No existe nada perfecto en este mundo, uno busca la felicidad en las cosas que le da la vida y lo trata de aprovechar al máximo.
El día que te conocí a pesar de haber un clima horrible, fue uno de los mejores de mi existencia, por el simple hecho de que mis ojos tuvieran la dicha de verte. Corrías bajo la torrencial lluvia de verano que había, un brazo sobre tu cabeza, intentando inútilmente de cubrirte un poco. Lo único que pude hacer fue verte con cara de tonto, pues no había visto belleza igual. A mis ojos eras lo mas hermoso que podría existir, mas que una rosa roja, un diamante o mil tablones de oro, y si eso pense los escasos segundos en que te vi, no imagino lo que podría hacer si te conociese.
La segunda vez que te vi, fue en un día soleado, yo con mis amigos en la playa y tu con los tuyos. Cual fue mi impresión al verte en traje de baño. Creo que casi me da un paro cardiaco. Mayor fue mi sorpresa cuando supe que teníamos un amigo en común. Al tocar tu mano sentí que me derretía, las piernas me temblaron, y corrí hacia el agua, fue un alivio, pero algo cobarde de mi parte, no vi cuando te fuiste, pero ahora sabia algo de ti...
Kai...
...fue como te presentaste. Esas tres letras juntas de ahora en adelante se convertirían en mis favoritas.
La tercera vez que te vi fue mucho después de la segunda, una semana si soy preciso, tal vez es poco tiempo para otros pero para mi fue bastante. Esa vez me dije a mi mismo que te tenia que hablar, que tenia que ser valiente y dejar la timidez a un lado de una buena vez. Me acerque a ti y te salude con un simple "hola", tu volteaste a verme algo confundido, pero pareciste recordar y me dijiste "ah!!, tu eres Reita ¿verdad?, el amigo de Uru". Mi nombre ya no se escucharía igual dicho por otras personas, era increíble como sonaba con tu voz, y esa sonrisa que me mostraste después fue aun mejor. Descubrimos que habíamos ido a comprar el mismo CD a esa tienda. Platicamos de muchas cosas, de música, de libros, de películas, sobre lo que hacíamos en nuestro tiempo libre...
El tiempo se nos fue como agua en las manos, para cuando nos dimos cuenta, ya era algo tarde. Mi timidez se fue de vacaciones, te invite a tomar algo al día siguiente. Ya sabia cuando iba a ser la cuarta vez que te iba a ver.
La cuarta vez que te vi, fue como un sueño, fuimos por un helado, después fuimos al cine a ver una película de comedia. Tu sonrisa, tu risa, eran muy bonitas. Tu pensabas que era por la película que yo sonreía pero era porque te veía a ti.
Esa tarde al despedirnos, no pude evitar besarte, el estar mirando tus labios ese tiempo me lo hizo imposible. No fue un beso, mas bien un roce, pero eso me basto para darme cuenta de que no podría sentir algo así por alguien mas. Abriste los ojos sorprendido, yo solo desvié mi mirada, aun sentía tus labios en los míos y eso que sentí que jamas había sentido, mi cuerpo pareció flotar, me sentía tan bien...
" bueno, entonces...te veo mañana Reita"
Tu voz me trajo a la realidad, y con ello vino la vergüenza, y ni la bandita que tengo pudo ocultar mi sonrojo.
"si...esta bien, te veo mañana"
Aun no te miro a los ojos, ¿que me dirás? ¿que harás?
Tomas mi mentón y me haces verte a los ojos, creí que mi sonrojo no podía aumentar pero lo hizo. Y aumento aun mas cuando de nuevo esa sensación de bienestar me invadió, tus labios volvían a estar sobre los míos, pero esta vez habías sido tu quien los juntó en un beso.
"te veo mañana"
Fue lo ultimo que dijiste antes de desaparecer de mi vista. No logro salir del shock, ¿es que tu también sientes algo por mi?
El quinto día que te vi, lo hice con vergüenza, recordaba el día anterior, y el sonrojo seguía en mi cara y en la tuya también. Conversamos en una banquita en el parque, helado en mano, y un sonrojo persistente. Junté toda la valentía que tenia y te dije que me gustabas...con la cabeza agachada, los ojos cerrados, las manos en puños y en un susurro apenas audible te dije "me gustas".
El quinto día que te vi, fue cuando me dijiste que yo también te gustaba. Fue el día en que nos miramos a los ojos sabiendo que había algo mas que cariño en ellos. Fue el día en que nos besamos sin vergüenza y sin importar el lugar ni si las personas veían o no.
El quinto día que te vi, me di cuenta de que tenia que dejar de contar las veces que te veía, porque era seguro que habría muchas mas.
Y si no hay en este mundo algo perfecto, estoy seguro que tu eres lo mas cercano a ello. Eso lo recuerdo cada mañana al despertar y voltear a mi lado, solo para ver que estas ahí.
Me diste la oportunidad de ser feliz, y cada día que pasa, lo que siento por ti crece cada vez mas.
Gracias por estar a mi lado...
Te amo Kai.
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