-Ah~ –la pelirroja dio un largo suspiro cerrando los ojos, los abrió de nueva cuenta para mirar al novelista: se encontraba sentado al lado de ella arqueando la espalda, apoyando los brazos sobre sus piernas y las manos sobre su rostro, con una mirada hacia el frente –Ya veo, mira Usami-san te diré esto sin rodeos: Eres un idiota.
Una gotita de sudor recorrió la cabeza del novelista.
-Pero dime, Usami-san… ¿Por qué lo hiciste?
-¿Hmm? –La miro extrañado para luego dar un suspiro y poner la vista al frente–No quería lastimarlo.
-¿Lastimarlo?
-Sí, me gusta el sexo rudo.
-Nyaa~
==== Aikawa Imaginations ===
-Usagi-san… ¡Ah!
-Misaki… eres tan tierno, tan adorable, que me dan ganas de romperte...
-Detente Usagi-san…
-Misaki…
-¡Ah! ¡Usa-gi-san! Nyaaa~
====End Aikawa Imaginations===
Imaginarse al gran “Usami-sensei” apoderándose del pequeño Misaki en una pose comprometedora y dando gritos parecidos a los de un gato, a provocaban que la pelirroja se desangrara por la nariz.
-Pe-Pero, -la editora volvió en sí, recordando el problema actual- ¿Qué no podías hacerlo con Misaki-kun?
-No, -suspiró- no quiero lastimarlo… es por eso que…
-Estuviste a Hiroki-san.
-Exacto.
-Eres un idiota.
La gotita tipo anime apareció de nuevo.
-Lo sé… -respondió serio.
-Mira, Usami-san, –le sonrió de manera dulce –el amor no solo se trata de “sexo”, sí, es divertido pero, es solo una muestra más de amor… ¿Sabes? Yo pienso que el amor que tú le tienes a Misaki-kun es sorprendente porque: no pensé verte cambiar por alguien de esa manera, nunca me imaginé que protegieras y cuidaras a alguien así… pero sobre todo, jamás se me ocurrió verte llorar por una persona.
-Es solo que –dijo cabizbajo –Me gustó tanto estar con Hiroki que me dio miedo lastimar a Misaki, como lo hacía con él…
-Lastimarlo… ¿Físicamente?
El peliplata asintió.
-Y… ¿Pensaste en lo emocional?
-¿Eh? –giró la cabeza para verla.
-Ya veo… –suspiró –Usami-san ¿Pensaste que engañándolo no lo lastimarías? Debió ser un golpe muy duro para Misaki-kun estar encerrado en un armario viendo pleno show… (// Aunque que daría yo por estar ahí Nyaaa~//)
-Tan solo quería divertirme…
-Esa diversión te costó caro, Usami-san.
-Lo sé, me equivoque, se que estuvo mal, estar con Hiroki ha sido de lo peor que he hecho… –miró a la editora: no dejaba de sonreírle de manera dulce –Tan solo, ¿Qué hago? Aikawa-san, ¿Cómo recupero a Misaki?
-Usami-san… -respondió ella -lo que hiciste fue algo que sé lastimo mucho a Misaki-kun, recuperarlo no será tan fácil como parece… pero siempre mantén las esperanzas en recuperarlo ¡Esfuérzate! Solo no lo presiones, acércatele como un amigo… que vea que estas arrepentido. Se dulce, cariñoso, pero no en el sentido “literal”, si no emocional, recuerda que ahora posiblemente no quiera ni verte, quizás es por eso que no ha llegado, pero has algo que lo sorprenda y que vuelva a darse cuenta de cuánto te quiere. Tal vez te lleve tiempo, pero si te esfuerzas harás que te perdone –le guiño un ojo y siguió hablando de manera alegre –Misaki te quiere Usami-san, de eso no hay duda. Quizás esa frase de “la que me hizo olvidar que te quería” solo lo dijo para salirse del problema…
-Pero yo no quiero ser solo su amigo, no lo soportaría… –bajó la mirada.
-Entonces, si no puedes recuperarlo a pesar todo lo que ya hiciste, si aquella llamada y aquella persona realmente existen el corazón de Misaki-kun: aprende a perder. Es mejor que te recuerde como alguien a quien estimó mucho y que le brindó ayuda cuando más lo necesitó, a alguien que lo lastimó y que llegó a odiar.
-Aikawa-san, –alzó la vista y le sonrió –Gracias…
-De nada, Usami-san. Todos cometemos errores, unos más que otros, pero todos merecemos una segunda oportunidad –sonrió más ampliamente y le guiño ambos ojos –Esfuérzate Usami-san.
La editora se despidió, le deseo de las mejores suertes del mundo, le sonrió como solo una amiga sabe hacerlo, y antes de irse, ya parada frente a la puerta, con la misma sonrisa le dijo:
-Espero la continuación pronto, Usami-san.
Cerró la puerta.
-Tal vez tarde en hacerla Aikawa-san… tengo cosas más importantes que hacer –sonrió.
Sacó una cajetilla de cigarros de su abrigo, dispuesto a sacar uno. Quedó mirando el empaque… sonrió y lo tiró a la basura.
Caminó hacia el teléfono, apretó las teclitas y esperó a que contestaran:
-#Buenas tardes, Marisquerías la Red, ¿En qué puedo servirle?
-Ah… me gustaría ordenar… (//Misaki, te recuperaré, lo sé… //)–pensaba con entusiasmo, la plática con su editora había servido de mucho.
=:=
La puerta del departamento se abrió:
-Misaki –Le habló el novelista que se encontraba sentado en el sillón.
-¿U-Usami-san?
Era imaginación o la mesa se había hecho más grande y estaba cubierta totalmente de pescados perfectamente preparados, que desprendían un olor que le despertaría el hambre a cualquiera, peces cocinados de todos los tamaños, colores y por el olor, sabores. Misaki miraba en shock aquella enorme mesa con tanta comida y bebida.
Se tallo los ojos para asegurarse de que no estaba viendo mal. No, la comida estaba ahí… pero, de momento, se acordó de lo que había pasado con el doctor, las lágrimas amenazaban con salir.
-Lo siento Usami-san; me voy a mi cuarto.
Agachó la cabeza y corrió hacia las escaleras, Usami detuvo la carrera del castaño tomándolo del brazo:
-Misaki… Por favor.
-¿Eh? –El menor lo miro asombrado: el novelista tenía la cabeza agachada y podía verse como sus lágrimas mojaban el piso –Usami-san… Lo siento pero-…
-Que sea la última vez –interrumpió –por favor… juro no volver a molestarte más; te ayudaré a encontrar otra casa si es necesario pero…–El peliplata levantó la mirada, los ojos parecían derretirse en lágrimas, sus labios tambaleaban, las mejillas estaban totalmente coloradas –Tan solo perdóname.
-Usami-san, yo…
-No te obligo a nada, tan solo me quiero que no me odies, que me veas como a un amigo o que-…
Misaki lo abrazó.
-(// Es imposible que te odie, Usagi-san… //) Vamos a comer –respondió mientras soltaba al mayor con una gran sonrisa y giñando ambos ojos.
-Misaki… -el novelista sonrió de manera sencilla deteniendo las lágrimas.
=:=
-Nowaki…
Su rostro se entristeció y a paso lento caminó hacia el doctor.
-Nowaki… -le hablo en susurro y sonriendo.
-¿Hiro-san? –El menor volvió en sí al verlo.
-Nowaki…
-H-Hiro-san–le desvió la mirada hacia el piso – ¿Qué hace aquí?
-¿Qué paso con Takahashi? ¿Te hizo algo?
-¿Eh? –Se sorprendió por el comentario –Nada… -de nueva cuenta volvió a entristecerse -(//Takahashi-kun… “Pero, yo ya no quiero seguir siendo un juguete, en la que solo me utilicen” Acaso… ¿Hiro-san me utiliza?//)
Nowaki parecía perdido. En un momento, al maestro demonio, de le olvido la hora, la fecha y el lugar público en el que se encontraban, se levantó en dos puntas, cerró lentamente los ojos y acercó su rostro hacia el del doctor: formando un beso tierno, en el que solo los labios permanecían unidos.
-(// Nowaki, te recuperaré //)
=:=
Ambos seres comían en silencio, los cubiertos resonaban en la gran cocina. El novelista tenía una gran sonrisa dibujada en el rostro, el estudiante… tenía una expresión como si se hubiese perdido en el océano Pacífico.
-G-Gracias por la comida –dijo tartamudeando Misaki al terminar sus alimentos.
-Gracias por la comida –repitió la frase el novelista.
El castaño miró de nuevo la mesa, apenas y habían comido la mitad:
-(// ¿Por qué ordenó tanto? Acaso… ¿fue por mi?… –Comenzó a limpiar la mesa – ¿En verdad me quiere recuperar? Pero-…. //)
-Espera Misaki, yo recojo –La voz del novelista le sacó de pensamientos.
-¿Eh? N-no no es necesario Usami-san…
-Insisto.
El menor asintió. El peliplata comenzó a limpiar la mesa, aunque un tanto confundido pues, a pesar de que era su propia casa, no sabía exactamente donde iban las cosas.
-Le llamaré a mi hermano… –dijo el castaño en voz baja.
Usami detuvo sus movimientos por un momento.
-(// ¿Realmente lo hará? ¿Se va ir de verdad? //) Hazlo –Habló como si no le importara sin mirarlo –le mandas saludos de mi parte –Continuo con su labor.
Misaki hizo la llamada:
-¿Hermano? … Sí… ha pasado tiempo… bien, gracias ¿Tu?... Y ¿Hermana? ... ¿Mashiro-kun?.... ya veo, salúdamelos de mi parte y de Usami… ¿Él?... –miró al novelista, seguía buscando donde poner el plato más grande –Supongo que bien –rió un poco, esa escena le daba ternura.
-#Y dime, ¿Qué sucede, porque tan de repente tu llamada?#
-Sucede que… me quiero mudar…
-# ¿Eh?#
-Sí…
-# ¿Paso algo con Usagi?#
-No es eso es solo que… es solo que… ya no quiero…
-#Misaki no mientas#
-¡No estoy mintiendo!
-# ¿Enserio?#
-¡Sí!
-#Bien, aunque no te crea nada, pero si esa es tu decisión y… ¿Usagi está de acuerdo?
-Sí, me dijo que no había problema…
-# Uff~ Supongo que está bien, no puedes pasarte toda la vida con él… (N/A: Ah~ mi hermoso Takahiro, si supieras…)¿Te parece bien venir a vivir con nosotros a Osaka? #
-¿No te molestaré?
-# ¡Por supuesto que no! A Mashiro le encantará tenerte aquí #
-Gracias hermano.
-#De nada, Misaki… ¿Cuando te quieres venir?#
-Lo más pronto posible.
-# ¿Enserio? ¿Por qué?#
-Es sólo que cuanto antes mejor…
-#Misaki, pero… está bien, empaca tus cosas, yo me encargaré de tus traslados escolares, aunque ¿Estás seguro? Trabajaste mucho para entrar a la universidad…#
-Descuida hermano, está bien cualquier universidad…
-#Bien, en tres días ya puedes venirte, tan solo avísame ¿Está bien? #
-Sí, gracias… adiós… cuídate mucho.
Colgó.
-¿Qué paso? –Preguntó el novelista aun buscando lugar para el plato gigante.
-Ah, hablé con mi hermano y, en tres días me voy…
El gran plato que no encontraba lugar… terminó siendo soltado inconscientemente y roto en el piso. Esas últimas palabras fueron como una estaca al corazón….