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!Quiéreme como soy! por marlu-chan

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Notas del fanfic:

Hola como estan gentita linda aqui con un nuevo fic spero les guste mucho. Es casi una historia personal, con ciertas modificaciones.

Notas del capitulo:

Los personajes con enteramente de kishimoto-sama, solo los tomo por un tiempo para mis locuras... es una tipica historia de amor con mucho drama...

Los derechos del pequeño parrafo de la cancion pertenece a su respectivo autor.

De la creeadora de Dime si esto es amor y Por amor a ti llega...

 

!Quiereme como soy!

¡Quiéreme como soy!

 

Capítulo 1: “Dolor”.

Sé que el espejo,

nunca me miente

soy lo que soy

y así me quedo

bello por dentro

No es suficiente

por fuera un,

“Patito feo”.

 

No ser agraciado es un pecado, ¿Tanto significa ser hermoso en la sociedad?, aun no puedo comprenderlo, este mundo es totalmente falso y mentiroso. La belleza es lo único que importa y todos se dejan llevar por ello, ser rechazado por la sociedad y por mi esposo por el simple hecho de ser Feo, suena mal esa palabra pero así es mi vida...será que algún día podre convertirme en un ¿Cisne?...

 

¡Hola! ¡¿Cómo están?! Preguntan ¿Quién soy?, pues soy Naruto Namizake Uzumaki ttebayo, tengo 22 años. Que ¿Cómo soy?, mido un 1,69, no soy ni muy gordo ni muy flaco, término medio, tengo cabello muy rubio  para mi gusto , es muy chillón, mi piel es muy trigueña o al menos yo creo eso, mis ojos son lo único que me gusta, son tan azules como el color del cielo. También tengo 3 marquitas en cada mejilla como si fuera un animalito, eso es otra cosa que no me gusta. Por mi problema de visión, uso lentes un poco gruesos, también uso brackets los tengo desde que tenía 12 años, soy de estilo conservador no me gusta usar ropas tan descubiertas como mis otros amigos, eso me ha costado durante toda mi vida que me llamen “nerd”, “ratón de biblioteca”, y mucho otros adjetivos descalificativos hacia mi persona, creo que me olvidaba decir algo más soy un doncel, sé que los donceles se caracterizan por ser bellos, yo soy todo lo contrario por eso causo rechazo en los demás, pues donde han visto Un Doncel Feo... dejemos ese tema de lado si...

 

Mi familia es lo único que me hace ser fuerte, aunque mi oka-san ya no esté con nosotros, falleció hace cinco años, producto del cáncer, se llamaba Kushina Uzumaki, era una mujer realmente hermosa, muy elegante y fina, le decían “La Habanera Sangrienta” y es que cuando se molestaba era realmente temeraria, podría perseguirte por horas hasta cumplir su cometido, era la madre perfecta siempre me decía que era hermoso, bueno eso es común en todas las madres, siempre dicen que sus hijos son hermosos ttebayo. Cuando falleció me costó mucho asumirlo, fue un punto más en mi depresión, después de ello, me volví retraído, tímido, ya no era el mismo casi no sonreía, ahora tampoco lo hago, hablar de esto me cuesta mucho... mejor les hablo de mi padre Minato Namizake Senju, es un caballero en todo el sentido de la palabra, él y yo somos muy parecidos solo que mi padre no tiene mis marquitas, él es un hombre muy atractivo y comprensivo conmigo, siempre me tiene paciencia y trata de llenar el vacío que dejo mi madre, también es un poderoso empresario presidente del Grupo Namizake, con el trabajo en la empresa no tiene mucho tiempo, pero mi padre siempre está ahí, no importa la hora, ni el día...

 

También tengo un hermano mayor, es muy lindo y doncel como yo, solo que él es hermoso, su nombre es Deidara Namizake Uzumaki ttebayo, tiene 26 años, es rubio como yo, de figura esbelta parece que fuera un modelo profesional, desde el instituto Dei así es como yo le llamo de cariño, siempre fue el centro de la atención por su belleza muy bien podría pasar como chica, si me escucha decir esto seguro me estrangula jajaja, es uno de los artistas más jóvenes que tiene Konoha muy famoso, no crean que le tengo envidia para nada es mi hermano y soy feliz con todo lo que logra. Su esposo le dice que todo el, es una obra de arte tiene mucha razón... me olvidaba decirles que Dei ya está casado con uno de los hombres más atractivos y poderosos de toda Konoha, con Itachi Uchiha, son el complemento perfecto, ambos se aman, su matrimonio fue por mutuo acuerdo por todo lo alto, ya llevan dos años de casados y pronto tendrán a su primer hijo, soy muy feliz al pensar que pronto tendré a un sobrinito o sobrinita. Dei es más que mi hermano, es mi amigo y confidente siempre me apoyo, ayudo, protegió cuando en el instituto me rechazaban por mi aspecto, la diferencia era notoria éramos muy diferentes, el bello como una rosa y yo un Patito feo.

 

Quiero mucho a Dei, lo apoyare siempre, no tengo como agradecerle todo lo que ha hecho por mí, por eso deseo solo su Felicidad al lado de mi cuñado. Mi cuñado es otra historia, Itachi, es el hermano mayor de mi marido Sasuke Uchiha, son como el agua y el aceite, Itachi es amable, generoso y hogareño por así decirlo, Sasuke en cambio es frio, déspota, engreído, altanero, orgulloso, el motivo es la belleza hecha hombre, todas las mujeres babean por ese teme, siempre está rodeado por muchas mujeres, al igual que su hermano es un magnifico empresario en las corporaciones Uchihas, las más grandes y poderosas de toda Asia.

 

 Nos casamos hace medio año, la ceremonia fue en privado muy contraria al matrimonio de mi hermano la razón Sasuke no quería que se hiciera público, no fue por mutuo acuerdo todo fue por asegurar el bienestar de las empresas de mi padre, yo no me opuse solo quiero lo mejor para mi familia pero el teme no me ama como yo a él, le causo repulsión ni siquiera me a tocado desde que nos casamos, la luna de miel si se puede llamar “luna de miel”, fue horrible, el salía todas las noche y yo me quedaba en el hotel, solo me decía “No me esperes despierto Dobe” y se iba, yo sabía que él no me quería, así fue desde el instituto, ahí lo conocí poco a poco me llamo la atención, cuando cumplí 15 años y supe que era doncel intente acercarme a él, pero nunca pude llamar su atención.

 

Tenía muchas novias una cada dos meses creo, era un sex simbol en el instituto, todas y todos morían por estar con él, una vez lo vi besándose con una chica en el campus, me sentí muy mal, que podía hacer además no éramos nada, ni yo significaba nada para él. Esto no ha cambiado mucho, ahora es todo un hombre, me lleva dos años más, el teme tiene 24 años, llegamos de la luna de miel y sus padres ya tenían una casa para nosotros, en realidad era una mansión con muchos jardines alredor es hermosa, pero no va conmigo no me gustan las cosas ostentosas, tenemos que guardar las apariencias, todo sigue siendo igual me levanto y Sasuke ya no está, aunque dormimos en la misma cama ni me toca, a sus ojos no soy atractivo para él, se va a la empresa pasa todo el día ahí, no viene a comer, yo me entretengo haciendo ropa para los orfanatos y casas hogares, ayudo en el amplio jardín que tenemos en casa aunque los sirviente no me dejan hacerlo yo les digo que no es necesario, ser doncel no significa que sea un inútil, podía ser igual o  mucho más competente que un varón.

 

El teme no llega hasta muy noche, cuando ya estoy dormido, se la pasa en cocteles y en bares con sus amigos, lo noto en los periódicos siempre sale con otras mujeres o donceles en las portadas. Según el “No tiene por qué estar atado a mí, cuando el año de casados se cumpla se divorciara” lo escuche en una conversación que tuvo con su hermano Itachi, sería estúpido no notar que llega con olor a perfume barato de otras mujeres y donceles, lo vi en una de sus camisas, sé que me es infiel, nada puede ser tan doloroso que ver que no causas deseo en tu esposo, que te engaña y ni siquiera tiene remordimientos contigo.

 

No sé cuánto tiempo más pueda soportar esto, lloro amargamente al saber todo esto y por más que lo ame tanto como lo amo, le daré lo que tanto anhela Su Libertad, sé que mi padre me apoyara y mi hermano también, solo quieren mi felicidad... detestan al Uchiha.

 

Pero por más que esto sea así tengo que llevar la fiesta en paz con él, por lo menos yo daré el primer paso, él es muy orgulloso que nunca lo haría... me alisto rápidamente, trato de  vestirme lo mejor posible, le pido a Juggo nuestro chofer que me lleve a las empresas pronto será la hora de la comida así que... le invitare a comer.

 

El transcurso fue rápido y tranquilo, en estos momento soy una mar de nervios no sé porque presiento que me dirá que no, llegamos bajo rápidamente Juggo abre la puerta del carro y por fin piso por primera vez las empresas.

 

-          Señor quiere que lo espere – me habla Juggo al bajar.

 

-          No te preocupes... regrésate a la casa yo iré luego – me despido con una sonrisa y le agradezco el gesto, creo que no será necesario.

 

-          Señor yo creo que... – trataba de convencerme.

 

-          Gracias Juggo de verdad pero no será necesario – asiente y se retira del lugar. Pronto subo al ascensor que me lleva directamente al piso de las oficinas del teme y de mis cuñados, casi no hay nadie, era por la hora de la comida seguro, su secretaria tampoco estaba en el lugar. Me dispongo a entrar a la oficina, cerca de la puerta puedo escuchar unos sonidos un poco raros, me acerco más casi para abrir la puerta, mi corazón no deja de latir fuertemente, esos sonidos eran... gemidos.

 

-          Ahh... ahh...así Uchi...ha...sama... ahh – se oía la voz de la secretaria, gemir como enloquecida. Naruto la había reconocido siempre le comunicaba ella cuando quería hablar con su marido, abrió más los ojos cuando escucho la voz de su marido, era el... Sasuke.

 

-          Vamos... ahh... ahh... – gemía roncamente sasuke que se dejaba oír a las afueras de la oficina en donde un rubio se hallaba parado frente a la puerta debatiéndose mentalmente si entrar o no, eso ya era demasiado, él sabía que lo engañaba pero otra cosa era verlo personalmente. Su corazón no podía más, el hombre que más amaba, estaba teniendo sexo en la oficina con la secretaria, quería golpearlo, abofetearlo, patearlo, gritarle que era un maldito bastardo sin corazón, quería llorar todas sus ilusiones se venían a pique y ahora que quedaba...

 

-          mmm...ahh...ahh...más... – seguía escuchando como esos dos se revolcaban.

 

-          Ahh...mmm... ahh – era la voz de su marido traicionándolo, es que acaso no tenía ni un poquito de respeto hacia él. Abrió la puerta mecánicamente y lo que vio fue la imagen más dolorosa para el... su marido tenía a la secretaria contra el escritorio, la estaba tomando como un poseso mientras esta disfrutaba de sus caricias. El sonido de la puerta abriéndose desconecto a esos dos la primera en darse cuenta fue la secretaria.

 

-          ¡Naruto-sama! – grito la chica sorprendida, era el esposo de su jefe se arregló como pudo y salió despavorida de la oficina.

 

-          Dobe... – fue lo único que salió de los labios de Sasuke, se arregló rápidamente el pantalón y tomo como siempre esa pose de altanería, miro a los ojo al doncel sabía muy bien lo que había hecho, no valía de nada disculparse, no tenía perdón... sabía que el Dobe ya era consciente de sus engaños, ya no debía seguir poniendo el dedo sobre la herida.

 

-          ¡¿Qué haces aquí?¡ - así de escueta fueron las palabras de Uchiha hacia Naruto, con esa mirada gélida que podrían aniquilar a cualquiera moralmente.

 

-          Yo... – la voz del ojiazul sonaba entrecortada, solo bastaba un poco más de dureza en la voz del Uchiha para hacerlo llorar, el bastardo solo lo hacía llorar.

 

-            No vuelvas a venir sin mi permiso... ¡Entendiste! – eso era una advertencia o una orden que más da, con eso le dejo claro a Naruto que no lo quería ver más por ahí, así lo interpreto el ojiazul. Con una fuerza que no supo de donde la saco, se dio media vuelta abrió la puerta de la oficina...

 

-          Si sasuke – cerrando la puerta detrás de  el con un portazo. Cuando salió trato de correr hacia la salida, no paso por alto la sonrisa prepotente que le mando la secretaria y un “Idiota” que escucho salir de los labios de la misma.

 

Bajo por la escaleras no le apetecía ir por el ascensor así le daría tiempo para pensar las cosas, vio que sus cuñados salían por el ascensor lo vieron bajar, también pudieron notar que iba ¿llorando?, lo llamaron muchas veces no hizo caso a ninguna de sus llamadas, no quería que lo vieran en ese estado tan deplorable, bajo rápidamente y tomo el primer taxi que encontró.

 

 

 

-          Dobe... – el azabache había terminado de arreglar toda su oficina, después que vio salir a Naruto, algo dentro de él se rompió solo que no supo que fue, tan metido estuvo en sus pensamientos cuando vio que su hermano y su copia mal hecha entraron de porrazo y sin avisar.

 

Itachi y Sai Shimura eran socios y amigos de Sasuke aunque no lo crean, no se llevaban de maravilla lo digo por Sai pero se tenían un cierto “aprecio”, venían conversando amenamente al salir del ascensor cuando notaron que Naruto venia por los pasillos llorando, no eran ciegos para no notarlo, intentaron hablarle no obteniendo resultados, fueron hasta la oficina del motivo por el cual naruto estuviera así, se llevaron una gran sorpresa al ver a la secretaria del Bastardo arreglándose las ropas y visiblemente desaliñada, no eran tontos para no darse cuenta de la situación. Itachi con mucho más coraje abrió la puerta de su hermano entrando con visible enojo.

 

-          Vimos a naruto... – hablo Sai muy enojado. La oficina desplegaba un olor a “Sexo”, que perturba un poco.

 

 

-          ¿Qué paso Sasuke? – esta vez fue su hermano, solo lo llamaba por su nombre cuando estaba enojado.

 

-          Nada que les interese... – respondió secamente el Uchiha menor.

 

-          ¡No me hagas perder la paciencia Bastardo! – ya le estaba cabreando esa actitud a Sai quería darle una buena tunda a ese prepotente.

 

-          ¡Pregunte ¿Qué fue lo que paso Sasuke?! – Itachi había alzado la voz y colocado sus brazos en el escritorio realmente furioso, su hermano menor no hacía nada más que lastimar a Naruto.

 

No le quedaba de otra tenía que responder, si no lo hacia su hermano se lo sacaría a golpes... o tal vez fuera Sai.

 

-          Me vio teniendo sexo con la secretaria – soltó sin más el Uchiha, sin mayor tacto.

 

 

-          Eres un hijo de... – Sai iba a golpearlo.

 

-          ¡Cálmate Sai! – Itachi había alzado la voz que se podía escuchar a las afueras de la oficina y Sasuke seguía tan fresco como una lechuga, con esa expresión fría como si lo que acababa de hacer fuera lo más común.

 

-          ¡Maldito bastardo! ¡Suéltame Itachi! – el moreno mayor sujetaba fuertemente a Sai, si lo soltaba seguro le rompería la cara a su ototo, aunque esa idea no le disgustaba para nada.

 

-          Ya terminaron... si lo hicieron pueden retirarse – decía Sasuke haciendo el amago de que salieran de la oficina, no tenían que esforzarse en hacerlo sentir mal, bastaba con su propia conciencia, se merecía unos buenos golpes por lo que le hacía a Naruto.

 

-          Espero que sepas a quien estas dañando Sasuke – hablo su hermano sus palabras estaban impregnadas de enojo.

 

-          Dañaste a la única persona que en verdad te ama bastardo – este era Sai, era una verdad que alguien se negaba a reconocer.

 

-          Creen que no lo sé... – los ojos de sasuke reflejaban decepción de el mismo, el más que nadie sabía que Naruto lo amaba incondicionalmente, pero solo sabía lastimarlo nadas más, siempre la terminaba regando. Aún continuaba parado en su escritorio donde el rubio lo había descubierto, no tenía ganas de nada, menos de seguir la discusión con su hermano y con su copia barata.

 

-          Vámonos Sai, su conciencia hará el resto – lo decía un Itachi muy sereno, se dio media vuelta, camino hasta dar con la salida de esa oficina.

 

-          Sabes Sasuke si antes no estaba de acuerdo con tu matrimonio ¡ahora menos! – para después salir de ese lugar, le asqueaba las personas de ese tipo empezando por su disque “amigo”.

 

-          Eres mi hermano Sasuke pero no apoyo lo que haces – así de cortas fueron las palabras del hermano mayor, quien también salió por completo de la oficina, le cansaba razonar con alguien que no quería entender.

 

 

 

Tomo el primer taxi que había encontrado sin saber muy bien a donde ir, solo que lo llevara lejos de ese lugar, todas las intenciones que tenía para que él y el Uchiha se llevaran bien se fueron al tacho con lo que paso.

 

Su corazón, bueno si es que aún le quedaba algo de corazón le decía que ya no amara más a ese maldito, no ganaba nada con eso solo obtenía “dolor”, si seguía así pronto le daría lo que anhelaba su ansiada Libertad para que haga lo que le venga en gana.

 

Llego hasta un parque que se ubicaba a unas cuadras del centro de Tokio, el lugar era muy bonito lleno de árboles y vegetación, tranquilo como para relajarse, las banquetas eran talladas de madera, y el piso empedrado, tenía unas fuentes muy hermosas que hacia darle ese toque muy especial al parque, es por eso que veía a parejas y familias paseaban por ahí. Era inevitable no ponerse a llorar después de lo que presencio, fue tan duro ver esa escena, gruesas lágrimas caían por sus azules ojos, se sentía cansado no físicamente sino mentalmente, como poder aliviar ese dolor.

 

 

-          ¿Por qué Sasuke?... – se hacia esa pregunta muchas veces sin encontrar respuesta.

 

 

No sabía cuánto tiempo había pasado, solo que ya era de noche, veía la gente pasar una y otra vez, tenía que regresar a la mansión pronto se secó sus lágrimas y acomodo sus ropas, para después levantarse y tomar un taxi que lo llevaría hasta “casa”.

 

Llego luego de unos minutos como siempre lo había recibido su mayordomo y las sirvientas, no había nadie en la casa, no quiso comer nada tampoco, subió a su habitación rápidamente se despojó de sus ropas para darse un gran baño sin que nadie lo moleste.

 

Miro el reloj del baño ya eran las diez de la noche, había pasado mucho tiempo sumergido en el agua, salió de la bañera para colocarse su toalla alrededor del cuerpo y por encima una bata de color celeste cielo.

 

Cogió su cepillo para el cabello empezando a peinarse una y otra vez sus traviesos cabellos rubios los tenía hasta la cintura, llevaba minutos en esa acción mirándose al espejo sentado frente a su velador, ya no tenía sus lentes... sintió que abrieron la puerta de la habitación cuando se percató de quien era, se colocó sus lentes inmediatamente aunque estaba de espaldas podía distinguir muy bien ese perfume masculino que pertenecía a su marido. Él llegaba más tarde no sabía porque esta vez era diferente.

 

 

En todo el día después del incidente más la llamada de atención no pudo continuar con su rutina común, estaba fastidiado con el mismo, una y otra vez se comportaba de esa manera, maldita la hora en que se metió con su secretaria, hacia cada estupidez. Tenía un gran cargo de conciencia, su hermano tenía razón, aunque el día paso rápido y ya había llegado la noche esta vez no se iría de juerga, tenía que ver al Uzumaki al menos tratar de disculparse con él.

 

Salió de la oficina no pudo ver a sus hermanos ya se habían ido del lugar eran casi las diez de la noche, la única que quedaba en las estancias era la secretaria al parecer lo estaba esperando.

 

 

-          Nos vamos Sasuke-kun – decía la pelirroja se acercó y lo tomo del brazo confianzudamente.

 

-          No te confundas Karin... ah me olvidaba estas despedida – se soltó del agarre de la secretaria no sin antes mandarle una mirada totalmente gélida y furiosa, para después salir campantemente por la recepción.

 

-          Pero... – la pobre ya había pensado que entre ellos pasaba algo pero se equivocó, la respuesta del azabache lo dejo más que claro.

 

Bajo al estacionamiento en donde encontró su convertible negro, subió en el para conducir en dirección a su casa, normalmente llegaba pasada la una de la madrugada pero hoy llegaría a su parecer temprano.

 

Aparco el auto en la mansión para que su chofer guardara el auto, abrió la puerta de su casa y se enrumbo hacia el dormitorio principal, al llegar como supuso encontró al rubio despierto estaba de espaldas cepillándose su sedoso cabello. A él le gustaba y mucho el cabello del rubio aunque no lo hiciera notar, de espaldas a él le pareció indefenso como si de un niño se tratase, no es que le pareciera bajito, él le sacaba al Dobe dos cabezas de diferencia. Salió de sus pensamientos cuando el Uzumaki termino de cepillarse y se disponía a pararse.

 

-          ¿Aun despierto?... a la cama Dobe – pronuncio el Uchiha con tono conciliador.

 

-          ... – no recibió respuestas solo un asentimiento por parte del rubio que se dirigió al lado de su cama, en ningún momento le dio la cara.

 

-          Ya es muy tarde... descansa Dobe – volvió a decir el Uchiha, vio que naruto se depositaba en la cama de espaldas a él, no tuvieron contacto visual, noto que se quitó los lentes y los dejo en el buro de la cama, escucho solo un...

 

-          Buenas noches Sasuke... – Naruto había tratado en todo momento de mantener el control de la situación, no quería ni ver al Uchiha, era mejor si lo trataba así aunque su corazón de rompa por dentro.

 

-          “Dobe” – no quería que naruto lo tratara así, era la primer vez después de varios meses que se dirigían palabras en la noche, casi nunca hablaban, solo lo necesario.

 

Con ese pensamiento el Uchiha menor se fue a dar un baño, dándole tranquilidad a Naruto para poder dormir si es que podía. 40 minutos después salió Sasuke de la bañera con la toalla envuelta en sus caderas, mostrando ese trabajado cuerpo que poseía que volvía locas a las mujeres, las gotas traviesas de agua escurrían por su pecho dejando ver a un sexy azabache, sabía que Naruto estaba dormido así que se quitó la toalla para ponerse un bóxer negro y el pantalón de su pijama del mismo color, nunca dormía con la parte superior del pijama le fastidiaba.

 

Se recostó suavemente para no despertarlo como hacia todas las noches, se acercó hasta el mirando fijamente su rostro, sus ojitos estaban cerrados esos hermosos ojos azules estaban dormidos ya no podía verlos, sus tres marquitas es que se veía tierno dormido, su respiración acompasada, lenta, tranquila, sus cabellos rubios que caían graciosamente por su rostro, siempre lo observaba cuando estaba dormido, le gustaba hacer eso mirarlo hasta poder conciliar el sueño.

-          Yo no sé ser de otra manera... te mereces a alguien mejor Naruto... – esto lo dijo acariciando sus cabellos una y otra vez, le dio un beso en los mismos para después caer en las redes de Morfeo.

 

 

-          “Sasuke”

 

 

 

Pronto amaneció y los rayos de sol entraron estrepitosamente por una habitación en donde dormía un perezoso rubio que descansaba plácidamente despertándolo, sacándole de aquel sueño, un sueño que no podía ser... se sentó en la cama para tallarse los ojos palpando con una mano el lado contrario “No está”, Sasuke otra vez se había ido, porque pensar que podría despertar a su lado, pero no era así. Los recuerdos del día anterior atiborraron su mente, el dolor a su corazón volvió, esa opresión que no lo dejaba que no se quería ir...

 

Miro su celular para ver la hora al cogerlo pudo notar que tenía “20 llamadas perdidas”, 11 eran de su hermano Dei y 9 eran de su mejor amigo casi hermano Gaara, Sabaku no Gaara. Seguro ya se habían enterado de lo que paso ayer con su marido gracias a sus queridos cuñaditos, ahora tendría que llamarlos, la cuestión era que no quería volver a tocar el tema, para el ese tema ya estaba zanjado.

 

-          “Llamada entrante” – pudo leer en la pantallita del aparato.

 

 

-          Es Gaara... uff – suspiro tenía que contestar sí o sí.

 

 

-          ¡Naruto! – se escuchó por el otro lado de la línea.

 

-          Hola Gaara-chan por favor... no grites... me duele la cabeza – sobándose la sien.

 

-          Sai... me conto lo que paso – la voz del pelirrojo sonaba acongojada.

 

-          Yo no quiero hablar más de eso Gaara-chan –

 

-          ¡Naruto tienes que darle una lección a ese bastardo! –

 

-          Se te está pegando lo de Sai... –

 

-          ¡Naruto! – le sacaba de quicio que Naruto quisiera demasiado a ese hijo de ...

 

-          Gaara estoy bien no te preocupes si... – no quería que se siguieran preocupando por él.

 

-          ¿Estas todavía en tu casa? –

 

-          Si por... –

 

 

-          ¡Voy para allá! – y colgó.

 

-          No Gaara... – pero ya había colgado, ahora tendría que esperarlo, el pelirrojo le sacaría la verdad así fuera a palos.

 

-          Uff... – iba a ser un día muy largo.

 

-          “Llamada entrante” – su celular volvió a sonar llamando la atención del blondo.

 

-          Es Dei... – ay no se avecinaban problemas Dei + Gaara= “¡Peligro!”, era mejor contestar, su hermano estaba con unos cambios de humor fatales debido al embarazo no había que hacerlo enojar.

 

-          ¡Hola Dei! ¡¿Cómo va el embarazo?! –

 

-          No te vayas por la tangente Naruto Namizake Uzumaki – se escuchó por la otra línea fuerte y claro.

 

-          Dei... no estoy de ganas ttebayo – haciendo morros.

 

-          Pues te las aguantas... en cinco minutos llego – y se cortó la comunicación telefónica, ni lo dejo contestar.

 

-          Definitivamente será un largo día... uff – era la enésima vez que suspiraba y se estiraba en la cama como gatito, mejor se iba a bañar para estar bien relajadito cuando llegaran sus hermanos.

 

 

 

-          ¡No, no y no! el cretino tiene que pagar – decía Deidara que caminaba de un lado para otro como fiera enfurecida.

 

Habían llegado hace media hora a su casa y hasta ahora seguían con el mismo tema... “Mil formas de hacer morir al Uchiha menor”...

 

-          ¡Pero Dei!... dejemos esto por la paz ttebayo... –

 

-          ¡No naruto! ¡Sabes muy bien que no tiene perdón lo que te hizo caramba! – esta vez era su amigo pelirrojo quien alzaba la voz.

 

-          Todos sabemos que esto pasaría no... – hablo el rubio, ambos hermanos sabían de lo que era capaz de hacer Sasuke.

 

-          ¡Y dejaras todo así como así! – Deidara seguía grite y maldiciendo al Uchiha menor, su marido y Sasuke eran muy diferente.

 

-          Yo... – Naruto no sabía que responder, solo atino a agachar la cabeza.

 

-          Naruto es hora de que las cosas empiecen a cambiar... – le hablaba el pelirrojo, poniéndose de cuclillas a él y levantándole la barbilla.

 

-          ¿Cambiar? – pregunto naruto sin entender la palabra, poniendo su carita a un lado.

 

-          Gaara te refieres a ese tipo de cambio hump... – de pronto la cara de deidara cambio de furia a una felicidad completa “Era hora del gran cambio”.

 

-          Si – asintiendo a las palabras del rubio mayor.

 

 

-          Entonces que se prepare mi cuñadito – aseveraba Deidara.

 

 

-          ¡Ese bastardo aprenderá a valorar así sea a bases de golpes a Naruto! – decía gaara chocando ambos puños y con una sonrisa maléfica en el rostro del mismo.

 

 

-          Ustedes me dan miedo ttebayo... – miles de gotas bajaban por el rostro de Naru al ver las caras de su hermano y amigo.

 

 

-          ¡Muajamuajamuajajaja...! –

 

 

 

 

-          Los boletos de avión ya están comprados, tu vuelo sale dentro de tres días a las 4pm de tarde – contestaba un joven muy bien parecido.

 

-          Gracias... averiguaste lo que te pedí – 

 

-          Al parecer tiene problemas con su marido... la relación aún no se hace pública – hablaba el secretario de aquel hombre.

 

-          ¡Lo sabía! – tronaba sus dedos el jefe de aquel secretario – ¡Le quitare al Uchiha lo que me pertenece por derecho...! – todo estaba calculado y nada podría fallar...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gusto o no

Ustedes deciden si sigo... con un lindo Rw

Recibo de todo tomatazos, alagos, palizas lo que sea haganmelo saber ok


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