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El Guerrero Guardián. por hakusan16

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo, gracias a las dos pesonas que me dejaron su review que son: shinigami31  y nami_kitsu_kaze

Este capítulo se lo dedico ellas :)

Los dejo leer.

 

Capítulo 2

Uchiha Sasuke.

 

                No sabía exactamente de dónde rayos había sacado el valor para acercarse a esa extraña nave en forma de cilindro. Giró su cabeza de un lado a otro para procurar de que no había nadie a su alrededor y que sólo él se había dado cuenta de su presencia. Con curiosidad, pasó su mano por la nave después de haber dejado la linterna en el suelo, el metal de la nave estaba completamente fría, lo que debería ser al revés ya que cayó del cielo con una rapidez infinita por lo que debería de estar ardiendo, más era todo lo contrario. Le dio la vuelta al objeto volador, dándose cuenta de que era un simple cilindro de metal gigante, estaba completamente liso y no había ningún rayón o abertura. Con un poco de nerviosismo, se acercó al cilindro topando su oído anteriormente lastimado por su abuela con la idea de escuchar algo por dentro, pero no escuchó nada, llevando una mano al metal frío para dar tres pequeños toquecillos, no obstante se escuchaba hueco.

                Acto seguido después de esos pequeños tres toques, estaba tan concentrado por escuchar algo que no se dio cuenta hasta que una gran aura de color azul brillante lo rodeo junto con aquel cilindro de metal. Por supuesto que se le alejó lo más pronto posible quedando apoyado al tronco de un pino, el más cercano para poder estar en primera fila para el espectáculo.

                Se talló los ojos con fuerza al ver como del cilindro de abría una extraña compuerta, además de que aquella aura se intensificara convirtiéndose en una cegadora luz, que seguramente se hubiera visto desde lejos.

                Abrió los ojos con dificultad para luego ver que esa extraña luz se había ido por completo, dejando solo alumbrar levemente a su linterna, la cual anteriormente había dejado en el suelo. Paso su mirada hacia todos lados buscando algo fuera de lo común además de que el anterior cilindro estaba abierto, más no encontró nada. Decidido se levantó del suelo con la intención de ir hacia la nave y lo único que encontró fue, nada.

-Está vacía-comprobó.

                No había absolutamente nada, por dentro parecía como una cama de bronceado, a simple vista se le hacía muy cómodo el lugar, y con una suma curiosidad comenzó a meterse al lugar.

-¿Qué crees que estás haciendo?

                Una voz sumamente molesta, omitiendo el hecho de que parecía de un niño no más de 13 años se hizo presente dándole un gran susto que le provocó un gran brinco siendo su cabeza la que recibió todo el dolor al chocar con la puerta de metal que estaba suspendida.

-¡Itai, itai!-exclamó con dolor llevándose las manos en la cabeza para después salir del cilindro y mirar a su alrededor, más no vio nada más que una cabecilla azabache y bajando la mirada se topó con el causante de su accidente.

                Y como había pensado anteriormente, era un niño no más de 13 años de edad, cabello negro, tez bastante pálida, y ojos negros, ignorando el hecho de que se encontraba desnudo y que solo llevaba un collar con una piedra de color azul. Definitivamente estaba mal del cerebro, y aún con las manos en la cabeza, comenzó a divagar, seguramente después de todo esto, terminaría loco y en un manicomio, además de que no terminaría la escuela y no tendría jamás una novia. Seguramente sus abuelos se conseguirían un nuevo nieto, y ya no sería nunca más el sempai de Konohamaru.

-¡Te estoy hablando! ¿Qué no entiendes?

                Un golpe en su espinilla lo sacó de sus pensamientos llevándose ahora las manos a su pierna.

-¡Oye, qué te sucede dattebayo!-gritó con dolor, sin embargo el niño ni se inmutó.

-Dime, ¿dónde estoy, inútil terrícola?-desvió sus ojos azabaches hacia todos lados tratando de ubicarse.

-Con ese carácter no pienso decirte nada, teme-susurró. El niño lo miró enojado.

-¿Crees que no te escuché?-refunfuñó enojado, sorprendiendo a Naruto.

-¡No me interesa! Deberías de respetar a tus mayores, niño tonto ¡dattebayo!-se levantó del suelo encarándolo, dejando a simple vista la ventaja de altura que le llevaba.

-¿Niño tonto?-susurró- ¡No soy un niño, soy Uchiha Sasuke, deberías de tenerme respeto!-gritó enojado.

                Naruto enarcó una ceja.

-Vaya, al parecer los niños extraterrestres no tienen nada de diferente a los niños normales...-aclaró en voz baja, llamándole la atención del pelinegro-, todos son unos infantiles-el burro hablando de orejas. Y concluyó llevándose las manos a la nuca.

                El pelinegro no aguantó su furia y de un rápido movimiento empujó al rubio que cayó al suelo, acto seguido se sentó encima de él.

-¡Nani!-abrió los ojos al sentir el suelo en su parte trasera además de cargar un peso extra encima suyo.

-¡Ya te dije que no soy un niño, dobe!-alzó su puño enfrente de su cara.

-¿Dobe?-frunció el ceño- ¡Muévete de una vez niño!-lo tomó de la cintura con la intención de levantarse ignorando por completo el hecho de que estaba desnudo, sin embargo no pudo moverle ni un centímetro suyo aunque hiciera todas las fuerzas que tenía.-Pesa mucho ttebayo-pensó.

                Sasuke al ver que no había logrado su objetivo sonrió de lado.

-Al parecer eres un debilucho-dijo orgullosamente-, tal vez tenga el cuerpo de un niño pero tengo el peso de uno de 18 años, dobe-Naruto hubiera jurado verle algo delgado y largo moverse atrás de él.-Pero no verás por mucho tiempo esta apariencia-comentó con el ceño fruncido.

                Sin embargo, Naruto no le tomaba atención a lo que decía, sino que toda su atención estaba completamente posada en aquella cola que se movía atrás del niño que parloteaba incoherencias. Aquella cola, no era una normal, era larga de color negro y terminaba en una flecha, como un fugaz recuerdo se le vino a la vente la cola de un diablo.

                Sasuke cayó al darse cuenta que no le hacía el más mínimo caso, y siguiendo la vista azulada de aquel muchacho se topó con su propia cola que se danzaba enojada, con egoísmo la tomó sacando a Naruto de sus pensamientos.

-¡Deja de verme!-gritó furioso.

                Naruto iba a reclamar, pero para cuando sucediera eso, un destello alumbró al azabache que aún se encontraba en su cintura sintiendo como el peso que cargaba se aumentaba. Desapareció ese destello, logrando que a Naruto se le abriera la boca de la impresión.

-Hmp, eso ha sido rápido.

                La aniñada voz del anterior niño se había convertido en una voz bastante grave a su parecer, no pudo evitar  pasar su vista hacia el cuerpo que antes era de un niño para luego ser de un joven más grande que él, primero pasó por su cabello que estaba un poco más largo pero conservaba el mismo color, después por su rostros el cual ya se habían esfumado las facciones aniñadas que antes mostraba, sus ojos que anteriormente estaban un poco afilados para ser un niño pequeño se habían afilado más de lo normal, su rostro era simplemente atractivo, bajó la mirada, y se topó con unos músculos que no habían aparecido al ser un niño de 13 años, sus ojos inconscientemente bajaron un poco más sonrojándose en el acto para luego desviar la mirada con un pequeño calorcito en las mejillas.

-¡Pu-puedes quitarte!-gritó desesperado al ver que el muchacho no se levantaba.

                Sasuke frunció el ceño y con un visible enojo se levantó, gracias a eso Naruto pudo respirar muchísimo mejor.

-Oye tú.

                Naruto volteó  a verlo.

-No me has dicho dónde estamos-dijo serio.

                El rubio frunció el ceño por la manera en que le hablaba.

-Supongo que estamos en el planeta tierra, en el país de Japón, en un pueblo llamado Konoha, en las afueras del bosque cerca del río Michi-¿quería ser más específico?

                Sasuke se sorprendió, más no lo mostró. ¿Tanto se había alejado? Se dio la vuelta mirando a su alrededor, llevándose una mano hacia el collar que traía consigo.

                Por su parte, Naruto no pudo sonrojarse y evitar aquella vista al toparse con la retaguardia del azabache mirando esa cola de demonio que podía jurar que la veía más larga que antes,  cuando una idea le vino a la mente. Sin que Sasuke se diera cuenta, se quitó los pantalones quedando con su bóxer de color rojo, no pudo evitar erizarse cuando el viento frío rozó por sus largas y bronceadas piernas, ahora que se preguntaba, ¿cómo demonios ese extraterrestre llamado Sasuke podía soportar el frío del bosque? A quitarse completamente el pantalón se acercó al azabache.

-Toma dattebayo- le extendió sus pantalones.

                Sasuke lo miró con una ceja alzada.

-¿Y yo para qué quiero eso?-dijo serio, mirando los pantalones con un rechazo provocando a Naruto un sonrojo avergonzado.

-Prefiero verte puesto con mis pantalones que desnudo ttebayo-desvió la mirada.

                El pelinegro se dio cuenta de su estado para luego mirar al rubio, pasó rápidamente sus ojos negros por su cuerpo, la camisa naranja que llevaba le quedaba un poco larga inclusive dejaba ver una pequeña parte del bóxer del rubio que eran de color rojo. Sin decir nada más, con una clara molestia  le arrebató los pantalones al rubio que para cuando volteó el azabache ya los tenía puestos, sin embargo, le quedaban un poco chico quedándole como un pescador.

-Bueno, por lo menos le ha cerrado-no obstante le quedaba completamente pegado a comparación de él.

 

El golpeteo de la puerta se hacía cada vez más sonoro y estresante para Jiraya. Enojado se colocó la almohada en la cabeza tratando de aminorar el sonido, sin embargo, aún lo escuchaba. Abrió los ojos cuando sintió un golpe.

-¡Ve abrir la puerta!-gritó Tsunade tanto o más molesta que él por el estresante sonido.

                Con un chasquido de lengua se levantó de la cama, murmurando quién sabe qué cosas en contra de su esposa Tsunade y al que se atrevía a fastidiar a las altas horas de la noche a su casa. Y arrastrando los pies, bajó las escaleras y abrió la puerta.

-¡H-hola ero-sennin!-saludó acompañado de una risita nerviosa.

-¡Naruto!-sus ojos se abrieron al máximo encontrándose con su nieto en la puerta, se talló los ojos para ver si aún seguía dormido, mas no era un sueño-¿Qué haces afuera de la ca...-su vista se fijó en el pelinegro que lo venía acompañando además de que no llevaba una camisa y ¿llevaba los pantalones de su nieto? Rápidamente desvió la mirada hacia el rubio y como había pensado ¡estaba en bóxer!- ¡¿Qué está sucediendo aquí?!

                Naruto río nervioso.

-¡Te lo explico  adentro, dattebayo!

                Y ahora que recordaba Naruto, ¿por qué rayos no había usado las llaves que había llevado con él?

 

Notas finales:

Y bueno, ya apareció Sasuke. Espero que les haya gustado, esperaré ansiosa sus comentarios.

Me despido. 

¡Hasta el próximo capítulo!


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