Despues de la amarga despedida que habia tenido con Sakura, Sasuke se encerró en su habitación y no dejaba de lamentarse por la pérdida de su verdadero amor.
Mientras Sasuke se lamentaba, los preparativos para la más bella, elegante y suntuosa boda tenían lugar. Toda la ciudad hablaba de la unión de los vástagos más pequeños del poderoso Fugaku Uchiha y del importante e imponente Minato Namikaze.
******2 semanas antes de la Boda******
Dos semanas faltaban para la unión y por fin Sasuke salió de su encierro para ver como progresaban los preparativos. Decidió ver el salón de fiestas, donde la recepción tomaría lugar.
Cuando llego vio que el joven Namikaze estaba ahí con una expresión de desgarrada angustia, Sasuke sonrió con malicia.
>> Así que el mocoso sufre… Me alegro que sienta lo que yo<<
Sasuke se recargó en un pilar, donde quedó oculto por los pilares, y se regodeó en la miseria de Naruto. Estaba por bufar satisfecho cuando un joven pelirrojo se acercó a Naruto y lo abrazó, el rubito se dejó abrazar y empezó a llorar desconsolado.
-Ay Gaa-chan…no era esto lo que yo quería…unido a un ser que me odia…no se que le hice –sollozando hundía mas su rubia cabecita en el regazo de Gaara no Sabaku, hijo del dueño de unas importantes empresas de Software y hardware de seguridad.
-Naru-chan, a lo que yo sé. El bastardo ese estaba prometido a Haruno Sakura, su novia de toda la vida y creo que por la boda el debió dejarla.
Naruto lloraba mas desconsolado aun y levantando su azulina mirada la poso en la aguamarina de Gaara.
-¿Pue…puedo ir a quedarme con –hipó- contigo y Sai…?
Gaara sonrió comprensivo y dándole un tierno beso en los cabellos asintió y lo arrulló.
-Sí, Naru-chan…nuestra casa siempre estará abierta para ti.
Naruto empezó a adormecerse y se quedó dormido con la cabeza en el regazo de Gaara.
Sasuke había visto todo esto y apretó los puños, lleno de ira, maldiciendo a la vida, a su padre, a Orochimaru y sobre todo a ese inocente que dormía en brazos de Gaara. Bufando se dio la vuelta y se marchó de ahí.
****4 horas más tarde****
Ring… Ring…Ring
El celular de Sasuke sonó y este mascullando improperios lo sacó de su bolsillo y miró. Era Itachi.
-¡¿Qué!?- Gruñó molesto
-Ototo, primero, no me grites controla tu boca o le diré a padre. Segundo, el dulce Naru-chan quiere verte en las oficinas de los abogados de ambos en media hora…y SI tienes que ir. ¿Me oíste?
-Sí, Itachi. Y, ¿para qué me quiere ese asqueroso rubio?
Itachi maldijo con furia y empezó a regañar a Sasuke, gritándole maldiciones.
-Naruto es el ser más dulce, tierno, amable y bello que existe, Sasuke y si vuelves a hablar mal de él en mi presencia te juro que te romperé la cara. El no tiene la culpa de nada. Así que contrólate. Y no sé para que te quiera. De igual manera ve. –Se oyó un murmullo, a Itachi hablando de manera dulce, luego su voz regresó a su dureza- Eso es todo, adiós.- y colgó
Sasuke miró su teléfono extrañado, Itachi jamás le habia hablado así. Suspirando se encogió de hombros y se acomodó la ropa para ir a donde Itachi le habia dicho.
BUFFETE DE ABOGADOS: UCHIHA SAI, SABAKU NO UCHIHA GAARA Y ASOCIADOS
Así rezaba el cartel que habia en la entrada de un lujoso rascacielos, Sasuke lo miró y entró, al hacerlo se encontró con Naruto quien en voz baja hablaba con Sai, con Gaara y con Itachi. Los tres hombres sonreían a lo que Naruto decía y este río lleno de dulzura cuando Gaara le hizo un comentario.
-Ejem.-carraspeó- Lamento interrumpir su amena reunión, pero no todos tenemos tiempo para perderlo.
Todos levantaron las miradas, Itachi lo fulminó, Gaara lo asesinó con la mirada y Sai, Sai sonrió con su sonrisa falsa. Naruto fue el único que no se volvió, al contrario se abrazó más a Sai y apretó el brazo de este.
-Dile-susurró- Por favor.
Sai tomó aire y señaló su despacho, mirando a Gaara que entró primero, luego Naruto, atrás el mismo, luego Itachi y al final Sasuke.
-Bueno, ¿Qué quieren decirme? Y que se rápido no tengo todo el día
Sai empezó.
-Naru-chan… digo. El joven Namikaze Uzumaki ha dictado un acuerdo prematrimonial, en base a proteger sus intereses. Con ayuda mía hemos llegado a un acuerdo que satisfacerá a ambas partes por igual.
Sasuke palideció de rabia al oír a Sai. A claro, el niñato dictó eso con seguridad para exigirle fidelidad y cosas así. Frunció el ceño a Naruto, pero Sai carraspeó.
-El acuerdo dice, joven Uchiha lo siguiente:
Por medio del presente acuerdo, yo Namikaze Uzumaki Naruto acepto que Uchiha Sasuke siga viendo a su antigua prometida, es decir, no le exijo fidelidad. En base a esto, de igual manera el matrimonio jamás será consumado. Uchiha Sasuke tendrá derecho a estar con quien deseé. Por las mismas razones Uchiha Sasuke no tendrá derecho a exigirme mis deberes maritales. La forma de dormir será: habitaciones separadas en la mansión que mis padres nos han regalado.
La señorita Haruno no tendrá derecho a pisar ese lugar, de otra manera el matrimonio se rompe y mi familia reducirá la ayuda que se le dio a Uchiha Corp. En un 50 %.
Si el matrimonio dura al menos 1 año, el joven Uchiha será libre de pedir el divorcio y no habrá repercusiones de ningún tipo. Lo único que se le pide en su relación con la señorita Haruno es discreción.
__Namikaze Uzumaki Naruto__
Todos los testigos se quedaron viendo a Sasuke, que temblaba de rabia, por la osadía que Naruto habia cometido, levantó su mirada y fulminó Naruto.
-¿Por qué hiciste esto, mocoso? ¿Acaso te quieres burlar de mí? – lo miró rabioso.
-No, Uchiha-san. Ese acuerdo lo protege más a usted que a mí. Si se da cuenta, usted tiene toda la libertad que desee. Podrá seguir con Haruno-san, seguirá con su libertino estilo de vida. Pero a cambio de tanta libertad, dese cuenta que no me tocará, no dormiremos juntos y no podrá exigirme que “cumpla” con mis “deberes” maritales.
Sasuke sonrió de lado y lo miró, percatándose de que el rubito estaba protegido por 3 importantes personas. Gaara estaba a un lado suyo, Itachi tras él y Sai de igual manera, en un costado de Naruto.
-Y… ¿tu que ganas con esto? Yo obtengo libertad de movimiento, el mejor sexo de mi vida con Sakura, la protección de mi empresa… pero… ¿y tu?
-Sasuke-san, ofende mi inteligencia, claro que gano algo. Yo seguiré con mi vida como hasta ahora. Iré a reunirme con mis amigos, ir a fiestas, a discotecas. Con mi trabajo de escritor y dibujante. No le pediré permiso…ya que nuestro matrimonio será meramente nominal.
Sasuke asintió y firmó el documento, donde la delicada y elegante firma de Naruto ya estaba estampada.
-bien, aquí tienes, si es todo yo me retiro.
Naruto ni lo miró simplemente, asintió y luego Sasuke se percató de que su dulce rostro se torcía por culpa de una mueca de pena y angustia. Inexplicablemente se sintió…despreciable y un completo canalla. Pero sacudiéndose ese sentimiento se marchó.
Luego de este “amable” encuentro ninguno de los dos se volvió a ver hasta el día de la boda.