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El Guerrero Guardián. por hakusan16

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Notas del capitulo:

No lo puedo creer, que he tendio tiempo e inspiración para poder escribir el capítulo 5, vaya cada  vez me soprendo a mí misma.

Pues nada, agradesco a las dos personillas que me dejaron su review, que son: amaya_1313 y shinigami31

Muchas gracias por seguirme mandando sus comentarios que me animan mucho a continuar.

Sin más cosas que decir, les dejo leer con tranquilidad.

 

Capítulo 5

Haruno Sakura.

 

 

-Cámbiale...

-¿Quiere tener bigote, pero no le crece?

                Naruto negó con la cabeza.

-¡Pues, no lo piense más que ya está  a la venta "Crecemás"!

                Rodeó los ojos con aburrimiento.

-Cámbiale-repitió.

                Lo miró de reojo y frunció el ceño.

-¿Y si no quiero, dattebayo?-Sasuke lo miró.

-No quiero perder el tiempo mirando los infomerciales de la madrugada, dobe-frunció el ceño mirándolo directamente a los ojos.

-Pues es MI cuarto y yo hago lo que quiero, ttebayo-aclaró recalcando las palabras con enojo-, es más, si no quieres ver los infomerciales, pues estás completamente libre a salirte de mi habitación-terminó cruzándose de brazos para seguir mirando la televisión.

                Sasuke abrió levemente los ojos con sorpresa para después entre cerrarlos, estaba claro lo que iba a hacer. Se levantó de la cama llamando la atención del Uzumaki, se acercó a la puerta y antes de salir dijo:

-Espero que Tsunade no se moleste más contigo por ser despertada a esta hora cuando debería de estar durmiendo...-dijo con cizaña, mirando de reojo al rubio-, ya que, mañana tienes que ir a la escuela-concluyó con una sonrisa de lado al ver como el rubio se sorprendía además de ponerse un poco nervioso.

 

Odiaba a Sasuke, odiaba cuando le hacía ese tipo de amenazas, estaba que le llevaba todo. Habían pasado ya dos semanas desde que el Uchiha "Guerrero Guardián" había quedado a vivir en su casa, y lo único que le hacía era la vida imposible. Había sido la semana más pesada que había tenido. Desde la última pelea de la noche anterior cuando se habían quedado despiertos hasta las altas horas de la madrugada, supo que Sasuke siempre se saldría con la suya, ya que, tener de su lado a sus abuelos le hacía muy difícil la batalla. Afortunadamente ya era sábado, y este día el Uchiha no se lo amargaría, por lo mismo de que tenía una cita con la chica que le gustaba omitiendo el hecho de que iría toda la bola de sus amigos, pero ese no era el punto; el punto era que vería a la chica más hermosa del instituto, según él y la muchacha que estudió toda su vida junto a él, Haruno Sakura.

-¿Abuela has visto mi camisa negra dattebayo?-gritó desde su cuarto hasta la cocina, donde casi siempre se encontraba la vieja Tsunade.

-¡La lleva puesta el amo Sasuke!

                Ante esto, Naruto cerró con fuerza el cajón que antes esculcaba en busca de la dichosa camisa, y como si los ángeles estuvieran en contra de él, el causante de sus pesadillas hizo aparición entrando como Pedro por su casa a su habitación para después tomar el mando de la televisión y encenderla. Sus ojos ardieron enojados al ver como el Uchiha (adulto) llevaba puesta su camisa, esa camisa que era especial para esta noche. Inconscientemente se le quedó mirando como el Uchiha llevaba puesto su ropa, le quedaba un poco más ceñida que él, sin embargo, no se le veía mal, es más se le veía extrañamente bien, llevaba las mangas arremangadas hasta los codos y los dos botones de arriba los llevaba sueltos. Debía admitir que le quedaba mejor a Sasuke que  a él, ya que, a él le quedaba un poco más holgada, pero nada fuera de lo común. Con un suspiro de resignación, rodó los ojos con cansancio y comenzó a buscar algo diferente, optando con otra camisa solo que de color azul claro y unos jeans un poco más oscuros además de algo desgastados. Se metió al baño para colocarse la ropa, una vez listo, se vio en el espejo antes de lavarse los dientes.

-¿A dónde vas?-preguntó sin despegar la mirada de la televisión.

-A una cita dattebayo-Sasuke lo miró curioso.

                No pudo evitar barrerlo con la mirada por completo, aclarando lo anterior. Naruto estaba vestido un poco más decente que lo que acostumbraba llevar. Lo vio colocándose un par de tenis choclos de color azul bajo similar a la camisa que llevaba. Y siguiéndolo con la mirada lo vio peinarse inútilmente su cabello.

                Por su parte, Naruto había notado la pesada mirada de su compañero de cuarto, sin embargo, decidió mejor no decir nada.

-¿Quién es tu cita?-preguntó ahora sí, desviando la mirada hacia el televisor.

                Enarcó una ceja, curioso, para sí mismo, mirándose en el espejo.

-Una afortunada-sonrió ampliamente colocándose su loción.

                Un bufido en forma de burla resonó en su habitación, haciéndolo fruncir en el acto.

-No ya, en serio, dobe-dijo serio.

                Naruto rodó los ojos, y decidió mejor no contestarle de mala manera, ya que como había decidido, esta vez, Sasuke no arruinaría su noche.

-¿Para qué quieres saber su nombre si ni la conoces, teme?-preguntó mirándolo desde el espejo, más al ver que Sasuke aún esperaba una respuesta lógica en silencio, continuó-, Haruno Sakura-una sonrisa inconscientemente apareció en su rostro-, la chica más hermosa y buena de todo el instituto, dattebayo.

                El Uchiha pudo ver como el rubio sonreía tontamente al recordar a la dichosa mujer del que tanto deliraba.

-Los humanos son estúpidos...-susurró cuando el rubio se despidió de él saliendo de la habitación.

 

-¡Naruto creí que no venías!-gritó desde lejos al ver al rubio recibiéndolo con un fuerte abrazo.

-¿Eh? ¿Por qué, dattebayo?-sonrió curioso.

-¡Ya ves que hora son!, llegas tarde, además ya mero va empezar la función, me mandaron a buscarte, todos están ya en la sala esperando-alzó una ceja mirando a su rubio amigo como si lo estuviera regañando.

-¡Ah! Lo siento, Kiba, ttebayo-se disculpó llevando una mano a la nuca-, es que se me hizo tarde por culpa de Sasuke.

-¿Sasuke?, ¿Quién es Sasuke?-lo miró interrogante.

                Naruto entro en consciencia de lo que había dicho.

-Es... es mi primo-pensó mordiéndose el labio inferior-, ¡sí, mi primo!-terminó con una sonora risa del nerviosismo, Kiba lo miró sin comprender.

-Bueno, como sea-hizo un ademán con sus manos-, vamos que se nos hace tarde-lo tomó de la muñeca jalándolo para entrar a la sala.

-¡Pero si no tengo boleto!

-Yo tengo el tuyo... ¡Vamos!

 

-Hay viene-susurró cerca del oído de su fiel amiga.

-Ya vi-fijó su esmeralda vista hacia el chico rubio que venía apurado junto con su amigo Kiba subiendo las escaleras para llegar a la fila en la que se encontraban todos.

-¿Qué es lo que harás?-preguntó su amiga interrumpiéndola.

-Ya lo tengo todo planeado, Ino-la miró por un segundo-, no puede fallar-sonrió, sin quitar la vista de su víctima.

-... Espero que nada malo suceda-pensó mirándola de reojo, mientras se llevaba una mano a la mejilla completamente aburrida.

                Uzumaki Naruto, el mejor candidato para su plan. Sabía que Naruto era bueno casi en todas las materias, y que era muy querido para los maestros, así que era el mejor indicado para ella. Debía admitir que Naruto no era el único nerd en toda la escuela, sin embargo, era el único simpático. Si quería ligarse a uno que le ayudaría a hacerles su tarea tenía que conseguirse al menos a uno en el que no le diera tanto asco rozar sus delicados, dulces y a la vez venenosos labios con los de alguien feo. Naruto no era feo, pero tampoco era su chico ideal, pero sí uno que le ayudaría a pasar el año. ¿Y cómo? Simple, le daría las alas suficientes para que él se sintiera en el cielo a su lado para luego pedirle la "diminuta" ayudadita para hacerle pasar el año pidiéndole que le realizara las tareas extras que se llevaba por ser una chica incumplida e irresponsable, para que luego de que tuviera todas la tareas saldadas lo mandara a volar lejos de donde había llegado.

                Era algo simple de realizar, sabía que Naruto se moría por ella desde que tenía uso de razón. Es más él mismo se le había declarado de pequeños, pero que ingenuo era...

-¡Naruto-kun! Siéntate a mi lado, ¿sí?-habló amable alzando la mano para llamar la atención del rubio, quien al verla y escuchar su petición no pudo evitar sonrojarse levemente.

-Claro, Sakura-chan, encantado, dattebayo-sonrió felizmente.

                Sakura respondió con una sonrisa tímida y coqueta a la vez. Una vez que todos se sentaron, las luces comenzaron a apagarse dando la indicación de que la película comenzaría, no dudo en empezar con su plan.

                Sus ojos se abrieron al máximo y su sonrojo se incrementó al sentir la delicada y suave mano de la chica de cabello rosa sobre la suya. Miró de reojo su mano entrelazada con la de Sakura y se mordió el labio evitando un grito de felicidad. Parecía una mujer enamorada, pero aunque sonara completamente tonto, así era. Llevaba años tratando de enamorar a Sakura, y ahora se le estaba haciendo realidad lo que tanto añoro desde la niñez.

                Llevaba más de la mitad de la película con un sonrojo claramente evidente, desde todo el transcurso que llevaba la película Sakura no había parado con las caricias hacia su cuerpo; o era su pierna acariciando la del rubio o era su mano que se deslizaba delicadamente hacia su regazo para acariciarlo suavemente. Esas acciones lo tenían completamente acalorado, ¡era un hombre por el amor a Dios!

                La mano de Sakura apretando la suya, le sacó de sus pensamientos, volteándola a ver.

-Naruto-kun, ya me aburrí, mejor salgamos tú y yo a dar una vuelta-susurró en su oído, erizándole los vellos de la nuca-, ¿quieres?

                En ese momento, un no como respuesta era lo último que le daría a Sakura. Y como si mecánicamente lo hiciera asintió con la cabeza, siendo tomado de la mano por la chica para después llevarlo afuera de la sala, sin importarles a sus demás amigos que salieran antes.

                Una vez afuera, se dejó guiar por la mano de Sakura hasta salir del local, donde ahora se encontraban caminando en la calle, dándose cuenta que ya había oscurecido más de lo normal, y muy pocos carros pasaban.

-¿Qué horas son, dattebayo?-levantó la mano izquierda para mirar su reloj.

11:56 de la noche, ya mero iban a dar las 12:00 sí que había pasado el tiempo.

-¿Qué? ¿Ya te cansaste de mí, Naruto-kun?-fingió tristeza.

                Naruto la miró enseguida.

-¡No, no, por supuesto que no, ttebayo!-alzó las manos preocupado al ver a Sakura triste.

-Es que...-sollozó, sorprendiendo al rubio-, parece que ya te aburriste...-se llevó un dedo a la orilla de sus ojos tratando de quitar una lagrima que caía por su mejilla falsamente.

-Sakura-chan, n-no, no llores-dijo nervioso.

                Y lo único que pensó que sería mejor fue abrazarla, llenándose de valor para rodearle sus hombros con sus brazos para después apoyar su barbilla en su rosada cabellera, que a vista de cualquiera esa acción le hubiera parecido completamente tierna.

-No me gusta verte llorar, ttebayo-cerró los ojos dejándose llevar por los sollozos fingidos por la chica de ojos esmeralda.

                Una sonrisa apareció poco a poco en su fino y bello rostro, llevándose una mano a la cara, la cual Naruto había creído que era para retirar sus lágrimas, mas solo eran para retener una risilla que le estaba escapando.

                Sakura se despegó de Naruto, y lo miró aún con sus verdes ojos llenos de lágrimas.

-Olvidemos esto, ¿sí Naruto-kun?-sonrió tiernamente.

-Claro que sí, Sakura-chan-y devolviéndole la sonrisa, le siguió hacia donde Sakura lo llevaba.

                Realmente no sabían cuando habían caminado, pero se la estaba pasando bien, bromeaba con ella, uno que otros abrazos y caricias por parte de la muchacha, en fin, se la estaba pasando genial, sin embargo, conforme avanzaban por las calles desoladas se le hacía cada vez más desconocido el rumbo hacia donde iban caminando, y eso le estaba preocupando demasiado. Un golpe en su espalda contra la pared lo sacó de sus pensamientos.

-Sakura-chan, ¿qué pasa, ttebayo?-lo miró extrañado al ver a la joven sumamente cerca de él.

-Naruto-kun, tengo que confesarte algo...-hizo una pausa-, me gustas mucho.

                Los ojos azules del rubio se abrieron completamente, no podía creer que Sakura se le había declarado en ese momento, abrió los labios para dejar escapar unas palabras, más fueron rápidamente sellados por los delgados y dulces labios de la chica de la que tanto había soñado tener. No cabía en sí, no podía creerlo, Sakura lo besaba, y lo besaba con ganas, es más pudo sentir como la anterior Sakura tímida que había conocido, se convertía en una coqueta y atrevida al sentir como colaba con ansiosa actitud su lengua entre su cavidad bucal.

                Los delgados brazos de la chica de cabello rosa, rodearon el cuello del rubio intensificando el ambiente, volviéndose un poco más pesado y caluroso. Por supuesto el rubio no dejó que ella tomara el rumbo, llevando las manos en la fina cintura de la muchacha aferrándola más a su cuerpo.

                El ambiente comenzó a arder para Naruto cuando la mano de Sakura comenzó a acariciar su pecho para después comenzar a bajar hacia su pelvis, sin embargo, se detuvo.

-¿Naruto-kun, me amas?-preguntó entre beso y beso.

                Naruto no pudo evitar sonrojarse ante tal pregunta. No emitió sonido algo, pero si asintió con la cabeza.

-Entonces...-besó sus labios-, ¿harías cualquier cosa por mí?-preguntó coqueta, llevado la mano que no estaba ocupada acariciando su pelvis a la bronceada mejilla del Uzumaki.

-S-sí-tartamudeó, pero fue completamente decidido.

                La sonrisa de Sakura se intensificó.

-Sé que es un gran favor...-hizo una pausa desviando la mirada completamente avergonzada-, pero ¿me ayudarías haciendo todas mis tareas extra que los malos maestros me dejaron?-bajó la mirada triste.

                Naruto sonrió tiernamente, llevando su mano hacia el mentón de la joven, haciéndolo levantar.

-No será problema para mí, Sakura-chan-sonrió mirándola a los ojos.

                Los ojos de Sakura brillaron de felicidad al ver lo decidido que se encontraba el rubio.

-Haría eso y más, dattebayo-acarició su mejilla, acercándose de nuevo para besarla.

-¡Perfectísimo!

                Naruto la vio sonreír y se sorprendió, al verla que se alejaba de él, dejándolo con las ganas de besar de una vez esos labios.

-Entonces, el lunes te doy todas mis tareas-sonrió feliz arreglándose la ropa-, también me ayudarás con las que próximamente me den, ¿no?-preguntó mientras se arreglaba ahora el cabello.

-Cla-claro...-dijo completamente descolocado.

                Sakura dejó escapar un gritillo de felicidad, y en un rápido movimiento besó por última vez los labios del rubio quien ni tuvo tiempo de reaccionar cuando ella comenzó a irse de ahí hasta desaparecer.

                Todo había sido tan rápido para rubio, mas no le importó, ahora ya era novio de Sakura y nada de eso le importaba, al fin su sueño se había hecho realidad y al fin era correspondido, se sentía completamente lleno, sobre todo por el gran beso que se habían dado hace unos momentos, Sakura sí que sabía besar, y eso le había sorprendido, es más se sentí inútil a su lado, pero eso ya no le importaba, ¡No le importaba nada porque ya eran novios! ¿Verdad?

-¿Qué hace un niño como tú a estas horas?

-Tal vez solo busca problemas, ju, ju...

-Es solo un niñato fresa, sólo mírenlo.

                Naruto dio un brinco de repente, encontrándose con tres hombre completamente corpulentos uno más chico que los demás, realmente les estaba dando  muy mala espina...

 

Notas finales:

Bueno, pues, esta vez hice un poquito más largo el capítulo.

Cabe aclarar, que yo no tengo nada en contra del personaje de Naruto, Sakura. La verdad es que no es un personaje importante, desde que empecé a conocer Naruto, nunca me llamó la atención y era un solo personaje más para mí. Sin embargo, se me ha dado el antojo de poner a Sakura como la mala del cuento, que es muy cliché hoy en día, es más también tenía pensado poner a Hinata, en vez de Sakura, y la verdad no sería muy mala idea, pero la verdadera y principal villana aquí es Sakura.

Y bueno, también no se desesperen las personitas que quieren ver en acción al Uchiha, que próximamente lo verán. Además de que en este capítulo no hubo ni humos de los personajes que salieron el final del capítulo anterior, pero vale, que no cunda el pánico que eso no se me olvida.

Todo está perfectamente planeado, bueno, eso creo yo ;)

Sin más cosas que aclarar, los dejo. Esperaré ansiosa sus reviews (:

¡Hasta el próximo capítulo!


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