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Contra la corriente por RAMSIN

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Bienvenidos, este es mi primer fic de Naruto, algo tarde no, pero bueno, por algún lado se comienza esto, espero lo disfruten, el fic es un Sasu x Naru( típico pero me encanta ), también otras parejas que saldrán a su debido tiempo y no quiero dar mucho spoiler XD. Mundo alterno, mpreg ( al que no sepa que es, largo, no quiero quejas después) Yaoi como todos mis amados fics, y nada más que decir, esto será algo de romance, humor, amor y angustia. Ah… Naruto no me pertenece, es de Kishimoto – sama, espero no se enfade por todo lo que le hare a Naruto y Sasuke je je je.


 


 


Contra la corriente


Capítulo 46


Al modo Uchiha


II parte


 


Necesitaba hacer un resumen rápido, le era imperioso ubicarse en el tiempo y el espacio del suceso. Naruto bajo el, sudoroso, sonrojado y con el rostro contraído de emoción. El lugar era otro detallazo, las emociones les hicieron perder la cabeza momentáneamente, sirviéndose de las lozas frías, el azulejo de los baños y la soledad clandestina de una celebración ajena.


 


Y al fin su cabeza pareció regresar al lugar correcto, a la lógica sin tapujos de la verdad, el era un reverendo idiota que intento proponerle matrimonio al amor de su vida ¡en un baño público!, si, era un idiota totalmente enamorado de ese rubio torbellino llamado Naruto.


 


- ¿Sasuke?... ¿Sasuke me oyes? - se enderezo un poco para poder verlo, necesitaba saber su opinión sobre la nueva noticia del bebe -


- perdóname Naruto, he sido un completo egoísta estos últimos días... me he dejado llevar por las presiones y te he dejado a un lado, a ti y a Mikoto. - abrazo fuertemente a su novio, como buscando el modo que sintiera la verdad misma con su cuerpo -


- ya sé que eres un cabezotas egoísta a veces Sasuke...


- pero...


- te amo, y eso hace que no intente partirte la cara de vez en cuando. - le miro un poco resentido por lo vivido -


 


Los dos se estrecharon en un fuerte abrazo, lleno de renovadas fuerzas, olvidando y dejando atrás el mal sabor de las peleas sin sentido. Naruto se sintió protegido por el moreno, volviendo a ser su centro para seguir en el mundo, todos los pensamientos fueron uno hasta que el Uchiha deshizo el abrazo con una mirada de asombro infinito.


 


- ¡¿un bebe?! - al fin había caído en cuenta de las palabras dichas hacia unos momentos atrás -


- sí. - asintió tímidamente -


- ¿es... estas seguro?


- tan seguro que ya tengo ideas sobre nombres si es niño o niña. - tomo entre sus manos las muñecas del moreno, dirigiéndolas tiernamente hacia su vientre desnudo y sudoroso - aquí hay otro hijo tuyo Sasuke.


- nuestro, un hijo nuestro.


 


La alegría no se hizo esperar, después de arreglar sus asuntos íntimos en los baños, salieron para felicitar a Sai y Gaara, acordando que esperarían unos días para dar la noticia del bebe, un evento por vez sería lo más sensato a cumplir. La petición de matrimonio podía esperar un poco más, Sasuke no perdía nada ya que el anillo regreso a su pequeño escondite en el bolso del Uchiha.


 


Los preparativos para la boda no se hicieron esperar, se plantearon un tiempo de 6 meses, seria en los jardines de la amplia y cómoda casa de Gaara, venidero hogar de Sai cuando estuviesen legalmente casados. Las opiniones volaron por doquier en una de esas noches de domingo donde todos cenaban juntos, en familia.


 


- el jardín será acondicionado, Kankuro ya contrato al personal que lo organizara. - Gaara saco una pequeña libreta donde iba anotando los pormenores y detalles de la boda, planearla era una tarea titánica -


- excelente. - Sai estaba que no cavia dentro de sí, todo había salido mejor que nunca, sintiendo que la vida le regalaba algo de la felicidad perdida en su infancia - tenemos que cuadrar la fecha exacta.


- escuchen todos... - Sasuke interrumpió la conversación con dificultad -


- Sasuke, mejor déjalo para otro momento. - el rubio intento detenerlo de dar la noticia del bebe. -


- es un momento perfecto. - sonrió seguro de sus ideas. -


- ¡mami! - Mikoto salto a sus brazos con una alegría inmensa -


- ¿que llevas puesto? - alejo de sus brazos con cuidado a su pequeña hija, había algo en su vestimenta diferente a como la había arreglado ese día -........


 


Trago grueso, atragantado por la emoción repentina, no podía creer las locuras de su amante, con los ojos vidriosos centro su atención en el grupo familiar, parecían cómplices de un secreto, con picardía y alevosía habían planeado todo.


 


- papi dice que ahora seré la hermana mayor - señalo su franelilla blanca estampada con la frase: hermana mayor - ¡tendré un hermanito!


- si... - casi que soltaba el llanto, se contuvo sobrecogido al saber que Sasuke había dado la noticia aparte, planificando todo -


- ¡felicitaciones! - Sai y Gaara fueron los primeros en brindarle su sincera opinión -


 


Por otro lado, la abuela Mikoto conocía la noticia de antemano ya que Naruto le conto sus sospechas y le ayudo a cubrir su falta para ir donde Tsunade, sobre Itachi, pues el también intuía lo del bebe pero se lo guardo hasta que la pareja decidiera dar la noticia.


 


- estamos casi completos, solo falta que Sai y Gaara te hagan abuelita - Deidara intento darle jocosidad a la noticia pero Itachi no se lo tomo muy alegremente -


- después de casados harán los que les provoque, antes no. - sus orbes negras se clavaron en la pobre humanidad del pelirrojo artista -


- prometido. - la pareja de novios asintió firmemente a las palabras del mayor -


 


Sasuke ya había resuelto un problema, pero le faltaba tramar el más importante, como pedirle matrimonio a un hormonal Naruto y a la vez no opacar la boda de Sai y Gaara.


 


Se paso más de dos semanas pensando hasta que ojeo una revista de novios que Sai dejo abandonada sobre la mesa del comedor, sus ojos se iluminaron maliciosamente, una idea netamente brillante cruzo por su cabeza, aunque para ponerla en ejecución sería necesaria la ayuda de toda la familia, una vez más.


 


Sasuke planteo sus ideas al grupo familiar, primordialmente a Sai y Gaara que jugarían un papel preponderante de aceptar la ocurrencia del Uchiha. No hubo objeción alguna, al contrario, se tomo la idea como una locura romántica que ponía a Sasuke en un rango de enamorado melcochoso y dulce, así no lo admitiera ni muerto.


 


- Naruto caerá de espaldas por lo que haremos - Sai rio divertido, las maldades hechas en nombre del amor eran atrayentes sin dudarlo -


- ¿no has pensado en la condición de Naruto? no creo que sea bueno darle emociones fuertes. - Itachi objeto con meditación -


- no será tanta emoción, ya la situación y el ambiente estarán a tono con los sucesos que causare.


- yo me encargare de los detalles, además, Gaara no tendrá ningún problema en compartir tu idea tío Sasuke.    


- cuento con ustedes, ese día Naruto no puede sospechar por nada del mundo lo que hare.


 


Sasuke logro armar un plan descabellado a mediano plazo, no pediría la mano de Naruto en esos días, tampoco en las semanas siguientes, este juego de ideas nacidas por culpa de una revista le llevaría varios meses.


 


Y así se fueron tres meses más, el embarazo del rubio iba viento en popa, con sus acostumbrados altibajos emocionales y siendo tan único como el anterior, esa tarde estaban en el consultorio de la doctora Tsunade, intrigados por saber el sexo del bebe, ya Naruto constaba con 6 meses de embarazo y a esas alturas el pequeño se negaba a revelar su género.


 


- con Mikoto fue muy sencillo. - mascullaba recostándose de la camilla donde la rubia haría el ultrasonido de rutina -


- cada embarazo es único, esta vez no sufriste tantos malestares...


- pero si mucho sueño, me da flojera todo. - rio divertido -


- ¡doctora! - la vocecita de Miko - chan alerto a la rubia ya sentada frente al aparato -


- ¿quieres saber qué es? - tomo a la niña en brazos sentándola sobre sus rodillas - veremos dentro de la pancita de tu mami.


- allí esta mi hermanito. - le susurro al oído y tapo su boquita conteniendo la risa, parecía asombrada de revelar el grandioso secreto –


- eres una niña muy inteligente. – Tsunade estaba complacida con la actitud de la pequeña, no todos los niños se toman tan cómodamente la llegada de un hermano -


- hemos tratado de hacerle ver la situación desde un punto de vista sencillo. - Sasuke se ubico junto al rubio en la camilla, sería la tercera vez que  vería un ultrasonido, para el este bebe representaba aprender y experimentar todo lo que no pudo con el anterior embarazo de su amante -


 


La pequeña Miko - chan estaba atenta a cada movimiento de Tsunade, cuando encendió el aparato, coloco el gel sobre el abultado vientre de su mama, y la asombrosa magia que surgió cuando en la pantalla del ultrasonido comenzaron a verse imágenes difusas del bebe.


 


- ¿ese es? - señalo con su dedito extendido, era un cumulo de imágenes que ella no lograba captar bien en su infantil mente -


- te explicare, esta es la cabeza... - enfoco mejor la imagen, pudiendo apreciar fácilmente el perfil del bebe, con sus diminutas manos tapando su carita. -


- Miko - chan mírale sus deditos, son como los tuyos. - Naruto le tomo de la mano haciendo que la niña comparara en el comentario -


- son muy chicos, no podrá agarra los juguetes. - frunció el seño al más puro estilo de Sasuke -


- ja ja ja... - la risa de todos hizo que Mikoto se enseriara más aun, para ella su comentario era serio -


- ¡no podrá jugar conmigo papi! - miro a Sasuke preocupada -


- crecerá, ahora es que tu hermano debe crecer, primero allí dentro y luego afuera con nosotros.


- ¡les tengo buenas noticias! - Tsunade interrumpió la plática padre e hija - ¿quieren saber el sexo del bebe?


- ¡sí! - los tres respondieron al unisonó -


- bueno, Miko - chan, serás la flamante hermana mayor de un niño, tendrás un hermanito.


- varón... - Naruto sonrió enorme, estaba feliz de tener la pareja, pero no obsesionado, si hubiese sido niña igualmente le amaría y cuidaría, ya que los hijos son simplemente hijos. -


- debemos ir pensando en un nombre para él. - el Uchiha acaricio el hombro de Naruto tiernamente -


 


Después de comprobar algunos detalles más de la revisión, la familia se dispuso a dar la noticia del sexo del bebe. Todos se alegraron con la idea de un niño ya que el último nacido en la familia fue Sai. Y así se volvió a mover las manecillas de tiempo, entre planes y esperanzas Naruto y Sasuke se ocuparon de acomodar la habitación del nuevo bebe, también corrían de un lado a otro por los últimos ajustes para la boda, finalmente se realizaría después de siete meses de anunciada, tuvieron variados contratiempos de estudio y organización, Sai y Gaara al fin podrían unir sus destinos una tarde de primavera, perfecta para ambos. Los jardines fueron acomodados de modo magistral, la reunión no sería muy grande, tan solo la familia y muy pocos amigos en común de la pareja.


 


Era media mañana cuando toda la casa de los hermanos Sabaku estaba hecha un hervidero de gente yendo y viniendo, entre la organización, las flores, la comida que se haría y el brindis después de la boda. Kankuro se había auto nombrado el coordinador de todo, sentía que debía darle a su hermano y a su futuro cuñado una bella ceremonia.


 


Meditando de vez en vez sobre el pasado cercano, como su hermanito supo superar barreras emocionales, reconociendo el verdadero amor oculto entre un nubarrón de situaciones increíbles. Sai representaba sus pies en la tierra y su imaginación volando al infinito, en esos meses comprobó lo bueno que eran su hermano y Sai  administrando su pequeña galería, les sobraban alumnos, exposiciones y talleres, por esa razón siempre se rodaba la fecha de la boda, nunca podían decidir que aplazar para poder liberar un día de su ajetreada agenda laboral.


 


- ¿Kankuro? - una suave voz le distrajo de sus disertaciones silenciosas -


- Temari. - volteo sobresaltado por la llamada - ¿qué sucede?


- te vi allí parado, como perdido en tus pensamientos y me asusto.


- no seas tonta, solo descansaba un poco, el día aun es largo y faltan muchas cosas por hacer. - suspiro quedito ante el trabajo -


- si tú lo dices, pero quería decirte que llegaron los trajes del plan b. - sonrió descarada por la locura venidera -


- ¡más trabajo! no sé porque Gaara se presto para ese descabellado plan.


- no seas gruñón y llévalos a la habitación de Gaara, todo lo demás está listo.


- Temari... ¿tú crees que le quede? - su mirada fue de duda increíble al recordar la última reunión familiar en casa de los Uchiha -


- no hay problema, claro que le quedara.


 


Los misterios nunca dejaban de estar a la orden del día en la familia Uchiha. La mañana era igualmente de movida en casa de la matriarca Mikoto. resulto ser el centro de "operaciones" para la boda, allí estaban todos reunidos, Sai corriendo de un lado a otro tratando de hacer que todos se alistaran a tiempo, Sasuke también llevaba extrañamente la voz cantante como Sai, se adueño de algunas labores sin que le preguntaran, incluido el transporte a casa de Gaara.


 


-Naruto, ¿ya alistaste a Miko - chan? - una enorme vena latía en su frente mientras subía las escaleras rumbo a su habitación -


- ¡hazlo tu! - el rubio bramo frustrado, sudando copiosamente mientras se recargaba de un pequeño mueble - no doy mas...


- ¿te sientes mal? - acaricio el hombro de su amante preocupado, ya Naruto pasaba los 8 meses de embarazo y su prominente vientre no le facilitaba las cosas -


- tu hija no quiere vestirse. - señalo a la niña que estaba escondida bajo la cama - y obvio que no me puedo agachar a sacarla.


- déjamelo a mí. - beso la mejilla del rubio con ternura - ve a descansar.


- como descanso en esta casa de locos hoy, ¡Gracias al cielo que esto terminara en la tarde! - salió a paso cansado dejando a Sasuke con la titánica labor de sacar a Mikoto de abajo de la cama -


- muy bien Miko - chan, ¿por qué estas escondida bajo la cama? - tomo asiento en la orilla de la misma, por alguna razón siempre le sobraba paciencia con su alegre hija -


- no quiero ir.


-¿y por qué?


- no quiero y listo.


- esa no es una razón.


- ¿mami y tu no están casados? - desvió la discusión con una gran pregunta que asombro a Sasuke -


- eso no es el tema ahora Mikoto.


- quiero que se casen... si no se casan no serán felices por siempre.


- tu mamá y yo somos muy felices así no estemos casados, te tenemos a ti y pronto también a tu hermanito. - se agacho para ver el rostro de su hija bañado en lagrimitas diminutas saliendo apenas debajo de la cama - no llores.


- pero... todos se casan y ustedes no. - se mordió los labios aguantando el llanto -


- ven aquí. - estiro sus brazos para que la pequeña morena los tomara - te diré algo importante.


 


Al final Mikoto acepto ir al matrimonio de Sai y Gaara, estaba un tanto dolida ya que en su mente inocente solo conocía de los cuentos dulces de su abuela donde las princesas se casan con sus príncipes y son felices eternamente, comparo las situaciones llegando a detestar el que no vería a sus papas casados y felices como ella soñaba. Con dificultad Sasuke logro cambiarle de parecer y también tomo nota mental de comenzar a contarle  historias con finales distintos a los cuentos de hadas cursis y poco prácticos en la vida actual.


 


Las cosas tomaron su rumbo, cuando el reloj marco las tres en punto ya todos estaban en la sala esperando a que Sai bajara, era el último y más importante invitado en esa boda.


 


- llegaremos tarde - Sasuke cronometraba todo, mandando mensajes a Kankuro y cuadrando la pronta llegada de dos vehículos alquilados especialmente para la ocasión. -


- Sai... - Mikoto fue la primera en verlo llegar a las escaleras, su nieto lucia un radiante e impecable traje blanco, sobrio y clásico, totalmente acorde a su personalidad, lo único distintivo era la rosa roja que adornaba la solapa de la chaqueta - te vez increíble.


 


No pudo contener las lagrimas, ella que nunca imagino si quiera poder conocer a su nieto, disfrutar de el por culpa del oscuro pasado que vivió la familia Uchiha, pero ahora tenía un mundo infinito de sentimientos y vivencias. Haciéndole gala a su matriarcado, controlando con dulzura y firmeza las riendas de la familia, se tomo todo el atrevimiento de abrazar tiernamente a su nieto, le arrullo con la ternura de una madre, susurrándole bendiciones para su futura vida, diciéndole lo feliz que era de poder estar viva para verlo hacer eso y esperando lograr ver nacer un bisnieto. Sai solo le respondió sonriéndole, correspondiendo el abrazo con la misma fuerza, depositándole un dulce beso en la frente marcada y limpia de su abuela.


 


- hijo... - Itachi se acerco también, tan lleno de sentimientos encontrados como su madre, tan orgulloso que no sabía cómo mantener dentro de su pecho las emociones -   te vez muy bien.


- te quiero mucho mama. - sin pena alguna se abrazo al mayor de los Uchiha, sintiendo su cálido ser, sabiéndose lleno de felicidad y suerte por todo, desde su nacimiento mismo sabia que fue fieramente amado por Itachi - gracias por darme todo.


- eso está de más decirlo. - el mayor le soltó del abrazo acomodando su corbata blanca, dándole con delicadeza los últimos toques al traje -


- ¿Naruto? - Sasuke noto preocupado como el rubio se había alejado un poco del grupo y ni había dicho nada de su hermano -


- ...... - lucia cabizbajo, acariciando su prominente vientre una y otra vez -


- ¿no te sientes bien? - trato de rodearle con sus brazos pero Naruto se alejo un poco más ocultando su rostro entre sus manos -


 


La angustia del moreno fue notada por toda la familia, Mikoto trato de hacerlo hablar pero fue imposible, también el mismo Sai quiso consolarlo pero Naruto se alejo rumbo al sofá, en ese instante  Miko - chan y Aiko le comenzaron a acariciar el vientre para consolarlo pero el Uzumaki rompió en llanto mas fuerte aun y asusto a todos en el proceso.


 


- pero cálmate Naruto, ¿por qué lloras? - Sasuke al fin logro sentarse a su lado en el sofá, le tenía los pelos de punta la repentina emotividad en su novio - ¿es el bebe?, ¿no quieres ir a la boda? , ¿Te duele algo?... ¡¿demonios que te pasa?!


- ¡wwuuuuaaaaaa! Sai se... ¡se ve muy bien! - al fin soltó lo que tenía atragantado entre pecho y espalda -


 


La tensión se rompió como un vidrio, Naruto solo estaba susceptible al momento, haciendo alarde a su inesperada y repentina personalidad, experto en dar sorpresas con sus acciones. Todo el desastre se controlo finalmente, los dos vehículos que llevarían a la familia llegaron, eran unas bellezas blancas, de estilo antiguo muy bien conservados, en uno subió Sai,  Deidara e Itachi con Aiko en sus piernas y en el otro, subieron Sasuke, Naruto, Mikoto y la peque Miko - chan.


 


El viaje no fue muy largo y sin contratiempos, apenas llegaron a la entrada de la casa de Gaara pudieron notar la obvia decoración de los jardines, estaban repletos de listones blancos y plateados con pequeñas campanillas que tintineaban al son de la brisa, flores blancas por doquier, armadas en ramilletes deslumbrantes. Los vehículos se detuvieron en la entrada, sin pérdida de tiempo Kankuro apareció abriendo las puertas del vehículo donde iba Sai, bajo al chico sin preguntar llevándoselo a rastras lejos de todos.


 


- ¿qué diablos le paso a Kankuro? - Deidara miro perplejo la escena -


- es parte de los nervios antes de la boda, acaso no recuerdas que tu perdiste el anillo de matrimonio en frente del juez. - Itachi le miro con malicia y sorna -


- ¡eso fue un accidente que solucione rápido!


- ciertamente. - alzo su mano con el anillo mencionado en su justo lugar - me gusta este anillo. Y me gusta más aun lo que representa en mi dedo.


- eres incorregible Itachi. - sin pena alguna sujeto la mano de su esposo jalándole hacia sí, sus bocas se unieron en un beso apasionado que fue interrumpido abruptamente por su hija -


- ¿Aiko? - Deidara miro como la niña se había deslizado de las piernas de su madre hasta aferrase a su cuello -


- papi es mío. - miro a Itachi con suma seriedad, una mirada que recordaba exactamente a la suya cuando se molestaba -


- soy de ambos mi encantadora princesa. - acaricio con su mano la tierna cabellera negra de su hija - 


- es tan posesiva como tú.


- cierto. - beso las mejillas de ambos, sus amores, su felicidad, Itachi y Aiko eran su vida completa -


 


Sai no pudo ni preguntar a donde lo llevaban, solamente vio pasar arreglos florales y mas adornos mientras subía las escaleras siendo aferrado del brazo, finalmente  Kankuro le dejo en la antigua habitación que usaba Gaara.


 


- no vayas a salir de aquí. - miro de arriba abajo al moreno - te vez excelente.


- ¿y el plan b?, ¿Gaara ya cuadro todo?


- solo falta que Sasuke nos de la señal y listo.


- espero que sea como se planeo, no tendremos más oportunidades después.


- eso esperamos.


 


Ahora todo dependía de Sasuke, en el recaía la puesta en marcha del descabellado plan. La familia pasó directo a los jardines, el sitio resulto totalmente transformado, Naruto no se creía lo que veía, la piscina donde se baño muchas veces estaba repleta de pequeños candelabros flotando con una vela dentro, pétalos blancos y globos de color blanco satinado completaban el arreglo. Un largo pasillo alfombrado de blanco les indicaba el camino a seguir, el resto eran dos filas de sillas blancas dispuestas delante de un pequeño mesón donde se efectuaría la ceremonia civil.


 


- Kankuro se supero con creces... parece un paraíso. - el rubio tomo fuertemente la mano de Sasuke que lo escoltaba - espero que algún día podamos casarnos así. La pelea de Mikoto me hizo pensar en que debemos ponerle seriedad a nuestra relación Sasuke.


- tienes razón pero ahora necesito que ayudes a Sai con algo importante. - sin prisas se saco del bolsillo de su pantalón una pequeña cajita y la puso en manos de Naruto - llévale esto.


- pero, ¿no puedes hacerlo tú?, necesito sentarme. - acaricio su baja espalda suavemente -


- tú eres el indicado, te lo aseguro. - le sonrió seguro de su petición -


- está bien... lo hare, ¿dónde está Sai?


- en la habitación de Gaara.


 


Sin más palabras se alejo de su novio, Naruto quedo medio perplejo y confundido pero obvio la extraña petición guardando la cajita y enrumbándose a la habitación. Después de un largo y pausado recorrido logro llegar a la habitación de Gaara, toco varias veces sin obtener respuesta, aquello lo preocupo así que decidió entrar.


 


- Sai, ¿estás aquí? - miro la habitación desierta, no había nadie salvo un llamativo regalo sobre la cama, era una caja de considerable tamaño, con un lazo azul cielo adornándole - seguro se fue...


 


Suspiro quedito, hoy no era precisamente su mejor día, amaneció agotado por culpa de su hijo, se había dedicado casi la noche entera a patearle las costillas, realmente necesitaba dormir y esa cama lucia apetecible.


 


- no… no y no Naruto, no puedes dormir en este preciso instante que te encargaron llevarle esto a Sai - miro la cajita en su mano, tan chica y simple - ¿qué será lo que hay dentro?


- ábrela. - la repentina voz de alguien alerto al Uzumaki -


- ¿Sasuke? - volteo para poder encararlo, en un segundo quedo pasmado al ver que ya no iba trajeado igual, su chaqueta y pantalón ahora eran tan blancos y parecidos a lo que llevaba su hermano puesto para la boda - ¿que... sucedió con tu ropa?


- Naruto, abre la cajita que te di. - extendió su mano para señalar el objeto -


 


Sus orbes azules temblaron de duda, algo muy dentro de el le decía que ahora iba ocurrir una locura. Nervioso se atrevió a cumplir la orden de Sasuke, abrió lentamente la cajita, dentro de ella contemplo un par de anillos de plata, inmaculados, lisos totalmente exceptuando por un grabado que relucía en el interior de los mismos.


 


- Naruto, lamento que tenga que pedírtelo a estas alturas, que no pudiese hacerlo algo único y personal... pero no aguanto más, planeamos todo esto por una razón.


- ..... - contenía la respiración tal cual como lo haría un bebe a punto de estallar en llanto, limitándose a mirara como los dedos del moreno atajaban uno de los anillos sacándolo de la cajita -


- dime, ¿aun quieres casarte conmigo? - el anillo relució increíblemente en su legitimo dueño, el moreno lo había deslizado ágilmente en el dedo anular de su revoltoso novio - contéstame.


- yo... - sus labios se contrajeron bruscamente en un puchero infantil y gracioso, esto sin duda alguna supero cualquier expectativa sobre proposiciones de matrimonio - ¿casarnos ahora mismo?


 


No era tonto, los anillos, el traje de Sasuke, los extraños cuchicheos de días atrás en su familia, el menor de los Uchiha tenía bien planeada la boda.


 


- ¡por supuesto que ahora mismo! - apretó la mano de Naruto escoltándole hasta la cama - tu traje esta allí dentro.


- déjame solo.


- ¿Naruto?


- espera fuera por favor... - se soltó del moreno fríamente -


- ¡pero respóndeme!


- sal.


 


Su corazón se oprimió como un pequeño grano de  arroz, no creía que Naruto fuera a reaccionar de ese modo, tan fríamente que no parecía el, su cuerpo no quiso moverse pero lo hizo, aunque sea cumpliría el capricho de su novio. Naruto quedo solo frente al enorme regalo, con un anillo en su dedo y la petición de matrimonio en el aire, su mente se volvió una hoja en blanco, cero decisiones hasta el movimiento enérgico de su hijo en el vientre lo saco de su estupor.


 


- ¿me estás dando una respuesta? - sonrió débilmente ya decidido con su destino -


 


afuera estaba un angustiado moreno, paseándose cual fiera enjaulada de un lado a otro, ya habían pasado más de 10 minutos y Naruto ni luces de salir, al lugar se acercaron Sai, Itachi y Mikoto, los tres esperando también por una respuesta favorable, porque si no, se les iría a pico todo lo planificado.


 


- deberías entrar. - Sai intentaba escuchar pegado de la puerta, los nervios por no lograr cumplir los planes le estaban atormentando -


- no lo presionare, es su decisión. - muy dentro de el también sentía la misma angustia que su sobrino Sai, pero con tumbarle la puerta a Naruto no lograría nada -


- paciencia Sasuke, Naruto te ama. - Itachi le acaricio el hombro tiernamente, dándole los ánimos que tanta falta le hacían -


 


La espera luego de aquella conversación fue poca, todos retrocedieron al escuchar la puerta de la habitación abriéndose. Quedando finalmente al descubierto la respuesta del Uzumaki, su rostro radiante y sonrojado lo decía todo, sus ropas declaraban a todas luces el anhelado deseo de juntar su vida con Sasuke. Llevaba una especie de camisón blanco, con cuello alto y de mangas largas y finas, este cubría muy bien su prominente gestación, resultando hasta tierna la estampa del rubio con aquel traje, su camisa adaptada para el evento, con pantalones blancos también que si sufrieron el embate de quedar justos, aun así era perfecto, totalmente brillante y radiante para el acontecimiento.


 


- ¿que esperamos? - rasco su nariz como siempre, mostrando la amplia sonrisa que lo caracteriza - ¡quiero casarme!


- Naruto... - Sasuke le tomo entre sus brazos fuertemente, aprisionándolo con todo su amor - gracias por decir que sí.


- ya había dicho que si quería hacer una vida contigo el día que Mikoto nació, ¿o no lo recuerdas? y ahora reitero mi respuesta Sasuke Uchiha, quiero ser tu esposo y hacer una vida juntos.


 


Los nervios y angustias bajaron un poco, ahora solo restaba ir y casarse bajo la ley de los hombres. Con esta locura Naruto no tuvo tiempo de analizar su entorno hasta que llegaron al jardín, Sasuke se adelanto dejándole a él y a Sai en la entrada, mirando silenciosos como los invitados tomaban asiento.


 


- ¿alguna vez imaginaste que esto sucedería? - Sai le miro con jocosidad, las lógicas de este mundo no alcanzaban para los acontecimientos que desencadenaron este final -


- realmente no. - su mente se fue a las imágenes del pasado, su infancia, la dura adolescencia, los trabajos constantes para tener dinero y estabilidad, Sasuke. - agradezco al perro que trataba siempre de comerse mis  entregas.


- mamá me conto como se conocieron.


- fue una locura que nunca imagine  ver transformada en amor. - deposito su diestra sobre el vientre tenso - casado, con dos hijos y un medio hermano.


- entonces yo debo agradecerte también, gracias a ti conocí a mi madre y a Sasuke... también a Gaara.


- es un buen muchacho, le sobra amor para darte, estoy seguro que serán muy felices. - apoyo su otra mano sobre el hombro de Sai. -


- hora de dar el sí.


 


Ambos salieron al jardín bajo la atenta mirada de los invitados, eran pocos pero muy queridos por todos, Naruto vio claramente a su querido maestro Iruka y Kakashi, siempre presentes en los momentos claves de su vida, también estaba su pervertido jefe tratando de ligar con la doctora Tsunade,  Jiraiya nunca cambiaria. Los ojos se le aguaron al sentirse tan acompañado, lleno plenamente de amor y amistad, ya no estaba solo, mas nunca lo estaría para recorrer el sendero de la vida. 


 


Al final del pasillo creado entre los jardines se encontraba un largo y bello mesón, frente a este esperaban Sasuke y Gaara, irónicamente enemigos pasados y hoy se volverían familia, ambos miraban maravillados la llegada de sus compañeros.


 


- tomen asiento - el juez que los casaría era un hombre ya entrado en años, por lo cual saco sus lentes con parsimonia para leer todo el repertorio de normas y deberes de los contrayentes, trataba de lucir tranquilo pero no podía obviar al enorme vientre de uno de los novios y mucho menos que una pequeña niña se les unió al evento subiendo repentinamente a las piernas de su padre -


 


Las charlas legales no duraron mucho, fue un compendio de leyes que les ponía al tanto de sus deberes, luego de ello al fin el juez abrió un gran libro donde las dos parejas depositarían sus rubricas dando el sí para sellar su compromiso. Primero fueron Gaara y Sai, ambos muy nerviosos pero felices, estaban cumpliendo un sueño y también haciendo lo que nunca imaginaron, unir sus vidas en una sola. Ahora les tocaba a Sasuke y Naruto, firmaron igualmente pero cuando el rubio intento devolver la pluma al juez no pudo, su hija la atajo entre sus dedos quitándosela.


 


- Miko-chan eso no es tuyo. - miro seriamente a su pequeña -


- ¡quiero poner mi nombre también! - señalo con su dedito la amplia hoja donde firmaron sus padres -


- no se puede hacer eso hija. - Sasuke intento mediar con ella pero a la hora de tener la razón Mikoto resultaba más terca que su propia madre -


- yo... voy a poner mi nombre allí - forcejeo con el rubio logrando quitarle completamente la pluma de las manos - ¡quiero que se casen!


- déjela firmar, ella también es testigo de su unión. - el juez sonrió enternecido por la idea de la niña -


 


En el libro quedaron estampadas cinco firmas, poco común, o mejor dicho, totalmente negado a lo posible, pero así es el modo Uchiha, sucediendo lo inesperado a cada instante. El juez concluyo la ceremonia invitando a que los novios compartieran anillos y se dieran el famoso beso de cierre.


 


Los aplausos no se hicieron esperar, la mirada de todos estaba puesta sobre ellos así que cumplieron el cometido, Gaara le dedico un beso totalmente tierno a su ahora legalmente esposo, tomando su mentón entre los dedos, guiándole dulcemente a sus labios deseosos, la felicidad misma fue el premio, sentir que unían sus vidas en una sola, juntos para superar cualquier obstáculo del camino llamado vida.


 


Al mismo tiempo Naruto y Sasuke se dispusieron a cumplir el mismo cometido pero Mikoto también tenia sus propios planes y metió sus manitos entre ambos haciendo que tuvieran un beso repentino e inesperado.


 


- ¡ahora si serán felices por siempre! - rio divertida ante su travesura -


 


Lo que siguió fue un mar de abrazos y felicitaciones para los recién casados, deseos de buena voluntad, suerte y uno que otro comentario pícaro sobre el pronto encargue de nuevos nietos para la familia. La reunión pequeña en cantidad pero grande en amor se vio  opacada gracias a otra celebración inesperada, Naruto como siempre rompiendo el molde y haciendo que todo salga de control.


 


El rubio estaba muy feliz conversando con su sensei Iruka, recordando viejos tiempos cuando algo lo saco en seco de su conversación.


 


- ¿Naruto? - el castaño le tomo del brazo al verlo trastabillar buscando apoyo junto a la mesa donde ellos estaban parados -


- ........ - apretó los dientes con fuerza, había revivido el demoniaco y viejo dolor de una contracción, pero más fuerte de lo esperado -


- Kakashi ve por Sasuke.


- si - intento alejarse pero fue sujetado bruscamente de la muñeca -


- no lo busquen... - al fin pudo enderezarse y respirar profundo - yo le diré en su debido tiempo, aun falta para que nazca.


- no deberías tomártelo a la ligera Naruto.


- Iruka sensei, no quiero arruinar la reunión, ya me entrometí con la boda y ahora también a causa mía dejaran todo para acompañarme al parto. No quiero eso.


- nadie te reclamara nada, es solo una casualidad que se dio.


- como sea, le pido silencio hasta que Sai y Gaara se vayan de luna de miel, apenas se retiren yo también lo hare a la clínica. - masajeo vigorosamente su baja espalda, la presión y el dolor se comenzaban a salir de lo tolerable -


- está bien, pero si las cosas empeoran lo diré todo. - poso su mano sobre el hombro del rubio -


 


Iruka respeto la decisión de su querido alumno, se trago las enormes ganas de contar lo que sucedía pero respeto, sin embargo no se aparto del lado de Naruto, siguiéndole a donde se moviera y eso era bastante, ya que el pobre se paseaba cual corredor de fondo tratando de tolerar las contracciones fuertes y regulares.


 


No solo Iruka percibió la actitud de gato encerrado, el intuitivo Itachi también se dio cuenta del problema y decidió encarar a su cuñado por bien de todos.


 


- Naruto. - siguió el andar del rubio por los trasfondos del jardín, alejado de todos los invitados y la reunión -


- ¿dime? - siguió caminando disimuladamente, mejor dicho, obviando a Itachi como mejor podía - 


- Sasuke está preguntando por ti, vamos a tomarnos unas fotos.


- ya voy. – se detuvo súbitamente, alzo la cabeza hacia el cielo ya estrellado, respiro profundo, como buscando fuerzas de su cuerpo - no... Aguanto más.


- lo sé.


- ¿que sabes? - le miro de reojo -


- estas en trabajo de parto desde que comenzó la boda y no has dicho nada.


- arruine todo, otra vez.


- no has arruinado nada, las emociones detonaron todo. - acabo pasando el brazo tras el hombro del rubio - ¿cada cuanto son?


- creo que cada 4 minutos...


- estas muy tranquilo, totalmente distinto a cuando nació Mikoto.


- no me queda mucha paciencia. ¡Pero necesito insultar a Sasuke! - meneo su puño al cielo con contundencia -


- ¡ja ja ja ja! Este si eres tú. - sintió alivio de saber que Naruto estaba más serio y centrado en el hecho, estos casi 5 años  lo habían madurado mucho. O eso pensaba el -


 


Y como era de esperarse, cundió la locura, por un lado Naruto hizo alarde de sus ataques contra el pobre Sasuke, le hizo saber del modo más desagradable que estaba de parto, dándole un delicado "abrazo" en medio de una contracción. Tuvieron que quitarle al rubio entre Sai, Gaara e Iruka, el pobre Uchiha acabo pálido y sin aire.


 


- ¡todo... es tu culpa! ¡Por inventar casarnos! tu hijo debía nacer en dos semanas - gemía con estruendo abrazado a Mikoto, el dolor lo había alterado una vez más -


- cálmate Naruto, el bebe estará bien, nacerá a término. - Tsunade trataba de darle tranquilidad al tiempo que pedía una ambulancia a la clínica - ¡deja de gritar que solo estas asustando a tu hija!


- Miko- chan... - ubico a la pequeña escondida en brazos de Itachi, estaba llorando tan o más asustada que el - no fue mi intensión.


 


Las emociones de los dos se desataron, Mikoto llorando a moco tendido y Naruto haciéndole coro por sentirse culpable de hacer llorar a su hija. El desastre completo hasta que Sasuke recupero las riendas del asunto, tomo a su hija en brazos y separo a Naruto del grupo, se sentó a solas con los dos, buscando calmarlos antes de que se fueran a la clínica.


 


- Naruto, tu hija no merecía ver ese espectáculo, puedes estar asustado, molesto conmigo y con el dolor que sientes, pero sobre todas las cosas eres la madre de Mikoto y dar el ejemplo va encima de todo. - tomo el rostro lloroso del rubio para limpiarle las lagrimas derramadas - ahora explícale que todo saldrá bien.


 


Ese susurro fue directo al alma del Uzumaki, se sentía fatal físicamente pero esto era mil veces peor. Respiro profundo al tiempo que acariciaba la espalda de la pequeña, aun jipaba asustada y enterrando la cabeza en el pecho de su padre.


 


- Miko - chan, mi cielo... no llores mas. Todo está bien, solo es que mama se asusto un poco.


- Mikoto escucha a tu madre. - Sasuke le hizo sentarse en sus piernas encarando al rubio -


- no te asustes que todo será muy bonito, tu hermanito esta por nacer. - intento acariciarla pero otra oleada de dolor le dejo sin aliento -


- aférrate a mi brazo. - sin inmutarse vio como su extremidad era estrujada una y otra vez por su esposo - cuando puedas hablar sigue.


- mami, ¿Te duele? - Mikoto estiro su manito tímidamente sobre el vientre tenso de su madre -


- no... Mucho. - sonrió forzado, luchando por no soltar algunos improperios pero se contuvo - ya pasara.


- Miko - chan, tu mama debe pasar por algunas situaciones más antes de que puedas ver a tu hermano, debemos apoyarla mucho, cuidarla y no molestarla cuando lo pida. ¿Estás entendiendo? - Sasuke le hablo suavemente pero con firmeza, su autoridad era lo único que controlaría la locura -


- sí.


- gracias mi amor. - Naruto la atrajo a sus brazos, rodeándola tiernamente para evitar hacerla sentir desplazada por el venidero bebe -


- cuando tengas ganas irracionales de matarme piensa en ella. - fijo sus orbes negras en la pequeña que consolaba al rubio con caricias a su vientre -


- tienes razón. - la vergüenza no cavia dentro de el, Sasuke resultaba un hombre extraordinario y con aplomo, tomando el control en los momentos justos. - gracias por todo.


- hora de irnos. - cuidadosamente tomo su lugar del patriarca de la familia, cargo a Mikoto al tiempo que ofrecía su brazo extendido a Naruto como apoyo al caminar -


 


La ambulancia llego rápido, en ella se fueron obviamente el Uzumaki, Tsunade y Sasuke, los demás familiares tomaron otros transportes para alcanzarlos en la clínica.


 


Igual que hace años, con la llegada de Naruto también vino las peculiaridades, aun no atardecía y en la entrada de la clínica comenzó a llegar el repertorio de invitados y familiares, todos muy bien vestidos para una boda e irónicamente acabaron en un parto. Las enfermeras, doctores y hasta los pacientes del piso de maternidad quedaron incrédulos, Naruto hizo su alarde de gemidos y gritos de dolor, no estaba su hija así que no se reprimió en absoluto, excepto porque ya no tenia ánimos de lastimas a Sasuke, solo deseaba que lo abrazara y consolara en ese duro camino al nacimiento de su segundo hijo.


 


Tsunade confirmo el obvio trabajo de parto, para sorpresa de muchos ya el rubio estaba en la recta final, atribuyo la prisa del acontecimiento gracias al stress y lo ajetreado que había sido el día entero.


 


- 8... - culmino la revisión sentenciando con una sonrisa firme y complacida - hiciste todo el trabajo de parto en la boda.


- ni lo note. - mascullo adolorido, tratando de tolerar el aplastador dolor en sus caderas -


- Naruto me comento anoche que le dolían las caderas. - Sasuke permanecía al lado suyo, acariciándole con suavidad la baja espalda -


- seguramente a esa hora comenzó todo.


- fue distinto...


- cada nacimiento es diferente, pero no te preocupes, vas rápido así que no me moveré de aquí, podría apostar que en menos de dos horas habrá nacido el bebe.


- ¿y... los demás? - recordó al nutrido grupo de invitados y familiares que los seguían -


- afuera, son demasiados para que entren. Lo que puedo permitirte son 3 personas por vez.


- ¿Mikoto puede ver el nacimiento? - el moreno pregunto con duda, su hija estaba emocionada por ver a su hermanito llegando al mundo.-


- no veo el problema, pero deben explicarle que sucederá.


- ya... lo hicimos. - gimió bajito al sentir como el dolor volvía a su cuerpo -


- perfecto.


 


Fuera, había un alboroto por el nacimiento del nuevo bebe, todos se ubicaron en una pequeña sala, la misma desde donde esperaron la última vez cuando Itachi dio a luz.


 


- las enfermeras mueren por saber que hacen dos hombres vestidos de novios en la sala de maternidad. - Sai estaba divirtiéndose de lo lindo observando las caras de las enfermeras cuando pasaban cerca de ellos -


- no todos los días se ve esto. - Deidara palmeo el hombro de su hijastro -


- ¿y mami? – Miko - chan pregunto angustiada, no sabía a dónde se habían llevado a sus papas en medio del desastre -


- están en aquella habitación, cuando podamos pasar iremos. - la voz de su abuela fue reconfortante,  todo iba muy rápido para su tierna edad, no tenía ni idea de lo que pasaba con sus padres encerrados en la habitación que le señalo su abuela -


 


Paso casi una hora que pareció eterna al grupo, conversando entre ellos hasta que Tsunade salió de la habitación apresurada, hablo unas cuantas cosas con las enfermeras de piso que en seguida corrieron rumbo a la habitación de Naruto.


 


- estamos listos, ya va empezar. - se acerco al grupo con una enorme sonrisa -


- ¿puedo pasar con Miko-chan?, Naruto y Sasuke querían que ella estuviese allí - centro en Tsunade sus orbes negras expectante -


- vine a eso, Naruto las quiere allí.


- Miko-chan, escuchaste, vamos a ver a mama y como llega tu hermanito. - abrazo a la niña con ternura, otro acontecimiento hermoso que verían sus ojos, se consideraba una abuela afortunada, a la vez que también llegaba a su mente el recuerdo de su esposo, de todo lo que se perdía, de los nietos que nunca conocerá -


 


Dentro, ya todo estaba listo, un rubio sudoroso y agotado hacia nuevamente el mayor esfuerzo de su vida, tanto para traer esa nueva vida al mundo, como para no asustar a su pequeña hija de 5 años que acababa de entrar a la habitación.


 


- ¡mami! - se lanzo enseguida a los brazos de su madre ayudada por Sasuke -


- mi vida. - le miro algo letárgico por el dolor - ya... viene tu hermano, espera y veras.


- ¿te duele mucho? - pregunto con el seño fruncido  totalmente, tenía la mirada de Sasuke en todo su esplendor -


- un poco... pero pasara...  - corto la conversación abruptamente, los deseos de pujar le ganaban la partida -


- papi - sujeto fuerte la mano de su padre que estaba aferrada a la del rubio -


- no te asustes, mama hace su trabajo y nosotros debemos ayudarla. - acaricio con su mano libre la cabellera de su hija - no le sueltes la mano.


- si - asintió firmemente con su cabeza, sentía que tenía una gran responsabilidad y la cumpliría -  hermanito sal rápido para poder abrazarte.


- serás una gran hermana mayor.


 


La espera no fue mucha, como ya había anticipado  Tsunade, Naruto tuvo un parto más rápido y violento que el anterior, sus esfuerzos fueron rápidamente recompensados.


 


- respira, ya su cabeza esta fuera. - limpio con cuidado la nariz y boca ya libres del recién nacido. -


- quiero... pujar. - apretó los dientes fuerte, este bebe estaba apresurado por salir, las sensaciones eran peores de las que recordaba con Mikoto -


- aguanta, ya termino.


- ¿ya casi? - la pequeña pregunto en un susurro a su padre -


- sí, ya casi esta aquí. - tenía un nudo en la garganta, había olvidado esas mariposas que revoloteaban en su estomago por los nervios, las emociones de ver a un hijo llegando al mundo se refrescaron en la memoria de los sentimientos -


- vamos Naruto, falta poco, la peor parte paso, salieron los hombros. - la rubia lo aupaba al ver que perdía fuerzas en sus pujos. -


- ¡lo sé! - gruño furibundo, el dolor lo escocía pero seguía, necesitaba culminar ese desgraciado trabajo -


 


El llanto de un bebe inundo la habitación, todos miraron expectantes a la masa rojiza que Tsunade alzo rápidamente depositándola sobre el vientre del Uzumaki, lloraba con fuerza, agitando sus bracitos y piernas como si luchara por volver de donde salió. La impresión no se hizo esperar por parte de Mikoto, sus orbes azules fulguraron impresionada, boquiabierta, casi hipnotizada por el milagroso bebe que salió de su mama. Mientras la rubia le limpiaba mejor, al fin Naruto y Sasuke pudieron ver a su nuevo retoño, tenía la piel tan pálida con su hermana pero esta vez los genes Uzumaki se alzaron en la apariencia, una matica de cabellos amarillos resaltaron en su cabecita.


 


- es rubio... ¡mami es rubio como tú! - sonrió impresionada por la apariencia de su hermanito que seguía llorando a moco tendido -


- sí. - suspiro satisfecho, el bebe parecía estar perfectamente bien a pesar de adelantarse unas semanas a la fecha indicada -


- bueno, papa ya sabe que sigue - Tsunade extendió la tijera a Sasuke -


- hazlo conmigo Miko-chan. - acerco la manito de su hija por encima de las suyas, así ambos cortaron el cordón que unía a madre e hijo -


- ya lo devuelvo. - con prisas una de las enfermas presentes tomo al bebe para una revisión -


- mami, ¡gracias! - como mejor pudo la pequeña pelinegra se subió a las piernas de su padre para llegar donde el rubio, dándole un gran abrazo -


- ....... - se atoro en lagrimas, primeramente por que había traído otro hijo al mundo, junto a su ahora esposo Sasuke, pero también le embargaba la emoción en las palabras de su hija, la pureza y simpleza vuelta voz -


 


No pasaron muchos minutos para tener de regreso al nuevo integrante de la familia Uchiha Uzumaki, el  pequeñito había parado de llorar cuando lo envolvieron en una mullida manta azul cielo, Naruto lo recibió en sus brazos feliz, al fin podría conocer a la nueva personita que no le dejaría dormir por unos cuantos meses.


 


- qué lindo es. - Mikoto se alzo cuanto pudo en la punta de sus pies para verlo -


- saluda a tu nueva hermana bebe. - Naruto le desenvolvió cuidadosamente una de sus minúsculas manitos - dale tu dedo Miko- chan.


- pero... esta dormido. - extendió dudosa su mano, obedeciendo a las palabras de su madre -


 


Para ella fue como otro acto de magia, su dedo índice quedo totalmente aferrado por los deditos de su hermano, aun dormido le saludo con un increíble apretón para su corta edad.


 


- ¡me saludo! ¡Viste papi me saludo!


- eres oficialmente la hermana mayor. - Sasuke beso a sus tres regalos de vida, Naruto su amor alocado e inesperado, Mikoto, su encantadora hija tan revoltosa como su madre, y ahora su hijo Kenji, el ultimo regalo para la familia. -


 


El nuevo bebe fue la atracción total, colmado de amor y buenos deseos, había nacido en una fecha increíble, haciendo que cada año de su vida sea también un año superado de unión en las dos parejas. Finalmente Gaara y Sai lograron partir a su luna de miel, disfrutando de la nueva responsabilidad que acarrea un matrimonio.


 


Y el paso del tiempo es indetenible, las cosas cambian, evolucionan y se renuevan constantemente, dos años más se fueron rápidamente, ese domingo de otoño Itachi cumplía con un compromiso, con un deber que asumió sobre todas las cosas malas, aun el recuerdo del pasado seguiría con ellos, la familia Uchiha tenia su  parte oscura y extraviada en la insondable mente perturbada del pasado.


 


- buenos días señor Itachi. - una joven trajeada de enfermera le recibió como si le conociera desde hacia tiempo - puntual como siempre.


- hoy traje algunas cosas. - se detuvo frente a una pequeña recepción colocando sobre la misma una caja de cartón no muy grande -


- si no tiene nada punzocortante puede pasar con ella. - observo la caja curiosa ya que era primera vez que intentaba traer algo con el -


- lo comprendo.


- sígame.


 


la enfermera lo guio por un largo pasillo blanco y silencioso, en el recorrido del mayor de los Uchiha detallo lo poco o casi nada que cambiaba el lugar a pesar del tiempo, sabía muy bien que la novena puerta era su destino final. La joven saco una tarjeta magnética enumerada del bolsillo de su falda impecable, pasándola inmediatamente por un pequeño panel en la puerta que pronto lanzo un pitido bajo y  agudo desbloqueándola.


 


- ¿cómo ha estado este mes? - respiro profundo antes de que la enfermera saliera rumbo a su puesto -


- sin novedad, desde hace meses que no habla, dejo de hacerlo abruptamente, ya no discute ni pelea con sus demonios mentales. - apoyo su mano sobre el hombro de Itachi - es un buen hijo al seguir viniendo a visitarlo.


- un buen hijo... - susurro amargamente y paso dentro -


 


La misma habitación fría, estéril y blanca lo recibió, hacía tiempo que venía a ver a Fugaku, sin decirle nada a nadie salvo a su madre Mikoto, el resto de la familia desconocía este ritual que se repetía una y otra vez cada tres o 4 meses, la dignidad de Itachi lo obligaba, a pesar de que su padre le intento matar, y sin recopilar la larga lista de atrocidades que hizo en nombre de su ego y las ansias de poder.


 


- Fugaku. - hablo suavemente, ya tenía advertido como tratar con su padre con sus sicosis y locura -


 


El nombrado ni movió la cabeza sentado en la orilla de su cama, vestido totalmente de blanco y con una  descuidada barba poblada grisácea, sus cabellos largos tapaban parte de su mirada envejecida y perdida en algún pensamiento vago. Itachi camino cautelosamente hasta quedar frente a su padre, no podía evitar sentir un cumulo de emociones contradictorias que recorrían desde la lastima hasta la rabia y finalmente la resignación piadosa ganada por el padre tiempo.


 


- se que no vengo tan seguido, pero quería contarte algunas cosas nuevas. - suavemente abrió la cajita y saco un cumulo de fotografías - quería mostrarte a la familia, la ultima vez te dije que conocerías a tus nietos.


 


Itachi coloco una a una las fotos, contando algún anécdota detrás de ellas, comenzó con Miko chan, la niña cumpliría 8 años pronto y era la indiscutible reina de la casa, seguidamente señalo a Aiko, tierna, soberbia y demasiado seria para sus 7 años, allí Itachi hizo una pequeña pausa que pareció eterna.


 


- no conoces a Kenji, es un niño encantador, rubio como su madre y muy inteligente para sus 2 años. Me recuerda demasiado a Sasuke de chico...


 


Titubeo un poco al sacar la siguiente foto, era una imagen recién tomada hacia menos de dos semanas atrás, en ella reflejaba las nuevas buenas de la familia Uchiha.


 


- ellos son tus bisnietos, nacieron hace dos semanas, son gemelos, ella es Maki y el es Kai, te preguntaras porque son pelirrojos, es que se parecen mucho a su padre Gaara. Estamos muy felices de que nacieran sanos porque sufrimos mucho todo el embarazo de Sai, casi los pierde en una ocasión, fue duro, muy duro.


 


Su mente se remonto rápidamente al día en que nacimiento de los gemelos.


 


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La angustia era enorme, todos esperaban sentados fuera de la sala de operaciones, por primera vez no era un cumulo de alegrías el nacimiento de los últimos integrantes de la familia Sabaku Uchiha. el embarazo de Sai fue tortuoso, lleno de dificultades por ser gemelos y aunado a que tuvo que guardar reposo los últimos 3 meses para evitar un parto prematuro, Tsunade hizo todo lo humanamente posible, logrando llegarlos a las 37 semanas. Esa era la situación en la que se encontraron, la rubia decidió hacer una cesárea, Sai estaba física y emocionalmente agotado, más que listo para dejar ir el embarazo y recibir la maternidad.


 


La luz roja que indicaba la sala de operaciones como ocupada se apago repentinamente, de entre las puertas salió un conocido pelirrojo trajeado de pies a cabeza como un medico mas, gorro, tapaboca, camisa, pantalones y protectores en los zapatos, todo verde hospital.


 


-¡Gaara! - Itachi fue el primero en llegar a él – ¿cómo están Sai y los Gemelos?


- todo salió bien. - sus ojos estaban inundados en lagrimas, no cabía dentro de sí por lo que acababa de experimentar allí dentro - Sai y los gemelos están bien.


- ¡excelente! - la voz de Deidara resonó sobre la algarabía del resto - ¡Itachi somos abuelos!


 


El grupo espero paciente a que Sai fuera subido a su habitación junto a los gemelos que también debieron ser estabilizados a pesar de llegar a término y sanos.  Itachi no podía  creerlo cuando por fin pudo verlos, eran una parejita de encantadores pelirrojos, iguales a Gaara en el físico, pero con la blancura aporcelanada de Sai, los pequeños fueron colmados de cariño y regalos, tanto Kankuro como Temari estaban locos con sus nuevos sobrinos, y ni que decir de los demás, hasta Mikoto y Aiko pedían expectantes un turno para cargarles.


 


-¡dámelo! – Mikoto protestaba una y otra vez a su madre por no permitirle si quiera tocarlos –


- hija, ellos son muy chicos, más delicados que tu hermanito cuando nació, debemos respetar eso, solo sus papas pueden cargarlos por ahora. – Naruto no hallaba el modo racional de hacerle entender la delicadeza de esas criaturas –


- cuando crezcan un poco mas podrán cargarlos. - la abuela entro en escena tomándola de los hombros al tiempo que le hacía ver a donde estaba su tío Sai con uno de los pequeños en brazos –


 


La algarabía termino cuando una enfermera saco prácticamente a todo el mundo de la habitación, en ella solo quedaron los nuevos papas, Itachi que no había tenido chance de hablarle a su hijo y la nuevamente abuela Mikoto, lista para ayudar en lo necesario –


 


-son realmente tiernos. – Mikoto logro acariciar la pequeña matica de cabellos rojos que resaltaban sobre la cabeza de la bebe en brazos de su padre – ¿es Maki?


-si…- Gaara estaba medio paralizado, tratando de recordar cual gemelo era, y agradeciendo prontamente que llevaran brazaletes en sus diminutas muñecas –


- con desvestirlos bastara para saber. – el humor en Sai regreso rápido, habían vivido tantas angustias que ahora por fin soltó el lastre del dolor emocional y se quedo gustosamente con el dolor físico, una cesárea no era nada agradable de vivir – además, Kai es un poco más pesado, eso creo.


-tienes razón. – Itachi acaricio suavemente el hombro de su hijo, la ternura de la estampa con sus nietos le robaba la palabra, quedándole solo las manos como medio de comunicación –


 


--s----------


 


- han causado un revuelo increíble en la casa, mama no quiere dejarlos ir, Sai paso la convalecencia en nuestra casa, y ahora es duro separarse de ellos... pero así es la vida.


 


Sin prisas se alejo de Fugaku dejándole sobre la cama la caja con mas fotos dentro, miro melancólico a su padre, como si se mimetizara con el entorno, uno con el ambiente frio, vacio y estéril. Lo miro con aflicción, estirando su mano para tocarle el hombro pero no pudo hacerlo, el dolor aun estaba allí, en lo más profundo de su alma, se resigno a una próxima visita, su labor estaba hecha, darle a conocer sobre los gemelos.


 


Se retiro sin despedirse, no hacía falta, igual Fugaku no respondería, había dejado de hacerlo por alguna razón. Quedo solo nuevamente, sus ojos vacios se movieron abruptamente hacia donde habían quedado las fotografías, no por mirarlas si no por lo perturbada de su sique, en su mundo interno había una guerra que ya llevaba años desatada contra sus fantasmas del pasado.


 


- Itachi sigue siendo tan amable como lo recuerdo. Se ha vuelto un gran hombre - esa voz resonó repentinamente en la habitación una y otra vez -


 


Unos dedos blancos aparecieron de quien sabe dónde, tocando y rozaron las fotografías, con cariño les detallaba, acariciándoles una a una en un acto sacrílego y sagrado.


 


- Kenji realmente se parece a Naruto ja ja ja, aunque saco cierto aire de Sasuke en su mirada, ¿no te parece Fugaku?


 


El nombrado abrió la boca, su labio tembló abruptamente como si quisiera hablar pero el terror no lo dejaba, tenía sus orbes negras clavadas en la foto del bebe rubio.


 


- Aiko y Mikoto son iguales a Sasuke e Itachi, me alegra mucho que ambos lograran su tranquilidad y su camino en esta vida.


 


- ........ - Fugaku apretó los dientes con rabia, su voz apagada hace años y en desuso quiso salir violentamente, pronunciando un nombre de pesadilla para sentir el terror liberado en un esfuerzo inútil -


 


- Fugaku, te has perdido muchas cosas de tu familia, es triste sabes, ambos somos abuelos y aun así no podremos verlos nunca, tu estas encerrado aquí, en estas cuatro paredes infinitas.... y yo, pues estoy muerto gracias a ti.


 


- Minato... – fue su última palabra pronunciada en la vida que llevo -


 


 


FIN


 


 


AL FIN JA JA JA JA!!  No fue nada fácil saben, me frustran los capítulos finales, me entra depre y un vacio creativo del tamaño del gran cañón, pero lo logre, logre salir adelante y superar tantas pero tantas cosas que he vivido en estos meses, si quieren les contare algo que no quise hacer antes para excusarme de mis retrasos, este fic lo comencé muy bien, pero luego me quede sin pc gracias a que tuve que separarme de mi esposo, ocurrieron un sinfín de problemas a través de estos capítulos, había veces que no tenia ánimos de escribir y otras veces me sobraban las ideas pero no el tiempo, ahora ya estoy mejor, vivo feliz con mi hijo, tengo laptop donde escribir!!, internet en mi casita ji ji ji, todo tiene su razón de ser, así que perdonen las tardanzas y los líos que les cause, uno sufre mucho a veces y este mundo es donde uno libera sus dolores y sus miedos, GRACIAS POR LEER MI FIC!!


 


Espero poder escribir otro, ahora me quedo con dos fics por terminar, el de Nezumi x Sion de No. 6 y el de Saiyuki, también pretendo hacer dos oneshot, uno de Get Backers, y otro de Magi. 


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