Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Contra la corriente por RAMSIN

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Bienvenidos, este es mi primer fic de Naruto, algo tarde no, pero bueno, por algún lado se comienza esto, espero lo disfruten, el fic es un Sasu x Naru( típico pero me encanta ), también otras parejas que saldrán a su debido tiempo y no quiero dar mucho spoiler XD. Mundo alterno, mpreg ( al que no sepa que es, largo, no quiero quejas después) Yaoi como todos mis amados fics, y nada más que decir, esto será algo de romance, humor, amor y angustia. Ah… Naruto no me pertenece, es de Kishimoto – sama, espero no se enfade por todo lo que le hare a Naruto y Sasuke je je je.

Contra la corriente

Capítulo 15

¿! Que espero un qué?

Qué situación más completamente loca se le presentaba, estaba recostado en su cama con una toalla húmeda cubriendo su frente, sentía aun las incomodidades de aquel repentino ataque de nauseas, le ardía la garganta, sin mencionar lo asquerosamente inútil y tonto que se veía allí acostado con dos hombres parados cerca suyo observado sus acciones, podría tolerar a Gaara en cierto modo, era su amigo y había venido con la gran idea de darle comida casera, pero, el otro individuo era un total intruso en su casa, Itachi se auto proclamo amo y señor de la situación actual, fue quien le ayudo a mantener la cabeza fuera del escusado, quien le acompaño, y de paso quien lo escolto a la cama como una doncella desvalida, eso lo hizo apretar fuertemente sus puños, él no era una niña virginal como una vez se burló Sasuke de él.

Quiero que te largues de mi casa… - Naruto sentencio con más ánimos y sentándose al fin, no había podida dar dos pasos hace unos momentos con lo mareado y débil que se sentía. –

No puedo. – ni si quiera miraba a Naruto, estaba más al pendiente de mantener una conversación vía mensajes de texto con la doctora Tsunade, le estaba explicando que llegarían más tarde a la consulta. – date una ducha y vístete.

¡Acaso te crees mi mama para mandarme a bañar! – más encorajinado, salió de la cama y dio dos pasos hacia el mayor de los Uchiha. – ¿qué parte de lárgate no comprendes?

Tendré que llamar a la policía. – Gaara que había tenido una prudente actuación, decido tomar cartas en el asunto. –

Soy policía. – sentencio Itachi ya fastidiado por la actitud de los dos jóvenes. –

Por mi puedes ser dios, ¡pero te saldrás de mi casa ahora mismo!

No supo de donde le salieron las fuerzas para sujetar a Itachi de la chaqueta negra que cargaba puesta, con brusquedad lo arrinconó contra la mencionada puerta para "ayudarlo" a que se fuera, pero las cosas no estaban saliendo como el moreno quería, tendría que utilizar algún otro método de persuasión con un más iracundo Naruto.

Naruto… - Itachi mantuvo la calma al mismo tiempo que posaba la palma de su mano derecha sobre el abultamiento misterioso del rubio. – lo sientes verdad.

¡No me cambies el tema! – bajo la mirada asombrado, ¿Cómo el hermano de Sasuke sabía que sentía algo extraño allí? –

No quiero entrometerme en tu vida Naruto, pero debes ir al médico, yo conozco a la persona indicada que te explicara que sucede allí dentro. – sonrió débilmente, que recuerdos le traía el cálido vientre del chico. –

No… - soltó a Itachi con brusquedad y paso a meterse en el baño, su mente estaba vuelta un caos total con las palabras del moreno. –

Naruto – Gaara intento seguirle, estaba totalmente incrédulo por todo lo que pasaba allí. Pero el sonido de la regadera abierta le hizo comprender que Naruto decidió hacerle caso a Itachi - no comprendo que demonios pasa aquí, estas prácticamente acosando sexualmente a Naruto, te dices querer ayudar pero solo pareces más un maniático enfermizo.

Solo intento poner las cosas en orden, si te haces llamar amigo de Naruto, deberías estar al tanto de sus síntomas y de lo que le sucede.

Sé que se siente mal, pero con arrastrarlo a quien sabe que médico no lograras parecer una persona cuerda y sensata. – camino por media habitación sin bajar la guardia, Itachi aún no le daba nada de confianza. –

Sabes que algo ocurre, algo nada normal está sucediendo y te interesa estar junto a Naruto, espero que después de saber lo que sucede guardes el debido respeto, Naruto no es una presa para que la caces, ni mucho menos un perro sin dueño.

Solo somos amigos.

No te crees eso ni tú mismo, la vida me ha dado tantas experiencias que puedo saber muy bien qué tipo de intensiones tienes, no son malas chico, pero mi hermano estuvo primero que tu aquí, y ahora tiene sobradas razones para volver a estar aquí.

¿Y porque no está? – Gaara pregunto bastante incomodo, ese hombre era más inteligente de lo que creía. –

Por idiota, solo eso, pero pronto tendrá sobradas razones para regresar.

La conversación murió allí, Gaara tuvo parte de las respuestas que quería, si había ocurrido algo entre Naruto y Sasuke, eso lo molesto muy dentro de él, el moreno no se merecía ni los buenos días a su modo de ver, el Uzumaki era un chico increíble y que se dejaba colar en el corazón de quien fuera, podía apreciarle hasta el infinito, que más decir, le quería más que como un amigo, y el que Itachi estuviese defendiendo la fallida relación de Naruto con Sasuke le traía de malas, necesitaba alejar a Itachi de la vida del rubio a como diera lugar.

Estoy listo. – Naruto salió del baño ya arreglado, las últimas acciones de Itachi le llenaron la cabeza de dudas y ni qué decir del sentimiento de empatía que le dio el mayor de los Uchiha, fue algo que derribo todos sus muros y alejamientos, debía ser sincero con el mismo, necesitaba saber que pasaba dentro de él. –

Agradezco que confíes en mis palabras Naruto.

No confío, así que solo saldré por esa puerta si Gaara viene conmigo y entra a la consulta también. – sin pena alguna sujeto el brazo del pelirrojo. –

Pero… - no era buena idea, nadie debía saber lo que sucedía con el rubio, ese plan de Naruto no lo vio venir. – no creo que sea lo más prudente.

¡Es eso, o no salgo de aquí! – alzo la mirada con reto hacia el moreno. –

Estoy de acuerdo con Naruto, quiero acompañarlos. – Gaara asintió totalmente confiado. –

Está bien, lo que sea para poder cumplir con mi cometido. – renegó con la cabeza inseguro, otra persona más que estaría al pendiente de Naruto. –

Así tres hombres salieron a la calle, Naruto iba en medio de Gaara e Itachi, quien los viera dirían que parecían dos perros guardianes custodiando a su dueño, ninguno daba una tregua, ambos se miraban con desconfianza y prudencia, las personalidades de ambos no daban para que armara algún lio, ellos eran de evitar los conflictos al máximo posible, por Naruto mas que todo, pero este parecía desentendido del asunto, sin prisas tomaron un taxi rumbo al otro extremo de la ciudad de Konoha, a esas horas el tráfico era liviano y no tardaron nada en llegar a una calle poco concurrida de una zona comercial, el sitio parecía poco transitado y solo cuando los tres descendieron del vehículo, lograron ver una pequeña clínica que hacia esquina, era un edificio de tres plantas, con la fachada en color gris oscuro, lucia apacible y muy privada, el sitio perfecto a ojos de Itachi.

Debemos subir al tercer piso. – saco el pequeño papel doblado donde escribió la dirección. –

Tengo hambre… - sentencio Naruto antes de si quiera entrar a la clínica, su estómago rugía nuevamente por comida. –

Cuando salgamos de la consulta te llevare a desayunar. – Gaara le sonrió amablemente pero Itachi se le adelanto sacando un paquete de lo que se identificaba como galletas saladas. –

Toma, eso te calmara el hambre y las náuseas.

¡Gracias! – sonrió como niño con juguete nuevo, los alimentos le daban una felicidad infinita que no sabía de donde le brotaba. –

Síganme.

Llegaron al tercer piso con facilidad, un largo pasillo color rosa pálido les recibió, no había mucha gente por allí, solo unas cuantas enfermeras haciendo su trabajo y algunos pacientes, el ir y venir de mujeres gestantes o con niños pequeños llamo la atención de Gaara, ese piso parecía de pediatría o maternidad, aun manteniéndose la duda reservada para él solo, tomo asiento junto a Naruto e Itachi en una sala anexa, no había una sola alma en ese lugar, los tres solos y el sonido lejano de la calle los acompañaba, Naruto seguía muy metido comiendo sus galletas mientras rodaba los ojos nada emocionado por los letreritos dorados pegados en 4 puertas que tenía la sala, ni si quiera los leyó, solo estaba entreteniendo su mente en nada especifico.

¿porque estamos en el piso de maternidad? – Gaara decidió hablarle al moreno que estaba meditativo con sus brazos cruzado sobre el pecho –

Aun no captas lo que sucede. – susurro con seriedad –

No comprendo que estas tramando… - desvió la mirada hacia Naruto que estaba terminando de comer sus galletas al tiempo que acariciaba inconscientemente su bajo vientre, ese fue el gatillo que disparo las dudas o más bien, las respuestas que buscaba el – Naruto esta…

Resultaste lento para captarlo chico. – Itachi noto como una de las puertas era abierta por una joven delgada y de cabellos cortos. –

No puede ser… - el pelirrojo estaba estático, su cabeza no daba crédito a lo que pensó, era una probabilidad remota pero no imposible, conocía de esa peculiar condición, tuvo acceso a conocer muchos tipos de personas en las exposiciones de su hermano, entre ellas llego a ver a más de un ser con esa condición. –

¿Itachi Uchiha? – la joven pregunto dudosa al trio allí sentados. –

. – se puso de pie rápidamente. –

La doctora les está esperando. – sonrió amablemente y paso a escoltar al trio dentro de la habitación de donde salió. –

Naruto entro algo receloso, ya terminadas sus galletas, la atención volvió a su idea original sobre quien le revisaría sus extraños síntomas, para su asombro, quien les recibió fue una mujer madura pero muy bien conservada, con largos cabellos rubios y dos poderosas razones que sobresalían de su camisa por su escote en forma de v, lucia algo amargada pero también intrigante, con una sonrisa segura se presentó al grupo de recién llegados.

Al fin llegan. – se puso de pie fuera de la seguridad de su escritorio desordenado para abrazar a su antiguo paciente. –¡Itachi… como te has vuelto todo un hombre!

Gracias por recibirnos doctora Tsunade. – se dejó estrechan entre los brazos de la rubia. – luce igual a la última vez que nos vimos.

Sí que sabes alagar a una dama. – se desprendió del abrazo con alegría. – bien, tomen asiento que quiero saber quién es mi paciente ahora.

Tsunade regreso a su sitio tras el escritorio mientras Naruto tomaba asiento, prácticamente Itachi lo hizo sentarse en la única silla que había para los pacientes.

Perdonen el desastre y al falta de sillas… aun no me traen todo el mobiliario del consultorio.

No se preocupe. – asintió el moreno con más suavidad, ya estaba donde quería. –

Muy bien, ¿quién es el paciente? – los ojos de la galena se pasearon entre Gaara y Naruto, ambos era chicos jóvenes pero el rubio despertó la intuición de Tsunade. – ¿cómo te llamas?

Soy Naruto Uzumaki. – hablo con total aplomo, no conocería a la vieja rubia pero tenía que lucir como todo un hombre valiente. –

Él es el chico de quien le comente.

Ya veo… - Tsunade se cruzó de brazos dando un leve suspiro. – muy bien Naruto, ¿qué edad tienes?

18

Muy joven aun para todo esto. – sentencio fríamente al tiempo que sacaba una carpeta de entre el montón de papeles apilados en su escritorio. – te hare algunas preguntas de rutina, espero seas sincero conmigo Naruto.

Pregunte lo que quiera.

Está bien, ¿cuándo empezaste a tener relaciones sexuales?

¡NANI!... ¿! QUE PREGUNTA PERVERTIDA ES ESA! – en un segundo al rubio se le subieron los colores al rostro, un médico no habría una conversación con ese tipo de preguntas a su modo de ver. –

Solo responde.

¡No responderé a eso!

Hace unos 3 meses comenzó a tener vida sexual. – la voz de Itachi sonó tan seria y normal al decir eso. –

¡¿QUIEN TE DIO DERECHO A DECIR ALGO TAN PERSONAL? – apretó su puño hacia el moreno con indignación y vergüenza, y lo que más le molestaba es que ¡tenía razón! –

Tres meses entonces… - Tsunade anoto algunas cosas en la carpeta. –

¡Y le cree! – el Uzumaki se puso de pie señalando con su dedo la carpeta donde Tsunade escribía. –

Deja el escandalo niño, que esto es serio, no estoy jugando contigo, necesito saber la fecha probable de concepción.

¿Conce… que? – se rasco la cabeza mudo, esa palabra le sonaba pero no sabía que significaba. –

Hagamos algo mejor, ve con mi asistente, adentro te preguntare lo necesario mientras te examino.

En un segundo la joven que minutos antes les atendió ahora estaba parada tras Naruto con una afable sonrisa y sosteniendo una bata verde entre sus manos, sin decir más prácticamente saco a Naruto de la silla y lo llevo a una habitación anexa al consultorio, ya sin el rubio, Tsunade estuvo libre para preguntar algunas cosas más a su antiguo paciente.

¿Ese niño ni remotamente tiene la idea de que está esperando un bebe?

Así es, resulta un poco lento para comprender la situación en la que esta.

Ya veo… - sus ojos se posaron ahora en Gaara, el pelirrojo le llamaba la atención también pero por otro motivo. – ¿tú eres el padre de la criatura?

No. – Gaara sentencio sobresaltado, sus dudas estaban borradas totalmente, Naruto estaba esperando un bebe de Sasuke, no había más explicaciones que buscar. – solo soy su… amigo.

Bueno, entonces voy a ver cómo le explico a ese niño que está en estado. – tomo un estetoscopio que reposaba sobre el brazo de su silla. – esto es más complicado de lo que imagine Itachi, tu resultaste muy maduro el día que nos conocimos…

Un cumulo de recuerdos se desbordaron en la mente de la rubia doctora, del como conoció a su inolvidable paciente, fueron tantos líos, desafíos y demás retos que presento el estar en medio de los problemas de una familia como la Uchiha.

Le dolían los pies horrores, definitivamente estaba harta de ser el centro de atracción, dar conferencias sobre sus trabajos con la genética masculina la iba a volver loca, hacía meses que no trataba con pacientes directamente, solo de una presentación a otra, dando charlas, educando a estudiantes de obstetricia, solo las aulas, las facultades o los auditorios. Moría por su tiempo en un consultorio, por tratar otra vez a sus pacientes, tener una vida nueva en sus manos otra vez, pero no, si era famosa, era por algo y ese algo la tenía allí, en la cumbre, en un pedestal con tacones de 15 centímetros sobre sus pies.

Maldición… necesito un sake o moriré antes de las 3 de la tarde. – susurro rabiando mientras caminaba por los desolados pasillos de la clínica donde laboraba, quería esconderse de los periodistas que hace minutos veían su ponencia, su labor era un boom médico, nada divertido tener la atención de medio mundo, unos a favor y otros en contra de que los hombres puedan hacer una vida en pareja y tener hijos como los heterosexuales. – quizás si…

Noto una puerta entreabierta, parecía el almacén de limpieza, con mucho cuidado termino de abrirla y entrar, apenas cerro tras ella se deshizo de los tacones altos dando un sonoro suspiro de alivio, descansaría unos minutos allí hasta que el tumulto de gente se cansara de buscarla, ya más aliviada noto como la luz del atardecer se filtraba por una pequeña ventana de la habitación, aquella luz solo le hizo notar que había alguien más en ese sitio, una sombra oscura estaba retraída en una esquina sentado en posición de indio contra la pared, llevaba una manta blanca sobre sus hombros que le cubrían del frio que entraba, curiosa dio algunos pasos hacia la figura que no pareció notarla, estaba ensimismada acariciando su vientre y susurrando algo, Tsunade abrió los ojos enorme al ver que la silueta pertenecía a un joven, era un chico no mayor de 21 años, con un bello cabello azabache que caía sobre sus mejillas, sus ojos negros estaban bajos con sendas lagrimas recorriéndole, parecía muy triste, demasiado decaído y sumido en su pequeño mundo.

Eh… chico…. – la rubia le hablo con cuidado, no sabía si era alguien con algún problema mental o algo. –

Disculpe, no quise asustarla. – alzo la vista hacia Tsunade. – es que… no sabía a dónde ir para estar en paz un rato.

Extiende tu brazo por favor. – su semblante paso a uno serio y más preocupado aun cuando vio el brazalete que identificaba a Itachi como paciente de la clínica. – estas internado aquí, ¿qué haces en un sitio así?

No comprenderá mis razones. – con mucha dificultad logro ponerse de pie dejando al descubierto su pequeña carga, un vientre de casi 5 meses de embarazo. –

Si estas… - su mente entro en una especie de curiosidad enorme. - ¿cuantos meses tienes?

Casi 5… creo. – miro hacia la ventana con melancolía. – aún no se todos los datos de mi estado.

¿porque estas fuera de tu habitación?, este no es un sitio para alguien en tu condición, hay muchos químicos aquí que podrían hacerte daño. – miro los anaqueles que estaban a ambos lados de las paredes. –

Es una extraña pero no pierdo nada al tener a alguien que me escuche. mi padre quiere obligarme a abortar, no deseo hacerlo, amo a mi hijo, es lo único que me hace tener ganas de vivir otra vez…

Estas en el segundo trimestre de embarazo, ningún médico en su sano juicio haría eso… a menos que tengas una enfermedad grave o que tu hijo venga con alguna deformidad congénita incurable.

No sé si viene bien, no he tenido acceso a los exámenes que me han hecho, ni si quiera sé que es.

Una indignación enorme se comenzó a juntar en el pecho de Tsunade, este chico estaba prácticamente siendo acorralado para que abortara, ¿cómo no podía tener derecho a saber ni el sexo de su bebe?, si venia sano, si estaba bien, como era posible que existan personas tan desalmadas para torturarle de ese modo, ella que tanto anhelaba atender otra vez un caso, y venia la vida y le daba una gran oportunidad, no sabía porque, pero Itachi le causaba una empatía repentina y hasta un sentimiento de querer ayudarlo sin conocer bien los porqués de todo.

¿Cuál es tu nombre?

Itachi Uchiha… - sentencio con molestia, en esos instantes se arrepentía de ser uno de esa familia. –

Itachi, yo seré tu doctora de hoy en adelante, soy obstetra y tengo mucho peso en esta clínica… así que de hoy en adelante sabremos verdaderamente como está tu bebe y que es. – poso su mano cálida sobre el hombro del moreno. –

Pero… mi padre podría enfadarse con usted… y

Y nada, no le temo a nadie, así que ahora vamos a tu habitación y pongamos al tanto de tu familia que yo tomo tu caso.

.

Que recuerdos ligados en un sabor agridulce, fueron tiempos hermosos que le hicieron revivir su fe en la medicina, en el trato con los pacientes, pero también fue el inicio a sus problemas. no le diría a Itachi que lo recordaría siempre no solo por lo bueno del momento vivido, sino también por otros acontecimientos que la marcaron y le hicieron alejar sus protectores brazos de él, algún día podría decirle, quizás ahora también correría riesgos, no estaba segura, pero otra vez se sentía en una especie de deuda, quería ayudar a ese rubio niño, otra vida en sus manos, otra vez con las oportunidades de traer una vida al mundo y sentirse expiada de todos sus problemas y vicios, como le encantaba la vida nueva, esa que tomaba en sus manos apenas daban el primer respiro al mundo, ahora vería que tan retador seria tratar con la inocencia y la ignorancia vueltas una persona.

¡Tengo frio! – Naruto mascullo abrazándose a sí mismo, la simpática ayudante de la vieja le indico que debía desnudarse y ponerse una delgadísima bata de hospital. –

Ya se te pasara. – Tsunade entro a la sala con un semblante sereno. –

¿Por qué me tuve que quitar toda la ropa? – pregunto con sus mejillas sonrojadas. –

Debo revisar todo tu cuerpo, es de rutina así que no te asustes. – se dio media vuelta para tomar algunas cosas de una pequeña mesa cerca de la camilla donde estaba sentado el rubio. –

No me asusto… los doctores no me dan miedo.

Espero sigas pensando eso luego de todo. – extendió su estetoscopio rumbo al pecho de rubio. – empezaremos con tu corazón.

Naruto no hizo ninguna queja, se dejó oscultar con tranquilidad, conocía esos exámenes de rutina, el corazón, pulmones, presión sanguínea, reflejos, que tanto se podía aprender de ver series de medicina en la tv. Hasta ese momento Tsunade le hablaba con dulzura, estaba pensando que la doctora era más simpática que antes, pero toda su calma se le vino abajo cuando esa misma mujer prácticamente lo hizo acostarse boca arriba en la camilla, sin pena alguna abrió su bata hasta su bajo vientre, exponiendo todo su torso desnudo, un escalofrió recorrió su cuerpo, quería saber si ella sentiría ese bulto también, ese peculiar invitado que tenía en su cuerpo.

Cuéntame, ¿qué síntomas tienes? – sus ojos se posaron sobre el pecho del rubio, llevo sus dedos por toda la piel palpando suavemente. –

Dolor… de estómago, nauseas, mareos y dolor en las caderas. – respondió a medias, le molestaba un poco como la vieja rubia le tocaba. –

Es normal… también tienes algo inflamados los pechos. – desvió sus manos hacia el estómago de Naruto, volviendo a tocar en ciertos puntos precisos.

¿Que está buscando?

Has silencio un momento…

Pero quiero saber, si está manoseándome de ese modo es por algo grave. – intento sentarse pero Tsunade le empujo con la palma de la mano contra la camilla. –

Quédate quieto un momento, ya verás que tanto busco.

Todo lucia relativamente normal, satisfecha con su revisión física, Tsunade paso a sentarse junto a la camilla en un pequeño taburete, luego de ellos le quito una gruesa tela negra a lo que parecía un televisor pantalla plana con una consola, Naruto miro intrigado aquel aparato, era nuevo sin duda alguna pero no sabía ni remotamente para que lo usaría la rubia, escucho el zumbido suave que dan algunos artefactos eléctricos al ser encendidos, todo normal hasta que la mano de la doctora agarro un envase plástico como de crema y lo hecho sin aviso alguno sobre el vientre del Uzumaki.

¡ESTA FRIO! – chillo sentándose como accionado por un resorte. –

Solo es un gel conductor… - rodo sus ojos más seria que antes, lo mejor de su consulta venia ahora. – esto es una máquina de ultrasonidos, con ella vamos a ver que hay allí dentro.– señalo con su dedo el vientre de Naruto. –

Con tal de que no sea un alien… - susurro entre dientes, lo paranoico de su idea todavía lo ponía a dudar. –

Espero te gusten las sorpresas Naruto. – encendió el monitor de la máquina, una serie de imágenes sin lógica saltaron a la pantalla apenas coloco el aparato sobre el vientre del rubio. –

No se ve nada… - miro curioso como Tsunade paseaba aquella especie de micrófono por todo su vientre, de un lado a otro hasta que las imágenes se tornaron más sólidas y oscuras, en un segundo noto como algo se movió, no tenía forma definida pero juraría que vio algo parecido a una mano. – eso…

Naruto, te presento a tu bebe. – Tsunade, agrando la imagen de un pequeño feto moviéndose suavemente en el líquido amniótico, ingrávido y muy cómodo acostado se lado con sus manitos extendida como saludándoles. –

Be..be…. ¡un bebe! – sus orbes azules se abrieron a mas no poder, eso debía ser una broma pesada, si, nada de eso era verdad, nada. –

Por lo que veo, es un embarazo simple de unas 12 semanas… concuerda con los datos personales de tu vida sexual…

No es verdad… no hay nada allí dentro… - hablaba para él con la respiración aceleradas, no sabía que pensar, estaba en shock, no existía, ese bebe no existía, no era posible. –

Cálmate, vas a hiperventilarte si sigues respirando así, necesito que te calmes.

¡COMO ME CALMO SI ME ESTA DICIENDO QUE ESO ES UN BEBE! – se sentó de golpe y sin querer puso su mano sobre el panel de la máquina, en pocos segundos un sonido fuerte y repetitivo como un tambor lleno la habitación, era como el traquetear de un caballo, no, más rápido, más enérgico, como un corazón a mil por hora. –

Activaste el sonido… eso que oyes son los latidos del corazón de tu bebe. – la rubia le miro con suavidad, ese sonido había calmado un poco a Naruto.

Su… corazón, existe…

Está vivo y crece dentro de ti.

Dentro de mi… - su mano se posó nuevamente en ese pequeño bulto que tantos traumas y miedos le formo, su mundo se vino abajo, la verdad que se escondía dentro de el tenia vida, era una vida… una vida que creo con Sasuke. –

Continuara….

AL FIN, al fin Narutito sabe que espera un chibi de Sasuke, pero lo mejor no viene aun, creo que el capi me quedo medio pesado, es que ando sin ánimos, mucho trabajo y pues estoy con el estrés al límite, gracias por esperar y pronto subo otro capítulo, ya se viene más locura, una pelirrosada vuelta toda una busca Sasuke, Itachi planificando todo su plan para ocultar la verdad, más gente se enterara de lo del rubio, espero les guste lo que seguirá, estará muy bueno.

Próximo Capitulo:

Aceptando mí destino

Notas finales:

pronto actualizo mas capis!! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).