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Boy meets boy II por giskaro

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Notas del capitulo:

Este one shot no guarda relación con el otro, son dos historias distintas con parejas distintas. Están basados en los cortometrajes Boy meets boy, son dos, sin relación alguna, más que demostrar el amor entre dos hombres, si no los han visto, se los recomiendo, por cierto estuve viendo Boys love, y me hizo llorar, es una película muy bonita.

BOY MEETS BOY II

 

-¿Vas a Cheorwon? –le preguntó una chica a su compañero de asiento del autobús.

-Sí –respondió el chico que tenia en su cara una hermosa sonrisa que hacia resaltar un hoyuelo cerca de su boca.

-¿Vives ahí? –preguntó de nuevo la muchacha.

-No, quede de verme con alguien –contestó el chico.

-Ah, debe ser una reunión especial –dijo la chica al observar el paquete que Leeteuk llevaba sobre las piernas.

-¿Eh?

-Eso –confirmó señalando el paquete que el joven sostenía.

-He quedado con mi amante –contestó Leeteuk, refiriéndose con ese término para no dar más detalles.

-Yo también –respondió la chica.

-¿Qué te parece? –dijo de nuevo la chica abriendo el paquete que ella llevaba y dejando ver unos panecillos - ¿a los soldados les gustaría algo así?

-Mmm se ven deliciosos.

-¿En serio?

-Pero los soldados aun son jóvenes… les gustan más las cosas como el chocolate. Pero creo que le gustará.

-Espero que sí –contestó la chica.

-¿Tú lo preparaste? –preguntó esta vez Leeteuk.

-¡Annio, lo compré!

-Yo preparé esto –dijo Leeteuk, abriendo la caja que llevaba sobre las piernas.

-Wow, ¿en serio?

-¿No es bonito? –Obteniendo un sí, que la chica hizo con la cabeza –éste tiene almendras, y éste tiene cerezas y éste tiene anacardos. ¿Has probado uno con cerezas? –empezando así su monologo.

-Annio.

-Tienes que probarlos, saben muy bien, tienen un sabor muy rico. Visito con frecuencia a una señora en una granja, ella fue directamente y recogió las cerezas más frescas. Me las dio muy baratas… fue muy gentil -el rostro de la chica se iba transformando con una expresión que parecía decir que me importa, Leeteuk al darse cuenta decidió terminar su charla.

Por fin había llegado, ya estaba en el cuartel, solo tenía que llenar el formulario de visitas, pero cuando llegó a la parte de tipo de relación escribió novio, de inmediato se dio cuenta de su error, y arrugó el pequeño trozo de papel y se dirigió hacia el oficial que estaba en la recepción.

-Disculpe, ¿me podría dar otro formulario de visita?

-¿Algo anda mal con el otro formulario?

-No… pero acabo de escribir algo mal. Sólo uno más, por favor.

-No se preocupe, sólo táchelo –sugirió el oficial –corrija su error a un lado.

-¿No podría… sólo darme una más? –pidió Leeteuk con su hermosa sonrisa.

-Lo siento. Estamos escasos de formularios. Sólo pueden usar otra hasta la próxima visita.

El pobre chico no tuvo más opción que volver a sacar el arrugado papel y rayar una y otra vez sobre lo escrito anteriormente, incluso en la parte de atrás del formulario, y escribir luego, con una expresión de tristeza, la palabra amigo. Luego tuvo que esperar en un pequeño comedor, que servía para que los soldados y sus visitantes pudieran compartir un rato. Leeteuk, estuvo paseando su vista por el lugar, hasta que observó a una chica tratando de dar en la boca a su novio un pastelillo, estaba por tomarles una foto, cuando la chica volteó a ver y Leeteuk se dio cuenta de que era la misma chica con la que había platicado en el bus. Su rostro se puso serio, hasta que una mano se posó en su hombro y al levantar la cara no pudo evitar mostrar una enorme sonrisa.

A la vista de todos, solo se veían y sonreían, pero debajo de la mesa, los pies del soldado atraparon en medio de ellos, un pie de Leeteuk, un contacto que representaba un abrazo y tal vez también un beso. Los ojos de Kangin tenían una linda forma de media luna, que únicamente la adquirían cuando sonreía feliz. No hablaron, solo se veían sin poder tener más contacto que el que había debajo de la mesa. Leeteuk tomó la caja que tenia en la silla a lado de él para dársela por fin a Kangin.

-Young Woon ah –se escuchó, en el mismo instante en que Leeteuk ponía la caja en las manos del chico, y solo atinó a quitarle la caja y guardarla rápidamente.

-¿Omma? –dijo Kangin con expresión de sorpresa.

Mediante la petición de su madre, a Kangin le dieron permiso para salir un día del cuartel, y se dirigieron a una posada que la mamá de Kangin había rentado por dos días. Y ahí estaban los dos frente a la mamá de  Kangin, quien no sabía siquiera de la existencia de Leeteuk.

-¿Tú nombre es Jung Soo, pero te dicen Leeteuk? –pregunto la mujer.

-Ne –contestó Leeteuk.

-¿Cuál es tu relación con mi Young Woon? –ante la pregunta, los dos chicos solo pudieron verse a los ojos un tanto nerviosos.

-Somos amigos –respondió Leeteuk.

-Eso es extraño, por lo general conozco a todos sus amigos.

Ninguno contestó enseguida, pero rápidamente el mayor inventó una mentira –Estábamos en el mismo año de primaria… pero luego me cambiaron de escuela, después, de alguna manera nos reunimos de nuevo –terminó de decir Leeteuk.

-Oh, ustedes son…

-¿Eh? –expresó Leeteuk un tanto preocupado.

-¿Cómo se dice ahora? ¡Tú sabes!... Amigos perdurables –terminó de hablar la mamá de Kangin.

-Ahh –exclamó a modo de respuesta y con alivio por no ser descubiertos –Eso es. Amigos… perdurables…

Después de un rato, los dos jóvenes salieron a dar un paseo por el pueblo, solos y sentados en un parque, Leeteuk volvió a tomar en sus manos la caja que no había podido entregar.

-Ah, es cierto, casi lo había olvidado –dijo Kangin cuando vio la caja -¿Qué es? ¿Puedo abrirlo ahora?

-Sí.

-Wow, esto es increíble –dijo Kangin cuando abrió el obsequio.

-Lo hice ayer por la noche –mencionó el mayor –para ti.

-¿Tú lo hiciste? ¡Eres realmente un chef! ¿Puedo comerlo?

-Por supuesto. Incluso hice unos con cerezas que tanto te gustan.

-Wow, están reamente deliciosos –dijo Kangin luego de comer uno –realmente podrías ser un chef. –Pero se dio cuenta que dentro de la caja también había un papel, que desdobló para poder leerlo, y cuando lo hizo solo pudo ver la cara del mayor con una expresión de sorpresa.

-Me uno a la militarizada también… el próximo mes –confirmó Leeteuk.

-Pero eso no estaba en tus planes –le contestó el menor.

-Me alisté para salir de eso –dijo Leeteuk.

-¿Por qué? Tú querías ir a la universidad primero.

-Yo… entraré a la escuela después, voy a entrar al servicio militar y estudiaré para el examen de cocina. Es sólo cocina, no necesito la universidad ahora –Dijo Leeteuk –Y… -tomando la mano del menor -…si entró más tarde… vamos a perder más tiempo juntos –y mostrando nuevamente su irresistible sonrisa y en un tono de voz tierno dijo –Elegí bien, ¿verdad?

-Oh ¿Qué decisión es esa? –respondió el menor dándole un ligero empujón con el hombro y haciendo aegyeo, pero mostrando una pequeña alegría, ambos chicos se quedaron viendo por un momento, mientras Kangin acercaba su rostro al de Leeteuk, en clara muestra de querer darle un beso.

-¿Q-Qué estas haciendo? –preguntó nervioso el mayor, pues estaban en plana vía pública, sin embargo, fue cerrando los ojos poco a poco, y el beso nunca llegó, Kangin sonriendo le dijo –Se te ha caído una pestaña. Hee hee, realmente pensabas que te iba a besar –tratando de jugar con el mayor, quién un poco molesto le quitó la caja de chocolates de la mano a Kangin y se comió uno.

Habían pasado casi todo el día juntos, pero Leeteuk tenía que regresar a Seúl y Kangin al cuartel, en ese momento se despedía de la mamá del menor, que incluso le dijo que podía quedarse a dormir en el cuarto que había rentado, pero se negó y acompañado del menor fueron a la estación de autobuses para que regresará a la capital.

-¿Cuándo nos volveremos a ver? –preguntó Kangin.

-Durante tus próximas vacaciones… –le contestó el mayor –entonces podrás ir a verme.

-¿Hasta entonces? –dijo triste el menor.

-Entonces vendré yo… ¡vendré a visitarte!

-¿Durante mis vacaciones… me visitaras de nuevo? –preguntó el menor.

-¡Pareja militar gay! –dijo el mayor en broma

-Pensé que éramos amigos perdurables –le siguió el menor –amigo militar perdurable –le dijo al oído de forma seductora provocando que Leeteuk dejara escapar una carcajada.

-Kangin ah.

-¿Mm?

-Nada.

Llegaron a la estación, y Leeteuk pidió un boleto a la cajera, pero esta le informó que ya no había servicio, sino hasta el día siguiente y era el único medio de transporte para viajar de ese pequeño pueblo. Mientras los chicos se preguntaban que hacer, Leeteuk vio de nuevo a la chica del autobús, que al verlo le mostró una expresión de rechazo, pues Leeteuk le había dicho que iría a ver a su amante y ella lo vio con Kangin, llegando a la conclusión de que ambos chicos eran homosexuales.

No les quedó más remedio que aceptar la invitación de la mamá de Kangin, y esa noche los tres dormirían juntos en una colchoneta, quedando Kangin en el centro a su lado derecho su omma, y del izquierdo Leeteuk.

-Yuong Woon, ¿Cómo dormirás sin estar con mami? –habló la mujer.

-¿Eh? – preguntó Leeteuk.

-¿De qué estas hablando? –se quejó Kangin –no es nada –le dijo al mayor.

-Mi Young Woon, es todavía como un niño –dijo entre risas la mamá del menor –Ohhh, aún le gustan las bubis de mami.

-Solo hice eso cuando estaba tomado –se volvió a quejar Kangin –froté su pecho para animarla, a ella le gustaba.

-A mi no me gustaba, era a ti a quien le gustaba. Tú… no puedes frotarte en el pecho de Jung Soo en toda la noche ¿me oyes? –para la mamá del menor solo era una broma, pero para ellos no, que solo se quedaron viendo, tratando de decirse tantas cosas con la mirada.

Ya bien entrada la noche, y seguros de que la señora Kim estaba profundamente dormida, ambos chicos abrieron los ojos, Kangin se quitó de encima el cobertor que compartía con su mamá, y levantó el que cubría a Leeteuk para arroparse con ella, en un susurró le pidió al mayor que viera si su omma estaba durmiendo. Leeteuk incorporándose un poco, vio sobre el hombro del menor y confirmó que la señora estaba dormida. Kangin acercó su rostro al del mayor y le dio un beso en la mejilla, pero este sonó algo fuerte, por lo que voltearon de nueva cuenta para ver si había reacción de parte de la madre del menor, que dejó escapar un ronquido, los chicos se rieron lo más bajo que pudieron.

Kangin puso su mano sobre el pecho de Leeteuk y empezó a desabotonar la camisa que tenia puesta el mayor, las sonrisas de ambos se borraron, y aparecieron en su lugar expresiones serias, Leeteuk se quitó un poco más el cobertor permitiendo que el menor fuera abriendo más botones de la camisa, mientras que él dirigió su mano hacia el miembro del menor, Kangin también bajó la mano hasta la entrepierna del mayor, y justo cuando iban a darse un beso en la boca se escuchó –Young Woon –la omma de Kangin habló entre sueños, pero dejó congelados a los dos chicos, que por esa noche dejaron de lado su juego y mejor se durmieron.

A la mañana siguiente:

-¿A la iglesia? –preguntó Kangin a su omma.

-Si, he visto una cerca de aquí. Voy a rezar y vuelvo.

-¿Cuánto tardarás? –pregunto nuevamente el menor.

-¿De ida y vuelta?... 2 o 3 horas más o menos. No tardaré mucho. Además no te quedas solo. No puedes estar todo el tiempo solo conmigo. Me voy.

-Annyeong gaseyo –se despidió Leeteuk.

Los dos chicos se dieron la vuelta cuando la omma de Kangin hizo lo mismo para irse, empezaron a caminar lentamente, luego de unos segundos se detuvieron un instante, voltearon a ver a la mujer que se iba dándoles la espalda, cuando la vieron doblar una esquina se tomaron de la mano y se fueron corriendo hasta llegar a la posada donde habían dormido. Nada más llegar y cerrando la puerta, empezaron a comerse la boca, tenían hambre uno del otro. Leeteuk le quitó la gorra de soldado que traía puesta el menor y le besó el cuello.

-Espera, deja quitarme los zapatos –pidió Kangin, pues traía las botas militares. Tenían prisa en desnudarse, en sentir la piel del otro sobre la suya, por cada prenda que se quitaban iban besos repartidos entre la boca y el cuello de ambos chicos, así hasta quedar solo en ropa interior, los besos ahora también se proporcionaban a los pechos de ambos chicos.

-Oh, los traes puestos –dijo Kangin entre risas.

-¡Lo sabía! No debí haber usado estos –respondió algo apenado Leeteuk mientras intentaba tapar con sus manos el bóxer con la cara de Micky Mouse que su novio le había regalado -¿Por qué me los compraste?

-Porque… son lindos –contestó el menor entrecortadamente pues al mismo tiempo besaba una de las pequeñas pero redondas nalgas de su novio y de nuevo recobrando la pasión de uno hacia el otro.

-Leeteuk

-Kangin

Y una vez más se devoraron la boca, elevando su temperatura corporal, el frenesí en el que se encontraban los estaba superando, la necesidad que tenían era demasiada, de pronto un ruido hizo que el mayor enfocara su vista hacia la puerta, que se había abierto, lugar en el que la madre de Kangin yacía parada, viendo a su hijo acostado sobre Leeteuk portando únicamente calcetines y ropa interior; el mayor al verla paro toda acción, pero Kangin tardó unos segundos más en notarlo, y cuando lo hizo giró la cabeza en dirección a su madre, la cual dibujaba una confusa expresión, no sabía como reaccionar y solo optó por salir rápidamente de aquel cuarto.

Aquella mujer solo se preguntaba así misma en que había fallado, en todo el resto del día no dijo ni una sola palabra, aún y cuando los dos muchachos se mantenían siguiéndola por todo el pueblo, hasta que la noche cayó de nuevo y Kangin llevó a Leeteuk a la estación de autobuses para que regresara a Seúl. Se quedaron viendo a través de la ventanilla, despidiéndose sin palabras, de repente otro joven soldado se situó atrás de Kangin, al mismo tiempo que la muchacha con la que había viajado anteriormente abordaba el autobús con una triste expresión en el rostro y se sentó detrás de él.

El transporte empezó a moverse y a alejarse de aquel pequeño pueblo donde el regimiento de Kangin se encontraba, Leeteuk estaba triste y preocupado por su novio, sin duda la forma en que la mamá del menor se enteró de la preferencia sexual de su hijo no era la apropiada, también estaba el hecho de el mayor de los dos también se enlistaría para cumplir su servicio militar, lo que significaba que el poder verse sería el doble de difícil.

-Él dijo que era gay. No tenía ni idea. Soy una estúpida ¿no? –habló la chica sentada frente a él, habían llegado a Seúl y se dirigieron a un comedor callejero, pidieron una botella de suju y la joven se desahogó con Leeteuk.

-¿No lo sabías? –preguntó Leeteuk.

-¿Cómo iba a saber si él no dice nada?

-Yo me di cuenta… ¿Cómo no lo pudiste ver?

-Si él no dice nada ¡¿cómo se supone que debo saber?!

-¿Creí que te gustaba desde hace 4 años?

-Soy una idiota ¿verdad?

-Annio… El verdadero idiota soy yo

-¿Sabes? El día de hoy… el hecho… de que no soy hombre… ¡Lo odio! –hablaba la muchacha entre lagrimas, el dolor de saber la verdad sobre su novio era mucho.

-Yo… el ser hombre… ¡Lo odio! – dijo Leeteuk entre lagrimas, sabiendo que la madre de Kangin lo rechazaba por esa razón. Y de esa forma, bebiendo encontraron un poco de consuelo para el dolor de sus corazones.

Por otro lado, en otra parte de Corea, había alguien más llorando, en una sociedad tan cerrada como lo era la coreana una relación entre dos hombres es algo vergonzoso y sucio, la madre de Kangin, lloraba por el hecho de tener un hijo homosexual, en la soledad de su casa solo dos ruidos interrumpían el silencio, su llanto y el teléfono que no dejaba de sonar y tras la línea un Kangin que buscaba la aceptación y comprensión de su madre.

Las palabras “lo siento” no parecen encajar

Yo… no puedo pensar en nada más que decir

Lo siento, mamá

Debes saber que no fue mi intención.

Pero una cosa es segura,

Me gustan los hombres.

Voy a ser feliz,

No voy a llorar, no me arrepiento.

Voy a ser feliz,

Yo seré más audaz.

Mamá, me gustan los hombres

Prometo seguir riendo,

Otros pueden darte un mal momento,

Pero por favor mamá,

Acepta esto.

Mi amor

Esta aquí conmigo.

 

Un par de meses después, Leeteuk se llevó una gran sorpresa cuando al atender una mesa pegada a un ventanal del restaurant en el que trabajaba como mesero, vio frente a él a Kangin.

-¿Hey?... ¿cómo es que…? –intentaba preguntar Leeteuk ante la sorpresa de tener al menor enfrente.

-Me escapé del ejército –le respondió Kangin.

-¿Qué dices? –volvió a preguntar Leeteuk, pero ya no con sorpresa sino con miedo, pues el escaparse del ejercito es considerado un delito.

-Es broma –le dijo cuando vio la expresión de su novio –estoy de descanso, y quiero llevarte a un lugar –continuó el menor.

-P-pero estoy trabajando y…

-Entonces hablaré con tu jefa para que te de permiso –y acto seguido Kangin se dirigió a la jefa del mayor.

-Señorita, por favor ¿podría prestarme a Leeteuk? Prometo devolverlo, realmente lo necesito –pidió el menor cuando estuvo frente a la mujer.

-No se porque lo necesitas, pero mi respuesta es no, yo también lo necesito –respondió secamente la mujer.

-¡Por favor! Señorita, si me lo presta hoy prometo tomar su trabajo mientras él esté en el ejército. ¡Lo prometo!

-Leeteuk, ¿éste es el amigo del que hablabas? –preguntó la jefa a Leeteuk, el cual respondió afirmativamente con un movimiento de cabeza.

Al final, la mujer consintió que Kangin se llevara a Leeteuk, era hora pico, el tráfico estaba terriblemente lento, y el transporte que debían tomar para ir a su destino no llegaba –Esto está tomando mucho tiempo –se quejó el menor -¡vamos a correr! –sugirió y acto seguido, lo tomó de la mano y corrieron, un rato después se detuvieron para descansar un poco, momento que aprovechó Kangin para hacer una llamada.

-¡Hola!

-¡Hola!

-Mamá soy Young Woon, estoy de descanso. Iré a casa… con Leeteuk.

No dejo que su madre dijera más, colgó el teléfono, tomó el rostro de Leeteuk con las manos y lo besó, lo besó en pleno centro de Seúl, lo besó ante la mirada de cientos de personas, lo besó frente a toda una sociedad que aún rechazaba el amor entre dos hombres, ese día el menor le dio a Leeteuk dos muestras de amor; la primera, que no iba a renunciar a él por nada ni por nadie, y la segunda y más importante, que el amor que hay entre dos hombres es igual de hermoso que el que existe entre un hombre y una mujer.

FIN.......................................................................................................................................................................................................................TODAVÍA NO

Casi año y medio después, le tocaba el turno a Kangin de visitar a su novio en el ejército, había terminado su servicio militar pero tres meses después, Leeteuk fue enlistado, y allí se hallaban los dos, en el comedor público que servía para que los familiares y amigos compartieran con los soldados.

-El ejército es difícil ¿verdad?

-Estoy bien

-¿En serio?

-Mmh

-Aun así, probablemente sea duro… no eres el más fuerte. El uniforme se te ve bien, pero hace calor ¿no? Y…

-¡Jung Soo!

-¡¿Omma?!

ESTA VEZ SI ES EL FINAL

 

Notas finales:

Pues bien, luego de ese pequeño epilogo, llego a su fin este shot adaptado del cortometraje Boy meets boy 2, espero les haya gustado, si les gustó comenten y si no pues también háganlo para saber que debo mejorar, aunque debo admitir que siento que me salió horrible. Yaah estoy terminando esto el 20/02/2012, ya falta poco para el regreso del mapache precioso estoy casi casi contando los segundos, mi quiere ver de nuevo KangTeuk, antes de que mi amor (T_T) se vaya al ejército y yo me vaya a hacer mi retiro emo-depresivo por dos años.


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