Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Contra la corriente por RAMSIN

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Contra la corriente


Capítulo 19


Creciendo


Sin duda una situación incómoda, ese encuentro inesperado en el parque hizo que muchas cosas salieran a flote en la familia de Gaara, empezando por descubrir al amigo misterioso del pelirrojo, quien se llevaba toda su atención y tiempo libre, también que su grandioso hermanito parecía encantarle los retos y los líos, buscarse como "amigo" a un chico embarazado era sin duda alguna la cumbre de las excentricidades.


¿Entonces? – Kankuro miraba inquisidoramente a Naruto, más bien parecía escanearlo con la mirada de arriba abajo, algo no le terminaba de convencer al castaño sobre la amistad de Gaara. –


Etto… - el rubio jugaba con sus dedos, estaba nervioso, su salida sabatina habia dado un giro muy extraño, de un parque público muy lindo a la residencia súper enorme donde vivía la familia de Gaara, descubrió también lo rico y bien acomodado que era el pelirrojo económicamente. –


Kankuro. – Gaara le interrumpió al aparecer en la sala donde estaban todos reunidos con algunas bebidas en mano. –


No me hables en ese tono, yo debería estar castigándote por todo esto. – tomo su vaso de jugo con molestia de las manos de Gaara. –


Y yo no debería hablarte, se metieron en mi vida privada descaradamente. – desvió la mirada a Naruto. – toma un jugo.


Yo… como que mejor me retiro. – el rubio intento ponerse de pie pero tanto Gaara como Temari se lo evitaron. –


Espera, nadie te esta echando de aquí, ¿verdad Kankuro? – la rubia le lanzo una mirada fulminante a su hermano celopata. –


….. – rezongo cruzando sus brazos, estaba claro que Temari y Gaara parecían de acuerdo con haber invitado a ese niño rubio a la casa. –


¿Y cómo te llamas?- Temari le sonrió amablemente, prefería utilizar la sutileza para averiguar las cosas que su terco hermano Kankuro quería saber a base fuerza. –


Uzumaki Naruto.


¿cómo demonios conociste a mi herman… ¡aaauth! – Kankuro se encorvo hacia delante al sentir como su hermanita le dio un sincero codazo en la boca del estómago para hacerlo callar. –


Tranquilo, a veces Kankuro es un poco extremista. – la rubia le sonrió nuevamente sin un ápice de asombro. –


Eh… Gaara va a comer al local donde trabajo, así nos conocimos. – hablo nervioso, ahora creía que más asustaba la hermana de Gaara por su agresividad pasiva y controlada. –


Dejen de hacerle preguntas impertinentes a Naruto, no es un extraño que vaya a hacerme algo malo. – al fin el pelirrojo se sentó junto a Naruto en el largo sofá de 4 puestos que había en la amplia sala de ese hogar. –


No me molesta que me pregunten, yo también lo haría si fuera tu hermano mayor.


Y… ¿qué hace un chico embarazado de otro hombre saliendo con mi hermano?


¡Kankuro! – Tanto Gaara como Temari le gritaron incomodos. –


Quieres la verdad, pues prácticamente me entregue a un ser que creí amigo mío, me uso como le plació y luego me deshecho como un pedazo de papel, ahora estoy en estado y no me importa un bledo lo que crean los demás, yo hago con mi vida lo correcto y confió en que Gaara solo está a mi lado porque me considera un buen amigo y no estoy ni mínimamente interesado en su dinero, su casa o sus cosas, solo necesito compañía y apoyo, mas nada.


Al terminar de hablar los tres hermano parecieron impresionados, en especial Kankuro ya que la vehemencia y la seriedad con que hablo Naruto lo helo, todas sus ideas preconcebidas se derrumbaron en ese segundo, quizás esa amistad con su hermanito valía la pena dejarla continuar, Gaara jamás fue bueno para hacer amigos, nunca hablo de nadie y menos aún se sintió atraído a sembrar o fomentar amistades. Este chico rubio había batido todos los record y creencias sobre la personalidad de Gaara, sacaba lo mejor de él, hasta su lado más tierno que solo le demostró a su fallecida madre, sin duda no había que dejar escapar esa oportunidad, así tengan que tolerar el que el pelirrojo artista del vidrio haya puesto sus ojos sobre una persona tan peculiar y en la condición de Naruto.


De allí a otra parte del país, en una pequeña residencia estudiantil aun había una acalorada discusión entre Sasuke y Sakura, las palabras del moreno hicieron que a la Haruno se le revolvieran las emociones de modos jamás imaginados, un dolor lacerante le atravesó el pecho de par en par, como si Sasuke le hubiese arrancado el corazón de un tirón, sin permiso, sin anestesia y con una crueldad tal que la devastaba emocionalmente.


¿Porque… que me invitaste al baile? – susurro esas palabras al recordar lo amable y falsamente hipócrita que fue el moreno en aquella ocasión con ella. –


Solo quería dejarte en claro que no me gustabas, pero las cosas no salieron como quería. – el cuerpo desnudo y provocativo de Naruto se le coló en la mente. – algo sucedió.


¿quién es?


¿Quién es quién? – el Uchiha conocía la pregunta pero se hizo el desentendido. –


Sabes de que hablo, quiero al menos saber quién fue la persona que logro entrar en ese repugnante corazón tuyo.


No me interesa que lo sepas, da igual a estas alturas del juego.


Quiero saberlo. – siseo con rabia, al menos quería buscar explicaciones, necesitaba compararse con ese fantasma que le ganó la partida ante Sasuke. –


No te interesa Sakura, solo hazte el favor a ti misma y lárgate de aquí.


¡No me moveré hasta saber la verdad!


Demonios, eres más insoportable de lo que creía.


Tengo derecho a saberlo, llegue aquí no solo por mis pies, también me mandaron… - eso último que dijo fue inconscientemente, en verdad no quería revelar que Itachi le había dado órdenes de averiguar sobre Sasuke, eso despertaría las sospechas del moreno sobre la otra persona que estaba metida en la vida de Sasuke y por la que huyo de Konoha. –


¿De qué hablas? – arqueo una ceja curioso. –


¡Nada! – hasta allí llegaba su valentía, ahora debía irse antes de que Sasuke le quisiera sacar la verdad y ella sabía muy bien que ese hombre lograría lo que fuera con ella, en cualquier sentido de la palabra. –


Primero me preguntas por quien está en mi vida y ahora me sales con que te mandaron a venir, ¿qué está pasando aquí? – sujeto el brazo de Sakura con firmeza –


No responderé nada, no diré nada porque tú no eres sincero conmigo, dime quien es la persona que te robo la oportunidad de amarte y quizás… quizás yo diga lo que se.


No me extorciones… - el Uchiha le apretó un poco más el brazo causando que Sakura soltara un pequeño quejido de dolor. –


Me… lastimas… Sasuke.


Habla… - sus negras orbes se volvieron realmente frías y despiadadas, algo no le gustaba y eso era lo que sabía Sakura. –


NARUTO.


El tenso silencio se rompió en un segundo, ese pequeño nombre resonó en la habitación, tanto Sasuke como Sakura dejaron de forcejear para mirar a la persona que había emitido aquel nombre de sus labios, un Sai nada asombrado sonrió al ver que toda la atención estaba sobre él, sin ánimos se incorporó del sillón donde estuvo sentado y miro al dueto con lastima y renegando unas cuantas veces con su cabeza.


Supongo que ese es el nombre que quiere saber tu despechada acosadora. – miro a Sasuke con un dejo de malicia, el sabia más de lo que parecía. –


¿Cómo demonios sabes eso? – Sasuke entro en cólera, sin pensar en nada soltó el brazo de Sakura para ahora lanzarse sobre Sai, ese era su secreto mejor guardado, nadie sabía sobre lo que paso entre el atolondrado rubio y el, solo su hermano Itachi y este estaba a miles de kilómetros como para dejar libre tal secreto. la rabia le revolvía las entrañas, quería saber cómo ese chiquillo sabia de Naruto, como si quiera ese nombre entro en la boca del pálido chico frente a él. –


No te alteres… Sasuke. – Sai mascullo aun calmado a pesar de tener a su compañero de habitación sobre el ahorcándolo. –


Desgraciado… ¡habla!... ¿qué sabes de Naruto?


Nada… - susurro con la falta de aire, sus mejillas pasaron de pálidas a azulosas, el aire comenzaba a faltar con dificultad. –


No te la des de inteligente conmigo. – soltó un poco sus manos del cuello de Sai dejando que este diera una gran bocanada de aire para recomponerse del ataque. –


Hablas... dormido. – tosió secamente hasta por fin poder decir lo que sabía. – solo hablas dormido tonto Sasuke, vives repitiendo una y otra vez ese nombre…


….. – sinceramente se sintió un grandísimo idiota, su sud consiente estaba podridamente enamorado de Naruto, debía admitir su derrota, su vergonzosa derrota ante la fiereza con que guardaba ese sentimiento muy hondo, muy dentro de el donde no se fuera a escapar por nada del mundo. –


Admítelo, eres gay, te gusta un tal Naruto que te hace hasta tener sueños húmedos… - esa última frasecita la soltó deliberadamente muy cerca del oído del moreno, como le divertía jugar con las emociones de los demás. –


¡ERES UN… - levanto su puño para estrellarlo contra el rostro de Sai pero se detuvo al oír como la puerta del departamento era azotada tras ellos, en ese segundo recordó que Sakura también había escuchado el nombre de Naruto y lo que era peor, lo conocía. – ¡SAKURA!


El moreno salió dando tras pies del departamento, intento alcanzar a Sakura pero está bajo las escaleras de emergencia como un demonio, dando grandes zancadas que le alejaron del Uchiha, la peli rosado podía escuchar claramente los gritos lejanos de Sasuke por alcanzarla, no quería oírlos, realmente ya tenía una respuesta a sus dudas, conocía a su enemigo, a la terrible verdad que se escondida con la frialdad de Sasuke. Las lágrimas rodaban raudas y veloces por sus mejillas, estaba que ardía con un dolor lacerante en su pecho, más grande que el anterior y más indignante aun, como podía estar enamorada de alguien como Sasuke Uchiha, jugo con sus emociones, jamás fue sincero con ella, lo más descarado del asunto es que le presento a Naruto, se lo restregó en el rostro, sabia lo feliz que le hacia el rubio. Recordaba una y otra vez la única sonrisa sincera que le vio a Sasuke en su vida, y esa sonrisa solo se la arranco ese tal Naruto, su corazón estaba hundido con ese nombre, ese rostro, ese peso de mil maldiciones, ese tal Naruto hasta debía ser el que le respondió el celular hace unos días, si… ese tal Naruto estaba adueñado de todo lo que era Sasuke Uchiha.


Te odio… - susurro para sí aun corriendo por las calles cercanas a la residencia estudiantil, ya Sasuke no podía alcanzarla, sinceramente tuvo suerte de que cruzara la calle antes de que el semáforo cambiara a verde y le truncara el paso al moreno, no supo a donde correr, no conocía nada, solo se detuvo agitada y saco su mano temblorosa para que un taxi se detuviese, respiro más hondo aun al verse sentada en la parte trasera del vehículo, ojeo una última vez la calle donde perdió a Sasuke de vista y le pidió al conductor que le llevara al hotel donde estaba alojada, tuvo la suerte de no soltar su bolso de mano, porque lo demás de ella se quedó a las puertas del departamento de Sasuke, su huida había sido necesaria, tenía que ordenar sus ideas, saber que pasaba realmente, y algo mejor aún, descubrir la verdad tras ese nombre, Naruto. –


Las cosas no serán sencillas de aquí en adelante, la situación ha dado algunos giros. Sasuke ha quedado al descubierto por Sakura y eso le da una inseguridad increíble, además, ella aun no le revelo quien la mando a verlo, pero sacando conjeturas, lo más seguro es que sea su controlador padre tratando una vez mas de meterle a la Haruno entre ceja y ceja. Sakura ha retornado inmediatamente a la cuidad de Konoha y no deseo más que estar a solas, sus ideas debían ser reorganizadas y puestas en claro, tenía por un lado al hermano de Sasuke tratando de hacerle saber sobre su hermano por alguna razón, y esa razón tenía el nombre de Naruto, pero lo interesante o curioso del asunto, es porque la insistencia en que Naruto y Sasuke mantengan contacto, si solo fue un romance o algo menos serio, sería conveniente que ella limpiara la "hombría" de Sasuke y le diera una oportunidad de hacer una vida familiar y digna de un Uchiha, como tanto le decía Fugaku, y el, bueno, ese hombre tenía tantas o más cosas misteriosas sobre Sasuke, conocía de ante mano las intenciones del mayor de los Uchiha, era obvio que quería control, intereses y poder, pero a ella solo le importaba Sasuke, si se casaba con el ella se daría por satisfecha, pero ahora, no podía ir ante Fugaku diciéndole que su prospecto de hijo era gay, que no le quería y de paso estaba arrastrando la cobija por un tal Naruto.


Pensar claro y fríamente, un poco de orden, algo de investigación y tendría la solución, como primer punto necesitaba conocer mejor de Naruto, saber quién era, como estaba y si era posible entablar conversación con él, el enemigo no se subestima ni se sobrevalora, se tiene a la justa medida de las adversidades, si tenía que ir y besarle el trasero para saber a ciencia cierta que había o hubo entre él y Sasuke, ella sería capaz de hacerlo, solo después de revelada sus dudas, tendría el valor o la conveniencia de revelar el lugar donde estaba Sasuke a Itachi.


Solo le daré un poco de largas al asunto, necesito saber que tanto puedo abarcar, regenerar las ataduras, sé que con Fugaku puedo lograr a Sasuke como esposo… así sea un esposo a la fuerza, pero "mi" esposo.


Las razones no caben en un corazón herido, nos aferramos sin querer a los imposibles y pretendemos que los demás nos quieran como nosotros necesitamos o estamos interesados en ser queridos, como un pequeño tirano del corazón. Pero el tiempo pasa, y las cosas que rondan en el aire no son de menos interés, 3 semanas más se fueron fugaces, en ellas, Sakura se obvio campantemente los mensajes de Itachi preguntando si había averiguando algo, también este había tomado la precaución de utilizar a Gaara como modo de saber sobre Naruto, era menos evidente y más fácil, no necesitaba estar yendo a verlo constantemente, conocía de buena mano que el pelirrojo le protegería a como diera lugar y le avisaría de lo que fuera, como esa mañana de lunes cuando Itachi estaba todavía en casa, desayunando en la cocina con sus padres, un desayuno algo frio y rígido, nadie decía nada, salvo Mikoto con una que otra frase para suavizar el ambiente, era obvia que padre e hijo se tenían un natural resentimiento, pero se preguntaran porque Itachi nunca abandono el hogar, por la infeliz y única emoción que le queda al ser humano después de perder todo, "la esperanza", aquella de que algún día su padre se arrepintiera y le dijera que hizo con su bebe, que era de su paradero, si lo conocía aun hoy en día, tantas preguntas que deseaba hacer y sin embargo se las tragaba, confiaba en que podía tener aun respuesta, misericordia. Sin contar que también se había dedicado a salvaguardar a su hermanito Sasuke, que no sufriera su acoso, sus ideas egocentristas, hasta ahora había tenido un grado de éxito, no muy convincente y poco estable, pero seguiría allí por esas dos razones, hasta que apareciera su hijo y su hermano fuera libre de las ataduras de Fugaku Uchiha.


Itachi, deberías comer mejor. – la voz de su madre le saco de sus pensamientos, esa mañana estaba sumamente pendiente de su celular, esperaba los mensajes de Gaara, ese día Naruto tendría su segunda consulta con Tsunade. –


Está bien. – guardo su celular en el bolsillo de su chaqueta y tomo dos trozos más de pan que le ofrecía Mikoto con una sonrisa algo insegura. –


Ya me retiro. – Fugaku no le prestó atención a madre e hijo, se levantó de la mesa y tomo sus cosas para salir de la casa. –


Itachi… - la morena vio la primera oportunidad de oro para al fin hablar con su hijo, hacía semanas que se debatía en decir o no decir nada, aun temía por ser descubierta. –


Dime madre.


Yo… creo que necesito saber algo importante. – se sentó donde segundos antes estuvo su esposo. –


¿Sobre qué?


Sobre ti, sobre tus cosas personales.


Madre, sabes que siempre he tenido confianza en ti, y más aún desde los sucesos pasados. – tomo la mano de su progenitora con suavidad. –


Lo sé, por eso estoy preocupada, tu… Itachi, temo que haya sucedido otra vez.


No te comprendo madre. – le miro intrigado, en verdad Mikoto era de pocas preocupaciones y muy pocas veces se inmiscuía en su vida privada. –


Sabes que siempre he estado a tu lado y mi corazón sufrió en el pasado, se lo que es el amor a un hijo pero no puedo estar en tus zapatos, en verdad no llegare a comprender y entender el grado de dolor que tu padre te causo cuando te arranco a…


No sigas. – soltó la mano de su madre impresionado, ese tema era pecado y no se trataba en la casa de los Uchiha, eso se enterró muy hondo en la memoria de todos, como si nunca paso. - ¿porque hablas de eso?


Hijo, me preocupo por ti, no quiero que pase otra vez, no deseo verte como en el pasado, no quiero que sufras una vez más. – acaricio la mejilla de Itachi con suma ternura. – por favor Itachi, dime que no has cometido otra vez ese suceso, que no esperas otro bebe.


Bebe… - alzo sus orbes negras impresionado, ¿cuándo su madre se creó tan irracional idea?,¿ porque pensaba eso? –


No digas nada, solo contéstame con un sí o un no, solo eso me hará sentir aliviada, tengo el alma en un vilo desde que sospecho eso.


No te preocupes madre, no espero ningún bebe. – sus ojos se llenaron de tristeza. – ningún niño podrá hacerme olvidar el que perdí, nunca quise cubrir mi perdida con otra criatura inocente.


Está bien, pero… - recordó la factura que despertó todas sus dudas y temores. –


No ha sucedido nada, no estoy embarazado y no lo estaré, no quiero problemas, mi meta ahora es cuidar de alguien más madre, solo se esperar, yo te diré lo que quieras saber, pero aún no, no deseo estropear la felicidad que podría recaer en mi vida y en la tuya. – sintió como su celular empezó a vibrar, un mensaje había llegado así que emocionado saco el aparato de su bolsillo y leyó el mensaje con asombro. – niña…


Una noticia impresionante, ese pequeño mensaje resumía muchas cosas, algunos kilómetros en un pequeño consultorio se veía a un Naruto impresionado mirando la pantalla de la máquina de ultrasonido, a su lado y muy calmado estaba Gaara, le prometió acompañarlo a la siguiente consulta y así cumplió, por ello aquel mensaje de texto para Itachi, en él ponía que todo estaba bien con Naruto y que ya sabían que era él bebe.


Es niña. – Tsunade le sonrió divertida, la cara del rubio era un poema a la incredulidad, ¡tendría una niña! –


Niña… ¿está segura? – el rubio se alzó en sus codos para tratar de ver mejor las raras imágenes de la pantalla.- Allí solo veo rallas y más rallas…


Naruto ella es la doctora. – Gaara le sujeto en hombro haciendo que se acostara otra vez en la camilla. –


Está en perfecta condiciones para un feto de 5 meses… te has portado bien muchachito. – le apretó el cacheta al rubio con saña. –


No me haga eso… ¡parece una abuelita pellizcona! – hizo puchero, esa mujer lo trataba como si fuera su nieto o algo así. –


No me insultes… - apago la pantalla del ultrasonido violentamente- no te daré la foto de la bebe.


¡Quiero mi foto! – chillo molesto, le llenaba de curiosidad tener la primera imagen de su hija entre manos. –


Entre discusiones Tsunade le dio la foto de ese último ultrasonido, ambos jóvenes salieron de la consulta muy contentos por los resultados de su chequeo mensual, todo iba viento en popa, incluido el aumento del vientre del rubio, ya era más que notoria su condición, no podía ocultarla y cuando hacía una semana tuvo que decir la noticia a su jefazo, este casi cae de espaldas impresionado, le costó adaptarse pero lo acepto y acabo por sentirse acosado por un peliblanco con complejos de abuelito. Su hija tendría a un compendio de excéntricos personajes a su lado cuando naciera, empezando por Gaara que suplantaba muchas de las cosas que debería estar haciendo el padre de la criatura, luego un Tío que lucía más espía que nada, casi siempre dejando cosas a la puerta de su casa y mandando mensajitos para saber cómo estaba todo, una abuelita fastidiosa como Tsunade y un abuelito pervertido con Jiraiya, que grandiosa familia le estaba esperando a la pequeña en 4 meses.


Realmente impresionado. – Gaara le miro con un aire divertido, Naruto era tan evidente en su asombro. –


Un poco… - miro la foto de su ultrasonido una vez más mientras caminaban por la calle al salir de la consulta. –


Ahora debes pensar en un nombre para ella. – poso su mano sobre el vientre del Uzumaki, esas semanas acompañándolo le había dado un grado más alto de intimidad y confianza con Naruto, al punto de poder acariciar ese vientre sin ser visto asesinamente por el rubio. –


Tienes razón, un nombre para ella. – suspiro melancólico, le resultaba más fácil que fuera niña, quizás así no se parecería tanto a Sasuke, solo tenía muchas ganas de que su hija no sacara nada que le recordara quien era su padre. –


No crees que es hora de que dejes de trabajar.


Aun puedo, además, quiero seguir haciendo todo lo que siempre he hecho, me ayuda a permanecer distraído de otros pensamientos…


Si tú lo dices.


Gaara le paso una mano por la espalda, posándola sobre el hombro de Naruto, así ambos caminaron por la calle perdiéndose entre la gente, quien los viera dirían que eran una excéntrica pareja con un regalo en camino, y ese pensamiento también lo tuvo otra persona que no perdía el paso a la pareja, miraba impresionado como aquel vientre resaltaba entre la camisa negra que cargaba puesta Naruto, sus curvas suaves y sobresalientes llamaban la atención, su andar acompasado y aquel típico contoneo que hace una embarazada para poder ajustar su punto de gravedad con el peso nuevo, lucían muy felices, el pelirrojo que le acompañaba parecía un marido protector, dulce y cuidadoso, solo el verle como le hablaba, como le trataba, un todo que los hacia lucir hasta tiernos.


Esto es algo que no esperaba ver… - sin pérdida de tiempo saco su celular y tomo algunas fotos a la pareja que subió a un taxi unos momentos después. – Sasuke… tengo lo que necesitas para vomitar todo el amor estúpido que puedas sentir aun por ese Naruto.


Sakura siguió investigando sobre el Uzumaki, tanto que cuando dio al fin con su dirección, fue justo ese día, recordaba muy bien la apariencia física de Naruto, ese día en el acuario no se le olvido nunca, un idiota que manche un vestido tan caro no se olvida. Le sorprendió ver lo relleno que estaba, al principio creyó que era gordura, pero cuando le vio salir del edificio acompañado por otro hombre pelirrojo y que le escoltaba como si Naruto fuera a romperse le hizo entrar en lógica que estaba en estado, ese peculiar descubrimiento la alentó, quizás el tal Naruto ya había hecho su vida y olvidado a Sasuke, hasta un hijo le iba a dar al chico pelirrojo que parecía su novio. esa información era increíblemente conveniente para ella, que mejor forma de torturar a Sasuke, hacerle perder esperanzas, sueños y el amor, cualquiera se desilusiona si la persona que decías amar de la noche a la mañana se revuelca con otro y de paso está en estado, la jugada perfecta, sin duda, el esperar le dio la carta de triunfo, lo que le devolvería a Sasuke a sus brazos. Le perdonaría ese desliz, cualquiera podría tenerlo, solo borrarían el pasado y ella consolaría su dolido corazón, que mejor que conquistar un hombre herido en su orgullo y en su alma.


Hoy muere tu amor por ese tal Naruto Uzumaki.


Continuara….


¡ESTACAS!.. ¡NECESITO ESTACAS!... tengo ganas de quemar a una cierta bruja esta noche… cómo es posible que Sakura vaya a decirle esas mentíras a Sasuke ToT… esto se pondrá feo feo, espero no asustarlos pero aquí la cosa comienza a correr como maratón y rodaran cabezas, sangre, sudor y lágrimas, busques clines, pañuelitos o lo que sea para secar sus lágrimas y mocos. Y es una chibi!, Naruto espera una niña así que ahora pongamos ideas del nombre de la peque porque yo tengo uno, de un doujinshi que hice, si… también pinto y tengo un dou mpreg de sasuxnaru, si gustan curosear, pasen por mi profile y busquen mi gallery en devianart, deben registrase como mayor de edad si quieren ver mi galería, tiene mucho yaoi para mayores de edad XD…


Próximo capitulo:


Sin aire


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).