Han pasado casi dos años desde que les dije a mi madre e itachi sobre Naruto mi amado criminal, sé que no fue bueno habérselos dicho, pero ya no podía, no soportaba el hecho de ya no tenerlo a mi lado, pero fue un error… el habérselo dicho a ellos fue un grandísimo error, no debí hablar, ahora me han separado de lo que más amo, sí, eso me ha ocurrido, ya no estoy con naruto.
Ahora salgo con gaara un gran empresario, hace dos tres meses que estoy con él, cuando lo conocí pensé que era una buena persona, pero no fue así, el haberlo conocido fue un error más que eh cometido.
Ahora estoy en una fiesta con él. Lo veo como siempre coqueteando con los demás, veo que se acerca a mí, tengo miedo, se acerca y me toma de la barbilla con tal brusquedad. Es un maldito digo en mi mente.
-Espero que esta noche no me hagas quedar mal, entendiste?- me dijo con odio, ya no lo soporto, pero que mas puedo hacer, así que mejor me salí de ahí, camine directo al baño me mire al espejo, vaya mi rostro ya no es el mismo, para mi suerte tenia una hermosa yukata que el me había comprado, era costosa pero a el eso no le interesaba con tal de que yo me viera bien, de que sirve tener todo esto si con el no soy feliz, lágrimas de dolor bajan sobre mis mejillas Naruto te extraño tanto mi amado criminal.
Me apresure a salir, vaya! Es lo que digo, no sorprende ver a gaara otra vez en sus tan afamadas conquistas. Me acerco hacía la parejita.
-Vaya gaara desaparezco por un momento y ya estas en busca de otra- digo con un poco de enojo, aunque no es que estuviese celoso, pero me da coraje de que a pesar de que esta conmigo tenga esa estúpida manía de buscarse a alguien.
-Ven acá!- fue lo que dijo, para después agarrarme de la muñeca muy fuerte, me dolía, en eso el me dice con enojo.
-Te eh dicho cientos de veces que no hagas eso, me entendiste?!- no pude contestarle pues el me había pegado, caí al suelo, me iba a volver a pegar, pero no sentí nada escuche un golpe, pero no fue a mi cuando abrí los ojos no lo podía creer, esto debía ser un sueño, Naruto… mi Naruto?.
Si era el, no lo podía creer… él estaba aquí, se escuchó otro golpe, la mirada que naruto le hacia gaara era de completo odio, los golpes que le daba a gaara eran demasiado fuertes, gaara solo gemía de dolor.
-Estas bien?-fue lo que me pregunto, le dije que si para después ir a donde gaara estaba tirado, le dije que me esperara, para después darle un golpe en la zona baja de gaara, me sentía bien, pues mi sufrimiento hoy acabaría y todo gracia a el.
Esta noche todo cambiaria para dar a crecer una nueva vida, después de dos años nos hemos vuelto a ver, llegamos a una pequeña cabaña.
-Naruto te eh extrañado mucho- fue lo que dije pues las lágrimas aparecieron de nuevo, el me abraza protectoramente.-Ya todo ha acabado mi pequeño, ya no volverás a sufrir, te lo prometo.
-Jamás volverá a salir una gota de lagrima de tu rostro estando a mi lado sasuke, durante estos dos años no eh podido dejar de pensar en ti, ahora que te eh vuelto haber, jamás te dejare. No me importa si pierdo la vida, moriré por ti una y otra vez… es más venderé mi alma al diablo para que nunca te separen de mí.
El sabía como sorprenderme, y esta vez se lució. Fue en esta maravillosa noche que me entregue a ti, te entregue mi cuerpo y mi alma entera a ti, esta noche y las demás que viviremos tú y yo nunca las olvidare.
Escucho el sonido de las sirenas, acaso el seguirá por ese rumbo?... acaso el seguirá siendo un criminal?.
-Quédate aquí.- fue lo que dijo para después salir afuera, estaba asustado, en eso el se mete de nuevo, para abrazarme con fuerza y después besarme.
Empezaron a dispararnos, el tiempo se detuvo para nosotros, mientras las balas entraban a la cabaña sin ninguna piedad, nosotros seguíamos besándonos como si nunca se fuera a acabar el tiempo.
Mamá, sé que eh cometido un error, que ya no puedo remediarlo, sé que me dijiste que debía mantenerme lejos, sé que me dijiste que es un perro que va por mal camino, que es un rebelde con un corazón contaminado. Y aun sabiendo que esto no es inteligente…
Pero, mamá, estoy enamorado de un criminal, este tipo de amor no es racional, es físico, mama por favor no llores más por mi estaré bien.