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Contra la corriente por RAMSIN

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Contra la corriente


Capítulo 44


Un nuevo día


 


Sai emprendió una carrera a la casa de su abuela que estaba a solo dos casas de distancia, no tardo nada en pasar el portón metálico medio abierto para comenzar a tocar la puerta desesperado. Estaba realmente nervioso, sus manos le sudaban y no podía estar quieto en su lugar, la simple idea de que su madre podía dar a luz antes de llegar a la clínica lo espantaba, con ese pensamiento toco varias veces más hasta que un despeinado y molesto Sasuke le abrió la puerta.


 


- ¡¿acaso estás loco para tocar así a estas horas?! - Sasuke andaba en "paños menores", entiéndase que solo una bata de baño puesta a la carrera cubría su cuerpo -


- tío Sasuke... - respiro hondo dejando los nervios por un segundo, iba a relatarle lo sucedido cuando vio salir una cabellera rubia que se ocultaba tras el sofá de la sala, su torpe hermano y su tío estaban jugando a esas horas - lamento interrumpir tus hábitos sexuales nocturnos con Naruto pero es una emergencia.


- ¡no hacíamos nada malo! - el rubio bufo ofendido tras el sofá -


- habla de una buena vez antes de que te tranque la puerta en la cara.


- mamá rompió fuente, ¡ya viene el bebe!


- ¿Itachi va a tener al bebe? - de la nada salto Naruto de atrás del sofá con un cojín pequeño cubriendo sus partes privadas -


- vamos. – Sin pensarse si quiera como andaba vestido salió junto a Sai de la casa - Naruto avísale a mi madre.


- en seguida lo hago. - subió corriendo las escaleras mientras Sasuke y Sai regresaban a donde Itachi -


 


En el corto camino de retorno Sai le conto todo lo que sucedió. Cuando al fin entraron encontraron a Itachi paseando de un lado a otro de la sala, meciéndose como había aprendido en las clases para padres que tomo con Deidara, caminando meditativo y lleno de un autocontrol impresionante, especialmente Sasuke quedo incrédulo por su anterior experiencia con Naruto, en esa ocasión sufrió no solo física, si no verbalmente, gritos, insultos, reproches, y ahora, esperaba encontrar algo parecido y no fue así.


 


- Sasuke, ¿le avisaron a mamá? - poso su mano sobre el hombro de su hermanito -   


- sí, ¿pero tú estás bien? - solo atino a mirar con serias dudas a su hermano mayor -


- incomodo pero bien. - sonrió levemente - esperemos al resto para irnos.


- ya pedí un taxi, llega en 15 minutos. - Gaara salió de la cocina con teléfono en mano -


- ¿y Deidara? - el menor de los Uchiha lo busco por toda la casa con la mirada -


- tenía trabajo, pero le avisare cuando lleguemos a la.... - su conversación fue interrumpida por el desagradable dolor de una contracción -


 


Aun apoyado del hombro de Sasuke se comenzó a mecer respirando tan honda y lentamente como podía, el dolor era un infierno, le parecía más fuerte e intenso que el que recordaba cuando tuvo a Sai. Apretó una y otra vez el hombro de Sasuke sin notarlo si quiera, su pobre hermano estaba nuevamente siendo la pera de boxeo de un partiruento.


 


- ¿ya? – el menor pregunto con un hilo de voz, su hombro estaba siendo estrujado a la saciedad por Itachi -


- aun... - dejo caer su cabeza moviéndose más aun, el dolor no cesaba tan rápido como hacia unos minutos atrás, buscando aliviarlo bajo su mano libre hacia sus caderas, masajeándolas una y otra vez hasta que todo el suplicio termino - había... olvidado lo horrible que son las contracciones.


- ¡itachi! - la conversación fue interrumpida por la llegada abrupta de su madre con Naruto y la pequeña Miko-chan  sobre su hombro - ¿ya tienes todo listo?


 


Como toda una madre abnegada abrazo a su hijo y le interrogo minuciosamente sobre lo acontecido, aquella conversación y el ir y venir de Sai con los últimos detalles de lo que llevaría  su madre a la clínica hizo que el tiempo pasara volando, el taxi que pidieron llego puntual y pronto Itachi y su familia entera estaban en camino a la clínica de Konoha. Sin mucha alahara Itachi bajo del taxi ayudado por Sai y Sasuke, como le había advertido por el camino a Tsunade sobre su llegada, en la entrada de emergencias estaba la rubia con una enfermera y la infalible silla de ruedas.


 


- llegaron rápido - saludo a su paciente con un fuerte abrazo maternal, para ella Itachi fue siempre más que un paciente, lo quería como a un hijo - hoy si me darás la oportunidad de atender tu parto.


- si... - asintió a duras penas mientras se sentaba en la silla, las contracciones estaban volviéndole loco - duele más que cuando Sai.


- ciertamente los segundos partos son más dolorosos pero también más rápidos, saldrás de esto antes de que amanezca - palmeo la espalda del moreno con suavidad -


 


Entre chistes de lo diferente que había sido atender a Naruto, Tsunade se encargo del ingreso de Itachi, le asignaron una habitación en el piso de maternidad que lucía realmente solitario a esas altas horas de la noche. Mientras la rubia se ocupaba del Uchiha, fuera de la habitación estaban todos, sentados en una larga fila de sillas de espera, quien los escuchara hablar allí juraría que eran la familia muy extraña y dispareja del mundo.


 


- el tonto de Dei - chan no llega. - Sai se paseaba de un lado a otro con su celular en mano -


- está en servicio, para un policía no es fácil deslindarse de las responsabilidades. - Mikoto hablo dulcemente mientras mecía a la pequeña Miko- chan en sus brazos, su nieta resulto altamente apegada a ella, tanto, que había noches es que acababa llorando por dormir con su abuela, por esa razón aquella noche Sasuke y Naruto disfrutaban de un tiempo para ellos a solas.-


- ya llegara. - Sasuke se reclino de la pared tras el  -


- y si no llega, ¿quién entrara al parto con Itachi? - Naruto pregunto inocentemente -


- Sasuke. - todos respondieron al unisonó haciendo que el nombrado trastabillara en su lugar -


- ¿yo qué?


- Tío baka Sasuke se aguantara los gritos de mi mamá. - Sai lo palmeo por la espalda divertido -


- ¡claro que no!... sufrí mucho con Naruto como para volver a pasar por eso - instintivamente llevo su mano al lugar donde Itachi le lastimo sin querer -


- se buen hermano Sasuke - hasta Naruto se puso del lado de Itachi -


- no se trata de ser bueno, ¡se trata de sobrevivir a todo un compendio de apretones y agarres mortíferos!


- no hay necesidad de discutir por ello, Deidara llegara antes de que nazca.


 


La voz calmada y clara de Itachi interrumpió al grupo, todos fueron sorprendidos por el moreno, estaba de pie como si nada, trajeado eso sí, con la bata verde enfermo de la clínica, lucia cansado pero jamás fuera de su férrea y serena personalidad.


 


- ¿qué haces parado aquí fuera? – Su hijo le sujeto del brazo dispuesto a escoltarlo dentro de la habitación nuevamente pero Tsunade le interrumpió -


- va a caminar un poco, aun le falta para que llegue el momento.


- ¿y toda esa prisa para qué? - Sai rezongo contrariado -


- contigo fueron casi dos días en labor, temí que esta vez fuera mas rápido pero creo que me equivoque. - sonrió levemente y se alejo por el largo pasillo del piso con su porte Uchiha en alto. -


- Itachi es fuerte, no pedirá ayuda así la necesite, por eso vayan con el aunque diga que no - la rubia se alejo del grupo sonriendo, aun les faltaba varias horas antes de tener que atender ese nacimiento -


 


El grupo decidió montar guardia hasta que el padre de la criatura apareciera, según el mismo Itachi, Deidara ya estaba enterado de la situación y hacia un esfuerzo sobrehumano para llegar a la clínica de Konoha a tiempo.


 


No hubo necesidad de sortearse las responsabilidades ya que el primero en acompañar a Itachi fue el mismo Sai, se ofreció encantado, sentía que debía retribuir todo el trabajo y dolor que le había causado a su madre el mismo cuando nació.


 


- ¿qué crees que sea? - miraba meditativo a Itachi mientras este seguía su paseo por el piso de maternidad -


- tengo mis sospechas. - hablo suavemente al tiempo que pasaba su brazo por sobre el hombro de su hijo - sea lo que sea siempre será amado.


-¿y no han escogido nombres?


- ninguno en particular.


- ¿cómo no vas a tenerle un nombre?... ¿ni si quiera pensaste en uno cuando me esperabas a mi?


- pensé muchos, demasiados Sai, pero finalmente alguien ajeno a mi te dio un nombre... - sintió como la tristeza lo acompañaba otra vez - por eso no tengo nombre para tu hermano, cuando nazca sabré que elegir.


- lo siento. - la pena lo invadió por la pregunta que hizo, fue como recriminarlo injustamente -


- no te preocupes tanto hijo... - detuvo su andar para enfrentar otra terrible oleada de dolor, sintió mas fuerte que antes aquella lacerante sensación, cerro sus ojos respirando profundo, tratando de mitigar todo eso sin claudicar. -  


 


Con algo de temor se dejo sujetar del brazo por Sai, sintió su mano firme y tibia, era increíble que su propio hijo estuviese allí para él, ayudándole con la dura espera.


 


- ¡Itachi! - el silencio del piso de maternidad fue inundado de aquel grito fuerte y claro -


- Dei... Deidara. - el nombrado levanto la cabeza para localizarlo con la mirada -


- ¡al fin llegue! - lanzo sus brazos alrededor del cuello de su esposo - hice lo imposible por  estar aquí rápido.


- aléjate. - sentencio con un gemido ahogado, el olor y calor de Deidara le incomodo totalmente -


- pero... - quedo en una pieza por la actitud del moreno -


- no te lo tomes a pecho Dei - chan, te acercaste en un mal momento. - Sai le palmeo la espalda como un gesto de consuelo -


- ¿duele mucho? - se acerco con cuidado junto a Itachi pero este solo atino a taparle la boca su mano sudorosa -


- no... no hables. - gimió fuertemente al tiempo que buscaba apoyo en la pared tras el -


 


Deidara comprendió lo incomodo que resultaba interrumpirlo, se limito a tomar su mano y dejarse estrujar sin quejas, miraba con asombro como su esposo se retorcía silencioso, con una dignidad y altura que no vio en Naruto cuando lo llevaba en el taxi. Quizás se lo atribuyo a la edad de Itachi o también era por su anterior experiencia que lo preparo emocionalmente para esta vez, permaneció divagando en ello hasta que el mismo Uchiha lo regreso a la realidad.


 


- Deidara. - le jalo del brazo unas cuantas veces -


- ¿ya puedo acercarme a ti?


- ayúdame a llegar a la habitación. - sentencio recostando su cuerpo al de su pareja -


- te llevo. - sin esperar a la respuesta, lo alzo en sus brazos como si fuera una novia -


- el... bebe, me presiona mucho. - llevo su mano al bajo vientre, la sensación de presión entre sus piernas le dificultaba el caminar -


- ¿ya viene? – el rubio emprendió el camino de regreso a la habitación junto a Sai y su madre -


- no, aun no. pero llegaste a tiempo. - con cansancio reclino su cabeza del hombro de su esposo, estaba feliz de tenerlo a su lado -


 


Se sentía a salvo, en unos brazos seguros y cálidos, al fin tenia a quien quería, Deidara era su presente y su futuro, sintiéndose lleno en tantos sentidos de su vida, en ese momento de dolor y fatiga, su cuerpo se relajo tanto que solo volvió a notar su situación cuando Deidara le deposito suavemente en la cama, apenas le soltó otra vez los dolores atacaron su cuerpo, no dejo que su esposo se alejara de él, lo retuvo aferrando  su brazo izquierdo con una saña inmensa.


 


- Tsunade... llámala. - articulo gimiendo por lo bajo -


- yo voy. - Sai salió rápidamente de la habitación en busca de la rubia -


- ¿como esta? - Mikoto aprovecho de entrar a la habitación al ver como su nieto salía desesperado - le duele mucho. - Deidara susurro preocupado, nunca había visto a Itachi claudicar con nada -


- tranquizate, el te necesita con fuerza y seguridad.


 


Así como cuando Naruto, Mikoto se ocupo de ayudar a su hijo, mimándolo en sobre medida, limpiando su frente sudorosa y hablándole sobre lo hermoso de poder estar con él en ese acontecimiento. Tsunade volvió a la habitación trajeada de verde, estaba a punto de atender una emergencia cuando Sai la localizo.


 


-enderézate, vamos a ver como sigue esto. - sin pena alguna levanto la manta del moreno para revisarlo - ocho...


- está cerca. - Mikoto acaricio la cabellera húmeda de su hijo -


- tendrás que aguantar un poco más, debo hacer una cesárea de emergencia, vendré apenas termine, no se te ocurra pujar antes de tiempo. - palmeo la pierna de Itachi al tiempo que acomodaba sus mantas otra vez -


- intentare... no hacerlo. - una sonrisa forzada se apodero de el -


- estaré de regreso en menos de hora. - salió de la habitación tan rápido como llego -


 


Itachi no quiso asustar a nadie pero esa sensación inequívoca de pujar ya la tenía asentada en el, había hecho un esfuerzo sobrehumano por evitar adelantar las cosas, pero no aguantaría mucho mas. En ese rato siguiente pasearon por la habitación desde Naruto, Sasuke y Gaara, entrando de ratitos mientras Itachi podía conversar por escasos minutos, el resto del tiempo Deidara, Mikoto y Sai eran sus apoyos, uno corría por agua fría, el otro le masajeaba y así iban tratando de estirar la llegada del bebe para Tsunade.


 


- ¿no han pensado todavía en nombres? - la abuela no se metía en esos temas, pero la curiosidad le mataba, quería poder saludar a su nieto o nieta como se debía -


- Itachi no quiso escoger nada, y respeto su decisión... - el rubio siguió hablando bajito mientras masajeaba las caderas del nombrado -


- ya sabrán mi respuesta. - su voz se volvió un hilo repentinamente, el dolor  y la sensación de pujar era irrefrenable - no aguanto mas...


- no lo hagas, espera a que Tsunade llegue amor.


- ¡me... pides imposibles! - gimió con fuerza al tiempo que se movió de su lugar quedando a cuatro patas sobre la cama -


- ¿qué intentas? - Deidara lo miro asustado -


- no... daré a luz acostado, ¡me niego... a pasar por esa tortura otra vez! - los horribles recuerdos del parto de Sai lo hicieron tomar esa decisión -


- pero... - intento jalar a Itachi hacia la cama pero la misma Mikoto le detuvo del intento -


- déjalo hacer lo que desee, sufrió demasiado en esa ocasión y si su cuerpo le pide tomar esa postura, no se lo reproches...


 


Con sumo cariño su madre le recogió el largo cabello suelto en una coleta baja evitando que le cubrieran el rostro mientras daba a luz. Deidara estaba algo paralizado, no sabía si por miedo o felicidad, era un cumulo de sensaciones contradictorias dentro de el, no supo de su alrededor si no hasta que sintió la mano cálida de Itachi sujetando su muñeca, eso lo regreso a la realidad de su esposo a punto de dar a luz.


 


- yo lo hago... - con suavidad tomo la toalla que su suegra utilizaba para secar el sudor de la frente del moreno- quiero ayudar.


- tu... escogerás el nombre si es niño... y yo si es niña... - Itachi sentencio con suma dificultad. -


- no hables, concéntrate en no dejarlo salir hasta que llegue Tsunade.


- idiota.


 


No veía el tiempo en que esa puerta donde tenía la vista puerta se abriera, seguía a cuatro patas en la cama, la posición le aliviaba las ganas de pujar y el peso extra en las caderas que no lo dejaba en paz cuando estuvo acostado, si fuera posible, pretendía alumbrar a su hijo así, algo le impulsaba en quedarse en esa posición.


 


-¿listos para ese parto? - Tsunade apareció en la habitación seguida de dos enfermeras y la pediatra correspondiente -


- al fin llega - el moreno levanto la mirada con alivio -


- hora de traer ese bebe aquí. - sonrió con satisfacción al tiempo que dejaba que las enfermeras le ayudaran a ponerse la bata verde y guantes - ¿vas a quedarte así?


- si... no le complica las cosas.


- por mí no hay problema, como te sientas cómodo Itachi.


- gracias. - sentencio con alivio dejando que las dos enfermera lo prepararan para el parto -     


 


La rubia se ubico tras su paciente, en verdad que no tenia corazón para decirle que era una posición incomoda para ella pero acepto el reto ya que había visto de primera mano lo horriblemente maltratado que acabo cuando dio a luz en el pasado, la improvisada partera le obligo a tenerlo forzadamente y ese viejo y doloroso recuerdo debía alejarse de la mente de Itachi con el fin de hacerle más llevadero este alumbramiento.


 


- estamos listos, cuando te indique vas a pujar con todas tus fuerzas, toma aire y no te preocupes, será muy diferente esta vez. - con cuidado hizo que las piernas del moreno se separaran un poco más -


- .... - asintió con su cabeza dejando que la siguiente contracción le indicara el comienzo -


- vamos amor. - el rubio se ubico al lado derecho de Itachi, masajeando sus caderas y espalda al ritmo que imponía el parto -


 


Era distinto, el dolor era el mismo pero algo en la situación cambiaba su perspectiva, su mente no podía articular bien, estaba totalmente enfocado en cada pujo que hacía, solo escuchando las ordenes de Tsunade, sintiendo las manos de su esposo y la presencia de Sai y su madre a los pies de la cama. Su cuerpo dolía, muchísimo pero lo toleraba, era imperante resistirlo por una nueva vida que llegaría pronto.


 


- duele - había estado gimiendo por lo bajo, gruñendo y aguantando callado hasta que un lacerante ardor cubrió su bajo vientre, el dolor se hizo varias veces peor, tanto que trato de abrir sus caderas en busca de liberación -


- cálmate... esta coronando, su cabeza está casi fuera. - sonrió con suavidad al tiempo que seguía su labor - no pujes, respira hondo, no quiero que acabes desgarrado, cuando te diga lo harás poco a poco.


- no... - el dolor le robo la queja, como no pujar cuando su cuerpo le gritaba hacerlo -


- tranquilo, ya casi sale... - tomo entre sus dedos la húmeda cabecita del bebe, al fin totalmente fuera de él -


- oh dios - Deidara trastabillo al tomarse la curiosidad de ver entre las piernas de su amante, la imagen de su hijo aun no nato lo asombro - ¡viene!, ¡¡Ya casi sale Itachi!!


- ¡cállate! - gruño débilmente, la sensación de quemarse se detuvo, el bebe al fin se había movido lo suficiente para permitirle un respiro -


 


Parecía mas fácil, se sentía mas fácil que con Sai, su cuerpo recordaba todo y repetía las acciones, entre unos cuantos pujos mas el bebe ya había sacado sus hombros, la peor parte había culminado, solo un esfuerzo mas y verían a su hijo. Se esforzó en esa recta final, empujando con su alma hasta que ya no hubo necesidad, su cuerpo tembló descontrolado al sentirse libre, el dolor seso dándole paso a una sensación de alivio y euforia acompañado del llanto desgarrador del bebe que inundo todo.


 


- ¡lo lograste mi amor! - Deidara miro asombrado como había una pequeña masa rojiza agitando sus diminutos brazos y llorando entre las piernas de su esposo-


- bebe... – intento mirarle pero su posición y cansancio no le daba el rango suficiente -


- no te muevas. - Tsunade limpio rápidamente la boca y nariz del recién nacido para poder pasárselo a su madre - con cuidado ayúdenlo a ponerse boca arriba.


 


En un cuidadoso movimiento ayudado por Deidara y las enfermeras Itachi logro nuevamente estar recostado en la cama, al fin libre para poder cargar al pequeño ser que lloraba desconsolado en brazos de Tsunade, esta lo dejo sobre el pecho del moreno presentándole por primera vez a su segundo hijo.


 


- felicitaciones Itachi, es una hermosa niña. - acaricio la mejilla de la bebe con su dedo -


- hermosa... una niña... es una bebita - Deidara sintió como el mundo se volvía prácticamente color rosa pastel, tendría a una pequeña princesa para consentir. -


- niña. - los ojos  del moreno se inundaron en lagrimas, por primera vez podía tener a uno de sus hijos en brazos, esa sensación tibia lo arropo, estaba detallando cada centímetro de esa criatura que estuvo en su vientre, se hizo tantas preguntas, tantas incógnitas y tantos miedos, pero también hubo algo distinto, amor, futuro, paz y felicidad, todas ellas sensaciones que hacían ínfimas a las anteriores - bienvenida pequeñita.


 


- papá, corte aquí. - Tsunade extendió las tijeras para que el rubio hiciera su parte cortando el cordón umbilical que aun unía a Itachi y la bebe - si... - sus manos temblorosas hicieron la labor sin chistar -


-lamento interrumpirlos pero la pediatra necesita revisarla. - con sumo cuidado tomo la pequeñita alejándola de sus padres -


 


En ese instante tanto Sai como Mikoto lograron acercarse a la bebe mientras le median, pesaban y hacían los exámenes correspondientes. El nuevo hermano quedo embobado junto a su abuela, detallando las facciones de aquella pequeñita, su piel rosada y suave, con una matica de cabellos negros marca inequívoca de un Uchiha.


 


- hola hermanita... – susurro con una ternura infinita, de ser alguien solitario y carente de amor por años, paso a tener una familia peculiar, loca y extremadamente llena de amor para dar, sabía que entre su madre, Deidara y ahora su hermana menor harían un increíble grupo. -


 


Estaba exhausto, sus ojos querían cerrarse pero se negó, su vista estaba enfocada en las acciones de la pediatra con su nueva hija, no tenia palabras para describir lo que sentía, con Sai fue algo triste, no pudo si quiera tomarlo en sus brazos o verlo cuando nació, en cambio ahora ni si quiera escuchaba  los balbuceos de Deidara sobre la belleza que habían creado los dos, solo se enfoco en sus dos hijos, mirándolos con una ternura que nunca imagino sentir, trago grueso para evitar llorar, había alegría que expresar y no llanto, excepto el de la bebe que ahora estaba ya limpia y envuelta en una manta rosa pálido, apenas estuvo de regreso en brazos de su madre abrió los ojos  de modo curioso, jipando aun e inspeccionando aquel mundo nuevo donde ingresaba.


 


- eres increíble. - Deidara al fin pudo agacharse y depositar un beso tierno en la frente de su esposo -


- tus ojos Deidara, tiene los mismos ojos azules que tu - sonrió tímidamente, su hija era una mezcla de ambos, una unión perfecta, allí fue que cayó en cuenta que la palabrería de su rubio esposo no eran mera euforia paternalista –


- ¡es que hacemos bellezas! – Deidara soltó una carcajada triunfal que hizo que todos los presentes les rodara una gotota en sus cabezas –


- se parece a mí cuando pequeño… - Sai interrumpió a la pareja con un rostro analítico – una vez encontré una vieja foto en el despacho de Danzo, en ella estaba yo muy chico.


- creo que tienes razón.- Itachi intento buscar en los recuerdos, le llego solo la imagen de un bebe diminuto, llorón y hambriento que estuvo unas cuantas horas con el –


- ¿y el nombre de mi nieta? – Mikoto se acerco con suma ternura junto a su hijo, acariciándole el hombro en un modo silencioso de decirle “bien hecho”


- piénsalo bien Itachi, algo nacido de tanto amor merece un buen nombre. – el rubio hablo solemnemente, demasiado serio para su forma de ser –


- Aiko. – Susurro Sai más para sí que para el resto de los presentes –


- me gusta ese nombre, le sienta bien a ella. – Itachi miro a la pequeña pelinegra que estaba vuelta un ovillo sobre su pecho –


- yo… no lo decía para que lo tomaran en serio…


- el nombre le va perfecto. – Deidara acaricio con sumo cuidado la cabecita de su hija –


 


Entre risas y charlas el resto de la familia al fin pudo conocer a la nueva Uchiha, tanto Naruto como Sasuke concordaron en que la pequeña Aiko se parecía a Mikoto, realmente la herencia Uchiha es difícil de dejar a un lado. Sin darse cuenta estaba amaneciendo otra vez, el grupo decidió dejar a los nuevos padres un rato de respiro, habían pasado una noche movida y solo después de las 6 de la mañana es que Deidara e Itachi pudieron estar solos.


 


 El sol entraba a raudales por la ventana de la habitación cuando el rubio volvió, había salido un momento por café para evitar caerse del sueño y no dejar solo a su esposo con la bebe, estaba seguro que en unas horas la familia entera regresaría de visita y quería aprovechar el tiempo. Paso dentro como ladrón sigiloso, mirando los hermosos tonos naranjas y amarillos que rodeaban el lugar, la cama de Itachi quedaba junto a la ventana así que la escena que se consiguió le pareció lo mas celestial del mundo, amaba al moreno pero desde ese día descubrió que su amor se multiplico por miles, no solo carnalmente, también de modo paternal. Su cuerpo se quedo quieto detallando la ternura de la estampa frente a él, su amado compañero estaba concentrado en Aiko, le tenía suavemente en su regazo, haciendo lo que en el pasado le negaron, cumpliendo con la labor que le imponía su renovado rol de madre, sus orbes negras estaban perdidas en aquella bebe, sin descuidar un segundo su rostro, su manito diminuta aferrada a su bata abierta, sintiendo el calor que emanaba de ella mientras le alimentaba por primera vez, tan embelesado estaba que ni si quiera noto la llegada de Deidara a la habitación.


 


- ¿Por qué lloras? –Limpio con su mano una lágrima que rodaba por la mejilla de su esposo –


- no lo note. – intento secarse el mismo pero Deidara sujeto su muñeca libre –


- te recordó el pasado.


- mucho. – Suspiro con melancolía – pero lo bueno es que solo es eso, pasado.


- se cayó todo tu perfil frio y distante Itachi.- sin pedir permiso se subió a la cama junto a él –


- no te burles de mi.


- no me burlo, te admiro que es muy distinto, me fascina todas tus facetas… hasta esta. – Logro besar el hombro descubierto del moreno – hasta sexy te vez.


- estas ganándote un golpe apenas termine con ella


- antes de que quieras cumplir con tu amenaza tengo que decirte algo importante señor Itachi Uchiha…


- ¿qué será? – sonrió con malicia, Deidara seguro que le haría algún comentario subido de tono respecto a su labor como “mamá” –


- gracias, debo darte las gracias por este regalo, eres increíble y me has sorprendido en modos insospechados, haciéndome sentir cosas que nunca pensé, compartiendo contigo esta vida y ahora también creándola a ella... - llevo su dedo índice a la manito diminuta de su hija, Fue inesperadamente mágico cuando la pequeña dejo de comer para mirarlo y aferrarse a su dedo, una mirada curiosa y confundida que le regalaba solo a él -  escuchaste Aiko, eres la felicidad de nosotros, nuestro amor hecho carne.


- ………. – no tuvo una respuesta a esas palabras pero sin embargoItachi supo que estaba en el camino correcto, sin vueltas atrás, sintiendo la paz de la estabilidad y el amor.


 


 


Continuara.


 


Huuuaaaaaaaaaaa!! Ya se acaba, el capi que viene es el final, y no sé cómo demonios lo terminare porque me ataca el mal del “ capi final”,  como escritora siempre se me tranca el final, es como un vacio cerebral que me atormenta hasta que azoto a mi musa en busca de definiciones XD, pero bueno, gracias por leer hasta aquí y perdonen la demora, nos leemos en el próximo y ultimo capitulo, segurito les encantara, byeeeee.


 


 


Capítulo Final:


 


Al modo Uchiha


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