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Contra la corriente por RAMSIN

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Notas del capitulo:

ahora a planear las mal sanas ideas contra una pelirosa! 

Bienvenidos, este es mi primer fic de Naruto, algo tarde no, pero bueno, por algún lado se comienza esto, espero lo disfruten, el fic es un Sasu x Naru( típico pero me encanta ), también otras parejas que saldrán a su debido tiempo y no quiero dar mucho spoiler XD. Mundo alterno, mpreg ( al que no sepa que es, largo, no quiero quejas después) Yaoi como todos mis amados fics, y nada más que decir, esto será algo de romance, humor, amor y angustia. Ah… Naruto no me pertenece, es de Kishimoto – sama, espero no se enfade por todo lo que le hare a Naruto y Sasuke je je je.

 

Contra la corriente

 

Capitulo 5

Amor, mentiras y esperanzas rotas.

 

 

Ya había pasado una semana desde aquel encuentro tras las canchas del instituto, todo el bizarro plan de Sasuke resonaba malicioso en la mente del rubio, aun temía de hacerlo, no era su estilo lastimar a nadie y menos a una “inocente” mujer que ni conocía a fondo, solo sus golpes si a ver vamos. Esa mañana de sábado se levanto temprano para ir a su nuevo empleo de medio tiempo, ya había renunciado a seguir cuidando del niño endemoniado, Konohamaru era mucho para su paciencia y sus energías, necesitaba algo más calmado, así que después de un buen baño y arreglarse, tomo una pequeña hoja de papel donde había una dirección anotada, sonrió y se armo de ánimos para ir a su nuevo empleo en turno.

 

-          Bueno… pasear perros debe ser menos problemático que perseguir a Konohamaru todo el día.

 

Sin dificultad llego al lugar donde solicitaban el servicio, era un edificio residencial con unos 10 pisos de altura, la zona donde estaba ubicado era de clase acomodada así que supuso que pagarían muy bien, entro y tomo el ascensor rumbo al último piso, en seguida noto que solo había una puerta a tocar, el dueño del apartamento tenía todo un piso para él solo, el espacio que le faltaba a él en su humilde habitación aquí sobraba.

 

-          De seguro es alguna vieja ricachona que desea que  paseen a su mini perro. – hablaba para si en voz alta mientras tocaba al timbre del apartamento. –

Estuvo frente a la puerta unos minutos y nadie vino a abrir, quizás el timbre estaba dañado así que toco varias veces más, ya cansado de usar el timbre decidió golpear a la puerta pero apenas la toco noto que estaba entreabierta, con un sonido chirriante la misma se meció dejando ver claramente una enorme antesala iluminada y bien decorada.

 

-          Permiso. – asomo la cabeza poco a poco para anunciar su llegada pero el silencio sepulcral le asusto un poco, era un cobarde para ese tipo de situaciones extrañas. –

 

Era su nuevo trabajo, no se había equivocado de dirección ya que con nervios saco la nota del bolsillo de su chaqueta naranja y releyó totalmente concentrado, tanto que dio algunos pasos dentro del lugar, ya había pasado la antesala sin quitarse los zapatos, camino curioso y más seguro de estar en el sitio correcto, cuando estuvo a unos pasos de la sala noto el sonido inequívoco de débiles quejidos, quizás el dueño estaba enfermo o tuvo algún accidente.

 

-          ¡AAAAAAAAHHHHHHHHH! – un gemido monumental resonó en medio de la gran sala, el cuerpo sudoroso de alguien se alzo tras el sofá de cuero negro que le daba la espalda a la entrada de la casa. –

Lo siguiente podía ser sacado de la dimensión desconocida o quizás de algún teorema de “qué pequeño es el mundo”, los ojos de Naruto se desorbitaron al ver aquella espalda sudorosa subir y bajar unas cuantas veces, ese cabello castaño desparramado y suave; Aun petrificado trago grueso y logro articular la única frase lógica que su cerebro coordino entre tanta impresión y vergüenza.

-          ¡IRUKA SENSEI! – el pobre de Naruto estaba totalmente rojo al ver a su querido superior en una situación realmente inexplicable. –

-          ¡NARUTO! – entre el éxtasis escucho aquel nombre, era el suyo y estaba siendo pronunciado por alguien bien conocido por él. – qué vergüenza…

 

El castaño se escondió nuevamente en el sofá, estaba totalmente descolocado pero al tiempo un rostro desconocido para Naruto se asomo por el costado del sofá, era alguien que le miro con curiosidad y se diría que hasta con diversión, sonrió a medias y se puso de pie con dificultad gracias a que Iruka seguía escondido entre la seguridad de las mantas que tenía el sofá encima.

 

-          ¿Se conocen? – el hombre de tez clara y cabellos desordenados le hablo a Naruto con total aburrimiento, parecía carecer de vergüenza o en su defecto de sentido común. –

-          Eh… yo…. – el rubio estaba todavía sonrojado, con la mirada clavada en el suelo y tratando de no mirar al extraño peli gris que le interrogaba. –

Antes de que el desconocido preguntara algo mas el castaño logro armarse de valor y ponerse de pie tapando sus noblezas con la manta del sofá, era la situación más bizarra que podía planteársele en la vida.

-          Es mi antiguo alumno, pero no sé qué demonios hace aquí.

-          Vine por el trabajo. – Naruto sentencio como un robot, estaba tan avergonzado. –

-          ¡Tú vas a pasear a mis perros! – el peli gris le dio una palmada en la espalda y le invito a terminar de pasar. – Siéntate donde gustes, bueno…  en ese sofá no, debo limpiar.

-          ……. – Naruto miro aterrorizado hacia su sensei, acaso estaba saliendo con un pervertido. –

 

Aquel altercado quedo atrás después de que Iruka se diera una ducha rápida y volviera a ser el, como cosas del destino ahora estaban los tres sentados en la mesa de la cocina mientras el extraño dueño del apartamento les preparaba un poco de té, nadie decía nada, la tensa atmosfera solo era cortada por el peli gris preguntando como si nada a Naruto sobre sus experiencias en el cuidando de animales.

 

-          Entonces Naruto, tengo 8 perros… no son muy complicados de pasear. – coloca la taza de té humeante delante del chico. –

-          ¿Usted es novio de mi sensei? – pregunto de una y sin rodeos. –

-          Si… - sonrió con diversión. -

-          ¡NO!

-          Vamos Iruka, no seas tan penoso, después de todo lo que paso entre nosotros, vas a negar  que tenemos algo más que una relación “laboral”.

-          Eres un idiota Kakashi. – renegó con las mejillas sonrojadas. –

-          ¡Él es el profesor nuevo que te desquicia! – Naruto lo señalo con malicia, recordaba las anécdotas que le relataba el castaño cuando iba al local. –

-          Así es… - resignado agacho la cabeza contra la mesa. –

-          Je je je¡Iruka sensei tiene novio!

 

Estaba riendo a carcajada limpia hasta que un fugaz recuerdo de él con Sasuke le hizo dejar de reír, estaba en una situación extrañamente parecida pero sin los límites sobrepasados por su sensei y el pervertido profesor.

 

-          ¿Qué sucede Naruto?

-          Nada Iruka – sensei, mejor voy a seguir mi trabajo. – se puso de pie y camino hacia la sala. –

-          Te presentare a mis perros. – Kakashi le siguió los pasos sonriente. –

 

Naruto miro sorprendido cuando Kakashi abrió una puerta de cristal que daba a la terraza del apartamento y una manada de perros prácticamente salto sobre él, cual animal más extraño que el anterior, de diversos tamaños y razas, pero el más peculiar era un pequeño perro que obvió a su dueño y salto de una sobre el regazo de Naruto, tenía un aspecto serio por su arrugado hocico y rostro, pero lo que más descoloco al rubio fue ver como el mencionado animal estiraba una pata y casi se la restregaba por la cara al chico.

 

-          Ese es Pakkun. – se acerco a Naruto y le hablo bajito al oído. – le gusta que le acaricien las almohadillas de sus patas.

-          Yo no voy a tocarle las patas a ese perro. – soltó al susodicho en el suelo. – solo los paseare por donde usted me diga, nada más.

-          Te conviene tener a Pakkun de amigo, es el jefe del grupo. – Kakashi asintió seriamente con su cabeza. – 

-          …………. – Naruto le miro como la cosa más rara del mundo. –

-          Tiene razón, yo tuve que ganármelo para poder sentarme si quiera en el sofá. – Iruka sentencio decaído tras el rubio. –

-          Yo no quiero tener beneficios de sofá. – miro con malicia al dueto de hombres. –

 

Sin duda alguna este era un trabajo complicado pero más extraño aun era lo pequeño que resultaba el mundo a veces, como su admirado sensei era “novio” de aquel hombre con mirada aburrida y gustos extraños, una persona normal no tiene 8 perros en un apartamento y menos uno que parece tener ínfulas de superioridad.

Ya para que buscarle las 5 patas al gato, tenia empleo y con buena paga así que esa misma mañana se fue directo al parque más cercano con su nueva jauría, los animales se comportaban muy bien, demasiado bien para lo que imagino. Después de dejarlos olisquear por allí, correr y jugar entre ellos, Naruto acabo tirado en la grama junto al grupo de perros, estaba aburrido y dedicándole tiempo a ganar confianza con Pakkun, si, estaba dándole un masaje en las patitas, cualquiera que le mirara pensaría que estaba loco por darle tantas atenciones a un animal que estaba disfrutando de lo lindo echado de espalda sobre sus piernas y estirado que daba gusto.

-          No me mires así. – noto la mirada del perro cuando Naruto dejo de acariciarlo. – tu amo es un enfermo…

Solo de recordad el episodio con el sofá de cuero y a su sensei gimiendo, se le subieron los colores al rostro en un segundo, pero  una vibración en el bolsillo de su pantalón lo saco del pensamiento rápidamente.

-          Alo. – carraspeo la voz para calmarse. –

-          ¿Porque diablos no me has llamado? – aquella voz molesta la conocía muy bien. –

-          Sasuke… se dice buenos días, no lo sabías.

-          Lo diría si me hubieses llamado como acordamos hace una semana atrás.

-          Lo siento, mucho trabajo y ahora estoy muy ocupado también.

-          Tenemos un trato y necesito que nos veamos hoy.

-          ¿Para qué?

-          Ya invite a Sakura al baile y esta asquerosamente feliz, demasiado diría yo. – recordó como la chica en cuestión prácticamente le robo un beso en la mejilla por ello. –

-          Sobre eso… no te parece más sano cortarla y listo.

-          Acaso quieres negarte ahora, ya te pague y tú me diste tu palabra de ayudarme.

-          Si pero, es que será terrible para ella.

-          Deja de hablar sandeces y espérame fuera del instituto a las 3.

-          Está bien. – rodo los ojos fastidiado. –

 

Todas sus llamadas eran así, imponiendo y molesto, Naruto no comprendía porque tanta seriedad en un joven como Sasuke, pocas veces le vio sonreír y si el tema era Sakura, su mal genio estallaba como fuegos artificiales, era más que obvio que no quería por nada del mundo estar con esa mujer, tanto que prefería inventarse un amor de mentiras con otro hombre.

 Su hora laboral culmino al devolver los perros a su dueño, pasaba del medio día y estaba apresurando el paso rumbo al instituto Konoha, su reloj marcaban las dos y media, llegaría a tiempo al fin; llego respirando acelerado con su mano en el pecho, había dado una larga carrera por varias calles, contento de llegar primero que Sasuke, se estiro y seco el sudor de su frente con la manga de su chaqueta pero apenas desvió la mirada sintió como alguien se detenía atrás de él.

-          Al fin eres puntual.

-          ¡Sasuke! – dio un respingo impresionado, este tipo se tomaba muy en serio lo de las citas. –

-          Deja el escándalo - se cruzo de brazos aburrido. –

-          Ya estoy aquí, ¿qué quieres ahora?

-          Iremos a buscar los últimos detalles de la fiesta.

-          ¿Detalles? – Naruto arqueo una ceja con duda. –

Y esos “detalles” de los que hablaba Sasuke era nada más y  nada menos que ir al centro comercial más grande de la cuidad por sus trajes de fiesta; el moreno había alquilado la ropa días antes y ahora debía ir por ella y darle los últimos ajustes que debían hacerse, una mera formalidad por la fiesta de graduación pero de la cual Naruto dudaba de aceptar, una cosa era decir que eran novios y otra muy distinta era estar de compras con Sasuke y dejarse poner un incomodo traje de fiesta.

-          ¡Me niego a verme como pingüino! – estaba parado a pocos pasos de la entrada de la tienda para caballeros donde fueron. –

-          No esas tonto, ya cancele el alquiler y tuve que inventar una gran excusa a mi padre para que me diera el doble de dinero para ello. – el Uchiha trato de jalonearlo por el brazo pero Naruto parecía más pesado que una tonelada de rocas. –

-          Yo no te pedí que me alquilaras nada… - se aferro a un anuncio luminoso que estaba fuera de la tienda. – ¡no entro y no entro!

-          ¡IDIOTA! – una enorme vena empezaba a asomar en su frente, debía vestir decentemente al rubio, era parte de su plan. – hagamos un trato.

-          No escucho nada.

-          Si te dejas probar la ropa te invitare la comida. – sentencio con la cabeza gacha, era su última esperanza. –

-          ¿Comida? – su estomago le recordó con un gruñido que no había almorzado nada y ya pasaban de las tres de la tarde. –

-          Ramen.

-          ¡RAMEN! – coreo feliz y soltándose del aviso luminoso. –

-          Eres un idiota fácil de manipular. – susurro Sasuke para sí con una media sonrisa, en verdad le divertía las tonterías de Naruto. –

Mientras Sasuke y Naruto entraban a la tienda de caballeros, alguien que no vieron contemplo aquel altercado muy impresionado, entre sus manos llenas de bolsas y compras saco un pequeño celular de su cartera y marco un número esperando que le contestaran.

-          Buenas tardes amiga. – sus labios se curvaron en son malévolo. –

-          ¿Qué haces llamándome Ino? – la voz de Sakura resonó fastidiada del otro lado del auricular. –

-          Sabes, estoy de compras por el centro comercial… y me conseguí a tu linda pareja de baile.

-          Sasuke.

-          Ese mismo, aun no comprendo cómo te invito si te mira como si valieras menos que cero pero bueno… resulta que anda de compras también.

-          ¡Ni te atrevas a acercarte a él! – unos celos enormes se adueñaron de la peli rosada. –

-          Cálmate, no pienso acercarme, no quiero hacer mal tercio. – tranco la llamada dejando a Sakura con esas palabras. – eso es para que te mueras de la angustia, ¡Sasuke debía invitarme a mí!

Quien llamaba resulto ser la “gran” amiga de Sakura, su archí enemiga y rival por el amor de Sasuke Uchiha, Ino Yamanaka, esta rubia hermosa y de muy mal intencionadas ideas decidió hacerle esa mala pasada a su antigua amiga, no es que imaginara cosas raras de Sasuke con Naruto, solo que le divertía la idea de hacer cabrear a Sakura un ratito y causar un lio seguro entre esta y el moreno.

Se imaginaran que la pobre peli rosado se le crispó los nervios, se le subió la bilis, le atacaron los celos y demás cosas posibles que las emociones humanas hacen, simple y llanamente Ino dio en el clavo, sin embargo Sakura no podía salir corriendo en busca de su “príncipe azul”, estaba ocupada ayudando a su madre con algunos asuntos, lo único que se le pudo ocurrir fue marcar el numero de celular de Sasuke, era algo que no le traería muchas respuestas conociendo el temperamento del Uchiha, pero no perdía nada con intentarlo.

-          Sasuke… ruego que contestes. – susurro para sí como una especie de rezo decidido, su estabilidad emocional dependía de ello. -

 

Dentro de la tienda de caballeros, la batalla era contra un corbatín, Naruto estaba vuelto un ocho con ello, jamás se había colocado un traje de noche y este parecía tener alguna especie de manual para poder ponerse, entre los botones, hebillas, el chaleco y el endemoniado corbatín se le agotaba la paciencia, daba cada salto, contorción y brinco dentro del probador como si luchara contra algo desconocido. Fuera, Sasuke ya estaba vestido con sus ropas y miraba fastidiado hacia donde estaba el rubio aun vistiéndose, a su lado un empleado de la tienda le daba los últimos detalles al traje para que sentara perfecto.

-          Su amigo como que necesita ayuda. – el empleado miro como la cortina color rojo oscuro del probador se bamboleaba una que otra vez. –

-          Yo me encargo. – con decisión dio unos pasos hacia el probador y corrió la cortina sin si quiera pensar si Naruto estaba o no vestido, solo deseaba que dejara de hacer estupideces en la tienda. –

El aire frio se coló rápidamente por la cortina corrida, Naruto solo pudo mirar impávido como un moreno con cara de malas pulgas le interrumpía su intento numero 10 de anudar el corbatín, estaba con la parte superior del traje pero sin pantalones, solo unos bóxers rojos con puntitos blancos cubrían su cuerpo de la cintura para abajo.

-          ¿Se puede saber que intentas? – Sasuke miro como el rubio tenia uno de sus dedos atorado entre un mal nudo. –

-          Yo…. – no pudo evitar notar la ropa que llevaba Sasuke, era un sobrio y elegante traje blanco, con una camisa gris azulado debajo y un chaleco en un tono azul oscuro, su porte era impresionante y sin duda alguna muchas chicas caerían a sus pies sin el desearlo si quiera,  tenía muy buen gusto y parecía que el vestía al traje más que el traje lo vestía a él. –

-          Esto se hace así. – sin pena alguna se metió al probador y tomo los dos extremos del corbatín de Naruto. –

Se paralizo, sentía como la cercanía de ambos era demasiado y en ese probador reducido su sentido del espacio personal  a cabo en la basura, sus manos sudaban y sus mejillas estaban ardiendo como llamas en una hoguera, no sabía porque pero el ver tan cerca a Sasuke lo descoloco de un segundo a otro. En cambio, Sasuke estaba con su rostro relajado totalmente concentrado en hacer el nudo correcto, sin notar como el rubio parecía concentrado en cada detalle del suceso, sentía sus manos tocando de vez en vez su cuello y su respiración tranquila dando de lleno sobre él, eso nunca lo había sentido, jamás había experimento tal ansiedad, sus azules ojos se concentraron en un punto especifico de la anatomía del moreno, esos labios delgados y blancos, esa tez suave y que podría competir con cualquier plato de porcelana china, trago grueso, eso fue un pensamiento que rallaba en la cursilería de una niña caprichosa  enamorada y el no era eso, era solo el “novio” de mentiras de ese joven que estaba ahora con él, ayudándole a vestirse como se debía.

 

-          Sa…Sasuke… - tartamudeo algo inseguro, este sentimiento nuevo lo iba a matar si seguía el mencionado pegado a él. –

-          ¿Qué? – alzo la vista encontrándose con las orbes azules de Naruto. –

-          Hace… esto… ¡parece que fueras a casarte!

-          Contigo no será. – sonrió malicioso y se alejo del probador al terminar el nudo. –

-          Je.. je… je… es que los novios se visten de blanco. – rasco su cabeza con la mano, se renegaba mentalmente a sí mismo el cómo pudo decir semejante estupidez en un momento así. -

-          Me gusta el color del traje y no es por motivos matrimoniales.

-          Cierto, diría que es el blanco que antecede al desastre. – suspiro derrotado. –

-          Espera. – Sasuke escucho el repicar de su celular en el probador de al lado. –

Saco el aparato de sus pantalones y miro de quien se trataba, su rostro calmado paso a incomodo cuando noto que era Sakura, en un segundo se sintió arrepentido de haberle dado su número, pero ya no podía dar un paso atrás, debía seguir engatusando a la chica hasta la noche del baile.

 

-          Alo.

-          Sasuke, buenas tardes.

-          Dime

-          Eh…. Solo llamaba para decirte que… que… bueno, que estoy muy feliz por la invitación al baile y que espero con ansias al viernes que viene, ya compre mi vestido y combinara con tus ojos… - sus mejillas se tiñeron de rojo intenso en un segundo. -

-          Está bien Sakura. – rodo los ojos con fastidio. – debo colgar, estoy comprando el traje del baile con mi madre.

-          ¿Tu madre esta acompañándote? – sonrió triunfal, seguro Ino a la mujer que vio fue ella. –

-          Si, cosas de mujeres, así que me retiro.

-          Sasuke, gracias por invitarme, me has hecho la mujer más feliz del mundo y ese día no lo olvidare jamás, podría jurarlo.

-          Si… - tranco la llamada con el rostro más serio del mundo. – en verdad que jamás olvidaras ese día Sakura.

 

Naruto miro desde su puesto al moreno, parecía muy centrado en su plan, y el apenas si sabia algunas cosas del mismo pero no imaginaba ni remotamente hasta que punto será capaz de llegar Sasuke para romper el corazón de Sakura, se dice que a situaciones extremas, medidas extremas.

 

Continuara…

 

Perdón el terrible retraso pero es que no pude escribir en mucho tiempo, aun deseo seguir este fic porque se pondrá mejor cada vez más, solo dejen que la trama sea el gatillo de muchas situaciones extrañas, locas, tristes y humorísticas XD.

 

Próximo capitulo:

Habitación 201


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