Tras más de un mes sin pisar tierra firme, por fin atracabamos en una isla. Todos corrían de arriba abajo, terminando los preparativos antes de desembarcar. Rectifico todos menos el inutil del espadachín que seguía durmiendo tranquilamente en la cubierta como si con él no fuera la cosa. "Dios me saca de mis casillas". Cogí un cubo que había sobre cubierta y me dirigi a la cocina con una sonrisa en mis labios, "jajaja, marimo, marimo, me parece que tendrás un despertar pasado por agua".
-PERO QUE COJONES HACES CEJAS DE SUSHI!-gritó la sentir el agua fria sobre su cabeza.
Tenía mil y una respuestas chistosas, la mayoria relacionadas con su llamativo pelo verde, pero no esperaba esa visión. Las gotas de agua resvalaban por su cuello, perdiendose entre su ropa, y su pelo mojado y alborotado le hacia parecer muy sexy. "Espera, acabo de decir que el cabeza de musgo es sexy?. Dios!!! El sol debe estar afectandome seriamente, deberia hacer que Chopper me revisara, por que esto no es ni medio normal"-Llegamos a una isla- fué lo único que atiné a decir, mi mente no paraba de darle vueltas a lo que mis propios pensamientos me provocaban.
-Que le pasará ahora al cocinerucho? Ni siquiera me insultó-susurro el espadachin mientras se rascaba la cabeza, intentando comprender el comportamiento del rubio.
Nos dividimos como de costumbre, para visitar el pueblo y recoger información y provisiones, aunque esta vez me había tocado la mejor parte.
-Mis bellas damas es un gusto acompañarlas en sus compras- dije bailoteando alrededor.
-Sanji mira! Una vidente entremos! Quiero saber mi futuro-dijo la pelirroja, aunque le delataron sus ojos brillantes con forma de berrie pensando en los tesoros que podría descubrir gracias a ella.
-Lo que quieran mis lindas damiselas-me limité a contestar.
Realmente no podía creer que mis señoritas pudieran creer en algo tan tonto, seguro que será una sacacuartos, que lo único que sabe del futuro es dónde se gastará lo que nos va a estafar. Entramos, todo estaba decorado de forma elegante, y frente a nosotros apareció una linda señorita de pelo azabache y ojos tan profundos como el mismísimo abismo.
-Bienvenidos, soy la medium Lena y estoy aquí para servíros.
-Ohhhhh mi mellorine! El que está aquí para servirte soy yo, mi nombre es Sanji- porfavor que mujer, eso si que era ser sexy y no el estúpido marimo pasado por agua. Negué con la cabeza, esa imagen se había vuelto a meter en mi mente. "Hasta cuando no estas me molestas, cabeza de alga".
-Asi que Sanji, verdad? Podrías acompañarme? Tú serás mi primera predicción, hay algo que no puede esperar- dijo desapareciendo entre unas cortinas de seda, al fondo de la estancia.
La seguí, más por ser una bella dama, que por interes en su predicción. Que podría saber esa supuesta medium de mi futuro? "Yo escribo mi propio futuro, no depende de cosas como el destino. Es más, el mismo destino ni siquiera existe".
Al llegar a la estancia donde estaba la medium, me senté frente a ella, mientras me miraba fijamente haciendo que perdiera por unos momentos en sus increibles ojos.
-Sanji, se que no crees en mí, que piensas que todo esto es pura palabrería, pero por favor atiende o te arrepentiras toda tu vida.
De qué estaba hablando esa mujer? Arrepentirme de qué?La verdad es que estaba despertando mi curiosidad- Digame señorita, le escucho atentamente.
-Algo terrible va a pasar y debes impedirlo o esa persona morirá.
-Quién va morrir? De qué me estas hablando?-había perdido mis formas, no podia creer lo que estaba oyendo.
-Un peligro acecha a la persona que ocupa tus pensamientos y solo tu seras capaz de salvarla. Porfavor Sanji, haz caso de mis advertencias y...
-Pero quién?Porque?Cuand...-ya no sabia ni que preguntar. Qué es lo que iba pasar? Por qué lo sabia ella? Y sobre todo, Por qué me advertía?.
-Escuchame!-grito haciendome volver a la realidad-Ya sabes que me refiero a él. Respecto al resto de las preguntas, una señal te indicará que todo a comenzado. Recuerda, todo depende de tí. Cuando la luna se vuelva del color de la sangre habra empezado y ahora vete, debes preparate para lo que vendrá.Solo una cosa mas querido, no lo niegues, sabes perfectamente que lo quieres y solo aceptándolo podras evitar que muera.
Salí de la habitación con la mirada perdida. Ni siquiera conteste a lo que Nami y Robin me preguntaban, solamente pasé de largo. Que se supone que iba a pasar? Aunque realmente no era precisamente eso lo que más me preocupaba. "El que ocupa mis pensamientos" esas palabras resonaban en su cabeza una y otra vez. Llegé al barco y me fuí directo a la cocina dispuesto a preparar la cena. Cocinar era lo único que le evadía de esos pensamientos y conseguía relajarle, al menos durante unos breves instantes.
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