La luna resplandece en lo alto del cielo, el cielo es más oscuro que mi propia alma y allí estas tu parada frente a mi ¿no puedes verme? Al parecer no, tu mirada esta vacía, estas ya tan cansada de todo que lo único que quieres es descansar, sientes dolor, quieres que te vean, quieres regresar a la luz y miras una y otra vez en busca de alguien que te rescate de ti misma, pero no, otra vez sola, sonríes para ti misma, lo sabías no hay nadie que se preocupe por ti, porque eres inútil solo alguien que ocupa un lugar en esta tierra pero que no tiene ninguna utilidad y su vida es un sin sentido. Cada vez que te ves a ti misma te adentras un paso más en ese oscuro y tormentoso mar que te traga sin piedad ni consideración, solo quieres desaparecer y la nada con mirada sonriente te abraza en su oscuridad, ya no hay salida estas al borde del precipicio y lo peor de todo es que no te importa caer ya pronto todo terminaría, pero cuando ya todo era oscuridad lo oíste, esa vos que venía mas allá de lo que ves, una pequeña vos que te dice ¡¡NO SALTES!!
Te jiras sobre tus pies, buscando con desespero esa voz que te detiene, encendiéndose en ti una pequeña llama de esperanza, alguien tal vez te quiere, alguien tal vez, solo tal vez te necesita. Pero miras una y otra vez y no hayas a nadie, tal vez lo que has oído no es nada más que una voz en tu cabeza, quizás esa vos no soy más que yo. De nuevo la oscuridad se cierne sobre ti, sonríes divertida, por un momento reconsideraste volver a empezar, pero ahora te das cuenta de que no hay nada para ti, de que no hay nadie para ti. Te abrazas tratando de mitigar el frío en tu corazón y te acercas nuevamente al barranco, miras el largo y al parecer son fondo precipicio que te invita a sumergirte en sus aguas oscuras, ¿tienes miedo? Yo creo que sí, estas dudando, mas tu titubeo no dura demasiado, sabes que ya no tienes otra opción, abres tus brazos e inhalas profundamente haciendo que tu pecho se hinche producto del aire abundante, sonríe y te volteas quedando de espaldas al barranco, sin previo aviso exhalas y con un leve salto te lanzas al vacio mirando por última vez el cielo ,ahora estrellado, que se cierne sobre ti, es tan hermoso, sientes el golpe del aire y la presión sobre ti, pero no te importa, por primera vez en tanto tiempo te sientes libre, por primera vez puedes volar, aun que tus alas hayan sido arrancadas de la forma más cruel, ahora aunque estas cayendo sientes que vuelas, tus ojos se llenan de lagrimas, no sabes cómo pero entiendes que ya estas cerca del final, poco a poco todo va oscureciéndose, el cielo se ve cada vez más lejos, las sonrisas, los sueños, todo está en un lugar muy lejano ahora, sin embargo algo en el borde del precipicio capta tu atención, es una chica, su cabello largo de color oscuro te recuerda una imagen que una vez viste tal vez en un sueño, te concentras todo lo que puedes y sin saber cómo logras divisar sus ojos chocolate, esta sonriendo, tiene una sonrisa tan bella como si estuviese viendo la cosa más maravillosa del mundo, un sentimiento de nostalgia te invade y de pronto tu mente se llena de imágenes de personas riendo, hablando, compartiendo, llorando y paliando pero siempre terminando con una sonrisa, las misma sonrisa que ves en este momento, nuevamente miras a la chica, sus ojos ahora también nos miran y te sonríen con dulzura, un gemido de dolor se escapa de tus labios, la mujer, la niña, la muchacha que ves en lo alto no es nadie más que tu, y aun así, aun que eres tú, te ves tan diferente. Tal vez sea porque no te veías así desde ya hace tanto, quizás es porque ya has olvidado cómo sonreír, un dolor punzante te atraviesa y el pánico empieza a abrirse paso dentro de ti ¿de verdad esta era la única opción? ¿Qué pasa con toda la gente que sonreía a tu alrededor? ¿Te extrañaran al menos un poco? ¿Lloraran tu perdida? Miras nuevamente a la chica la cual a su vez también te mira angustiada y con sus ojos llenos de lágrimas, las cuales caen lentamente al vacio donde en poco momentos residirás tu, ella sonríe y se acerca peligrosamente al borde del precipicio ¿Dónde habías visto eso antes? Tus ojos se abren con espanto, la chica va a saltar, en un acto desesperado fuerzas a tu garganta a dejar salir las palabras correctas para impedir tal acto.
¡¡NO SALTES!! Gritas con todas tus fuerzas, ves como titubea y el alivio te invade aunque para tu mala suerte esto no dura demasiado, observas con espanto como la muchacha estira sus brazos, inhala profundamente, se voltea y ante tu mirada aterrorizada se lanza al vacio. La chica cae a una velocidad impresionante, pero aun así logra voltearse para verte a los ojos, esos espejos que ya no reflejan nada, no es más que una muñeca lanzada al vacio, no es más que un cascaron de lo que viste hace unos momentos, la muñeca esta frente a ti, te coge de las manos y te sonríe siniestramente, tienes miedo, puedo verlo, puedo sentirlo, tienes miedo de mi, tienes miedo a morir. Las lagrimas brotan nuevamente de tus ojos cuando sientes el impacto de algo abriéndose paso atreves de tus entrañas, miras con espanto la forma rocosa que te atraviesa el abdomen y se baña con tu sangre, tu respiración se vuelve dificultosa cuando te das cuenta de que la muñeca tiene sus manos alrededor de tu cuello, asfixiándote, mientras te mira como si fueses el juguete que siempre estuvo esperando.
No quiero morir- sollozas- No quiero morir ¡No quiero morir!- Gritas rogando por ayuda, suplicando porque una de esas personas con las que compartiste tus sonrisas viniese por ti. El dolor se vuelve insostenible y cierras tus ojos tratando de acallar la risa desquiciada de la muñeca sobre ti.
Eres mía- susurra ella, preparándose para introducir una de sus manos dentro de ti.
Eres mía- vuelve a susurrar alzando el brazo lista para cometer el homicidio, tienes miedo, tu corazón late con violencia, escuchas como ríe por lo bajo y su brazo se acerca a toda velocidad…..
¡¡¡¡¡¡¡Rinnnggg…….Ringggggg!!!!!!!!!
El sonido de la alarma te despierta y abres los ojos con dolor producto del sol que se cuela por tu ventana y se clava como agujas en tus ojos, tienes el cuerpo sudado, la respiración agitada y aun se mantiene en tu mente la risa de la muñeca, como si ella estuviese justo frente a ti. Te levantas presurosa y te miras al espejo sintiéndote aliviada de que no hubiese nadie allí, cuando el brillo de tu celular te capta la atención, te acercas cautelosa y lees el mensaje
“Te hemos llamado toda la mañana ¡¿donde estas?! No olvides que nos juntaremos en el centro comercial.
Te quieren tus amigos”
Las lagrimas empiezan a caer de tus ojos y un sentimiento de paz te invade, habías tenido miedo y habías tenido ganas de morir, probablemente ese había sido uno de los peores momentos que te había tocado vivir, pero eso son las pesadillas, solo malos momentos y ahora que estas despierta te das cuenta de que hay muchas personas aquí para ti.
Te miras nuevamente al espejo, ahora con una sonrisa radiante y a pesar de tu aspecto desaliñado nuca te habías sentido más feliz y hermosa, es mejor que te arregles pronto si no quieres que te regañen de nuevo aquellos que te hacen feliz. Corre que aunque te vayas ahora, yo seguiré aquí.
Fin