Siempre tarde...
Myooji_Azuka-chan
SasukexNaruto
La cuarta gran guerra ninja estaba llegando a su clímax, todos los que habían sido revividos fueron vencidos y sellados, los zetsus blancos fueron identificados y eliminados, ahora lo único que faltaba era Madara...
-Nunca creí que me traicionarías, Sasuke -dijo el hombre de la máscara.
-... -el moreno no decía nada y solo se limitaba a mirarlo seriamente y con un odio que calaba huesos, pero nada de eso afectaba a Uchiha Madara.
-Bueno, supongo que el jinchuriki del Kyuubi tuvo que ver con esto -dijo el mayor mas para sí, que para el pelinegro - pero debería haberlo supuesto, siempre has sido débil ante el -menciono y una ronca risa salió de su boca.
-No voy a seguir escuchando tus estupideces, terminemos con esto -el pelinegro menor se puso en posición, desenfundando su katana y activando su mangekyou sharingan.
-Me parece bien, ¡por qué vas a morir aquí! -dijo Madara antes de lanzarse al ataque.
Se desencadeno una fuerte batalla, los golpes, jutsus y demás iban y venían lastimando al contrario y ciertamente la habilidad de tele transportarse de Madara era una gran desventaja para Sasuke. Se separaron momentáneamente para poder recuperar el aire, ambos estaban más que cansados, Sasuke luchaba con todas sus fuerzas para eliminar al de la máscara.
-En verdad los ojos de Itachi te han hecho más fuerte -menciono Madara mientras tomaba la katana de Sasuke que anteriormente, después de tantos ataques, había caído al suelo.
-Tsk, terminare contigo aquí y ahora -dijo el Uchiha menor mientras preparaba un chidori.
Se miraron retadoramente unos segundos y nuevamente comenzó la batalla, Madara estaba dispuesto a enterrar la katana en el cuerpo de Sasuke y este a arremeterlo con su chidori...
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Mientras tanto un poco alejado del lugar en donde se desarrollaba la furiosa batalla, un rubio iba corriendo por el bosque.
-¡Demonios! le perdí el rastro -se alegaba así mismo - tengo que encontrarlo.
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La sangre escurría, respiraciones pesadas se oían y los dos pelinegros estaban muy cerca uno del otro, Madara había logrado enterrar a kusanagi en el cuerpo de Sasuke, pero este también había logrado darle con su chidori en un punto muy cercano al corazón.
-Maldito seas, Sasuke -murmuro el Uchiha mayor.
-Te lo dije, si me voy al infierno tu vendrás conmigo, Madara -dijo con dificultad el Uchiha y de pronto sintió como el cuerpo del otro caía al suelo sin vida.
Sasuke, con dificultas de recargo en una roca y saco la katana que aun estaba incrustada en su estomago, para después caer pesadamente en suelo respirando pesadamente.
-¡Sasuke! -escucho en la lejanía.
-Hahaha -se atrevió a reír el Uchiha - siempre tarde, usuratonkachi -murmuro para después cerrar sus ojos y una sonrisa se instalo en su rostro.
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-¡Sasuke! -gritaba Naruto - ¡¿Donde estas, maldita sea! -estaba desesperado, había sentido el chacra de su amigo y este de repente desapareció.
Siguió corriendo hasta detenerse enfrente de una cueva y hay lo vi a su amigo, que lo observaba con una sonrisa.
-Sasuke... -murmuro - ¡lo has vencido!, vamos volvamos a Konoha -decía el rubio acercándose al Uchiha hasta quedar enfrente del.
-...-pero, Sasuke solo negó con la cabeza y dijo- siempre tarde, usuratonkachi.
-Sasuke... -y de repente su amigo comenzó a desaparecer - ¡Sasuke! -grito, luego miro la cueva, algo le decía que tenía que entrar allí, tal vez su amigo le había mandado un genjutsu, para que lo ayudara porque estaba herido, si eso tenía que ser porque Sasuke no podía estar...muerto.
Cuando entro a la cueva, gran parte de esta estaba destruida, paredes destrozadas y rocas echas pedazos, se adentro mas a la cueva y vio en el suelo el cuerpo de Uchiha Madara, momentáneamente se alegro, eso significaba que Sasuke había logrado vencerlo, pero... ¿Dónde está Sasuke?, siguió avanzando y diviso que a los pies de una roca había un cuerpo, se acerco con rapidez y las lagrimas se agolparon rápidamente en sus ojos.
-Sasuke -dijo y se arrodillo al lado del cuerpo de su amigo y lo tomo entre sus brazos -oye, Sasuke -llamó - respóndeme-ttebayo.
Pero no había respuesta...
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-¿Puedes verlos? -pregunto una peli rosada a una peli azul -Hinata...
-Están en una cueva, Sakura-san -dijo la peli azul.
-¿Como están? -pregunto.
-... -pero la peli azul no respondió.
-¡Hinata! -se desespero la peli rosa.
-No veo él chacra de Sasuke-kun -dijo la chica con una verdadera mueca de tristeza.
-No puede ser...-susurro la peli rosa - ¿y Naruto? -pregunto con un hilo de voz.
-Naruto-kun está bien, esta en la cueva donde está el cuerpo de Sasuke-kun -informo.
-¡Vamos! debe estar verdaderamente triste -dijo Sakura para comenzar a caminar.
-Sakura-san...-murmuro Hinata al ver como las lágrimas de la peli rosada comenzaban a descender por su rostro.
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-¡Sasuke! -llamaba Naruto a su compañero -por favor no me dejes solo-ttebayo -murmuro el ojiazul incapaz de retener mas las lagrimas -vamos despierta teme...-murmuro.
Ya no podía mas, aunque lo veía no quería creer que se amigo-rival estaba muerto, desconsolado comenzó a llorar como si de un niño se tratara aferrándose lo mas que podía al cuerpo del azabache.
-Sasuke, no me abandones -murmuro y al momento de hacerlo sintió como alguien toco su hombro, era un contacto cálido, pero al momento de voltearse para ver de quien se trataba no había nadie - Sasuke... -el podía hasta jurar que su amigo le había dicho "jamás te dejare solo, usuratonkachi", pero sabía que era imposible.
-Naruto -sintió como lo llamaban y volteo de nueva cuenta encontrándose con su amiga peli rosa y un poco mas atrás a Hinata -volvamos, ya no hay nada que hacer -murmuro la oji verde tratando de retener las lagrimas.
Naruto sabía que lo que decía era cierto, todo había terminado, hasta la vida de su amigo. En silencio tomo el cuerpo de su amigo y comenzó a caminar hasta la salida de la cueva bajo la atenta mirada de las dos chicas y así emprendieron su camino de vuelta a Konoha. Al salir de la cueva y estar algo alejados de esta, miro hacia atrás y juro haber visto el Uchiha el cual le sonreía y hacia un ademan con la mano como queriendo despedirse.
Al llegar en donde se encontraban todos sus amigos, ninguno pudo disimular la cara de sorpresa. Tsunade apresuradamente se acerco a Naruto y espero a que este dejara el cuerpo del Uchiha en el suelo y se arrodillara a su lado.
-Naruto, ¿qué paso? -pregunto Tsunade.
-Mato a Madara -fue lo único que dijo sin despegar la vista del rostro sonriente de su amigo -el tenia razón oba-chan siempre llego tarde -murmuro el ojiazul.
Nadie sabía que decir, todos estaban por lo menos un poco tristes, el Uchiha había sido su camarada y había matado a Madara acosta de su propia vida.
-Volvamos -dijo Tsunade y todos comenzaron a caminar y Naruto de nueva cuenta tomo el Uchiha en sus brazos y comenzó a caminar, abrazándolo contra su cuerpo, tratando de que el cuerpo contrario no perdiera la calidez...pero sabía que era muy tarde...
*****3 años después******
Un rubio caminaba por la aldea con una expresión triste adornando su rostro, todos sabían que día era ese, por lo que habían tratado de animarlo, pero el solo decía "Gracias por tratar de animarme" y se iba con la misma expresión.
-¡Hokage-sama! -gritaron un grupo de chicos acercándose al rubio.
-¿Si? -pregunto, deteniéndose para mirar a los pequeños.
-¿Puede entregarle estas flores de nuestra parte? -pregunto un niño mientras extendía un ramo de rosas blancas.
-Claro, yo se las entrego -respondió mientras las tomaba.
-¡Muchas gracias, Hokage-sama! -dijeron alegres los niños para retirarse.
El ojiazul siguió caminando y en el camino más de algún aldeano le daba flores para llevárselas a esa persona y el accedía generosamente. Después de un rato llego al cementerio de Konoha y se paro enfrente de una lapida que decía "Uchiha Sasuke".
-Hola, teme -saludo el rubio mientras depositaba sobre la tumba las flores -hoy te han mandado muchas flores -dijo el chico sonriendo.
Arreglo las flores alrededor de la tumba y unas cuentas sobre esta y prendió un incienso.
-Han pasado tres años desde que te fuiste -murmuro con tristeza- sabes, hace una semana me nombraron Hokage ¡mira! -exclamo mostrándole su gabardina- oye, teme, ¿estás feliz por mi? -pregunto el ojiazul - me haces tanta falta -dijo antes de comenzar a llorar -me gustaría, saber si estarías feliz de que haya cumplido mi sueño.
El viento comenzó a soplar muy fuerte moviendo los rebeldes cabellos del rubio y nuevamente sintió ese cálido contacto sobre su hombro, giro y pudo ver como su amigo le sonreía y le decir "Felicidades, dobe" y no aguanto se echo a llorar sobre la tumba de su amigo.
-Gracias, teme.
Fin...