voy, si sabes dónde está tu cuarto ¿verdad?
Chris asintió con la cabeza.
-Está bien…- Jasón se puso sus lentes de sol y arrancó el motor.- ha, otra cosa…- dijo volteando hacia Chris.-… no te enamores de un chico ¿ok?- bromeo.
Chris rió.
-no te preocupes…
Y así, sin más, Jasón dio vuelta al volante y se fue dejando solo a su hermanito de quince años por primera vez en un internado. Los nervios y el miedo le comían por dentro, porque en verdad lo amaba, pero desde que sus padres le habían pedido hacerse cargo de él y ya nunca volvieron, tenía que permanecer firme, fuerte, sin caer en sentimentalismos.
Chris siguió el auto con la mirada hasta que fue imposible ya verle y suspiró. Dio media vuelta para ver de nuevo el campus, le parecía más un lugar enorme y misterioso ahora que ya estaba “por su cuenta”… en primer lugar, recordó la pregunta que Jasón le había hecho antes de irse: “sabes dónde está tu cuarto ¿verdad?”. Chris había asentido afirmativamente por instinto, sin pensarlo muy bien, por la emoción, quizás… pero la verdad era, por más vergonzoso que fuera, que no sabía a donde ir. Si, tenía el nombre de su edificio (edificio Blue) y el número de su habitación (habitación 104), pero… ¿¡donde quedaba esa dirección?!, estaba solo en la entrada, ni siquiera había cruzado la reja, no tena ningún conocido adentro ni deseos de hablarle a alguien para saludarlo con un “¿sabes dónde queda el edificio blue?” o algo así, Chris era un poco tímido…
Pero bueno, ya estaba ahí, así que se lamió los labios, tragó saliva y camino adentro, jalando sus dos maletas tras de sí… el exterior de la academia era asombrosa, pero adentro, en los pasillos, lo era aún más. Tan colorida, sofisticada y fresca, como sacada de una película para adolescentes. Chris iba caminando mientras miraba a los lados para apreciar mejor todo cuando de pronto se topó de frente con otro chico.
-ay, perdón…- se disculpó. El chico era más alto que el, de cabello negro cobalto y ojos azules tras unos anteojos cuadriculados.- estaba algo distraído…
-¡fíjate por donde andas!- dijo el moreno con enojo ignorando la disculpa.
-perdona, fue un accidente…- Chris borró la sonrisa de su cara.
-¿y crees que con una simple disculpa se arregla todo?
-acaso… ¿no es asi?…- era increíble que alguien hiciera tanto drama por tan solo un tropezón, aun mas, era increíble que, a pocos minutos de haber entrado, Chris ya estuviera metido en problemas…
-¿eres nuevo verdad?- ojos azules aun parecía molesto cuando le preguntó.
-si…
-bien, entonces todavía no sabes quien soy yo …
-¿Quién eres tu?
Ojos azules se cruzó de brazos y subió la barbilla, denotando superioridad.
-mi nombre es Dilan Numb y soy el hijo del presidente de la ciudad… si alguien se mete conmigo- se encogio de hombros- lo suspenden una semana.
-p-pero yo no me meti contigo… ¿Por qué se tiene que hacer eso, ademas?- preguntó Chris perplejo.
-¡pues porque soy superior a ti, y por mucho! ¡y si yo digo que te metiste conmigo, entonces es la verdad!- el chico se lo dijo bruscamente.
-¿pero qué te…?
-¿Qué pasa aquí?- Chris no pudo terminar su pregunta, porque otra voz lo interrumpió. Ojos azules giró la cabeza por encima de sus hombros para ver a quien se atrevía a interrumpirlo y encontró a un joven, aun mas alto que el mismo, rubio y de ojos verdes que los miraba con desaprobación.- ¿y bien?
-Petter, este chico se atrevió a nublarme el paso y ahora se pone a discutir conmigo.- dijó ojos azules y le dedicó una mirada de odio a Chris, quien esperaba por ayuda.- ¡dile lo importante que soy yo y la autoridad que tengo aqui!
Petter suspiró y puso los ojos en blanco.
-Dilan, deja ya de causar problemas a los alumnos nuevos ¿quieres?- al parecer, él si le podía hablar como quisiera.
-¡pero Petter…!
-ya, Dilan… de seguro fue un simple accidente, ¿verdad?- miró a Chris.
-he, si… yo no quería causarte problemas… perdona…- repitió este. Dilan apretó los labios y lo miró con aun más odio que antes.
-que no se repita…- ordenó mientras lo examinaba de pies a cabeza.
-vuelve a tu habitación.- pidió Petter con un gesto de la mano. Aunque a regañadientes, y tras clavarle los ojos a Chris como clavos, Dilan accedió y se fue sin mirar a Chris ni una sola vez mas.
-no te preocupes…- le tranquilizó el rubio a Chris.-…él siempre es así, solo no te metas en su camino y estarás bien…
-pues muchas gracias…- contestó el pelinegro- pero, he, veo que tu si le puedes hablar… pues, “así”…
-ha, si, es que soy el prefecto de cuarto año.- le tendió una mano a Chris - Petter liar, para servirte.
-hola- Chris le tomó la mano.- Christian Cross.
-veo que eres nuevo.- dijo petter señalando con la mirada a las maletas de Chris.
-si… acabo de llegar esta tarde.
-¿aún no has encontrado tu habitación?
-mmm, no… es en el edificio blue, cuarto 104, pero aún no sé muy bien donde queda…
-ha, entonces yo te llevo.- Petter tomó sin permiso una de las maletas de Chris, dio media vuelta y empezó a caminar con Chris siguiéndole, un poco apenado por lo de la maleta. No era necesario, acababa de rescatarlo y no tenia porque molestarse…
Petter se detuvo luego de unos cuantos pasos y volteo hacia atrás.
-¿dijiste cuarto numero 104?- preguntó mirando al moreno.
-sí, ¿Por qué?
-… no… por nada…
Petter parecía una buena persona, de esas a las que vas corriendo apenas se te presenta un problema. No tenía ni una hora de conocerle y Chris ya lo tenía como una imagen de su hermano mayor, para cuidarle y protegerle, aunque claro, siendo el prefecto ese era su deber…
Llegaron hasta la puerta 104 del edificio blue. Chris, tras ver su interior, quedo más satisfecho de lo que esperaba. Sus expectativas estaban más por debajo. Sin embargo, por lo que exigían como pago mensual era de esperarse ¿no?
Petter tocó a la puerta del cuarto de inmediato y Chris suspiró nervioso. Ojala sus compañeros no fueran iguales a ese tal Dilan Numb…
-¿sí?- preguntó un chico más alto que Petter (¿acaso Chris era el único enano ahí?), de cabello quebrado color castaño rojizo que caía un poco sobre su frente y hermosos (y misteriosos, si acaso) ojos avellana.
-Nathan, te presento a Christian Cross, tu nuevo compañero de habitación…- dijo Petter señalando a Chris con el brazo. El pelinegro sonreía tímidamente. Nathan… ¿pudiera ser que él (al igual que todos los chicos que había conocido ese día--sí, hasta Dilan--) fueran modelos?... posiblemente…
*****
Pensaba que había entrado al paraíso. Al principio sus compañeros, Nathan de diecisiete años y Dani de quince, se portaron de maravilla con el, lo ayudaron a desempacar, le dijeron que cama le tocaba, hasta le habían dado permiso de usar uno de sus uniformes extra para llevar a clases al dia siguiente…
Realmente, chris pensaba que no podía pedir compañeros mas buenos y amables que ellos… o eso pensaba hasta que llego la noche…
Eran apenas las siete cuando Nathan saco su guitarra eléctrica y empezó a tocar. A Chris lo tomo por sorpresa y casi se cae de la cama al escuchar la primera nota, pero le resto importancia de inmediato… ni siquiera le sugirió a Nathan que tocara mas quedito porque, después de todo, el cuarto era de ambos…
Volvió a acomodarse en su cama como si nada, pero justo cuando se había acostumbrado al ruido, Dani entro al cuarto luego de bañarse, fue con paso brusco hasta Nathan y desenchufo el amplificador de la guitarra.
-oye!...- exclamo el castaño al verlo- ¡¿que crees que estas haciendo?!
-necesito estudiar para un importantísimo examen de calculo mañana y tu cochino ruidero no me dejara concentrar!- le respondio el sosteniendo la clavija en lo alto.
Dani era de la misma estatura que Chris, de cabello negro y ojos cafes oscuro, pero a pesar de no ser tan atractivo como Petter, Nathan o Dilan, seguía siendo muy guapo por mucho.
-ha… y quien se supone que te dio la autoridad para mandar en el cuarto?!
-nadie!, pero ya me canse que todas las noches sea lo mismo contigo!
-de que hablas?!, no ensayo todas las noches!
-no, pero entonces es peor porque vienes con tus amigotes a parrandear!
-no es cierto!- Nathan se fue contra el menor intentando quitarle el enchufe de las manos, pero este manoteaba enojado. Chris empezó a sentir que aquello se estaba poniendo mal, asi que intento entrometerse un poco.
-o-oigan, chicos, esperen- dijo levantándose y caminando a ellos.- se van a lastimar, esperen!
-tu no te metas!- voltearon a verlo ambos a la vez. Chris se quedo paralizado ante tal grito… o sea… ¿o sea que asi es como eran en realidad?... trato de dialogar con ellos dos, tres, cuatro veces mas, pero siempre que intervenia le gritaban.
Al final, luego de casi dos horas de fallidos intentos, decidio echarse a dormir, lo cual fue imposible gracias a la discusión de esos dos… la cual no ceso hasta luego de la media noche…
****
A la mañana siguiente ya quería volver a su casa… pero sabia que eso era imposible por dos razones: una, su colegiatura ya estaba pagada y tenia que aprovecharlo y dos: su hermano hiba a estar fuera del país por el resto del año… asi que tenia que aguantarse, al menos por ahora…
Termino por ir a clases con ropa de civil, luego de la discusión de la noche anterior no se atrevio a pedirle su uniforme prestado a ninguno de sus compañeros… asi mismo, no quería tener mucho que ver con ellos, asi que a la hora del receso, en la cafetería, decidio sentarse en una mesa sola.
Tomo un improvisado almuerzo en su bandeja, pues no sabia que debería tomar y fue a sentarse hasta aquella solitaria mesa del rincón… sin embargo, le nublo el paso una altiva figura conocida.
-hay, perdón…- se disculpo frenándose apenas antes de tirarse la comida encima.- no te…- pero se detuvo al ver que quien estaba en frente era Dilan, con dos enormes guaruras a sus espaldas.
-vaya, de nuevo te metes en mi camino!- exclamo como si no hubiera sido su culpa.- que descuidado eres, niño…
Chris trago saliva y recordó lo que el dia anterior le había dicho Petter “solo no te metas con el y estaras bien”
-perdon… prometo que tendre mas cuidado de ahora en adelante…- mascullo mientras trataba de abrirse paso.
-ja, eso espero- bufo el oji-azul- si no mis amigos tendrán que enseñarte a no meterte conmigo…
Detrás de el, los gorilas se tronaron los dedos sonrientes. El trio se acerco amenazante, pero antes de que le tocaran un pelo, aparecieron Nathan y Dani poniendo sus brazos alrededor del cuello de Chris.
-perdona Dilan, pero…- dijo Nathan.
-el esta con nosotros- completo chris.
-ha… los hermanos maravilla han llegado…- Dijo el moreno con desden.- que raro, no vi a las palomas revoloteando alrededor…
Hizo una mueca, solto aire y dio media vuelta.
-como sea, ya me voy… el solo verlos me da nauseas- ladro mientras se alejaba y sus amigos lo seguían por inercia.
-que tarado!- exclamo Nathan al verlo irse.
Chris se alejo de ellos y los miro de frente.
-ustedes… son hermanos?- pregunto extrañado.
-si, que no se nota?- contesto Chris con una sonrisa.
-pues… la verdad no…