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Destiny por Varoy

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Notas del fanfic:

Es el primero que hago espero les guste!!

Notas del capitulo:

La amistad y la confianza provocara pasiones al por mayor

Era una tarde apacible, el calor estaba tope y mi frustración nada tenia que ver aquel placido clima de junio. Tumbada en el sofá de la sala masajeaba mis sienes y tenía los ojos fuertemente cerrados, la muestra de más clara de mi frustración se personificaba en las siete bolas de papel que yacían regadas junto al cesto de basura.

 

No iba a acabar esa dedicatoria nunca, Shania me había suplicado a sabiendas de que no me gustaba escribir ese tipo de cosas, que le dedicara unas cuantas palabras en su pintoresco cuaderno, lleno de escritos de casi todos nuestros compañeros de generación a modo de conclusión de ese ciclo. Nuestro bachillerato llegaba a su fin.

 

Pero no hallaba el modo de que escribir ni como hacerlo. ¿Cómo iba a escribir algo sin que los sentimientos que tenia hacia ella salieran a flote? No, eso me estaba causando verdaderos problemas.

 

Me había enamorado de ella como tonta nada mas la vi, recordaba a la perfección aquella mañana llena de neblina baja y fría, estaba con Rubén mi mejor amigo sentada en uno de los escalones que daban a nuestro salón a la espera de que sonara el timbre para el inicio del penúltimo semestre, me abrasaba para que no temblara.

 

-Andrea deja de castañear los dientes no hace tanto frio- me decía mientras me miraba con sus profundos ojos grises.

 

-No tengo la culpa de ser tan friolenta- respondí evitando su mirada

 

-Bien entonces entremos al salón para que no te congeles.

 

Con la delicadeza que le distinguía me ayudo a ponerme de pie, subimos los pocos escalones que nos faltaban para entrar al aula y allí estaba ella obstruyendo el camino.

 

Una chica como de diecisiete, blanca como el alabastro, de mejillas ligeramente sonrosadas, de ojos grandes y claros, de pelo largo hasta la cintura, lacio, de figura esbelta pero proporcionada, de cara ovalada. 

 

Era amiga de Rubén se habían conocido en un curso de verano de años anteriores se llamaba Shania, era encantadora con todo el mundo y a mi me tenia turbada, comencé a tratarla como mi amiga y pronto nos convertimos en las mejores amigas y Rubén siempre estaba lado nuestro  y esto termino convertido en todo un lio.

 

Dos meses después de iniciado el semestre se organizo la fiesta de Halloween para recaudar fondos para nuestra graduación, ese día en especial no me sentía bien por dos razones odiaba las fiestas y era mi cumpleaños, nadie se había acordado del hecho y no planea hacer nada, así que con la noche ya cerrada me fui a sentar a una banca fuera del barullo que existía en el auditorio donde todos cantaban, reían, tomaban y bailaban.

 

Después de llorar un rato desoladamente Rubén vino a mi encuentro,  me regalo una hermosa rosa azul e intento besarme y no me quedo otro remedio que dejar en claro que no sentía amor por el sino por alguien más y como por arte de magia ella siempre tan llena de vida vino a buscarnos para que nos uniéramos a la fiesta.

 

-Andy, dame dos segundos con Rubén por favor- lo pedía con dulzura, como implorando tiempo para poder organizar una travesura, me puse de pie. Antes de que perdiera el hilo de mis pensamientos, como solía pasar cada que miraba sus ojos miel.

 

-Los veo adentro chicos- dije mientras acariciaba tiernamente la cintura de Shania y palmeaba el hombro de Rubén. 

 

Desfile por la oscuridad de los arboles y en lugar de entrar en el auditorio me escondí en las sombras para ver a Shania a mi gusto, adoraba su personalidad y casi del mismo modo adoraba su cuerpo y enfundada en el disfraz de gatúbela era imposible no hacerlo, sus curvas se distinguían a la perfección, la curva que había entre su estrecha cintura y su cadera era una de mis perdiciones  y no podía hilar más de dos ideas cuando veía su trasero y sus senos, todo voluminoso y firme. Lo que coronaba aquel escultural cuerpo era su cara de ángel y yo sabía que no solo era la cara, ella encarnaba a un ángel por su gentileza, su bondad y su ingenuidad.

 

Mi mente no alcanzaba a comprender como con tanta belleza no salía con nadie, nunca le había conocido un novio, pretendientes le conocía demasiados pero novio ni uno solo y en ese preciso instante vi como se colgaba en el cuello de Rubén y lo besaba, comprendí porque no se interesaba en nadie mas, no quería ver mas, así que di la vuelta y desaparecí; no quería estar en la fiesta, camine a casa no quedaba demasiado lejos y nadie se percataría de mi ausencia…

 

Pasaron los días incluso los meses seguí siendo fiel amiga de ambos Shania imploraba porque de algún modo Rubén la eligiera a ella, Rubén huía de ella y se aferraba a que algún día yo podría amarlo.  Nada de eso al paso de un año había sucedido, Shania cansada había dejado de tratar de conquistar a mi amigo y trataba de ser feliz sin pareja, ella esperaba al príncipe azul. Mi amigo seguía dándome detalles pero ninguno de los tres era capaz de hablar para poner en la mesa nuestro triangulo amoroso, aunque claro ellos no sospechaban el deseo ferviente que tenia por la persona de Shania.

 

-Andrea, cielo…- mamá me zarandeaba, no sabia a que hora mi recuerdo se había convertido en sueño- nena, Shania al teléfono.

 

-Oh, cielos, gracias ma.- decía con rapidez mientras tomaba el auricular

 

-¿Shania? ¿Cómo estas?

 

-Bien Andy ¿Cómo estas tu?

 

-En poco dormida la verdad.

 

-Oh cuanto lamento haberte despertado.

 

-No te preocupes, ¿en que puedo ayudarte?

 

-Veras Andy, mmm esta noche mis padres se van a un concierto a la capital y sinceramente no quiero ir, pero tampoco me quiero quedar sola, me preguntaba si tu….

 

-Oh mmm, ¿deseas que te acompañe en tu casa o prefieras venir a la mía? Bueno sucede que mis padres se van este fin de semana a la casa de mi abuela y como deseo quedarme  a estudiar para los exámenes finales pues me quedare sola… así que tú decides donde nos vemos.

 

Una sonrisa maliciosa y perversa se apodero de mi rostro.

 

-Prefiero moverme a la tuya, me gusta, es más acogedora y grande que la mía.

 

-Bien entonces por aquí te espero.

 

-Hasta al rato.

 

Si era astuta esa noche podía conseguir algo o todo.

 

Mis padres me sacaron de mis ensoñaciones para despedirse.

 

-Hija como ya veo que vendrá tu amiga tienen comida suficiente en el refrigerador para estos dos días, nosotros llegaremos el domingo por la tarde ok?- señalo mi madre

 

-Tienes dinero en el lugar de siempre, llámanos por cualquier cosa, cuídense mucho y pásenla bien, solo recuerda alcohol con moderación, no fiestas y a estudiar a ratos que por ese motivo te quedas ¿de acuerdo?

 

-Claro papá, no te preocupes.

 

-Bien adiós cielo.- y así se despidieron mis padres y mi pequeña hermanita de dos años

 

Bien, dije para mis adentros, Shania llegaría en un rato y contaba con el tiempo suficiente para hacer unas cuantas cosas que se me veían a la mente.

 

Corrí a mi habitación cambie mis sabanas habituales por unas más seductoras que le había visto a mama, eran de satín rojo, baje el cesto de ropa que debía lavar al día siguiente, sacudí aquí y arregle allá, cambie mi insulso pantalón de mezclilla y mi blusa por un coqueto vestido de razo negro. Recogí mi pelo, busque en lo mas profundo de mis cajones lencería diminuta y sensual, la había comprado tiempo atrás, sabia que algún día funcionaria, las ordene delicadamente en otro cajón, prendí incienso y espere a que el claxon del auto de los padres de Shania sonara. Mientras me miraba en el espejo no era una belleza; de metro sesenta, pálida, pelirroja de pelo y largo hasta media espalda, de ojos castaños, labios gruesos  esbelta pero de músculos fuertes, por la experiencia que tenia no llamaba la atención.

 

Después de un rato de verme detenidamente a los ojos para tomar valor, el sonido que esperaba me volvió en si, baje las escaleras despacio ya que los tacones de aguja no ayudaban mucho. Salí a su encuentro y note dos cosas: sus padres se despedían de mi con la mano y ella me veía entre desconcertada y admirada.

 

Entramos a la casa dejo las maletas sobre el sofá y después efusiva como era me abrazo y me agradeció.

 

-Me salvas de morir en soledad y de aburrimiento- me miraba de arriba abajo y decía- ¿Por qué tan elegante?

 

-Porque hoy es día de celebrar y pasarla en grande ¿no? Y de igual modo tu me salvas de tener que estudiar únicamente.- sonreía complacida.

 

-Noche de chicas ¿eh? Bien- dijo mientras me giñaba un ojo- es una lastima que no me hallas dicho, me habría vestido mejor.

 

-No te preocupes, no pasa nada.

 

-Oye y que te parece si me prestas algo, somos de la talla ¿no?

 

-Mmm si creo que si, oye ¿dormirás conmigo o prefieres el sofá u otra cama?

 

-Contigo, no me gusta dormir sola.

 

Todo empezaba a pintar bien, muuuuy bien.

 

-Subamos tu bolso entonces.

 

-De acuerdo.

 

Y ella se me adelanto la seguía a escasos centímetros sus hermosas pompas estaban justo frente a mi, la tentación de apretarlas era mayúscula.

 

Entramos a mi habitación y dejo sus bolsos sobre una butaca.

 

-¿Te había dicho ya que tu habitación me encanta?

 

-Si creo que si- dije mientras iba a sentarme en la orilla del amplia cama

 

-Y bien ¿Dónde están los vestidos?- preguntaba provocativa

 

-Allí, en el lado derecho.

 

Busco durante un rato mientras me perdía una vez más en su angosta cintura lo que hubiera dado por poseerla en ese instante…

 

-¿Qué te parece este? 

 

-Te quedaría perfecto- dije sin aliento.

 

Había escogido uno de los mas provocativos que tenia y que no me pondría frente alguien a quien no le tuviera confianza, negro y diminuto, de manga larga y con cuatro  rasgaduras al frente dejando ver los hombros, los senos en la parte baja, el ombligo y el vientre bajo.

 

-¿Te molesta si me cambio aquí?

 

-Adelante, no tengo problema- le susurre, aunque sentía  mi cara caliente.

 

Acto seguido dándome la espalda y viéndose reflejada en el espejo de cuerpo completo, se desnudo lentamente y quedo en un provocativo sostén y un bóxer de encaje blanco, un conjunto perfecto y que empezaba a hacer que me humedeciera. 

 

Demonios, tenia que dejar de desearla de ese modo o cometería una locura de la cual seguramente me arrepentiría. Desvié la mirada y como al descuido prendí el televisor para no ser tan obvia en mis miradas, con sinceridad no puse atención en lo que pasaban ya que de reojo la veía ponerse delicadamente el vestido.

 

-¿Cómo me veo?

 

-Sexy- dije sin pensar- es decir te ves linda en el, te queda perfecto.

 

-Oye aunque tengo que confesarte algo, la ropa interior que tengo no me favorece, mmm el sostén creo que no es necesario y puedo sentirme segura de no ponérmelo porque no existen mirones por aquí solo tú y mi bóxer se nota en la ultima abertura, el problema es que no recuerdo a ver metido ninguna prenda negra en mi ropa.

 

-¿Quieres que te preste algo?

 

-¿lo harías?

 

-Desde luego, aparte no tienes que preocuparte la mayoría son nuevos así que…

 

-No, no te preocupes confió en ti, ¿en donde están’- preguntaba al ver que no me ponía de pie.

 

-En el primer cajón del tocador.

 

Y hacia allá se dirigió.

 

-Andy ¡¡por todos los cielos!! Nunca me dijiste que te gustara utilizar cosas de estas.-Decía mientras tomaba entre sus delgados dedos un teddy de encaje negro y que no dejaba nada a la imaginación.

 

-Nadie lo sabia, bueno ahora lo sabes tu…

 

-¿Lo has utilizado?

 

-Nop, pero espero estrenarlo pronto- dije mientras sonreía maliciosa

 

Revolvió en todo el cajón y tomo una tanga negra de hilo dental que de solo verla causaba taquicardia y puesta en ella seria un revulsivo para mi pero me recordaba frecuentemente que tenia que mantener la calma.

 

-Dame un momento Andy, me cambio en el baño y salgo enseguida.

 

-Claro, adelante- dije mientras aparentaba distraerme en la televisión.

 

No tardo ni dos minutos, salió descansa, mostrando y presumiendo sus senos firmes y blancos y la tanga marcándose ligeramente a través de la tela del vestido.

 

-Shan… los zapatos esta en el estante de allá…

 

Se movió con presteza y se puso los primeros que encontró, unas sandalias negras de tacón alto…. Sus piernas…. En fin ella era perfecta…

 

-Sabes me parece una locura todo esto-decía mientras me veía a los ojos y hacia que perdiera el hilo de mis pensamientos.

 

-shhh, mejor celebremos ¿te parece?

 

Sonrió y descendimos las escaleras.

 

Mamá había preparado una cena exquisita, la pusimos al horno y al cabo de unos minutos estábamos comiendo y brindando con vino rosado que había robado del bar de papá. Platicamos de infinidad de cosas al cabo de media noche ambas teníamos sueño y estábamos mareadas después de unas cuantas copas de alcohol

 

-¿Nos vamos a dormir?

 

-Claro, mañana recogemos nuestro pequeño tiradero.

 

-Me parece una idea genial, estoy mareada y quiero recostarme.

 

Subimos al cuarto y acondicione la cama rápidamente, ella se dejo caer cerrando los ojos y dejando al descubierto su largo cuello.

 

-Andy no puedo más- dijo entre balbuceos- ayúdame a quitarme el vestido, total no creo que sea un pecado dormir frente a mi mejor amiga solo en prendas intimas.

 

Claro que era un pecado, no me resistiría de ese modo.

 

-Bien siéntate un poco para poder quitártelo.

 

Me puse frente a ella y mudamente obedeció mi solicitud. Como al descuido rose sus piernas mientras subía el vestido, sus caderas y me detuve en su cintura, quería sentirla.

 

-¿Sucede algo Andy?

 

-Mmm, necesito que te pares solo un segundo estas sentada en una parte del vestido.

 

-Bien.

 

Se apoyo en mis hombros y pude quitárselo se un tirón. Sus senos quedaron al aire. Con torpeza y delicadeza rose sus pezones que se pusieron erectos al instante, ella no dijo nada parecía haber caído en un sueño profundo.

 

Con toda la ternura del mundo la acomode en el lado en el que dormiría, para después besar sus labios y desearle buenas noches.

 

Yo me quite el vestido, y al igual que ella dormiría solo el provocativo conjunto que me había puesto. Me acosté y la contemple por un largo momento deseaba tocarla pero ello indicaría que ella despertara y se alarmara ante mi comportamiento, planeaba acabar de insinuarme a la noche siguiente, tal vez jugando algo absurdo pudiera besarla o algo más…

 

No supe en que momento me quede dormida, pero soñaba con ella, el sueño parecía tal real, tan sensorial…

 

Shania acariciaba mis senos con suavidad, mientras me susurraba al oído que me deseaba “quiero ser tuya y quiero que seas mía” me decía con sus labios pegados a los míos, el beso se intensifico hasta que me sentí completamente mojada y no pude más la coloque bajo de mi, recorrí su mentón, su cuello, su clavícula, me perdí en sus senos…

 

-Así Andy, así. Mmm.

 

Sus senos suaves y su pezón erecto pedían que mi lengua se quedada ahí, pero mi objetivo era otro, quería sentirla saborearla, baje a su cintura y mientras recorría esta con las uñas…

 

Todo cambio ahora era yo la que sentía su lengua en mi clítoris caliente y mojado que pedía más y mas…

 

-Ohhh, mmmm siiiiii, sigue, sigue.

 

Suplicaba mientras sentía mis músculos contraerse y apretaba su cabeza entre mi entre pierna para que no parara…

 

-Ahhh, ahhh mmmm, mmmm…

 

…..

Notas finales:

Q sucederia si todo aquello que experimenta Andrea es un episodio más de su sonambulismo?

Espero les agrade y espero comentarios de todo tipo...

Saludos


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