Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LETTERS TO TOM por Lunita Shinigami

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es Universo Alterno asi que :P Bienvenid@s

LETTERSTOTOM

BY LUNA SHINIGAMI

 

 

::::::::::  HARRY POTTER  :::::::::::

 

Nota: los personajes de Harry Potter no pertenecen, este fic es sin ánimo de lucro.

 

 

 

Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.

 

 

Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos. Y tratare de mejorar.  Recuerda es marca Luna Shinigami, habrá violencia, Gore y demás, favor no entres si no os gusta la temática.

 

Atentamente Luna Shinigami

 

+++++++++++++++++++++++++++++++++++

 

Su cabello negro estaba alborotándose al viento, mientras varias lágrimas caían de sus ojos.

 

Ahora estaba solo, yendo a un nuevo mundo, allí encima de esa embarcación, con la frialdad del océano y del aire, golpeando su rostro con inclemencia, dejándolo frio, sobre todo la nariz y las orejas.

 

Trato de darse calor, él mismo, con sus manos enguantadas.

 

Partía a otro continente, dejando todo atrás, dejando su vida y posiblemente también su muerte.

 

Cerro sus ojos verdes, profundos, como gemas de esmeralda pura, esperando que aquella carta,  fuera una daga atravesada, como lo era el dolor que él tenía atorado en el pecho, como una horrible herida supurante y abierta.

 

-Tom- susurro al viento.

 

+++++++++++++++++++++++++++++++++++

 

Se giro sobre su cuerpo, sintiendo su cama vacía, abrió uno de sus ojos rojos, sintiendo bajo su cuerpo algo que raspaba su piel blanca, y no era el cuerpo caliente de su más ardiente amante, no, era una nota, bostezo, tomando aquella nota entre sus dedos, devorando despacio la lectura.

 

“Tom:

Mi querido Tom, Mi amado Tom, no sabía cómo escribirte esto, cuando  lo leas, yo estaré demasiado lejos de ti y de todo aquello que conozco, o conocía.

 

Aun recuerdo cuando llegaste por nosotros al orfanato, Draco y yo habíamos perdido todo, los muggles atacaron a nuestras familias, y muertos nuestros padres, nosotros no éramos nada más, que sirvientes al primero que nos comprara, en esa época contando con menos de cinco años, sentí devoción ciega por ti.

 

Llegaste como un salvador en medio de tanta porquería, Oh, Tom, como te ame desde ese momento, tus ínfulas de gran señor, la túnica revoloteando  sobre ti como si deseara venerarte y yo de igual forma.

 

Los años pasaron en la mansión y yo veía cosas diferentes, era pequeño, pero no idiota, mientras a mi me exigías caricias y besos, a Draco le tratabas como se tratan las porcelanas, cuando a mi me abrías de piernas a mi escasa edad exigiendo más de lo que podía darte y que yo encantado te daba, con él era completamente diferente.

 

No puedo negarlo Tom, Draco siempre tuvo esa belleza efímera y angelical, heredada de su padre más que de su madre, la cara perfilada y esos ojos grises que podían robarte el aliento, sin contar con los cabellos rubios que le obligabas a llevar largos. Con una belleza que rayaba en el eufemismo, Tom, una belleza que tú cultivaste, egoístamente solo para ti.

 

Lo entendí después, a mi me deseabas, me poseías, yo era para ti una simple adquisición, como lo podía ser perfectamente un caballo de paso, o alguno de tus mastines de caza, pero él, Draco, era lo que deseabas en un esposo, cultivabas su belleza, su pureza, su inocencia, sus modales refinados y ese andar elegante de los Malfoy.

 

Yo simplemente era un Potter, el hijo de James Potter con una bruja sangre sucia, él, un niño perfecto, el hijo perfecto de dos sangres puras que cayeron en desgracia.

 

Y lo entendí, Tom, te juro que lo entendí, decidí usar mi cuerpo para agradarte, dejar saciar entre mis piernas, aquello que no podías hacer con Draco, porque tu rubio, era decente, tu rubio seria un esposo digno para mostrar con los modales de un caballero y seamos realistas Tom, para ti, yo simplemente era una puta, una de un solo hombre y dueño pero puta al fin y al cabo.

 

Luego, no te conformaste  con llevarme a la cama y demostrarme que solo sirvo para el sexo servil, no, me enviaste como juguete sexual a tus enemigos, averiguar sus estrategias militares.

 

No tarde en encontrar el gusto por el sexo con extraños, ellos morían con una palabra mía, mis ojos verdes les excitaba y la carita de niño bueno, eran el fetiche más común para esa partida de pederastas.

 

Empecé a sentir el gusto por los regalos caros, joyas, ropa, dinero, todo lo que pedía me lo daban, y tu, más que feliz con mi desempeño me otorgaba mas privilegios, una habitación para mí solo, oro en mis manos, plata en mis bolsillos para gastar a manos llenas y  la libertad para salir de la mansión, aun siendo tu sirviente y esclavo.

 

Me encanto poder exhibirme, ser un trofeo difícil de alcanzar, un trofeo que solo era dado al mejor postor, al que pudiera pagar mi caro precio, por una sola noche, el que pudiera pagar mis encantos, mis piernas, mi trasero y mi boca.

 

Draco no entendía como yo podía tener dinero, como podía tener un andar felino, pero en su inocencia, creía que era un buen sirviente y tú me recompensabas por eso, no sabes cuantas veces quise decirle el ser vil  que eras, para que sintiera decepción sobre ti, pero sabía que me odiarías Tom, que preferías mi cuerpo apostado a un lado de tu mansión que una sola lagrima de Draco, y realmente, llegue a quererle demasiado, a amarle con la misma devoción que tu le profesabas.

 

No miento, muchas veces cuando íbamos al mercado, hombres se detenían por su halo de santidad que le habías dado, Vamos Tom, un arma de doble filo lo sabes, deseabas sentirte envidiado y lo eras, todo el mundo sabía que cuando salíamos, estaba tu joya más amada y tu puta más perfecta, más de un hombre trato de acercarse a hablarle.

 

Más de una vez más de uno término con signos de violencia, por atreverse a mirar algo que hasta para mí era prohibido. Mi amor por Draco era eufemico, era platónico, era saber que él era el objeto de tu amor de tus deseos, de tu misma educación, un calco de lo que deseabas como futuro, y ame eso, ame sus ojos platas brillando en las noches cuando me leía, o sus manos largas cuando me tocaba el violín y tu no estabas.

 

Ame sus esfuerzos por enseñarme a leer y su sonrisa que dedicaba a pocas personas, una de ellas tu y la otra yo.

 

Al ser sacados del mismo orfanato, Draco sentía un cariño por mi rayando en la fraternalidad, se que por eso me diste una habitación, hermosa, grande pero alejada del objeto de tu afecto.

 

Aunque jamás hubiera podido acercarme a nuestro hermoso rubio con malos deseos, Tom, le amaba demasiado para mancharlo con mi cuerpo o mis besos, aunque me gustaran las joyas y supiera que el sexo estaba hecho para mi, sabía también que estaba sucio y tocar a Draco, era tocar algo celestial y mancharlo de suciedad y le quería tanto, le amaba tanto en mi amor platónico, que para mí era inconcebible.

 

Así que por mí no debías preocuparte, yo le cuidaba y amaba, jamás le hubiera dañado, mi cuerpo era una herramienta, su cuerpo, un templo, hay que saber las diferencias.

 

Tu le amabas puro, virgen, inocente, que su boca no hubiera soltado un beso ni siquiera casto, mientras mis labios, sabían realizar la felación mas deliciosa, y realmente ese era mi amor, mi eterna devoción y sumisión ante ti, mi cuidado y adoración por Draco.

 

Hasta ese día, lo recuerdo bien, me sentenciaste una nueva víctima, un maestro pocionista en ascenso que trabajaba en el Ministerio, lo necesitabas para espiar el envió y recepción de pociones mágicas, así como la estrategia de los Aurores, e incluso  la demografía los dementores que habitaban Azkaban, ya que el manejaba toda la información, por su mente analítica.

 

Y yo de nuevo obedecí, obedecí ciegamente.

 

Me presente como un nuevo sirviente, ante los ojos de aquel extraño, cuando los vi, sentía una extraña sensación, de intriga, de deseo, de pasión… de miedo, de miles de pensamientos y sentimientos que ni tú habías logrado enterrar en mi corazón.

 

Una sola mirada suya, me hizo sentir un chiquillo inexperto, pero teniendo fija mi misión, enterré esos sentimientos, solo me hice notar.

 

Mi cuerpo se movía contorsionándose, ofreciendo y aun en mi mejor repertorio, él no me tomo, aun ofrecido, yo estaba iracundo, mis esfuerzos para meterme en su cama era infructuosos, la rabia me carcomía, también el odio, si, le odie, porque todos caían ante mí, porque todos me veneraban como un dios, al cual se le debe rogar por un segundo de su atención, pero él, Severus, Mi Severus no se tentó con mi rostro, mis ojos o mi cuerpo.

 

Me daba curiosidad, pero también lejana empatía, empecé a aprender sus hábitos en su mansión, no me habías dado límite de tiempo, así que empecé de verdad a servirle, de mirar sus libros de pociones, de ver sus calderos, empecé de a pocos a sentir afecto por los artefactos que amaba, oh Tom si hubieras visto su mirada realizando alguna poción, la devoción en sus ojos negros, la devoción por cada uno de sus ingredientes, sus manos firmes apostadas en los cucharones o en el cuchillo con el cual rebanaba los ingredientes. Era algo único, mágico, poderoso.

 

Severus empezó a verme de una manera diferente, empezó a enseñarme pociones, con la misma dedicación que lo hacia Draco, con la misma paciencia para corregir mis errores, pero con una voz inflexible que te obligaba cada vez a hacerlo mejor.

 

Nadie, aparte de nuestro rubio, se había dedicado a enseñarme algo que no fuera sexual, nadie le había importado si aprendía o no, nadie me había preguntado si tenía varita, Yo negué.

 

Tu no querías que tus dos posesiones usaran algo de defensa, ninguno sabia usar la varita ni Draco ni yo, ambos éramos torpes en la magia, la teníamos y fluía en nosotros, pero no era algo normal, además éramos sirvientes, no había necesidad de varita o de magia.

 

Cuan equivocado estaba Tom, Severus me compro una varita, si, una hermosa varita y la magia chispeo en mis dedos, como una forma de canalizarla, era una sensación plena y única, no supe porque jamás nos diste una, ni siquiera al objeto de tu amor. Pero Severus si lo hizo, me dio una varita y me entreno en hechizos que niños mágicos aprendían desde los 11 años cuando eran enviados a Hogwarts.

 

Hogwarts, otro misterio para mi, que fue resuelto por Severus, un colegio para niños mágicos, donde se aprendía el uso de magia, pociones, pocos niños no iban y siendo nosotros dos huérfanos honorables, de grandes apellidos hasta él se le hacía raro.

 

Pero a mí no Tom, nos tomaste desde pequeños para moldearnos a tu gusto, en el mundo mágico pero a pesar de todo lejano a él, niños mágicos que no usaban magia, con potencial mágico pero siendo sirvientes a tu servicio, el ultimo Potter que no se defendía, el ultimo Malfoy que obedecía ¿Qué hubiera pasado si nos hubieras dejado ir? Seguramente cada uno hubiera aprendido a pensar por sí mismo lejano a tus deseos y no podías permitirlo, en mi tenias una herramienta, en Draco un esposo ideal, si ambos nos íbamos y veíamos y vivíamos experiencias como cualquier adolescente, seguramente algo hubiera cambiado.

 

Tom, ¿tanto nos odiabas? O ¿simplemente tanto deseabas atarnos a ti? Al único hombre que le tendió la mano a un par de huérfanos.

 

Aun así, lejos de mis pensamientos, en ese momento, tome todo lo que me ofreció Severus, todo, ese conocimiento desbordante, ese hablar serio pero excitante, esas ropas oscuras que hacían de él un ser peligroso.

 

Y una noche de aprender a usar el accio con la varita, paso, sucedió por fin, un beso, un beso que yo venía buscando, caí sobre Severus y nuestras miradas se unieron, luego el beso deseado, más poderoso que la misma magia fue ese beso, lo bese con pasión, subiéndome a arcadas sobre él.

 

Sentí sus manos en mis caderas con cuidado pero con la fortaleza que le da el poder de sentirme a su merced.

 

La magia nos envolvía, y la ropa sobraba, nuestros cuerpos conocieron la calidez de la desnudez y fuimos uno, oh Tom, ni tú me hacías llegar así al cielo, porque por primera vez yo no estaba teniendo sexo, estaba haciendo el amor, con alguien que me lo entregaba sin medidas.

 

Aun así, no olvide mi misión y en la calidez de nuestros futuros encuentros saque información para ti, pero con temor, te empecé a dar información a medias.

 

Severus veía que cada vez más yo me consumía en el desespero, de mentirle a mi amo o de fallarle a la persona que más amaba.

 

Una noche, no pude más, con su forma de tratarme, me derrumbe, caí a sus pies y llore, Si Tom, llore contándole todo, lo que podía, que había sido enviado para espiarte, pero también, que en medio de todo, me había enamorado de él, que tomara mi vida, por atreverme a amarlo.

 

¿Y sabes que hizo?

 

Me beso, me beso con ternura, susurrando cosas tiernas al oído, tomándome en su regazo como el niño que aun era, que aun soy, diciendo que mi amor era plenamente correspondido, y que iba a comprar mi libertad, que jamás nunca iba a ser tu puta de nuevo.

 

Esa noche  no me hizo el amor, esa noche simplemente dormidos juntos.

 

Pero en ti no se puede confiar Tom, te diste cuenta de mis intenciones, antes que yo mismo, maldita sea. ¿Por qué? Porque no me dejabas un poquito de felicidad, no mucha Tom, un poquito, lo merecía, merecía un premio por ser tu puta, por aguantar con quien me quisieras vender, por el cliente de una noche, por un lord o por un mendigo.

 

Pero no, no deseabas perderme a mí, a una fuente, a un arma, a un peón en tu estúpido tablero de ajedrez y mandaste el ataque al ministerio.

 

Oh si Tom, sabía desde que nos avisaron del ataque que fuiste tú,  de alguna manera, supiste que Severus deseaba comprar mi libertad, y tu, deliberadamente atacaste.

 

Cuando la carta de aviso llego, llore como nunca, mis gritos inundaron la mansión y aun puedo sentir como Draco me abrazaba con fuerza, como sostenía mis manos y como trataba de darme la vana esperanza de que si Merlín deseaba le vería al otro lado del velo.

 

Se, que en este momento debes estar alzando una ceja, si Tom, Draco sabía que le ame, sabía que amaba un hombre mayor y estaba feliz por mí, iba a hablar contigo para que me dejaras casar con él, luego de mi libertad, pero jamás estuvo en tus planes, le mataste, me lo quitaste antes de que mi felicidad lo alcanzara, para tus propósitos era más importante matarle, acabar con un posible riesgo para tu futuro ascenso al Ministerio, a la vida pública, al control de Inglaterra mágica.

 

Luego simplemente me rendí, me rendí a las lágrimas y el dolor, ¿recuerdas que paso en mi habitación? Me tomaste burlándote de mi dolor, de mi honda herida, recordándome que solo eras mi amo y debía servirte, jamás a nadie más y con sangre pagaban los que trataban de traicionarte y en un acto cirquero y burlón, decidiste dejarme ir a su funeral.

 

Estaba allí, al lado de su tumba, colocando flores que Draco había cortado para alguien que jamás conoció, pero que quería porque yo quería, es irónico, que la única cosa buena en común de los dos, fuera en efecto Draco, estaba allí, acompañándome en mi gran dolor, en mi perdida, en mi llanto callado y desesperado, en mi angustia porque ahora debía vivir sin él, con el pecho abierto en desesperación.

 

De eso ha pasado ya una semana Tom, volví a ser tu amante deseoso en la cama, volví a entregarme a ti con pasión, a ser tu puta, pero sabes algo, el dolor de mi alma no se va, no se apiada de mí, no me deja dormir, me levanta en las noches desesperado, cuando me tomas, veo el rostro de Severus recriminándome la debilidad de estar contigo.

 

Y tiene razón, porque como te ame, te quise y te venere, te odio con mi corazón abierto, te odio por quitármelo, te odio por quitarme al único hombre que me amo por ser Harry, no una herramienta, no un culo para ser follado como un animal, no un objeto de veneración, solo Harry.

 

Te odio, Tom, te amo, estoy en contradicción, pero en efecto te odio más de lo que te pude amar, pudiste tener mi entera fidelidad, Yo hubiera hecho que Severus te ayudara, si solo me hubieras dado la oportunidad de ser feliz.

 

Pero todo ya ah acabado, es el fin del camino para todos, cuando termines de leer esta carta, estaré muy lejos, demasiado para el alcance de tus garras, lejos de ti, en una nueva vida, y no Tom, no siendo aun esclavo. Severus antes de morir, pensó en todo y compro mi libertad ante el ministerio, dejándome una suma de dinero con la cual podre empezar de nuevo.

 

Supongo tu rabia y tu ira, tu mascota salió del alcance de tus manos, tu puta más venerada, tu peón en ese mundo estúpido de poder pero…

 

Las lagrimas aun mojan el papel Tom, mis lagrimas no paran porque desean hacerte sufrir lo que yo estoy sufriendo, deseo que pases por el dolor que yo tengo ahora.

 

Porque tú me quitaste quien más amaba, yo te arrebate a quien adorabas.

 

Con un extraño sentimiento, amor y odio,

 

Harry”

 

-¿Cómo SE ATREVIO ESTE MALDITO NIÑA….TO?- su grito quedo en la mitad, “Porque tú me quitaste quien más amaba, yo te arrebate a quien adorabas” esa frase, esa pequeña frase lo hizo saltar de la cama como un resorte.

Porque tú me quitaste quien más amaba, yo te arrebate a quien adorabas

 

Esa frase le repiqueteaba en la cabeza como un mortero, como un crucios… sus pies descalzos se clavaban el polvo e impurezas del piso, aun así no le importo bajar, hasta la habitación de Draco.

 

El corazón le latía demasiado rápido, demasiado acelerado – ¿Draco?- pregunto abriendo la puerta, con el nudo en la garganta,  con el alma y el corazón en la boca, Harry no pudo….

 

La puerta se abrió en un mortal chillido, vio las muñecas de porcelana del rubio, así como los unicornios de cristal, las espadas antiguas de colección y los cientos de libros tanto en la pequeña biblioteca de la pared como en la mesita, una ambigüedad de habitación para un chico de 17 años- ¿Draco?- pregunto al verle dormido… se acerco despacio y toco sus cabellos, su piel, apretó la mano y dos lagrimas salieron de los ojos rojizos de Tom Riddle, la piel de su niño estaba fría, sus labios violetas completamente

 

Porque tú me quitaste quien más amaba, yo te arrebate a quien adorabas

 

Se arrodillo, tomando entre sus manos el cuerpo delicado, de quien crio para ser su esposo, su pequeña obsesión, su amor, su dulce pecado… su tentación, su pequeño pajarillo enjaulado, mientras mil lagrimas caían de sus ojos – Draco, Draco., Draco- lloraba sin soltarle, sin dejar el pequeño cuerpo, sin soltar a su amor, aquel que no besaba con miedo a ensuciarle de su bajeza, aun así, le deseaba eternamente como su esposo, como la mitad de su alma, como su vida misma- ¡DRACOOOOOOOOOOOO!-grito, como nunca en su vida, ni siquiera en la muerte de su querida madre a manos del muggle de su padre, grito con fuerza por qué Harry le había arrebato todo lo que amaba, no lo que adoraba, no, lo que amaba, porque en verdad amaba a Draco.

 

Porque tú me quitaste quien más amaba, yo te arrebate a quien adorabas

 

Las últimas palabras de Harry tomaron sentido.

 

Ojo por Ojo, diente por diente, amante por amante, amor por amor.

 

Y Thomas  Marvolo Riddle, supo que jugar con el corazón de un amante, era peligroso, puede ser tu mejor arma o tu peor enemigo, mas si conoce tus debilidades aunque también sean las suyas.

 

Porque allí en esa habitación, abrazado al cuerpo inerte de quien amaba, Tom, sabía que Harry debió sufrir al hacerlo, al asesinar a su pequeño sol, que también era el suyo, pero mas dolía la herida en su alma y la traición que el cariño que sintiera por Draco.

 

 

Porque un corazón herido, pocas veces se recupera,

Porque el odio puede transmutar en locura,

Porque la razón no existe cuando quien amamos no está,

Porque simplemente al no dejar amar, soltaos una fiera herida capaz de matar.

 

Owary!

 

Luna Shinigami :P

Semana santa, Luna escribiendo ¡ los fic atrasados! Y agradezcan este fic a Melanie, ella infundo en mi la maldad JOJOJOJOJO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).