Capítulo 1: Buscando la Pareja Perfecta.
Había una vez en un reino muy, muy, muy, muy, muy, muy, muy, muy y muy, pero demasiado lejano, gobernado por la reina Mikoto y sus tres hijos: Itachi, Sasuke y Sai.
Los tres hermanos eran los más deseados, buen mozos, atléticos, guapos, sexys, rompecorazones, inteligentes y talentosos. Nunca perdían tiempo en competir entre ellos para ver quién era el mejor.
- Madre, ¿nos mandaste llamar? - Preguntó Itachi entrando con Sasuke y Sai detrás.
- Sí mis queridos hijos - dijo ella desde el trono. - Quiero tener nietos
Los tres se miraron confundidos con lo que dijo su madre.
- Para eso necesitamos tener sexo y para tener sexo necesitamos tener a alguien - dijo Sai.
- Sé esas cosas, ¿cómo creen que los tuve? - Dijo ella riéndose.
- Y para encontrar a alguien, se necesita tiempo - dijo Itachi.
- ¿Tú qué me dices, Sasuke? - Preguntó ella dirigiéndose al hijo menor.
- En mi caso, todas las doncellas del pueblo anda detrás de mí, no sé por dónde escoger - dijo con altanería y manteniendo una sonrisa de medio lado en su rostro.
- Ya veo que todos ustedes tienen excusas estúpidas - dijo ella chasqueando los dedos y apareció su mano derecha, Kakashi con tres flechas doradas en un cojín. - Mandé a Tsunade, la bruja buena del bosque a crear estas tres flechas doradas muy especiales que los ayudarán a encontrar el amor de su vida.
- Nuestra madre por fin esta senil - dijo Sasuke incrédulo los otros solo asentían con la cabeza.
- Te escuché - dijo ella dando una mirada asesina a Sasuke. - Cada uno tomará una flecha.
Kakashi pasó ante los príncipes y cada uno tomó una flecha.
- Kakashi los llevarán al pueblo, les vendarán los ojos y cada uno lanzara la flecha y se casaran con la persona donde haya caído la flecha - explicó ella con total seriedad. - ¿Alguna pregunta?
- ¿Estas borracha, madre? - Preguntó Itachi incrédulo.
- Si no me traen a su pareja esta noche los desterraré del reino y no traten de engañarme porque Kakashi los vigilará - dijo ella levantándose del trono y yéndose.
- Je, je, Kakashi, no tomarás en serio las palabras de nuestra madre, ¿cierto? – Dijo Sai con una sonrisita.
- No quiero que la reina me corte la cabeza, así que andando – dijo con un tono de temor y nerviosismo en su voz.
Se fueron del castillo y fueron al pueblo, cada uno en su caballo y Kakashi detrás de ellos en el carruaje. Al ver a los príncipes en la plaza, doncellas y plebeyos se reunieron a ver. Kakashi cubrió los ojos de Itachi con una venda y le pasó el arco. Lanzó la flecha.
- Aquí está tu futuro esposo - dijo Kakashi quitándole la venda, Itachi miró a un chico de larga cabellera rubia y grandes ojos azules ante él.
- ¿Cómo... cómo te llamas? - Preguntó Itachi extasiado ante semejante belleza.
- Deidara - contesto con nerviosismo en su voz.
Kakashi vendó los ojos de Sai y éste arrojó la flecha.
- Aquí está tu futuro esposo - dijo Kakashi quitándole la venda, Sai miró expectante al chico de cabello rojo y ojos celestes entre la multitud.
- Qué lindo - dijo Sai caminando hacia él y extendiendo la mano para acariciarle la mejilla.
- No seas... grrr – Gaara estaba completamente rojo por la cercanía del príncipe.
Kakashi vendó los ojos de Sasuke y éste sonrió con soberbia, era el mejor arquero, iba a conseguir algo mejor que sus hermanos, arrojó la flecha, todos miraron como esta se fue volando sobre las casas hasta el bosque, muy, muy lejos, casi fuera de los confines del reino.
- ¿Dónde está el afortunado que pasara el resto de su vida al lado de el gran Sasuke Uchiha? – Preguntó con arrogancia mientras se retiraba la venda de los ojos.
- Eh... - Kakashi no sabía qué decir, con lo lejos que lanzó la flecha debía estar perdida.
- Te pasaste – le decía Itachi.
- Qué buena puntería - dijo Sai con sarcasmo.
- ¿Hay más de esas flechas mágicas? - Dijo Sasuke volteando hacia donde se encontraba Kakashi.
- La reina solo mandó a hacer tres para cada uno, la bruja Tsunade cobra un kilo de oro por flecha.
- Madre te va a matar por esto - dijo Sai riéndose.
- No te preocupes, aquí hay muchas doncellas y donceles, escoge el que te plazca – decía Itachi como si fuera lo más normal del mundo.
- De acuerdo - dijo Sasuke caminando entre las doncellas con escote profundo y donceles de belleza sensual.
Entonces todos gritaron asustados porque un zorro de color dorado con nueve colas largas se hizo camino entre ellos.
- No se preocupen, yo los rescataré - dijo Sasuke desenfundando su espada para matar al zorro salvaje que se metió al reino.
- Espera - dijo Itachi deteniéndolo.
- No te necesito, puedo matarlo solo – le respondió Sasuke.
- No puedes matarlo - dijo Itachi. - Es con quien te vas a casar.
- No bromees - dijo Sasuke mirando la pata izquierda delantera del zorro, tenía la flecha dorada clavada en su tobillo.
- Tu hermano tiene razón, la reina ordenó que debían casarse con el que tuviera la flecha - dijo Kakashi con sumo nerviosismo.
- ¿Están locos? Sasuke Uchiha no se va a casar con un condenado zorro – dijo en shock.
- Tu novio no está mal, por las noches estarás calientito – se burló Sai mientras miraba a el zorro de gran pelaje.
- Jodanse - dijo Sasuke traumado mientras Itachi se llevó a Deidara en su caballo y Sai hizo lo mismo con Gaara, él solo miró al zorro gigante y se fue asqueado.
En el castillo Mikoto ya tenía un gran banquete y sacerdote para la ceremonia, lo tenía todo fríamente calculado.
- No me puedes casar con una bestia - dijo Sasuke enojado.
- Tienes que hacerlo - dijo Mikoto mirando el zorro con miedo. - Esas flechas son especiales, te indican el verdadero amor de tu vida.
- Eso es estúpido, ni es humano, es un zorro, lo asaré a la parrilla!!!
- No puedes asarlo, entiende Sasuke no es tu alimento, te tienes que casar con él – le dijo con voz firme.
A Sasuke no le quedo de otra más que obedecer a su madre, ella podía hacerle algo peor que echarlo del castillo, cortarle la cabeza. Así que sus hermanos se casaron con hermosos donceles, mientras que él con un zorro fenómeno de nueve colas. En la fiesta todos se asustaban y se reían de las bromas que hacían sobre el esposo de Sasuke.
- Tus hijos tendrán orejas y cola, se verán muy lindos en el zoológico real – decía Sai en un tono de burla.
- Escuché que los zorros se comen a sus parejas después de aparearse - dijo Gaara con un tono de voz muy frío.
- Tengo miedo - dijo Deidara mirando al zorro y volteando hacia Itachi.
- No te preocupes lindura yo te protegeré - dijo este abrazándolo fuerte.
- He, Sasuke disculpa una pregunta ¿Esta noche dormirán en el establo? - Preguntó Sai.
- Más bien irán de luna de miel al zoológico - dijo Gaara.
- Ya es tarde, iré a dormir - dijo Sasuke rabioso por las bromas y risas, hasta los sirvientes hacían chistes y lo señalaban.
- No olvides a tu mascota, digo esposo - dijo Sai muerto de la risa.
Sasuke se fue a su cuarto con el zorro detrás.
- Ya entra - dijo haciendo señas para que el zorro entrara al cuarto, después se encerró con seguro. - Escucha, bestia inmunda, tú te quedas en el rincón, no te me acerques - dijo Sasuke con un tono de enojo en su voz. - Mañana conseguiré un hueso y lo envenenaré, mi madre no podrá culparme de ser viudo – se decía mientras comenzaba a quitarse la ropa para ir a dormir.
El zorro obediente se fue al rincón y se acostó ahí. El gran reloj del pueblo resonó por todo reino marcando la medianoche, Sasuke terminó de quitarse la ropa quedándose solo en bóxers, cuando se giró en vez de ver a la bestia peluda vio a un chico de cabellos rubios un poco largos de la parte trasera llegándole a la cintura, mientras la parte delantera era un poco rebelde, ojos azules, piel perlada bañada en sudor, era un chico con un hermoso cuerpo delgado y músculos definidos encogido en un rincón como un animalito asustado... no faltaba decir que estaba desnudo y a merced del príncipe.
- ¿Quién eres? - Preguntó Sasuke caminando lentamente hacia el extraño.
- Soy Naruto, tu esposo.
- ¡¿Mi qué?!