Sayonara la última palabra que salió de nuestros labios. nunca imagine que el final nos alcanzaría tan pronto con un adiós, una mirada llena de tristeza y lagrimas fue como nos despedimos –Sayonara- y cada quien siguió su camino. Caminos que quizás jamás se volverían a cruzar de nuevo.
El día de la nuestro final te repetí una y otra vez hasta el cansancio cuanto te amaba, que eras el amor de mi vida. – Es demasiado tarde Yuuri.- creo que fue demasiado tarde el haber expresado mis sentimientos. Maldije continuamente mi cobardía esa maldita cobardía que logro alegarme poco a poco de ti. – Te tardaste en aceptar lo que sentías por mí.- me quede sin palabras tenias toda la razón, ya había llegado demasiado tarde a tu corazón.- L o siento Wolfi, fui un tonto, un cobarde… como siempre fui un enclenque.- trate de dibujar una débil sonrisa en mi rostro, con mucho esfuerzo una leve sonrisa se formo mientras las lagrimas recorrían mi rostro con toda la libertad del mundo, siéndome imposible controlarlas. – Ya es tarde para ocupar el lugar que tenía en tu corazón, lo siento Wolfi te falle.- me acerque lentamente a ti y uní nuestros labios en un suave beso, sonreí y una vez más mis ojos suplicaban que lo nuestro no se terminara, te pedí perdón una vez más besando tu frente.- Sayonara, se feliz wolfram y lo siento.- sin más me di la media vuelta y comencé a caminar rumbo a mi oficina.
No me había percatado que medio pacto de sangre había sido testigo de nuestra conversación, lo que en un principio comenzó como un recorrido por los jardines una tarde despejada él sol iluminaba todo a su alrededor asiéndolo lucir más hermoso se convirtió en el peor día de nuestras vidas trayendo consigo el termino de nuestra relación de poco más de cinco años.
Me entere por Conrad que cuando desaparecí de tu vista simplemente te habías derrumbado, que tus piernas te fallaron y caíste hincado en los pastos, cubriéndote el rostro con ambas manos mientras llorabas. Yo no me encontraba con mejor ánimo, en cuanto entre a mi oficina, el coraje me invadió, fue inevitable controlar mi forma maou, lloraba mientras destruía todo lo que estaba a mi alcance. Lentamente me fui agotando por el exceso de Majutsu que emplee.
Las sirvientas se percataron de mi condición al igual que Greta, sin dudarlo corrieron por ayuda logrando encontrar a Yozak y Conrad, los cuales corrieron hasta mi oficina, yo ya me encontraba desmayado, Conrad me llevo a la habitación que hasta hace unos momentos era de los dos, ahora solo me pertenecía, me recostaron en la cama.- llamen a Gisela que venga de inmediato a la habitación del rey.- Ordeno Conrad, Sangría una de las muchachas del servicio salió a cumplir con la orden. Gisela no tardo en llegar, me reviso y solo dijo.- Descuiden solo es cansancio por el exceso de Majutsu solo hay que dejarlo descansar ya una vez relajado estará como nuevo.- sin más que decir todos salieron de mi habitación dejándome descansar.