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Contra la corriente por RAMSIN

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Contra la corriente


Capítulo 18


Visita Conyugal


Como se comía las ansias, era realmente temprano, un sábado radiante con el sol en pleno cielo sin nubes, había tomado un vuelo en la madrugada para llegar a tiempo y tener ese fin de semana para ella y Sasuke. que feliz era mientras iba en el asiento trasero del taxi retocándose el maquillaje, se sentía bella y perfecta, sin mencionar el pequeño regalito que le esperaba al Uchiha si la desvestía como ella planeaba, una batita minúscula y negra de tela trasparente, pensaba que ningún hombre se negaría a tal prenda femenina.


Falta poco. – lubrico sus labios esparciendo mejor el brillo en labial que se colocó. -


Estaba impresionada al bajar del taxi, la universidad era enorme, un poco nerviosa saco de su pequeño bolso de mano un papel doblado, allí había anotado toda la información que le proporciono su querido futuro suegro, leyó un poco y noto que debía caminar unas cuantas calles para llegar al edificio ocupado única y exclusivamente por estudiantes, una residencia estudiantil. Con más ánimos aun tomo la pequeña maleta de ruedas donde llevaba ropa suficiente para esos dos días y algunas cosas más, camino apresurada hasta que al fin y luego de preguntar a dos jóvenes sobre la ubicación exacta del edifico, ingreso sin problemas al lugar, era un edificio de 10 pisos, pequeño y muy moderno, el interior lucia organizado, una enorme cartelera donde se promovían las normas y reglas del lugar llamo la atención de Sakura, se detuvo frente al ascensor y leyó la cartelera mientras esperaba, nada fuera de lo normal pero una regla de las tantas impuestas sí que no le gusto a la peli rosado, en ella decía que estaba terminantemente prohibidas las visitas conyugales o encuentros amorosos en los departamentos.


Como si fuera a decirle a todo el mundo que voy a eso… - una sonrisa ladina se le escapo, no quería escándalos, así que sin ruidos no hay evidencia. –


El ascensor llego y entro en él, marco el botón del piso 4 mientras sus manos le comenzaban a sudar frio, estaba muerta de emoción, de miedo y de necesidades muy fuertes, aquella noche que perdió en el hotel por culpa de Ino debía recuperarla hoy y mañana. Se acomodó el cabello un poco y salió del ascensor sonriendo como una tonta enamorada, miro el largo pasillo donde se dividían 4 departamentos, miro la hoja otra vez y ya decidida se acercó a la puerta que tenía el 4-3 identificado con una plaquita blanca.


Lista para ti, Sasuke. – soltó la maleta al lado de la puerta y toco el timbre varias veces impaciente. –


No tuvo que esperar mucho, pronto escucho el sonido de pasos y como abrían la puerta delante de ella, sin más que emociones y euforia Sakura se lanzó a los brazos de un pelinegro impresionado, parecía como una novia que recibe a su novio de un largo viaje que los separo.


¡SASUKE! – se le fueron las lógicas, entre risas y chillidos beso la mejilla del mencionado sintiendo que estaba húmeda y fría. -


ah…. – carraspeo unas cuantas veces sin moverse si quiera, estaba impresionado por la aparición casi mágica de esa mujer chillona y de cabellera rosado algodón de azúcar. – no soy Sasuke…


¡EEEEEEEHHHHHHHHH! – Sakura dio un salto atrás aterrada, en verdad ni miro a quien se le lanzo a los brazos, solo noto un cuerpo atlético y cabellos oscuros. –


Pasa. – el joven que fue sorprendido le dejo entrar para después cerrar la puerta con una Sakura súper avergonzada mirándolo con análisis. –


Tu eres… - miro de arriba abajo al compañero de habitación de Sasuke, no podía negar que era guapo, estaba solo en pantalones deportivos y sin camisa, con una toalla al cuello indicando que acababa de salir de ducharse. –


Soy Sai. – cuestiono sin ánimos y secando su cabeza con la misma toalla que llevaba al cuello. – buscas a Sasuke.


Así es… - bajo la mirada con sus mejillas rojas de pena, ahora es que notaba que había abrazado, amapuchado y besado a un total desconocido, pero tenía como excusa que se le pareció mucho a su querido Sasuke. –


Sasuke está liberando sus frustraciones sexuales… salió temprano así que no debe tardar. – sonrió como si nada a una perpleja Sakura. –


Frustraciones… - mascullo impresionada, ese joven era un total descortés y grosero para con su Sasuke. –


Sin más Sai dejo sola a Sakura en la sala, no le interesaba para nada las cosas que pudiese hacer el moreno con esa mujer, le valía un pepino realmente, estaba más al pendiente de terminar su última pintura, apenas si le alcanzaba el tiempo libre para hacer lo que amaba, desde que tenía uso de razón pintaba, siempre recordaba los constantes regaños y reprimendas que le daba su padre por usar las portadas de los libros o cualquier superficie en blanco para colorear, bocetar y tan solo garabatear. Sinceramente era su única pasión real ya que lo demás en su mundo era preparado, controlado y examinado por su padre, jamás conoció la clemencia y menos aún el libre albedrío, así que se refugiaba en pinturas y libros, leía muchísimo para compensar su falta de descubrimiento del mundo, cosas tan banales eran su pasión y seguirían siendo hasta que lograra escapar de ese preparado y organizado sistema en que lo crio Danzo.


Disculpa. – Sakura ya estaba aburrida de esperar y sin mencionar que el trajecito que llevaba bajo la ropa le comenzaba a dar comezón, nunca fue de usar encaje, le lastimaba la piel.- ¿dónde está Sasuke exactamente?


Haciendo ejercicios… siempre sale muy temprano. – sentencio secamente y volviendo a su cuadro sentado en un pequeño sillón al fondo de la sala. –


Pintas lindo. – buscaba algún tema de conversación para romper el hielo con el chico extraño, era incomodo estar en silencio y luego de todo lo que hizo. –


No tienes que ser educada por compromiso, Sasuke ya llegara y podrán ir a follar a la habitación.


YO NO VINE A FO… EERRR… yo no vengo a hacer esas cosas con Sasuke! – su cara estaba rojo tomate, definitivamente le caía mal el chico ese. – deberías ser más educado con los mayores… ¡esas palabras tan sucias viniendo de esa boca tan chica!


Ambos son unos frustrados sexuales… viven amargados. – sentencio más para sí que para la peli rosada furica. –


Niño… más te vale disculparte, ¡yo soy una dama! – se puso de pie frente a Sai y lo señalo con el dedo acusadoramente –


Una dama con ropa interior transparente de zorra. – ladeo su cabeza fijando sus ojos en parte de la bata que llevaba Sakura y que caía un poco por debajo del límite de la falda corta que llevaba puesta. –


¡ERES UN HENTAI! – estuvo a punto de lanzarle una cachetada al moreno pero que buena suerte tuvo el pobre ya que la puerta del apartamento se abrió trayendo a un Sasuke sudoroso y en ropas deportivas. – ¡SASUKE!


¿Sakura? – quedo impresionado al ver a la chica correr a sus brazos y guindársele al cuello como el propio monito de circo. –


Estaba paralizado, su mente no procesaba nada bien lo que pasaba, hacia un momento estaba muy tranquilo haciendo ejercicios en las zonas verdes de la universidad y ahora tenía a la detestable peli rosada pegada a él, como antes, como cuando quería huir de ella lejos, muy lejos, ¿acaso no había huido y ahora le seguía también?


¿qué haces aquí? – se desprendió bruscamente de los brazos de la chica. –


Vine de visita, te extrañaba mucho. – bajo la mirada sonrojada, ciertamente Sasuke se veía como quería, ese tiempo sin verlo le despertó más pasión por el aun, como un niño caprichoso quiere el juguete que no le pertenece. –


¿Cómo diste con la dirección? – hablo realmente serio, su ceño lucia fruncido al límite de lo humanamente posible –


Eso me lo dijo un pajarito… - sonrió risueña al tiempo que deslizaba sus dedos por el pecho del moreno –


No puedes estar aquí.


No te preocupes, nadie me vio entrar y si hablamos de… - volteo un segundo hacia Sai clavándole la mirada marca "si dices una palabra amanecerás muerto", y pensar que el solo estaba como mero espectador del dúo. – nadie dirá nada.


Sakura… - el Uchiha dio unos grandes pasos y abrió la puerta por donde había entrado. – vete.


¿Cómo que me vaya?


Que te salgas, largues, irte, como mejor prefieras.


Si es por mí que estas echándola no te preocupes Sasuke, yo me retiro y así ustedes podrán hacer lo que les plazca. – Sai se puso de pie y tomo sus cosas para salir como alma que lleva el diablo. –


No seas penoso Sasuke, ya tendremos privacidad. – la chica intento besarle la mejilla pero el moreno le esquivo con frialdad. – ¿qué te pasa?


Simple, ¡es gay! - La melodiosa voz de Sai retumbo en toda la sala y dejando a una Sakura dudando seriamente sobre ese comentario. –


¡Cállate Sai! – ahora no solo su ceño estaba fruncido, su frente era adornada por la vena más enorme que haya imaginado tener. –


¿Realmente no me deseas? – Sakura se plantó de lleno ante Sasuke. - ¿porque no deseas acostarte conmigo?, tantas oportunidades que te he dado y ninguna la aprovechas.


No me atraes… - sentencio fríamente. –


En pocas palabras, es gay… - susurro otra vez Sai al fondo como si nadie le fuera a prestar atención. –


Mientras Sasuke y Sakura se sacan algunos trapitos al sol, en otra parte del país, en Konoha precisamente, un rubio atolondrado estaba siendo más que consentido, esa mañana radiante despertó con un desayuno a los pies de la cama, no sabía cómo el ingenio de Gaara llegaba a limites increíbles, estaba presto a su lado extendiendo una bandeja con muchas cosas apetecibles para elegir, todo muy lindo hasta que las todavía escasas nauseas matinales lo sacaron de la cama rumbo al baño y dejando al pelirrojo un poco desubicado con su idea.


Perdona… - salió del baño rascando su desordenada cabellera rubia y mirando aun dudoso a su invitado inesperado. – ¿cómo diablos entraste?


Le pedí al casero que me abriera, ya me conoce, tantas veces que he venido. – se encogió de hombros suavemente y deposito la bandeja de comida en la orilla de la cama. – arréglate, tenemos un itinerario agitado hoy.


Ehhh… - Naruto le miro perplejo, primero porque no le entendía a veces todo lo que decía Gaara tan educadamente, segundo, ¿qué tipo de salida sabatina le tenía preparada?-


Es sorpresa. – se dio media vuelta rumbo a la cocina. –


Estoy dudando sobre esta salida misteriosa.


Naruto pronto desayuno con emoción, comía mas que antes y eso lo notaba el pelirrojo con satisfacción, estaba empezando a sentir más preocupación no solo por el rubio, también la carga que llevaba este dentro suyo, ese bebe no tenía la culpa de nada, quizás no correría con la suerte de un padre amoroso y responsable, pero quizás él podría ayudar un poquito si quiera a que ese niño sea feliz y haga feliz a su "mama". Luego de una hora ambos salían del edifico rumbo a tomar un taxi, no esperaron mucho hasta que uno se detuvo para llevarlos al destino planeado por Gaara, pero no muy lejos de allí, parado del otro lado de la acera había dos personas sentadas en un pequeño vehículo azul marino, con los vidrios ahumado, de esos que no te dejan ver hacia adentro nada. Dentro, dos personas miraban atentas las acciones de la pareja de jóvenes hasta que se fueron en el taxi.


¡Diablos! – el mayor en el vehículo dio un sonoro grito de disgusto. – ¡sigue el taxi!


¿Qué? – su acompañante y conductor del vehículo le lanzo una mirada perpleja. –


Que lo sigas, no ves que se nos van a ir.


Esto ralla lo obsesivo… - le lanzo una mirada matadora a su compañero. –


No es obsesivo, debemos saber que tanto hace Gaara con ese crio, no podemos descuidar nuestra misión. – alzo su mano hasta depositarla en su pecho. – se lo prometimos a mamá.


No seas tan sentimental Kankuro.


No pareces entender la situación, Gaara está saliendo con un chico extraño, no es de fiar, lleva comida a esa lugar todo el tiempo, acaso no te cansas de cocinarle y ni preguntar a donde va a parar todo lo que te pide hacerle.


No.


¡Temari!


Deja el drama, si quiere salir o llevarle comida a un amigo no es mi problema, ya Gaara no es el niñito desvalido que se te pegaba a las ropas para que lo cargaras.


No me recuerdes eso… - el joven se le aguaron los ojos en un segundo. – Gaara es muy inocente, ese crio oxigenado le está tendiendo una trampa, ya veras, solo quiere el dinero de nuestra familia.


Deja de ver tantas telenovelas… - la rubia al fin encendió el auto y dio una vuelta en u para poder seguir al taxi. – esta será la última vez que los seguiremos Kankuro, promételo.


….. – el mayor solo renegó con la cabeza y miro a otro lado. –


Eres terco, porque no te vas a tu taller a esculpir, así no molestas a nadie.


Estoy sin inspiración, mi cabeza solo piensa en nuestro pequeño hermano siendo acosado por ese caza fortunas.


Está claro, voy a mandar a quitar la tv por cable esta semana.


Solo conduce, se desviaron a la derecha en esa esquina.


Ya sé a dónde van… - la rubia suspiro algo melancólica. -


No… - Kankuro le miro de un modo triste. – lo llevara al lugar especial de mamá.


Tienes razón en algo Kankuro, Gaara va en serio con esto. – acelero el auto al ver que el taxi se alejaba de ellos. –


Te lo dije.


Se dice que nada está oculto entre cielo y tierra, pues esto va muy bien con lo que sucedía, las salidas, gastos y peticiones de Gaara empezaron a levantar sospechas en su pequeño núcleo familiar, sus hermanos mayores Kankuro y Temari habían tenido mucho cuidado al cuidarle desde que su madre y padre murieron, se quedaron solos los tres muy jóvenes y con un pequeño Gaara de solo 5 años, por haber nacido prematuramente su madre se aferró a el mas que con sus otros hermanos, estos no le recriminaban ello ya que el amor que le tenían a su pequeño pelirrojo era enorme, tanto que ahora estaban en plan de detectives tratando de averiguar más cosas sobre el extraño rubio que había atraído como imán a su hermanito.


Temari detuvo el auto a una cuadra de su destino final, ambos hermanos bajaron sintiendo inmediatamente el suave y agradable olor del aire, que recuerdos más bellos les traían a colación. Un enorme parque lleno de jardines floridos, un sitio encantador, con caminerías de piedrecillas blancas, asientos de hierro forjado que lucían antiguos y mimetizados con el entorno, ese lugar era el sitio a donde su madre les llevaba cuando pequeños, a correr, jugar, pasar una tarde divina, recordaban como trepaban a los árboles, correteaban a los pobre patos del estanque y se gastaban bromas mutuamente.


Es realmente lindo. – Naruto bajo del taxi con sus orbes azules muy abiertas, el sitio parecía salido de la portada de una revista de turismo. – nunca había venido aquí.


Es mi lugar favorito. – comenzó a caminar seguido del rubio, ambos adentrándose al largo pasillo formado por pequeños arboles bajitos. – mi madre nos traía aquí los domingos, todos mis recuerdos de la niñez fueron aquí.


¿Qué le paso a tu mamá? – Naruto pregunto algo inseguro, no conocía muchos datos personales del pelirrojo. –


Murió en un accidente junto a papá, yo tenía solo 5 años cuando eso paso, mis hermanos tomaron el control de todo y seguimos muy unidos después de eso, tuve suerte de tenerlos a ellos. – miro a Naruto con melancolía, sabía que ese chico no había corrido con su misma suerte. –


Bueno, siempre hay algo bueno entre tantas cosas malas. – sin si quiera notarlo estaba con la mano suavemente depositada sobre su vientre. –


Naruto, te traje aquí por una razón importante. – detuvo el paso frente al rubio. –


El mencionado se tensó un poco, otra vez Gaara con sus raras actuaciones, parecía que fuera a arrodillarse y decirle "cásate conmigo", en un segundo renegó mil veces con su cabeza, eso no podía permitirlo, él no lo amaba al punto de aceptar eso, solo eran buenos amigos. Sus manos sudaban y se pusieron peor cuando sintió como la diestra de Gaara le acompaño tocando su vientre, un corrientazo recorrió su espalda, nadie había tocado su estómago exceptuando Tsunade, quiso deshacer la caricia pero su oportuno bebe decidió empezar a patearle, aquellos leves golpecitos los sintió claramente la mano de Gaara, su ojos verdes se llenaron de una impresión indescriptible, eso le confirmaba que lo que iba a decir era lo que creía correcto.


Naruto…


No, no, no, no… Gaara, las cosas no son como tú crees que deberían ser…


Déjame decirte lo que quiero. – trato de silenciar al rubio pero este seguía tartamudeando mil veces no como un mantra. –


No muy lejos de allí, quizás más cerca de lo imaginado estaban Kankuro y Temari, escondidos entre unos arbustos y escuchando a medias la extraña conversación que tenían su hermanito y el extraño rubio.


Esto es lo más bajo que has caído Kankuro.


¡Tú estás conmigo así que somos dos los que caímos bajo!


No me metas en tus líos, si Gaara descubre que estamos vigilándolo se enfadara.


No se enterara y deja de hablar que no escucho bien lo que le dirá Gaara.


El pobre castaño se arrastró un poco más entre los matorrales para escuchar la mejor parte de la conversación.


Gaara yo te aprecio pero esto es mucho…


No quiero nada del otro mundo Naruto, solo deseo cuidar bien de…


¡No podemos casarnos! – Naruto grito algo asustado por lo que seguro diría el pelirrojo –


¿Casarnos? – Gaara paro de hablar en seco –


¡COMO QUE CASARSE! – un Kankuro lleno de ramas, tierra y hojitas en el cabello salto de los matorrales frente al dueto. –


¡Kankuro! – Gaara le miro impresionado, su hermano mayor les salto de la nada. –


Nadie se va a casar, me escuchaste, eres un niño aun, no sabes de la vida, de las cosas del mundo, ¡ni si quiera conoces a este individuo lo suficiente! – señalo acusadoramente a Naruto. –


Eso mismo trato de decirle yo, no quiero casarme, no creo que sea la solución a mi estado. – el rubio llevo sus manos a su vientre. –


Qué... ¿qué estado? – ahora era Temari quien salía de los arbusto perpleja –


Tú también…


¡EXPLICATE! – Kankuro miro con total terror al vientre de Naruto. –


Bueno… yo… aquí… espero un bebe.


¡QUEEEEEEEEEEE! – colapso colectivo, Kankuro trastabillo agarrándose del primer árbol que encontró, era demasiado para él, su hermano había embarazado a un hombre. –


Gaara… por eso querías pedirle matrimonio, cometieron un error pero con casarse no lograran tapar ese hecho. – Temari más cabeza fría le tomo de los hombros aconsejándolo. –


Ese bebe no es mío… - mascullo con vergüenza el pobre pelirrojo –


¡PEOR AUN! – el hermano mayor dio un alarido indignado que medio parque escucho con facilidad – ¡este muchacho te quiere encasquetar un niño ajeno!


UN MOMENTO… - ahora el rubio era quien empezaba a hervirle la sangre, él no quería darle ninguna responsabilidad a nadie, eso eran palabras de más. –


Espera Naruto. – Gaara poso su mano sobre el hombro de su amigo. – yo no quiero casarme con Naruto, ni tampoco tenemos alguna relación sentimental, solo somos amigos, muy buenos amigos y como tales lo traje aquí, quería decirle que contara conmigo para lo que fuera, que seré su apoyo, su bastón, su ayuda, él cuenta conmigo y su hijo también cuenta conmigo porque así lo deseo, que sienta más o menos hacia él es otro asunto, y el tiempo me dirá que tanta razón tuve o no para seguir junto a él. Naruto, quería preguntarte si me dejarías ayudarte estos meses, quiero ser la figura que este a tu lado hasta en el mismo día en que nazca tu hijo, quiero compartir contigo este recorrido, como amigo.


Allí una pregunta al aire, pero en otro lado, las preguntas u reproches tenían una sola y clara respuesta sin revelar.


No había palabras, solo la mirada fija uno en el otro, parecían jugar a quien resistía más, Sakura no se movería de la puerta hasta que Sasuke le contestara con la verdad, por qué siempre de su frialdad, su ego altruista y su modo de ser para con ella y para con todos prácticamente.


Vete.


No lo voy a hacer, eres un ser insensible Sasuke, vine miles de kilómetros, tome un vuelo, deje mis deberes y gaste mucho dinero para solo verte, y tú me sales con que me largue como un perro sarnoso al que no quieres cerca.


Nadie te invito aquí, yo no te obligue a venir. – se cruzó de brazos fríamente –


Es como un bloque de hielo. – mascullo Sai súper entretenido en la pelea de estira y encoge de ambos. –


Me odias… eres insensible, frio, bajo, un ser sin sentimientos que solo se regocija en su ego, no puedes quererme porque no quieres a nadie Sasuke Uchiha, no sé porque no me di cuenta de eso antes, no quieres a nadie con ese corazón vacío y sin emociones… yo te amé y te amo, pero estas perdiendo, no sientes nada. – Sakura dejo ir toda su rabia, una frustración enorme por no tener lo que creía suyo. –


No estoy vacío como tú dices, soy frio y esa es mi personalidad pero no estoy vacío y sin emociones, la verdad es que tu no me despiertas esas emociones, no me avivas el alma y menos aún el cuerpo, yo no te quiero, mis emociones… mis emociones salieron a flote una sola vez y esa vez no fue para ti, y si amo a alguien, pero no eres tú.


Continuara…


JO JO JO ¡SASUKE ADMITE QUE AMA A ALGUIEN! Será que ahora si saldrá corriendo a recuperar a su rubio atolondrado, mira que si se tarda mucho un tierno pelirrojo se le adelantara XD… que capítulo más tiernuchis!, me reí mucho y me desligue un poco de la seriedad y de la tensión y la tristeza, iba a meter el recuerdo de la mami de Gaara pero me dije que no los haría llorar esta vez, preferí hacer de risa y ponerle los pelos de punta a Kankuro y a Temari ja ja ja, el dúo de hermanos protectores. Ahora saben quién seguía a Gaara y a Naruto antes, ese hombre solo protege a su hermanito de caza fortunas y aprovechados. Ahora, si las cosas van a volver a enseriarse, dejemos esto por hoy y pronto regreso con mas, gracias por los comentarios que me dejan, los leo toditos! Les quiere su amiga favorita de los fics.


Próximo Capitulo:


Creciendo


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