No puedo olvidarte,
lo he intentado,
pero no lo consigo.
He hecho todo lo que he podido,
dejar el grupo,
venirme a vivir aquí.
Pero al final no ha servido para nada...
De todos modos no puedo volver,
es inútil.
Todos creen que deje la música por capricho,
como un niño que un día le gusta una cosa y luego otra...
Te extraño.
Pero, si vuelvo,
¿Qué cambiará?, ¿Qué pasará?,
no voy a decir que sufriré más,
porque siempre y en cualquier parte sufriré,
sabiendo que no me amas como lo hago yo.
Ya he tomado una decisión.
El dolor no va a cesar por estar lejos de ti.
Eso de que el tiempo cura... es mentira.
Ya no me importa lo que piensen los demás...
Vuelvo.
Vuelvo a casa.
Aunque lo que más lamento,
es que todavía tengo esperanzas...
Eso de que la esperanza es lo último que queda... es verdad.
CAPITULO 1. DE VUELTA AL HOGAR, DE VUELTA A LA DESESPERACIÓN.
Acababa de bajar del avión que me habia traido de vuelta a mi querida patria.
Recogí las maletas y me dirigi a la salida.
Llamé a un taxi. Me subi y le indique la direccion.
A pesar de todos los años que habian pasado... Todavia recordaba la dirección. Despúes de pensarlo detenidamente, le indiqué otra dirección.
Mientras estaba en el taxi, observaba el lugar que se encontraba al otro lado de la ventanilla.
Carreteras llenas de coches, tiendas, bares...
Había llegado a Seúl, a mi querida Seúl...
Pero solo querida porque esa persona se encontraba en ella habitando.
Esa persona... Mi amor... Mi desamor...
- Ya hemos llegado, señor.-dijo el taxista con voz ronca. Puede que estuviera resfriado.
- Muchas gracias, aquí tiene-le entregué el dinero.
- Perdone, si no es molestia, ¿me puede firmar un autografo?-preguntó el señor taxista.-Mi hija es una gran fan suya, porque, ¿Usted es Choi Seung Hyun?, ¿no?, o como le llama mi pequeña, T.O.P el mejor rapero del mundo entero.-rió, al parecer al acordarse de la obsesión de su hija por mí. Soy un rompecorazones. Rompecorazones... Suspiré.-Pero si está muy ocupado no hace falta que firme, tendrá prisa ya que acaba de volver a Corea.
-Ah, no, no, le firmo encantado-cogí el papel y el boligrafo que me había tendido.-¿Como se llama su hija?
-Paula, se llama Paula-respondió sonriente.
-¿Paula?, que nombre más bonito.-En verdad era un nombre bonito... ¿Conocía yo a alguna Paula? Ni idea.-Aquí tiene.
-Oh, muchas gracias, se pondrá muy contenta. Seguramente cuando se lo dé se pondrá a saltar de alegría.-siguió sonriendo el conductor. Al oír estas palabras, un sentimiento vino a mí, uno que na había sentido desde hace años... El de sentirse querido. Sonreí estupidamente y dije:
-Dígale a su hija que T.O.P ha vuelto, y que ha venido a arrasar.-Sonreí más si podía y añadí: ah, y mandale abrazos y besos de mi parte, eso seguro que hará que salte mucho más.-nos reimos. Cogí las maletas y me despedí.-¡Adios y muchas gracias!
-¡A usted!-dijo el conductor antes de arrancar y marcharse.
Seguí sonriendo mirando como se iba el taxi. Me alegraba saber que me quedaban fans despúes de que dejara la banda. Volví a sonreir estupidamente.
Era bonito saber que los fans te seguían queriendo a pesar de todo... Miré al suelo aún sonriendo tontamente y eché a andar hacia la puerta de mi casa.
Iría a ver a mis compañeros al día siguiente, ya era muy tarde. Miré el reloj. Las 01:00. Estos ahora mismo estarían en alguna fiesta de las suyas...
Liándose, bebiendo... A saber.
Me dirigí a la puerta de mi casa y la abrí. Todo se encontraba justamente como lo había dejado. Aunque claro, había más polvo.
Ya me encargaría mañana de contratar a alguien para que la limpiara... Ahora solo pensaba en arrojar las maletas al suelo y echarme en mi enorme y preciosa cama que me llamaba. Y yo como buena persona, hice caso a sus mandatos y me tiré encima de ella.
-Ah... Que ha gusto me he quedado...-Te sentirias más a gusto si esa persona estuviera acostada a tu lado...-Te odio conciencia estúpida que no sirves para nada... Déjame dormir tranquilo, que acabo de llegar...-Sí, hablaba solo, pero por alguna extraña razón, eso me hacía sentir mejor... ¿Qué se le iba a hacer? Reí para mí mismo como un tonto, más de lo que era en realidad... Y seguí riendome con los ojos cerrados, hasta que el sueño tiró de mí y me dormí.
Me desperté al día siguiente enrollado en mis preciosas mantas, con todos mis juguetes alrededor...
Aunque me mudé lejos, quería dejar una parte de mis juguetes aquí, porque si volvía algún día, no tener que volver a traermelos todos... Tengo demasiados.
Y no cabrían todos ni en 3 maletas...
Me levanté me quité la ropa del día anterior y la eché en la lavadora. Abrí la maleta y me vestí con lo primero que encontré; unos vaqueros grises, camiseta de manga corta negra, un abrigo negro mullidito y calentito con capucha de pelo, una bufanda blanca por el cuello, un gorro negro y blanco a rayas y unas deportivas negras y blancas.
Despúes me tomé un rico desayuno, basado en un café y unas tostadas. Me cepillé los dientes, y me peiné. Listo.
Cogí una de mis preciosas motos, despúes de ponerme el casco (la seguridad ante todo) y me dirigí como no, a la mansión donde vivía al grupo BIGBANG, donde vivían mis queridos amigos.
Solo iba a visitarlos, no iba a decirles que quería volver otra vez, a pesar de que le mencioné al conductor que le dijera a su hija que iba a arrasar, todavía no había decidido que iba a hacer, ya veíamos como transcurrían las cosas...
Aparqué la moto fuera, me bajé y me quité el casco; poniéndome bien el gorro.
Subí por las escaleras que dirigían a la puerta de la gran casa y llamé al timbre.
Pasó un rato pero nadie habría; volvía a llamar. De repente se oyó un: ¡Ya voy! No diferencié quien de los miembros habló... Ya lo veriamos...
Abrieron la puerta, mientras miraba al suelo intentando reconocer la voz que no conseguía diferenciar.
Mira a la puerta y me encontré a un Seungri bastante sorprendido, que a continuación se le pusieron los ojos llorosos y gritó:
-¡¡HYUNG!!-se me tiró a los brazos a abrazarme muy fuertemente, ¿estaba llorando? Le abracé yo también, mi pobre maknae... Le he hecho sufrir...
- Sssshh... Hyung ya está aquí, no llorés más-Le acaricié la cabeza, aunque al preincipio de todo el maknae no me callera demasiado bien, con el tiempo le fui cogiendo cariño...
-Hy-hyung... ¡Te he hechado mucho de menos!-siguió llorando.
-Pareces una regadera de tanta agua que expulsas-dije sin pensarlo. Pero el maknae se puso a reir, así que me alegré.
Se empezaron a oír pasos de gente que bajaba por las escaleras... De repente en el recibidor se quedaron los 3 miembros de BIGBANG restantes con unas caras de sorprendidos... No sé si estaban sorprendidos al ver que había vuelto, o si era por como estaba con el maknae, él seguía abrazándome con su cabeza apoyada en mi pecho y yo tenía una mano en su espalda y otra en su cabeza acariciándolo. La cara que se les había quedado era para hacerles unas fotos de lo graciosas que eran.
Y por ellos ampezó a reirme como un loco con el maknae aún en brazos. Por ellos este deshizo su abrazo y me miró a la cara. Yo le hice un movimiento con la cabeza señalando a su espalda, él se giró, y al verlos empezó a reirse como yo.
-Hyungs... ¡qué caras más raras!-rió y lloró pero esta vez de alegría.
El primero en hablar de los sorprendidos fue Dong.
-¿Pero qué...?-se dirigió hacia donde estaba y me pegó un puñetazo.
-Joder, así es como me tratas despúes de tanto tiempo.-seguía riéndome a pesar del dolor que sentía en la mejilla izquiera.
-¡Te vas tantos años, sin decirnos el por qué, ni nos llamas, y ahora apareces aquí de repente en la puerta sin avisar, y riéndote como si no hubiera pasado nada!-gritó furioso.- ¡Hay que tener bastantes huevos para hacer eso!
- Los tengo, ¿quieres verlos?-reí, el maknae volvió a descojonarse de nuevo, al ver que me tomaba el tema a risa.
- Dong, cálmate, ya sabes como es Choi, siempre tan... tan él, ya me entiendes-habló Dae, el pacifista del grupo.-Pero Choi no te librás.-amenazó. Daba realmente miedo...
- Hyungs... No seáis tan crueles con Seung Hyun, ha vuelto eso es lo que importa-sonrió. Cambié mi postura de acostado en el suelo por la ostia de Dong a sentarme en el suelo y le cogí al maknae de uno de los cachetes.
- Ay, que mono es Lee Seung Hyun...-le moví la cara de un lado al otro como las abuelas. Este se puso más rojo que un tomate y apartó mi mano.
- ¡Hyung, me haces daño!-dijo con un puchero.
- Comportándote así solo haces que quiera volver a cogerte de los cachetes-reí. Mientras que me estaba riendo mi mirada se centro en el lider del grupo... Estaba ahí en el mismo sitio en el que lo había visto al llegar, observando toda la escena. Le sonreí, a lo que él se sorprendió más.
- Bueno, tú que vas a hacer, hay 3 opciones; la primera, abrazarme como un poseso y echarte a llorar-el maknae hinchó los mofletes-, la segunda, pegarme una ostia-creo que Tae me quería volver a pegar otra por la cara que puso...-, y la tercera, amenazarme-Dae me miró con mala cara, pero aún así seguí sonriendo.
- Idiota-dijo y se giró para irse hacia donde estaba la cocina.
- ¡Eso lo meteré en la opción 2, porque ha dolido como si me hubieras clavado un puñal en el corazón!-grité dramático. A lo que el maknae volvió a descojonarse, Dong parecía que se calmaba un poco y medio sonreía, y Daesung... Dae estaba mostrando su tipica sonrisa de siempre. Este tio es bipolar...