Usami Akihiko, 30 años, Hombre soltero de cabello plateado y seductores ojos color violeta. Abogado de profesión pero escritor por afición. Dueño de un súper departamento en una de las más prestigiadas zonas residenciales de Tokio y millonario de nacimiento.
Misterioso, inteligente y exitoso. Envidiado por muchos hombres y anhelado por muchas mujeres
Ganador de dos importantes premios literarios a su corta edad y descrito, por muchos, como un “Dios” en la literatura.
Y por si no fuera suficiente a partir de hoy, categorizado como el hombre más “sexy” de todo Japón por una importante así como prestigiada revista nacional. Que ha confirmado por medio de una encuesta nacional, la popularidad de escritor, tanto en hombres como en mujeres.
Todo un modelo a seguir.
Sin embargo. Misaki Takahashi no pensaba lo mismo, ya que veía aterrorizado la pervertida mirada que en medio de su conferencia de prensa, su casero muy discretamente le dirigía.
Y no era por demás. Si sabia perfectamente que esa mirada, era la señal anticipada que Akihiko emitía advirtiéndole que esa noche quería con el, y que haría todo lo que fuera posible para hacerle el amor importándole poco sus protestas o sus negaciones.
Pero si eso no sonara lo demasiado horrible, había varias cosas que Misaki temía más que la mirada del escritor.
La primera era que la revista encargada de la encuesta de popularidad, tuvo la brillante idea de citar al escritor en uno de los más lujosos hoteles de la nación para darle el reconocimiento. Ofreciéndole quedarse en la suite presidencia junto con un acompañante, para que recibiera el premio.
Cosa que de inmediato el oji-violeta acepto, llevando consigo al menor.
Segundo. Akihiko por las entrevistas, conferencias y por el gran escándalo hecho por ser seleccionado el hombre mas guapo de Japón, estuvo dos semanas prácticamente fuera de su casa y no lo toco.
Era obvio que el novelista quisiera descargar todas sus energías con él, en la primera oportunidad que tuviera.
Tercero. Usagi-san no dejaba de sonreír seductoramente hacia el lugar donde estaba sentado en cada oportunidad que tenia; Así mismo, cuando encontraba distraído el auditorio presente, se le acercaba y le acariciaba su mano muy discretamente haciendo que Misaki se pusiera nervioso por pensar en las perversiones que tenía en mente.
… Solo cuando Akihiko tramaba algo, se portaba tan conquistador y cariñoso con él.
Algo le decía al castaño que esa noche, su decencia y moral corrían peligro, gracias a su casero. La formula: Hotel Lujoso + Abstinencia del escritor + Mirada pervertida y caricias discretas. Era igual a algo muy malo para su integridad y el oji-verde lo sabia perfectamente
No obstante, ante sus lógicas y verdaderas afirmaciones; Misaki tuvo que fingir estar contento en la ceremonia de premiación y quedarse por un par de horas ahí. Sabiendo de antemano que apenas acabara la participación de su casero en esa fiesta, lo raptaría para hacerle cosas sucias y quitarle lo poco de pudor que le quedaba.
Duro poco menos de 3 horas la premiación, en donde más de una vez alagaron al escritor por su brillante trayectoria y por ser considerado como el hombre más atractivo y deseado de Japón. Más cuando por fin el maestro de ceremonias dio por concluida el reconocimiento para dar paso a la fiesta; Entre gritos de las fans y aplausos de los presentes, Akihiko con una sonrisa tomo del brazo a Misaki y salió del salón principal para dirigirse a su habitación, a festejar con su amado el premio ganado.
-¡¡Heyy!! ¡¡Hey espera Usagi-san!! ¡¿Qué vas a hacer?! -Grito Misaki mientras veía como por la acción que había hecho el peli-plata, la gente hospedada en el hotel y la de la fiesta se les quedaba viendo; Sin embargo, Akihiko no le hizo caso a sus protestas y llevo al castaño a su suite lo más pronto posible.
Ya en la habitación, justo después de que cerrada de un solo golpe la puerta, rápidamente el mayor empezó a besar desesperadamente a Misaki mientras entre forcejeos le quitaba presuroso su ropa.
Las cartas estaba sobre la mesa y el mayor sabia perfectamente que esa noche tendría sexo con Misaki; justo como lo había hecho cuando el menor tenía 18 años y había ganado el premio Kikukawa.
Sin duda una magnifica forma de celebrar sus logros, junto a su amado. Mas esa noche tendría ser especial; el castaño sabía cual era la consecuencia de tener rendido a sus pies al hombre más provocador y sexy de todo el país; Así que muy lentamente besando al menor, Akihiko fue llevándolo hacia la cama de la suite para empezar a poner mas intensidad en la noche de placer desenfrenado que les esperaba.
-¡¡Espera!!... ¡¡Espera!!-
El castaño quiso detener al mayor, sintiendo como sin pudor alguno este, le besaba lujuriosamente y metía una de sus manos debajo de su camisa; Sin embargo, el oji-violeta solo intensifico sus caricias y lo recostó de un solo golpe en la cama para poder someterlo fácilmente.
Juntó con gran determinación las muñecas del estudiante y con una sola mano se dispuso a retenerlas arriba de su cabeza para que no pudiera librarse de las caricias que estaban a punto de proporcionarle.
Acto seguido y con muy poca paciencia desabrocho con su mano libre el saco que traía el oji-verde para después hacer lo mismo con su camisa dejando al descubierto la piel blanca de su amante y los rosados pezones de este que contrastaban con su pecho.
-¡¡Detente Usagi-san!! ¡¡Isaka-san debe estarte buscando!!-
Por unos instantes Akihiko se quedo contemplando la incitante que tenia frente a sus ojos. Su ruborizado novio estaba semi desnudo ante él, luchando y retorciéndose por librase de su caricias. Gritando que se detuvieran por que estaban en un lugar donde no podían hacer esas cosas, pero muy en el fondo diciéndole que no le hiciera esperar y que tomara su cuerpo como siempre lo hacia.
Sin duda era demasiada provocadora esa imagen para desaprovecharla.
Mientras Misaki se trataba de zafarse del garre de su casero, este en una oportunidad que tuvo fue acercando a su oído para susúrrale lo siguiente dejando al menor totalmente paralizado por su frase…
-Tenemos tantos años juntos ¿Y aún quieres que pare Misaki?... Deberías ser honesto contigo y decirme de una vez que te encanta que te haga el amor de esta manera-
Después de eso el oji-violeta se dedico a besar fuertemente los pezones de su pequeño para empezar a proporcionarle placer y que Misaki dejara de quejarse.
Primero aprisiono pervertida y lujuriosamente el botón derecho del estudiante, lo mordió un poquito y cuando Misaki grito por la acción, se dedico a lamerlo fuertemente para dejarlo con un color rojo y una marca por su acción.
Después de unos minutos de divertirse con esto, Akihiko dirigió su boca hacia el pequeño botón izquierdo. Lo lamio superficialmente varías veces, cuidando de que Misaki suspirara y se estremeciera por la acción, posteriormente le dio besitos muy leves para compensar el rojo del otro pezón y cuando el castaño empezaba a jadear por esta acción, el mayor se dedico a apretarlo con sus labrios mientras que con su mano retorcía el otro y sus ojos veían directamente al expresión que su niño había puesto por esa acción.
Y es que ver de esa forma a Misaki, sufriendo por sus besos, aun tratando con menor intensidad librar sus muñecas de su agarre y retorciendo por la acción; prendían de sobre manera al peli-plata, quien después de haber jugado con una de las partes mas sensibles de su amado se dedicó a observar como el pecho de Misaki tomaba el mismo color que el de sus mejillas.
Por unos instantes el novelista sonrió al ver esto; sin duda ese color en los ahora erectos botones de Misaki solo eran la prueba de que hacia desde algunos días su adoración necesitaba la atención de su seme y las caricias que le hacían perder su juicio.
No obstante y aunque tenia que aceptar Akihiko que el también lo había necesitado, quería poner mas emoción a la noche e incitar a su pequeño niño a que lo provocara y excitara mas de lo que estaba, con esos dulces gestos inocentes que ponía cuando los dos tenían intimidad.
- Misaki esta noche quiero hacerte el amor muy fuerte y escuchar como suspiras mi nombre mientras te hago mío …Así que hoy no te reprimas y deja salir tu voz llena de placer –
Recito el escritor roncamente en uno de los oídos de su niño, para posteriormente juntar sus labios y proporcionarle al menor, un lujurioso beso donde reafirmaba lo que los dos harían toda la noche.
Sin dejar que su amado le protestara sus pervertidas palabras, Akihiko quito de un solo golpe los pantalones color negro que traía el oji-verde y viéndolo provocativamente a los ojos empezó a masajear el pequeño y semi-erecto miembro de su inquilino.
No cabía duda que al mayor le encantaba ver al menor excitado así como sonrojado por sus movimientos. Observando como Misaki entrecerraba sus ojos y se estremecía por ser masturbado por él, el peli-plata decidió hacer algo más para que Misaki se apenara y disfrutara de su intimidad como justamente el escritor lo estaba disfrutando al prepararlo.
No obstante al ir bajando los calzoncillos de su amante para empezar a devorar su hombría, Akihiko noto el estampado de ositos que este traía y como tras la tela el miembro de Misaki se ponía más duro que de costumbre.
-¿Misaki que es esto?- Pronuncio Usagi al ver la extraña prenda interior del menor. Era raro que el universitario portara ese tipo de ropa tan infantil y menos en su presencia. Sin embargo al ver como su acompañante evadía su pregunta y se sonrojaba más de lo acostumbrado Akihiko solo pudo razonar una cosa…
“ Misaki había lo estaba seduciendo y le decía indirectamente que lo corrompiera e hiciera suyo”
Quizás a otro hombre le parecería repulso ver a su acompañante con unos cortos bóxer de ositos, justo antes de tener sexo. O tal vez esa prenda seria el detonante perfecto para apagar la llama de la sensualidad y acabar de una vez por todas la noche de lujuria y perversión de dos amantes en un lujoso hotel; No obstante esa no era la afirmación del escritor que por unos minutos se puso a observar y analizar lo sucedido ante esa escena de erotismo puro que sus ojos presenciaban.
Todo estaba claro, Misaki sabiendo que esa noche tendrían sexo para celebrar su premio, se había puesto tan incitante prenda como regalo hacia él, y para hacer las cosas más interesantes no se lo había dicho hasta que el solito descubriera su regalo.
“Sin duda su pequeño amante lo conocía demasiado bien, para cumplir sus gustos y excentricidades”- Pensó sonriente el novelita mientras observaba como Misaki se moría de la pena.
-P-puedo e-explicarlo Usagi-san… esto es…- Trato de decir el menor al ver como con cada segundo que pasaba, los ojos de su seme se llenaban de mas perversión y lujuria; Sin embargo Akihiko no le dejo pronunciar nada, se separado de él y de un solo movimiento lo levanto de la cama para recargarlo en una pared de la habitación.
-No tienes nada que explicar Misaki…- Sonrió el novelista mientras se disponía acariciar los muslos de el oji-verde por encima de sus bóxer -… Si te vez demasiado seductor con eso-
-Yo… esto… ahh… ¡No es lo que tu crees Usagi-san!... ¡Nii-chan me los compro! Ahh ¡¡Yo no quería ponérmelos pero él ahhh!- Mientras sentía como el mayor lentamente acariciaba sus muslos, el menor trato de decir; no obstante ya el deseo de poseerlo estaba en su casero y difícilmente se libraría de las pervertidas caricias que le estaba haciendo.
Después de deleitarse el peli-plata con los gemidos que su castaño emitía por ser acariciado en esa parte; Akihiko, bajo un poco los bóxer del oji-ver y metió nuevamente su mano para masturbarlo suavemente mientras recargaba su pecho contra el de su amante y lentamente besarlo.
-¿Entonces tengo que agradecerle a Takahiro por esto?- Bufo Usagi justo después de acabar su beso, acercándose un poquito mas a su amado para que el también sintiera sobre su abdomen desnudo lo tieso y duro que estaba su hombría.
Ante esto Misaki se puso más nervioso. ¿No le bastaba a su casero acariciarlo de esa forma, también tenia que estremecerlo susurrándole ese tipo de palabras?
-Si… bueno... no... yo… Nii-chan… me compro ropa interior y yo... no pude decirle que no-
Misaki se mostraba demasiado alterado tanto que con sus palabras no podía disimular un poquito la pena y vergüenza que sentía por que Usagi-san lo había visto con semejante pena. Y todo gracias a su hermano, que a pesar de que ya había cumplido los 20 años, aun le compraba ropa interior.
Mas Akihiko no pensaba lo mismo, contaba ya los segundos para que su niño estuviera totalmente excitado para poder entra en ese provocador cuerpo que tenía abrazando y hacerlo suyo una y otra vez toda la noche.
Por unos instantes el mayor se deleito con acariciarlo hasta que sintió como su amado empezaba a estremecerse por ser masturbado y prontamente se vendría.
Dejando aun lado como Misaki gemía y su cuerpo se tensaba para tener el primer orgasmo de la noche; el mayor movió su mano por adentro de la ropa interior de su amado hasta llegar a la parte posterior de él par comenzar a dilatar la entrada de Misaki
-De esta forma te ves demasiado provocativo Misaki-
Tranquilamente el mayor, principio a introducir uno de sus largos dedos en la estrecha entrada de su castaño mientras que lo besaba apasionada y vorazmente.
Con movimientos circulares lo movió hasta que el cuerpo de su niño le fue pidiendo más y lentamente cediera a su intromisión. En un par de minutos el escritor ya había introducido tres dedos para acostumbrar a su amado a la fuerte actividad sexual que le esperaba.
No obstante sus planes de penétralo en seguida se vieron obstruidos cuando alguien llamo a la puerta y los distrajo de su objetivo.
-Buenas noches Usami-sensei, vengo a traerle una botella de champagne, cortesía de la gerencia-
Pronuncio una misteriosa voz de mujer detrás de la puerta principal, dejando helados a los dos hombres por ese comentario.
De inmediato Akihiko le menciono que no quería nada y que se fuera lo más pronto posible; Sin embargo su adoración le recriminó su falta de cortesía ante el presente del hotel y lo obligo a que aceptara el regarlo.
Sin mucho gesto de amabilidad, el mayor le pronuncio a la mujer que pasara y dejara la botella para que dejara de molestar; más lo hizo aun con Misaki entre sus brazos y acariciándolo para que no se perdiera el ambiente erótico que tenían. Y es que aunque había surgido un pequeño contratiempo en sus planes el escritor no iba a dejar por nada del mundo a su pequeño de esa forma.
Pero Misaki no pensaba lo mismo ya que a pesar de que estaba totalmente excitado, tenía la preocupación de que la empleada los viera en semejante escena. Así que muy discretamente trató de apartarse del peli-plata para intentar disimular lo que por obviedad pasaba en la habitación pero Usagi-san no lo dejó.
Por el contario mientras más se movía su pequeño este lo besaba apasionadamente en su cuello hombros y mentón; Así mismo movía sus manos para poder deleitarse con el cuerpo semi desnudo de su amado, diciéndole que aunque estuviera un intruso en su lecho de amor el no estaría dispuesto a postergar lo que desde hacia un par de horas deseaba con su alma.
-¡Basta Usagi-san! ¡Detente!- Grito Misaki sintiendo como su seme aun practicaba esos juegos eróticos para excitarlo.
-¿Por qué? Si te vez demasiado deseable Misaki…- Sonrió Akihiko mientras lo abrazaba más fuerte- Ya quiero hacerte el amor mi pequeño niño-
Ante esto Misaki se estremeció. Si de por si no le gustaba que su casero le digiera ese tipo de palabras con esa sonrisa tan pervertida que tenia y muchas veces se lo había expresado ¡¿ahora le decía “pequeño niño”?! ¡¿Que afán tenia el mayor de decirle que era un niño cuando ya tenia 20 años?!
Dispuesto estaba el menor a reclamarle a Usagi-san por su afirmación y hacer que se retractara de las palabras que había dicho, pero el peli-plata ya había presentido sus movimientos y besándolo apasionadamente se le avanzó para continuar con la tarea de hacerlo suyo.
Prontamente los dos se olvidaron de la interrupción que había sufrido y los besos ocuparon toda su atención. Tanto Akihiko como Misaki correspondían las apasionadas muestras de cariño que cada uno se daban, haciendo que en pocos instantes nuevamente la temperatura del lugar se subiera y el escritor tratara de poseer a su amado.
Sabiendo de antemano que su adoración ya se encontraba dilatado, Akihiko llevo al castaño hacia un gran espejo que había en la habitación le indico que recargara sus manos ahí y doblara medio cuerpo dejando expuesto su incitante trasero para que lo empezara a penetrar.
Sin esperar la respuesta de su acompañante ni las quejas que le diría por indicarle que hiciera esa pervertida acción, el escritor por detrás lentamente fue bajando los bóxer de su amado y se dispuso a introducir su palpitante miembro en su niño para empezar a proporcionarle placer desenfrenado.
-Usagi-san… ¡Duele!- Se quejo el oji-verde mientras sentía como el miembro de su seme se hacia paso entre sus estrechas entrañas; No obstante al ver como su pequeño se tensaba por esa acción, el mayor abrazo a Misaki para que permitiera su paso y se acostumbrara a él.
-Relájate Misaki... O te hare daño- Suspiro Akihiko mientras intentaba introducir todo su miembro dentro de su amado y que este se acostumbrara al dolor y placer que provocaba este hecho.
Al escuchar las palabras del peli-plata Misaki lentamente se relajo hasta que comenzó a sentir mas placer que dolor. En un instante su cuerpo le empezó a pedir al mayor que principiara ya con sus penetraciones.
Sintiendo como su amado se estremecía y gemía por tenerlo adentro de él; el novelista comenzó a moverse para darle placer a Misaki. Con delicados movimientos empezó a penetrar al menor; sacando y metiendo su miembro dentro de su pequeño para dar principo a que Misaki gimiera por la acción.
Después de unos minutos y viendo que su castaño ya se había acostumbrado el y lo afirmaba con su carita llena de color carmín y sus estimulantes jadeos; Akihiko aumento la intensidad de las embestidas.
Una y otra vez el peli-plata sacó su palpitante miembro del oji-verde, esperaba unos segundos a que el estudiante le pidiera que continuara y nuevamente con algo de fuerza se introducía a su niño para que este suspirara su nombre por la acción; Así lo hizo hasta que sus ojos le dieron oportunidad de visualizar, como el universitario sonrojado a la totalidad se estremecía y empañaba con su aliento el espejo que tenían delante de ellos, con cada embestida que le daba.
Si, era una imagen muy pervertida de su amado. Tenerlo sonrojado frente a un espejo, empapado de sudor, gimiendo y jadeando su nombre varias veces mientras lo penetraba. Eso sin contar que por mas que Misaki quisiera quitarse sus raros calzoncillos de ositos Akihiko no lo dejaba y los colocaba en medio de sus muslos para que pudiera visualizar esa prenda que causo en él excitación de sobre manera. Pero por alguna razón Misaki cooperaba con él, y le seguía el pervertido y lujurioso juego que llevaban a cabo.
-Ah… No sabes cuanto me excitas, mi Misaki… aun conservas ese lindo cuerpo y mirada inocente de un niño de 16 años que me enloquece – Pronuncio el oji-violeta, totalmente excitado mientras apresaba mas el tibio cuerpo de su amado y repartida provocadores besos en el cuello de este, las cuales al paso de unas horas se convertirían en fuertes marcas rojas testigos de una apasionante noche de placer y seducción.
Ante esto el castaño se estremeció, pero sin fuerzas para reclamarle, se dejo hacer marcas en su cuello y hombros por su casero, que al igual que él, suspiraba entrecortadamente su nombre al paso que lo seguía embistiendo.
Sin duda el escritor estaba totalmente excitado, y Misaki lo sabia muy bien; ya que solo el novelista le dejaba marcas en su cuerpo y le llamaba “Mi Misaki” cuando el placer que carcomía su ser y el deseo era tan fuertes que no le dejaban razonar y lo obligaban a demostrarle a el universitario lo mucho que lo quería y cuanto lo ambicionaba.
Durante algunos minutos la escena trascurrió así; Akihiko totalmente adentrado en el cuerpo de su adoración, suspirando tenuemente cosas seductoras en el oído de su amado y Misaki con el rubor en sus mejillas y ojos entrecortados, sosteniéndose del espejo, viendo como una vez mas era presa del Gran Usami-sensei y arrasado por las sensaciones que le producían.
Así fue hasta que el mayor sintió, como su pequeño se tensaba y sus jadeos se hacían más rápidos. Estaba a punto de terminar su niño.
Anticipando también su orgasmo, el mayor aumento sus acciones y penetró fuertemente al menor mientras abrazaba posesivamente a su niño para que en el esfuerzo no se lastimara.
Sin embargo, con la poca cordura que le quedaba Misaki observó que estaban enfrente de un espejo de un hotel lujoso. ¡No podía darse el capricho de dejar manchado el espejo y que las mucamas vieran lo que horas atrás su casero y él habían protagonizado!; Así que sintiendo en todo el esplendor las embestidas del hombre más guapo de todo Japón, el castaño le pronuncio…
-Ahh Ahhh ¡Usagi-san el espejo!… ahhh ¡lo voy a manchar! ahhh-
Viendo como su castaño se preocupaba por esta acción, Akihiko bajo un poquito sus estocadas, le quitó los bóxer que traía Misaki aun en sus piernas y rápidamente lo empezó a masturbar con estos en su mano para que pudiera terminar sin preocupación alguna.
Sintiendo como su seme lo masturbaba fuertemente, le decía cosas muy sensuales al oído y lo penetraba a no más poder, el menor apretó sus ojos y empezó a gemir mientras dejaba salir su esencia en la mano cubierta del mayor.
De la misma manera, el novelista al sentir como su niño se estremecía y aprisionaba con sus entrañas su miembro, empezó a dejar salir su esencia en el cuerpo de su amado mientras le susurraba en el oído “Misaki te amo demasiado… no sabes cuanto te amo”
Así el novelista celebró su premio de “Él hombre más deseado de la nación” con su pequeño en sus manos gimiendo y suspirando; al igual que el lo hacia desde el primer mes que tuvo a Misaki en su casa.
Ya cuando los efectos del orgasmo habían pasado y Misaki empezaba recuperar el aliento; Akihiko lentamente empezó a salir de su pequeño, le beso tiernamente y lo cargó hasta la cama matrimonial que estaba a sus espaldas para que el castaño pudiera descansar un poco.
Él, aun con un poco de fuerzas, se limpio el resto de su semen que quedaba en su miembro, se coloco sus pantalones y se acostó aun lado de su niño para poder dormir tranquilamente y soñar con él; No obstante antes de que se acostara por completo, Misaki le dijo que tenía sed.
Sonriendo por esto; el mayor se levanto de la cama y fue en busca de algo para que su niño pudiera beber; Más lo único que encontró en la sala de la suite fue la champagne que la mucama les había dejado como regalo de la gerencia por haber ganado el premio.
Sin pensar en las consecuencias de este acto, Akihiko destapo la botella, sirvió un poco de la espumeante bebida en dos copas que había y se dirigió a la habitación para brindar con su niño.
Prontamente le llevó su copa a Misaki y sin decirle lo que era, le invito a tomara de ella mientras el hacia lo mismo de la suya.
Misaki tomo la copa y también tomo un poco de ella, pero al detectar el sabor semi amargo de esta, escupió un poco recriminándole al escritor por darle alcohol en lugar de agua.
Ante esto el novelista sonrió, termino su copa de champagne y se recostó a un lado de su amado abrazándole al instante e invitándole a que hiciera lo mismo.
Con muy pocas fuerzas de reprocharle, el castaño dejo la copa que le había dado el mayor en el suelo y se recostó en la cama, dejándose envolver en las caricias que Usagi-san le daba para que se durmiera a su lado y no le reclamara o protestara por eso.
Después de una celebración por un premio, que ni el propio Usami-sensei sabia el por que se lo habían dado si el no le gustaba las personas, ni cuidaba su físico para llamar la atención; Akihiko se dedico a acariciar a su pequeño y dulce niño, varias veces diciéndole lo mucho que lo amaba y agradeciéndole esa noche de placer y amor desenfrenado que le había dado como regalo.
Así lo hizo hasta que lentamente ya arrullado por los tibios latidos de su castaño el peli-plata fue quedándose dormido, abrazando posesivamente a la única persona que quería y amaba con todo su ser… Misaki Takahashi
Sin embrago….
Al paso de unos minutos y cuando el escritor estaba totalmente dormido con su pequeño niño recostado en su pecho soñando. Un fuerte ruido interrumpió su escena de amor y descontrolo toda la noche de amor y ternura que estaba viviendo…
-¡¡USAMI AKIHIKO ABRA LA PUERTA!!-Grito un hombre alto con uniforme de policía mientras sin cuidado entraba a la habitación del escritor y los despertaba abruptamente.
-¡¡¡ ¿QUÉ DEMONIOS?!!! ¡¡¿QUIÉNES SON USTEDES?!!!- Pronuncio fuertemente el novelista al ver como varias personas que no conocía entraban a su suite y con sus gritos, despertaban a su adoración haciéndolo que asustado se escondiera tras de él
-¿Es usted Usami Akihiko?- Pregunto una mujer vestida de azul con insignias de policía y una pistola en sus manos tratando de intimidar al novelista.
-SI, ¡¿QUE DEMONIOS QUIERE?! ¡¿Y CON QUE DERECHO ENTRARON A MI HABITACIÓN?! ¡¡¿DÓNDE ESTA EL GERENTE?!!- Respondió furioso el mayor, mientras que se levantaba de la cama para salir en busca del responsable de esta broma y pedirle una explicación acerca de lo sucedido.
Sin embargo antes de que pudiera salir de la habitación, un hombre esposó al escritor y lo retuvo contra su voluntad.
-Usami Akihiko... Queda usted detenido por la violación de un menor en primer grado.... ¡Cualquier cosa que diga será utilizado en su contra!... Tiene derecho a un abogado, sino puede pagarlo el estado le proporcionara uno.-
Ante la sorpresa del escritor y Misaki, que veían atónitos como varios sujetos habían interrumpido su amorosa celebración, los policías se llevaron al novelista del hotel y lo subieron un patrulla, acusándolo de un crimen que no había hecho.
De la misma manera, una mujer se le acercó a Misaki, le sonrió dulcemente y le dijo que todo estaba bien y ya no tenia nada de que preocuparse. Le dio su abrigo para que cubriera su desnudez y le pidió que lo acompañara a la estación de policía para que pudiera declarar en contra de su agresor.
Al escuchar esto Misaki trató de defender al escritor; Sin embargo por la fuerte actividad sexual que minutos atrás había tenido con Usagi y por la champagne que había bebido, cuando hacia horas que no comía nada; le fue imposible decir o hacer algo y cayo desplomado al suelo con un fuerte mareo y sin poder controlar su cuerpo.
Rápidamente al ver el estado que se encontraba el menor; la teniente fue a asistirlo, le ayudo a levantarse y lo guio a otra patrulla que estaba afuera del hotel para que pudiera declara en contra de su acompañante por los delitos de violación en primer grado,
Esa noche Usami Akihiko entendió el significado de las palabras….
“No hagas cosas buenas que parezcan malas…
…….Y menos en un hotel lleno de gente “
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