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En Blanco por Saime Rossette

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Notas del capitulo:

Después de casi 5 meses les traigo el capítulo 5. Lo intenté, hice todo a mi alcance para que fuese un buen capítulo, pero no pude. Lo siento tan forzado y tan tosco, no sé no estoy satisfecha con el capítulo, pero creo que ya no puedo repararlo. Me pone tan triste porque este era uno de los capítulos más importantes y puaj :c lo siento tanto, en serio.

Aqui va, trataré depublicar el siguiente pronto, pero el 6 de agosto entro a clases y no sé como vaya a estar de pesado. Gracias por esperar y comprenderé por aquellos que hayan decidido dejar de seguir el fic.

Aquel, sería el último día que la Sra. Kim pasaría con ellos, pues la mañana siguiente, Siwon se encargaría de llevarla al metro que la llevaría de vuelta a su hogar y con su familia.

El ambiente de la casa ese día era extraño y triste para cada uno de ellos. Kyuhyun no quería que se fuera. La Sra. Kim le había tratado tan bien y le había apoyado con sus recién descubiertos sentimientos hacia Siwon. No sabía que haría sin sus palabras alentadoras y sus mimos.

Siwon, por otro lado, tenía miedo de lo que sucedería una vez que ella se fuera. Le asustaba que aquellos sentimientos e impulsos que le acometían cada vez que estaba junto al castaño y que se habían mantenido apaciguados gracias a la presencia de la Sra. Kim, se salieran de su control y terminase haciendo algo de lo que, podría jurar, se arrepentiría de por vida.

La Sra. Kim, por su parte, sólo deseaba que cuando regresara, a mediados de febrero, Kyuhyun siguiera en esa casa haciendo feliz a Siwon como algo más que un compañero de casa.

Esa noche, el gran comedor albergó una de las cenas más silenciosas y tristes que se celebrarían en aquella cada.

Después de cenar, Kyuhyun se encontraba en su habitación leyendo aquel libro que le había ayudado a descubrir sus sentimientos por Siwon (con gran ayuda de la Sra. kim), cuando la puerta fue abierta suavemente para dar paso a la mujer más cálida que hubiese conocido. No es que conociera muchas en su estado.

La mujer hizo una pequeña venia como disculpa por interrumpir su lectura. Se acercó a la cama y le preguntó si podía sentarse junto a él, a lo que Kyuhyun se movió haciendo espacio para que pudiese acomodarse junto a él.

La sonrisa cálida y los ojos llenos de afecto que la Sra. Kim le dedicaba estrujaron su corazón despiadadamente. Se vio obligado a devolverle la sonrisa y cerrar el libro que leía, memorizando la página y el párrafo en el que se había quedado.

- Dem, mañana por la mañana me iré- dijo ella sin perder su sonrisa.- pero vine aquí porque quería pedirte que no te des por vencido con Siwon. Se paciente.- Kyuhyun estrujó el borde de su suéter, no sabía si tendría el corazón y voluntad necesarias para esperar por Siwon.

- Pero no sé que hacer, yo ni siquiera sé si siente lo mismo. No sé que hacer.

La Sra. Kim soltó una risita. Había olvidado que las cosas entre hombres son más complicadas que con un hombre y una mujer. Sabía que si no les daba un empujón y los tiraba por el acantilado, ninguno de ellos se atrevería a decir o hacer nada.

- Te he dicho que estoy casi segura de lo que Siwon siente.- los ojos de Kyuhyun parecían incrédulos.- pero si quieres estar seguro... - soltó un suspiro resignado.- yo ya no sé como funcionan las cosas en estos días, pero déjame decirte que fue lo que hice con mi esposo... Una vez que ya estábamos casados.- soltó una risita más al recordar esos días.

Minutos después, la Sra. Kim abandonaba la habitación con una sonrisa soñadora, siempre le hacia ilusión recordar como su esposo temía aprovecharse de ella, a pesar de estar ya casados, y lo que tuvo que hacer para que su esposo dejara de lado esos temores.

Kyuhyun estaba más rojo que un tomate y tuvo que posponer su lectura para esconderse bajo las sabanas porque sabía que probablemente sus mejillas opacarían la luz de la habitación, como aquel reno raro de la canción que Siwon había cantado aquella mañana.

***********

Eran casi las diez de la mañana y el equipaje de la Sra. Kim ya se encontraba en el recibidor esperando por Siwon, quien lo metería en el auto.

Los primeros en despedirse fueron la Sra. Kim y Kyuhyun, pues el castaño se quedaría en casa. La mujer le sonrió con la ternura de una madre y Kyuhyun se sonrojó como ya era muy usual.

Un último abrazo y un guiño de complicidad antes de que la Sra. Kim se dirigiera a la salida de la casa, seguida de Siwon con su maleta. Kyuhyun esperó a que el auto cruzara las enormes rejas antes de cerrar la puerta de la entrada principal.

El clima afuera del auto era helado y las calles se encontraban casi vacías. El auto se había alejado a penas unas calles de la casa cuando la Sra. Kim comenzó a hablar.

- No hay nada de malo en amar Sr. Choi- Siwon la miró de reojo, su rostro parecía confundido. La Sra. Kim sonrió antes de continuar.- El amor no ve raza ni sexo. Ve el corazón. Yo sé que usted sabe de que hablo. Por favor, no le haga daño.

Siwon se mantuvo callado, sin embargo, sus pensamientos se dirigieron inmediatamente a cierto castaño en su casa. El resto del camino ambos permanecieron en silencio. La Sra. Kim confiaba en que Siwon comprendería a que se refería y que haría lo que su corazón le dictaba. Este, en cambio, no tenía idea de que era lo que debía hacer de ahora en adelante.

Llegaron a la parada del metro, Siwon se estacionó a unas calles y ayudó a la mujer a cargar su equipaje. Cuando el metro llegó se despidieron con un abrazo y él la ayudo a subirse en el transporte. La Sra. Kim le guiñó el ojo también a Siwon y este se sonrojó pues creía saber que significaba.

Regresó a casa una hora más tarde. Al entrar y deshacerse de sus zapatillas y su saco se extrañó de que ningún ruido se escuchara dentro de la casa. Caminó por el recibidor y la sala y se dirigió hacia la habitación de Kyuhyun.

Le parecía irónico que lo más sensato que debía hacer, según él, era mantener una distancia prudente de Kyuhyun, pero no escucharle, no verle y no tenerle cerca hacían que se preocupara y se sintiera perdido. Deseaba pensar que era porque tenía miedo de que algo malo le pasara. También intentaba eliminar la idea de que a veces se preocupaba demasiado por alguien que apenas conocía de unas semanas.

Al llegar frente a la puerta golpeó con su puño dos veces contra la madera y abrió la puerta sin esperar respuesta. Permaneció de pie los siguientes diez segundos, reviviendo la misma sensación que le acompañaba siempre que Kyuhyun se duchaba.

El castaño trataba de cubrir su pecho con una camisa y su rostro parecía asustado como si fuese un niño al que han atrapado haciendo una travesura. Para el alivio de Siwon, Kyuhyun llevaba puestos unos pantalones.

Kyuhyun en cambio, no sólo se sentía avergonzado por la condición en la que se encontraba frente a Siwon, sino porque estaba desobedeciendo una de las ordenes que este le había dado.

- ¿Qué haces?- preguntó Siwon, eliminando cualquier pensamiento poco casto de su cabeza. Kyuhyun se mordió los labios antes de responder y al moreno le pareció difícil concentrarse en las palabras del chico.

- Yo... Quería salir a caminar un momento antes de que regresaras- desvió su mirada- me estaba poniendo una camiseta más abrigada bajo el suéter.

Siwon se relajó un poco al escuchar eso.- Ya te dije que hace demasiado frío afuera, puedes enfermarte.- Kyuhyun frunció el ceño ligeramente enojado.

El moreno comprendió inmediatamente como se sentía Kyuhyun y se sintió culpable. El castaño estaba encerrado en esa casa sin nada más que hacer, su rutina era casi la misma, omitiendo sus caminatas matutinas. No tenía a nadie más que a él y a la, ahora ausente, Sra. Kim para hablar.

- ¿Quieres acompañarme al centro comercial y de regreso ir a la librería por más libros después de almorzar?- El enojo de Kyuhyun pareció desvanecerse inmediatamente al escuchar aquello y sus labios formaron una sonrisa alegre.- Tomaré eso como un sí. Iré a preparar el almuerzo.

Abandonó la habitación con una sensación de orgullo en su pecho, había podido controlarse frente a Kyuhyun, sin embargo, las palabras de la Sra. Kim resonaban en su cabeza. Muy en su inconsciente sabía que ella tenía la razón, pero aún no estaba preparado para afrontarla.

Después de almorzar, mandó a Kyuhyun a cambiarse por una ropa que le calentara más, pues después de que le hubiese descubierto semidesnudo se había puesto lo mismo que llevaba en la mañana.

Su ropa, en cambio, era más abrigada así que sólo se colocó un saco grueso y largo. Esperó pacientemente a que Kyuhyun saliera de la habitación y cuando lo hizo su corazón se detuvo por medio segundo.

El torso de Kyuhyun estaba cubierto con un suéter de cuello de cisne negro que acentuaba lo delgado y largo de su cuello. Sobre este llevaba una chamarra más gruesa de color azul. Sus pantalones eran los mismos que llevaba en la mañana, pero el conjunto en su totalidad le hacia ver más hermoso que de costumbre. Su cabello cepillado caía descuidadamente sobre su frente, casi cubriendo sus ojos.

- ¿Pasa algo?- preguntó Kyuhyun confuso al ver el extraño letargo en el que Siwon parecía inmerso.

- N-no- tosió al verse atrapado.- Sólo pensaba que te hace hace falta un corte de cabello- Se apresuró a explicar. se acercó a Kyu y retiró algunos cabellos que cubrían sus ojos.- Un poco más y podrías estrellarte contra alguna pared.

Kyuhyun se sonrojó y golpeó, medio en serio medio en broma la mano de Siwon. Este sonrió encantado al comprender que Kyuhyun estaba a punto de hacer una rabieta.

- Vamos.- colocó una mano en la espalda de Kyuhyun y le dirigió hacia la puerta, la abrió y esperó caballerosamente a que Kyuhyun pasara por ella. Lo mismo hizo con la puerta del auto cuando entró por él y más tarde, cuando ya se encontraban en el centro comercial, para salir.

Las mejillas de Kyuhyun se encontraban permanentemente sonrojadas, por el frío y por la vergüenza que sentía ante las atenciones de Siwon. El no era una chica, pero el que Siwon le tratara como una podría ser buena señal.

Hizo una mueca de disgusto ante lo patético de sus pensamientos.

- ¿Estás bien? ¿Hace demasiado frío?- la voz de Siwon sonaba preocupada.

- No, estoy bien.- le sonrió tratando de disimular. Siwon creyó que podría quedar ciego ante tan bella y deslumbrante sonrisa.

Caminaron juntos por el centro comercial, al faltar una semana para Navidad, el lugar se encontraba más abarrotando de lo usual. Siwon se hizo una nota mental de comprar el regalo de Kyuhyun en los siguientes días, antes de que la multitud empeorara.

Se detuvieron por algunas tiendas, Siwon observaba atentamente a Kyuhyun y todo lo que pareciera llamar su atención por más de treinta segundos. En todo ese tiempo no separó su brazo de Kyuhyun ni un sólo segundo.

Entonces recordó que Kyuhyun no tenía un traje que llevar a la cena de Navidad con Leeteuk y Sora. Suspiró con frustración, tenía que apresurarse si quería que el traje estuviese listo para Noche Buena. Arrastró a Kyuhyun junto con él en busca de una de las tiendas departamentales que más frecuentaba cuando de trajes se trataba.

Al entrar ahí la dependienta le recibió cálidamente. Demasiado para el gusto de Kyuhyun.

- ¡Oppa! Hace tanto que no nos deleitaba con su visita.- la sonrisa de la mujer era coqueta y Kyuhyun no pudo evitar sentirse celoso.

Siwon le sonrió a la mujer educadamente, mostrando sus hoyuelos. - El placer es mío- respondió. Con cada segundo que pasaba Kyuhyun se sentía más incomodo y aún más celoso.

- ¿Huh?- La chica miró hacía Kyuhyun- ¿y quien es su amigo? Es muy lindo.- La sonrisa de la chica era tan atrevida que el castaño quiso darle un par de cachetadas.

- El es Demian. De hecho, es por él por quien estoy aquí. Necesita un traje antes de Navidad.- La chica sonrío aún más y Kyuhyun deseó que su cara se partiera en dos.

- Oh. Podría probarle algunos y hacerte una cita para que se lo ajusten. ¿Tienes algo especial en mente?

- No realmente.- Sonrió avergonzado.

- ¿Es tu primera vez comprando un traje?- la pregunta fue dirigida a Kyuhyun, pero este no supo responder. Realmente no tenía idea de si alguna vez había usado uno.

- Yo...- El pánico en sus ojos no había pasado desapercibido para el moreno quien se apresuró a contestar por el.

- Si, es su primer traje. Vamos.- Volvió a colocar su mano sobre la espalda del castaño sonriéndole cálidamente. Deseaba transmitirle seguridad y consiguiéndolo con facilidad.

Dejando de lado la incomodidad, Kyuhyun se dejó probar y acomodar todos los sacos y pantalones que se le entregaron. Hasta que uno en especial atrapó su atención.

Era un saco Armani de color azul marino liso. La tela era de lana, suave y cálida, perfecta para el clima en el que se encontraban. En el frente tenía sólo dos botones y sus bolsillos. Le quedaba un poco grande, pero con sus debidos ajustes quedaría perfecto.

Siwon comprendió el significado de aquel brillo en sus ojos, como de reconocimiento y sonrió.

- Parece que será este.- La chica sonrió y alabó el buen gusto que Kyuhyun tenía a pesar de ser su primera vez eligiendo un traje.

Luego siguieron los pantalones, la camisa, la corbata. Cuando al fin habían terminado, Kyuhyun se sentía realmente agotado, quería llegar a casa y dormir hasta el día siguiente.

- Muy bien, mañana a la misma hora podrán pasar para que el sastre le ajuste el traje a Demian-ssi.

Siwon se despidió educadamente haciendo una venia. Kyuhyun no se sentía con las fuerzas ni las ganas de hacerlo, pero aún así se inclinó ligeramente.

Desafortunadamente, Siwon no olvidó llevar a Kyuhyun a que le hiciesen un nuevo corte. Lo suficiente para que no le cubriese más los ojos y también lo suficiente para que Kyuhyun se pusiera de mal humor a causa del agotamiento.

Siwon pasó por alto el berrinche del castaño y se dejó maravillar por el inverosímil cambio que un simple corte había hecho en Kyuhyun. La manera en la que se lo habían cortado dejaba caer los mechones ondulados por su frente y cuello. Su rostro se veía descubierto y hermoso, sus ojos parecían más grandes, sus mejillas más llenas y su cuello lucía adorable bajo el cuello de cisne negro.

Se dirigieron juntos al auto. Siwon cargaba las bolsas con las compras que había hecho. Unos pasos detrás de él Kyuhyun arrastraba sus pies desganado, estaba cansado y de su mente aún no desaparecía la escena de esa mujer coqueteando con SU Siwon.

- Parece que no tienes energías suficientes para ir a la librería.- murmuró Siwon con toda la intención de fastidiar a Kyu quien infló los mofletes y le dedicó una mirada asesina.

De algún modo a Siwon parecía agradarle aquella faceta recién descubierta del castaño. Sentía que poco a poco se iba acercando a su verdadera personalidad. A quien era antes del asalto o quien debía ser.

- Claro que puedo ir- gimoteó. Siwon le abrió la puerta del asiento de copiloto, acto que hizo que Kyuhyun se sonrojara y toda aquella rabieta se esfumara.

- Vamos entonces.- dejó las bolsas en el asiento trasero y se dirigió al asiento de conductor.

El viaje hacia la librería duró sus largos y silenciosos quince minutos. Kyuhyun se sentía tan abrumado con todas aquellas emociones recién descubiertas. Jamás había pensado en la posibilidad de un Siwon tan famoso entre las mujeres y jamás se imaginó a si mismo tan gruñón y malhumorado.

El humor de Kyuhyun pareció mejorar una vez llegaron a la librería sólo para decaer al ver los ojos soñadores con que Sungmin, según escuchó decir a Siwon, miraba al moreno.

- ¿Para él compraste el libro Siwon-ssi?- Kyuhyun quiso estrangular el chico.- Es realmente lindo. Vamos, sé de otros libros que podrían gustarte.

Durante los treinta minutos que Kyuhyun deambuló con Sungmin por la librería, su enojo y sus celos disminuyeron considerablemente. El chico era agradable y no parecía tener intenciones de robarle a Su Siwon.

También empezó a preocuparse por su recién descubierta posesividad hacia el moreno, parecía que ese día sólo había descubierto aspectos negativos de si mismo y eso no le agradaba.

Salió de la libreraría con una gran bolsa en brazos, sin embargo, Siwon se negó a que la cargara por más tiempo cuando era evidente lo agotado que se sentía.

Ya en casa, Siwon acompañó a Kyuhyun en el baño mientras este tomaba una ducha antes de cenar y acostarse a dormir.

Las presión sanguínea de Siwon comenzó a acelerarse pues el castaño se encontraba demasiado sonrojado. No sólo su rostro si no la suave piel de los hombros que sobresalía entre la espuma. Tampoco ayudaba que este se removiera inquieto en la bañera.

Intentó desviar su mente hacia otras cosas, como el hecho de que no había acudido a la iglesia desde hacia más de un mes o que aún tenía unos casos pendientes que resolver en el trabajo.

Kyuhyun se debatía internamente entre si atreverse a hacer lo que la Sra. Kim le había aconsejado o acobardarse. Por aquella ocasión decidió no hacer nada y salió de la bañera como de costumbre. Tratando de cubrirse de pies a cabeza.

Al llegar a su habitación, fue inevitable, se dirigió hacia el espejo y observó su reflejo. La chica de aquella tienda departamental era realmente bonita y Sungmin era un chico demasiado lindo. Él, en cambio, era normal. Ante sus ojos no veía nada especial.
Se mordió los labios, la inseguridad le invadió por unos momentos pero se dijo a si mismo que no podía darse por vencido tan fácilmente. Los chicos en su libro habían enfrentado problemas peores, además el tenía ciertas ventajas. Él vivía con Choi Siwon.


*******

Los días eran tan complicados para ambos. El ambiente entre ellos era incómodo y cada uno tenía sus propios pensamientos conflictivos.

Siwon temía por los sentimientos que ahora sabía, no podía negar. No podía seguir negando la inminente atracción que sentía por Kyuhyun, no sólo física sino, también, emocional.

Si Kyuhyun le parecía dolorosamente hermoso cada vez que le veía, cuando la personalidad severa de éste comenzó a aflorar, comprendió que estaba perdido. Se había dirigido a sí mismo hacia un camino sin retorno cuyo único final era Kyuhyun.

Sin embargo, sabía que lo que estaba sintiendo no era correcto, quería pensar que si, como le había dicho la Sra. Kim, pero por muchos años había creído que las relaciones homosexuales no tenían nada que ver con amor, sólo con deseo carnal y pecado. Sobre todo pecado.

Había esos momentos en los que dudaba de todo lo que había forjado su vida y su persona, porque estaba seguro que lo que el veía en Kyuhyun no era carnal, en absoluto. Su corazón podía detenerse unos segundos cuando veía a Kyuhyun con su rostro serio y latir desbocado al siguiente cuando sus labios se extendían en una sonrisa incapaz de mantenerse impasible por más tiempo.

Podría pasar horas sólo acariciando su cabello, rozando su mano contra la suya al caminar. En ocasiones cuando su autocontrol flaqueaba se permitía a si mismo acunar el rostro de Kyuhyun entre sus manos admirando su belleza.

Simplemente admirar su perfección le hacía pensar por unos cortos segundos que quizá aquello si era amor, porque en esos segundos sentía que jamás se atrevería a mancillar la perfección y la pureza que rodeaban a Kyuhyun.

Por otro lado, la incomodidad que rodeaba a Kyuhyun era, más bien, producto de su frustración. Kyuhyun había notado los roces y caricias de Siwon, las miradas anhelantes y creía haber interpretado correctamente lo que estos significaban.

Sin embargo, era demasiado tímido y no se atrevía a expresar sus sentimientos abiertamente así que simplemente se dedicaba a demostrar indirectamente su interés por Siwon.

Desafortunadamente, Siwon parecía ser inmune o demasiado inconsciente. Parecía no captar sus insinuaciones o simplemente negarse a creer que lo fueran. Quizás para Siwon, Kyuhyun estaba descubriendo alguna nueva faceta de su personalidad. Una que sólo aumentaba la frustración de ambos.

Después de numerosos intentos fallidos, Kyu decidió recurrir a aquellos consejos bizarros que la Sra. Kim le había dado. Se sentía incapaz de comportarse de aquella manera, pero ya no podía resistirlo más.

Llevaría a cabo su plan la noche de Navidad. Kyuhyun se encerró en su habitación una tarde, un día antes de la cena, dispuesto a idear su plan. Además debía prepararse mentalmente para lo que estaba a punto de hacer.

Siwon extrañado ante el inusual comportamiento de Kyuhyun, decidió aprovechar de su tarde silenciosa y sin trabajo para dedicarse a leer un poco más del libro cuyo nombre Kyuhyun había adoptado, Demian.

Pasó la siguiente hora leyendo y releyendo aquel capítulo que tanto le había llamado la atención. Aquel en el que Sinclair descubre acerca del Dios Abraxas, a pesar de haber sentido cierta incomodidad, pues a su parecer sólo existía un Dios y aquel no era su nombre, intentó creer que todo aquello no era más que ficción.

Aún no terminaba de comprender aquella referencia con respecto a unir lo divino con lo demoniaco. ¿Debería tomarlo literal o era una metáfora? La lectura se le hacia incomoda, pero algo en su pecho le decía que en ese libro podría encontrar sus respuestas. Continuó pasando las páginas y pronto encontró lo que buscaba.

*******

Había sido casi imposible para Siwon cerrar los ojos para dormir la noche anterior y ahora se encontraba luchando para mantener los ojos abiertos y poder terminar con todos sus pendientes antes de la fiesta en casa de Leeteuk.

Había dejado a Kyuhyun en la casa, pues este había insistido en preparar alguna de sus recetas exóticas para llevar a la cena de esa noche. No pudo evitar sonreír al pensar que Kyuhyun se comportaba como una adorable ama de casa.

La pareja Park les esperaba a las 9 de la noche, aún tenía unas horas.

Llegó a casa pocas horas antes de la cena, se aseguró que todo lo que tenía en la cajuela de su auto estuviese seguro y bien escondido. Afortunadamente Kyuhyun ya había terminado su platillo y se encontraba colocándolo en los recipientes adecuados.

- Demian, ya casi es hora de irnos. ¿Puedes ducharte por tu cuenta? Si no nos apresuramos quizá no lleguemos a tiempo.

Kyuhyun asintió en seguida y se dirigió a su habitación. Siwon subió a la suya para tomar un baño el también, debía apurarse y vestirse para poder ayudar a Kyuhyun a colocarse el traje.

Después de ducharse no tardó en vestirse gracias a la costumbre de todos lo días. Se miró en el espejo y se acomodó el nudo de la corbata color borgoña y procedió a colocarse el saco gris.

Bajó las escaleras ya completamente vestido y peinado. Se dirigió a la habitación de Kyuhyun. Al entrar este ya tenía puestos los pantalones y la camisa. Traía en sus manos la corbata y en su rostro se encontraba esa expresión que aparecía únicamente cuando se encontraba resolviendo algún problema matemático.

Se acercó a él con una sonrisa en los labios y tomó la corbata para colorarla alrededor de su cuello y proceder a anudarla. Kyuhyun se sonrojó ante la acción, pues en ese momento su cuerpo se encontraba a escasos centímetros del de Siwon.

Ya terminado el nudo, le acomodó el cuello de la camisa y le colocó el saco.

Tenerlo así de cerca y vestido de aquella manera hizo que el corazón de Siwon palpitara desbocado. Por un momento se sintió inseguro, pero pronto todos sus temores se disiparon.

"Olvídese de los sentimientos e ideas de sus padres, de sus profesores y de todas las demás personas."

"Él jamás se opondrá a ninguno de sus sueños, fantasías o pensamientos."

Aquellas habían sido las oraciones que más le habían afectado del libro. Quería creer que eran reales. No, sabía que eran reales, en esos momentos no podía estar más seguro.

De nuevo su mirada se vio inmersa en Kyuhyun, sus ojos brillantes y confundidos, sus mejillas sonrosadas y los labios entreabiertos. Sintió la necesidad de acercarse más, de unir sus labios con los suyos.

Hipnotizado, inclinó su rostro unos centímetros y cuando al fin parecía llegar el momento tan esperado por ambos, el sonido del móvil de Siwon desde su bolsillo alertó a ambos y provocó que se alejaran.

Siwon aclaró su garganta y contestó con un gruñido. Leeteuk pareció sorprendido, pero prefirió ignorarlo y continuar con su charla.

Kyuhyun terminó de arreglarse el saco y cepilló su cabello hasta que estuvo satisfecho con el resultado. Su corazón palpitaba frenético pensando en lo que acababa de ocurrir o lo que estuvo a punto de ocurrir.

- Es hora de irnos- le llamó Siwon.

**********

El viaje a casa de Leeteuk fue demasiado incómodo, la tensión podía palparse. Ninguno decía nada. Kyuhyun agradecía tener en sus brazos los recipientes de comida porque estaba seguro de que sin ellos no sabría que hacer con sus manos que sentían una extraña comezón.

Siwon por su parte trataba de mantener toda su atención dirigida hacia el camino y no en el chico incómodo a su lado que sólo conseguía ponerle nervioso.

Sus pensamientos eran similares. Ambos pensaban acerca de lo que pudo haber pasado en la habitación de Kyuhyun. Siwon se preguntaba si el menor deseaba ser besado por él y este, en cambio, se preguntaba si Siwon realmente había intentado besarlo.


Después de hartos minutos, finalmente llegaron a la residencia Park. Aquella casa era más modesta que la de Siwon, pero ante los ojos de Kyuhyun tenía un aire hogareño que consiguió disipar la tensión de su cuerpo.

No habían grandes rejas, ni enormes jardines, pero estaba tan perfectamente decorada que no necesitaba de esos lujos para lucir agradable.

La pareja les recibió cálidamente, con sus perfectas sonrisas y sus pronunciados hoyuelos adornándolas. Sora resultó ser una anfitriona de primera y tan pronto como vio a Kyuhyun con tanto recipiente encima, insistió en ayudarle aún cuando este se negó a aceptar su ayuda.

Siwon aprovechó el pequeño alboroto para sacar algunas cosas de la cajuela del auto. Se dirigió a la entrada con unas botellas de vino en cada mano y una bolsa colgando de un brazo.

Leeteuk le ayudo con los vinos mientras él y Kyuhyun se quitaban los abrigos que les cubrían.

- Los vinos son un obsequio para ti y en la bolsa hay algo que estoy seguro a Sora le gustará.

Leeteuk sonrió y agradecido antes de dirigir su mirada a Kyuhyun.

- Siwon me ha dicho que te gusta cocinar, a Sora también le encanta. Hace unas Navidades equipamos la cocina como una profesional, te aseguro que la de Siwon no se compara.- Dicho esto le guiñó un ojo.- Siéntete en la libertad de husmear un poco.

Sora sonriente tomó su mano para dirigirle hacia la cocina. Kyuhyun miró a Siwon y este asintió sonriendo para alentarle a seguirla.

Leeteuk observó Siwon detenidamente y suspiró. Ya se han dado cuenta.

Al sentir la mirada penetrante sobre sí, Siwon miró a Leeteuk con confusión en sus ojos. Era curioso el hecho de que habían sido amigos durante tanto tiempo y jamás habían sufrido algún silencio incómodo, hasta ese día.

- Con ese chico, la vida en aquella casa se debe haber vuelto más hogareña.- dijo tranquilamente, guiando a Siwon hacia el comedor, este solo pudo sonrojarse al escuchar aquello.

Leeteuk colocó una de las botellas de vino en un recipiente con hielo y la otra la dejó sobre el minibar.

- Aún no puedo creer que Sora accedió a que compraras eso.- Musitó Siwon tratando de aligerar el ambiente.

El mayor correspondió a la sonrisa y su rostro volvió a tornarse serio.

- Siwon, iré al grano. Sé lo que sientes por él, pero me parece peligroso que ambos se involucren. Sea lo que sea, sé que si ya tomaste una decisión, no podré convencerte de lo contrario. Quiero que sepas que siempre estaré para apoyarte y donde quiera que haya salido ese chico, te ayudaré. Les ayudaré.

Siwpn se sintió realmente conmovido ante esas palabras y aunque aún no había tomado ninguna decisión, sabía que las palabras de su hyung serían de mucha ayuda, así como las frases de aquel libro. Su único obstáculo era la inseguridad de que Kyuhyun no sintiera lo mismo por él.

De improviso, la tranquilidad de la casa fue interrumpida por un grupo de voces fuera de ella. Siwon abrió los ojos con sorpresa y Leeteuk sonrió divertido.

- Espero no te moleste que haya invitado al resto...- caminó con cautela hacia la puerta- y que les haya platicado de Demian.

Siwon se removió incómodo en su lugar. No pasó mucho tiempo hasta que la habitación se llenó de voces alegres y abrazos calurosos. Siwon no pudo contenerse, aquellos habían sido maravillosos amigos desde que se mudó a Busan.

KangIn, fue el primero en saludarle, pronto fueron Donghae y Eunhyuk quienes le abordaron con bromas y cumplidos. Heechul fue el último, este con una sonrisa sospechosa en sus labios.

- Y dime ¿Dónde está tu chico? Leeteuk dijo que traerías a un chico muy adorable.- Siwon enrojeció y cuando se decidía a hablar fue interrumpido por Sora quien salía emocionada a saludar a los recién llegados. Detrás de ella, Kyuhyun caminaba con rostro tímido.

Siwon no pudo evitar pensar que era como un pequeño gatito, su mirada tan adorable y desconfiada a la vez.

Después de que Sora saludara a todos Heechul fue el primero en notar al incómodo chico detrás de ella. Dirigió si mirada a Siwon, cuyos ojos estaban llenos de adoración. Sus labios se torcieron en una sonrisa maliciosa.

- Así que tu eres el pequeño Demian.- dijo acercándose a él y causando que todas las miradas fuesen dirigidas al chico.- Eres más atractivo de lo que esperaba. Que suerte tuvo Siwon de encontrar un gatito como tú.

Tanto las mejillas de Kyuhyun como las de Siwon adquirieron un tono escarlata muy llamativo. Siendo la piel de Kyuhyun la más pálida en esa habitación su sonrojo no pudo pasar tan desapercibido como el del moreno.

Con mucha vergüenza, se inclinó unos noventa grados perfectos para saludar.- Un placer, soy Demian.

- ¡Es tan tierno!- Se escuchó detrás de Heechul, Donghae saltaba emocionado, sin embargo, tuvo que detenerse al sentir las miradas asesinas que le regalaban tanto Eunhyuk como Siwon.

Heechul rodó los ojos antes de dirigirse de nuevo al Kyuhyun. - Mi nombre es Heechul, Kim Heechul. La persona que acaba de chillar es Lee Donghae y el castaño que lo fulmina con la mirada es Lee Eunhyuk y el fortachón de ahí es KangIn. Un placer. - terminó con una sonrisa.

- Ejem... Pueden pasar y tomar asiento si gustan para dar inicio a la cena.- Anunció Sora al sentir la incomodidad de Kyuhyun.- Demian y yo pondremos la mesa.

*******
Poco a poco se fueron acomodando en el comedor, Leeteuk en la cabeza junto a Sora. Del otro lado de Leeteuk se encontraba KangIn y junto a este Donghae y Eunhyuk que no permitieron ser separados. Junto a Eunhyuk se encontraba Heechul y junto a este se encontraba Siwon con Kyuhyun sentado junto a Sora.

La cena había transcurrido con bromas por parte de Eunkyuk y Donghae y comentarios incómodos por parte de Heechul quien no perdonaba a nadie. Los platillos de Sora fueron tan exquisitos como de costumbre para Siwon y los platillos de Kyuhyun fueron alabados por todos.

El castaño recibió los cumplidos feliz y con las mejillas sonrojadas. Siwon se sentía inmensamente orgulloso del castaño.

Pronto el reloj marcó las doce y ellos se pusieron de pie para hacer el brindis, abrazándose y felicitándose entre ellos.

Gracias a la emoción del momento y el calor de las copas de vino consumidas a lo largo de la cena, Siwon se permitió sostener a Kyuhyun entre sus brazos más tiempo del habitual, acariciar sus cabellos, inhalar su esencia y permitir que el castaño escondiera el rostro en su cuello de la vergüenza.

Al separarse la habitación se encontraba vacía, el resto se había dirigido al salón principal donde se encontraba el árbol navideño y donde se entregarían los regalos. Siwon carraspeó nerviosamente y dejó que Kyuhyun entrará al salón antes que él.

Al ver a Siwon, Heechul se acercó a él corriendo para entregarle un obsequio envuelto en colores llamativos.

- Te será muy útil- le guiñó un ojo cómplice y le instó a abrir la caja. - vamos, vamos. Leeteuk me habló mucho de ustedes, pero conociéndote no harás nada a menos que estés seguro y eso es lo más seguro que tendrás.

Siwon deshizo la envoltura con delicadeza sin rasgar el papel y abrió la caja de cartón para observar su contenido. Miró confundido el interior por un momento hasta que todo cobró forma y sentido en su cabeza. Cerró con prisa la caja con las orejas rojas de la vergüenza.

Hecchul río a carcajadas al ver su expresión y así fue con cada persona que abría un obsequio suyo.

- No quiero saber que es- musitó Eunhyuk haciendo a un lado el obsequio de Heechul para él y Donghae. Prefería ahorrarse disgustos, en especial después de que KangIn soltara un gruñido furioso con el rostro completamente rojo.

Siwon se disculpó un momento para salir de la casa con la caja en brazos y regresar con más obsequios. Siwon se disculpó avergonzado por no haber llevado los obsequios de sus hyungs pero les aseguró que pronto se los enviaría.

Se dirigió a Kyuhyun con los brazos llenos y se los fue entregando uno por uno para que así pudiese abrirlos sin problemas.

Una de las cajas contenía una macbook y en las otras habían una consola y algunos de los videojuegos que había visto a Kyuhyun observando durante sus idas al centro comercial. El castaño se sintió tan apenado y agradecido a la vez, aunque tenía cierto pesar en su pecho.

- Pero... Yo no te compré nada- sus enormes ojos cafés lucían culpables.

- No importa, no quiero nada a cambio.- Sonrió Siwon animando a Kyuhyun a aceptar los obsequios sin objetar.

- ¡Ow, ow! Puedes usar mi obsequio para darle un obsequio- chilló Heechul, Siwon le dedicó una mirada asesina que no surtió efecto debido al furioso sonrojo en sus mejillas.

Decidieron pasar un rato más compartiendo anécdotas y bebiendo el vino que Siwon había llevado.


Heechul clavó su codo bruscamente en el costado de Siwon, señalando con su cabeza a Kyuhyun quien parecía ligeramente mareado y sonrosado a causa del vino. Reía con más desenvoltura y participaba en las charlas y las bromas.

Lo que ellos no sabían era que a pesar de que Kyuhyun estaba más relajado gracias al vino, se encontraba bastante sobrio gracias a la resistencia al alcohol que su cuerpo poseía.

Siwon se puso de pie y se despidió de los presentes en la sala con una venia, tomó a Kyuhyun del brazo y le ayudó a pararse a pesar de que este podía sostenerse perfectamente de pie.

El castaño se despidió de todos al igual que Siwon y se dejó guiar hacia el auto por este.

************

En algún momento durante el trayecto a casa, Kyuhyun había comenzado a sentirse sgotado. Siwon, en ocasiones, desviaba su mirada para observar como los soñolientos ojos de Kyuhyun luchaban por mantenerse abiertos. Una vista adorable.

Al llegar a casa, Siwon ayudó a Kyuhyun a entrar a la casa, quitarle el saco del traje y dirigirlo a su habitación. En el brazo que no sostenía a Kyhyun, cargaba la caja con los obsequios de Kyu y la incómoda caja de Heechul.

Siwon soltó un momento al castaño mientras asentaba las cajas junto a la cama haciendo una nota mental de no olvidar llevarse consigo el regalo de Heechul y guardar la inocencia del más joven. Cuando devolvió su mirada a este, Kyuhyun ya estaba desparramado sobre el colchón aún vestido.

El moreno sacudió a Kyuhyun para despertarlo, no podía permitir que durmiera de esa manera.

- Hey, Dem- Lo sacudió más fuerte- No puedes dormir vestido así- Lo sacudió aún más y al no ver reacción de este tragó en seco, debía cambiarlo el mismo.

Fue por una de las pijamas del castaño y la asentó en la mesilla de noche. Le quitó los zapatos y los calcetines y Procedió a deshacer el nudo de la corbata y desabotonarle la camisa.

Su respiración se agitó al ver como poco a poco se iba exponiendo la pálida piel del pecho de Kyuhyun con cada botón que deshacía.

- Mmm, ¿Siwon?- escuchó que este musitara. Desvió su mirada al rostro de Kyuhyun quien le miraba bajó sus pesados párpados con las mejillas sonrosadas y los labios entreabiertos en una perfecta 'o' justo después de haber pronunciado la última sílaba de su nombre.

Se había escuchado delicioso de la misma manera en la que se veía en esos momentos.

Siwon no pudo con contenerse y tampoco lo intentó presionó sus labios contra los de Kyuhyun quien soltó un suspiro complacido. Se separó un momento de él para encontrarse con la mirada enternecedora de Kyuhyun. Los labios del castaño se curvaban en una sonrisa tímida y el sonrojo en sus mejillas era más pronunciado.

Las manos de Kyuhyun tocaron con delicadeza sus mejillas y así le dirigió de nuevo a sus labios en un beso más tierno que Siwon no tardó en volver apasionado.

El moreno se separó nuevamente de Kyuhyun para así poder admirarle una vez más. Tan hermoso y puro, y ahora era suyo. Suyo para amar, mimar y proteger.

Volvió a besarle pero esta vez sus mejillas y párpados, deslizo su nariz por su mentón hasta su cuello aspirando el delicioso aroma a sudor, jabón y aquel peculiar aroma proveniente del castaño.

Sus instintos le decían que besara ese cuello y así lo hizo. Dejó pequeños besos a lo largo de la yugular hasta su clavícula, pero no era suficiente, necesitaba algo más. Permitió que su lengua acariciara y que sus dientes mordieran hasta dejar marcas. Kyuhyun no podía contener los suspiros que escapaban por su garganta y Siwon se sentía tan maravillado al escuchar un nuevo canto salir de los labios del más joven.

Abrió con prisa los botones restantes de la camisa de Kyuhyun y fueron unos minutos, quizás segundos, no podría saberlo, en los que tardó admirando su piel ya libre de rasguños y únicamente aquella vieja cicatriz en su pecho.

Admiró los rosados botones ligeramente erectos y acarició los costados de Kyuhyun antes de tomar entre sus labios uno de los botoncitos. Sintió como las costillas del castaño se expandían y liberaban todo el aire de sus pulmones. Como todo su cuerpo temblaba.

El castaño no sabía que más hacer así que condujo sus manos hasta la cabellera negra de Siwon, acariciando los mechones. Su espalda se arqueaba tratando de sentir más de aquella tibia lengua que humedecía su pecho.

Inconscientemente separó sus muslos permitiendo a Siwon acomodarse entre ellos. Sus labios soltaron sonoros gemidos al sentir como las hombrías de ambos se rozaban a través de la sedosa fábrica del pantalón.

Siwon movió sus labios hacia el otro botoncito mientras desabrochaba el cinturón y los pantalones de Kyuhyun arrancándoselos con un sólo movimiento.

De nuevo, se detuvo para admirar al más joven. Era una vista tan provocadora, con sus rojos labios entreabiertos luchando por introducir aire a sus pulmones, los botones en su pecho lucían rojos e hinchados gracias a las atenciones del moreno. El bóxer se había deslizado un poco al retirar bruscamente el pantalón y dejaba ver los turgentes huesos de su cadera.

Pero la cereza del pastel era aquello que más le encantaba. No sólo las mejillas de Kyu se encontraban rosadas en ese momento, el sonrojo se había expandido hacía su pecho y el contraste con su pálida piel era simplemente apetecible.

- Siwon hyung, mmg, por favor- El moreno sintió un fuerte tirón en su hombría al escuchar la suplica de los labios de Kyuhyun.- Hyung... Tu ropa-.

Siwon titubeó por un momento, ¿en verdad iba a llegar hasta el final con Kyuhyun? Por un momento todas las inseguridades regresaron a él. Amaba al menudo chico bajo el, de eso no cabía duda, pero esto ya estaba fuera de su alcance.

Al sentir la inseguridad del moreno, Kyuhyun se mordió los labios ¿Y si Siwon realmente no le quería, no le amaba? En ese instante, la excitación de Kyu desapareció, dando paso a la vergüenza.

Intentó reacomodar la camisa blanca sobre su pecho. Mordió su labio inferior para reprimir las lágrimas que se agolpaban en sus ojos, pero era simplemente imposible.

- Lo siento- musitó con voz estrangulada. Siwon pareció despertar de su letargo al escuchar los pequeños sollozos que Kyuhyun luchaba por reprimir. El corazón se le estrujó, miraba a Kyuhyun confundido y apenado.- Lo siento, c-creí que también tú...-.

Siwon se sintió tan culpable. -No, Dem- susurró acariciando sus mejillas- yo te... Amo, te amo demasiado, es sólo que...

- Es porque soy un hombre ¿Verdad?- interrumpió Kyu con voz queda- La Sra. Kim dijo que esto pasaría. Yo... Siento no ser una...- sin embargo, Siwon no le permitió continuar, acallándolo con sus labios.

- Tu sexo no tiene nada que ver- Era cierto, aquello ya no le importaba más, en esos momentos sólo quería hacer feliz a Kyuhyun- Te amo y más perfecto no puedes ser.- De nuevo volvió a besarle.

Con prisa deshizo el nudo de su propia corbata y casi arrancó todos los botones de su camisa antes de lanzarla hacia alguna parte junto a los pantalones de Kyu. Deshizo su cinturón con fuerza y se bajó los pantalones a prisa.

Kyuhyun no tuvo tiempo de pensar en lo que sucedía, pronto ya tenía la cálida piel Siwon completamente unida a la suya. Su camisa había sido ajada bruscamente y lo único que les cubría eran los bóxers que ambos usaban.

Siwon se sumió en la tarea de admirar y adorar cada parte del cuerpo de Kyuhyun, todo en él era hermoso y merecía ser reverenciado. Por otro lado el castaño, se sentía satisfecho con sólo besar los labios de Siwon y acariciar los músculos de sus brazos y su espalda.

Pronto la manos del moreno llegaron a la entrepierna de Kyuhyun, las piernas de este temblaban por la anticipación. Siwon sonrió ligeramente, jamás había pensado que el cuerpo de un hombre le haría sentir tanto placer, pero tener a Kyuhyun debajo de él, gimiendo y suplicando le causaba sensaciones tan fuertes. En ese momento sintió que todo era perfecto y correcto.

Se levantó de la cama con rapidez provocando un adorable quejido de Kyuhyun, fue en busca de la caja que Heechul le había entregado y la abrió en busca de lo que necesitaría para consumar el acto.

Regresó de nuevo a su posición, no sin antes librarse de su ropa interior. Los ojos de Kyuhyun se posaron inmediatamente sobre la hombría de Siwon, eran tan grande y se veía tan dura... No podía pensar en nada más que como se sentiría al tener aquel miembro dentro de él. Tragó en seco preocupado pero a la vez ansioso, quería sentir a Siwon en su totalidad pero temía al dolor.

Al sentir la escrutadora mirada de Kyuhyun sobre su miembro no pudo evitar sentir una punzada de orgullo.

Tomó con sus manos la cinturilla del bóxer de Kyuhyun y los retiró lentamente. Cuando sacó el bóxer por los tobillos del castaño, este juntó sus piernas abruptamente. Le avergonzaba dejar al descubierto su intimidad.

Siwon rió ante aquella reacción y besó la piel ligeramente áspera de una de las rodillas de Kyuhyun antes de separar sus muslos sin dificultad, acomodándose de nuevo entre sus piernas.

El castaño se sentía tan expuesto que cubrió de inmediato su rostro con las manos.

- No cubras tu rostro, quiero que me mires. Quiero que me mires a los ojos cuando te hago el amor.- Kyuhyun soltó un sonoro gemido ante aquella confesión. Lentamente alejó sus manos de su rostro y observó la brillante sonrisa de Siwon.- Discúlpame, pero no creo poder esperar más.

El moreno ya no sentía ninguna inseguridad, Kyuhyun le amaba y él amaba a Kyuhyun, ¿Qué podía estar mal ahí? Besó su frente, sus párpados, sus mejillas, la punta de aquella hermosa y perfilada nariz, y por último, besó aquellos suaves y rojizos labios.

Tomó entre sus manos el tubo de lubricante que había tomado de la caja y esparció una gran cantidad en sus dedos. Condujo su mano hacia el área más íntima del más joven y rebuscó entre los suaves glúteos que protegían aquella rosada entrada.

Ambos soltaron un gemido de apreciación cuando los dedos de Siwon entraron en contacto con la fruncida piel. Introdujo un dedo en la entrada con dificultad, Kyuhyun no se encontraba lo suficientemente relajado.

Tomó el miembro de Kyuhyun con su mano libre y lo acarició para distraerle del dolor de la intromisión de un segundo dedo.

Pronto la entrada de Kyuhyun ya albergaba tres dedos. Sus caderas temblaban y su pecho subía y bajaba frenéticamente.

- Entra ya, por favor- los ojos de Kyuhyun se encontraban bañados en lágrimas, el placer era tan exorbitante que no creía poder resistir más. Siwon no sabía si obedecer o no, su propio miembro dolía pero no quería lastimar al castaño.- Por favor- sollozó.

Tragó en seco por enésima vez esa noche y extrajo sus dedos de la entrada de Kyuhyun, quien mordió sus labios al sentirse tan extrañamente vacío. Separó aún más las piernas del castaño y lubricó su miembro antes de dirigirlo hacia la entrada del castaño alineando la cabeza con esta.

- Voy a entrar- anunció. Ambos tomaron aire preparándose para lo que vendría.

Lentamente fue adentrándose en la estrecha cavidad, la presión sobre su miembro era dolorosa y placentera a la vez. Kyuhyun por otro lado sentía que su interior quemaba, el dolor era casi insoportable, pero estaba decidido a complacer a Siwon, además sabía que pronto lo disfrutaría, o eso quería creer.

Pronto estuvo completamente adentro, la sensación era tan exquisita que podría correrse con sólo un movimiento de sus caderas. Tenía el rostro sumergido en el cuello de Kyuhyun, aspirando su aroma y buscando relajarse. Le permitió al castaño unos minutos para relajarse, besó su cuello con mimo y acarició su estrecha cintura.

Después de unos minutos, Kyuhyun rodeó con sus piernas las caderas del más alto y buscó sus labios desesperado, necesitaba que se moviera, que le tocara y le demostrara cuanto lo amaba.

Siwon no tardó en responder a la muda petición del castaño y comenzó a moverse, la tensión alrededor de su miembro era tan fuerte que en un principio le fue muy difícil moverse, pero conforme pasaban los segundos la fricción aumentaba, así como la rapidez de sus embestidas.

Kyuhyun jadeaba a penas sintiendo placer, conforme las embestidas aumentaban en intensidad su cuerpo iba moviéndose al mismo compás. Pronto Siwon se movía con más rapidez, más fuerza, llegando más allá acercándose peligrosamente a ese punto G en su interior.

Sus respiraciones pesadas llenaban la habitación, los gemidos subían en volumen con cada movimiento, cada caricia.

Kyuhyun arqueó su espalda violentamente en el justo momento en el que Siwon tocaba por primera vez su próstata, las yemas de sus dedos clavándose en la morena piel y su rostro contraído en una mueca de placer puro.

El moreno siguió moviéndose, dando estocadas certeras que causaban que las paredes internas de Kyuhyun estrangularan su miembro causándole infinito placer.

Pronto ambos sintieron una extraña opresión en su estómago, que les señalaba que no tardarían en culminar el acto.

Kyuhyun buscó con movimientos torpes el rostro de Siwon, uniendo sus labios en un beso frenético y descordinado. Sus lenguas se acariciaban torpes y sus dientes chocaban dolorosamente, pero no se detendrían.

Siwon estaba al límite y sabía que era cuestión de segundos para que terminara. Buscó a tientas el miembro de Kyuhyun masturbándolo al ritmo de sus embestidas. Pronto el castaño culminaba en la mano de Siwon, manchando ambos pechos.

Las paredes internas de Kyuhyun se tensaron aún más haciendo que Siwon se corriera con fuerza gimiendo su nombre, llenando por completo su interior.

Se dejó caer descuidadamente sobre él aplastándolo bajo su peso, sin embargo a Kyuhyun poco le importaba, dejó caer sus brazos y sus piernas a la cama y cerró sus ojos agotado.

Siwon salió lentamente del menor y se recostó a su lado, admirando lo bello que Kyuhyun se veía en esos momentos.

- Perdona, te lastimé- musitó con la respiración ya un poco más relajada, mientras señalaba la sangre que manchaba las ingles de Kyuhyun junto con su esencia.

Kyuhyun no respondió, sus párpados le pesaban y poco a poco se sumergía en el sueño. Sintió como el peso junto a él abandonaba la cama y regresaba poco después. Tembló un momento al sentir algo frío y mojado tocar el área lastimada en su parte baja.

Antes de caer completamente dormido, sintió que besaban su frente y le abrazaban con delicadeza.

**************

La mañana siguiente Kyuhyun no se despertó tan temprano como de costumbre. El momento en que abrió los ojos eran pasadas las diez. No le sorprendió encontrarse frente a un musculoso y moreno pecho y con la cabeza recostada sobre un fuerte brazo, tampoco le sorprendió el firme agarre de una mano en su desnuda cadera.

Soltó un suspiró complacido y se acercó a un más, sumergiendo su rostro en el cálido pecho de Siwon. Sintió como este tensaba su brazo acercándole más a su cuerpo. Notó sus piernas enredadas entre las de Siwon y sonrió mientras depositaba un beso en el pectoral a su alcance.

Escuchó como Siwon gruñía desperezándose y sintió como los músculos a su alrededor se tensaban y relajaban. El agarre en su cadera se aflojó sólo un poco, lo suficiente para recorrer toda la extensión de su espalda con cariño.

- Buenos días- murmuró Siwon con voz ronca.- ¿Llevas mucho tiempo despierto?

- Sólo unos cuantos minutos- movió su rostro para encarar al moreno, este aprovechó y le dio un beso en los labios. Las mejillas de Kyuhyun se tornaron rosadas y Siwon deslizó su manos desde su cintura a sus hombros hasta posar su mano en la mejilla del castaño.

Le parecía sorprendente como, aún después de lo que habían hecho, Kyuhyun podía sonrojarse con un simple beso.

- Tan hermoso- musitó antes de depositar más besos en el rostro de Kyuhyun provocando que este pasara por diversos tonos rojizos.

Soltó un suave carcajada y a pesar de que deseaba sentir de nuevo el cuerpo de Kyuhyun, la suavidad de su cuerpo y la abrasante calidez de su interior, se separó del castaño provocando que este se quejara inconscientemente.

- Es hora de desayunar, no puedo permitir que te saltes ninguna comida- depositó un beso sobre el hombro del castaño, justo sobre la piel que cubre el prominente hueso.

Para Siwon era irónico como había luchado tanto contra la tentación de besar a Kyuhyun y ahora le parecía imposible despegar sus labios de cualquier parte de su piel. Ahora todo le parecía tan correcto, todo era como debía ser.

Sintió el frío recorrer su piel al salir debajo de las sábanas y rápidamente se colocó sus bóxers y fue en busca de un poco de ropa para cubrir a Kyuhyun.

Pasaron el resto de la mañana juntos, abrazándose y besándose cada momento que podían. Siwon no podía separar sus manos de Kyuhyun, en especial cuando este se encontraba preparando el desayuno, pues las manos del castaño estaban ocupadas y podía dedicarse a acariciar su cuerpo y besar su cuello y nuca sin interrupciones.

Estuvieron a punto de una escena candente en plena cocina, de no ser por el gruñido que emitió el estómago de Kyuhyun recordándole cuanta hambre tenía.

**********

Leeteuk había pasado una agradable mañana en compañía de su esposa Sora. Habían llamado a sus respectivos familiares que les visitarían para una cena aquella noche y poco más tarde Leeteuk había recibido una llamada de la oficina en la que trabajaba.

Al colgar el teléfono, apretó los puños preocupado. No sabía si aquello traería cosas buenas o malas, pero ya no había marcha atrás. Pronto cuando regresara a su oficina, después de sus cortas vacaciones, descubriría algo que podría cambiar el futuro de su dognsaeng.

- Así que te hemos encontrado, Cho Kyuhyun.

Continuará...

Notas finales:


Bueno aquí está, no es como yo quería. Lo único que me consuela es que hice 19 páginas y más de 8,000 palabras. Un record.

Espero que, pues, sea de su agrado... No se que decir. Espero sus comentarios, recuerden que acepto dudas, quejas y sugerencias.

Pero no me pidan que deje de escribir porque me deprimo. Esto es lo mejor que me ha pasado y me sirve para expulsar mis sentimientos. :c

Saludos, les quiero mucho. En serio


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