Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Contra la corriente por RAMSIN

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Bienvenidos, este es mi primer fic de Naruto, algo tarde no, pero bueno, por algún lado se comienza esto, espero lo disfruten, el fic es un Sasu x Naru( típico pero me encanta ), también otras parejas que saldrán a su debido tiempo y no quiero dar mucho spoiler XD. Mundo alterno, mpreg ( al que no sepa que es, largo, no quiero quejas después) Yaoi como todos mis amados fics, y nada más que decir, esto será algo de romance, humor, amor y angustia. Ah… Naruto no me pertenece, es de Kishimoto – sama, espero no se enfade por todo lo que le hare a Naruto y Sasuke je je je.

Contra la corriente

Capítulo 14

Cómplices de un secreto

Que difícil le resulto mantener su boca cerrada, como deseaba decirle a Naruto que lo que le sucedía era algo maravilloso pero a la vez doloroso por la circunstancia en la que se encontraba, se debatió a muerte con su emoción, sus pensamientos racionales ganaron la pelea esa tarde. Después de meditar en la soledad del banco del parque, se puso de pie y regreso a su hogar, estaba claro que las cosas se complicarían de aquí en adelante, su padre casi les descubre y la persona que menos necesitaba el rubio para su estado era precisamente Fugaku, el odio que carcomió su alma en el pasado ahora podría estallar una vez más, Itachi no deseaba otra víctima de los enfermizos planes de control para la honorable familia Uchiha.

Necesito ayuda… - susurro con total concentración mientras ya en su habitación comenzó a remover algunos trastos viejos de su closet, estaba sobre las puntas de sus pies tratando de alcanzar una vieja caja de madera oculta al final del ultimo anaquel, sucia, polvorienta y tan apreciada para su dueño. - lo tengo.

Tomo con delicadeza el pequeño cofre quitándole el polvo de los años guardados, camino hasta la puerta y paso cerrojo, seguro de que nadie le interrumpiría, se sentó en la cama y prácticamente lanzo sobre la misma todo el contenido del cofre de madera, entre los papeles amarillentos, rotos y olvidados una foto tamaño carnet cayó al suelo junto a sus pies, Itachi se agacho a recogerla dudoso de lo que era, al voltearla y detallarla sus ojos se abrieron enormes, un nudo en su garganta estaba por ocasionarle el llanto. Pero respiro profundo y sonrió débilmente llevando sus dedos por todo el contorno de la vieja foto, era su querido Minato, la única foto que le quedo después del accidente, lamentaba que fuera esa y no otra en un momento más bonito, aquella vieja foto la desprendió del carnet de conducir que le quitaron al rubio cuando levantaron su cuerpo del accidente, su billetera quedo intacta e Itachi logro rescatar algunas cosas antes de que su padre con obvia mala intensión mando a deshacerse de las pertenencias del fallecido en la central de investigación, su poder llegaba a ese límite y mucho más.

- Minato… tu hijo me necesita. – hablo bajito para sí. – como desearía un poco de apoyo, no sé qué hacer exactamente.

Suspiro quedamente para dejar la foto otra vez en el cofre, pero antes de hacerlo noto como una pequeña tarjeta de cartulina amarillenta se había quedado prácticamente adherida al fondo del cofre, con sumo cuidado desprendió la tarjeta y leyó su contenido, era como una luz en su túnel, no sabía si la había guardado pero que alegría le dio al verla, conocía esa tarjeta de presentación y sabia a quien pertenecía, su tan deseada ayuda podía venir de la persona dueña de ese viejo papel.

- Esto te ayudara Naruto. – con sumo cuidado se guardó la tarjeta en su billetera jurando que encontraría a esa persona que tanto le ayudo a él en el pasado. –

Mientras, Naruto estaba de regreso en su pequeño hogar, no podía dejar de mirar el celular que le dio Itachi, ese demoniaco aparato era de Sasuke, su rabia no tenía limites, como ese par de hermanos le estaban destrozando los nervios, la tranquilidad y su vida privada. Sasuke solo lo utilizo para su placer personal y ahora Itachi estaba persiguiéndole sin sentido lógico, no le tenía un gramo de confianza, ¿qué tanto quería el mayor de los Uchiha con él?

-Desgraciados hermanos locos. – mascullo de malas maneras, lanzo el celular sobre la cama y paso a quitarse toda la ropa, quería darse un buen baño e ir a dormir, se sentía extrañamente agotado esa noche. –

Camino solo en bóxer por toda la habitación, tomo una toalla de su closet pero cuando cerró las puertas del mismo, su reflejo en el espejo lo detuvo súbitamente, se quedó contemplado su cuerpo con extrañeza, había cosas que no eran como antes, instintivamente llevo su mano izquierda a su bajo vientre.

Por eso preguntaba si había subido de peso… - recorrió con sus dedos el extraño abultamiento, era rígido pero no dolía. detallando mejor, había una pequeña y delicada línea oscura dibujada en su piel, nacía en su pubis y subía hasta el ombligo, eso era un extraño lunar nuevo a su modo de ver. –

Su inspección no tenía lógica, estaba más gordo, según él, pero su gordura era extraña y radicaba en solo una parte de su cuerpo, mejor dicho dos partes, estaba seguro que su pecho también se veía un tanto diferente, su mano se deslizo hacia el dispuesto a continuar inspeccionando pero sintió algo nuevo, algo, algo se movió adentro de él, sus dedos se paralizaron completamente, estaba seguro que había sentido como su "abultamiento" se movió, su boca se curvo como queriendo dar un grito de terror, a su mente solo pudo venirle el pensamiento más descabellado del mundo, ¡le pasaría algo como en la película alien el octavo pasajero!

-¿Que… que pasa allí dentro? – se miró fijamente al espejo con su tez pálida y asustada. –

La mañana siguiente fue decisiva para Itachi, apenas llego a su trabajo se dedicó a registrar, indagar y encontrar la nueva dirección del dueño de la tarjeta de presentación. No era fácil, habían pasado más de 15 años, los números que tenían aparecían como fuera de funcionamiento o eliminados de la lista telefónica del país, raro pero no tanto cuando descubrió el porqué, gracias a una denuncia prescrita logro dar con los datos actualizados de su personaje, el tiempo no había cambiado su modo de ser, con emoción imprimió la hoja de los datos actualizados y salió de la oficina para hacer una llamada con su celular, no podía dejar evidencias de su búsqueda y menos llamadas. Camino hasta un pequeño jardín interno de la comisaria, era el lugar donde todos los oficiales y empleados disfrutaban de su hora de almuerzo o sus pequeños ratos libres, mirando con cuidado a su alrededor, saco su celular y marco un número de teléfono, se lo había aprendido de memoria en pocos minutos.

Espero este trabajando aun… - sonrió para sí mientras esperaba por la respuesta del otro lado de la línea, el teléfono repico varias veces hasta que la voz de una joven mujer del otro lado de la línea lo alerto. – alo…

- ¿Buenos días, diga? – la voz de la chica sonaba algo insegura. –

- Buenos días señorita, ¿ese es el número de la doctora Tsunade?

- Etto… ¿para que la desea exactamente?

- Quisiera conversar con ella, soy un antiguo paciente suyo.

- ¿paciente? – la chica pregunto nuevamente más nerviosa que antes. –

- Es algo sumamente importante, por favor pásemela.

- Espere un momento. – contrariada poso su mano sobre el auricular y camino rumbo a una habitación pequeña donde estaba la nombrada doctora. – Doctora… tiene una llamada.

La chica se paró tras una voluptuosa rubia de enormes pechos, aquella figura llevaba entre sus brazos innumerables carpetas y su cara de malas pulgas hizo dudar a la joven de pasarle el celular.

- No me molestes ahora Shizune, debo actualizar mi base de datos… me doy un tiempo de vacaciones y ya tengo trabajo acumulado como para media vida.

- Vacaciones… solo hemos estado como prófugas de la justicia. – mascullo entre dientes. –

- ¡No hables de eso! – arqueo las cejas con severidad y miro el celular en manos de su ayudante. – ¿quién es?

- Es que creo… que se trata de un paciente suyo.

- ¿un paciente mío?, sabes que hace más de 3 años que no atiendo a nadie. – dejo el cumulo de carpetas sobre un escritorio. – pásame el celular.

- ¿no le asusta que sea algún cobrador?

- Si lo es, solo cambiamos el celular y listo.

La rubia voluptuosa rio para si con malicia, mientras su pobre ayudante le daba una mirada nada aprobatoria, Shizune ya más que acostumbrada al modo de ser de su jefa, suspiro audiblemente y le extendió el celular.

- ¿Alo? – hablo en un tono fuerte y hasta molesto. –

- ¿Doctora Tsunade?, que bueno es poder contactar al fin con usted.

- ¿Quién habla?

- Fui un paciente suyo por un corto periodo de tiempo hace más de 15 años…

- Eso es impresionante, para encontrarme después de tanto tiempo debiste consultar un adivino o un detective privado.

- Algo así.

- Pero dime, que deseas ahora, y lo más importante, ¿quién eres?

- No se recuerde mi nombre, Itachi Uchiha.

- tachi. – un cumulo de recuerdos saltaron en su mente, claro que no podía olvidar aquel jovencito que custodio a capa y espada para salvarle la vida a su bebe. – como no recordarte, hace ya tanto tiempo… y dime, ¿cómo está tu bebe?, bueno, no tan bebe, ahora debe tener casi 14 años.

- Estoy agradecido con usted por evitar que mi padre lograra programar un aborto en la clínica donde trabajaba, pero igualmente mi hijo no está conmigo, fue dado en adopción a los pocos días de nacer. – suspiro entristecido, la vida de esa criatura siempre estuvo en vilo y ahora incapaz de saber dónde podía encontrarlo y recuperarlo. –

- Lo siento tanto. – a la rubia se le hizo un sentimiento incomodo en su pecho. –

Pero olvidemos eso, yo la busque con insistencia ahora para que ayude a alguien más, no quiero que sufra como yo.

Itachi, me alegra que confíes en mí aun, pero apenas estoy volviendo a estabilizarme, tuve algunos percances monetarios

- Lo sé, tiene muchas deudas de juego en sus expedientes.

- ¿acaso eres policía? - Tsunade sudo frio en un segundo, no quería otro problema con la ley. –

- Sí, pero no pretendo arrestarla, sus deudas son un asunto que no me concierne, yo solo deseo que me ayude con una cita médica, voy a llevar al chico que le dije.

- Pues… apenas estoy acondicionando el consultorio y tengo todo hecho un desastre, pero por tratarse de ti hare una excepción, tráelo mañana a las 9.

- Me parece una buena idea, por favor deme la dirección exacta del consultorio. – saco una pequeña hoja de papel y un bolígrafo de su bolsillo. –

- Anota bien…

Itachi logro dar con una posible ayuda para Naruto, necesitaba personas de confianza cerca suyo, logrado la cita médica, ahora debía lidiar con el rubio y como le llevaría al lugar. Estaba convencido de que le detestaba y le temía, pero eso no era barrera para impedir que continuara protegiéndole, ya buscaría la manera de ir a casa del Uzumaki y convencerlo de que no quería propasarse con él ni mucho menos. Y su segundo problema a resolver era contactar con su hermano menor, Sasuke parecía un verdadero prófugo de la justicia, corto toda comunicación con el resto del mundo, sería bien difícil dar con su ubicación a pesar de las facilidades de Itachi, una cosa era hallar a una doctora con problemas monetarios y de ludopatía y otra muy distinta era encontrar a un estudiante sin registros policiales o prontuarios.

Camino de regreso a su oficina, meditativo y guardando la dirección del consultorio en el bolsillo de su pantalón, estuvo contemplando sus posibilidades mientras registraba en su computador la base de datos de la ciudad, pronto encontró la dirección de residencia de Naruto Uzumaki, conocía la zona, no muy lejos del instituto donde estudio Sasuke, ese pensamiento sobre el instituto le alumbro sobre como contactar con Sasuke, entre emocionado y nervioso, saco su celular y registro la lista de números telefónicos, sabía que había guardado aquel número de la única persona capaz de lograr ubicarle, la pasión de una adolecente enamorada es más fuerte que cualquier detective experimentado.

- Sakura Haruno… - sonrió algo dudoso, esa idea podía ser un arma de doble filo, por un lado la chica tenía el agrado de Fugaku, ella sería capaz de conseguir la ayuda de su padre para localizar a Sasuke, pero también los deseos de compromiso con el moreno hacían peligrar las responsabilidades de su hermano para con Naruto. Sus dedos rozaron el botón de discado rápido, debía pensárselo bien, por el bien de su hermano y de Naruto, ya estaba decidido, asumiría el riesgo. –

A una llamada de muchos líos, Itachi desataría un cumulo de acontecimientos intensos, Sakura Haruno era la candidata perfecta de Fugaku para comprometer a Sasuke, la chica contaba con una posición privilegiada, un padre con mucho poder en la ciudad y la fuerza de un huracán para estar con el moreno, ese último detalle ayudaría a Itachi, solo debía armar una estrategia adecuada a sus necesidades.

El día termino con muchas cosas nuevas, también para un Naruto aterrado con sus descubrimientos, no podía conciliar el sueño por más que quisiera, su pequeño abultamiento le recordaba que existía de vez en vez, pensaba aterrado sobre lo que era hasta que el agotamiento mental y la falta de sueño lo hicieron distraer la mente tomando lo primero que encontró cerca de él, el celular de Sasuke, lo agarro curioso y abrió la libreta de números guardados, no sabía que buscar o que encontrar, pero sus ojos se abrieron de golpe al ver que solo había 4 números guardados, uno de Itachi, otro que decía casa, otro padre y el último y más raro que solo tenía como símbolo una X.

- ¿Quién será… esa X? – con duda Naruto le dio al botón de discado, en verdad fue un acto reflejo, una pequeña mal sana curiosidad lo invadió, seria los mal llamados celos. –

Su concentración fue interrumpida al escuchar como su celular comenzaba a repicar, Naruto bajo la mirada con asombro, sendas lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas, era su número, no sabía porque lloraba, solo eran unas enormes ganas de deshacerse del peso de la soledad y el abandono, Sasuke siempre fue un estúpido prepotente, pero lo quería, ¿cómo demonios lo amaba de ese modo?, a ese ser que lo uso una y otra vez, alguien con sensatez no hubiese derramado una sola lagrima por él, pero Naruto lo hacía, con un dolor lacerante que no comprendía, se cansó de llorar recostado en su cama vuelto un ovillo hasta que el sueño por fin le venció y lo dejo descansar abrazado al celular de su amado odiado Uchiha.

Su estómago le despertó, quizás moriría de hambre antes de poder si quiera prepararse un desayuno decente, la cama estaba tan cómoda y calentita, con rudeza se dio la vuelta y rasco su estómago, tenía una comezón fastidiosa en él, la piel le picaba y no sabía porque. Sin querer otra vez el recuerdo aterrador de la película lo atrapo, dudoso tomo la parte baja de su camiseta negra y la subió poco a poco descubriendo ese extraño enemigo que crecía en él, lo miro una y otra vez como quien espera a que saliera algo de allí.

- Los alienígenas no existen… - susurro como un mantra dándose valor, el hambre lo estaba poniendo paranoico. – solo es gordura, si eso es…

Sus dedos pasaron de su camiseta a su vientre, quería tocar una vez más su abultamiento pero antes de si quiera hacerlo los toques a su puerta lo hicieron dar un salto de la cama, se había llevado un susto enorme.

- ¡DEMONIOS! – grito pálido y dando algunos tras pies hasta la puerta del departamento, quien había tocado se ganaría un buen insulto y un derechazo si era posible. –

Envalentonado por los nervios abrió la puerta y miro a su inesperado invitado, era alguien que conocía muy bien, estaba de pie con sus manos ocupadas con paquetes y una cara de seriedad muy evidente.

- Buenos días Naruto. - sus ojos se centraron en el despeinado y recién levantado rubio. –

- ¿Gaara? – el coraje se le bajo en un segundo, era una sorpresa el que estuviese allí tan temprano. – ¿cómo… como recordaste donde vivo?

- No olvido lo que me interesa. – sonrió apaciblemente y alzo las bolsas color marrón en sus manos. – te traje desayuno, no sabía si seguías sintiéndote mal así que vine a acompañarte.

- Pasa… - rasco su cabeza dudoso pero el olor de la comida le alegro el día sin duda alguna. –

El pelirrojo dejo las bolsas en una pequeña mesa de madera y miro el lugar seriamente, era un desorden total donde vivía el rubio, vino con la intención de ayudarlo y en verdad que Naruto lo necesitaba, no sabía que lo enfermo pero de seguro ese departamento insalubre era parte del problema.

- Como no sabía que te gustaba, traje varias cosas… hay pan, jugo de naranja, frutas, avena… - fue sacando los envases bien cerrados e identificados. –

- ¿Tú cocinas? – tomo curioso uno de los envases de plástico. –

- No mucho, mi hermana me hizo el favor de ayudarme esta mañana.

- ¿Te paraste temprano para hacerme comida?

- ¿Algún problema con ello? – poso sus orbes verdes sobre el rubio. –

- No… - apretó los labios como evitando llorar, no sabía porque le hacía tan feliz tener comida casera esa mañana. – Gaara… gracias.

- De nada. Y dime algo Naruto, ¿cómo te has sentido?

- Eh… - dejo de curiosear los envases al escuchar la pregunta, eso solo le recordó su "abultamiento extraño" – Gaara, tu eres mi amigo, verdad.

- Así es.

Entonces quiero que respondas a una pregunta que te hare, se sinceró conmigo porque deseo la verdad y solo la verdad de ti. – con un aplomo impresionante camino hasta el pelirrojo y poso sus manos sobre los hombros del chico mirándolo fijamente a los ojos. –

- … - Gaara trago grueso, Naruto parecía como si quisiera decirle que noto sus intenciones más allá de la amistad. –

- Gaara… dime sinceramente… ¿estoy gordo?

El rosto del ojiverde pareció petrificarse del asombro, esa era una pregunta estúpida, ¡como decía algo tan serio con ese sentido tan tonto!, tenía ganas de regañarlo pero su asombro paso a un serio análisis de la situación, en verdad Naruto lucía un tanto distinto, sus caderas estaba más anchas, su vientre resaltaba un poco cuando usaba ropa ajustada y ni que decir de lo extraño que estaban sus ánimos, y sin embargo el rostro del rubio lucia radiante a pesar de todo lo anterior, si, la pregunta no era tan estúpida después de todo.

- Si estas algo relleno, pero eso se soluciona con una buena dieta y ejercicios. – sonrió animando a su amigo. –

- Demasiada sincera tu respuesta. – mascullo herido en su orgullo y volviendo a tomar uno de los envases con curiosidad. – ¡manzanas!

- Acabo de decirle que esta gordo… se ofende y después lo olvida cuando ve la comida… - renegó con su cabeza unas cuantas veces. – estas voluble.

- ¿qué significa eso? – Naruto lo miro curioso y con media manzana ya metida en la boca. –

- Significa que estas emocionalmente inestable, sensible, que cambias de ánimo inesperadamente.

- Dejémoslo así. – siguió comiendo del envase hasta terminar las manzanas picadas que había dentro. – ¿qué más trajiste?

- Averigüémoslo.

Gaara saco algunos envases más y procedió a destaparlos para el hambriento Naruto, la boca se le hizo agua al nombrado, su estómago rugía a más no poder así que curioso tomo otro envase y lo miro con un análisis total, no tenía ninguna etiqueta pero se sentía tibio. El día estaba empezando mejor que el anterior, ambos muy metidos en su desayuno cuando la puerta del departamento fue vuelta a tocar con menos premura que la de Gaara momentos antes.

- Continua comiendo Naruto, yo abro. – se puso de pie y fue rumbo a la puerta, pregunto quién era pero la voz del otro lado pidió hablar con Naruto, en ese momento el pelirrojo le entro curiosidad y abrió la puerta para saber quién buscaba a su amigo tan temprano en la mañana. – ¿que desea?

- ¿Quién eres tú? – el recién llegado arrugo su frente confundido y molesto, ese chico no lo conocía, era un total desconocido en la casa de Naruto. –

- Soy Gaara y pregunte quien eres. – trato de mantener la puerta asegurada pero Naruto se puso de pie acercándose al lugar para saber con quién discutía Gaara. –

- ¡TU! – Naruto señalo realmente cabreado al mayor de los Uchiha, Itachi había llegado con el claro propósito de llevarlo a la consulta. – ¡¿COMO DIABLOS SABES DONDE VIVO?

- ¿Quién es él? – un confundido Gaara no sabía porque del enojo de su amigo. –

- ¡Es un estúpido acosador!

- No soy un acosador… - Itachi se cruzó de brazos un tanto desencajado. –

- Si lo eres, ¡¿cómo explicas que supieras donde vivo si nunca has venido aquí?!

- Cálmate Naruto, Sasuke me dio la dirección. – mintió descaradamente, necesitaba calmar al pobre rubio. –

- Sasuke… - el pelirrojo recordó muy bien al mal educado amigo de Naruto, no le caía y sospechaba que entre ellos sucedió algo más que amistad. –

- ¡Tú maldito hermano es un bocazas!

- Creo que mejor te retiras, Naruto no quiere saber de ti o de tu hermano. – Gaara trato de trancarle la puerta y dejarlo fuera pero repentinamente el rubio trastabillo sujetándose de su brazo. – ¿qué te sucede?

Gaara olvido la puerta y sujeto a Naruto entre sus brazos, el rostro del rubio parecía una hoja de papel, estaba sudando frio y su boca se curvo en una mueca de asco, sus mejillas tomaron un color azuloso muy desagradable.

- Va a vomitar… - sentencio Itachi entrando al departamento y jalando al rubio de los brazos de Gaara, sin hacer preguntas lo escolto hasta lo que el suponía era la puerta del baño, en pocos segundos Naruto dejo su alma en el escusado. –

- ¡Naruto! – Gaara al fin reacciono y entro al baño para acompañar a su amigo y ver que hacia el invitado indeseado. –

- Tráele un vaso de agua con hielo, eso lo aliviara. – hablo con parsimonia mientras acariciaba la espalda del pobre rubio que aún seguían con la cabeza clavada dentro del escusado, estaba devolviendo lo que se comió y lo que no también. –

- Voy. – no renegó, algo le dijo que Itachi no estaba jugando con sus acciones, era una persona notablemente fría y estable, pero también noto un dejo de ternura muy distinta a Sasuke cuando le conoció. –

- Naruto… he venido para llevarte al médico, se lo que tienes y debes controlarte, tus malestares son muy fuertes. – sentencio fríamente mientras el rubio al fin alzaba su vista vidriosa notando que Itachi no jugaba, lo sacaría de allí a la fuerza si él se negaba. –

Continuara….

Ta ta tan…. Quede picada!, me encanto el capítulo, estuvo de pelos por no decir de p… madre XD. Hay que vulgar me puse, pero es que ame este capi no sé porque, bueno si se, es que Itachi quiere contactar con Sakura para ir a cazar a un Sasuke desaparecido, ¿será que la peli rosado se enterara de todo? Y si se entera Fugaku del chibi que espera Naruto, porque será que se complica esto un poco más, también Tsunade entrara en juego y será genial!, pobrecito Gaara no sabe cómo reaccionar ante las hormonales actuaciones de Naruto ja ja ja ja!. Esperen que el próximo capítulo es de salto y brinco!.

Próximo capitulo:

¡¿Que espero un qué


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).