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San Valentín Friki. por akisuki

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Notas del fanfic:

Inspirado en los personajes de Noche Friki, no es necesario haberla leído para entender esta, pero si gustan darse una vuelta por la primera y leerla también me alegrarían el día y de paso se echan unas risas.

Notas del capitulo:

Un agradecimiento especial a Linz por haberme escuchado divagar sobre estos personajes y también por estar presente en el detrás de escenas, a Lady Henry por haberlo corregido y por animarme a seguir escribiendo con mejor ortografía cada vez.

Mark ya llevaba varios siglos siento un inmortal.

No se consideraba a sí mismo un anciano pero tampoco un novato, había vivido su buena dosis de aventuras y excentricidades, su maestro le había enseñado muchas cosas, desde cómo sobrevivir hasta cómo luchar tanto con los de su propia especie como contra sus enemigos declarados: los licántropos.

Había viajado por el mundo y conocido toda clase de lugares, se había adoptado con el paso de los años a los avances y modas cambiantes, cosa que no muchos vampiros lograban. Se sentía orgulloso de su supervivencia, de sus modales, y de la vida que llevaba.

Si bien  había varios puntos en su actual situación que le gustaría cambiar, y dos de ellos se encontraban frente a él.

r13;Es que tienes que ayudarmer13; suplicó Alberto mientras se estiraba sobre la mesa y tironeaba de su manga como si de un niño pequeño se tratase.

r13;No, no tengo que hacerlor13; respondió Mark mientras se preguntaba como había caído tan bajo.

Desde hace poco más de tres meses  habían llegado a una tregua cuando Mario, el novio de Alberto, había puesto un alto a la paranoia de su novio y junto con  Mark acordaron que este dejaría en paz al vampiro siempre que no comenzara a desaparecer gente del vecindario, Mark había aceptado puesto que la única persona que quería desaparecer era a su acosador personal.

 Alberto se había enfurecido, había hecho berrinche declarando que Mark era su nuevo rival por el afecto de su novio, claro que el drama le duró hasta que encontró otra nueva obsesión, aun así seguía declarando al vampiro su rival, pero   de alguna manera se había convertido en una extraña amistad

Dex los miraba cómo si se tratara de un partido de tenis, debía admitir que en sí, la cuestión le interesaba pero no iba a reconocerlo. Alberto comenzaba a simpatizarle, aun así había ocasiones en las que sentía ganas de estrangularlo, sobre todo cuando lo llamaba acosador.

Pero dejando de lado esos pequeños roces, le caía bien y debía admitir que compartía su entusiasmo en ciertas cosas, pero su novio era otro tema,  simple y sencillamente porque envidiaba la compatibilidad que tenía con el vampiro, ambos pasaban horas hablando y con una sola mirada podían callarlos tanto a Mario, como a él mismo.

r13;¡Por favor!r13; rogo de nuevo Alberto sacando a Dex de sus pensamientos

r13;Mario, es TU novior13; rugió el vampiro al borde de su pacienciar13; TÚ deberías saber qué quiere por San Valentín.

r13;Si lo supiera no te estaría preguntandor13; respondió Alberto incorporándose de la mesa, disimuladamente Dex aparto todos los objetos del alcance del adolescente, ya antes había presenciado los ataques de histeria de Alberto.

r13;¡No voy a invadir la mente a Mario para que tú puedas elegirle un regalo!r13; declaró Mark mientras se cruzaba de brazos de manera dramática.

r13;No te pido que la invadas, solo que la leasr13; aclaró Albertor13; además sería más para él que para mí, y sé que tú si quieres tener un gesto noble hacía el.

Dex notó como Mark se quedaba mirando a Alberto de manera intensa, como si estuviera pensando en sus palabras y evaluara la situación, suspiró, sabía que lo que en realidad hacía era…

r13;¡ME ESTÁS LEYENDO EL PENSAMIENTO!r13; gritó Alberto mientras se llevaba ambas manos a la cabeza y retrocedía con un gesto teatral.

Mark frunció el ceño enojado.

r13; ¿Entonces es eso? ¿Quieres redimirte por el fiasco de regalo que le diste en navidad? ¿Y todavía dices que lo haces por él?

El rostro de Alberto se cubrió de un suave rubor, lo habían descubierto, pero aún no se sentía vencido.

r13;Técnicamente es TU culpar13; dijo y antes de que preguntara agregó señalando a Dexr13; Él me dijo que le comprara eso de regalo y él es tu responsabilidad, así que es tu culpar13; señalo a Mark de manera triunfante, el vampiro no entendía cuál era la lógica del adolescente para llegar a semejante conclusión.

r13;Yo te dije que te pusieras en su lugar y pensaras qué le gustaríar13; dijo Dex en su defensar13; no que literalmente, te comparas algo que te gustara a ti.

Alberto lo miró ofendido.

r13; Era algo que pensé que le gustaría.

r13;Le regalaste un boxset edición especial con las películas de Star Warsr13; respondió Dex, mientras era ahora Mark quien los miraba como estuvieran en un partido de tenisr13; ¡Y a él no le gusta Star Wars! ¡Es imposible que yo lo supiera, y tu siendo su novio, no!

Alberto lo ignoró y se giró hacía Mark.

r13;¡Por eso debes ayudarme!r13;suplicó de nuevor13; Soy pésimo escogiendo regalos, pero tú puedes ayudarme con tus poderes vampíricos.

Mark rodó los ojos, iba a llevarle buen tiempo convencerlo de que no iba a ayudarlo de esa manera.

 

­Ajeno al ajetreo que causaba su novio, Mario se encontraba mirando una de las tiendas en el centro comercial, casi siempre olvidaba que en febrero se llevaba a cabo la celebración del día del amor  y la amistad.

No podía decir que odiase la fiesta, pero los colores blanco, rosa y rojo nunca habían sido de sus favoritos y resultaba fastidioso verlos tanto, aunque seguramente si no fuera porque esos colores cubrían las tiendas, nunca se hubiera dado por enterado de que se acercaba San Valentín.

La primera palabra que vino a su mente fue: chocolates.

Esa era una de las razones por las que no odiaba tanto esa celebración, todos los años sus amigas, y en ocasiones, uno que otro amigo, le regalaban chocolates o algún otro dulce. Cosa que no disminuyó a pesar de su noviazgo con Alberto.

Mario se preguntó si debía comprar algo para Alberto, quizá una caja de chocolates o alguna otra golosina, en los últimos años, siempre dudaba si regalarle algo o no, tenía miedo de caer en la cursilería de la fecha, pero días antes terminaba haciéndole un regalo pensando que al final de cuentas era el día del amor.

Ese año no había sido la excepción y se encontraba pensando si regalarle algo o no.

Por un momento pensó en regalarle de esos chocolates rellenos de cereza que tanto detestaba en venganza por el regalo que le había dado por navidad.

Aunque la guerra de las galaxias nunca había sido de su agrado aceptó  el regalo y siempre tenía lista una excusa para impedir que Alberto viera alguna de las películas que supuestamente habían sido un regalo para él.

Mario bufó mientras seguía caminado por el centro comercial, quizá, sería hora  de que se desquitara del regalo navideño de Alberto.

Tenía que haber una manera de trolear a su novio en esta celebración.

 

 

r13;¿San Valentín?r13; murmuro Dex luego de que Alberto se hubiera marchado tras la negativa de Mark por ayudarle, también después de gritarle unas cuantas cosas al vampiro, al menos ahora no había roto nada.

Miró a Mark, este se encontraba de mal humor tras discutir con Alberto, nunca le había dado importancia a la celebración pero al ver el empeño que Alberto ponía para buscar un buen regalo para Mario, se preguntó si no debía el también hacer lo mismo.

r13;Nor13; dijo abruptamente el vampiro sin mirarlo.

r13;¿Eh?r13; preguntó Dex en un intento por ocultar sus pensamientos, dudaba que Mark supiera lo que pensaba pero no estaba de más disimular.

r13;Eso del catorce de febrero es una celebración estúpida, solo publicidadr13; comentó el vampiro con aire indiferente.

r13;¿No dijiste algo similar de la navidad?r13; recordó Dex y luego agregór13; Comienzo a creer que eres un tanto amargado.

r13;Solo digo que hay mejores maneras de demostrar amor que regalando chocolates y osos de peluches.

r13;No es como si tú pudieras recibirlos de todas manerasr13; contraatacó Dex.

r13;¿Qué insinúas?r13; preguntó ofendido Mark.

r13;Que no comes chocolates y no te imagino recibiendo un oso de peluche que sostenga un corazón que diga “Te amo”r13;  aclaró de manera inmediata Dex, deseó haberse guardado el comentario, hacía mucho que no tenían una pelea.

r13;Mi capacidad para recibir regalos no tiene nada que ver con mi opinión de la celebraciónr13; el vampiro se cruzó de brazos sin abandonar su gesto de indignado.

Hubo algo en la manera de hablar de Mark que hizo sospechar a Dex de cuál era realmente el problema que tenía con la fecha, pero no podía ser… ¿O sí?

r13;¿Nunca te han regalado algo por San Valentín?r13; preguntó con incredulidad Dex.

r13;¡SOY UN VAMPIRO!r13; gritó Markr13; ¡No necesito de eso!r13; y abandonó la habitación y posteriormente la casa dando un portazo al salir por la puerta principal.

r13;Creo que eso fue un “no”r13; se respondió Dex mientras se acercaba a la puerta rogando porque  no se hubiera agrietado gracias a la fuerza del vampiro.

 

 

r13;Necesito trolear a mi novior13; declaró Mario de manera contundente.

r13;¿Necesitas qué?r13; preguntó Mark mirándolo confundido, había expresiones modernas que aún se le escapaban.

Aunque tenía varias ideas con las que podía torturar a Alberto, la mayoría también serían   tortura para él, tras estar cerca de dos días pensando qué podía hacer, Mario se había rendido  y ahora se encontraba pidiendo consejo, y dando una breve explicación de la expresión trolear.

Mark por su parte seguía sin entender a esos dos, aun así ¿quién podía resistirse a la oportunidad de fastidiar un poco a Alberto?, a pesar de su entusiasmo, su falta de experiencia en el tema tampoco le hacía ser un consejero muy fiable.

r13;Está bienr13; dijo el vampiro mostrando la mayor disposición del mundor13; ¿alguna idea?

r13;Sí, pero  las buenas serían una tortura para mí tambiénr13; respondió Mario un poco deprimido.

r13;¿Algo que odie en especial?r13; preguntó de nuevo Mark, comenzaba a tener hambre y cuando eso pasaba, se ponía de mal humor.

Mario lo pensó durante un momento.

r13;Las telenovelas, las novelas románticas, Crepúsculo, el reggaetón r13; comenzó a enumerar Mario.

r13;¿Crepúsculo?

r13;Ya sabes, la novela sobre un hada que vive en el bosquer13; explicó con voz sería Mario, Mark frunció el seño al oír eso.

r13;Creo que no va de esor13; el vampiro en realidad no estaba seguro, pero podía jurar que había escuchado a Dex mencionar antes algo sobre crepúsculo, aunque ahora que lo pensaba, no era nada bueno.

r13;Brilla, vive en el bosque, anda entre los árboles, es un hada. – Declaró el adolescente sin mucho ánimo.

r13;Podrías usar esor13; comentó Mark pensativo sin poner atención al parloteo de su acompañante.

Mario lo miró confundidor13; ¿Lo de andar por los arboles?r13; preguntó incrédulo mientras pensaba rápidamente si había pasado por alto alguna idea de espionaje.

r13;Dudo que tengas  condición física para esor13; respondió el vampiro mirando de arriba abajo a Mario, quizá para correr tuviera posibilidades pero para brincar, lo dudabar13; Yo decía lo de crepúsculo, si lo odia tanto…

r13;Bueno sí, pero…

r13;¿Pero qué?r13; preguntó el vampiro ante la indecisión de Mario.

r13;En realidad no sé cómo usarlo, si te estoy sincero, nunca he abierto alguno de los libros o mirado alguna de las películas.

La primera vez que Mario había sabido de la existencia de un libro llamado crepúsculo, fue gracias a Alberto, que llegó un día maldiciendo un libro cuya autora había sido  comparada con Anne Rice, por ese motivo Alberto había decidido darle una oportunidad, pero nunca terminó el primer libro.

El que Alberto mostrara una repulsión natural hacía el libro fue excusa suficiente para que Mario nunca se molestara si quiera en hojearlo, de todas maneras no había hecho falta, su novio le había dado un resumen por detallado de la mitad que había leído.

Y eso fue antes de que el libro cobrara tanta popularidad.

Cuando miles comenzaron a aclamar la saga, Alberto considero que quizá sus conclusiones habían sido apresuradas, tal vez, la cosa se ponía interesante después de la mitad, por eso terminó el primer libro, empezó el segundo, y estuvo de un humor de perros durante un mes por el dinero que había perdido, al ver esta reacción Mario supo que hacía bien en mantenerse lejos de  Meyer.

Aun así eso no le salvo de escuchar a detalle las quejas de Alberto  sobre los libros, así como sus respectivos resúmenes.

r13;Pues deberás averiguarlor13; declaró Mark antes de comenzar a Alejarse de Mario, el adolescente lo miró mientras se marchaba, cuando este se convirtió en  una figura lejana… Se percató de que el vampiro no pensaba regresar.

 

Mario lo pensó durante la noche, y a la mañana siguiente ya había tomado una decisión, sin duda, usar crepúsculo para desquitarse con Alberto era una buena idea, solo debía averiguar cómo y tenía que realizar una pequeña investigación para decidirlo.

Lo primero sería saber de qué iba la saga, por eso,  tendría que leer el libro.

r13;Karl, necesito un favorr13; dijo Mario durante una hora libre.

r13;¿Qué necesitas?r13; preguntó este mientras copiaba la tarea de matemáticas de Mario.

r13;Yo…r13; Mario estaba encontrando aquello más complicado de lo que esperaba.r13; “Vamos, solo pídele prestado el libro”, se dijo mentalmente.

Karl siguió escribiendo sin detenerse mientras Mario continuaba teniendo una discusión mental consigo mismo.

r13;“Vamos, solo es prestado, ¿Y si me pregunta para qué?, siempre he dicho que odio la saga, puedo decir que es para documentación, pero  ¿de qué? ¿Y si se lo comenta a alguien?... Puedo pedirle que mantenga el secreto, pero si alguien llegara a saberlo… ¡Mi reputación!”

Karl alzó la vista y fijo sus ojos en Marior13; ¿Qué pasa?

Mario lo miró fijamente antes de bajar la mirada al suelo, dar media vuelta y alejarse.

 

Al salir de la escuela, Mario ya tenía otro plan, como no había podido pedirlo prestado, tendría que comprarlo.

Por eso fue a la librería decidido a comprarlo, aunque se sintió un poco cohibido al ver que los cuatro libros de la saga estaban apilados para su exposición  de tal manera que parecía una especie de altar.

Mario los contempló sin decidirse a tomar alguno.

r13;“Por ese precio bien podría comprarme algo que  valiera la pena”r13; pensó algo molesto,  le estaba resultando más difícil de lo que pensaba, además, el tiempo se le iba a acabar si seguía así.

r13;“Solo tómalo y vete, pueden creer que es para un regalo o algo, nadie te conoce, no tienen por qué asumir que es para ti”r13; pensó Mario mientras alzaba una mano y se acercaba lentamente para tomar uno de los libros expuestosr13; “Hazlo por Alberto, por amor, por la oportunidad de… ¡Mierda es Vanesa!”

Sin pensárselo dos veces Mario prácticamente se lanzó hacía uno de los pasillos para quedar oculto de su compañera de clases.

 Uno de los dependientes lo había visto,  por un momento había creído que  se había tropezado pero por la manera en la que el chico se movía hasta quedar tras el estante de novelas románticas,  parecía que se escondía de alguien. El dependiente negó la cabeza, no le pagaban lo suficiente para tratar con esa clase de gente.

Lentamente Mario comenzó a incorporarse rogando que Vanesa se hubiera marchado, no quería encontrarse con alguien conocido…

r13;¿Mario?r13; El adolescente maldijo.

r13;“Estúpidas leyes de Murphy”r13;  Mario sonrió de manera tranquilar13;. Hola Vanesa.

La chica le sonrió antes de preguntarle entusiasmada r13; ¿te gustan las novelas de amor?

r13;No, estoy buscando un regalo para mi novio.r13; Dijo sintiendo la necesidad de recordarle a la chica que era gay y que tenía pareja.

r13;¿En serio?, Alberto no parece la clase de persona que le gusten esta clase de librosr13; señaló la chica de manera perspicaz.

r13;Nunca dije que fuera un buen regalo.

Mario abandonó la librería sin el libro, con un dolor en el brazo a causa de la caída y con sensación de derrota, pero aún había una opción a la que podía recurrir antes de darse por vencido.

 

Dex había pensado bastante en la reacción del vampiro ante la mención de San Valentín, sobre todo porque cada vez que  mencionaba la fecha, Mark se ponía mas arisco que de costumbre, Dex estaba seguro de que era una defensa contra la celebración.

Así que en honor a la celebración que se aproximaba, esa noche cuando Mark se había despertado y alimentado, Dex de alguna manera, consiguió arrastrarlo hasta el videoclub más cercano a su casa, con la esperanza de que alguna comedia romántica ayudara a quitarle el mal sabor de boca que tenía en cuanto al 14 de febrero, eso o mínimo lo distrajera un poco.

La verdad, no estaba muy seguro de que fuera a funcionar, pero algo debía intentar, además ver una película de ese tipo con Mark era algo que siempre había querido hacer y debía aprovechar que el vampiro no le había puesto tantas quejas como de costumbre.

Así que mientras miraban los estantes de películas, Dex hacía todo lo posible por elegir algo que le gustara a Mark y también por ignorar las miradas nada discretas que las chicas le dirigían a su acompañante.

Por su parte Mark miraba el amplio catálogo de películas expuesto en los estantes sin percatarse de nada,  vaya que se había desconectado del séptimo arte, no conocía la mayoría de los títulos.

r13;¿Te llama la atención algo?r13; preguntó tímidamente Dex mientras se acercaba, no esperaba que Mark diera señas de interés por las películas, aparte quería dejarle claro a un par de chicas  que se encontraban a unos pasos de ellos, que Mark estaba con él  ¡más les valía no acercarse!

Mark lo pensó un momento, iba a responder cuando se dio cuenta de una presencia familiar, se giro hacia la izquierda y miró detrás de Dex, este parpadeo varias veces antes de volverse hacia donde miraba el vampiro para encontrarse con la figura de Mario que parecía tan atónito como ellos de encontrarse con ellos en ese lugar.

Se hizo un incómodo silencio.

r13;¿Rentando películas?r13; Mario se maldijo al soltar aquella idiotez, ¿a qué otra cosa irían a un videoclub?, los nervios lo traicionaban.

r13;Sír13; respondió Dex automáticamente, tenía que deshacerse de Mario cuanto antes, no iban a joderle la noche con Markr13;. Tú por lo visto ya encontraste algo r13; señaló al ver que sostenía una película.

Mario intentó ocultar la potada de la película que sostenía, aquello ya era demasiado humillante.

r13;Ah… sí, creor13; respondió el adolescente mientras un rubor cubría sus mejillas, aquella reacción atrajo de manera inmediata la atención de Mark.

r13;¿Qué película llevas?r13; preguntó el vampiro con curiosidad, Dex fulminó a Mario con la mirada aunque este ni cuenta se dio, estaba más ocupado tratando de inventarse una excusa sobre la película.

r13;Es que estuve pensando en lo que habíamos hablado antesr13;  respondió Mario jugando con la película en sus manos, aquello atrajo la atención de Dex r13; pero no pude conseguir el libro, y por eso pensé que lo mejor sería ver a películar13; repentinamente miró a Mark con ojos llorosos y una expresión de súplica que hizo que el vampiro automáticamente lo relacionara con un cachorritor13;. Pero llevo media hora dando vuelta y no me atrevo a rentar la película, me da vergüenzar13; se lamentó como si de un niño pequeño se tratase.

Cuando Mark se ofreció a rentarla por él, Dex sintió ganas de darse contra uno de los estantes, o en todo caso a darle a Mario.

Dex estuvo a punto de reclamarle a Mario pero se percató que una de las chicas que atendía el mostrador coqueteaba con Mark y este parecía seguirle la corriente, decidió intervenir y de paso desquitar su frustración con alguien.

Cuando se acercó lo suficiente Dex pudo escuchar como la chica del mostrador interrogaba a Mark y lanzaba algunos comentarios  ante las respuestas de este.

r13;Pues no, no he mirado esta películar13; iba diciendo Mark mientras le sonreía a la chica, que a su vez le sonreía tambiénr13; .No me va mucho eso de los vampirosr13;  Dex tuvo que morderse el labio para no reír ante aquello.

r13;Después de ver esa película, veras a los vampiros de otra manerar13; respondió la joven aunque por la manera de decirlo aquello sonaba a una invitación y mientras Dex se acomodaba al lado de Mark no pudo evitar pensar que tenía razón, pero no de manera positiva.

Dex  sonrió amablemente a la chica, que no pudo evitar mirarlo seriamente por ser tan inoportuno.

r13;Vamos, una pregunta y me irér13; dijo Dex, Mark lo miró, lo conocía lo suficiente como para saber cuando estaba irritado aunque su tono de voz no lo delatarar13; .Si te encontraras con un vampiro como el de crepúsculo ¿qué harías?

Mark parpadeó ante la pregunta y la chica lo miró confundida, ¿se estaba burlando de ella?, por su parte Dex esperaba pacientemente una respuesta.

r13;¿Es una broma?r13; preguntó algo ofendida la muchacha mientras automáticamente comenzaba a hacer los trámites para la renta del video.

r13;No, es en serio.

r13;Pues yo… no sér13;  respondió tras una pausa la chica, ok sí, sabía,  pero no iba a revelar sus fantasías ante un par de desconocidos y menos cuando intentaba ligarse a uno.

r13;Yo sí lo sér13;  dijo alegremente Dex mientras tomaba el video en sus manos una vez el tramite estuvo finalizador13;  lo mantendría alejado de descerebradas como tú, que en esta historia no hay ninguno lobo, pero si te metes con élr13; señaló a Mark, que se limitaba a mirarlor13; te despedazaré como si fuera uno.

Dex tomó la película y el brazo de Mark –. Muchas graciasr13; y se alejó del mostrador dejando a la chica atónita.

Mario que había permanecido a una distancia  prudente del mostrador los vio acercarse a él, no entendía el gesto enfadado de Dex.

r13;Toma tu maldita películar13; gruñó  tendiéndole el estuche antes de dirigirse a la salida.

Cuando estuvo a una distancia razonable, Mario habló.

r13;¿Qué fue lo que paso?r13; preguntó.

r13;Me jodió una  cenar13; respondió Mark  analizando lo que había pasado.

r13;¿Eh?

Mark lo miró r13; Dex y Alberto son igual de posesivosr13; declaró como si se tratara de un gran descubrimiento.

Mario prefirió no comentar que ya sabía aquello.

 

Una hora después los tres se encontraban cómodamente sentados frente a una pantalla plana en la sala de Mark, que sostenía un bol lleno de palomitas de maíz mientras Dex y Mario, sentados cada uno al lado del vampiro, daban buena cuenta de él.

 Miraban atentamente la pantalla, de vez en cuando los adolescentes hacían algunas preguntas, que para irritación del vampiro se veía forzado a responder.

r13;¿Hueles a tus víctimas?r13; preguntó Mario.

r13;Ni que fuera perro…

Dex permanecía en silencio, aquella velada no estaba resultando como el había planeado, aunque las preguntas eran una buena manera de molestar un poco a Mark y olvidar que tenía que compartirlo con Mario.

r13;Creo que la única manera en que brillarías de esa manera es si te pego brillantina en la piel mientras duermesr13; comentó Dex durante una de las escenas de la película.

r13;Ni se te vaya a ocurrirr13; respondió Mark temiendo que cumpliera su amenaza.

r13;¿Por qué estamos viendo esto?r13; preguntó Dex mientras tomaba un puñado de palomitas de maíz y se la llevaba a la boca.

r13;Investigaciónr13; contestó Mario sin intención de dar más detalles, capaz que Dex le iba con el chisme a su novio.

r13;¿Qué investigas?r13; atacó de nuevo, Mark sintió tentación de ponerle pausa a la película y centrarse en el espectáculo que tendría en vivo.r13;“Lucha de titanes”r13; pensó el vampiro.

r13;Sobre relacionesr13; respondió Mario.

r13;Si quieres joder tu relación con Alberto, ponte meloso y cursi como la tipa esta, seguro no te aguanta ni una semana.

r13;¿Así como tú te pusiste con Mark?r13; remató el adolescente.

r13;¡¿Es que nunca me dejarán olvidarlo?!r13;  Dex se llevó las manos a la cintura pero como seguía sentado al lado de Mark, no tenía el impacto deseado.

r13;Nor13; Respondieron Mark y Mario al unísono mientras seguían mirando la película, aumentando la indignación de Dex.

 

Horas antes ese mismo día…

Mientras Mario se dirigía a la librería, Alberto recién llegaba a su casa, ese día tenía pensado hacer un recorrido por las tiendas de la ciudad o ir al centro comercial para buscar un regalo adecuado para Mario, aún no tenía  idea de qué darle pero seguramente mirando cosas daría con algo apropiado.

Por tanto dejó  la mochila en su habitación y tomó algo del dinero que tenía  guardado,  mientras bajaba por las escaleras para salir de  casa, se imaginó a sí mismo caminando por las tiendas, casi siempre iba acompañado por su novio, ahora se daba cuenta que no le apetecía en lo más mínimo ir solo.

Sin pensarlo mucho se dirigió a la casa de al lado y entró como si fuera la suya.

r13;¡Dex necesito que me acompañes  de compras!r13; gritó acercándose a las escaleras.

r13;¡Yo necesito que aprendas a usar el timbre!r13; respondió Dex desde arriba,  lo hizo más por costumbre que por la esperanza de que el adolescente le hiciera caso. Momentos después bajo  para encontrarse con Alberto, quien mientras lo esperaba, se tomaba la libertad de buscar comida en la cocina.

r13;Tú no conoces la vergüenzar13; señalo Dex mientras miraba a Alberto que tranquilamente revisaba la alacena.

Alberto  ignoró el comentario mientras  seguía revolviendo la alacena. r13;¿Vamos de compras?r13; Aunque era pregunta, el tono sonaba a orden.

Dex accedió, de todas maneras, hasta que anocheciera no tenía nada mejor que hacer, quizá debería conseguir un trabajo o algún pasatiempo. Además podía aprovechar para buscar algo para Mark también, parecía una buena idea.

Una hora después ya se estaba arrepintiendo de haber aceptado acompañar a Alberto, el adolescente le había llevado a tiendas a las que nunca había entrado, y se pasaba un tiempo exagerado meditando sobre la mercancía y su precio.

r13;Estamos buscando un regalo para Mario ¿verdad?r13; preguntó Dex mientras Alberto tenía la mirada fija en el estante frente a ellos, a saber qué estaba buscando.

r13;Claro, la última vez vine solo y compré algo completamente inapropiador13; respondió Alberto mientras pasaba su mirada lentamente por cada estante.

r13;Mmm entiendor13; Dex razonó un poco la respuestar13; y todo lo que hemos visto ha sido para él ¿verdad?

r13;Sí, estoy casi seguro de que aquí encontraremos algo que le guste. ¡Este es el video juego que quería!r13;  Exclamó emocionado Alberto mientras tomaba el videojuegor13; ¡y está en oferta!r13; dicho esto se dirigió a la caja a pagarlo.

Dex lo miró irse, algo fallaba ahí…

 

Varias tiendas después, ambos descansaban de sus compras y aprovechaban para comer, cortesía –forzadar13; de Alberto.

r13;Comienzo a entender por qué estás en esta situación.r13; Comentó Dex  mientras daba cuenta de la comida china que había pedido, por su parte, Alberto había optado por una hamburguesa con papas a la francesa.r13; Eres un egoístar13; y acto seguido señaló las bolsas que se encontraban junto a Alberto.

Ninguna de las cosas que había allí era para Mario.

r13;Tú no te quedas atrásr13; respondió el adolescente mientras ponía catsup a las papas, y señalaba la enorme bolsa a los pies de Dex, él tampoco había comprado nada para el vampiro.

Ambos suspiraron  derrotados, necesitaban ayuda.

r13;En momentos como estos, cuando la adversidad se presenta ante nosotros y pareciera que no hay esperanza, solo existe alguien a quien llamar, alguien dispuesto a ayudar y brindar apoyo incondicionalr13;  dijo Alberto solemnemente, Dex lo miró y guardo silencio, no podía acostumbrarse a esos ataques de dramatismo que solía tener, pero tampoco tenía el don de Mark para interrumpirlo y cortarle la inspiración, así que se limitaba a permanecer en silencio hasta que el adolescente terminara.r13; Alguien que nos guiará hacia el éxito y nos hará resolver nuestros problemas.r13; Sin más saco su teléfono celular.

r13;¿A quién llamas?r13; preguntó  Dex cuando estuvo seguro de que el discurso terminó.

r13;A mi mamá.

 

La madre de Alberto, esa mujer era efectivamente, la madre de Alberto…

Dex notó que tenían el mismo color de ojos y la misma nariz, pero esos aspectos no eran en lo que más se parecían.

r13;Ahora imagina a Mario con esta camisa, el color y el estilo le favorecen de manera increíble, y la tela tiene una enorme resistencia, y es fácil de lavar.r13;  Aunque no lo había mencionado, Dex estuvo seguro, por la manera en  que la mujer parloteaba, de que debía ser  vendedora, -bastante talentosa por cierto- además tenía el mismo entusiasmo que mostraba su hijo y parecía encantada con ayudar a encontrar algo para Mario, a quien parecía tenerle mucho cariño.

r13;Sí, tienes razónr13;  respondió Alberto atento a las palabras de su madre.

r13;Por dios, claro que Mario nunca usaría una camisa así, ¿es que no prestas atención a tu novio?r13; dijo la mujer de manera desaprobadorar13; ¿Por qué los hombres nunca prestan atención a los detalles?

Alberto y Dex se miraron, quizá no había sido una buena idea  llamar a la mujer.

r13;Ahora dime Dexy, ¿qué tienes en mente?r13; Alberto ahogó una carcajada, su madre podía ser muy melosa cuando quería.

r13;Pues para comenzar, podría dejar de llamarme asír13; respondió Dex aunque la mujer también tenía la  habilidad de su hijo de ignorar lo que no le convenía.r13; Y en cuanto a lo otro no sé, nunca le he dado un regalo, quiero darle algo especial.

La mujer lo miró y le dijo con voz dulcer13; No importa lo que sea si no la intención con que se da.

r13;Pues yo quiero darle algo con la intención de que me recuerde siemprer13; aquellas palabras no sonaron muy románticas, sobre todo por el tono autoritario que usó Dex.

r13;“Una vez acosador”r13; pensó Albertor13; “siempre acosador”.

Al igual que lo había hecho su hijo, la mujer los arrastró por todas las tiendas señalando los pros y contras de cada regalo, y un sinfín mas de detalles que no parecían ser precisamente útiles, para cuando Dex volvió a su casa, entre las tiendas, la gente y el parloteo de la mujer, el dolor de cabeza que tenía era épico.

Mark lo miró entrar e inmediatamente se percató de su malestar.

r13;¿Qué te paso?r13; preguntó al ver la cara que tenía Dex, quien solo lo miró y luego con voz suplicante dijo…

r13;Por favor, ve una película conmigo.

Y así fue como ambos terminaron esa noche en el video club.

 

 

La última hora de clase siempre era la peor, la mayoría de los alumnos estaban ansiosos por salir así que ni le ponían atención, a veces el profesor se lo tomaba como algo personal, otras el también estaba tan fastidiado como los alumnos y les ponía un trabajo que los mantuviera ocupados y a él relajado.

Hoy no era uno de esos días.

El profesor llevaba cerca de 20 minutos dando una lección sobre historia, la mayoría de los alumnos intentaban no darse de golpes contra el pupitre, otros se distraían garabateando en su libreta, algunos pocos ponían atención, y uno más, tenía la mirada perdida en el pizarrón.

Mientras el profesor recitaba la lección que se sabía de memoria, se debatía internamente en sacar o no a Alberto de su estupor, la mayoría de las veces  daba respuestas un tanto desconcertantes, al principio había creído que se burlaba de él, luego descubrió que esa era la manera de ser de su alumno, lo cual resultaba aún más desconcertante.

r13;Entonces, ¿qué es lo que entendemos de esto Alberto?r13;  preguntó mientras miraba al adolescente que no parecía haberlo escuchado.

Durante unos momentos hubo total silencio por parte de Alberto, finalmente soltór13; Que fue una mala decisión, como ver la película de X-men primera generación.

El profesor se masajeo la sien, ¿cuándo entendería que no debía preguntarle nada a Alberto?

r13;Fenómenor13;  gritó uno de los alumnos del fondo.

r13;Cállate Muggler13;  respondió  Alberto saliendo de sus pensamientos y mostrando un gran entusiasmo al pronunciar el supuesto insulto.

Varios de sus  compañeros soltaron una  risita. Hasta para insultar Alberto era peculiar.

r13;Está bienr13; interrumpió el profesor, decidido a terminar esa clase cuanto antes, comenzaba a dolerle la cabeza.

 

r13;¿Y qué oscura obsesión habita ahora en tu cabeza?r13; Preguntó Mario a su novio, se habían encontrado en la salida de la escuela y ahora caminaban por la calle hacía el centro comercial donde planeaban  pasear un rato para perder el tiempo.

Claro que esa era la excusa que se habían dado mutuamente, en realidad tenían otras oscuras intenciones, como vigilar al otro.

r13; Nada en especial, solo planeo como conquistar el mundor13; respondió Alberto.

Mario gruñó pero Alberto aún seguía perdido en sus pensamientos y no se percató, Mario lo miró de reojo, en verdad parecía concentrado, tal vez debería avisarle del poste al que iba directo a estrellarse.

El sonido hueco que hizo  su novio al darse contra el tubo de metal hizo que Mario olvidara  el enojo que sentía y una sonrisa apareciera en su rostro.

r13;No le veo lo divertidor13;  gruñó Alberto mientras se llevaba ambas manos a la nariz, le dolía horrores.

r13;Yo sír13; respondió Mario de manera burlona.

r13;Siempre me impresiona el amor que sientes por mí.

r13;Ya sabes que te adoro.

Cuando finalmente llegaron a su destino a Alberto no le dolía tanto la nariz aunque tenía la sensación de que se le había hinchado por el golpe, Mario ofreció su apoyo llamándolo exagerado y paranoico.

r13;Tu nariz está bien.r13; Dijo Mario mientras tomaba a Alberto de la mano para alejarlo del escaparate donde se había quedado mirando su reflejo intentando ver si su nariz estaba chueca.

r13;Ok, ¿a dónde quieres ir primero?r13; preguntó Alberto Aunque aún seguía tocando su nariz de tanto en tanto, Mario se quedó quieto, tenía que estar atento para ver  qué le desagradaba a su novio, bueno algo que pudiera usar.

r13;Vaguemos por las tiendasr13; sugirió, después de todo si iban a los lugares de siempre, no obtendría nada nuevo, Alberto se encogió de hombros agradecido por la sugerencia, quizá si iban a algún lugar que no frecuentaban, daría con algo apropiado para Mario.

Claro que ninguno de los contaba con que el otro también tuviera el mismo plan de vigilancia, así que ambos se percataron  de que el otro actuaba raro, pero lo atribuían a su propio subconsciente traidor.

r13;¿Desde cuándo te gusta la ópera?r13; preguntó extrañado  Mario cuando entraron en la tienda de discos y su novio había quedado parado frente a dicho género.

Alberto parpadeó, había quedado tan entretenido fijándose en qué discos miraba Mario que no se había percatado de que era lo que supuestamente él veía.

r13;“Al menos no quedé frente a algún reggaetonero”r13; pensó mientras buscaba una buena excusar13;. No realmente, pero nunca está de más probar cosas nuevasr13; y antes de que Mario preguntara algo de nuevo, fue a ver la otra de las secciones.

Mario quedó más desubicado con la respuesta, si de alguna manera podía hacer que Alberto escuchara opera, imaginaba que o bien se desesperaría o quedaría dormido, una idea comenzó a formarse en su cabeza.

Pero tenía que descubrir algunos detalles más.

Alberto por su parte no estaba particularmente emocionado con recorrer las tiendas, después de todo el día anterior lo había hecho dos veces, una con Dex y otra con su madre, obviamente para él ya no había nada nuevo.

Aun así recorrió las tiendas, siguiendo muy de cerca los movimientos de Mario, quien al final del día ya tenía una idea bastante clara de cómo cobraría su venganza.

r13;¿Que tú qué?r13; preguntó Alberto rogando haber escuchado mal. Por favor que hubiera escuchado mal…

r13;Sí, el fin de semana antes de San Valentín, te vienes a mi casa y tenemos una cena románticar13; respondió Mario sin inmutarse ante el tono incrédulo de su novio –Incluso cocinaré yo.

No, no había escuchado mal.

Alberto tuvo que morderse la lengua para no soltar un: ¿Cocinar? ¿Tú?, estaba seguro de que lo único que podía preparar Mario era las sopas instantáneas a las que se les echaba solo el agua caliente.

r13;No tienes que molestarte.r13; dijo al cabo de un momento de silencior13; Podemos salir a comer a algún otro lugar, o pedir Pizza y ver películasr13; y estuvo a punto de agregar,” como hemos hecho los últimos dos años”. Joder que eso de la cena romántica se le antojaba tan cursi.

r13;Anda, no tiene nada de malo.r13; insistió Mario con voz inocente y luego agregór13; Significaría mucho para mí.

Alberto contempló la sonrisa que adornó el rostro de su novio, y la manera en que lo miraba, sus ojos llenos de tanta ternura… Carajo, no podía decirle que no.

r13;¿A qué hora?r13; preguntó derrotado.

r13;“Va a ser el peor San Valentín de tu vida”r13; pensó Mario sin variar su expresión mientras le daba los detalles a su futura víctima… es decir a su novio.

 

Esa misma noche Alberto llamó a la única persona que podía darle consejo.

r13;Estas  jodidor13; dijo Dex, mientras navegaba en internet en la computadora de Alberto, estaban en casa de este puesto que Alberto no confiaba en la discreción del vampiro cuando empezara a declarar su odio contra las cenas románticas.

r13; ¿Por qué quiere hacer eso?r13; preguntó Alberto mientras se dejaba caer en su cama y cubría su rostro con una almohada.r13; Lo más romántico que hacemos entre nosotros es….

r13;¿Es?r13; animo Dex sin apartar la mirada de la pantalla.

r13;Espera, estoy intentando recordar algo romántico que hayamos hecho.

r13;Quizá sea por eso que se le ocurriór13; murmuró Dex leyendo los detalles de un producto que pensaba adquirir por internetr13; digo, ¿no es la idea volverse cursis y ridículos ese día?

r13;Será el sábado, no exactamente el 14r13; corrigió Alberto.

r13;En honor a ese díar13; aclaró el otro mientras comenzaba a realizar la comprar13;  llévale rosas, si él cocina, tú lava los platos sucios y nunca digas la verdad sobre su comida, te dirá que puedes ser honesto, pero créeme lo último que querrá escuchar es que pasó toda la tarde cocinando una porquería.

Alberto quitó la almohada de su rostro y miró a Dex, extrañado.r13; ¿Cómo sabes eso?

r13;Se le queman las palomitas en el microondas, ¿qué otra cosa puedo esperar si cocina?

r13;No, me refiero a como saber qué hacer en… una cita.

Dex lo miró.

r13; He tenido citas antes, Mark no es la primera persona con la que intento algor13; respondió.

r13;Por un momento pensé que dirías que no era la primera persona por la que te obsesionas.

r13;Y ahora estás solo en esto de la cita, buena suerter13; y volvió la mirada a la computadora para terminarr13;. Por cierto, daré tu dirección para que llegue el paquete, no quiero que Mark se dé cuenta de lo que he comprado, y si le dices, iré con Mario a contarle lo que piensas de sus esfuerzos románticos.

r13;Todos son unos sensiblesr13; gruñó Alberto.

 

Cuatro  días antes del sábado, el paquete llegó a casa de Alberto y después a manos de Dex, quien no tardó en abrirlo y examinar su contenido.

Dentro del paquete había una botella de espray con un litro de pintura brillante para el cuerpo, no era la primera vez que hacía una compra por internet, pero  si la primera en la que compraba esa clase de productos.

Tomó la botella y leyó la parte posterior, el producto garantizaba un brillo reflectante ente la luz solar o artificial, desde que había visto la película de Crepúsculo, quería ver a Mark brillando, aunque este le había prohibido la brillantina, no había dicho nada respecto a los sprays.

Así que aprovechando que  era cerca de medio día y que el vampiro dormía, Dex tomo la botella y bajó a donde se encontraba Mark para rociarle completamente el cuerpo.

Aunque tendría que esperar varias horas para ver la reacción del vampiro…

 

Cuando Mark despertó inmediatamente notó la picazón en todo su cuerpo, aquello era raro, jamás había sentido tanto ardor en el cuerpo, la habitación estaba completamente oscura pero gracias a sus sentidos vampíricos no tenía problemas para moverse, dormía en el sótano, sin ventanas y solo una puerta que le separaba del exterior.

Cuando se levanto, notó otra cosa, solo vestía su ropa interior, alguien le había quitado el resto de la ropa, inmediatamente supo que el culpable era Dex, temía saber que ocurrencia había tenido esta vez.

Iba a salir y a exigir una explicación, aunque lo mejor sería que se vistiera primero, siguiendo una costumbre completamente humana, encendió la luz y… el grito llegó hasta la casa de Alberto.

Dex saltó al escucharlo desde el segundo piso, ese no había sido un grito de sorpresa, si no de dolor, quizá sería hora de seguir su intuición, más cuando esta le decía que saliera de la casa lo más rápido posible si no quería enfrentarse con un vampiro colérico.

Claro que no tuvo tiempo, tan pronto puso pie en el primer piso, algo lo derribo  con una fuerza sobre humana, Dex solo alcanzo a ver una mancha brillante antes de sentir el aguijonazo en el cuello.

 

Mark  no reaccionó, entre la ira y el dolor, sobre todo esto último, su primer instinto había sido el de buscar sangre para recuperarse, la piel le ardía horrores, como si  le hubieran vertido una botella de ácido, o como si hubiera ido a la playa y hubiese pasado mucho tiempo expuesto al sol.

La luz lastimaba más su piel, pero la urgencia de sangre fue mayor, así que usando su velocidad y reflejos, salió del sótano en busca del primer ser vivo que pudiera proporcionarle el vital líquido, el dolor comenzó a menguar  tras los primeros sorbos, le ardía, pero ya no era insoportable como antes, bebió un poco más para asegurarse.

Cuando soltó a Dex, este estaba pálido, mareado  y a un paso de la inconsciencia.

Mark lo miró, quizá se había pasado un poco, pero entonces recordó que estaba así por culpa de Dex, quien en medio de su estupor  se sentía más que feliz y realizado.

Era la primera vez que Mark bebía de su sangre.

 

Horas después ambos se sentían un poco mas recuperados, Dex estaba igual de pálido y mareado pero ya no amenazaba con quedarse inconsciente, a  Mark seguía ardiéndole la piel, de hecho no soportaba la ropa puesto que le lastimaba, así que se limitaba a usar un fino batín de seda, era eso o ir casi desnudo por la casa, claro que Dex  le aclaro que él no tenía ningún problema por verlo andar en ropa interior toda la noche, Mark le gruñó y se puso el batín.

r13;Voy a tardar varias noches en recuperarme por completor13; dijo Mark mientras paseaba por la sala, ni siquiera podía sentarser13;. Y no puedo salir a cazar asír13; el batín no era el problema, el problema era que su piel había cobrado un extraño matiz cobrizo que reflejaba la luz, Dex pensó que parecía una estatua de bronce viva, hasta ahí llegaba la discreción vampírica.

r13;Vale, pues te seguirás alimentando de mír13; respondió Dex como si la cosa fuera obvia. Mark lo miró haciendo cálculos, sobre si sería capaz de resistir ser su fuente de alimento, apenas se había alimentado una vez de él y ya parecía…

Bueno tampoco era que tuviera muchas opciones, lo peor que podía pasar era  matarlo y para eso, ganas no le faltaban.

Dex seguía sintiéndose afortunado, se llevaba la mejor parte del trato, durante los siguientes días, Mark sería todo suyo, ya vería cómo resistir a falta de sangre, porque ahora sí, nadie iba a joderle la fiesta.

Aunque aún no sabía qué era lo que le había fallado con la pintura, tampoco tenía intención de asar vivo al vampiro. Por la manera en que Mark se miraba el brazo, juraría que pensaba lo mismo que él.

r13;¿Qué clase de pintura es esta?r13; preguntó el vampiro, mirando el extraño color cobrizo en su piel.

Dex prudentemente guardó silencio, hasta saber qué había pasado con la pintura.

r13;Creo que me produjo alergiar13; siguió el vampiro ignorando la falta de respuesta de su acompañante, Dex intento no reír, nunca había escuchado de un vampiro con alergias.

Esos días parecían ser muy prometedores.

 

 

Tanto a Mario como Alberto les pareció extraño la desaparición de la pareja, pero como los dos estaban ocupados en sus propios planes, no les prestaron demasiada atención.

Con forme el sábado se acercaba Alberto se sentía más nervioso, no tanto por la cita si no por cómo debía comportarse, tenía presentes los consejos de Dex, pero no se sentía capaz de comportarse así.

Por otro lado Mario parecía más que entusiasmado y cada vez que Alberto intentaba  zafarse de la cena, este le recordaba lo feliz que estaba por el sábado.

Así que sin poder evitarlo el sábado llego.

Alberto se sentía extrañamente nervioso,  y para qué negarlo, un poco estúpido, sobre todo cuando llegó a la florería para comprar las estúpidas flores que le había recomendado Dex.

Gracias a la fecha, la demanda de rosas había hecho que estas subieran de precio, así que en lugar de salir del local con una docena de rosas, salió con una docena de claveles de varios colores.

Sin duda caminar por la calle cargando un ramo de flores atadas con un moño, era por demás humillante, prefería ir por la calle haciendo cosplay, era menos vergonzoso.

Cuando llegó a la casa de Mario se sintió feliz porque al fin terminaba su travesía y se libraba de las miradas indiscretas de las personas, aunque ahora se enfrentaba con otro problema, ¿cómo iba a darle las mentadas flores a Mario?¿Se las daba sin más? ¿Tenía que decir algo? ¿Por qué Dex no le había aclarado eso? ¿Se enojaría Mario si llegaba sin flores? ¿Podría simplemente tirarlas a un lado en los arbustos?

La puerta se abrió de golpe y Alberto dio un brinco y escondió el ramo tras de sí, aunque no es que quedara muy oculto.

r13;¿Hola?r13; saludó Alberto al ver a Marior13; ¿Qué estabas esperando tras la puerta?

r13;Sí, esperaba ansioso tu llegadar13;  respondió Mario mientras tomaba a Alberto del brazo y lo arrastraba dentro de la casa.

 Alberto parpadeó confundido mientras se dejaba arrastrar por la casa, no había nada de sarcasmo en la manera en que le había respondido su novio, o sea que ¿hablaba en serio?

Iba a comentar algo cuando Mario lo hizo entrar en el comedor, había una pequeña mesa redonda cubierta con un mantel blanco con un cubre caminos rojo,  una enorme vela blanca junto con varias de color rosa adornaba el centro de la mesa, para rematar alrededor había adornos rojos en forma de corazones y pequeños cupidos pegados a la pared.

r13;“Cursi”r13; fue lo primero que pensó Alberto al ver la decoraciónr13; “creo que comienzo a sentir vergüenza ajena”r13; a su lado Mario parecía bastante ilusionado.

r13;Qué bonito te quedór13; dijo al fin Alberto mientras le tendía las flores a Mario, la vergüenza ajena comenzaba a sentirla él.

r13;Gracias, me alegra que te guste.r13; respondió Mario y tomó las flores – Voy a ponerlas en aguar13; y dicho esto se dirigió a la cocina dejando a Alberto solo y con la oportunidad de hacer la mueca de asco que había retenido desde que miró la decoración.

Mientras en la cocina Mario comenzaba a darse cuenta de lo difícil que era llevar a cabo su plan, era la primera vez que se sentía como un retrasado , pero estaba seguro que no era mejor para Alberto, y no pensaba echarse atrás.

Volvió con las flores puestas en un florero y una estúpida sonrisa en su rostro.

r13;¿Listo para la cena?r13; preguntó con voz dulce.

Alberto reprimió las ganas de gritarle que “no” y posteriormente  sacudirlo y rogarle que volviera a la normalidad.

r13;Claro.r13; respondió al fin calculando las posibilidades de que los aliens hubieran secuestrado a su novio y lo hubieran remplazado con ese sucedáneo de ser humano ante él r13;¿Qué preparaste de cenar?

r13;Hígado encebollado.

Alberto debió de haber sospechado algo cuando su novio respondió eso, de todas las comidas del mundo, el hígado era lo único que no podía tragar sin volver luego el estómago, pero estaba distraído pensado como iba a ocultar el asco y las ganas de vomitar.

Y conforme avanzaba la noche la teoría del rapto alienígena parecía tomar más fuerza, sobre todo cuando Mario comenzó a darle de comer en la boca, acabando así con su  intento de plantar la comida de manera discreta en la maceta que se encontraba junto a él.

Mario por su parte estaba más que asombrado, había esperado más renuencia de Alberto al comer el hígado, la primera y única vez que lo había visto comer aquel platillo, Alberto se puso verde y corrió al baño de donde no salió en dos horas, pero ahora sentado ante él… parecía incluso disfrutar de la comida y se mostraba complacido de que le estuviera dando la comida en la boca.

r13;“Estoy perdiendo mi dignidad”r13; pensó Mario mientras seguía alimentando  a su novio.

r13;“Aguanta Alberto, ¡aguanta!”r13; se decía Alberto mientras aquella cena continuaba.

Para cuando llegó la hora del postre ambos adolescentes estaban al límite, Mario comenzaba a enfadarse por la falta de respuesta de su novio, además le irritaba que parecía disfrutar de sus atenciones.

r13;“Casi tres años de relación y nunca mencionó que se le diera tanto la cursilería”r13; Mario anunció que iba por el postre y se marchó a la cocina, necesitaba un respiror13; “Me siento engañado”.

En cuanto Mario salió de su vista, Alberto dejó caer su cabeza en la mesa, su estómago lo estaba torturando, y no se creía capaz de comer algo más, además que Mario estuviera tan meloso, sentía que invadía su espacio, ¡joder que ni siquiera lo dejaba comer solo!

Eso era todo, iba a hablar con Mario y averiguar qué demonios le pasaba, si esto era una broma lo mejor sería que terminara antes de que lo golpeara, eso era, le diría que regresara a la normalidad, no, se lo exigiría.

r13;¡Aquí traigo el postre!r13; anunció alegremente Mario regresando al comedor, estaba seguro que con ese pastel de zanahoria, que aborrecía su novio, lo haría llegar al límite.

Alberto lo miró decidido.

r13;Gracias amorr13; dijo después de un incómodo silencio, comenzaba  a darse cuenta de que a Mario, no podía decirle que no.

Para comer el pastel, Alberto requirió un esfuerzo sobrehumano y una increíble habilidad para escupir el pastel en la servilleta sin que Mario se diera cuenta de ello, aunque el mal sabor de boca nadie se lo quitaba.

Ninguno de los dos podía más, la batalla había alcanzado el punto culminante, solo seguían gracias a su orgullo, Mario sentía asco de su comportamiento y traición por ese lado oculto que su novio nunca le había mostrado, Alberto por su parte tenía unas ganas terribles de rogarle que volviera a ser el de antes, que tanto romanticismo lo ahogaba y si  probaba un bocado mas de comida iba a llorar y a vomitar.

Mario limpio el rostro de su novio con dulzura antes de comentar con voz fría: r13; Cero y ya llevas dos.

r13;¿Eh?r13; Alberto miró a su novio levantarse con aire ofendido y abandonar la habitación r13;¿Y yo que hice?

Tardó poco en  levantarse y seguir a Mario hasta la cocina.

r13;¿Qué tienes?r13; preguntó angustiador13; ¿Qué hice?

r13;Eres un mentirosor13; señaló Mario, Alberto comenzó a sudar frío.

¿Se había dado cuenta de que realmente no había comido nada? ¿Qué  en cuanto podía escupía los restos a una servilleta? ¿Qué había mentido cuando le dijo que la comida estaba buena? ¿Notaría la mueca de fastidio que se esforzó en ocultar cuando la música de ópera comenzó a sonar en el ambiente?

r13;Ok, sí te mentí, pero lo hice porque te quiero, pero no me importa que no sepas cocinar, que tengas pésimo gusto para la música y que no tengas ni pizca de estilo para decorar, además de una vena cursi que nunca había notado, te quiero, y mentirte en las últimas horas fue la única manera que tuve para hacerte feliz.r13; Confesó rápidamente a Alberto sintiendo sus ojos llorosos, ahí estaba, le había jodido la noche a Mario, arruinado su San Valentín, era un asco de novio.

Reunió valor y miró a su novio esperando ver el reproche en sus ojos, el odio, la traición, pero lo único con lo que se encontró fue con que Mario lo miraba entre confundido y anonadado.

r13;“Creo que metí la pata”r13; pensó antes de preguntarr13; Este… ¿Sobre qué decías que mentía?

Mario permaneció en silencio.

r13;“¿Cuándo aprenderé a pensar antes de abrir la boca?”r13; continuó torturándose Alberto.

r13;¿En serio  lo has pasado tan mal el último rato?r13; preguntó Mario con una voz pausada que hizo que Alberto tuviera escalofríos.

r13;Bueno, tanto  como…

r13;No me mientrasr13; cortó Mario.

r13;Ha sido una auténtica pesadillar13; se sinceró Alberto.

Mario soltó un profundo suspiro de alivior13; Gracias a dios.

r13;¿Gracias a dios?r13; repitió Alberto, ahora era el turno de mostrarse incrédulo y confusor13; ¿Solo eso? ¿Nada de lágrimas y reclamos por mi falta de romanticismo y sentimiento?¿Por tu esfuerzo malgastado?

r13;No, nada de esor13; respondió Mario aliviado.

r13;¿Entonces por qué? Es decir… tú… yor13; y comenzó a señalar frenéticamente el comedor, no podía poner orden a sus ideas.

r13;Solo quería desquitarme por lo de navidadr13; dijo Mario encogiéndose de hombros, como si fuera cualquier cosa.

Alberto tardó unos momentos en procesar.

r13;Es sábado, me hiciste comer hígado, un pastel de zanahoria, escuchar ópera por dos horas, estar en una habitación llena de una decoración rosa y cursi y aguantar a tu lado oscuro meloso.r13; enumeró con los dedos sin poderse creer lo que pasabar13; ¡Me sales debiendo!

r13;No, es que fue con intereses.

r13;Está bienr13; aceptó Alberto irritador13; pero hay una cosa que debo decirte  y más vale hacerlo ahorar13; agregó seriamente mientras se acercaba a Marior13; porque te juro que si vuelves a hacerme algo así…

r13;Ok ¿de qué se trata?r13; Mario alzó una ceja preparándose para cualquiera que fuera la ocurrencia de Alberto, pero este lo abrazó repentinamente mientras se lamentaba al grito de…

r13;¡Vuelve a ser tú! ¡Por favor!r13; rogó sin soltarlor13; ¡Te juro que seré bueno!

Mario le acarició la cabeza mientras le decía que todo estaría bien y que su manera de actuar antes era una farsa.

r13;¡JÚRALO!

r13;Lo juro.

r13;¿Prometes que no lo harás de nuevo?

r13;Siempre que tu prometas no trolearme con mas regalos para ti que según tú son para mí.

r13;Lo prometo.

r13;Yo también.

r13;¿Me llevas a comer pizza?r13; pidió Alberto como un niño pequeño.

r13;¿Después de lo que has comido?r13; respondió Mario.

r13;No comí mucho, la mayoría lo masticaba y lo mantenía en la boca hasta que te descuidabas entonces lo escupía en la servilleta y arrojaba los restos a la maceta que está cerca de mi silla.

Instintivamente Mario miró la maceta que mencionaba su novio, no tenía ni la más mínima intención de limpiarla.

Suspiró.

r13;Vamos por la pizza.

r13;Sí, pero antes de esor13; Alberto retuvo a Mario unos momentos y de entre sus ropas saco un sobre blanco y lisor13; tu regalo de San Valentín, adelantado, pero me parece un buen momento para dártelo.

Mario tomó el sobre y lo abrió antes de mirar su contenido, no se esperaba un regalo así, lo había tomado completamente desprevenido y por un momento, le remordió la conciencia por haber torturado así a su novio.

r13;Alberto.r13; susurró profundamente conmovido, incluso sentía ganas de llorar, pero eso no le impidió abrazar a su novio de manera cariñosa mientras le susurrabar13; Es el mejor regalo que me pudiste haber dado.

Alberto sonrió complacido de escuchar esas palabras, porque la manera en la que latía su corazón le daba la certeza de que Mario no mentía y le hacía feliz saber, que ahora, había dado con el regalo indicado.

Se quedaron abrazados mientras duraba el momento, mientras Alberto  pensaba que no había nada mejor en el mundo que hacer feliz a la persona que amas y Mario pensando en qué iba a gastarse el certificado de regalo en  videojuegos  que acaban de darle.

 

Por alguna razón mientras iban rumbo a su pizzería favorita, Alberto mencionó que hacía varios días que no veía ni a Mark, ni a Dex, cosa extraña porque Mario le comentó que Mark le había llamado y pedido que no pasara a visitarlo en los siguientes días.

r13;¿Será una conspiración vampírica?r13; preguntó emocionado Alberto.

r13;¿Es que tú no entiendes?r13;  Respondió Mario temiendo a dónde iría la conversación.

r13;Anda, pasamos, vemos que estén bien y nos vamos a comerr13; propuso Alberto mientras tomaba a Mario de la mano para que lo siguierar13;. No tardaremos nada.

Mario aceptó seguirlo, porque la verdad era que también estaba preocupado por la pareja, cuando llegaron a la casa, esta se encontraba a oscuras, claro que eso no los detuvo.

Caminaron por la casa y lo que parecía ser la sala, hasta que sus pies toparon con un bulto tirado a mitad del camino, cuando lo examinaron mejor, notaron que el bulto era Mark.

Ambos se arrodillaron al mismo tiempo, ambos preocupados, uno por el vampiro y el otro por el futuro de sus planes de volverse inmortal si el vampiro se moría.

r13;¿Mark? ¿Estás bien? ¿Qué paso?r13; preguntó angustiado  mientras tomaba a Mark para ayudarlo a incorporarse un poco.

r13;¿Por qué traes batín?r13; preguntó Alberto notando la vestimenta de Mark. Ojalá tuviera una cámara a la mano, eso no era algo que viera todos los días.

El vampiro parecía consciente, aunque no mucho.

r13;¿Mario?r13; preguntó en un leve susurro Mark, al instante las luces se encendieron y con ellas los adolescentes apreciaron el brillo en la piel del vampiro.

r13;Brilla.r13; señalaron ambos adolescentes de manera estúpidar13; ¿Por qué brilla?

Ante ellos apareció Dex, se veía tan pálido y demacrado que por un momento Alberto temió que Mark finalmente le hubiera convertido.

Lo siguiente pasó en cámara lenta, al menos para Mario.

Dex lanzo un gritó de advertencia  mientras se precipitaba hacía ellos, Mark se incorporó un poco mas mientras separaba los labios y através de estos pudo divisar un par de blancos colmillos, Alberto gritó lo que parecía ser un “no” mientras abría los ojos y le daba un fuerte empujón a su novio.

Lo siguiente que supo Mario fue que Mark estaba aferrado a Alberto con sus labios pegados  a su cuello.

Dex cayó de rodillas lamentándose mientras el vampiro ajeno a lo que sucedía a su alrededor, seguía bebiendo del cuello de Alberto, quien parecía estar en trance mientras Mario miraba la escena estupefacto.

Nadie dijo nada, y menos cuando Mark pareció recobrar la conciencia y darse cuenta de quién había estado bebiendo.

La reacción en cadena que se produjo fue la siguiente, Mark se puso pálido, Mario lo fulminó con la mirada, Dex llegó en defensa del vampiro abrazándolo de manera posesiva por la espalda, mientras Alberto caía pálido en los brazos de Mario.

Durante más de una hora, los gritos no pararon, Mario exigiendo explicaciones y lanzando acusaciones, Dex respondiéndole que Mark no tenía la culpa de nada y el vampiro lamentándose por haber chupado la sangre de Alberto, quien en esos momento continuaba ido, sería lo más callado que lo vieran en mucho tiempo,  les fue imposible saber qué demonios acaba de pasar.

r13;¿Ya estás mejor?r13; preguntó Mario preocupado por Alberto que estaba recostado en el sillón.

r13;Sí, nunca pensé que así fuera la mordida de un vampiror13; respondió este mientras sostenía un pañuelo húmedo en su frenter13;¿Cómo está Mark?

r13;En shock, pero sus heridas parecen haberse sanador13; dijo Dex  de pronto, luego de que Mark soltara a Alberto, le había insistido para que bebiera su sangre y con ello acelerar más el proceso de recuperación, claro que Dex parecía anémico ahora.

r13;Pero si él mordió a Albertor13; rezongó Marior13; ¿Porque está en shock él?r13;

Alberto le tomó la mano y dijo en tono solemne: r13; Nunca subestimes la sangre friki.

r13;Dímelo a mí.r13; comentó Mark entrando en la sala, parecía más recuperado aunque un poco confundidor13; Me ha caído de peso.

r13;¿Qué insinúas?r13; preguntó ofendido Albertor13; ¿Me estás diciendo gordo?

r13;Pesado en realidadr13; aclaro Dex.

Mark los ignoró y de pronto dijor13;. No sé porque tengo ganas de ver Star Warsr13; Tres pares de ojos lo miraron sorprendidor13; ¿Qué?

Definitivamente, la sangre de Alberto había dejado consecuencias inesperadas.

r13;Por favor-  rogó Dex en un suave murmullo r13;que no sea permanente.

 

¿Extra?

Tiempo  después, a casa de Mark llegó un paquete.

Dex lo recibió extrañado puesto que el paquete venía nombre de Mark, y que el supiera, el jamás recibía nada.

Movido por la curiosidad llevó el paquete hasta la cocina y lo abrió, dentro se encontraba el sable de Dark  Vader  edición especial de colección con certificado de autenticidad.

r13;¡NO! ¡ES PERMANENTE!r13; Gritó Dex lleno de horror.

En la habitación de al lado, Mark y Mario  se partían de la risa por la reacción de Dex, el sable era para  Alberto,  pero ninguno de los dos pudo aguantar la tentación de jugarle una pequeña broma a Dex.

 

 

Notas finales:

Dicen que segundas partes nunca han sido buenas, espero no haya sido el caso.

Espero comentarios y saber su opinion.

Se despide Akisuki.


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