Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Contra la corriente por RAMSIN

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Contra la corriente

Capítulo 28

Un deseo del corazón.

Nunca creyó caer en esa encrucijada de la vida, pensaba que jamás los caminos se cruzarían de ese modo, confió en las tretas de su amigo Fugaku, en que jamás Itachi llegaría a reclamar lo suyo, bueno, en verdad no llego por Sai, desconocía de su existencia, pero Sasuke y sus problemas atrajeron a la verdad irrefutable, los hermanos compartían lazos que ni conocían, no sabían que tenían frente a ellos a su sangre, su sobrino y su hijo. Las ironías de la vida, como la mentira de patas cortas, una mentira que duro 15 años en ser descubierta y que él no pretendía seguir respaldando en nombre de Fugaku, había cometido muchas atrocidades en su nombre y esta sería la última, sabia del daño que le había causado a Itachi en el pasado, de cómo sus manos fueron metidas en una red planificada de mentiras contra Minato Namikaze, nunca tomo una vida en sus manos, pero si ayudo a que eso sucediera, su amigo le llevo a ello, a ayudarle a desaparecer físicamente al rubio, asesinar no estaba en sus planes, pero Fugaku fue más lejos, le instigo a que " un accidente" podía liberarles de un problema, su hijo debía deslindarse del Namikaze, y como no lo había hecho por las buenas, seria por las malas, esos pensamientos se atropellaban en la mente de Danzo, quería tirar de cabeza al padre de Itachi, pero si lo hacía, también el caería, como mínimo preso.

Tienes que investigar a tu padre… es mi única acotación Itachi.

Se mucho de mi padre, demasiado para mi gusto. – sentencio aun confundido por las palabras de Danzo. –

Tu padre me metió en un predicamento enorme, hace 15 años tuve que quedarme con una carga que no me pertenecía, mi esposa deseaba esa carga pero yo solo la acepte verdaderamente por complacerla, ella estaba enferma y no tuve corazón para decirle que no.

¿De qué hablas? – un sentimiento extraño se alojó en el estómago del moreno, sus más extraños pensamientos recorrían su mente, su pasado, su presente. –

Puedo asegurarte Sai que no fuiste abandonado por tus padres, lamentablemente pagaste el pecado de ser concebido sin permisos, de nacer, el simple hecho de llevar sangre Namikaze te marco como un enemigo de los Uchiha.

Itachi abrió los ojos como platos, su respiración se entrecorto en segundos, tuvo que posar sus manos sobre el respaldar de la silla donde estuvo sentado hacia segundos atrás, sus ojos se llenaron de asombro al solo ver como delante de él estaba lo que tanto busco y creyó perdido, era una locura, no, era una verdad, tenía que ser una verdad, era hasta razonable lo que decía Danzo con un total aplomo.

Llegaste a mi casa una noche, llorando desconsolado, muerto de hambre y frio, Nahoko solo trato de darte lo que te habían quitado, fuiste arrancado prácticamente de los brazos de tu madre. – sin más que decir camino unos pasos hacia Itachi posando sus manos sobre los hombros de asombrado moreno – perdona que aceptara cubrir a tu padre, sé que él quería ver muerto a Sai, pero en el fondo no se atrevió a matarlo, es su sangre, muy dentro de el decidió que viviera lejos de ti, lejos de la verdad, así que ahora solo me queda darte una disculpa que no me aceptaras jamás.

El… - sus negras orbes se centraron en el rostro pálido de Sai, ambos se miraban con asombro evidente, como si estuviesen viendo un espejismo colectivo. –

Sai, creo que ustedes tienen mucho de qué hablar. – sin más palabras Danzo salió de la oficina y cerro para dejar que aquella verdad terminara de revelarse ante madre e hijo. –

Era sórdido, extraño, recordaba como si hubiese sido ayer al diminuto bebe de cabellos negros y llanto desgarrador que dio a luz, su piel pálida y sus facciones delicadas. Pero ahora, ante él estaba un jovencito con aplomo, maduro, con un semblante algo desdichado y solitario, buscaba alguna marca, un algo que lo hiciera conectarse con Sai otra vez, un pequeño parecido, una pista que le despertara el instinto salvaje con que lo protegió cuando nació, cuando Fugaku se lo arrebato de los brazos. Sus ojos, esos ojos tan llamativos por su fuerza, por su mirada tan parecida a la de él, recordaba esos ojos, esos que lo miraron así cuando los abrió por primera vez, un escalofrió enorme le recorrió la columna vertebral, lo recordaba, sus ojos negros mirándolo con análisis, ese modo único en que se le quedo grabado, desorbitados, asustados, cuando por fin su madre Mikoto se lo llevo para que lo cargara y le alimentara, esos ojos asustadizos.

Tu… - Sai fue el primero en pronunciar una palabra, estaba pálido y con las preguntas atragantadas en el cuello, su corazón latía a mil por hora, juraría que moriría con un ataque al corazón si no se calmaba lo suficiente, esto era una sorpresa, más que una sorpresa, era la verdad siendo escupida en su rostro del modo más extraño posible. –

Danzo tiene razón. – logro sentenciar aun tembloroso, no podía ir y abrazarlo de golpe, una parte de el moría por hacerlo y la otra le decía que no, que aún no era tiempo de ir y soltar todo el amor que mantuvo cautivo en su corazón. – mi padre… tu abuelo, hizo algo muy malo contigo, te arrebato de mis brazos apenas naciste.

Tu eres… - no podía, sintió que debía sentarse, si, eso era, una pregunta por vez y una revelación por vez, primero que nada aún estaba procesando el hecho de que el hombre que tenía en frente suyo era su sangre, segundo, que era su "madre", eso lo entendió claramente entre líneas, tercero, que casi lo matan apenas nació porque era hijo de quien sabe que hombre que odiaba su abuelo. vaya familia que se consiguió y el burlándose de las desdichas Uchiha. –

Cálmate, esto es tan complicado para mí como para ti. – logro dar unos pasos y extender su mano hacia Sai, quería si quiera tocarlo pero este dio a entender que no deseaba eso. –

Soy parte de una familia de locos. – agacho su rostro con pena, un raro sentimiento empezó a colarse en su corazón, era como felicidad ligada a miedo, no sabía porque quería llorar y mucho, siempre se creyó odiado y excluido del mundo, que era un desecho de la sociedad, que lo habían dejado solo, ahora resulta que lo querían mucho y que lo alejaron de su "madre", que lo quisieron matar y que acabo en manos de una familia que a su modo raro lo cuido y escondió de su verdadera madre. – sufriste mucho… supongo.

Hasta hoy. – Itachi sentencio con una leve sonrisa – tú también tuviste que sufrir muchas cosas al saber que no eras su hijo.

Al menos no me quede solo como tú. – alzo sus ojos hacia Itachi, estaba buscando algún sentimiento que le hiciera acercarse, uno solo, tan solo algo que lo dejara dejarse tocar por él. – no puedo manejar esto como quisiera, pensé mucho que tenía una mamá en algún lado, pero resulto muy diferente a lo que pensé.

Entiendo, no pienso obligarte a aceptarme, solo quiero que sepas que aun en tantos años no olvido lo que sentí cuando te tuve en mis brazos, lo mucho que luche para que viniera al mundo, lo mucho que te amo tu padre, porque él aunque nunca supo de tu existencia, sé que te amaría y te cuidaría como yo lo intente.

¿Quién es él?- la segunda pregunta que a Sai lo traía jalado de los cabellos –

Dirás, quien era, murió antes de saber que te esperaba, quizás si no hubiese muerto seria otra historia, nunca nos hubiesen separado y no estarían pasando las cosas que sucedes ahora. Él se llamaba Minato.

El mismo Minato que es… - ahora sí, no había otra respuesta, estaba en una familia de locos que andaba ¡en círculos!, el Minato que tanto escuchaba era padre de Naruto… si era padre de Naruto y él era el amante de Sasuke que era su tío, ¿entonces lo hacía hermano de su tío político y cuñado de su propio tío?- ¡ustedes están obsesionados con los Namikaze!

Sasuke no sabía que Naruto era hijo de Minato, tampoco Naruto sabe nada de tu existencia ni de que su padre y yo estuvimos juntos en un pasado.

Pobre Naruto, tendrá mucho que asimilar… más que yo. – dio un hondo suspiro de resignación, que más quedaba, si no puedes contra ellos, úneteles. –

Esa es otra historia que Sasuke deberá contarle a Naruto, ahora lo que deseo es que tú sepas las cosas que han sucedido y que aun suceden en la familia.

Todo a su tiempo, quiero tratar de entender tus lazos conmigo, soy una persona adulta y esto sobrepasa mis ideas de una familia.

Lo se Sai, lo comprendo, pero… - camino dudoso hasta el nombrado, frente a frente como jamás imagino tener a su hijo – necesito que no rechaces lo que hare.

Se atrevió, en un segundo había estirado sus brazos alrededor de Sai, al fin le dieron las fuerzas para atreverse a hacerlo, necesitaba recordar ese calor que despedía cuando pequeño, sintió como el menor se revolvió un segundo para luego quedar como una paloma atrapada en las manos torpes de un niño. Puedes sentir como respira acelerada, como no puede huir pero que tampoco trata de hacerlo, que sientes como su pequeño corazón late desbocado y te da miedo apretarla más porque podría lastimarse. Eso sentía Itachi, como si tuviese a una frágil paloma atrapada en sus brazos, trato de sentir nuevamente ese calor, cerro sus ojos y de dejo llevar, temiendo que Sai se alterara y lo soltara bruscamente, pero no sucedió, ambos se detuvieron a dejar que los sentimientos mandaran por ellos, por un segundo fue como hacía 15 años atrás, un tierno momento, sin palabras, sin razones, sin excusas, solo amor.

De un abrazo maternal a uno con más intensiones que solo amistad, Gaara había logrado que Naruto rompiera el cerco de "solo amigos" , eso le daba pie a muchas cosas que soñó pero que no lanzaría de una porque si no el Uzumaki saldría corriendo sin duda alguna, tenía tiempo, todo el tiempo que le regalaba supuestamente un Sasuke en huida y sin autoridad para asumir su paternidad, agradecía que el moreno no aceptara su deber, esperaba sin duda alguna que eso sucediera, era hora de que Naruto fuera feliz, con él. Después de aquel pequeño encuentro Naruto se calmó lo suficiente, no estaba claro de la oportunidad que le dio a Gaara pero ya no le importaba ciertamente, estaba dolido y un corazón dolido no mide consecuencias. Esa tarde Gaara termino de planificar algunas cosas, necesitaba despejar la mente del Uzumaki un poco más, así que recordó una invitación que le había hecho hacia algunos meses, la exposición suya.

Naruto, ¿recuerdas mi invitación? – el pelirrojo le miraba expectante, ese sería un buen momento para ampliar sus intenciones. –

No tengo ganas de ir a ningún lado Gaara, la gente me mira raro. – sentencio con los brazos cruzados como niño pequeño –

No prestes atención, eso es algo sin interés delante de lo que sucede allí dentro. – tiernamente poso su mano sobre el vientre del Uzumaki. – he trabajo duro estas semanas, mañana deseo que juntos inauguremos mis obras, están hechas pensando en ti.

No se… - estaba sonrojado, podía percibir que el pelirrojo había cambiado su modo de ser a uno más directo, sin rodeos de amistades distantes. –

Por favor.

De acuerdo, pero si no estoy cómodo me iré.

Entendido. – sonrió enorme, había planeado tanto para ese día, quería demostrar su amor del modo más maravilloso que imaginaba. –

Este ir y venir de situaciones son un completo torbellino, tanto Sasuke como sus padres desconocen de muchos detalles, y el menor de los Uchiha se enteraría de primera mano sobre la situación de su "sobrino" perdido. Si antes su rostro fue un poema a la incredulidad de su paternidad, pues ahora estaba con la mandíbula en el suelo al saberse tío de su odiado compañero de habitación, del pesado y molesto Sai.

No… no y no…. ¡Una cosa por vez Itachi! – Sasuke le miraba aterrado, su hermano era una cajita de pandora andante, ¿qué más cosas podría guardarle que el desconocía? –

¡Tío! – Sai le sonrió con ironía, después de reponerse de la noticia inicial decidió tomárselo con soda, o sea, relajado. – dale un abrazo a tu sobrinito perdido.

Sai – Itachi le miro conteniendo una risita, en verdad su nuevo retoño tenía un humor muy extraño de entender. – no pongas más alterado a Sasuke.

¡Itachi, tu eres el culpable de todo este desastre! – señalo a su hermano con el dedo, pero pronto comprendió que no había juegos en un pasado tan roto y desdeñado – lo siento.

Tranquilo, he aprendido que la vida es un cumulo de situaciones inesperadas, solo quería que supieras las cosas con claridad.

Comprendo. – se rasco la cabeza frenéticamente – ahora, ¿Qué aremos?

Primero que nada regresar a Konoha, tú, yo y Sai.

¿Yo? – el nombrado abrió los ojos como platos. –

No voy a dejar a mi hijo solo aquí. – le sonó tan dulce decir eso al fin, su hijo. –

Pero y Danzo… la universidad…

Danzo no es el problema, estoy seguro que no le dirá nada a mi padre, aun.

Nuestro padre es el problema, no creas que se pondrá feliz de ver llegar a sus hijos con un invitado que resulto ser quien el mando al demonio hace 15 años atrás. – Sasuke mascullo entre dientes, eso le daba una razón más para detestar a su padre –

No llegaremos a la casa, moveré algunas cosas, nos quedaremos en un hotel por unos días, hasta que consiga un departamento cómodo para estar por un tiempo.

Seremos unos prófugos de la justicia. – Sai sentencio aun perplejo, salía del sartén para caer en el fuego, era aterrador pensar que su abuelo era un ogro que dominaba las vidas de su familia como le daba la gana. –

Fugaku debe entender que no somos más unos niños que puede controlar, ya no tengo motivos de seguir en la casa, encontré lo que buscaba y después de dejar todo en orden contigo y Naruto, sacare a mamá de la casa también.

Mañana a esta hora ya habré hablado con Naruto, esa es mi primera meta apenas este en Konoha.

¿Cómo es el? – Sai pregunto curioso por información, era su medio hermano, extraño, pero lo era –

Igual a Minato, rubio, de ojos azules y una personalidad que no olvidas fácilmente. – Itachi sonrió al recordar al amor de su vida. –

Los Uchiha tienen debilidad por los hombres rubios… - esa fue una revelación maliciosa de Sai que puso rojos a los hermanos en un segundo. –

Itachi, Ahora que sé que es mi sobrino, ¿puedo golpearlo? – Sasuke lo miro de muy mal modo y aun sonrojado por el comentario –

El ambiente de volvió más liviano, Itachi estaba nuevamente feliz, no había nada que opacara su felicidad momentánea, creía que sería fácil volver a convencer a Naruto de estar con Sasuke y listo, él podría dejar todo en orden para hacer su vida con su hijo, estaba muy lejos de la realidad , Fugaku no dejaría ir las cosas así de fácil, mientras se sienta ganador no intervendrá, pero apenas sepa que sus hijos y su odiado nieto están juntos, las cosas cambiaran, tendrá que mover sus hilos más rápido que Itachi. Esa misma noche el trio partió de regreso a Konoha, con la ayuda del maravilloso internet Itachi consiguió un hotel donde hospedarse por los días que tardaría en encontrar el departamento correcto, le dio indicaciones a Sasuke y Sai de no revelar el donde estarían y tampoco que visitarían la casa familiar, aun debían lidiar con los problemas e Itachi debía poner al tanto a su padre, encararlo a su modo, sin Sasuke o Sai presentes.

La mañana siguiente fue un total alboroto en casa de Gaara, Naruto despertó gracias a los ruidos de objetos siendo movidos, el griterío de hombres en la entrada de la casa, con paso torpe se montó su yukata y asomo su cabeza por la ventana de la habitación, en seguida noto como algunos hombres con bragas grises sacaban cajas y más cajas para montarlas en un camión enorme que estaba estacionado frente a la entrada, con asombro también vio a Gaara dirigiendo a los hombres y dando indicaciones de donde y como subir las extrañas cajas de madera. Picado por la curiosidad, salió de la habitación y noto a Kankuro parado al final de las escaleras con una libretita en mano anotando algo cada vez que salía una caja de la casa.

Buenos días Kankuro. - trato de ver lo que tanto anotaba el hermano mayor de Gaara pero este se giró mirándolo severamente –

¿Qué haces aquí?

Me despertó el escándalo, ¿acaso nos mudamos? – bostezo enorme gracias al sueño que todavía tenía –

No…

¿Entonces?

Son las esculturas de Gaara, están siendo llevadas a la sala de exposiciones.

Entiendo. – más curioso aún se deslizo escaleras abajo siguiendo el ir y venir de los trabajadores con las cajas. –

Estaba tan absorto viendo todo que no noto que estaba en el medio del tráfico de los hombres, en un segundo no vio venir una enorme caja de madera que prácticamente le tropezó un costado sacándolo de bruces, creyó que caería al suelo pero tuvo la suerte de que unos brazos le auxiliaran en el momento justo, acabo mirando a un notablemente enfadado Gaara, este le salvo de que cayera al piso.

¡Más cuidado por donde andas gordito! – el hombre le grito en son molesto –

Gordito tu $·"$$&(8! – Naruto se soltó del pelirrojo para ir a encarar al tipo ese que le grito –

¡Naruto! – Gaara le sujeto del brazo impidiendo que fuera discutir –

¡Ese idiota no sé qué se cree!, no estoy gordo, ¡esto es un bebe! – señalo su vientre iracundo –

Sube a cambiarte. – la voz del pelirrojo sonó seria y hasta fría –

Yo…

Cálmate y sube, este sitio es un desastre, muy peligroso para ti.

¿A qué hora estoy listo?

Yo debo irme con el camión, pero vendré por ti a las 2.

Está bien. – mascullo entre dientes y emprendió el regreso a las escaleras, no le gustaba ser dirigido. –

Y no estas gordito… te vez muy bien. – le sonrió con suavidad al Uzumaki que ya estaba unos escalones lejos de el –

¡Ustedes me harán devolver el desayuno! – Kankuro interrumpió al dúo con su grito –

Naruto estuvo listo a la hora acordada, no estaba muy cómodo con su ropa, se miraba una y otra vez al espejo cuerpo completo que tenía en el baño, no es que se viera mal, al contrario, su cabellos lucia más suave y radiante, su piel más fresca y un no sé qué interesante que brotaba por sus poros, su vientre de más de 6 meses lucia realmente redondo y visible, llevaba una camisa azul oscuro, de mangas largas y cuello alto, muy sobria y cómoda, unos pantalones grises que el odiaba porque eran para embarazadas, no pudo huir de ese destino con la ropa, las prendas para caballeros no entraban en su cuerpo hasta nuevo aviso. Suspiro derrotado, tendría que ir a la exposición así, llamaría la atención de medio mundo en un espacio cerrado, en la calle podía controlarlo ya que con caminar o irse solucionaba las miradas, pero allí no, no podría esconderse o disimularlo, con sinceridad empezaba a odiar la invitación de Gaara.

Bueno pequeña, es hora de mostrarnos al mundo – llevo sus manos al vientre, lo único bueno de ese estado era que había una cosita allí dentro que pronto saldría y lo dejaría regresar a la normalidad –

¿Naruto, estás listo? – la puerta del baño fue tocada suavemente unas 3 veces, Gaara había llegado por el –

. – salió del baño y miro a su amigo, lucia increíble, no era el mismo Gaara vestido con solo unos jeans y una camisa blanca de esta mañana, ahora estaba elegante, con un sobretodo rojo oscuro, casi marrón que le llegaba por debajo de las rodilla y unos pantalones negros a juego, de su cuello colgaba su amado collar con el kanji amor escrito dentro. –luces bien.

Igualmente a ustedes.

Hora de ir a ser el espectáculo de tu exhibición.

No digas esas cosas Naruto, no serás una rareza allí… te aseguro que he visto personas más extrañas allí que tú.

Gracias por los ánimos.

Tú comprendes en qué sentido lo dije – rio un poco por el comentario. –

Si, ya entendí.

Naruto y Gaara salieron rumbo a la galería de su hermano, en la casa solo quedo Temari que los alcanzaría luego. En otra parte de la cuidad Itachi, Sai y Sasuke pisaban tierra, habían salido del aeropuerto y esperaban un taxi para ir al hotel, Sasuke estaba incomodo, parecía querer salir corriendo, miraba la hora una y otra vez, no había dormido nada y lucia ojeroso, el solo pensar en Naruto lo tenía trastocado anímicamente.

¿No descansaras, verdad? – Itachi le noto las intenciones de inmediato –

Ustedes adelántense al hotel, yo no puedo quedarme parado, debo ir a verlo ya.

Naruto no está en el departamento que conocías Sasuke, esta viviendo en casa de un amigo, su departamento se incendió hace más de un mes.

¿Y ahora me dices que eso pasó? – frunció el ceño realmente molesto –

No quería preocuparte, pero si quieres ir a verlo ahora mismo, está bien, te daré la dirección de donde está.

Te lo agradeceré.

Al final Itachi y Sai tomaron un taxi y Sasuke otro, se reencontrarían en el hotel acordado más tarde, Itachi esperaba que ese encuentro fuera positivo, que al menos hablaran y llegaran a un acuerdo como dos personas maduras, al menos era una idea. Pero Sasuke perderá su tiempo, en casa de Gaara no está lo que tanto busca, su amado rubio se encuentra en la galería de arte, había llegado a su destino del brazo de Gaara, este le llevaba con cuidado, como asumiendo suyo lo que llamaba tanto la atención de Naruto a las personas presentes en el lugar.

El sitio donde se hacia la exhibición parecía un paraíso de luces suaves, muchos focos al ras del suelo, ubicados estratégicamente para que iluminaran de ciertos e ingeniosos modos las incontables esferas de vidrio que colgaban del techo, Naruto las recordaba muy bien, eran las mismas que le asustaron con su fulgor rojizo gracias al horno del taller, camino como entre un bosquecillo de ellas, guiado del brazo de Gaara, parecía un paraíso de cristal, entre cada grupo había algunas que tenían figuras dentro, flotando ingrávidas, mariposas, rosas, gotas de agua, un cumulo de pequeños detalles que hacían más impresionante todo.

Gaara están increíbles… - miraba hacia arriba completamente extasiado por el espectáculo de las esferas. –

Y no has visto lo mejor, ven conmigo. – deshizo el agarre del brazo y paso a sujetar su mano derecha de la de Naruto, un suave movimiento que el rubio apenas percibió ya que en el recorrido acabo parado en medio de la sala, delante de él se extendía una enorme esfera rosa, era más grande que él, con pequeños bombillos en el suelo que aún estaba apagados, le pareció curioso aquello pero en un segundo Gaara dio una orden y un joven lejos de ellos que procedió a conectar el ultimo cable de la escultura de vidrio. –

Es… - Naruto quedo frio al ver lo que el juego de luces reflejaba en el vidrio rosa, la forma clara y concisa de un bebe, una forma que le recordó inevitablemente al primer ultrasonido que tuvo, su forma de perfil con los brazos y piernas extendidos al mundo, como saludándoles. –

Tú inspiraste esta esfera, la llame vida… como la que llevas dentro de ti.

Gaara… yo, no sé qué decir de esto, es… hermoso. – soltó la mano del pelirrojo y camino hasta la enorme esfera.-

Poso con mucho cuidado su mano del vidrio rosado, quería ver cómo era posible que las luces hicieran esa figura que antes no se veía, deslizo sus ojos por todo el contorno del vidrio hasta que la difusa imagen que apareció del otro lado llamo su atención de un modo que nunca creyó ver.

Sasuke…

Continuara…..

WUUAAAAAAAAAA! ¡SASUKE! , ¿ Será que leyeron mal?, no señoras y señores, ¡no leyeron mal!, ¡Sasuke ha llegado!, y ahora se preguntaran, como demonios le hizo el Uchiha para encontrar a Naruto, ji ji ji. Lo sabrán en el próximo capítulo porque este se acabó!. Malvada como siempre, dejándolos donde más quieren saber que pasa, ahora se amolaron porque creo que verán capitulo nuevo para enero XD… si otra vez logro avanzar rápido y mi musa traviesa quiere seguir este drama, romance, tragedia griega y comedia. Gracias por sus comentarios, por seguirme, también subí en amor yaoi, ¡restaure mi clave!. Feliz año nuevo si no subo antes del 31, si es para después, pues abriremos el año con el mega reencuentro de nuestros amados protas que por fin harán honor al fic, XD… un sasu x naru donde en más de la mitad no se ven!. Eso sí es extraño como dijo una lectora.

Próximo Capitulo:

Sin mentiras


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).