Las historias de amor suelen ser, casi siempre, complicadas. No suele haber, más bien, nunca hay relaciones perfectas. Todo ser humano tiene sus pros y sus contras, sus reales diferencias; Y eso es lo que lo hace mágico, que hace que todos lleguemos a creer que todo será para siempre. Pero el que más o el que menos sabe que la peor guerra es la del amor: es la que más daño hace, en la que más se sufre, la que más nos hace sangrar y luchar. Es complicado, mucho.
Ya hace mucho qué se que estoy enamorado de él; El problema es que, para mí, parece inalcanzable. Cuando miro hacia el grupo, me doy cuenta bastante rápido quién es de quién. Sobretodo, con esa parejita que tanto destaca. Key es un celoso, tal vez algo posesivo, pero así le gusta a Jonghyun. Pobre masoquista. Taemin es el niño mono, a prueba de bombas; Y luego está él, Onew. Nuestro querido líder, que aunque a veces deja mucho que desear de esa posición, se esfuerza muchísimo por todos. Tal vez eso es lo que tan especial lo hace para mí, ya que al fin y al cabo, desde que grabamos el primer videocilp hasta ahora, he estado enamorado de él.
Hace tiempo que me he querido declarar a Onew; El problema es que nunca encuentro el momento adecuado para hacerlo. Aunque casi nunca se puede hablar en serio con el líder, dado que se lo toma todo a broma. A todos nos suele sacar bastante de quicio que lo haga, pero cómo le adoramos, le reímos algunas gracias.
Levanté la cabeza, encontrándole de pie, hablando con Jonghyun sobre la comida. Seguro que es por que quiere pollo, cómo no. Suspiré, a lo que me levanté de la silla dónde estaba descansando hacia los demás; Debíamos seguir con el videoclip. Me acerqué a ambos, a lo que Onew comenzó a molestar a Taemin, el cuál se quejaba y buscaba alguien que le ayudara, poniendo la excusa de que era el pequeño y que Onew le intimidaba. Alargué los brazos, a lo que el maknae corrió a esconderse, sacándole la lengua al mayor.
-¡Traidor! -me señaló con un dedo, haciendo algo de drama.-
-Hyung, por abrazar a Taemin no soy un traidor... -negué, mientras el maknae se escondía detrás de mi cuerpo.- Además, ya sabes que le intimidas cuando le molestas así, hyung.
Me gané una mirada de infantil enfado y que me sacara la lengua, para darme un empujoncito e irse a molestar a otra persona. A veces era bastante infantil, todo había que decirlo. Me giré a ver al pequeño, el cuál jugaba con unas tiras de mi ropa. Le sonreí, haciendo que el más bajo se sonrojara y bajara la cabeza. Le tomé de la mano, llevándolo hacia la zona de práctica, mientras Key se colocaba el cabello en su espejo, el cuál llevaba siempre dentro de su bolso rosa o violeta. Jamás he conseguido adivinar exactamente de qué color era. Mientras tanto, Jonghyun esperaba al lado de Key a que este dejara de arreglarse tanto, dado que el segundo de los mayores ya quería volver al trabajo; Pero su pareja no le hacía caso, antes muerto que desarreglado.
Taemin, por su parte, seguía agarrado a mi mano/brazo. Se escuchaba a coordinación cómo mandaban que todos fuéramos a la plataforma de grabación para poder de una vez terminar el videoclip. Tomé aire, con fuerza, cerrando los ojos y soltándolo lentamente. Escuché la risa escandalosa de Key, seguro Jong le había dicho una de las suyas. Levanté la cabeza, encontrándome de frente con Onew, el cuál me sonreía ampliamente. Grité del susto, dando un salto hacia atrás, ganándome las risas y burlas de la diva del grupo. Después de reñir un poco, pudimos terminar de grabar aquél día, a lo que nuestro mánager nos pagó la comida en un restaurante caro.
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Me pasé la mano por el cabello, rascándome la cabeza, entrelazando mis dedos con mi cabello. En la habitación de al lado se escuchaba Abracadabra, seguro Key seguía a sus andanzas de aprenderse todos los bailes que existieran. Me estiré en la silla, bostezando largamente, levantando los brazos hacia el cielo. Me quedé quieto, observando detenidamente el techo: había una mancha, o una sombra traicionera de algún objeto no indentificado. Me mordí el labio inferior, a lo que escuché alguien acercarse a mi habitación, mas bien no cambié de posición.
- Hyung, ¿se puede pasar? -escuché una voz serena y tranquila tras la puerta de mi habitación; Sabía a quién pertenecía.
- Pasa Taemin... -me coloqué mejor sobre la silla, tenía esparcidos sobre la mesa unos papeles que me había dado para revisar Onew; Aunque ese fuera su trabajo. Vi entrar al menor, con el cabello recogido en un coletero bajo.- ¿Qué fue?
- Oh, yo... -se rascó la nuca, cerrando la puerta tras de sí cómo le era costumbre.- Me preguntaba... Si hyung no tendría mucho que hacer hoy...
Desvié mi mirada desde la cabeza baja del maknae hasta los papeles sobre la mesa. Eran para mañana, pero el 75% del trabajo ya estaba hecho. Sí, podría tomarse un descanso.
- Tengo, pero ya casi he terminado. -levantó la mirada al más niño de nuevo, a lo que le vió sonriendo y casi dando saltos.- ¿Querías ir a algún lado?
- ¿E-Eh? -abrió los ojos, a lo que después asintió con la cabeza.- Sí, me gustaría ir a un sitio... Pero Key-unma está ocupado, no puede acompañarme. -entrelazaba las manos rápidamente a la altura de su torso, con nerviosismo.
Me levanté, cogiendo las llaves del apartamento y guardándolas en mi bolsillo. Escuché al menor decir un ''¡Bien!'' en un susurro no muy disimulado, a lo que sonreí y salimos de mi habitación. Al abrir la puerta, me encontré de cara con nuestro líder, Onew, que parecía con intenciones de picar la puerta de mi habitación.
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