“Si volteo… puedo ver nuestras huellas juntas en la nieve… seria maravilloso volverte a ver en ese mismo lugar…”
-Konichiwa my love- sonrió al verte y me siento a un lado mientras el viento en mi rostro mece suavemente mi cabello haciéndome reír- recuerdas que prometí venir a verte cuando te extrañara demasiado… bueno todos los días ah sido así… pero hoy mas que nunca te recordé… sabes… hoy hace 4 años te conocí… ¿lo recuerdas? –
Yo si puedo… puedo aun sentir aquella sombra sobre mi mientras leía mi libro… ese que me había esforzado tanto por comprar en la biblioteca… era un día soleado y había decidido sentarme en el parque mientras comenzaba mi lectura, pero tu sombra me dificulto mi trabajo.
-Disculpe… interrumpe mi momento- dije riendo un poco para no sonar grosero
-Oh, lo siento mucho, es solo que lo vi tan solo aquí que quise acercarme- dijiste mientras te sentabas al lado observando aquel libro y luego viéndome- ¿es interesante?-
-Bueno si… es… acerca de la soledad-
-¿es usted una persona solitaria?-
-Bueno jamás me lo había preguntado –susurre y luego mi mirada se poso en ti haciendo que tu soltaras una graciosa risa mientras negabas suavemente
- disculpe mi poca educación… mi nombre es Matsumoto Takanori-
-Un placer… Takashima Kouyou… y no de hecho ah sido una buena pregunta, jamás lo había considerado así… y bueno resulto ser una persona huraña a veces-
-Mmm ya veo… -sonreíste… fue la primera y la vez que mas recuerdo haber sido tan feliz solo con un simple gesto tuyo.
Creo que tartamude un poco mientras hablaba contigo acerca de nuestros gustos… incluso recuerdo mis gestos de sorpresa que meses después llegaron a molestarte… fue extraño para mi conocer a una persona a la cual le tuve confianza enseguida, yo era una persona reservada, pero fue como si te conociera de años y solo hubiera sido un reencuentro y deseara contarte que había sido de mi vida… es cierto… a mi también me da risa como quedamos unos días después encontrarnos para seguir con la platica… coincidíamos en muchos pensamientos, nuestra forma de ver la vida era tan distinta y a la vez era la misma.
-Shiimaaa no hagas eso –me dijiste mientras acomodabas las cosas de tu departamento y yo jugaba con tu mini perro dándole vueltas en el sillón haciendo que moviera su colita emocionado
-Eh pero mira parece que Koron-chan le gusta –reí al revolcar una vez a nuestro travieso amigo- además no causa ningún mal si jugamos un poco-
-pronto vendrán Yuu y Uke… no quiero que la sala este desescombrada por culpa de mis traviesos-
Tome a mi compañero de travesuras haciendo un leve puchero sentándonos ambos tranquilos en el sillón, cuando regresaste nos miraste y reíste un poco corriendo hacia donde nos encontrábamos aventándote empezando una batalla, la cual termino cuando el pobre Koron salió al sonar el timbre.
-deben ser ellos, Shiima quiero que te comportes vale, me encantaría que ustedes pudieran llevarse bien - dijiste dándome un beso en los labios mientras yo te alzaba un poco de la cadera haciéndote reír suavemente para luego empujarme de forma juguetona e ir a abrir.
Yo aun no entendía cual era el propósito de que quisieras que yo los conociera, pero mientras pasaba el tiempo y yo iba comprendiéndote más… supe que algo importante en tu vida… tenia que formar parte de ella por completo
-Bueno Yuu Uke, este es mi novio Kouyou, ahm ellos son mis mejores amigos Shiima-chan-
-Un placer- dijo el castaño obscuro acercándose a tomar mi mano de forma amigable con una enorme sonrisa que me hizo sentir calmado
-Hola- respondió fríamente el moreno que tenia cruzados los brazos como negándose a aceptar que yo era la persona que debía conocer en ese momento
Vaya que en ese momento odie a tu amiguito… que se creía el para tratarme de esa manera sin conocerme, me pareció tan infantil e idiota, pero al final pasamos una tarde divertida haciendo que se me olvidara su comportamiento anterior, pues después de la primera impresión decidió ser un poco mas amigable, mientras que Uke resulto ser tan cálido y dulce.
- bueno quiero presentarles a mi compañero de vida y casi hermano Akira-dije levantándome al abrirle la puerta a mi mejor amigo- Pero pueden decirle iguana-
-Eh Kou no me digas de esa forma, que mala primera impresión estoy dando –dijo seriamente haciendo que los demás pararan de reír mientras el soltaba tremenda carcajada sentándose al lado de Yuu- un placer chicos- dijo finalmente después de aquel susto.
Fue un día increíble al lado de las personas que mas queríamos, y mientras tomabas mi mano y sonreías de forma confortante como indicándome que había sido un día que no olvidarías… sabes ese día no te lo dije… pero yo tampoco puedo olvidarlo… todo mi mundo y el tuyo había sido reducido a uno.
Sabes… es gracioso la forma en la cual cada recuerdo viene a mi cuando pienso en nuestra relación, es como si fuera demasiado valioso como para borrarlo, no deseo hacerlo aun cuando haya decidido despedirme de ti, eh preferido guardarte en mi memoria permanentemente, Takanori… la vida gira tan rápido que a veces no nos damos cuenta.
Aun puedo sentir el roce de tus labios y tus manos suaves en mi cuerpo al hacerte el amor, la forma en la que a veces reías cuando mordía el lóbulo de tu oreja haciendo encogerte en mis brazos.
-Taka…-
-Mmmm… si… -gemiste en mi oído mientras me movía en tu interior soltando suaves jadeos en tu oído con ese vaivén que nos llevaba a la locura.
-quiero… que… te des… cuenta… ahmm… de la forma en la que te toco… -dije besando tu hombro mientras mis manos se paseaban por tu cadera- quiero que sientas… mis manos recorrer tu cuerpo…-subí acariciando su pecho mientras seguía moviéndome al compas de el sonido de tus gemidos logrando una perfecta sinfonía con el chocar de nuestros cuerpos.
No necesitaba ser brusco para hacerte tocar el cielo, solo… tocarte como jamás nadie lo había echo, solo besarte de forma amorosa e inolvidable… no muchos pueden entender el concepto de hacer el amor…. Pero para nosotros… era el encuentro absoluto de nuestra alma… de nuestro cuerpo... un momento para saber que éramos parte del otro.
-te amo- susurre en tu oído haciendo que soltaras un gemidos de sorpresa
Era la primera vez que te lo decía y sabía que había sido lo más especial que habías oído, puesto que te considerabas una persona muy sola... y a veces de forma tonta poco querida.
-Te amo Kouyou- susurraste entre gemidos moviendo tu cuerpo contra el mío en un momento de total entrega.
Eso era para mi el tocarte… el besarte… el estar dentro de ti… era un momento de total entrega y confusión… pues no sabíamos diferenciar uno del otro y eso lo hacia único… El sexo es para cualquiera… pero hacer el amor… es el ritual más hermoso y espiritual que existe.
Te repetí ese “Te amo” mientras tomaba tu cuerpo como mío… mientras movía mi cuerpo de forma apasionada contra el tuyo, mientras besaba cada rincón de tu cuerpo y mis manos trataban de memorizar cada parte de ti, aun ahora si alzo mis manos puedo recordar cada parte de tu cuerpo.
Seguramente pensaras que soy un pervertido… si tal vez lo sea… pero recuerdas, jamás tuvimos pena alguna de platicar nuestros encuentros amorosos, pues más que eso, los disfrutábamos y nos gustaba saber que el otro había sido feliz.
Mi amor aun ahora sonrió al recordar nuestra primera vez y ese sonrojo al verme encima de ti, eras bastante penoso aunque a veces no quisieras mostrárselo a todo el mundo, pero era así, yo solía ser un desastre pero contigo lograba sacar ese lado maduro, serio, que incluso muchas veces te saco de tu egocentrismo.
Y tu un ser tan frio, tan apartado de los demás, te volvías tan dulce, confiabas en mis palabras y no dudabas sonreír mucho al estar conmigo… eras tu… mas que con nadie… conmigo eras Takanori… ese pequeño chico con temor al mundo pero tantos deseos de algún día llegar a ser un gran músico.
Y cuando sufrías… yo jamás dude estar ahí… jamás dude estar a tu lado… no importaba la distancia, muchas veces desee correr para envolverte con mis brazos y darte esa protección que tanto habías necesitado, y cada vez que te veía procuraba que entendieras que no importaba nada… mi mundo se colapsaría si tu no formabas parte de el.
Muchas veces te lo decía al oído, otra tantas lo gritaba, pero siempre sabias exactamente como me sentía a tu lado… te amaba… aun ahora te amo por la persona que fuiste para mi Taka…
Y sabes… eh visto mucho a Uke y Yuu… no se si ellos te habrán contado algo… pero después de separarnos… Yuu resulto ser una gran amigo para mi… me apoyo tanto sabes, me presto su hombro derecho para llorar, ok si sonara tonto… dirías Tu Kouyou… llorando vaya… pero tanto así me dolió… que tu te alejaras de mi, fue cruel.
Ya se me dirás… ya un año de eso Takashima… supéralo… pero a veces es muy difícil… aunque sabes… me eh dado la oportunidad para sentir de nuevo así…. Yo bueno… Yo y Yuu tenemos una relación sabias… si no es en si algo tan formal… pero después de el tiempo que el estuvo para mi… bueno nos dimos cuenta de que había una cierta conexión especial.
Oe no te vayas a poner celoso vale… es decir... tu siempre serás mi primer amor, pero sabes… Yuu… el me quiere y yo a el, y pues… la forma e la que estamos juntos... nuestras miradas… nos comprendemos a veces sin darnos cuenta… veo futuro en ello aun cuando al principio estaba algo inseguro…
-A veces el destino suele ser tan cruel - susurro viéndote y luego volteo mi mirada al campo abierto delante de mis ojos- pero jamás debes dudar que hubo alguien que te amo y te amara… mas que nadie en todo el mundo-
Sonrió mientras juego con las rosas que se encuentran en mis manos y luego las dejo en la fría lapida en la cual ahora descansas.
-sabes que no soy muy dado a venir a visitarte… pero… tratare de hacerlo con mas frecuencia, no quiero que pienses que estas solo, porque jamás lo estarás… yo siempre –acaricio la fría piedra y sonrió ante la extraña posibilidad de un poco de calor-… siempre estaré aquí para ti… hasta el día que nos encontremos de nuevo… Adiós My love…. Regresare pronto…-
Y así acomodo mi gabardina saliendo de aquel cementerio y sonriendo levemente a aquella tumba que por alguna extraña razón florecía como ninguna otra…. Aunque creo que era tu sonrisa… y ese extraño efecto de hacer que lo demás resplandeciera.
Siempre sabes como deslumbrar Takanori…