Estaba sentado en la oficina, aburrido de tanta foto repetida y tanta leche, ser asesor de imagen no era tan divertido desde que solo le contrataban mujeres ricas y viejas, él quería hombres, hombres guapos y esbeltos a los que vestir, y desvestir si es que se dejaban.
Una risita se le escapo y sigió pasando hojas, de pronto una carpeta se empotro contra su mesa sobre el álbum que estaba mirando, una muy furiosa Michi, su compañera de trabajo comenzó a gritar.
- ¡Estoy harta, quédatelo Kano-san, es todo tuyo, te lo regalo, por dios, estúpido mocoso!
El otro la miro alzando una ceja, pero luego abrió casi con miedo el álbum, mirando la primera fotografía, de un chico de cabello rubio y ojos claros, grises o azul tal vez, la cara de fastidio que mostraba en la foto delataba que no tenia los 18 años, o no los aparentaba, sonrió de oreja a oreja, eso era lo que él estaba esperando.
Comenzó a mirar el, al parecer el chico tenía 21 años, cosas que para nada parecía, media 1,70 y era bajito para ser modelo, pero al parecer modelaba ropa para adolescentes asi que no era tan importante. Era ruso o checo al parecer, se llamaba Demetri, suspiro y llamo a su agente para hablar sobre los cambios.
- Si, ¿hola? Soy Kano Hamada... seré el nuevo asesor de Demetri-kun.
- Oh, sí, sí, llámele Demy o le tirara algo a la cabeza.- se rio.- ¿podría pasarse esta tarde por el estudio?
- Claro, ¿A qué hora le va bien?
- En cuanto pueda.
- Esta bien, pues a las 5 estaré allí.
- Me alegro, encantado Kano-san.
Colgó y miro de nuevo la foto principal en la que salía el rubio enfurruñado.
- Perfecto.
Se levanto para ir a almorzar con el resto de sus muy aburridos compañeros y compañeras y media hora antes cogió su coche para dirigirse hacia el estudio indicado en el dosier.
Cuando llego se aflojo un poco la corbata, hacía calor, si no mal recordaba el mismo, en sus mejores años, había modelado en esa agencia, asi que entro gustoso y saludo a todos los que ya conocía, cuando llego al despacho del manager, pico y entro.
- Hola, soy Kano Hamada.
- Oh, Kano-san, pase, pase.
Sentado en una silla con las piernas sobre la mesa estaba el joven rubio con gafas de sol, parecía dormido. El manager se levanto de la silla para tenderle la mano, Kano señalo al chico.
- Sí, bueno, está tomando su “siesta”.
- De eso nada en mis horas de trabajo.
Con la carpeta de su dosier le dio un golpe en la cabeza provocando que el chico se levantara de sopetón mirando a todos lados con las gafas torcidas. Murmuró algunas palabrotas en ruso o algo asi y cuando vio a Kano se quito las gafas.
- Quien coño eres.
Dijo marcando bastante la erre.
- Jovencito, no sé qué coño te piensas que es Japón, no se puede ser famoso aquí si no eres lo suficientemente bueno asi que, te aconsejaría que te estudiaras a la competencia y dejaras de jugar, esto no es el patio de infancia.
- ¡¿Quién coño crees que eres?!
- Tu nuevo asistente y por ende... tu peor pesadilla. Siéntate.
Le indico señalándole la silla, Demy se sentó pero de mala gana refunfuñando, el manager estaba nervioso y se retiro tras invitar a Kano a sentarse junto al chico.
Comenzó a hablarle de la mala calidad de las fotografías y que iba a recomendar otro fotógrafo mejor y que el vestuario era pobre y los colores inadecuados, por una vez Demy parecía compartir las mismas vistas que su asesor de imagen y estaba un poco más atento.
- Por eso creo que esta agencia no es la mejor, siento decirlo, pero por que sea grande no significa que sea buena, yo empecé aquí y no me hizo despegar precisamente.
- ¿Que recomienda usted?
Dijo desganado el chico bajándose las gafas de sol.
- Algo más pequeño pero con más experiencia.
- Haga lo que quiera.
Dijo sin más mirando al frente.
- Este bien, pues nos vamos ahora mismo, quiero sustituir tu dosier de presentación, este no vale para nada.
Dijo tirando la carpeta a la basura y levantándose.
- Despide a tu manager y nos veremos fuera, te espero con el motor en marcha asi que no tardes.
Dijo saliendo sin más por la puerta, camino por los pasillos silenciosamente y luego del edificio, camino hasta su coche y entro en la parte derecha, la del conductor (coche japonés).
Poco después Demy apareció con una bolsa de deporte y su manager gritándole detrás, le ignoro y entro en el coche.
- Do svidaniya...
Sonrió y entro al coche, Kano arranco y se alejo del furioso manager que llamaba de todo a Kano, miro al chico de reojo y sonrió.
- En este mundillo contra mas enemigos mejor...
Se paro en un semáforo y le miro bien e arriba abajo.
- Deberías llevar ropa más apretada, tienes buena figura y eso siempre llama más la atención.
- Ya sé, pero ese estúpido imbécil no me dejaba hacer nada por mi cuenta y mi antigua asesora era fea de mirar, pero tú al menos eres atractivo, ¿Fuiste modelo?
- Algo asi.
- ¿Eras bueno?
- De eso hace mucho. Prefiero que quede en el pasado.
- Comprendo, la cosa no fue bien.
- La juventud no es para siempre.
- Pero usted aun es joven.
- Tengo 30, eso es mucho en este mundo.
- Si sirve de algo no los aparentas.
- Eso dicen.
Arranco de nuevo y en silencio llegaron ante una puerta de un pequeño edificio.
- Es aquí.
- ¿Es esto?
- Confía en mí.
Salió del coche y espero a que el otro hiciera lo mismo para cerrar con seguro a distancia.
- Vamos novato.
Dijo sonriente caminando hacia la puerta, el otro le sigió malhumorado y después de eso los dos entraron, Kano saludo a la recepcionista que sonrojada le dio paso y el otro camino delante del ruso para conducirlo a un camerino.
- Te vas a poner lo que yo te diga y después te maquillaran ligeramente.
Le abrió la puerta y Demy le miro.
- ¿Que vas a hacer tu?
- Preparare un lugar para tus fotografías.
Dijo metiéndole y cerrando la puerta, el camino para poder conseguir una sala como el pidiera, después volvió al camerino, donde Demy esperaba sentado en una silla solo cubierto por un batín.
- Bien, todo arreglado, aquí traigo tu ropa.
Dijo dejándosela en las manos, un pantalón ceñido vaquero de color gris ceniza con toques más oscuros, una camiseta blanca con estampado negro de calaveras y algunos accesorios para muñecas y unas chapas para el cuello, después el chaleco negra de pelo corto y suave.
- Póntelo todo, vamos.
Dijo dando una palmada, busco unas zapatillas para él en un cajón del lugar y saco unas bambas negras.
Demy se quito el batín para comenzar a vestirse, cosa que Kano aprovecho para mirar sus curvas, suspiro y entrecerró los ojos.
- ¿Estás haciendo alguna dieta?
- Si, veras yo...
- Déjala...
- ¿Qué?
- Que la dejes, estas muy flaco, asi no vales, tienes que tomar un poco mas de volumen y ganar algo de musculatura, si no, no podrás usar variedad de ropa.
- Vale...
Dijo poniéndose la camiseta, se miro al espejo con toda la ropa puesta mientras se ponía los complementos.
- Normalmente poso con algo más formal.
- Eso es lo que te va...
- pero pienso que mi figura es perfecta como esta.
- Si lo es si lo que pretendes es llamar la atención de hombres gays que buscan un jovencito al que someter...
La sala se quedo en silencio, incluso la maquilladora miro a Kano, este sonrió mirando a Demy que solo le miraba a través del reflejo del espejo.
- ¿Realmente es eso lo que quieres dar a ver?
- A mí... a mí eso no me importa mientras gane dinero.
- Ya veo, que seas chico que si no te gusta esto puedes ir dejándolo, si no lo disfrutas no sirve de nada que te esfuerces.
Salió y dejo que la maquilladora terminara, después camino a la sala donde se haría la sesión y reviso las cámaras de fotos mientras se quitaba la corbata y la chaqueta. Quedando en su camisa se encendió un cigarro esperando que la maquilladora condujera al otro a la sala.
Cuando lo vio llegar agarro la cámara y le miro.
- Vamos al centro.
- ¿Qué? ¿La sesión la harás tú?
- No me fio de ningún otro fotógrafo mas asi que si, lo hare yo.
Demy suspiro y se coloco en la zona blanca con varios faros de luz, se coloco allí metiendo las manos en los bolsillos, Kano suspiro y se acerco a él sacándole las manos de los bolsillos y dejándolas caer a sus costados.
- No hagas eso, se natural, si mientes en el dosier de presentación no será mostrar lo que tú eres realmente, no se gana nada engañando a los patrocinadores, asi que solo posa como tú quieres posar si no quieres sonreír, no fuerces la sonrisa, pero no seas falso.
Asintió e hizo lo que decía, Kano le revolvió el pelo un poco y se alejo para comenzar a buscar un ángulo.
- Sigue la mirada a la cámara nada más.
Volvió a asentir y a mirar la cámara pero posando naturalmente, Kano comenzó a tomar muchas fotografías desde diferentes ángulos, primeros planos, y otros más alejados, al final del día Demy se soltó un poco más, mostrando algunas otras caras de sí mismo, algo que Kano agradecía dado que necesitaba conocerle a él y a sus intenciones.
- Bien, por es suficiente, ya es muy tarde.
Dijo sacando los carretes de las cámaras y guardándolos en una bolsa de transporte.
Demy suspiro y se sentó en una silla, Kano se acerco y sonrió.
- Buen trabajo, vamos te invito a cenar algo, seguro que tienes hambre.
- La comida japonesa aun no me atrae, asi que prefiero ir a mi casa y comer algo más normal.
- En ese caso te llevo a tu casa.
Dijo dándole una chaqueta y su bolsa.
- Quédate la ropa, es un regalo.
Le guiño un ojo, Demy se puso la chaqueta y sigió a Kano, que lo llevo hasta su coche de nuevo, condujo con las luces ahora dadas y Demy le mira.
- ¿Por qué o te invito yo a ti a cenar a mi casa? Las fotos realmente son buenas, me gustaría agradecerte.
- Como quieras, no me espera nadie en casa.
- ¿No está casado?
Dijo señalando la alianza de su mano, Kano sonrió y negó.
- No, pero estuve prometido una vez, aunque la persona en cuestión murió, cosas de las drogas... estropeo su carrera y su vida por culpa de eso.
- ¿Una modelo?
- No... Un modelo...
Dijo sonriendo aun más pero sin despegar la mirada de la carretera.
- Ya veo.
Sin nada más que decir, Demy guio a Kano a su casa, cuando llegaron y los dos entraron en la casa de este, Kano esperaba desorden, pero estaba relativamente muy ordenado.
- Vaya, te gusta el orden.
- Si, es la única manía que tengo.
Kano se dejo caer en uno de los sofás y se estiro quitándose de nuevo la corbata y la chaqueta.
- Ya veo... aunque por lo visto solo tu casa es un orden, porque tu vida parece desorganizada.
- La verdad es que un poco sí, tengo muchas cosas en la cabeza.- desde la cocina.
Se rio levemente y comenzó a mirar algunas fotografías, era la primera vez que veía al rubio sonreír de verdad y era en una foto en la que salía con algunos amigos.
La tomo y la miro de cerca, parecía un niño en ellas, pero sin duda la cara era la misma, Demy volvió poco después con una gran piza y una botella, dejo la pizza en la mesa, Kano alzo una ceja, eso lo podían haber conseguido en cualquier otro lado, dejo la botella con un leve golpe en la mesa y sonrió de verdad.
- ¡Vodka! Algo de mi tierra para entrar en calor.
Kano se rio y abrió la botella para olerlo, pero como era obvio desde la botella no olía nada.
- Primero es mejor llenar el estomago si no quieres quemártelo.- se rio de nuevo.
Los dos comieron pizza, rieron y bebieron, y mucho realmente, ahora Kano sabia porque un ruso nunca perdería contra alguien a la hora de beber, el vodka era realmente fuerte, pero él estaba acostumbrado al sake caliente y no era muy distinto, asi que solo rieron y se contaron muchas cosas.
- ¡Si, recuerdo que una vez nos quedamos atrapados en un estudio en Moscú y par ano aburrirnos comenzamos a beber y beber y terminamos haciendo un teatro improvisado, jamás me divertí tanto! Kane se rio con él y le dio el último sorbo a su... ya no recordaba cuantos chupitos llevaban.
Demy se reía tanto que a veces tosía lévenme.
- Hacia mucho que no me reía tanto.
- Bueno me alegro de que te sueltes, parecías amargado cuando te vi en el antiguo dosier de presentación.
- Si bueno, no estaba contento con venir a Japón, pero mis padres insistieron en que me vendría bien independizarme lejos de casa.
- Muy lejos de casa.
- Si, mucho, lo echo de menos.
Estaban sentados el uno al lado del otro, Demy le miro y toco la alianza de Kano.
- ¿Me lo cuentas?
- Bueno... la verdad es que no recuerdo muy bien cuando nos conocimos, pero yo le quería mucho y... cuando se engancho a la cocaína, pensé que con el tiempo podría dejarlo... el día que me llamaron diciéndome que estaba en coma... supe que había sido un estúpido por pensar que no necesitaba mi ayuda.
Se rio amargamente y se quito la alianza mirándola.
- Íbamos a hacer un trabajo conjunto en América... quería que nos casáramos cuando estuviéramos allí... pero no hubo tiempo.
- Lo siento de veras.
Dijo aun colorado por el alcohol, pero luego sonrió y le acaricio el cabello.
- A pesar de tu edad eres muy joven, seguro que encuentras a otra persona a la que quieras tanto como a él.
- No sé, desde que paso no he vuelto a estar con nadie.
- ¿Desde cuándo?
- Cuando él murió yo tenía unos.... 25 años creo.
- ¡Llevas 5 años sin un solo polvo!
Dijo casi saltando del sofá. Kano le miro y alzo una ceja.
- SI, bueno no sé, tampoco tenía muchas ganas de acostarme con el primero que se me insinúa, no soy de esos.
- A no, esto no va a quedar asi.
Se levanto y se sentó en sus rodillas a horcajadas mirándole con los brazos cruzados.
- No vio a permitir que alguien con tan poca vida sexual y amargado me dirija, asique hagamos un trato... si yo me acuesto contigo y tu conmigo, nos hacemos un bonito favor el uno al otro, no quiero nada después o algo asi... pero en serio tío...
- ¿Qué ices? Anda, bájate de ahí.
- No, si no lo hacemos aquí y ahora... me vuelvo a casa y lo dejo todo.
- ¡No puedes hacer eso, puedes ser un gran modelo!
- Pues acepta el trato.
- Vale, vale, pero no lo dejes.
Dijo mirándole a los ojos. El otro solo sonrió de oreja a oreja levantándose y agarrándole de la mano lo condujo a su cuarto.
- Bien, bien... espero que mañana recuerdes el trato no vaya a ser que el alcohol te haga olvidar.
- Si asi fuera seria alcohólico.
Demy lo metió en la habitación sin dar la luz y lo empujo hasta tumbarlo en la cama, se volvió a poner a horcajadas sobre el acercándose a su rostro.
- Kano-san... ¿es usted activo o pasivo?
- Lo que mejor te vaya, me da igual.
- Bueno, soy un hombre que aparenta querer que un hombre lo domine, ¿no dijo usted eso?
- Bueno si...
- Pues eso es lo que hacía falta aclarar.
Se acerco del todo a sus labios besándolo intensamente, Kano cerró los ojos y llevo las manos a su cabello, atrayéndolo a él y acariciándole la nuca, Demy comenzó a desabotonar con sus manos la camisa de Kano y a quitársela.
Kano se lo hizo más fácil incorporándose levemente peor sin separar sus labios, le quito a Demy la camiseta blanca y luego llevo las manos a sus pantalones desabrochándoselos. Demy lo empujo de nuevo sobre la cama mientras le miraba en la oscuridad quitándole el cinturón de los pantalones y tirándolo lejos.
Sonrió y le quito el botón del pantalón mientras se relamía, Kano le miraba, serio pero excitado, solo el sentir el leve roce de sus dedos a la hora de desabrocharle el pantalón lo excitaba.
Demy se lo bajo un poco, el resto se lo quito Kano, el ruso se quito también los suyos, los dos en ropa interior se acerco a sus labios.
- Debiste ser un modelo muy cotizado.
- Bueno, tuve un tiempo de auge en mi carrera.
Sonrió y volvió a besar sus labios, Demy se sentó sobre la entrepierna de Kano comenzando a mecerse levemente, algo que hizo suspirar al moreno lánguidamente.
Demy dejo sus labios para respirar mientras el mismo se estremecía y después coló una mano por el elástico del bóxer de Kano, le miro a los ojos y sonrió travieso.
- A ver que tenemos aquí... oh, oh... vaya, había oído cosas acerca de los asiáticos, pero esto se sale de la media no es asi.
Se rio levemente y jadeo suavemente colando ambas manos por la parte trasera del bóxer de Demy.
- Y tu eres bajito para ser ruso...
- Oye, no te metas con mi estatura.
Los dos se rieron antes de volver a fundirse en un húmedo y apasionado beso, poco después la ropa interior voló por completo, ambos se acariciaban sensualmente ya bastante excitados, Kano se incorporo sentándose en la cama con Demy sobre sus piernas y le miro a los ojos.
- ¿Preparado?
El otro solo asintió apoyándose en su hombro, asi que Kano comenzó a meter un dedo en su entrada, arrancándole al otro suspiros quedos y lo que parecían casi ronroneos, los sentía contra su cuello, sonrió y comenzó a moverlo en su interior.
Poco después se le unieron un segundo y tercero que harían espacio para lo que venía después. Cuando lo noto lo suficientemente estirado y predispuesto, saco los dedos y agarro su erección masajeándola un poco.
- ¿Preparado de nuevo?
- Esa pregunta se repita, solo hazlo.
Dijo contra su cuelo dándole leves besos, Kano volvió a sonreír y se preparo para empezar a empujarse en su interior, Demy gimió contra su oído sensualmente mientras también se movía contra él.
Kano le agarro las caderas empujándolas contra su entrepierna, cuando estuvo dentro por completo se movió lentamente al compas de los gemidos de él, que empezaron a aumentar a medida que mecía sus caderas de forma más rítmica.
Pronto los dos jadeaban en labios del otro y sudaban copiosamente mientras que Demy se movía sobre la erección de Kano y este masturbaba la del ruso rápidamente.
- No usamos protección.- dijo Kano.
El otro le miro y negó levemente sin poder hablar. Kano lo tomo como un permiso para hacer lo que quería desde que empezaran con todo eso. Agarro a Demy y lo puso de espaldas al colchón, para comenzar a embestirlo fuerte y profundamente al borde de su orgasmo, también aumento el ritmo de la mano sobre el miembro de este.
Demy gimió fuertemente agarrándose del cuello de Kano y en pocos segundos se corrió en su mano apretándose contra él y jadeando contra su oído, Kano solo pudo moverse un par de veces más antes de sucumbir sobre el también por culpa de su fuerte orgasmo, que le hizo temblar levemente unos segundos.
Los dos jadeantes e miraron, pronto se rieron y se dieron un leve beso, Kano le miro.
- Ha sido muy bueno.
- Si, el mejor en años.- se rio el retirándole el pelo de la cara.- No estaría mal repetirlo alguna que otra vez.
Kano salió de su interior con cuidado y se tumbo sobre él, apoyándose en su pecho.
- Si, suena tentador.
Los dos rieron de nuevo, Demy suspiro.
- Es mejor que te quedes a dormir aquí, es tarde, estás ebrio y encima extenuado, vamos, ¿qué me dices?
- La verdad es que vivo a cinco minutos a pie de aquí... pero si, no quiero moverme de donde estoy.
- Me alegro.
Cerró los ojos y suspiro apoyando la mejilla contra el cabello de Kano. Este murmura antes de que todo quedara en silencio.
- Serás el mejor modelo del mundo... si dejas que te ayude.
Demy solo sonrió asintiendo y todo quedo en silencio. Los dos se quedaron dormidos, el uno abrazado al otro.