Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nakigahara por Nishimura

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Recomendación: Leerlo escuchando preferentemente Nakigahara, que es de donde esta inspirado este fanfic.

Miraba la inmensidad del mar a través de la reja, en cambio él, la miraba desde el balcón, él siempre fue libre y en cambio yo siempre fui un prisionero, prisionero de mis padres, de la sociedad… de mis propios deseos.

No sé desde cuando comenzamos con esta situación, desde cuando dejamos de mirarnos a los ojos hasta desviar nuestras miradas. Escuché el graznido de una gaviota y sentí unos brazos rodearme la cintura.

 

-          ¿Qué quieres para cenar? – escuché tu dulce voz en mi oído-

 

-          Pollo –respondí, mientras tú jugabas con tu dedo en mi cuello-

 

-          Bien –se iba a retirar, cuando mi voz lo interrumpió-

 

-          Shima… ¿Cuándo será el día en que me trozarás como lo harás con aquel pollo? –me volteé para mirarte a los ojos, como hace mucho no lo hacía-

 

-          No lo sé –dijo con una sonrisa en sus labios- puede ser hoy, mañana, en una semana o en un mes.

 

-          Cada noche espero que pongas veneno en mi comida.

 

-          Sigue esperando –me dijiste para luego voltear y no volver a mirarme- algún día puede que tome en cuenta tu solicitud.

 

 

 

 

 

Una vez ya en la cocina, comenzaba a trozar el pollo y recordó las palabras que Yuu le había dicho un rato atrás, amaba fantasear con ahorcarlo, con sus propias manos obstruirle su delgado cuello, hasta el punto en que ya el oxígeno no pudiera pasar, ambos lo deseaban y porque no ceder antes sus propios deseos, sus propios instintos…

Había olvidado el por qué se encontraba ahí, él un joven titulado de enfermería, quedaría al cuidado de un paciente siquiátrico de poca peligrosidad, la única recomendación: no dejarse llevar por sus palabras. Pero… ¿Desde que momento había pasado de ser su cuidador a su verdugo? Amaba verlo sufrir, ver como su espíritu de libertad era pisoteado por las cadenas que lo mantenían ahí, verlo destruirse cada vez más, primero fue un año, luego dos, cinco y ahora que lo recordaba hoy se cumplirían diez, diez largos años en los que no había pasado ningún día en que no lo viera, en que no lo tocara, en que no lo… besara, pues si, tanto tiempo juntos, aislados de la realidad les pasaba la cuenta, era una atracción fatal, sentía que el mismo cada vez que lo tocaba perdía la cordura, pero no le importaba, nadie lo notaria…

 

-          Yuu podrías venir un momento –escuché que me habló, una vez ya se había instalado en el cómodo sofá del salón, frente de la chimenea-

 

-          Dime –respondí una vez me encontré cerca-

 

-          Ven –y me indicó que me sentara en sus piernas, a lo que yo, manso como un cordero… obedecí- hoy tengo ganas de ti -me dijo con una sonrisa-

 

Y comenzó a besarme, posando una mano en mi cintura y otra en mi cuello, el que recorría dándole pequeños apretones, los besos comenzaron a intensificarse, volviéndose bestiales, terminando como ni nos hubiéramos dado un festín de carne cruda. Su boca llena de sangre se deslizó hasta mi cuello, dejando su rastro carmesí al momento en que llevaba ambas manos y comenzaba a apretar el único conducto que poseemos para respirar, hice mi cabeza hacia atrás al momento en que curvé un poco mi espalda y no opuse ninguna resistencia, el aire me comenzó a faltar, mientras sentía cada vez una presión más fuerte contra mi cuello, la vista se me volvió borrosa y unos espasmos se apoderaron de mi cuerpo, pero él seguía firme sin aflojar su agarre ni un centímetro, una sonrisa se apoderó de mis labios, de los que aun sentía que eran recorridos por hilitos de sangre y como colgaban mis brazos mientras era sostenido por el cuello y mis piernas se encontraban alrededor de las de él… desde este momento mi deseo, por el que tanto había pedido, me era otorgado…

 

 

No supo cuanto tiempo pasó apretándolo desde el cuello, pero cuando la poca cordura que le quedaba volvió a él, dejó caer aquel cuerpo ahora inanimado sobre el piso, por fin lo había hecho y sobre todo lo había disfrutado, ni en su mejor fantasía había sentido tanta satisfacción como ahora, se levantó de aquel sofá y se dirigió a el balcón donde le gustaba contemplar el mar, se quedó ahí un par de minutos, llenando de aire limpio sus pulmones, mientras la brisa mecía sus cabellos, dio un último vistazo hacia el interior viendo la cena servida, entró y cenó tranquilamente, degustando el plato que el mismo había preparado. Una vez terminó miro el plato intacto que pertenecía a su acompañante, se levantó de su puesto y volvió al salón viéndolo tirado en el piso tal y como lo había dejado, se arrodilló ante él y se quedó observando su rostro tranquilo y sereno…

Fui yo quien te amo…

… fui yo quien te observó…

…… fui yo quien te anheló…

……… fui yo quien te perdió…

………… Fuiste tú quien me amó…

…………… fuiste tú quien me observó…

……………… fuiste tú quien me destruyó…

………………… fuiste tú quien me cautivó…

 

Una lágrima se escurrió de uno de sus ojos, rodeando su mejilla, su cuerpo comenzó a sentirse pesado, cayendo finalmente sobre el del que había sido su compañero…

…………………… fuiste tú… quien…   me mató…

Fue lo último que alcanzó a pronunciar antes de dar su último respiro.

 

… Y ahí estaba, el plato de pollo envenenado… se había enfriado…

Notas finales:

¿Comentarios?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).