Era de noche, la luna resplandecía, el viento aullaba…En una casa, muy apartada del resto de la ciudad, se escuchaba una fuerte pelea entre dos “enemigos”
-¡Eres un idiota!-grito un chico rubio
-…-silencio, el pequeño albino solamente seguía armando su puzzle, sin inmutarse ante los insultos de aquel rubio, adicto al chocolate, que conocía desde hace muchos años.
-… ¿Me estas escuchando, enano?-pregunto un muy irritado Mello.
-Si, si te estoy escuchando-contesto con su habitual tono frió-pero de eso, a que me importe en algo que solo has venido hasta aca para insultarme…
Near no termino su comentario, pues se quedo callado por la sorpresa de que el ojiazul lo levanto violentamente y sin aviso, lo acorralo entre la pared y su cuerpo, y comenzó a estrujar su pequeña traquea.
-¡¿Por que?!-pregunto el rubio fuera de si-¡¿Por qué siempre eres de esa forma?!¡Siempre te eh odiado por eso!...-su voz se quebró-desde el día en el que me superaste, desde el día que dejaste de mostrar tus emociones sin importar la situación, eres muy frió con todo…con todos… ¡CONMIGO!
Unos segundos pasaron, y el silencio se apodero de la habitación.
Mello se acababa de dar cuenta de lo que había dicho, sin embargo, Near no entendía muy bien que significaba aquello.
-¡Te odio!-grito a aquel pequeño que tenia enfrente de si, y apretó más su agarre, ante esto, Near solo poso sus manos sobre las de Mello, tratando en vano de liberarse de aquel fuerte agarre.
-Ahh…-el albino ya no podía articular palabras, y ahora le estaba costando mucho trabajo respirar, en ese momento empezó a sentirse mareado.
Mello después de unos segundo, miro a Near directo a los ojos, y le beso en los labios por puro impulso, sin dejar de estrangularlo, pero suavizando un poco la presión que ejercía.
Ese beso no duro más que unos cuantos instantes, después de que sus labio se separaron, Mello soltó a Near, y este, instintivamente, llevo una de sus manos a su cuello, sabiendo que le había dejado marcas.
Near estaba completamente sorprendido, estaba más sorprendido por aquel beso, que por el echo de que lo ahorco…el se podía esperar todo de Mello, excepto un beso.
Pero aun así, lo que más le sorprendió, fue que en realidad eso no le desagrado, y además de eso, sentía que estaba ligeramente sonrojado,
Mello estaba muy sorprendido por lo que acababa de hacer, pero por alguna razón, deseaba más…
Un gran silencio se apodero de la habitación, Near estaba muy nervioso como para hablar
Sin saber sus razones, Near se la acerco lentamente al rubio, y lo abrazo, escondiendo su cabeza en el pecho del contrario, Mello no tardo mucho en corresponder a ese abrazo, tomando con una mano la estrecha cintura de su pequeño, y con la otra, acariciaba la blanca cabellera. Para sorpresa de Mello, el pequeño albino deshizo el abrazo, y levanto el rostro para poder verle a los ojos
Mello fue acercando sus labios a los de Near, pero se sorprendió al sentir que fue el albino el que corto la poca distancia que los separaba. El beso que Near le dio a Mello fue muy inocente, apenas un roce en los labios, después de un rato así, Mello le separo de el.
Sin darle tiempo a Near de formular alguna pregunta coherente en su cabeza, se le lanzo y lo beso de nuevo, pero ese beso fue diferente al anterior.
Era un beso más exigente, más desesperado, más hambriento.
-Mmm-Near soltó un pequeño gemido, y al entreabrir la boca, Mello aprovecho y metió su lengua en la húmeda cavidad del pequeño, y entrelazo la suya con la de Near.
Al principio, Near no supo responder bien ese beso, pues era la primera vez que Near tenia esa clase de contacto con alguien, pero respondió el beso lo mejor que pudo.
-“Se siente tan calido…”-pensó Mello.
En cierto momento, y sin separar sus labios de los de Mello, Near comenzó a sentir algo molesto en su entrepierna, y dirigió su mano a esta, para después de tocarse, darse cuenta de que tenia una pequeña, pero notable erección.
Ese beso solo se interrumpió por una razón: Mello se desespero y lanzo a Near a la cama, para después posicionarse encima de el…