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Contra la corriente por RAMSIN

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Bienvenidos, este es mi primer fic de Naruto, algo tarde no, pero bueno, por algún lado se comienza esto, espero lo disfruten, el fic es un Sasu x Naru( típico pero me encanta ), también otras parejas que saldrán a su debido tiempo y no quiero dar mucho spoiler XD. Mundo alterno, mpreg ( al que no sepa que es, largo, no quiero quejas después) Yaoi como todos mis amados fics, y nada más que decir, esto será algo de romance, humor, amor y angustia. Ah… Naruto no me pertenece, es de Kishimoto – sama, espero no se enfade por todo lo que le hare a Naruto y Sasuke je je je.

Contra la corriente

Capítulo 36

Aguas a su cause

Tan pequeñita que era su mano, unos minúsculos deditos blancos que daban miedo tocarlos, con una delicadeza inigualable deslizo su dedo índice sobre aquella manito, sintió como la pequeña abrió su puñito y desvío el agarre a su dedo, eso lo paralizo, su hija le estaba aferrando el dedo, su primer contacto físico, no podía creerlo, abrió la boca intentado decir algo pero Naruto solo le devolvió la mirada con la misma impresión, todo en ellos era nuevo, lamentablemente ese momento que parecía mágico para Sasuke fue roto por Tsunade, su pequeña llorona había sido alejada del pecho de su madre para limpiarla y tomar todos sus datos personales, su registro de nacimiento y un buen examen médico de parte de la pediatra presente en el parto.

Ya la devolveré. – la rubia sonrió suavemente al alejar a la pequeña de sus nuevos papas –

Naruto. – Sasuke volvió a centrar su atención en el rubio que lucía a punto de quedarse dormido de agotamiento –

Dime… - susurro tratando de que sus ojos no se le fueran a cerrar, quería cargar a su hija otra vez, un poco más antes de descansar –

Gracias por darme la oportunidad de estar a tu lado. – se agacho depositando un casto beso sobre la frente aun sudorosa de Naruto –

Es tu hija también.

Lo reconoces al fin.

Como no aceptarlo… es igual a ti. – sonrió con malicia al pensar en las jugadas del destino, su hija había salido con una piel tan blanca como la de su padre y con el cabello negro marca inequívoca de los Uchiha –

¿Aceptas que lleve mi apellido?

¿Acaso eres sordo?

No, pero quería asegurarme que lo que dijiste hace unos minutos no era causado por alguna alucinación post parto.

Idiota. – alzo su mano hasta la de Sasuke, la apretó tan fuerte como sus escasas fuerzas se lo permitían – cuídala bien… tengo sueño.

Y no aguanto más, el trabajo titánico de traer un bebe al mundo dejo fuera de combate a Naruto, todos los presentes en la habitación sonrieron ante la escena, el rubio no soltó la mano de su amante ni dormido, parecía querer un poco más de ese momento, pero ahora debía vigilar a su pequeña hija, esta estaba llorando a todo pulmón mientras le terminaban de revisar, sus mejillas rosadas parecían tomates maduros, unas pequeñísimas lagrimitas asomaban por sus ojitos aun cerrados y que no revelaban el color que tenían. Después de todo ese protocolo y de estar limpia y vestida, una de las enfermeras llevo la pequeña hasta los brazos de su mamá pero este aun dormía a pierna suelta, Sasuke se ofreció a cargarla tímidamente, no tenía experiencias con bebes, pero era ahora o nunca el momento de aprender.

Toda suya. – la enfermera la dejo suavemente en los brazos torpes del moreno – puede respirar, no se le romperá.

.. – sintió un nudo raro en la garganta, unas cosquillas en el estómago que parecían millones de mariposas a punto de salir, sus orbes negras no dejaban de detallar las facciones de su pequeña Mikoto, era una muñeca de porcelana con cabellos negros, tan hermosa, tan linda, tan delicada que daba miedo apretarla un poquito no fuera a romperse entre sus brazos. solo había un sentimiento más grande del que conocía, su amor por Naruto era casi infinito, se creía uno sin parangón, pero esto, esta cosita que estaba en sus brazos reinaba sobre todo lo sentido antes, era y seria la dueña de su corazón, de sus desvelos, de sus alegrías y de unas cuantas rabias también, era su hija. –

¿No dirás nada?- Itachi sonrió divertido por el momento, su hermano siempre frio estaba embobado con la bebe –

En verdad… ¿llevara mi nombre? – la abuela Mikoto se tomó el atrevimiento de quitarle la pequeña a su padre para cargarla como debe ser – ¡es hermosa!... se parece a Sasuke cuando nació.

¿eso debería alegrarme?

No te molestes hijo, es que muchas personas cuando te veían en la calle pensaban que eras una niña.

El trio siguió entre esas conversaciones después de que Tsunade termino su labor con el rubio, todo había salido mejor de lo imaginado, una niña sana y una madre en buenas condiciones que solo necesitaba reposo por unos días y descansar mucho. En la habitación volvió la paz, la pequeña había paseado de los brazos de su padre a los de su abuelita pero ahora le tocaba a su tío Itachi cargarla, este estaba un tanto renuente, la última vez que tuvo un bebe en brazos fue su hijo recién nacido y le daba algo de tristeza comparar ese mal momento con este que era pura felicidad.

No creo que lo hayas olvidado Itachi. – Mikoto le reclamaba con una sonrisita traviesa en los labios, su hijo era tan predecible ante sus emociones – serás un gran tío.

Es incómodo. – sentencio con la niña ya entre sus brazos, su madre se la había dejado en un segundo de descuido –

Olvida el pasado, lo que importa es el ahora. – acaricio la mejilla de su hijo mayor con ternura – aún tienes tiempo de hacer otra vida, una familia, mas nietos…

¡Madre! – al pobre Uchiha se le subieron los colores al rostro –

Quiero muchos nietos, quiero una casa llena de niños corriendo por allí, quiero que la casa se llene de alegría una vez más, quiero que deje de ser sombría, que no se oigan más llantos ni peleas, quiero que seamos felices al fin.

Lo será. – tanto Itachi como Sasuke abrazaron a su madre, Mikoto estaba aprovechando la felicidad que le habían robado antes, el pasado estaba enterrado con la desaparición de Fugaku, el que se fue y nunca volvió –

¿De qué me perdí?- la voz de Sai interrumpió aquel momento memorable entre madre e hijos – me voy media hora y cuando regreso ya paso la mejor parte, no vi los gritos, la sangre, él bebe…

Sai dio unos pasos vacilantes hacia su madre, Itachi aún tenía la pequeñita entre sus brazos, era una escena extrañamente tierna, se imaginó que posiblemente así se vería el en los brazos de su madre cuándo nació, sin pena poso su mano sobre la cabecita de su sobrina y sonrió, la niña era bonita, con un suave cabello negro y los genes Uchiha bailándole por todos lados como él.

Como se nota que Tío Sasuke la hizo con ganas.

¡SAI! – el nombrado sintió unas enormes ganas de lanzarle un solo golpe, no faltaban los comentarios pesados de ese niño –

No te enojes, es igual a ti.

¿y Naruto? – Gaara al fin abrió la boca, no quería interrumpir la reunión familiar frente a el –

Esta dormido.

Sasuke sin pérdida de tiempo se le planto al frente del pelirrojo, era el momento indicado para aclarar algunos asuntos, así que extendió su mano abierta, era su modo de agradecerle por todo lo que hizo en esos meses que no estuvo con Naruto, no lo quería pero si aceptaba su papel importante en la vida de su amado rubio y la de su hija, Gaara no se merecía ser olvidado como el custodio de sus amores, para bien o para mal, estuvo allí siempre.

Debo darte las gracias. – le costó un mundo decir eso, pero su ego se lo permitió dificultosamente –

No debes dármelas, hice lo correcto por mi mejor amigo y su hija.

Ahora yo haré lo correcto, mi responsabilidad comienza aquí, quiero que Naruto se mude lo más pronto posible a nuestra casa, no deseo estar lejos de mi familia un día más.

Así será, solo deben recoger sus cosas, no hay problema con ello.

Lo agradezco.

¿Al final que nombre le puso Naruto a la bebe?, nunca se lo dijo a nadie… - Gaara sentencio curioso ante los recuerdos de las veces que trato de sacarle esa información a su amigo y no pudo –

Se llama Mikoto… - la voz del rubio resonó en la habitación llamando la atención del grupo –

Deberías dormir un poco más. – Sasuke se acercó a su lado en la cama –

Ustedes me despertaron con su escandalo.- dio un pequeño bostezo de agotamiento -

Deberíamos dejarlos solos un rato. – Itachi devolvió la bebita a los brazos de su madre, no querían hacer mal tercio, Sasuke y Naruto merecían un poco de privacidad para hablar al fin de sus cosas –

Vamos por un café. – Mikoto camino hasta su nieta y le beso la cabecita tiernamente – cuídala bien… y me encanta su nombre.

En verdad no sabía que usted se llamaba también Mikoto.

No importa, la vida tiene muchos modos de decirnos que estamos atados con hilos invisibles. – un pequeño abrazo sello la conversación de Naruto y la madre de Sasuke –

La nueva familia vio como Sai, Itachi, Mikoto y Gaara salían de la habitación dejándolos al fin solos, todo ese día había sido un total caos, entre sus peleas acostumbradas, el repentino parto, sus líos amorosos. Un compendio de situaciones que ambos llevaban a rastras se quedó diminuto y en un segundo plano cuando su hija nació, sintieron que el mundo es más bello de lo que creían, que se puede amar de más modos que carnalmente. Los sentimientos de ambos brotaban por sus poros, miraban a la pequeña cosita que los unía, que daba muestra fehaciente de que sus cuerpos y sus almas se unieron en un pasado, debían admitirlo, habían creado un ser hermoso, porque su amor fue hermoso con sus altibajos y líos.

Vas a vivir con nosotros, no quiero que estén arrimados nuevamente en casa de Gaara. – Sasuke sentencio firmemente esperando que Naruto le refutara sus palabras, pero solo vio una sonrisa tímida en el rubio, sus labios curvados en una señal inequívoca de aprobación –

Está bien.

Solo… ¿está bien?, ¿no quieres pelear por lo que te he dicho?

No, no tengo que pelear por el puesto que debo tener de ahora en adelante, Mikoto-chan necesita a sus dos padres, eso no quiero discutirlo nunca. – las orbes azules de Naruto estaban por estallar en llanto, no sabía si de emoción o por las hormonas que estaban más descontroladas que antes –

Me alegra que recapacitaras.

No recapacite, te estoy poniendo a prueba Sasuke Uchiha, porque júralo por tu hija que si me haces algo malo o a ella, acabaras enterrado 3 metros bajo tierra. – le señalo con su dedo acusadoramente – ¡entendiste!

No me señales, tonto.

En un segundo tomo la mano de Naruto aferrándose de él, inclino su cuerpo lo suficiente para quedar a milímetros del rubio, sus respiraciones se entrelazaron suavemente, sus ojos se encontraron como hacía meses atrás, miradas cómplices, dueñas de tantas cosas pasadas y vividas, los labios del moreno decidieron atreverse, sus bocas se unieron en un suave beso, tierno, sin mal intensiones que no venían al caso, solo la tibia sensación de bienestar, de sentir el calor del otro que tanto hacía falta ya, sus lenguas apenas se rosaron momentáneamente, el encanto del momento fue roto por unos pequeños quejidos de protesta entre ellos.

La despertaste Sasuke. – el rubio estaba todo sonrojado por aquel beso, hacia tanto tiempo que no sintió algo así –

¿Abrirá los ojos? – con curiosidad noto como su pequeña pelinegra hacia amaino por despertar, apretando su boquita y puños entre quejiditos – se tomara todo su tiempo como alguien que conozco.

Sasuke…

Va a llorar.

Ahora eres experto. – Naruto trato de acunarla pero la afirmación del moreno se hizo realidad, la pequeña Mikoto les demostró los excelentes pulmones que tenía –

Es que me recordó a una foto mía de chico donde salía a punto de llorar, puso la misma expresión de incomodidad.

Restriégame en cara que no saco nada mío. – Naruto hizo puchero enfadado, no le molestaba el que saliera igual a su padre pero también como toda madre, quería decir que su hija tenía algo de el –

Tiene tus pulmones.

Que chistoso eres.

Y tu apetito… - señalo con su dedo lo que la pequeña Mikoto hacía, estaba revolcándose en brazos de su mamá buscando comida –

Oh… no. – sentencio muy sonrojado, recordaba los libros que leyó y las clases que tomo, toda esa información sobre la "maternidad" comenzó a darle dolor de cabeza, además de vergüenza y miedo por lo desconocido –

¿No me digas que te da pena? – Sasuke le encantaba piquetearle el ego y más si con ello lograba verlo hacer algo que jamás imagino ver –

¡No es eso!

Con una torpeza increíble el rubio logro acomodarse medio sentado y deposito a la pequeña llorona sobre sus rodillas, la bebe al verse alejada de su cuerpo aumento el llanto, parecía que podrían oírla en toda la clínica pero para Naruto era imperante investigar ciertas cosas de vital importancia antes de hacer lo que debía hacer como buena "mamá".

¿Qué diablos haces? – Sasuke arqueo una ceja curioso, su amante solo parecía interesado por la cara de la bebe, le miraba una y otra vez con duda increíble –

Quiero asegurarme de que no me morderá…

¡BAKA! – una enorme vena sobresalió de las cienes del moreno, una cosa era la pena y otra muy distinta el grado de tonterías que podía tener Naruto en la cabeza. Armado de coraje y además por el bienestar de su pobre pequeña, sin pena alguna poso sus manos sobre la bata del rubio y de un solo jalón se la abrió dejando su pecho al descubierto. – ¡DEJA DE ACTUAR COMO UN IDIOTA Y DALE DE COMER!

¡SASUKE PERVERTIDO! – intento cubrirse pero la bebe comenzó a llorar más fuerte aun, toda la pelea que tenían armada los dos se detuvo con el escándalo que hacia Mikoto –

Naruto rodo los ojos apenado y tomo entre sus brazos a la niña que bajo el tono de su llanto, pero igual era como tener un taladro clavado en las sienes, dudando se mordió el labio inferior y volvió a mirar a Sasuke que tenía peor cara que Mikoto, si seguía así otra pelea apoteósica se armaría. Entre movimientos torpes acerco a la pequeña contra su pecho y cerro sus ojos esperando que algo malo sucediera pero contrario a lo esperado sintió la tibia piel de su bebe contra la de él, sus diminutas manitos tratando de aferrarse a su bata abierta y su cabecita buscando desesperada el sitio de donde emanaba aquel aroma dulce, para cuando logro tragar grueso la sensación más extraña del mundo se apodero de él, al fin el llanto seso y la hambrienta niña estaba clavada a su pezón, fue extraño, curioso y hasta difícil de asimilar, pero la ternura que expresaba ese acto lo hizo bajar la guardia, sus músculos tensos se relajaron lo suficiente para que disfrutara del momento, era el primer y más fuerte vínculo que los uniría, uno que solo alguien que vivió eso podría comprender sin malos pensamientos.

Date la vuelta. – fue la única palabra que sentencio el rubio entre un sonrojo evidente, estaba siendo todo un espectáculo para su tonto amante –

Extrañamente te ves lindo haciendo eso. – sentencio con una media sonrisa, no quería molestar a Naruto más aun, bastaba con que cumpliera su papel y no dejara morir de hambre a la bebe –

Idiota. – con delicadeza acomodo mejor a Mikoto sobre su brazo derecho dejando el otro libre para acariciarla, estaba extasiado mirándola, tocando sus pequeños mechones negros hasta que noto que la pequeña abrió los ojos tímidamente – ¡AZULES!

Sus ojos son azules… - Sasuke miro impresionado el hermoso tono azul cielo de Mikoto chan, eran tan bellos como los de Naruto, parecidos, como un par de pequeñas gotitas de agua – también tiene algo tuyo.

No me quede dormido del todo. – sonrió tímidamente, esa emoción llamada orgullo salía a flote por primera vez, su hija le daba orgullo, valor, una sensación que no sería igualada por ninguna otra –

Naruto, hay otras cosas que deseo hablar contigo, pero lo dejaremos para cuando Mikoto este dormida.

¿No me vendrás con el cliché de pedirme matrimonio?

No, eso no lo hare, por ahora…

Perfecto.

Sasuke esperó sentado en la cama pacientemente a que su pequeña pelinegra acabara dormida, no quería decir las cosas y que Naruto de la impresión terminara asustándola o peor aún, dejándola caer en el suelo. Al fin todo perfecto, con mucho cuidado el rubio dejo que estuviese profundamente dormida después de comer, la coloco sobre su hombro y con unas suaves palmaditas le hizo soltar el aire atrapado al succionar, entre susurros Sasuke la cargo para dejarla en la cunita de acrílico que usaría como cuna provisional en su estadía allí, la cubrió bien entre mantas rosas dejándola dormir. Luego de ello respiro profundo y se armó de valor para comenzar a contar una serie de hechos increíbles y que harían ver la vida de un modo distinto al rubio.

Ahora si podemos hablar. – con cuidado se volvió a acomodar la bata recostándose en la cama, su cuerpo le pedía descanso, no quería alargar la conversación más de lo necesario. –

Realmente no sé por dónde comenzar Naruto, pero lo intentare. – en un intento de hacer menos fuerte todo se sentó junto al rubio y tomo su mano entre las de el –

Deja de dar rodeos, no me agrada cuando te pones en ese plan Sasuke.

Directo, seré directo, comenzare por decirte que tú y yo nos conocimos cuando éramos solo unos niños de 3 años, nos conocimos gracias a tu padre y mi hermano Itachi.

Explícate bien. – su rostro era de escepticismo total, el solo tenía recuerdos muy pero muy vagos de su padre, nada que lo atara realmente a un recuerdo lógico y fiel. –

Tu padre era policía y también profesor de defensa personal en la academia donde mi hermano estudiaba, un día se conocieron en el parque donde frecuentábamos, así fue como tú y yo tenemos un pasado que no recordamos.

¿Muy lindo tu relato Sasuke pero a qué viene todo eso ahora?

Aquí las cosas se complican un poco más… - intento darle palabras a los hechos pero era casi imposible ya que él no era parte del pasado, su hermano Itachi debería explicar mejor eso de que se acostaba con el padre de Naruto, para él era bizarro decirlo, ilógico y hasta inmoral –

Yo continuare con la historia. – en la habitación resonó aquella frase que salvaría las dificultades de Sasuke, su hermano había estado escuchando parte de la conversación fuera de la habitación del rubio –

Ustedes los Uchiha me volverán loco, ¡ruego que mi hija no saque lo misterioso de sus genes!- miro realmente incomodo al recién aparecido Itachi –

¿Mamá y Sai? – Sasuke miro preocupado hacia la puerta de la habitación –

Tranquilo, están en la cafetería, no subirán hasta que yo le diga a Sai que lo haga.

Con toda parsimonia Itachi se paseó por la habitación, camino hasta la cunita de acrílico donde dormía Mikoto y le acaricio con una suave palmadita en su espalda, su madre tenía razón, ella se parecía mucho a su hermanito Sasuke cuando nació.

Minato se hubiese vuelto loco con ella. – sentencio en una triste sonrisa que capto la total atención de Naruto – ¿sabías que tu padre se llamaba Minato Namikaze, verdad Naruto?

Eso lo sabía, también que era policía y que murió en un accidente de tránsito, también sé que mi madre murió al yo nacer y que… fui dejado en un orfanato cuando me quede solo en este mundo… - su garganta se sintió atragantada, la sensación de soledad volvía luego de tantos años, el recordar lo mucho que sufrió solo en su niñez y que ahora era distinto, tenía muchas personas junto a él, que lo apoyaban y amaban como nunca imagino que sucedería en su vida – pero eso es pasado, no quiero recordarlo en un día tan bonito como hoy.

Tu madre se llamaba Kushina Uzumaki, tu padre te cambio el apellido cuando naciste, temía que algún día su profesión pusiera en peligro tu vida. No conocí a tu madre porque ya había fallecido y tú eras solo un pequeño de algo más de 2 años, revoltoso y enérgico.

Tu… conoces mucho mejor mi pasado que yo Itachi, ¿Por qué? – sus ojos azules no dejaban de verse expectantes por las palabras del mayor –

La verdad es que el destino hizo que tu padre y yo nos conociéramos profundamente, de la amistad nació una relación sentimental Naruto, yo estuve con tu padre. – al fin, soltaba el lastre más grande que le quedaba, solo esperaba que el rubio no se lo tomara del modo más difícil –

¿relación… relación íntima con mi padre? – tartamudeo inseguro, o estaba sordo o muy pero muy agotado físicamente y estaba comprendiendo mal las cosas – ¡¿te acostabas con mi padre?

¡No lo digas de ese modo!- Sasuke trato de bajarle los nervios a su compañero –

Déjalo Sasuke, realmente es así, yo me acostaba con tu padre.

¡NO QUIERO OIR MAS!... ¡USTEDES SON UNA COSA EXTRAÑA! ,¡POR ESO ME PERSEGUIAS!, QUERIAS LIMPIAR TU SUCIO PASADO CONMIGO!

¡NARUTO! – Sasuke le regaño por sus palabras pero Itachi lucia inmutable, solo se movió de su lugar para cargar a la pequeña Mikoto que se revolvió en la cunita asustada por los gritos de Naruto –

Cálmate, sé que merezco parte de tus reproches, me juzgaras como una persona maliciosa pero no es así, nunca fue mi intensión meterme en la vida de tu padre, el me cortejo con la ternura de un hombre dolido, había perdido a tu madre y se sentía profundamente solo, yo fui como una especia de salida a su soledad, nos acompañamos mutuamente en nuestras vidas. la relación que llevamos fue corta y apasionada pero también nunca fue aceptada por mi padre… - suspiro hondamente mientras mecía a la bebe –

Eso no cambia que me ocultaras todo

No lo cambia, es verdad, pero hay cosas que si sucedieron en ese pasado, como que Minato murió en un aparente accidente, la realidad es que no fue uno, mi padre se deshizo de el para separarnos definitivamente, ese es uno de los pecados que llevare a mi espalda, por mi culpa tu padre murió, y más vidas inocentes también… - una lagrima asomo por la mejilla de Itachi, siempre se sintió responsable de ese deceso –

El desgraciado que trato de separarnos a Sasuke y a mí, ¡¿ese malnacido mato a mi padre?

Si, también hizo cosas más bajas aun, después de que Minato murió yo caí en una terrible depresión que casi acaba con mi vida, pero hubo algo que no me dejo morir, algo hermoso que nació de la relación entre Minato y yo, esperaba un hijo de él. Naruto tú tienes un medio hermano, yo traje al mundo a un bebe hace más de 15 años… un bebe que fue alejado de mí y que se convirtió en todo un jovencito talentoso y que quiere saber de su pasado tanto como tú.

Hermano… - estaba por perder el conocimiento, esta noticia era demasiado para su pobre cuerpo adolorido y agotado, no hay pensamiento lógico que lo llevara a creer lo que escuchaba de los labios de Itachi Uchiha. –

Continuara….

Se nos morirá Naruto y no por el parto si no por las noticias XD, Itachi sí que tiene una voluntad inquebrantable, decir todo eso y aguantarse los gritos del rubio no es nada fácil. Pero ya casi todo se sabe, al fin se sabe y ahora espero que les gustara las características de la chibi Mikoto, es una monada de bebe, parte de las escenas de Sasu y Naru en este capi nacieron de mi doujinshi mpreg que hice hace un tiempin de ellos, las que no lo hayan visto pues pasen por mi profile y entren a mi blog, no lo tengo completo allí pero pronto lo subo así ven todo lo que hice en esa ocasión, ji ji ji.

Bueno, amigas, gracias por todos sus mensajes, los amo todos, sus comentarios y opiniones, una lectora en especial me pregunto qué de donde saque toda la información tan real con que relate el parto, simple y sencillo, soy mama, se lo que es aguantarse un dolor de parto y dar a luz XD, no es tarea fácil ToT. Pero qué bello es cuando tienes a tu bebe en brazos y vale todo el esfuerzo, lo juro. Regresando a los comentarios, ahora queda presentar a Sai, contarles que el abuelito Fugaku es un prófugo de la justicia, que Itachi y Deidara tengan otro encontronazo con consecuencias insospechadas ju ju ju, que Sai y Gaara se conozcan mejor, y unas cositas más, algunas más, esperen el capítulo que viene, estará super bueno también, mis saludos y nos vemos, les quero mucho!.

Próximo Capitulo:

Robándome la razón.


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