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Contra la corriente por RAMSIN

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Bienvenidos, este es mi primer fic de Naruto, algo tarde no, pero bueno, por algún lado se comienza esto, espero lo disfruten, el fic es un Sasu x Naru( típico pero me encanta ), también otras parejas que saldrán a su debido tiempo y no quiero dar mucho spoiler XD. Mundo alterno, mpreg ( al que no sepa que es, largo, no quiero quejas después) Yaoi como todos mis amados fics, y nada más que decir, esto será algo de romance, humor, amor y angustia. Ah… Naruto no me pertenece, es de Kishimoto – sama, espero no se enfade por todo lo que le hare a Naruto y Sasuke je je je.

Contra la corriente

Capítulo 35

Bienvenida a este mundo

La expresión de Gaara fue obviamente de asombro, hasta hacia unos segundos atrás pensaba que la familia Uchiha solo se componía de los dos hermanos y sus padres, no había nada, absolutamente nada que le hiciera sospechar de que el hermano mayor, Itachi Uchiha tuviese una vida clandestina, escondida y oculta. Racionalmente hablando el hermano de Sasuke lucia como un típico soltero, sin amoríos, sin emociones más fuertes que no fueran por su familia y extrañamente también por Naruto, eso siempre le dio curiosidad pero se lo tomo por el lado de que el rubio era su cuñado y también la madre de su sobrina. Y ahora, ahora le presentaban a un joven de aproximadamente su edad, con un parecido Uchiha indiscutible y que resultaba ser hijo de Itachi, ¿en que instante el no vio que había más cosas raras en esa familia de lo imaginado?

No quiero alterar a Naruto ahora mismo, dejaremos las explicaciones de mi hijo para después de que nazca la bebe. – Itachi zanjo las posibles preguntas que Gaara quería hacer –

Está bien. – se contuvo de protestar, su centro de atención ahora recaía en Sai, una curiosidad enorme lo invadió por saber más de ese nuevo miembro de los Uchiha –

Llévanos donde Naruto.

Ya existiría el tiempo para hablar, ahora lo más importante sucedía en una habitación del piso de obstetricia, Gaara respiro profundo y retomo fuerzas de donde no tenía para volver con el grupo, tomaron el ascensor y en ese corto periodo de tiempo detallo a la madre de Itachi y Sasuke, era una mujer hermosa, con los años muy bien conservados en su piel y sus ojos negros, lucia serena, dulce y delicada, con mucha sutileza se aferraba del brazo de su hijo mayor, parecía nerviosa ante la visita. Si mal no creía recordar, esta sería la primera vez que Naruto y la madre de Sasuke se encontraban, en una situación importante, sería interesante saber cómo reaccionaría el rubio, pero el mencionado chico tenía sus propios asuntos a los cuales estar dedicado.

El cuarteto de visitantes se detuvo al escuchar algún tipo de alboroto proveniente de una de las habitaciones del piso, el silencio que debería reinar estaba siendo interrumpido por los inequívocos gritos de Naruto, parecía discutir algo con alguien que era nada más y nada menos que la misma Tsunade, no hacia media hora que se había largado de la habitación cuando volvió para "violarlo" como decía el, después de la desagradable visita, Naruto recibió órdenes de ayudar a su bebe en el largo camino al mundo, simplemente la pelea que estaba armada era para convencer al rubio de salir de la cama donde estaba aferrado como rémora.

Me dará jaqueca… no lo voy a repetir una vez más Naruto, debes salir de esa cama. – Tsunade había logrado quitarle los cables y el monitor fetal adherido a su vientre, pero más de allí no pudo mover al terco Uzumaki –

¡Duele! – gimió abrazado a los barandales de la cama, de allí nadie lo sacaría – no caminare… ¡eso no!

Quieres pasarte todo lo que te reste de día en labor, o quieres que ese bebe baje rápido para que te deje en paz. – sentencio con rabia, estaba por salirse de sus casillas y parar de la cama ella misma al rubio –

No quiero. - sentencio con la cara enterrada entre las almohadas, más que el dolor, lo que tenía era vergüenza, ya había visto a varias enfermeras husmeando cerca de la puerta, claro, como él era una rareza del momento y no tenía ganas de ser el centro de atracción para todos los pacientes de ese día –

Permiso… - la puerta se volvió a abrir suavemente por la mano de Itachi, este paso cuidadosamente dentro, sabía muy bien que Naruto estaría de muy malas pulgas por el dolor y las visitas inesperadas –

Hermano. – Sasuke se puso de pie rumbo a su encuentro – vinieron.

¡TRAJISTE MÁS MIRONES!... ¡¿ACASO TENGO CARA DE PANTALLA DE CINE O QUE?

Los gritos de protesta de Naruto por la visita inesperada fueron interrumpidos gracias a la madre de Sasuke, Mikoto entro a paso rápido en la habitación y se lanzó prácticamente sobre el rubio sosteniéndolo entre sus brazos fuertemente, abrazándolo y en parte logrando levantarlo de la cama de donde se había negado a salir, el Uzumaki abrió la boca buscando hacer preguntas pero sintió como aquella señora de cabellos negros comenzó a sollozar sobre su hombro suavemente, las manos de ella recorrieron su espalda con delicados movimientos, susurrándole muchas cosas que él no comprendía entre el asombro y el dolor experimentado, solo unos minutos después Mikoto se separó del abrazo encarando al rubio, sonrió suavemente y paso el dorso de su mano sobre la frente de Naruto acomodándole algunos mechones de cabello que tenía pegados por el sudor de su labor.

Estoy feliz… porque estas llevando a mi nieta dentro de ti. – beso la mejilla del Uzumaki con ternura maternal – gracias por eso.

Eh…. – estaba impresionado, una total desconocida lo trataba con el cariño que solo una madre despediría –

Ella es mi madre, Naruto. – Sasuke sonrió levemente posando su mano sobre el hombro de su compañero – trátala con respeto.

Yo, no se… - intento decir algo mas pero el dolor le robo las palabras de la boca –

Sasuke que haces allí parado sin hacer nada, tráele un vaso de hielo – con una severidad digna de su edad empezó a mandar a todos, Sasuke no chisto y salió corriendo en busca de lo que decía su madre, después de ello Tsunade se apartó con una sonrisa ladina, ahora si tenía ayuda lidiar con el terco rubio –

Mikoto, me llamo Mikoto. – sin pena alguna logro empujar al rubio poco a poco hasta tenerlo sentado en la orilla de la cama – vamos a caminar en la habitación, si no quieres salir está bien, estás en tu derecho de que respeten tu privacidad.

Itachi tomo asiento en una esquina junto a su hijo, ninguno interrumpió las ordenanzas de su madre, más bien, parecía la única a la cual Naruto no insultaba, posiblemente por respeto o porque simplemente se sintió acompañado de una mano maternal que bien necesitaba en esos momentos.

Es peculiar. – Sai sentencio recostado del espaldar de la silla donde estaba su madre, ni si quiera había abierto la boca y por lo que parecía, tampoco Naruto reparo en su presencia dentro de la habitación, Mikoto había captado toda su atención –

No diremos nada hasta que todo esto acabe, recuérdalo Sai.

Lo sé. – sus ojos recorrieron las facciones de su medio hermano, era una manera muy rara de conocerlo, prácticamente estaba viendo algo que ni imagino ver, un nacimiento en vivo y directo, ese pensamiento le trajo otro a colación, su nacimiento, que tanto habría sufrido su madre para poder tenerlo bajo tantas circunstancias desdichadas –

Fue duro, difícil y doloroso, pero cuando te escuche llorar me sentí lleno de paz, un segundo de felicidad antes de que te alejaran de mí. – Itachi hablo suavemente y mirando el rostro asombrado de su hijo, había descubierto que pensaba con mucha precisión –

Lo creo. – sin querer deslizo su mano derecha sobre el hombro de Itachi, era el primer intento de contacto que hacía por incentivo propio, le era complicado hacerse sentir, pero algo del momento lo jalo como un imán, dejándolo libre para expresar su cariño a su modo. –

Ellos se parecen mucho, no tengo fotos de tu padre, por eso imagínalo muy parecido a Naruto. – el moreno sentencio con una sonrisa triste –

Entonces no saque nada de él, soy más como tú.

Físicamente no mucho, pero iras descubriendo cosas que ni sabias, te lo aseguro Sai.

Y así se les fue más de una hora, Mikoto había logrado dominar a la bestia que era Naruto, entre mimos, palabras duras y firmeza, ella solo quería colaborar, era imperante conocer mejor a Naruto, así sea en una fase que no es cien por ciento el mismo, sin embargo no se inmuto, recordaba como había podido lidiar con Itachi hace 15 años atrás, mas dolorosamente y con un ambiente de miedo y terror que los rodeaba, pero ahora, no había Fugaku que interrumpiera sus buenas intenciones, con todo el cariño posible daba lo mejor de ella, así como también lo hacia Sasuke, ambos se tomaron la delantera en todo, nadie más en esa habitación hacía nada, ni si quisiera interrumpir, parecían como fuera de una burbuja que habían creado Mikoto y Sasuke para Naruto.

Tengo hambre. – Sai sentencio muerto de aburrimiento, un nacimiento era solo sudor, gritos, agua por aquí, quejidos por allá, estaba perdiendo el interés por estar allí a pasos agigantados – iré por algo de comer.

Se puso de pie y salió de la habitación rumbo a la cafetería de la clínica, esperaba que todo acabara rápido para poder conocer al verdadero Naruto, y no esa cosa gritona que parecía poseído por el demonio, no había andado más que unos metros cuando sintió que alguien le seguía el paso, sin mucho asombro noto al mismo chico pelirrojo al que le devolvió el collar, parecía como si quisiera hacerle muchas preguntas pero no se atrevía.

Te mata la curiosidad sobre mi procedencia. – sentencio sin ánimos, las pasiones no eran su punto fuerte, podía tomarse todo lo más fríamente posible, o esa creía el –

No comprendo algo.

Somos dos entonces. – entro al ascensor que esperaba seguido de Gaara, tal parecía que ese chico persistiría con el interrogatorio subliminal –

¿Por qué tu padre no te presento antes?, Naruto jamás comento de ti, eres como alguien que salió de la nada.

Para comenzar… Itachi no es mi padre, es mi madre. – sonrió como si nada, pero aquella simple frase dejo en una pieza a Gaara, era la primera vez que él podía divertirse diciendo eso –

Tu…

Mi madre.

Esto es algo que no logro comprender… - se llevó la mano a la frente como queriendo liberarse de la simple idea que acababa de cruzar su mente –

Ni yo, por eso digo que somos dos los que no comprendemos de este mundo.

No dirás nada hasta que Itachi lo haga.

Ciertamente.

Entiendo tu punto…

Sai, me llamo Sai Uchiha. – ni el mismo se creía que se había agregado el apellido en un segundo, sin dudarlo, sin titubear, eso le hizo sentir unas mariposas raras en el estómago, como felicidad por pertenecer a un núcleo familiar, uno muy extravagante, pero amor al fin y al cabo – pero el que no hable de mi pasado no quiere decir que quiera ir a comer solo.

No tienes límites en tus palabras.

Soy como el agua, me gusta ser claro y preciso, también soy terriblemente directo, así que a cambio de mi revelación materna, yo te preguntare por lo del collar, ¿Por qué lo tiraste?, es una bella obra de arte, quien lo hizo tuvo un grado de delicadeza impresionante.

¿Lo crees así? – una sensación de interés comenzó a surgir en la mirada de Gaara, ese chiquillo tenía la boca grande, directo y sin tapujos, una personalidad muy distinta a los Uchiha, pero que le recordaba a alguien, a alguien conocido –

Sí, soy un aficionado al arte, pinto desde chico y diría que es lo único bueno que se hacer.

Eres pintor

De afición, estudio para policía pero aquí entre los dos, odio eso, me llevo mejor con los pinceles que con las armas.

Soy escultor, ese collar que intente tirar lo hice yo.- sentencio en un tono tímido, después de los halagos de Sai era difícil decir eso -

Eres un blasfemo estúpido.

¿Cómo? – se detuvo en seco, lo acaban de insultar campantemente y no sabía porque –

Como se nota que no has perdido algo valioso, como puedes desechar lo que pasas horas de tu vida plasmando, inventando, creando… todo eso vale mucho y parece que no te importa, no eres un artista verdadero.

No has vivido suficiente aun para saber de esas razones.

Tengo muchas cosas interesantes que he vivido, hasta mi misma existencia es como una historia de terror y drama.

Vas a contarlo.

No. – sonrió malicioso, le encantaba jugar con las emociones de los demás, y Gaara había caído en su juego, ese pelirrojo desconocido parecía un espécimen divertido de conocer. –

Olvidare el insulto que me diste, solo porque aprecias el arte de verdad.

Gracias.

Entre conversaciones vánales ambos acabaron sentados en la cafetería de la clínica, Sai olvido el mundo real que estaba arriba con su medio hermano trayendo al mundo un bebe, a la vez que Gaara también dejaba ir un poco la realidad, conversar con alguien que apreciara el arte era bueno, solo tenía esas intensas platicas con su hermano Kankuro, pero alguien nuevo era revitalizante, en un momento donde su corazón no quería pensar en cosas malas, donde solo deseaba ser escuchado y dejar atrás el amor, pero tal parecía que este chico le evito deshacerse de su "amor", lo atrapo en un segundo de depresión, se lo tendió en las manos y ahora estaban conociéndose.

Mientras Gaara y Sai brillaban por su ausencia, Mikoto y Sasuke seguían a la vanguardia, Tsunade había hecho otra de sus rondas dándoles muy buenas noticias, la insistencia en que caminara un poco había logrado que ese terco trabajo de parto se acelerara.

8… - sentencio la rubia palmeando uno de los muslos desnudos de Naruto. – buen trabajo señora Uchiha.

¡NO ME HE CASADO CON ESE…. PARA QUE ME LLAME ASI! – Naruto señalo acusadoramente a Sasuke con su dedo índice –

Me refería a Mikoto, ella ha hecho de ti un manso corderito con este trabajo.

Solo hago lo que puedo por mi nieta, además, ya he vivido esto dos veces y también con Itachi… - sentencio tiernamente pero su revelación final llamo la atención del furibundo rubio –

¿Itachi? – jadeo el rubio con la mirada analítica, estaba seguro que oyó bien a la madre de Sasuke, no había equivocaciones porque no tenía una contracción que lo distrajera de la conversación –

Toma agua Naruto – Sasuke le estampo un vaso en los labios sin previo aviso –

No quiero…. – empujo el vaso bruscamente – ¿qué tiene que ver Itachi con todo esto de parir un bebe?

Voy por más agua. – el mencionado que no abría la boca para nada se puso de pie buscando desviar las nuevas preguntas del rubio, estaba por lograr escapar del lugar cuando tocaron a la puerta de la habitación –

Disculpen. – una cabeza se asomó repentinamente por la puerta, las miradas de todos se posaron en el desconocido que termino de entrar acompañado por un enorme arreglo de flores –

¿girasoles? – Itachi abrió la boca impresionado, el desconocido oculto tras el ramo parecía no ser totalmente "desconocido" –

¡El taxista! – tanto Sasuke como Naruto reconocieron al individuo que los llevo hasta allí –

Quería saber cómo estaban pasándolo. – sonrió dejando el ramo sin ninguna pena en manos del más cercano que era Itachi – espero les guste.

Taxista… - el moreno entrecerró los ojos con coraje, y estuvo por lanzar el ramo de girasoles al suelo pero se contuvo por conservar las apariencias –

No pude subir antes, la policía me detuvo por culpa de ustedes, tuve que dar algunas declaraciones antes de que me dejaran ir.

En un segundo Itachi dejo el ramo en una esquina de la habitación y tomo al "taxista" del brazo muy bruscamente delante de todos.

Disculparan al señor, debo pagarle por su servicio… - intento sacarlo de la habitación pero el desconocido solo lo miro con seriedad –

No vine para cobrarles la carrera, fue un placer hacerles ese fa…

En un segundo Itachi lo arrastro fuera de la habitación ante la mirada atónita de los presentes, Naruto no tuvo tiempo de protestar por la actitud de Itachi, los dolores se habían vuelto más insoportables a cada momento, a Sasuke no le importaba un pepino si su hermano le pagaba o no la carrera al desconocido taxista y Mikoto, pues ella le pareció lindo el detalle del ramo de girasoles para Naruto.

¡Te lo advertí! – sin reparos Itachi estampo al "taxista" contra la primera pared que pudo, una rabia visceral crecía dentro de él, lo que menos quería estaba sucediendo, sus momentos privados estaban otra vez siendo invadidos por el estúpido rubio policía –

No tienes que ser brusco, solo quise ser amable con tu hermano y su pareja. – se aferró a las muñecas del moreno para que no le lastimara el cuello –

Te di una advertencia, tolere tu presencia en el cementerio. pero ahora has pisado la raya, cómo pudiste mentir de ese modo, ¡estabas siguiendo a mi hermano!

No seguía a tu hermano, seguía al gordito rubio.

Me da lo mismo a quien seguías, igual te metiste de lleno en mi camino.

Protegía a tu familia.

¡Fisgoneabas a mi familia!

Ni si quiera agradeces que los trajera aquí, tuve que inventar rápido para poder subirlos al auto, mentí… fue divertido, tuve que recordar no sé cuántas películas y las clases de primeros auxilios que nos dan en la academia el primer año.

Maldito bastardo. – un poco más calmado Itachi lo dejo libre de su agarre – te quedo de más ese ramo…

El ramo era para ti.

Qué diablos…

No sé qué flores le guste al niño rubio, en cambio sí sé que te encantan los girasoles. – se cruzó de brazos sin mucho interés, sus palabras parecían un juego sucio de burlas a ojos de Itachi –

Eres un acosador… ya no estas investigando, estas aprovechándote de las desgracias ajenas para burlarte.

Mi trabajo no es acosarte, tengo una misión. siendo policía como yo deberías saber que uno debe entender a su presa, comprender su mundo, su rutina, sus movimientos…

Pervertido. – no lo pensó dos veces, esas últimas palabras se habían escuchado tan lascivas en los labios del rubio, así que su puño se movió solo por el coraje lanzándole un tremendo derechazo al rostro de Deidara –

La mano del moreno quedo apresada entre las de Deidara, este había esquivado el golpe con un margen mínimo, sus rostros estaban muy cerca, sus miradas se cruzaron intensamente, Itachi respiraba entrecortado por la rabia, ese hombre le sacaba de las casillas, el que se creía metódico, frio, calculador y preciso, ahora estaba agitado, con un cumulo de pensamientos que lo azotaban inclementemente, no podía coordinar bien sus emociones, ese hombre tenía algo que lo sacaba de su lugar seguro, sería su rostro pretencioso, su sonrisa de poder absoluto, su maldita seguridad en hacer su trabajo perfecto, eran muchas cosas que lo molestaban, pero eso sería nada comparado con lo que el rubio hombre de la ley le haría.

Itachi Uchiha, eres un ser increíblemente aburrido, solo del trabajo al hogar, del hogar al trabajo, lo más excitante que te he visto hacer es ir al supermercado un domingo en la noche.

No puedo… no puedo entender tu bizarra manera de usar a tus vigilados como si fueramos tu entretenimiento, eso va contra las normas que seguimos como policías. – mascullo con unas enormes ganas de volver a lanzarle un golpe al rubio pero se contenía otra vez -

Y eres lento para saber de emociones. – sentencio llevando su mano a la mejilla de Itachi, era un acto arriesgado pero logro posar dos de sus dedos sobre la barbilla del mencionado –me gustas.

Alto a todo pensamiento racional, una extraña alarma se desato dentro del cerebro de Itachi, esto rayaba en lo absurdo, un total desconocido con tendencias voyeristas se le estaba declarando en medio del piso de obstetricia el día que nacería su sobrina, solo le faltaba que sacara un anillo y se agachara frente a él pidiéndole la mano, si hacia eso juraba que desenfundaría su arma de reglamento y la usaría para "disuadir" el comportamiento acosador de Deidara.

Solo vine a decirte eso Itachi Uchiha. – sonrió pretencioso –

Lárgate de la clínica en este instante.

Lo hare, pero piensa en mi declaración, soy persistente y lo sabes.

Al moreno no le dio chance de insultarlo otra vez, Deidara tan rápido como le dijo lo que sentía se fue, lo dejo con las palabras atragantadas en la garganta, insultarlo, deseaba insultarlo, golpearlo, mandarlo a destituir, pero no podía, para el resto la vigilancia de Deidara debía ser algo que ignorara él y los suyos, ¿porque no le pudieron asignar una persona racional y cuerda?, tenía que ser ese hijo de su grandísima madre con el ego crecido, él no quería relaciones personales, ya le había bastado con la tragedia de Minato, pero algo si era increíble de pensar, a pesar de que Deidara conocía lo bueno, lo malo y lo extraño de él, con todo y eso, le decía que le gustaba.

Ese estúpido solo juega conmigo. – sentencio en un susurro apagado, del coraje paso a una emoción de vacío interno, de esa pequeñísima duda que queda cuando sientes que alguien te da todo y tú no sabes que hacer, como corresponder o demitir -

Entre un torbellino de pensamientos encontrados Itachi regreso a la habitación, su mente no estaba más que estancada en ese instante y no escucho las claras preguntas que empezó a hacerle Sasuke por el "taxista" que el saco prácticamente a patadas de la habitación.

¿Hermano?

¿Qué sucede? – al final reacciono luego de que Sasuke le moviera un poco su hombro derecho –

¿Por qué trataste al taxista así?

No… no quería que alterara a Naruto, no está en condiciones de que lo molesten personas indeseadas.

Desviando el tema camino hasta la cama donde estaba el rubio y poso su mano sobre el vientre abultado de este, en seguida noto como su forma redondeada no era la misma, era obvio que él bebe hacia hecho buena parte de su recorrido a la salida.

Esta cerca. – sentención recordando su propia experiencia pasada – esto no durara mucho.

Que ella… te oiga. – sentencio Naruto abrazado a una pobre almohada que parecía a punto de soltar todo el relleno gracias a la fuerza con que la estrujaba – maldición.

no he preguntado aun algo Naruto, ¿Qué nombre tendrá la bebe?

No… lo diré aun. – sentencio sujetando el brazo de Sasuke que estaba a su lado –

Tengo derecho a saber cómo se llamara mi hija.

Vete al infierno Sasuke, ¡yo escogí ya su nombre! – sus palabras se oyeron como un gemido agónico, estaba cruzando la raya en lo que era su tolerancia al dolor de parto –

No seas egoísta, dilo al menos, para saludarla como se debe cuando nazca – sentencio posando su mano sobre la espalda del Uzumaki, aún le masajeaba cada vez que Naruto se enroscaba como un caracol por el dolor –

No. – susurro con firmeza, nadie sabría cómo se llamaría, solo él lo había pensado mucho y le costó decidirlo –

Perfecto, ponle el nombre más horrible del mundo entonces. – Sasuke le clavo la mirada con reproche, quería saber qué tipo de extraño nombre se le había ocurrido al rubio –

Te tragaras… tus palabras. – sentencio sentándose de golpe y sujetando a Sasuke del cuello de su camisa – ¡DUELE!

¡Naruto! – el moreno abrió los ojos de golpe, su compañero había comenzado a jadear como un enorme perro peludo en verano, su rostro mostraba un margen de agonía muy bien definida, parecía esforzarse por algo y eso era las enormes ganas de pujar que lo habían hecho sentarse –

Ya viene… - susurro conmocionada Mikoto, no sabía si reír o llorar, estaba por presenciar el segundo nacimiento de un nieto, porque ella había logrado colarse en el de Sai, con todo y el férreo control de Fugaku – otro nieto que no conocerás verdaderamente Fugaku.

¡Tsunade!,! voy por Tsunade! – Sasuke intento soltarse del agarre de Naruto pero le fue imposible, el rubio parecía pegado a su cuerpo, gimiendo roncamente, sudando copiosamente en un segundo como si hubiese corrido una maratón –

Yo la localizo. – Itachi le sonrió y salió en busca de la doctora, su hermanito estaba demasiado nervioso para conseguirla sin perderse en el proceso –

Tengo que… debo… - hablo entrecortado al tiempo que pateaba las mantas que lo cubrían lejos de él, estaba ahogándose en calor, su cuerpo le dictaba alejarse de todo lo que lo incomodara y la ropa parecía una de ellas –

No te muevas, no hagas nada hasta que llegue Tsunade. - Sasuke intento abrazarlo pero su compañero solo hizo un extraño movimiento abriendo sus piernas para rodear la cintura del Uchiha, en una estranguladora llave de tijeras termino de apresar la humanidad del moreno - ¿Qué haces?

No… me soltaras. – sentencio soltando un horrendo gemido de dolor, su hija saldría de el con o sin ayudas, la sensación de presión, calor, dolor, todo un cumulo desagradable de sensaciones le recorrían el bajo vientre y muslos –

No pretendo irme, estoy aquí contigo Naruto, no te soltare si eso es lo que quieres – sonrió suavemente dejando que el nombrado lo estrujara a placer, dolía, pero estaba seguro que su dolor no era ni la quinta parte del que experimentaba Naruto por tratar de dar a luz a su hija. – te amo.

¡MALDITO BASTANDO ME DICES QUE ME AMAR JUSTO AHORA! – grito dándole una soberana mordida en el brazo al moreno, le costó un mundo decir lo que quería, la sensación de presión entre sus piernas se había incrementado, estaba seguro que si decidía seguir el instinto por pujar, todo acabaría pronto – no llego…

¡NO PUJES!

¡QUE SI!

¡NO! – Sasuke lo zarandeo de los hombros con desesperación, el rostro de Naruto gritaba a todas luces que había comenzado a pujar –

¡Trata de aguantar… algo de más de 3 kilos intentado salir de ti! – sin piedad contrajo las rodillas en un agarre mortal para el menor de los Uchiha –

¿Qué demonios están haciendo ustedes dos?

La voz de la rubia interrumpió el abrazo constrictor que le estaba proporcionado con sus piernas Naruto a Sasuke, había visto cosas raras en anteriores partos, pero nunca que la madre intentara asesinar al padre por medio de estrangulamiento. En un segundo Tsunade logro separar las piernas del pobre adolorido cuerpo de Sasuke, este se liberó con el honor herido de muerte, casi acaba con una costilla fracturada gracias a su buena voluntad de ayudar al rubio.

Sasuke, Mikoto, cada uno ayude a Naruto, uno de cada lado, no quiero que acabe pateándome a mí también. – la rubia dejo que dos enfermeras más y la pediatra de piso entraran a ayudar, la habitación se volvió un revuelo de ir y venir con preparativos, desde el instrumental adecuado hasta las mantas y cosas personales que llevaría la futura Uchiha puesto, todo fue muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya el rubio estaba listo para hacer alarde de la fuerza que imprimió en estrangular a Sasuke pero con fines menos agresivos. –

¿Ya puedo? – Naruto sentencio con la voz hecha un hilo, de tanto gritar estaba casi afónico –

Controla tu fuerza, usa esa rabia que tienes para ayudar a este bebe a salir, tomaras aire y contaras hasta 10, pujas cuando te indique y después soltaras el aire, así una tras otra vez. – su rostro se enserio cuando pudo ubicarse mejor entre las piernas del rubio – empecemos esto Naruto.

Sin miedo asintió con la cabeza, estaba harto del dolor, sin pena alguna comenzó a seguir las ordenes de Tsunade, dolía un infierno pero tenía la esperanza que pronto acabara, con cada pujo que daba sentía que se iban sus fuerzas, no podía concentrarse en más nada, su meta era ver a su hija, saber cómo sería físicamente, si se parecería a él o a Sasuke, ese pensamiento lo hizo desviar la mirada a este, debía ser sincero con el mismo, el pobre Uchiha se había ganado un sinfín de insultos, golpes y maltratos ese día, pero seguía con él, justo ahora sujetándole la mano sentado a su lado, susurrándole cosas que él no lograba captar gracias a que solo escuchaba las ordenes de Tsunade pidiéndole pujar sin clemencia o descanso. Trago grueso, la mano de Sasuke se sentía tan tibia, tan reconfortante en ese segundo de dolor lacerante, estaba por gritar una vez más cuando sintió como Tsunade le pidió detenerse en su labor.

No pujes… - con una sonrisa suave centro sus ojos en el rubio agotado – dame tu mano.

No tuvo tiempo de reaccionar, solo sintió como su muñeca era jalada un poco entre sus piernas, lo que siguió fue lo más surrealista del mundo, algo húmedo, tibio y resbaloso estaba fuera de él, era la cabeza de su hija, la peor parte del trabajo estaba hecha, el dolor que lo quemaba como brazas hacia unos segundo fue eso, su esperado pequeño milagro llegando al mundo, entre lágrimas Naruto intento inclinarse un poco, moría por saber más pero Sasuke no le dejo, en su lugar el logro ver primero al pequeño ser que aún no culminaba de llegar al mundo, su corazón le dio un vuelco entero, podía verla, podía detallar claramente su color de cabello, solo eso, ya que su rostro estaba apuntando al contrario de él, sus dedos se movieron sin pensar, por un instante logro tocar su pequeña cabecita pero otra contracción en Naruto hizo que el mágico instante se terminara, Tsunade volvió a pedirle que pujara, que pronto todo acabaría así que el rubio tomo una gran bocanada de aire y emprendió la recta final de ese trabajo titánico.

Ya casi… - el moreno estaba atorado en unas enormes ganas de llorar, podía ver con claridad como su hija se deslizaba al fin fuera del cuerpo que la acuno, alimento y cuido por 9 meses, su mano se aferró a la del rubio como diciéndole que estaba aquí, que ya eran padres –

Un llanto inclemente inundo la habitación, Naruto solo pudo caer sobre las almohadas letárgico, su respiración era acelerada, aún tenía un dejo de dolor por lo vivido, había sido la cosa más horrenda del mundo, pero al fin había logrado ayudar a su hija a llegar, sus orbes azules se abrieron débilmente para enfocarlas en una masa rojiza y movediza que lloraba amargamente entre sus piernas, con cuidado Tsunade le limpio la boca y nariz para que respirara mejor, aun reventada en llanto la bebe acabo sobre el pecho del Uzumaki.

Su primer contacto real, sintió lo tibia que era, como tiritaba de frio y apretaba sus puñitos fuertemente cerrados, su llanto era potente y dolido, parecía reclamarle al mundo por haberla sacado de su sitio seguro y cálido. Asombrado por la imagen, Naruto al fin tomo fuerzas y movió sus manos hasta acunarla con delicadeza, en un segundo la bebe paro de llorar y se volvió un ovillo sobre él, gimoteo unas cuantas veces hasta que escucho por primera vez su nombre pronunciado en los labios de su madre.

Bienvenida al mundo pequeña Mikoto Uchiha Uzumaki.

Continuara…

JI JI JI ¡SE LLAMA MIKOTO!, igual a la madre de Sasuke, eso no lo sabía Naruto cuando escogió el nombre de la bebe, pero como es pequeño el mundo, pues fíjense no más en que acabo XD. Que capitulo, me encanto como quedo, los acercamientos, las relaciones psicológicamente perturbadas, el parto, de todo un poco como en botica, ahora, veremos como es físicamente la chibi, eso se los dejo para el capi que viene, perdonen la tardanza, no pude subirlo antes, llevaba escribiendo de pedacito en pedacito hasta que al fin hoy lo termine, tengo malestar de gripe ToT, bueno, estoy cansada pero feliz, ahora me voy a culminar el primer capítulo de mi otro fic, el que arrancara cuando culmine este, que le queda unos 5 capis creo yo.

Ta ta tan… será de No. 6!, y si eso las alegra, pues empiecen a dar saltos y brincos porque será un semi AU, ya verán porque lo digo así, con sus personalidades intactas como a mí me encantan, mucho drama, misterios, y para rematar, seré la primera escritora que… que… USARA MPREG EN No.6!, ¿Creo ser la primera?, pues no lo sé, ya veré, porque también lo fui en la sección de Get backes hace unos años XD… les dejo eso para que piensen, y las que no han visto la serie, ¡véanla!, les dejo la tarea asi leen ese también después de terminar este, ju ju ju.

Próximo Capitulo:

Aguas a su cause


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