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Contra la corriente por RAMSIN

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Contra la corriente

Capítulo 29

Sin mentiras

No sabía porque revivió ese día en el acuario, cuando escapaba de Sakura Haruno, mirando los enormes tanques de peces apareció ante el un delicado reflejo amarillo, borroso, movedizo, su imagen distorsionada por el agua del tanque, y ahora, veía casi lo mismo, había una figura borrosa tras la enorme esfera rosada, era amarillo, grande, redondeado, tenía que ser Naruto, debía ser él, ya había recorrido con desesperación la galería, hasta dudaba de la veracidad de la información que le entrego la rubia que le recibió en la supuesta casa en que se quedaba Naruto. Quiso moverse, deslizarse por toda la esfera para encontrarse al rubio, pero no tuvo tiempo, el dueño de sus desvelos se le había adelantado y al salir de atrás de la esfera fue como un impacto a su alma, ese joven frente a él era su Naruto, igual pero diferente, su cuerpo había cambiado por completo, estaba enorme, sin mal interpretar la palabra, pero lucia también radiante, como con un no sé qué rodeándole, su boca se secó, no hubo palabra alguna que pudiera servirle a él para decirle hola, para preguntar si quiera por su estado, no pudo decir nada y tampoco podría por un buen instante ya que sin previo aviso sintió el repentino y enérgico puño de Naruto sobre su rostro, aquel golpe fue brutal, no tuvo tiempo de aferrarse a nada así que cayó de nalgas al suelo, todos los presentes en la galería vieron aquel altercado impresionados, un chico embarazado le había prácticamente volado la quijada a otro joven, sin miramientos, sin palabras, solo un golpe y listo.

Maldito… al fin te atreves a aparecer delante de mí. – respiraba pesadamente, su puño derecho estaba rojo y le dolía por la fuerza del impacto, pero más le dolía en el corazón, ese era el sitio donde sentía un dolor más grande del que seguro percibió Sasuke con el puñetazo –

Naruto. – Gaara logro moverse a su lado tomándole de los hombros, esa aparición sorpresiva lo dejo helado – cálmate.

Lárgate de mí vista. – siseo con rencor, aun el moreno estaba sentado en el suelo sobando su quijada, parecía perplejo por el suceso, por la apariencia de Naruto, por el pelirrojo que le sujetaba con tanta familiaridad que le asqueaba. –

Vine a hablar… - al fin logro soltar unas palabras mientras se ponía de pie – solo quiero hablar contigo.

¿De qué?... ya se todo lo que necesito de ti, eres un cobarde, y aun cobarde no se le oye. – se dio media vuelta pero sintió como era sujeto firmemente de su muñeca derecha. –

Sasuke pensó rápido, esto iba directo al infierno, Naruto estaba más iracundo de lo que imaginaba, ¿tanta rabia había acumulado en esos meses?, solo quería hablar, necesitaba exponer su punto, ya ni si quiera era conquistar un perdón, solo necesitaba conversar con el rubio, saber de esos meses perdidos, para lo demás habría tiempo, no mucho, porque al ver el voluminoso vientre del rubio, sabía que ese bebe no pasaría mucho tiempo dentro de él.

Suéltalo – Gaara se interpuso sin miramientos entre el rubio y Sasuke, interrumpiendo las intenciones del moreno por frenar a Naruto. –

Tú no tienes nada que ver entre Naruto y yoEsto es asunto de dos. – intento manotear a Gaara pero este siguió allí parado como un escudo humano. –

Tengo mucho que ver, he cuidado de lo que tu abandonaste, no quise interponerme, pero Naruto me ha dado el derecho de estar con él, con su hija y así lo hago, así que me concierne cualquier cosa que trate de lastimarlos a ellos.

Seria grosero no darte las gracias por "cuidar" de Naruto y de "mi hija". Pero hasta allí llegan tus límites.

Naruto quedo confundido al escuchar como Sasuke nombraba a su hija, como algo suyo, como si fuera mentira que no la quería, como si le doliera en verdad que no le dejaran hablar con él, era una dudosa trampa, no sabía si sería una treta solo para lastimarlo más. Estaba viendo como esos dos hombres parecían matarse con la mirada, Gaara tratando de protegerle y Sasuke intentando ingresar en ese cerco que armo el pelirrojo, una pelea extraña ya que él creía en las palabras dichas por el padre de Sasuke, por el desinterés del moreno para con su condición, por su poca valentía para mirarlo y para aceptar la realidad del suceso, de la belleza que crecía dentro de él.

Gaara, déjalo hablar un momento. – Naruto dio algunos pasos deteniéndose al lado del nombrado pelirrojo. –

A solas. – sentencio Sasuke con severidad, ahora recordaba muy bien porque le caía mal del pelirrojo desde que lo conoció, era un metiche sin límites. –

Es aquí o es nunca, Sasuke Uchiha.

Perfecto, lo que sea con tal de que me oigas – se tragó el ego, debía jugar con las cartas que le tiraban Gaara y Naruto a la vez. –

Se rápido, interrumpes mi exposición.

Naruto, yo… - miro el enorme vientre que llevaba, se le hacía un nudo en la garganta de solo imaginar que allí dentro crecía algo suyo, algo que ayudo a crear en algún loco momento del pasado, si hubiese sabido que dejo ese ser en el cuerpo del Uzumaki, jamás se habría ido, no hubiese tenido la frialdad para abandonarle, nunca. - no hay perdón para mi huida, lo sé, pero todo lo que ha sucedido en mi vida me obligo a irme, a dejarte sin mirar atrás.

¿Solo tienes eso que decir? – Naruto le miro con severidad, como queriendo matarlo con la mirada, no le sabían a nada las palabras de Sasuke –

No solo eso, no quise propasarme contigo, esa noche en que fui a tu departamento, la última vez que estuvimos juntos, fue porque… porque sentía que debía ir, que mi corazón me pedía a gritos tenerte, estar contigo, una última vez antes de irme, y si te decía que me iría, te dolería más, no podría despedirme como quería, no lastimándote, prefería que me odiaras, así me olvidarías más rápido y yo a ti.

Fue efectivo, ¿entonces qué quieres ahora?, ya te olvide, no eres importante en mi vida Sasuke, me bastó con una vez para saber que solo me usaste y cumpliste tus deseos de separarte de las ideas de tu padre, lograste tu anhelada soltería, tus planes de estudio y tus sueños de futuro. Por mi parte me quede con una responsabilidad que no niego y que a pesar de todo amo, porque es lo único bueno que me dejaste, mi hija es lo único que me hace no ir y matarte.

Nada de lo que dices vale después de saber la verdad, mi hermano me dijo de tu estado, de todo lo que paso y de que he sido un cabezota solo pensando en mí.

No quiero oír mas, no comprendo su locura, tu hermano me dice una cosa, tu padre otra y tu otra más, ¿acaso están locos todos en tu familia?

¿Mi padre te hablo? – Sasuke sintió que algo no muy claro había en la rabia de Naruto, algo tendría que tener Fugaku metido en todo ello. –

Fue el único con la total valentía para decir las cosas, le agradezco que me previniera de ti y de tus verdaderas intenciones, la única verdad aquí Sasuke es que solo estas por compromiso, no te importo yo o tu hija, somos un cero a la izquierda en tu miserable vida. – sin más que decir, se marchó del lugar, le dolería mil veces, pero seguía creyendo que Sasuke solo mentía con sus palabras. –

¡Naruto! – intento seguirle pero Gaara le detuvo –

Ya decidió Sasuke, no quiere saber de ti, fue suficiente daño y desamor, no comprendes que rompiste el corazón de él, no supiste apreciar algo tan grande con su amor, te dio todo de él y tú lo dejaste a un lado en el camino.

No desistiré, Naruto aún me ama, muy dentro de él, solo que el rencor y las mentiras lo tienen ciego, y tu estas colaborando a que me odie cada vez más. – miro a Gaara con una rabia infinita –

Yo no decido en Naruto, el tomo su propio camino, yo solo le apoye y estoy a su lado, ahora es que él ha dejado que entre en su corazón, me ha costado mucho Sasuke Uchiha, así que tu no vendrás a romper la relación que estoy forjando con él, tu habrás puesto los genes en ese bebe, pero por amor y responsabilidad… me pertenece a mí.

Sin mediar palabras más o palabras menos, Sasuke le lanzo un derechazo que acabo detenido entre las manos de alguien más, Kankuro había llegado en el momento exacto de que la pelea iniciara, escucho parte de la discusión entre ambos jóvenes pero solo ahora intervino como mediador de un problema tan delicado.

Por favor, respeten el lugar donde están, las personas vinieron a distraerse, no a verlos darse de golpes, si quieren matarse, háganlo afuera, donde nadie los vea, especialmente Naruto. – soltó la mano de Sasuke con suavidad – entendido.

No se preocupe… - el moreno respiro hondo, el golpear a Gaara solo le traería más líos con Naruto, debía pensar en frio, alguna otra manera de encaminarse al corazón de su rubio amor. – me iré sin más problemas, pero eso no quiere decir que deje las cosas así, Naruto tarde o temprano entenderá que yo no hice las cosas por su mal, que no quise lastimarlo.

Inténtalo, igual nada sucederá Sasuke. – Gaara termino de retirarse en busca del rubio –

Oye chico, ¿tú eres el novio alegre que premio a Naruto? - Kankuro le paso sin miramientos un brazo por sobre el cuello y lo encamino poco a poco hasta la salida de su galería –

No necesito que me escoltes, sé por dónde salir de aquí. – trato de quitarse el brazo de Kankuro, pero este solo hizo más presión sobre Sasuke. –

Tranquilo niño, yo solo estoy mediando, la realidad es que mi hermanito aun no ve lo que tú ves, quiero evitarle el mal sabor de boca, la tristeza, pero está empecinado en seguir un hueso que no es suyo. – renegó con su cabeza unas cuantas veces – veras, tu novio perdido, aun te ama, hasta eso lo veo yo sobre luces y con avisos luminosos.

Habla claro. – el moreno se dejó seguir la conversación, era extraña, el hermano de Gaara parecía querer ponerle la piedra de trancan y ayudarle a el –

Naruto va mensualmente a su consulta, también comenzara a ir a unas clases, de esas donde les enseñan a controlar el dolor. si eres inteligente, sabrás como colarte en esos momentos, creo que puedo ayudarte un poco, pero no quiero que lastimes a mi hermano, Naruto es buen chico, solo que está confundido entre tanta amabilidad de Gaara, no es amor lo que siente, es agradecimiento y eso es peligroso, muy peligroso porque cuando se dé cuenta que tú eres lo que quiere, Gaara quedara solo y devastado, no deseo ver a mi hermano llorar otra vez, fue suficiente hacerlo recuperarse de una perdida para que tenga otra en su camino. – los ojos del hermano mayor lucieron fieros, seguros y decididos en sus ideales, no era por odiar a Naruto, era por hacer el bien a tres personas que parecían empeñadas en torcer sus caminos y sus emociones verdaderas. –

Agradezco tu colaboración, pero hare las cosas a mi modo. – Sasuke al fin se soltó del agarre de Kankuro –

Ya te lo dije, si mi hermano acaba perdiendo esta estúpida pelea por Naruto, tu tendrás problemas, serios problemas, gatillo alegre.

Le tenía sin cuidado la amenaza de Kankuro, pero era cierto que debía lidiar con Gaara de por medio, ese hombre se había tomado la atribución hasta de ¡su paternidad!, eso le hervía la sangre sin control, estaba claro que Naruto aún le amaba, muy dentro y profundo en su alma, oculto bajo un manto de mentiras contadas por muchos, más bien, por su padre, esa era una situación que deseaba averiguar, porque su padre se metió en algo que él ni sabían, ¿cómo era que Fugaku se enteró primero de la existencia de su hija?, todo, todo en la vida de Itachi y el giraba en torno a las mentiras, el dolor, el odio y la recriminación de Fugaku Uchiha.

Mi padre es la raíz del dolor. – dio una mirada triste a la galería donde aún seguía Naruto, no quería irse, necesitaba volver a verle, pero Kankuro tenía razón, pensar en frio, actuar con serenidad seria propio de soluciones y no de conflictos. –

Sin prisas retorno al hotel donde dejo a Sai y su hermano, debía consultar con Itachi sobre qué hacer ahora, pero, en otra parte, justamente en casa de los Uchiha, un impresionado Fugaku se daba por enterado de los movimiento de Itachi, de la posible llegada de su hijo y de algunas cosas más que podrán a temblar su estabilidad como el honorable hombre de la policía de Konoha que es.

¿Qué sucede Danzo?, no eres de los que llama a horas no acordadas. – Fugaku contesto el celular sentado aun en su despacho, tranquilo y calmo si no hubiese entrado esa llamada. –

Aun me considero con honor, lo suficientemente leal como para darte las noticias antes que lo haga Itachi.

¿Itachi? - pregunto con la duda sembrada en su voz –

Llego ayer a la universidad, buscando a Sasuke.

Ya lo sabias, te di instrucciones precisas de que hacer, ¿cumpliste con tu parte Danzo?

Si lo hice, a cabalidad, pero no conté con que tu nieto fuera tan terco e impredecible, digno de los Uchiha.

No lo llames así. – sentencio con frialdad – habla claramente sobre Sai.

Se puso del lado de Sasuke e Itachi, sin saberlo siguió a su sangre Fugaku, tus mentiras de 15 años no valieron nada con la verdad enfrentada.

¡¿Itachi y Sai se encontraron? – se alzó de su asiento con brusquedad, la noticia era inaceptable para el –

Así es, ambos saben la verdad, ya están al tanto de los que los une y de quien los separo Fugaku.

Maldito Danzo, tú tienes la culpa por abrir la boca, por no hacer las cosas correctamente, no pude confiar en tus palabras… Sai debió morir cuando nación, no sé porque diablos no lo ahogue, no lo deje tirado en la vía… ¡era hasta sencillo de hacer y no lo hice! – gritaba sin miramientos de un lado a otro de la habitación –

Tú me metiste en tus planes Fugaku, tu llevas la carga más grande del mundo, aun Itachi desconoce que arreglaste la muerte de Minato, que dañaste los frenos de su auto patrulla…

No juegues conmigo Danzo, yo no he tocado nada, no he visto nada y no he hecho nada, aquí el único que metió sus manos en ello fuiste tú, uno de tus hombres tan sucios que se dejó convencer de hacerlo.

Conozco mi responsabilidad, pero no por ello tu escapas de todo, Itachi lo sabrá tarde o temprano, pero para mí ya es tarde, esta llamada que hago es solo la última cosa que debía hacer antes de pagar mi culpa… me atormenta el pasado Fugaku, me persigue y el ver a tu hijo a los ojos y a tu nieto, ellos no se merecían eso, y yo ayude a que pasaran 15 años de dolor, hasta le mentí a mi esposa, la engañe vilmente, le deje ser lo que no era, le di una alegría momentánea cubierta de mentiras y sangre, ella no se mereció eso, ella solo quería ser feliz, darme una familia y no pudo, ella no pudo y yo no pude.

¡Danzo! – le grito pero ya no se escuchó más nada, el silencio reino hasta el sonido seco de un disparo anuncio una terrible sospecha en la mente de Fugaku. – el muy cobarde se suicidó…

No supo que sentir, que pensar, fue su amigo en cierto sentido, el cómplice de sus desmanes para con su familia, fue el artífice de sus ideas contra Minato, ahora, muerto, como sabía que esto acabaría así, siempre Danzo fue por la línea recta, él fue quien le impulsaba a torcerla, a desviarse, recordaba muy bien el terror que noto en los ojos de Danzo cuando vio el cadáver del Namikaze en su féretro, en ese instante supo que debía silenciarlo, que era una persona capaz de ser perseguida por la verdad y por ella hablar, estuvo tentado a matarlo también, pero Danzo se recuperó de ese trance, dejo la policía poco después y prefirió un cargo administrativo, Minato le perseguiría por el resto de su vida, su hijo también, las ironías del destino, mato al padre del niño que acogió su esposa como suyo, a decir verdad era su pago, su chivo expiatorio.

Fugaku dejo el celular sobre su escritorio y se masajeo la frente, no había de que preocuparse, el no había apretado el gatillo de la pistola que mato a Danzo, fue un suicidio, eso no lo negaría nadie, pero el problema era si Danzo dejo evidencias de sus pecados, si dejo alguna información al acceso de la policía cuando se dieran cuenta de que estaba muerto en su oficina, una desagradable perturbación le nació en el pecho, debía ir a la universidad, y era ya, antes de que alguien descubriera la muerte de Danzo.

Su celular… la última llamada fue a mí, eso me vuelve algo sospechoso de sus actos. – sentencio por primera vez nervioso, esto sobrepasaba sus planes, era una porquería el destino que le cambiaba las jugadas, volviéndolas más peligrosas que antes. – no puedo quedarme aquí a esperar que llegue la policía. –

Salió prácticamente corriendo de su despacho por toda la casa, subió las escaleras en tropel para después encontrar a su esposa sentada doblando ropa en su cama, se detuvo bruscamente en la puerta de la habitación, Mikoto era la más inocente de todos, la que ignoraba muchas cosas y la se soportaba otras más, siempre sumisa, leal hasta la medula a su mandato, era la persona perfecta para defender su punto, su cuartada si llegaba a suceder algo que él no deseaba.

Fugaku, ¿qué sucede? – miro la angustia en los ojos de su esposo, podía notar el leve temblor de sus manos, su rostro pálido por alguna razón – ¿te sientes mal?

Necesito que me hagas una maleta ahora mismo. – tuvo el suficiente coraje para entrar a la habitación y sentarse en la cama junto a su esposa –

¿y ese viaje repentino? – pregunto con inocencia fingida, sabía que Itachi estaba fuera, quizás quería alcanzar a su hijo antes de que viera a su hermano –

Un amigo necesita de mí, está muy deprimido y me dejo una llamada que me preocupo, voy a verlo. – hilar entre la verdad y la mentira era bueno para él, quien podría negar que esa llamada era para buscar ayuda antes de querer Danzo quitarse la vida –

Dios mío, ¿no ira a hacer una locura ese amigo tuyo? – se puso de pie para comenzar a guardar la ropa de su esposo –

Por eso iré a verlo, necesito confirmar que no hará nada malo en contra de él. – tomo su celular para llamar un taxi, necesitaba estar ya en el aeropuerto. –

No te preocupes te tendré todo listo en unos momentos. – sonrió algo insegura, ya ni sabía que era verdad y que mentira en las palabras de su esposo. –

Y otra cosa Mikoto.

Dime.

Si llega Itachi a esta casa antes que yo, dile que no será diferente mi actitud hacia lo que no considero Uchiha. – salió de la habitación para hablar por teléfono –

¿Lo que no considera Uchiha? – aquellas palabras rebotaron sin sentido lógico en la cabeza de Mikoto, apenas pudiera llamaría a su hijo para darle razones de las extrañas actuaciones de Fugaku. –

Fugaku tomo el primer vuelo que pudo rumbo a la ciudad, las agujas del reloj corren contra él, teme que la verdad sea revelada gracias a una muerte, su vida ha sido un ir y venir de situaciones desagradables, de mentiras bien tramadas, de control total, todo perfecto hasta que aquel rubio llego a irrumpir su control, a develar sus planes, a servir en nombre de la verdad.

sabía que Minato Namikaze solo llego a obstruir sus accensos, a desbaratar varios de sus planes, él trabajaba bajo cuerda con las mismas personas que encerraba, lograba atrapar y después soltar sospechosamente a muchos criminales, desaparecía archivos de investigación, limpiaba prontuarios, todo por el módico precio del poder, sus clientes siempre otros policías corruptos, mas corrompidos aun que él, solo queriendo tapar sus errores y Fugaku aprovechando esos deslices para subir posición, asumir cargos que solo gano a base de mentiras, por ello cuando llego Minato, subiendo limpiamente de cargo, haciendo las cosas como se debía, eso era imperdonable, pero más imperdonable fue que se fijara en su hijo, en el prospecto que seguiría sus pasos y heredaría todo un emporio policial, de allí la rabia y el odio, de tener a alguien que hacia todo a base de esfuerzo y que descubriría tarde o temprano sus sucios trabajos. Itachi desconoce de todo ello, cree que y no hay nada oculto sobre él y su hijo, pero la verdad llega y esta le será más dolorosa de lo imaginado.

Comprendo mamá, tranquila, ya estamos en Konoha, lo único que quiero es estar seguro de que papá si tomo ese vuelo. – Itachi al fin recibía la llamada de Mikoto, esta espero a que Fugaku se fuera de viaje –

Si lo hizo hijo, yo escuche como compro los pasajes, estaba muy alterado, nunca lo vi así.

Creo saber que fue hacer, mamá, voy a arriesgarme a hacer algo, iré a la casa con Sasuke y con alguien más que te gustara ver.

Itachi ustedes me tienen con el alma en un hilo, hijo no sé qué se traen todos, desde tu padre y tú, ambos parecen jugar con fuego.

Cálmate, lo que sucede es que han cambiado las cosas en la familia Uchiha, ahora nuestro padre deberá bajar su cabeza y dejar que la verdad y las decisiones sean tomadas libremente por todos, sin miedo a recriminaciones.

Les espero entonces, si su padre regresa te avisare.

No lo hará, estoy seguro que a donde va será muy lejos y tardara en volver como mínimo un día o más.

Apenas tranco la llamada Itachi, noto como Sai le miraba, parecía cargado de preguntas ante la conversación que acababa de escuchar.

Mikoto es mi madre, tu abuela. – sonrió al ver la expresión de Sai, parecía confundido sin duda alguna –

¿Ella no es como el abuelito dulce que trato de matarme?

No digas esas cosas, ella te adoraba, pero es el tipo de mujer antigua, la que no toma decisiones propias fácilmente. – se sentó junto a su hijo –

¿Él ya sabe que nos fuimos?

Así es, estoy seguro que va a reclamarle a Danzo por dejarnos ir.

Y…

Arréglate, vamos a ir a ver a tu abuela, se pondrá feliz de verte. – sin querer poso su mano sobre la cabeza de Sai, fue instintivo, como él lo hacía sobre la de Sasuke cuando era aún chico – yo… no…

No soy de vidrio, no me romperé porque quieras demostrar tus emociones hacia mí.

Aun es difícil hacerlo, no sé cómo expresarme, no eres un bebe pequeño, me salte más de una etapa en tu vida.

Podrías pensar que soy el típico adolecente incorregible y que no quiere a sus padres cerca.

Pero no lo eres.

Un Uchiha siempre es diferente al resto. – rio con picardía, era divertido poder soltar emociones sin sentirse tonto –

Entre conversaciones siguieron hasta que la puerta de la habitación fue tocada algunas veces, Itachi precavidamente pregunto quién era y al escuchar a Sasuke del otro lado, abrió. Ante ellos estaba un maltrecho moreno, con la boca rota y realmente decaído, lucia como si hubiese caminado por horas sin sentido, con la mirada perdida hasta que paso y se sentó en la cama.

¿Gaara te golpeo? – Itachi pregunto sin mucho asombro –

Fue Naruto.

La futura mamá tiene puños de acero. – Sai intento hacer de un chiste el problema pero tanto Itachi como Sasuke no parecieron afectos a la broma. – lo siento… ¿es serio verdad?

¡El desgraciado de nuestro padre contacto a Naruto en algún momento!

¿Cómo sabes eso?

El mismo Naruto me lo dijo, que estaba feliz porque él le dijo lo desgraciado que era yo… no sé cuántas mentiras más le habrá inventado a Naruto para que me tratara así, estaba molesto, indignado y para colmo protegido por el estúpido ese cabeza de cerillo…

¿no pudiste hablar con él?

No me dejo, huyo de mí, no sé cómo diablos hare para que me deje hablarle, necesito saber que mentiras le dijo mi padre, esta envenenado por Fugaku.

Tenemos varios problemas que resolver, primero que nada iremos a la casa, mamá nos está esperando, segundo, intervendré contigo ante Naruto, solo necesitamos que no esté Gaara, ese es el problema mayor, se ha aferrado mucho a él, ha sido bueno con Naruto pero con la rabia que te tiene, dudo que deje que te acerques a él.

¿Por qué dejaste que ese tipo se quedara con Naruto?

Porque no tenía a donde más llevarlo, su departamento se incendió, nuestro padre no debía saber que esperaba un hijo tuyo y mucho menos que es hijo de Minato, todo eso me hizo dejarlo en manos de Gaara.

Perdona Itachi, hiciste lo correcto… solo que estoy furioso porque no merezco que Naruto me odie de ese modo, yo…

Lo amas, por eso dejaste que te rompiera el rostro así. – saco un pañuelo de su bolsillo para limpiar la sangre seca del labio partido –

Será interesante conocer a Naruto… - Sai hablo para si con curiosidad ganándose la mirada perpleja de ambos Uchiha –

Continuara…

Buenooooo…. Aquí el tan esperado capítulo del reencuentro, no fue muy romántico, más bien fue como si a Sasuke le hubiesen dado una coz de burro XD. Algunas amaran a Gaara, pero otras lo odiaran por lo que dijo, al menos Naruto le hablo, un poquito y casi le vuela los dientes, ahora, Danzo se suicidó, un final triste pero necesario para mi trama, segundo, ¡abuelita Mikoto sabrá que tiene dos nietos!, ¿otro encuentro más romántico?, Sasuke no se da por vencido ante las negativas del rubio, es hora de rogar por su amor y luchar por su hijita antes de que nazca y Gaara hasta la presente como suya ja ja ja. Feliz 2012, ya en enero otra vez, que loco es este mundo y esperando el calendario maya, aunque no creo que pase nada, ji ji ji.

Próximo Capitulo:

Deseándote con el alma


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